El 90% de las exportaciones nacionales están ligadas a recursos naturales, y la mayoría de estas posee como destino el bloque de Asia y Oceanía. Expertos destacan que existen herramientas para mitigar shocks externos.
Ya es casi un consenso que el súper ciclo de precios que han experimentado las materias primas en los últimos años se está diluyendo. Este cambio de tendencia está en línea con la desaceleración de China, la segunda mayor economía del mundo y el principal consumidor de commodities del planeta.
Para mayor información visite l a versión impresa de El Mercurio.Ya es casi un consenso que el súper ciclo de precios que han experimentado las materias primas en los últimos años se está diluyendo. Este cambio de tendencia está en línea con la desaceleración de China, la segunda mayor economía del mundo y el principal consumidor de commodities del planeta.
Ante este escenario, Chile es el mercado de América Latina más expuesto, según se desprende las cifras entregadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
De total de las exportaciones del país, según datos a 2011, el 35,3% corresponde a la categoría de bienes primarios y 54,2% a manufacturas basadas en recursos naturales (como el cobre refinado o el vino). Así, casi el 90% de los envíos nacionales están ligados a materias primas, el cuarto mayor nivel de dependencia en la región.
Solo Venezuela, Bolivia y Ecuador superan las tasas de Chile. Sin embargo, para Nanno Mulder, economista de la Cepal, nuestro país es el que más ha profundizado el comercio con China, responsable de la caída de precios de los commodities .
«Las exportaciones de Venezuela tienen mayor relación con Estados Unidos, y Bolivia posee un patrón de comercio intrarregional, mientras que en Chile el panorama es distinto, ya que está más conectado a Asia: es el país más expuesto ante una desaceleración china», indica.
En la Cepal señalan que el 50% del destino de las exportaciones nacionales se concentra en Asia y Oceanía, algo que ningún actor regional está cerca de igualar. En Perú, por ejemplo, el 26,5% de los embarques llegaron a esa zona geográfica, y en Brasil la tasa sube a 28%.
En el caso de Chile destaca también que, durante el año pasado, el 53,8% del total de los envíos correspondió a cobre. De estas exportaciones, un 34,6% del metal se colocó en China, según ProChile y el Banco Central.
Chile, ¿inmune?
Jorge Selaive, economista jefe de BBVA Chile, está de acuerdo con el escenario que enfrenta el país, pero indica que «tenemos herramientas para mitigar el negativo impacto que genera la abundancia del cobre sobre el crecimiento».
En este sentido, Rodrigo Aravena, economista jefe de Itaú Chile, añade que el país posee fondos soberanos por US$ 30 mil millones, que le permiten aumentar el gasto sin necesidad de incrementar la deuda externa o interna. «Chile posee un espacio amplio para hacer política monetaria, ya que es un país con inflación baja y alta tasa de interés.
También enfrenta el menor riesgo país de la región, lo que abarata sus costos de financiamiento en el exterior si es que lo requiere», añade.
Sin embargo, si el precio del cobre disminuye abruptamente (en 2013 su valor ha retrocedido 11,3% a US$ 3,18 la libra), los expertos advierten que habrá mayores impactos negativos.
Selaive explica que, en un escenario en que China se desacelere más de lo previsto, habrá una merma importante en la actividad extractiva nacional. «Se ha acumulado mucha grasa en el sector minero. Le ha hecho mal a esa industria el súper ciclo de precios del cobre, ya que han adaptado un funcionamiento más ineficiente», apunta.
Asimismo, el economista del BBVA dice que se generaría un riesgo importante «en términos de insostenibilidad de déficit de cuenta corriente en el país, con una fuerte depreciación cambiaria». En esto coincide con el punto de vista de Rodrigo Aravena.
El factor de los estímulos de la Fed también impactaría a materias primas
Si bien una mayor desaceleración de China tendría un fuerte impacto sobre el precio de los commodities, y en especial del cobre -el «gigante asiático» consume el 41,6% de la producción mundial del metal rojo-, hay voces en el mercado que advierten en torno a los efectos que se podrían evidenciar si hay cambios abruptos de política de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
Un reporte del economista de Harvard Jeffrey Frankel, que fue publicado por el FMI en marzo, indica que cada vez que la Fed baja las tasas de interés, «los inversionistas optan por buscar mejores rendimientos en ámbitos más lejanos, ya sea en activos extranjeros o materias primas».
En este sentido, el académico explica que en años anteriores, cuando en Estados Unidos se evidenció un alza sustancial de las tasas, el precio de los commodities bajó.
Dicho escenario podría replicarse si es que la Fed disminuye sus estímulos y sube los tipos de interés de forma acelerada, según el economista de Itaú Chile, Rodrigo Aravena.