Colombia

Un salvavidas para el Atrato

En una sentencia inédita, el alto tribunal consideró al río “sujeto de derechos” y especial protección constitucional. Por eso le ordenó al Estado un plan de choque para salvar este afluente de la minería desbordada y el mercurio.

Decir que “la obsesión por el oro está matando al río Atrato” parece ya una frase de cajón. Tanto como “tirar la casa por la ventana”. Es un problema sobrediagnosticado. Lo ha dicho la Defensoría del Pueblo. Lo ha dicho la Contraloría. Lo ha dicho la Procuraduría. Lo han dicho a rabiar las comunidades que dependen de esa cuenca hidrográfica. Todos saben lo que ocurre. Y, sin embargo, a nadie parece importarle que las aguas del Atrato estén repletas de mercurio y de cianuro; de dragas y retroexcavadoras; de mineros legales e ilegales. Y, claro, de matones a sueldo buscando escriturar un pedazo del río para hacerse ricos. La maldición de El Dorado se está tragando el Chocó. ¿A quién le importa el departamento más pobre de Colombia? ¿A quién le importa el Atrato? A todos, menos al Estado.

No es una opinión. Es un dato. Lo dice la Corte Constitucional en una sentencia histórica en la que por primera vez reconoce a un río –el Atrato– como sujeto de derechos y ordena al Estado la protección de su cuenca y sus afluentes. Ya no porque la minería esté matando a los colonos y campesinos cuyas tripas no aguantan más mercurio, sino porque el río mismo se nos muere y alguien tiene que hacer algo de una buena vez para salvarlo. Incluida la revolución constitucional de entender el ecosistema como una entidad a la que hay que salvaguardar del hombre mismo. Como una población en riesgo. Como una comunidad amenazada. Como una minoría perseguida. La conclusión del alto tribunal es simple: “Es el momento de comenzar a tomar las primeras medidas para proteger de forma eficaz el planeta y sus recursos antes de que sea demasiado tarde o el daño sea irreversible”.

La historia

El 27 de enero de 2015, el Centro de Estudios para la Justicia Social “Tierra Digna”, en representación de varios consejos comunitarios del Chocó, instauró una tutela contra la Presidencia, siete ministerios, la Agencia Nacional de Minería y otras entidades del gobierno con el fin de salvar el Atrato. La cuenca del río, con 40 mil kilómetros cuadrados, atraviesa más del 60 % del departamento. La vida en el Chocó orbita alrededor de ese brazo hídrico, envenenado sistemáticamente. Un afluente, el más caudaloso de Colombia, que nace a 3.900 metros sobre el nivel del mar en el cerro Caramanta, en la cordillera de los Andes, desemboca en el Golfo de Urabá –con una extensión de 750 kilómetros, 500 navegables– y que recibe más de 15 ríos y 300 quebradas. Su caudal arrastra la cloaca de la minería desbordada. Un estercolero en el que nadie sabe cómo todavía hay vida.

La tutela buscaba ponerle freno a esa locomotora de explotación sin tregua en una región en la que ocho de cada diez habitantes tienen sus necesidades básicas insatisfechas. La extracción de oro y platino derivó en una crisis ambiental espeluznante. La Defensoría reportó la muerte de 34 niños embera-katíos en 2014 por el consumo de agua contaminada. Los índices de diarrea, dengue y malaria se dispararon en Chocó, mientras aumenta el taponamiento y la sedimentación de las fuentes hídricas que desembocan en el Atrato. Una radiografía del desastre que llevó a la Defensoría a declarar una emergencia humanitaria y ambiental hace tres años. La deforestación, la mafia de las maderas, la erosión en toda la cuenca y el vertimiento de químicos convirtieron ese río imponente en una cosa tétrica.

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca rechazó la tutela por improcedente. El Consejo de Estado también, pero, además, sustentó su postura en un argumento más exótico: que los demandantes fueron incapaces de demostrar el “perjuicio irremediable” que les causaba un Atrato emponzoñado de mercurio. El caso fue seleccionado para revisión por la Corte Constitucional y llegó al despacho del magistrado Jorge Iván Palacio –quien terminó su período en febrero pasado–. Antes de irse, en una sentencia revolucionaria que respaldaron los magistrados Alberto Rojas y Aquiles Arrieta, se ordenó proteger el Atrato como una entidad autónoma sujeta de derechos. Aplicando un enfoque ecocéntrico, la Corte partió de una premisa básica: la tierra no le pertenece al hombre y, por el contrario, el hombre es quien pertenece a la tierra, como cualquier otra especie.

