Es la división menos rentable de la estatal con un costo total que se acerca a los US$3,5 por libra.
La administración de Codelco, liderada por Thomas Keller, ya tiene trazado el futuro de su división menos rentable, Salvador.
Tras varios análisis realizados para evaluar costos y beneficios, la plana ejecutiva de la estatal tomó la decisión de impulsar el proyecto Rajo Inca, que transforma la actual mina subterránea de la faena ubicada en la Región de Atacama en un rajo abierto como el que exhibe actualmente Chuquicamata.
La última presentación a inversionistas realizada por Codelco incluye en el cronograma de grandes proyectos a desarrollar durante está década, la entrada en operación de Rajo Inca para 2019.
Dicha decisión ya se encuentra en conocimiento de los trabajadores, quienes fueron informados de la determinación a mediados de este mes por el gerente general del yacimiento, Armando Olavarría.
En aquella ocasión, el ejecutivo explicó que el futuro de Salvador en el mediano plazo está ligado a Rajo Inca. Así, para no seguir perdiendo competitividad en la división, se decidió ejecutar un plan de transición que contempla una mayor explotación de yacimientos como mina Rajo Damiana (es aledaña a Inca Subterráneo), mientras se construye la nueva mina a rajo abierto.
La decisión de Codelco deja en el camino el otro proyecto que estaba estudiando la corporación para extender la vida útil de Salvador: San Antonio Óxidos. Este último había sido retirado de la cartera de inversiones de la estatal debido a sus altos costos energéticos y contemplaba una inversión cercana a los US$ 1.000 millones.
Según fuentes ligadas a la cuprífera, los estudios encargados para evaluar los costos de desarrollo de ambos proyectos arrojaron resultados a favor de la nueva mina a rajo abierto que se pretende construir.
Además, la iniciativa le permitirá a Codelco extender en al menos 15 años la vida útil de la división menos rentable de la estatal, la cual ha llegado a alcanzar costos totales de producción cercanos a los US$ 3,5 por libra.
Asimismo, se descarta un eventual cierre del yacimiento, materia que ha sido evaluada en varias ocasiones dentro de la corporación.
En cuanto a los montos de inversión que involucraría Rajo Inca, aún no existe claridad en Codelco. Tampoco sobre su nivel de producción.
«Efectivamente el proyecto Rajo Inca está en estudio y forma parte de nuestro plan de negocio para dar continuidad a División Salvador. Sin embargo, este proyecto está en una fase preliminar, en ingeniería de perfil y debe seguir todas las etapas de estudio que tiene un proyecto de inversión en Codelco», sostuvo la compañía.
Pese a lo anterior, la iniciativa involucraría montos superiores a los US$ 1.000 millones y le permitiría a Salvador al menos duplicar las 62 mil toneladas de cobre que alcanzó el yacimiento en 2012.
El costo de cerrar una división
Uno de los temas más debatidos en torno a la división Salvador es la conveniencia económica de seguir adelante con el yacimiento. Esto, teniendo en cuenta sus altos costos de producción.
Gustavo Lagos, profesor del Centro de Minería UC, explica que el mayor costo de poner fin a un yacimiento como este es el político y social. «Para una estatal se hace casi imposible cerrar una división como Salvador debido a los efectos sociales para la localidad en la que está emplazada y los trabajadores del yacimiento», dice el experto. A eso se agrega que en ciclos de altos precios del cobre es conveniente tener en operaciones todas las minas.