Miembros del Frente Popular en Defensa del Soconusco (FPDS) exigieron a los alcaldes de Escuintla y Acacoyagua, Mauro Cruz Jabalois y Patricio Matías Salas, respectivamente, que cumplan con la promesa de hacer de la región un territorio limpio de minería, porque las empresas nacionales y extranjeras, subrayaron, continúan con la intención de extraer minerales de la zona.
Desde que se constituyó el FPDS, en 2015, hombres y mujeres de la organización se han dado a la tarea de frenar la expansión minera en la región del Soconusco y en la Costa de Chiapas, debido a que esa actividad sólo ha traído la contaminación de sus ríos y arroyos, así como enfermedades entre los habitantes que viven cerca de los lugares de donde se extraen los minerales.
Destacaron que uno de sus principales objetivos por ahora es que el proyecto Casas Viejas, de la empresa El Puntal SA de CV, deje de operar, por los daños ambientales y sanitarios que provoca en la región y en las comunidades.
En este sentido, exigieron a los alcaldes de Escuintla y Acacoyagua que respeten las declaratorias que firmaron de municipios libres de minería.
El pasado 26 de septiembre, el FPDS instaló dos campamentos para bloquear el paso a las maquinarias y vehículos de las empresas mineras. Con palos y piedras atravesados en el camino, los pobladores controlan desde entonces el acceso a la zona e impiden el ingreso de personal de las mineras.
Estos campamentos han provocado la solidaridad de organizaciones y activistas, que han hecho campañas para recolectar víveres.
Una de las organizaciones que asesora y apoya al FPDS es Otros Mundos/Amigos de la Tierra México, fundada y coordinada por el activista Gustavo Castro Soto.
Otros Mundos calcula que en Chiapas se encuentran al menos 99 concesiones mineras, 21 de ellas en los municipios de Escuintla y Acacoyagua.
Con su lucha social, el FPDS logró la suspensión temporal de dos minas de titanio: El Bambú, a fines de 2015, y Cristina, a comienzos de 2016. El proyecto minero Casas Viejas también es de titanio y está en explotación desde 2003.
“Las afectaciones a la salud y al medio ambiente son visibles, pero el gobierno cierra los ojos, por lo que los habitantes, en su mayoría campesinos, llevan seis meses manteniendo dos campamentos que bloquean el paso de las máquinas hacia la mina”, dijo Marie-Pia Rieublanc, investigadora de Otros Mundos AC.
La activista explicó que ya no hay peces en los ríos y que cuando los pobladores van a bañarse les salen ronchas y granos, debido a la alta contaminación.
“Los terrenos quedan inservibles” y se han incrementado los casos de muertes por cáncer, sostuvo.
Añadió: “Como campesinos, nos hemos reunido y organizado para hacer un frente, el FPDS, en 2015, para tratar de parar esa industria minera, ya que el gobierno de México y nuestro gobernador no nos han hecho caso. Ha habido muchos muertos a causa de la minería, pero ellos dicen que la minería no contamina. Los mineros dicen que la minería es sustentable. Al contrario: en donde hay minería, hay problemas de salud, hay problemas ambientales, hay problemas sociales y hay mucha corrupción”.
Por otra parte, subrayó, el avance de las mineras representa un retroceso para la soberanía alimentaria de las comunidades.
“La región de Soconusco es muy rica en recursos naturales, aquí tenemos tierra, bosques, manglares, mar. Es zona cafetalera, ganadera y pesquera. Nuestra región es muy productiva. No necesitamos la minería para subsistir. Aquí tenemos todo”, concluyó Marie-Pia Rieublanc.