“De acuerdo con esta interpretación, la especie humana es solo un evento más dentro de una larga cadena evolutiva que ha perdurado por miles de millones de años y, por tanto, de ninguna manera es la dueña de las demás especies, de la biodiversidad ni de los recursos naturales, como tampoco del destino del planeta. En consecuencia, esta teoría concibe la naturaleza como un auténtico sujeto de derechos que deben ser reconocidos por los estados y ejercidos bajo la tutela de sus representantes legales, verbigracia, por las comunidades que la habitan o que tienen una especial relación con ella”. Bajo esa tesis, la protección de la naturaleza y el medioambiente constituye un verdadero desafío constitucional, siendo Colombia el quinto país entre los 17 más megabiodiversos –según cita la Corte–. Un país en el que habitan 54.871 especies de animales.

Tras hacer una larga disertación sobre la importancia del agua en la historia de la humanidad, empezando por las civilizaciones asentadas en Mesopotamia, a orillas de los ríos Tigris y Éufrates, en Egipto con el Nilo, en la India con el Ganges o en la China con el Huang He, la sentencia pondera el mito fundacional que encarna el agua para el mundo. Con esos antecedentes, y de vuelta al escenario doméstico, la Corte explicó: “Si bien el derecho al agua no está previsto en la Constitución como un derecho fundamental, la Corte Constitucional sí lo considera como tal por cuanto hace parte del núcleo esencial del derecho a la vida en condiciones dignas no sólo cuando está destinada al consumo humano, sino en tanto es parte esencial del medio ambiente y resulta necesaria para la vida de los múltiples organismos y especies que habitan el planeta”.

Para el alto tribunal, “la importancia de la diversidad biológica y cultural de la Nación para las próximas generaciones y la supervivencia del planeta plantea a los estados la necesidad de adoptar políticas públicas integrales sobre conservación, preservación y compensación que tomen en cuenta la interdependencia entre la diversidad biológica y cultural”. En esa línea, el Atrato constituye el principal factor de identidad cultural del Chocó. No obstante, la tradición minera en la zona completa más de 500 años. Comenzó con el establecimiento de las colonias mineras españolas en Santa María de la Antigua del Darién, en el norte del Chocó. Con el paso de los años la región fue sinónimo de oro y riqueza y en los relatos orales de los negros fantásticos que parió el Atrato se fue regando como pólvora la leyenda de la tierra dorada. Hoy es tierra de nadie. O tierra en disputa, que es lo mismo.

La tragedia de El Dorado

Colombia es el sexto productor de oro en América Latina y ocupa el puesto 20 en el mundo, con 65 toneladas anuales. Desde 2012 es el tercer producto colombiano de mayor exportación después del petróleo y el carbón, y justo por encima del café. Las autoridades estiman que unas 350.000 personas viven de economías vinculadas o derivadas del comercio del oro en 10 departamentos. Antioquia y Chocó encabezan la lista. Un negocio que se desarrolla en zonas con fuerte presencia de actores criminales. Un lastre que se remonta a los años postreros del siglo XVIII, cuando Chocó “producía más oro que todos los demás distritos mineros de la Nueva Granada y, en consecuencia, se convirtió en el principal productor de los virreinatos continentales”. Nunca cesó allá la fiebre por El Dorado.

Esa riqueza jamás se tradujo en bienestar para el pueblo. La mitad de los habitantes vive en situación de pobreza extrema, la región tiene el indicador más bajo en calidad de vida en el país –¿traducción?: es el peor lugar para vivir de Colombia– y la expectativa de vida no supera los 58 años (el promedio nacional es de 70 años). Y uno se pregunta entonces: ¿a dónde fueron a parar 1,5 billones de pesos en regalías que según el Departamento Nacional de Planeación han sido transferidos a las autoridades chocoanas en los últimos cinco años? Lo único que avanza en Chocó son las solicitudes para explotar minas. Para 2015 se hicieron 372 peticiones ante la autoridad minera, que representan 645.937 hectáreas. “La dimensión del negocio es tan grande que las comunidades afirman que en el departamento del Chocó hay actualmente en operación unas 800 dragas”, resaltó el fallo.

Los magistrados Palacio y Rojas viajaron el año pasado a la región y constataron con sus propios ojos la depredación ambiental, la desviación de los cauces de algunos afluentes del Atrato, la multiplicación de las retroexcavadoras y la estela tóxica que arrastra el tercer río más caudaloso de Colombia. El mercurio es usado de manera indiscriminada para extraer oro. Una de las técnicas más contaminantes ocurre cuando se añade mercurio al mineral durante la trituración, molienda y lavado del mismo. “Por lo general, solo el 10 % del mercurio agregado a un barril se combina con el oro para formar la amalgama, el restante 90 % sobra y se desecha en fuentes hídricas”, advirtió la Corte. Colombia es el país con más contaminación por mercurio en América. La organización Mercury Watch calcula que produce 180 toneladas anuales del químico. La tercera parte va a dar al Atrato.

