La Mesa Nacional frente a la Minería Metálica expresó hoy en conferencia de prensa la necesidad de suspender definitivamente, y no de manera temporal, el proyecto transfronterizo Cerro Blanco
Ante el reciente anuncio hecho por Goldcorp Incorporation, sobre la suspensión temporal de la mina Cerro Blanco, el proyecto minero transfronterizo entre El Salvador y Guatemala más avanzado, la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, a la opinión pública manifiesta:
La semana pasada la empresa minera de origen canadiense Goldcorp Inc., aduciendo un contexto financiero poco favorable para la inversión en minería metálica a nivel global, anunció la suspensión temporal del emblemático proyecto trasnfronterizo Cerro Blanco y otros dos megaproyectos de su propiedad. La mina Cerro Blanco está ubicada en Asunción Mita, Jutiapa, Guatemala, a 14 kilómetros del Lago de Güija con el que conecta a través de los ríos Ostúa y Angué.
A diferencia de lo planteado por Goldcorp, en diversas oportunidades y ante diferentes instancias de los gobiernos salvadoreño y guatemalteco, hemos presentado información que comprueba las inexactas proyecciones técnicas que hizo la empresa al solicitar los permisos de exploración y explotación. La mina Cerro Blanco se encuentra ubicada sobre yacimientos geotermales con temperaturas mayores a 80 grados centígrados y, hasta la fecha, este es un impedimento técnico que la empresa no es capaz de superar y le deriva, por ende, en costos mayores a los proyectados.
Los costos, sin embargo, no son únicamente económicos. Tanto el gobierno guatemalteco como la empresa minera han enfrentado durante los últimos años un alto desgaste social y político ante la efectiva resistencia de comunidades de Guatemala y de El Salvador que incluso han puesto a los presidentes de ambos gobiernos a pronunciarse sobre el tema. Los procesos de contaminación producidos estarían, además, violando Constituciones Políticas de cada uno de los países y también acuerdos internacionales como el Tratado para la Ejecución del Plan Trifinio firmado por El Salvador, Guatemala y Honduras; el Convenio sobre la Diversidad Biológica de Naciones Unidas; la Convención Americana de Derechos Humanos, y el Convenio Ramsar relativo a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas.
Por lo anterior, enfatizamos que la suspensión de la mina Cerro Blanco no es solo resultado de un frío cálculo comercial como asegura la empresa. Tal como ha sucedido en el caso de la mina mexicana Peñasquito, otra de las minas que Goldcorp suspenderá en este periodo, se evidencia que existen procesos de lucha y resistencia por parte de comunidades que prefieren defender el agua y su territorio, impulsando con decisión reivindicaciones sociales y culturales.
Subrayamos que las comunidades guatemaltecas y salvadoreñas, junto con organizaciones sociales de ambos países, demandamos al gobierno de Guatemala el cierre definitivo de la mina Cerro Blanco. Su inviabilidad técnica y socio ambiental están probadas y por tanto, en lugar de proponer una suspensión temporal, debe garantizarse el cierre definitivo del proyecto minero, evitando así un desastre ambiental y político entre los dos países centroamericanos.
Al gobierno salvadoreño, exigimos que fortalezca su posición y exigencia frente al gobierno guatemalteco en pro del cierre definitivo de la mina Cerro Blanco. Y dado que la mina Cerro Blanco es apenas uno de los 49 proyectos mineros transfronterizos, este caso debería servir además para impulsar de manera urgente y a nivel regional diálogos y convenios para el manejo integral y sustentable de las aguas transfronterizas y cuencas hidrográficas compartidas.