Las empresas suizas deberán desprenderse de algunos de sus proyectos, para lograr la aprobación de las autoridades antimonopolio del país asiático.
Luego de varios meses de espera, finalmente las autoridades antimonopolio de China dieron ayer luz verde a la operación de compra que había iniciado Glencore hace 15 meses por la minera suiza Xstrata. El acuerdo por US$ 30 mil millones es considerado el mayor que se haya realizado en la historia de la minería, pero no estuvo exento de condiciones para su aprobación. Así, Xstrata (a través de Glencore) deberá vender -dentro de un período de tres meses- la mina Las Bambas en Perú, de US$ 5.200 millones, para asegurar la aprobación del Ministerio de Comercio de China. A ello se suma la exigencia de encontrar un comprador para fines de agosto del 2014.
Glencore acordó además compromisos de ocho años que incluyen la entrega de cantidades de cobre, zinc y plomo a China, el mayor consumidor mundial de metales.
Reguladores chinos pocas veces han exigido una venta de activos para mejorar la competencia después de un acuerdo relevante, pero la importancia de los metales que Glencore extrae y comercializa para la economía china implicó que era improbable que la fusión se llevara a cabo sin cambios, informó Reuters.
En particular, Glencore ya ha destacado que autoridades chinas estaban enfocadas en el mercado del cobre y en los concentrados del metal rojo. Glencore y Xstrata combinados representan cerca del 7% del suministro global de cobre.
Glencore -que tiene una participación de 44% en Collahuasi, el tercer mayor yacimiento de cobre en Chile, y el 49% del proyecto eléctrico Energía Austral en Aysén- tiene tres meses para «sacrificar» alguno de los proyectos más antiguos de la minera, como la mina Tampakan en Filipinas, Frieda River en Papúa Nueva Guinea, y El Pachón o Alumbrera en Argentina.