La explotadora de níquel en Montelíbano, Córdoba, decidió suspender la explotación minera aduciendo inconvenientes generados por la protesta que adelantan los indígenas Zenúes contra Cerro Matoso.
En un comunicado oficial dado a conocer por la empresa indicaron “como consecuencia de la manifestación indígena que se ha realizado durante las últimas dos semanas, en la cual se han presentado continuados episodios de bloqueo al ingreso y salida del personal, imposibilitando la normal operación de la empresa, y con el objetivo de preservar la seguridad de los trabajadores y contratistas, se ha decidido suspender la operación minera y ejecutar únicamente las tareas críticas de la planta de proceso industrial encaminadas a garantizar la integridad de los hornos eléctricos”.
De igual forma señalaron que a partir de la fecha no habrá producción de ferroníquel y se suspenden también las actividades asociadas a minería, la planta de recuperación de níquel en la escoria, los proyectos y las labores de exploración hasta que las condiciones le permitan a la empresa operar con normalidad.
“Esta situación ocasiona inmediatas consecuencias negativas en la generación de empleo en la región, en la continuidad de los contratos de bienes y servicios y va a reducir significativamente el monto en los impuestos y regalías, afectando la economía del Alto San Jorge, del departamento de Córdoba y del país”, señala el comunicado.
Advierten además que en las conversaciones sostenidas con los manifestantes, se han identificado y propuesto soluciones concretas a las necesidades de estas comunidades, las que han sido rechazadas por ellos, condicionándolas al pago de una indemnización monetaria inmediata, situación que sólo puede resolverse mediante un proceso judicial.
“Todos los esfuerzos de Cerro Matoso están concentrados en garantizar la integridad física y el respeto de los derechos humanos, tanto de las personas que con un gran sacrificio y profesionalismo permanecen laborando en las instalaciones de la empresa, como de los manifestantes”, señalan en el comunicado aduciendo que la operación de sostenimiento que se viene haciendo en los hornos eléctricos no es sostenible por mucho tiempo y la interrupción continuada en los equipos puede ocasionar daños estructurales e irreversibles.
Entretanto Israel Aguilar, gobernador de la comunidad Zenú del alto San Jorge, indicó que ellos están ejerciendo un derecho legítimo a la protesta y que durante 30 años han tenido que soportar los daños ambientales que ha ocasionado Cerro Matoso en su comunidad.
Manifestaron que si bien es cierto que Cerro Matoso ha convocado a mesas de diálogos, ellos están interesados en sostener conversaciones con el Vicepresidente de la República, Angelino Garzón, para que sea el mismo Gobierno el que se apersone de la situación e investigue cuáles son las condiciones de salud en la que se encuentran los indígenas que están ubicados cerca del área de explotación del ferroníquel.
Finalmente la Confederación General del Trabajo, CGT, hizo un llamado urgente para que el Gobierno nacional se haga presente en Montelíbano a efectos de mediar entre la empresa y las comunidades indígenas para encontrar soluciones negociadas respecto de las demandas instauradas por los pueblos aborígenes.