El tranque Ojanco de propiedad de la minera alemana Sali Hochschild, que se encuentra abandonado en las cercanías de Copiapó, es el que presenta mayor riesgo para la población, según el Director Regional, Sr. Miguel Fortt.
No sólo los relaves activos presentan, ante las lluvias y aluviones, un grave peligro para la población. Sino también los relaves inactivos que han sido catastrados por el Sernageomin y que no han tenido remediación. Es el caso del tranque Ojanco, que aun sin esta emergencia, arrastra materiales tóxicos derivados de la minería hasta las napas subterráneas y los ríos exteriores, e incluso contamina el agua potable.
Una investigación de Ciper, reveló que el Centro de Investigación y Desarrollo Sustentable de Atacama (Cridesat) investigó las matrices ambientales del valle de Copiapó, monitoreando presencia de cobre, plomo, mercurio y arsénico en el agua, las plantas, el aire y los sedimentos. El investigador Bernardo Sepúlveda H. cuenta que las primeras muestras arrojaron niveles más altos que los esperados en agua y plantas, los que respecto del mercurio y plomo pueden provenir de los relaves y la actividad minera.
Hasta ahora publicamente, no he visto ningún informe que alerte efectivamente a la población de esta gravísima posibilidad de contaminación aguda y esperamos que las personas se puedan enterar por este medio.
En el informe también se señala el estado de los relaves que están en la zona:
Como antes señalamos, hay quienes informan que el relave de la mina San Gerónimo se vio sobrepasado por las lluvias en el Valle del Elqui causando la contaminación del agua potable por metales pesados en la Región de Coquimbo, así como también en las localidades de Chañaral, Taltal (donde se superan en 1.800 veces cantidad de Mercurio de suelos del norte), Mejillones, Diego de Almagro, El Salado, Copiapó y Antofagasta, con el acopio de material tóxico en el Puerto ATI (del Grupo Luksic), todas zonas en donde los aludes arrastran sendas porciones de relaves.