Un 62% es el porcentaje que exhibe la compañía en esta relación. Los compromisos de la cuprera estatal superan los US$ 19.400 millones.
El modelo de financiamiento establecido para Codelco obliga a que el directorio de compañía le solicite, todos los años, al Ministerio de Hacienda un monto para poder capitalizar utilidades.
Dependiendo del nivel de recursos que autoriza el Gobierno, la empresa debe acudir a los mercados internacionales para conseguir financiamiento a través de la colocación de deuda.
Esta política ha llevado a la compañía a transformarse en la firma con el mayor nivel de endeudamiento -medido sobre activos- entre las grandes mineras del mundo.
De acuerdo con el último informe financiero de Cesco, en el año 2012 la cuprera estatal tenía pasivos equivalentes al 62% de sus activos totales.
Así, mientras sus compromisos de corto y largo plazo sumaban US$ 19.467 millones, sus activos llegaron a US$ 31.645 millones.
Dicha relación posiciona a la corporación muy por sobre la media de la industria mundial. Según Cesco, el promedio global de endeudamiento llega al 47%. En la lista de las mayores mineras, a Codelco le siguen Rio Tinto con un 60%, Grupo México con 57% y Anglo American con una relación de 53% de pasivos sobre activos.
Por su parte, el grupo Antofagasta Minerals, controlado por el grupo Luksic, exhibe un ratio de endeudamiento de 45%, por debajo del promedio de la industria.
Según el vicepresidente de administración y finanzas de Codelco, Iván Arriagada, este punto es delicado si se tiene en cuenta que el precio del cobre puede caer en el futuro.
«El endeudamiento actual de Codelco es comparable al de otras empresas mineras. Lo importante es mantener esta condición en el futuro para no perder competitividad. No debemos olvidar que el precio del cobre es cíclico y por lo tanto debemos estar preparados para períodos de precios más bajos», dice el ejecutivo.
Por su parte, el profesor del Centro de Minería UC, Gustavo Lagos, explica que todas las compañías estatales del mundo sufren de problemas de endeudamiento.
«Las decisiones de financiamiento de las empresas públicas siempre compiten con las otras necesidades que tiene el Estado. Por eso siempre un gobierno prefiere destinar sus recursos para otro tipo de políticas públicas por sobre una capitalización de una empresa», dice Lagos.
El académico agrega que este tipo de modelo de financiamiento ha llevado a compañías estatales internacionales a reducir fuertemente su potencial de producción. Ejemplo de lo anterior es PDVSA, firma petrolera de Venezuela que ha reducido un 50% su producción.