Los grandes proyectos mineros no se concretaron y su futuro es incierto, pero en Cerro Chato y Valentines la vida ya no es la misma. Los vecinos aseguran que se deterioraron las relaciones entre conocidos de siempre e incluso familiares. Las diferencias están entre quienes tienen expectativas de progresar económicamente en el lugar y evitar la emigración, y quienes piensan que no es un buen negocio para el país.
Los que se opusieron celebran que el proyecto minero no se haya concretado porque aseguran que «nos iban a instalar una bomba de tiempo en medio del país».