14 Ene 2011
Por: Pablo Correa
Fenalco-Santander solicitó al Ministerio de Ambiente no conceder la licencia ambiental a la multinacional canadiense Greystar.
En el páramo de Santurbán nacen ríos que alimentan acueductos de toda la región santandereana.
Los comerciantes de Bucaramanga cerraron filas para oponerse al proyecto minero de la compañía canadiense Greystar en el páramo de Santurbán. Junto a organizaciones ambientalistas, académicas y sociales, Fenalco Santander lidera un movimiento civil que no está dispuesto a que se sacrifiquen los nacimientos de los ríos que alimentan los acueductos de la región.
Erwing Rodríguez-Salah, director ejecutivo de Fenalco Santander, dice que como gremio tienen un compromiso histórico y no pueden “permanecer indiferentes ante una decisión tan trascendental”.
Las cifras hablan por sí solas, según Rodríguez: para la explotación minera en la zona se contempla la utilización diaria de 40 toneladas de cianuro, 230 toneladas de anfo, además de que se van a dinamitar 1.075 toneladas de suelo en la primera fase. Todo esto, si son acertados los cálculos de expertos, va a requerir un consumo de agua diario equivalente al que recibe una ciudad de 600.000 habitantes.
“Hubo unanimidad a la hora de tomar esta decisión”, cuenta Rodríguez. En cuanto al plan que se trazaron para oponerse a la intervención minera en el páramo y el subpáramo, el representante de los comerciantes cuenta que decidieron solicitar al Ministerio de Ambiente que realizara otra audiencia pública, pero no en los municipios de la montaña como California y Vetas, sino directamente en Bucaramanga, donde realmente vive la población que sería afectada.
“También solicitamos que no se otorgue licencia al proyecto Angostura de la Greystar”, contó Rodríguez para aclarar que “apoyamos las locomotoras de la administración del presidente Santos como jalonadoras del progreso, crecimiento y, más que éste, del desarrollo económico de nuestro país, en la medida en que estas se desplacen sobre el ‘riel’ del desarrollo sostenible”.
No están solos en el pulso con la empresa canadiense. “Hay diversas fuerzas”, dice el funcionario, y enumera algunas: “Están el Comité para la Defensa del Páramo de Santurbán, la Sociedad de Mejoras Públicas de Bucaramanga, la Sociedad Santandereana de Ingenieros, organizaciones ambientalistas como la Corporación Compromiso, Sociedad Central Ecológica de Santander y hasta el Sindicato del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga”.
La prensa alternativa y especialmente la universitaria está acompañando a las organizaciones en esta iniciativa y ha jugado un rol importante. “Publicaciones como Periódico 15 de la Universidad Autónoma de Bucaramanga le han dedicado bastante espacio en sus ediciones”, dice. En redes sociales como Facebook ya son más de 10 los grupos que invitan a proteger el páramo de Santurbán.
Por lo pronto todos siguen a la espera de que el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial defina la fecha de la nueva audiencia pública en Bucaramanga y se avance en el estudio de la licencia ambiental.