“El empleo abusivo del mercurio, así como su combinación con el cianuro, provocan una extensa degradación ambiental por contaminación de los ecosistemas”, insistió el fallo. El investigador en toxicología de la Universidad de Cartagena Jesús Olivero, en concepto enviado a la Corte, resumió así el cataclismo del Atrato: “El mercurio es el elemento no radioactivo más tóxico que se conoce en la naturaleza. Al mezclarse con el agua (en los ríos y en las ciénagas) se transforma en una especie química mucho más tóxica llamada ‘metilmercurio’, que es la que termina alojándose en la carne de los peces y pescados y, por esta vía, entra en contacto directo con las poblaciones humanas que terminan consumiendo químicos que se vierten en los ríos”.

Según los demandantes, un estudio practicado a 160 personas en la cuenca del río Atrato y sus afluentes (río Quito) descubrió niveles alarmantes de mercurio en la sangre. “El nivel de mercurio es de 60 puntos por millón, cuando el promedio mínimo mundial considerado aceptable es de 0,5 puntos por millón”. Asimismo, la Defensoría del Pueblo conceptuó: “El uso de dragas, grandes y pequeñas, y retroexcavadoras dentro de los mismos cauces de los ríos, así como también en zonas periféricas de las cuencas, ha afectado la dinámica hidráulica de los ríos Atrato, Andágueda y Quito y sus afluentes; ha destruido el cauce, generado la desaparición de la mayor parte de la fauna acuática y terrestre”. Y agregó la Corte: “El impacto de la minería ilegal en el río Atrato es tan fuerte que hoy es prácticamente imposible determinar el cauce original que alguna vez tuvo el río”.

En síntesis, para la Corte es hora de ponerle punto final a la grave situación humanitaria y medioambiental del Chocó. Por eso consideró al Atrato como una entidad sujeta de derechos y ordenó su protección especial e intervención teniendo en cuenta el concepto del interés superior del medioambiente. “La minería ilegal que se realiza en la cuenca del río Atrato y sus afluentes desafía cualquier idea de uso racional de los recursos hídricos y forestales y constituye una abierta vulneración del derecho fundamental al agua”, concluyó la sentencia. Y, de colofón, añadió: “Solo a partir de una actitud de profundo respeto y humildad con la naturaleza, sus integrantes y su cultura, es posible entrar a relacionarse con ellos en términos justos y equitativos, dejando de lado todo concepto que se limite a lo simplemente utilitario, económico o eficientista”.

Así, pues, la revolucionaria sentencia le ordenó al Estado la protección y restauración del río. En ese sentido, el Gobierno y las comunidades afectadas del Chocó deberán nombrar dos delegados para hacerle seguimiento al caso. Ellos serán “los guardianes del Atrato” y deberán conformar una comisión de guardianes en los próximos tres meses. Esta entidad será asesorada por el Instituto Humboldt y WWF Colombia. Ese panel de expertos tendrá la responsabilidad de verificar el cumplimiento de este fallo. Asimismo, se ordenó al Ministerio de Medio Ambiente que, en un plazo no mayor de un año, diseñe y ponga en marcha un plan para descontaminar las fuentes hídricas del Chocó, comenzando por la cuenca del río Atrato y sus afluentes, así como la reforestación de zonas afectadas por minería legal e ilegal.

La Corte también dictaminó que las autoridades debían implementar un plan de acción para “neutralizar y erradicar definitivamente las actividades de minería ilegal que se realicen no solo en el río Atrato y sus afluentes, sino también en el departamento de Chocó”. Y, al mismo tiempo, restringir o prohibir de una buena vez el tránsito de insumos como combustible y sustancias químicas como mercurio y cianuro. Por último, el alto tribunal pidió que se realicen cuanto antes “estudios toxicológicos y epidemiológicos del río Atrato, sus afluentes y comunidades, los cuales no pueden tardar más de tres meses en dar inicio ni exceder los nueve meses para su culminación”, con el fin de tener un diagnóstico claro sobre esta problemática. Una serie de medidas de choque para salvar el Atrato. Salvar al Chocó. Salvar a Colombia. Salvar al planeta.

Fuente:http://www.elespectador.com/noticias/nacional/un-salvavidas-para-el-atrato-articulo-691575

Internacional

Marcha senderista por el fin del proyecto minero de tierras raras

(España).-Unas 150 personas han participado en la movilización social en contra del proyecto minero que la empresa Quantum quiere llevar a cabo en el Campo de Montiel para la extracción de tierras raras. A la manifestación convocada de nuevo este año por la Plataforma Sí a la Tierra Viva, se ha sumado una marcha senderista que Ecologistas en Acción ha organizado, y a la que también se han adherido los denominados Frentes Antimina, que también combaten esta polémica iniciativa, cuyo estudio de impacto ambiental está actualmente en trámite de alegaciones.

