Miércoles, 15 de septiembre de 2010
El Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) identificó a cuatro actividades económicas que amenazan las áreas protegidas en el país, entre ellas la caminera, que pretende ser consolidada por el Gobierno nacional, que se auto nombró defensor de los derechos de la “madre tierra”.
Las actividades son: hidrocarburos, caminos – ferroviarios, madereras, hidroeléctricas, y mineras, las mismas que ponen en peligro los ecosistemas protegidos en el país.
Actualmente en Bolivia existen 22 áreas protegidas, con una superficie de 170.048 kilómetros cuadrados, ocupando el 15,5 % del territorio Boliviano Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap).
El informe de la institución menciona: que en la actividad de los Hidrocarburos, “se tiene una sobre posición de bloques de explotación y exploración hidro-carburífera con áreas protegidas, como es el caso en Madidi La Paz-Beni, Pilón Lajas-Beni, Isiboro Sécure, Amboró-Santa Cruz, Carrasco-Cochabamba, Manuripi-Pando, Iñao-Chuquisaca y Aguaragüe-Tarija”.
De acuerdo a la Ley de Hidrocarburos, destaca el informe, las actividades requieren previamente Evaluaciones Ambientales Estratégicas, a nivel de políticas, planes, programas y proyectos, así como consultas previas a campesinos, indígenas y la población local.
En el ramo de las madereras, “existen 10 concesiones forestales dentro de dos áreas protegidas, 9 en San Matías y una en Tariquía en el Chaco, con una superficie aproximada de 6,2 mil km2. En años anteriores se han podido revertir concesiones en las áreas protegidas, Pilón Lajas y Madidi, a partir del rechazo de parte de las organizaciones indígenas que no percibían ningún beneficio por el aprovechamiento forestal.”
En las hidroeléctricas, se observa el proyecto de la represa El Bala, fue declarado de interés y prioridad nacional, pero detenido gracias a la fuerte movilización social en su contra.
“Este afectaría irreversiblemente una importante superficie de Pilón Lajas y Madidi. Por otra parte, el Proyecto de la represa Cambarí tiene incidencia en la zona de protección estricta de Tariquía en Bolivia. La construcción de dos grandes hidroeléctricas en el río Madera, en Brasil, tendría importantes impactos en territorio amazónico boliviano, afectando directamente a la Reserva de Inmovilización Federico Román, prevista como área protegida de carácter departamental en Pando”, afirmó.
En el ramo de las camineras y ferroviarias, el CEPA menciona que existen proyectos que afectan varias áreas protegidas destacando: el camino Villa Tunari-San Ignacio de Moxos en el Isiboro Sécure; el camino Apolo-Ixiamas en Madidi; el camino Aguirre-Paractito en Carrasco; la ferrovía Motacusito-Puerto Busch en Otuquis. A éstos se añade el proyecto caminero Corredor Norte, que atraviesa Cotapata, Pilón Lajas y Manuripi e influye indirectamente en Madidi y la Estación Biológica del Beni, y el Corredor Bioceánico Santa Cruz-Puerto Suarez.
Finalmente en el ramo minero, existen 638 concesiones mineras sobrepuestas con áreas protegidas, cubriendo una superficie de 281.564 hectáreas.