“El proyecto se encuentra en una condición de incerteza respecto de cuándo estará en condiciones de poder reiniciar actividades”, dijo Barrick en su petición.
El largo camino que ha recorrido el proyecto minero binacional Pascua-Lama está lejos de terminar y, más que acortarse, nuevas señales pronostican que se pueda extender todavía más.
A fines de agosto Barrick, titular del proyecto a través de la sociedad Minera Nevada, solicitó formalmente un plan de cierre temporal de la iniciativa de oro para disminuir los costos de mantención de la futura mina. Un mes después, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) aprobó la suspensión por los dos años solicitados, pero dejó en claro que es probable que esta se extienda en base a lo que permite la ley sobre cierre de faenas, es decir, tres años más.
En una resolución de 16 páginas, señaló que dada la incertidumbre del tiempo que tomará realizar el plan de optimización de Pascua-Lama, la suspensión de la iniciativa hasta 2020, no es un escenario improbable. Eso sí, de solicitar un plazo adicional de cierre temporal, la firma tendrá que disponer de un monto adicional de garantía equivalente al 30% del total de ella.
“Compañía Minera Nevada SpA ha solicitado un plazo de dos años (…) para el cierre temporal parcial de la faena minera, sin embargo, y en razón que no existe certeza de la fecha en que Compañía Minera Nevada SpA culminará el estudio de optimización del proyecto Pascua-Lama, ésta podría solicitar prórroga”, dice la resolución de Sernageomin.
En primera instancia, la reactivación del proyecto debería ser el 29 de septiembre de 2017, pero, además de los tiempos que tomará la revisión por parte de la autoridad ambiental de los cambios a la iniciativa, se suma las dudas sobre el precio del oro.
“Esta condición se ve agravada por los costos asociados a las actividades que se desarrollan actualmente en Pascua-Lama. A lo anterior se suma el hecho que en los últimos dos años el mercado de los metales ha sufrido una tendencia a la baja que se ha reflejado en una disminución significativa de sus precios, con el consiguiente impacto en los indicadores económicos del proyecto, todo lo cual ha generado la necesidad de diseñar y desarrollar un proceso de optimización del mismo en todos sus aspectos”, señaló Barrick en la carta que solicita la paralización.
“El proyecto se encuentra en una condición de incerteza respecto de cuándo estará en condiciones de poder reiniciar sus actividades”, agregan. También informa que la infraestructura para las plantas y operación llevan poco más de 40% de avance, mientras que el prestripping de la mina -que marca la capacidad de operación- no supera el 15%.
El detalle de la paralización
En el resumen que realiza la resolución de Sernageomin, divide el plan de cierre temporal en tres grupos: instalaciones mineras, infraestructura de apoyo (para los sectores mina, campamento y Pascua) y manejo de aguas.
“Las instalaciones que forman el primer grupo serán cerradas temporalmente. El segundo grupo, infraestructura de apoyo, presenta algunas instalaciones que se mantendrán operativas para facilitar las actividades de cierre y seguimiento; mientras que el tercer grupo, manejo de aguas, se mantendrá operativo”, dice.
Entre lo que sigue operando se encuentra, entre otros, el taller de armado de palas y, con restricción de acceso, los caminos. Los sectores administrativos, como el edificio de gerencia o casino, están funcionando.
Lo que tampoco se detiene es el monitoreo comprometido de los glaciares ubicados en la zona, consistente en la toma anual de imágenes satelitales, permitiendo caracterizar las variaciones de las masas de hielo. El monitoreo de calidad de aire se comprometió un informe semestral.
Una vez cumplidos los plazos, para poder retomar los trabajos en la mina, Barrick deberá informar a la autoridad sobre este interés y presentar el nuevo plan minero. Asimismo, entregar un cronograma detallado de reinicio por área y contratación del personal requerido, entre otras cosas.
EL OTRO PLAZO PARA BARRICK
El periodo de cierre temporal autorizado por la autoridad no es el único plazo que monitorea Barrick. De acuerdo a información oficial de la canadiense, Pascua-Lama recibió US$ 403 millones en devoluciones de IVA por parte del Estado chileno, los que deberán ser reintegrados de no estar en producción la mina el 30 de junio de 2018.
Dada la suspensión temporal de la iniciativa, en la empresa se adelantan a eventualmente aumentar el plazo, por lo que «Barrick espera poder extender el plazo de 2018 para evitar la devolución de estas cantidades», informaron en su reporte financiero al tercer trimestre.
Según conocedores de la industria, Pascua-Lama se acogió a beneficios económicos establecidos en el decreto supremo 348 de 1975 que entrega créditos fiscales para exportadores de bienes. En la normativa, los futuros exportadores pueden solicitar devoluciones de IVA anticipadas para compra de bienes necesarios para establecer la actividad económica que sustentará la exportación.