Según apuntan desde estos colectivos, la minería a cielo abierto que «pretende arrasar nuestro paisaje, contaminar nuestro aire y acabar con nuestra biodiversidad» representa «un apoyo explícito a las compañías mineras con intereses especulativos y ajenas a nuestra tierra».

Para expresar su oposición, los Frentes Antimina han participado en esta marcha senderista, que ha recorrido una distancia de 7 kilómetros entre los términos municipales de Valdepeñas y Torrenueva, finalizando en la Plaza de esta última localidad, donde se ha celebrado un acto reivindicativo.

«Existen motivos para reivindicar la paralización de todos los proyectos mineros, cuestión que atañe a numerosos colectivos como se ha venido demostrando durante los últimos 15 meses, desde que la ciudadanía descubrió las intenciones de la empresa minera y su connivencia con los gobiernos de la región», argumentan.

Manuel Mohedano Herrero, miembro de Ecologistas en Acción del Valle de Alcudia ha confirmado que también participarán en la marcha organizada por la Plataforma Sí a la Tierra Viva, el próximo 21 de mayo para mostrar el rechazo ciudadano a los proyectos mineros de tierras raras en la provincia de Ciudad Real.

Realizan esta convocatoria ante la decisión de la Junta de Castilla-La Mancha de continuar con la tramitación  de los permisos de explotación «Matamulas» y «Rematamulas, fracciones 1 y 2» solicitados por Quantum Minería, S.L,  en Torrenueva y Torre de Juan Abad, de un total de diez permisos de investigación sobre tierras raras concedidos en la provincia.

Fuente:http://www.eldiario.es/clm/Marcha-senderista-proyecto-minero-tierras_0_638686433.html

Internacional

La región papú de Bougainville levanta la moratoria a la minería

Sídney (Australia), 2 may (EFE).- La región autónoma de Bougainville, en Papúa Nueva Guinea, levantó una larga moratoria, que duró más de 40 años, a la exploración y la extracción minera, informan hoy medios locales.

El presidente de Bougainville, John Momis, precisó que la región autónoma, que celebrará un referendo para decidir su independencia en 2019, está dispuesta a hacer negocios y pretende atraer a nuevos inversores que busquen obtener licencias de exploración, reporta Radio New Zealand.

La decisión afecta a las áreas de Tore, Isina y Jaba, que tienen grandes depósitos de hierro, aunque no incluye a la clausurada mina Panguna, que tiene las reservas de cobre más grandes de Papúa y del mundo.

La mina en la localidad de Panguna, que motivó que se imponga una moratoria a la exploración en el resto de Bougainville, fue el detonante de una guerra civil en Papúa en 1989.

Entonces los propietarios indígenas de las tierras ocupadas por la gigantesca mina operada por Conzinc Rio Tinto of Australia se alzaron en armas tras negarse a recibir compensaciones por los daños medioambientales causados por el yacimiento.

La violencia motivó la intervención del Ejército papuano en defensa de los intereses de la compañía minera, principal fuente de ingresos del país.

El conflicto, que terminó con la firma en 2001 de los acuerdos de paz, costó 20.000 vidas, un diez por ciento de la población de Bougainville, y el desplazamiento de 15.000 personas a campos de refugiados y a las vecinas Islas Salomón.

La isla de Bougainville pertenece geográficamente al archipiélago de las Islas Salomón, de las que dista tan sólo siete kilómetros, frente a los más de 760 kilómetros que la separan de Papúa Nueva Guinea. EFE

Mexico

Mineras dejan contaminación de agua y conflictos en Puebla

Puebla es el tercer estado del país con más conflictos mineros, al registrar ocho casos, y existe una potencial contaminación del agua subterránea y superficial provocada por las empresas ubicadas en la cuenca del río Apulco.

Así lo señala un informe del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, en el que se advierte que ninguna actividad industrial es tan agresiva ambiental, social y culturalmente como la minería a cielo abierto. Los efectos de su operación son “devastadores”: elimina bosques, remueve y destruye suelos, agota y contamina el agua, despoja a ejidos y comunidades de sus tierras, según el documento.

Hasta el primer trimestre de 2016 estaban vigentes en la entidad 226 concesiones mineras que correspondían a 24 empresas. Los conflictos por la presencia de estas industrias se concentran en la Sierra Norte de Puebla.

Detectan 8 conflictos mineros en Puebla

De acuerdo con el documento presentado por el organismo de la Cámara de Diputados, están presentes en el país 103 distintos conflictos mineros. La mayoría se concentran en Chihuahua, Zacatecas y Puebla con 13, 12 y 8 casos, respectivamente.

También se ubican Oaxaca con 7 casos, así como Chiapas  y Michoacán en donde se identificaron 6 expedientes, respectivamente. Mientras que en Nayarit, Morelos y Aguascalientes la presencia de ese tipo de problemas es prácticamente nula, pues sólo hay un registro en cada entidad.

El Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) identificó al menos cuatro conflictos mineros en Puebla, los cuales se ubican en los municipios de Tetela de Ocampo, Zautla, Tlatlauquitepec y Huehuetlán El Grande.

Los expedientes tienen que ver con la Minera Autlán que amenaza con destruir el Área Natural Protegida de la Sierra del Tenzto, así como la región de Tlatlauquitepec. Otro caso es el de la minera JDC Minerals –de origen chino-. El de la minera Frisco del empresario mexicano Carlos Slim en el cerro Espejeras de la región de La Cañada.

Destaca también el caso del municipio de Ixtacamaxtitlán en donde la empresa Almaden Minerals explora desde 2003 yacimientos de oro y plata, cuando obtuvo una concesión a través de su filial Minera Gorrión.

Almaden contamina el río Apulco

La presencia de las mineras en Puebla han provocado contaminación del agua superficial y subterránea, pues estudios técnicos, dice el documento, indican una “potencial contaminación de las aguas superficiales y subterráneas por drenaje ácido y por el almacenamientos de lixiviados de una presa ubicada en la cuenca del Río Apulco propiedad de Almaden Minerals.

Cabe señalar que a nivel nacional, 268 proyectos mineros se encuentran ubicados en acuíferos que tienen déficit hídrico.

Fuente:http://www.e-consulta.com/nota/2017-04-30/sociedad/mineras-provocan-contaminacion-de-agua-y-conflictos-en-puebla

Mexico

Pobladores de Guerrero demuestran que minera a la que se oponen sí contamina río con altos niveles de cianuro y arsénico

A partir de un estudio que ellos mismos financiaron, pobladores de Guerrero demostraron que la Minera Media Luna, a la cual se oponen, si contamina el río con altos niveles de Cianuro y Arsénico. Ante esto, calificaron como “indignantes” y “manipulados” los resultados presentados por representantes de la mina, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y representantes del gobierno estatal.

Los opositores entregaron una copia de los estudios realizados a l agua de la presa por parte del Laboratorio de Control de Calidad Ambiental, Análisis de agua y Construcción Mercury Lab SA De CV, en Cuernavaca, Morelos, los cuales, según los pobladores y pescadores de la zona, se harán públicos a través de El Sur.

Uno de los representantes de los pescadores, de forma anónima, dio a conocer que el muestreo del agua que presentó el más alto índice de contaminación por Cianuro fue el de la barranca de los Limones.

En estos estudios, también se muestra el alto índice de arsénico en el Río Balsas, el cual contiene 0.042 miligramos, que es casi el doble de los límites permisibles según la norma.

En contraste, los resultados que fueron presentados por el gobierno del estado, los representantes de la mina y la UAG demuestran que en los cinco sitios de donde se abastece de agua la población de Nuevo Balsas, el nivel de cianuro está por debajo de los niveles contaminantes, y según Joel Ramírez Espinosa, coordinador general de Racionalización d la UAG, no daña la salud ni representa algún peligro para la población.

Ante esto, los pescadores denunciaron que si la mina en verdad tuviera la certeza de que el agua no está contaminada, compraría el pescado que saca la gente del pueblo para alimentar a sus trabajadores; pero no lo hace.

La fuente antes citada, también mencionó que se encuentran a la espera del muestreo físico de la pesca, en el cual se hará, de forma paralela durante dos horas, pesca en la zona cercana de la mina y de otras más alejadas, con el objetivo de evidenciar el nivel de afectación en la producción.

Por otra parte, recordó que quedan pendientes los compromisos asumidos por la mina y el gobierno estatal de apoyo a adultos mayores, empleo, indemnización, reparación de lanchas y la búsqueda de una empresa que financie la compra de lanchas y motores para los pescadores.

Internacional

China tomará muestras en la Luna este año

China se ha tomado en serio a Donald Trump, al menos en una cosa: EEUU está por la labor de reavivar la carrera espacial con la mirada puesta en la Luna. Y los chinos no quieren quedarse atrás en un territorio que ya conocen.

China lanzará una nave espacial, la Chang’e-5 para traer muestras antes de fin de año. La nave está en testándose y está previsto que sea lanzada en agosto.

La noticia, difundida por el Diario del Pueblo, ha sido interpretada como respuesta a las ambiciones del presidente estadounidense, Donald Trump, de revitalizar la exploración espacial.

Pero lo verdaderamente relevante es que China podría traserse de vuelta unos 2 kg de muestras minerales del subsuelo selenita. Su robot excavaría hasta un par de metros de profundidad. Hace más de tres décadas que los humanos nos traemos una cantidad significativa de roca lunar a la Tierra.

Además del reto técnico (despegar de vuelta desde la Luna), China tantea así la minería extraterrestre. Nuestro satélite natural es rico en sustancias del grupo del platino. Más que en toda la Tierra. Hay uranio y metales preciosos. Y, sobre todo, agua: fundamental para el desarrollo de misiones allí y en lugares más alejados, ya que permitiría crear una zona de repostaje para naves espaciales.

La Luna no es de nadie

Las leyes internacionales dejan claro que la Luna no tiene dueño. No obstante, son varias las empresas que se han interesado sobre los recursos del satélite en los últimos años.

El lanzamiento supondrá nuevos retos para China, no sólo en la recolección de muestras, sino en el despegue de vuelta y la reentrada de alta velocidad a la atmósfera terrestre. Es “una de las más complejas y difíciles misiones espaciales de China”, declaró Hu Hao, un funcionario del programa de Exploración Lunar de China.

El presidente chino, Xi Jinping, ha pedido que China se convierta en una potencia mundial en la exploración espacial. “No hace mucho, la administración de Trump de Estados Unidos reveló su ambición de regresar a la Luna, y nuestro país también anunció una serie de planes de exploración espacial”, dijo el medio oficial Science and Technology Daily. “La Luna es la primera parada para la marcha de la humanidad hacia el espacio profundo”, añadió.

La nueva sonda de China es el último paso en su programa de exploración lunar. En 2013, completó su primer “aterrizaje blando” lunar desde 1976 con la nave Chang’e-3 y su rover Conejo de jade. China pretende enviar un sonda al lado oscuro de la Luna en 2018, el primer viaje de este tipo, y espera poner a los astronautas en la superficie en 2036.

Latinoamerica

La odisea del acceso a la tierra entre mineras y grupos armados. Los casos de Colombia y Perú

Si algo tienen en común Colombia y Perú es la presencia de una economía paralela ilegal y sin control estatal, vinculada al cultivo de hojas de coca y la posterior producción de cocaína a partir de ellas. De hecho, ambos países son los mayores productores mundiales de dicha sustancia. Asimismo, comparten otras particularidades como el conflicto entre los grupos armados y el Estado, lo que ha contribuido a delimitar un Estado paralelo en las zonas rurales. Por otra parte, es importante resaltar el papel que las empresas transnacionales desempeñan en áreas rurales a partir de su actividad extractivista. De esta forma la población que habita estas zonas se encuentra en medio de un fuego cruzado entre el Estado –o grupos paraestatales- y los movimientos de lucha armada. Para colmo de males deben soportar los daños colaterales de la contaminación producto de las mineras, quienes cuentan con el beneplácito estatal o bien actúan de manera ilegal por omisión de éste.

I

Tanto Colombia como Perú han tenido la particularidad de presentar una lucha armada cuyo principal escenario fue el territorio rural. En Perú el conflicto armado interno enfrentó en un frente al terrorismo que desarrollaron los grupos armados, especialmente Sendero Luminoso, y en el otro frente al terrorismo de Estado, ambos conformaron la denominada “guerra sucia” —con un altísimo costo en violaciones de los derechos humanos— que finalmente llevó a la derrota de los subversivos. El triunfo militar y la absurda parodia de “Acuerdo de Paz” celebrada en 1993, lejos de pacificar el conflicto permitió atizar el temor popular e insistir con la guerra como política para desbaratar todo intento de cuestionamientos al orden social o a la democracia. El retorno democrático luego de la década fujimorista, a fines de 2000, tampoco impulsó una política distinta respecto a Sendero Luminoso, por lo que sus miembros han continuado en zonas rurales como sicarios al servicio de los cultivos de coca, con apariciones esporádicas para ser utilizados como chivo expiatorio frente a cualquier situación de tensión social. Hoy la guerrilla no constituye un problema real para los pobladores rurales como sí lo representa la actividad económica extractivista.

En Colombia, el conflicto armado que ha asolado al país en el marco de un enfrentamiento entre grupos guerrilleros, paramilitares y las Fuerzas Armadas, ha sido otra de las causas del desplazamiento y la afectación a comunidades étnicas y pueblos indígenas en todo el territorio nacional, llevándolos incluso al peligro de la desaparición, como es el caso del pueblo Nukak Makú que ha vivido caminando en las selvas de la Amazonía, entre los ríos Guaviare e Inírida. Tradicionalmente, sus habitantes son cazadores y recolectores. Actualmente, desplazados, viven hacinados en ranchos, expuestos a las enfermedades y a la pérdida inminente de su cultura. Su población dispersa refleja la realidad del despojo territorial al interior de una pugna por un territorio estratégico. Históricamente el pueblo ha sufrido una importante presión para salir del territorio del Guaviare en disputa por la confluencia de intereses en torno al cultivo de coca, en donde las tareas de fumigación de los cultivos, las luchas territoriales, la dispersión de los colonos y los campos minados han supuesto una gran amenaza para esta población, que ya no puede acceder a sus territorios.

II

El 10 de mayo de 2016 salía a la luz en Lima, Perú, el informe “Tierras comunales: más que preservar el pasado es asegurar el futuro”[1] del Instituto del Bien Común (IBC Perú), el cual busca responder de manera alternativa al discurso hegemónico reafirmado por el sentido común que sostiene que la modernidad debe conducir a la parcelación de las tierras comunales y a  individualizar los esfuerzos económicos y la vida social de los pueblos indígenas. El informe recoge información hasta marzo de 2016, y registra que las comunidades rurales alcanzan un total de 10.529, de las cuales alrededor de la mitad (4.023) no poseen título de propiedad, lo que constituye la mayor deuda histórica del Estado teniendo en cuenta que la mayoría de dichas comunidades preceden al propio Estado peruano. El informe describe el rol estatal evidenciando cómo los últimos cuatro gobiernos han sostenido la tendencia al debilitamiento del régimen de tierras comunales, facilitando su parcelación y loteo, lo que vehiculiza la transferencia de estas tierras rurales para ser explotadas y quedar a merced del gran capital, ya sea este transnacional o local. Para ello se han valido de una serie de decretos leyes, decretos legislativos, decretos supremos y otras normas anticomunales.

En Colombia, con la promulgación de la Ley de víctimas y restitución de tierras- Ley 1448 de 2011- se dio un amplio avance en términos de reconocimiento social a las víctimas del conflicto y en particular a aquellas que sufrieron en el marco del mismo el desplazamiento forzado. Una de las principales medidas es el derecho a la restitución de tierras, una política que ha tenido enormes trabas en la implementación debido al desarrollo normativo contradictorio con el mismo dada la priorización que tienen frente a las disposiciones en cuanto a la restitución de tierras, estos son los Proyectos de Interés Estratégico Nacional[2], las Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social, más conocidas como las “zonas francas para el agro”, criticadas por, entre otras cosas, legalizar la acumulación irregular de tierras adjudicadas como baldíos. Y la creación del grupo especial de Asuntos Medioambientales Minero Energéticos e Infraestructura para en la Unidad de Restitución, con orientación a estudiar las demandas de restitución traslapadas con los intereses de explotación de hidrocarburos, generalmente en conflicto con la presencia de pueblos indígenas.

III

En Colombia, después de dos períodos de gobierno de Álvaro Uribe en los que el enfoque de los Planes Nacionales de Desarrollo se articuló en torno al eje de la Seguridad Democrática, con la llegada de Juan Manuel Santos al gobierno la apuesta dio el giro hacia la priorización del “Crecimiento Sostenible y la Competitividad”, bajo el Plan Nacional de Desarrollo “Prosperidad Democrática” (2010-2014).

Desde entonces el relato gira en torno a la necesidad de crecimiento económico como factor fundamental del bienestar económico, siendo las vías para llegar a este crecimiento la innovación, la política de competitividad y de mejoramiento de la productividad y la dinamización de los sectores ‘locomotora’ que lideran el crecimiento económico, uno de ellos el sector minero energético.

El aperturismo estuvo guiado por el desarrollo de grandes descuentos tributarios y desregulación de la explotación del sector, dando lugar a tan solo un año después de la puesta en marcha del PND, a la entrega de 9000 títulos mineros (4% del territorio nacional).

Superado el primer gobierno y con la vía abierta hacia los diálogos de paz con las FARC el siguiente PND de Santos siguió priorizando la competitividad del país a partir de la consolidación del desarrollo minero-energético, entendiendo además que una Colombia pacificada sería también una forma más de fomentar el aperturismo en materia de explotación de recursos naturales.

Las tensiones evidentes en el marco de la ocupación de las tierras indígenas -sin atención a las demandas de los pobladores y sin tener en cuenta los procesos de consulta previa- han derivado en desplazamientos forzados de los territorios ancestrales, además de alarmas humanitarias por la desviación de ríos y arroyos. El caso del pueblo indígena Wuayuú es quizá uno de los casos más vergonzantes en el marco de la explotación minera a cielo abierto en América Latina.

La mina de Cerrejón acapara y utiliza millones de litros de agua del Río Ranchería que supone el desabastecimiento de agua para el pueblo Wuayuú; en marzo de 2015, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y ACNUR, confirmó la muerte de 19 niños y niñas ocurridas desde julio de 2013. De acuerdo a datos proporcionados por la UNICEF, han muerto 5 mil niños Wayúu en los últimos seis años. Las causas: desnutrición ligada a la falta de agua en la región.

A pesar de que la muerte y desnutrición de los niños está asociada al consumo de agua contaminada, agravada por la falta de atención médica oportuna y la obligada finalización de sus actividades culturales, las instituciones públicas insisten cubrir las demandas de la minera: la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y Corpoguajira, autorizaron al Cerrejón, el desvío del cauce del arroyo Bruno[3], lo cual vulnera los derechos fundamentales y vitales de la población ahí asentada colocándola en grave riesgo.

La producción minera es un pilar fundamental de la economía peruana. En Perú rige el modelo de autoregulación corporativa de las relaciones empresa-comunidades, el cual se mantiene en pie a pesar de la propagación de conflictos que ha suscitado. Las empresas y las comunidades locales así como sus organizaciones se ven forzadas a entablar negociaciones en la esfera de lo privado. El rol del Estado se limita a una intervención que no hace más que profundizar las asimetrías y desplegar la violencia física para enfrentar la oposición organizada a proyectos mineros específicos.

Uno de los factores detrás de la aparición de conflictos es la ausencia del Estado, principalmente en su labor redistributiva de los aportes de la minería mediante el canon minero -dinero que recibe el Gobierno Local como transferencia de parte del Gobierno Nacional- el cual supone que los territorios en los que se realiza una actividad extractiva de un recurso natural no renovable deben contar con una participación proporcional del total de los ingresos y rentas obtenidos por el Estado en la explotación de los recursos naturales en cada zona. El Canon Minero tiene por objeto el compensar a las comunidades por el beneficio privado de la extracción y comercialización de un recurso natural que constituye un bien público. En teoría, dicho canon debe contribuir a promover el desarrollo humano integral, sostenible y equitativo de toda la población que se encuentra en las zonas de influencia directa de la actividad minera, a fin de generar mayores oportunidades de desarrollo y prevenir/contrarrestar los efectos o impactos negativos al medio ambiente que pudiera generarse por la actividad minera. Sin embargo la realidad dista mucho de la teoría.

Cajamarca, bastión clave en la organización anti-minería, tiene una vasta experiencia sobre las graves consecuencias que la actividad extractiva supone para la comunidad. Las localidades de San Juan, Magdalena y el Centro Poblado Menor de San Sebastián de Choropampa, sufrieron el 2 de junio del 2000 las consecuencias de un derrame de cerca de 11 litros –equivalente a 150 kilos- de mercurio elemental. El saldo: una intoxicación masiva de alrededor de 1200 campesinos, entre adultos y niños. Actualmente el descontento de la población es tal que la férrea oposición al proyecto de Conga ha sido decisiva para obtener el primer lugar en suu distrito –Cajamarca- en las elecciones presidenciales 2016 del exgobernador regional, Gregorio Santos Guerrero. Las comunidades reclaman por la notoria afectación y contaminación de la cantidad y calidad de sus aguas de riego, el impacto de la minería en detrimento de sus habitantes es tal que ha pasado del cuarto al segundo lugar entre los departamentos más pobres del Perú. La minera Yanacocha en Conga, cuyo accionariado está compuesto por la estadounidense Newmont y la peruana Buenaventura–  representaba una inversión estimada de US$4.800 millones, sin embargo fue suspendida a finales del 2011 por protestas contra un plan que incluía el trasvase de cuatro lagunas (Perol, Azul, Mala y Chica), consideradas por agricultores de la zona como cabeceras de cuencas hidrográficas en Cajamarca.

La Oroya, ciudad de los Andes Centrales ubicada a 175 km de Lima, ha sido declarada en 2013 en quinto lugar entre las diez ciudades más contaminadas del mundo por el Instituto Blacksmith. El ranking anual efectuado sobre los sitios menos recomendables para vivir fue efectuado considerando la cantidad de sustancias tóxicas en aire, suelo y agua. Los autores del informe se basaron tanto en la presencia de metales pesados, mercurio, arsénico, pesticidas y radionúclidos en el ambiente. También se tomó en cuenta el número de personas potencialmente expuestas al impacto de esos factores.  La ciudad se encuentra sitiada por la contaminación causada por el complejo metalúrgico de la empresa estadounidense Doe Run, la cual afecta al 99% de sus 33.000 pobladores.

El proyecto de Tía María valorizado en US$1.400 millones e implementado por Southern Copper en Arequipa, derivó en uno de los conflictos que más víctimas ha cobrado en los últimos años registrando siete muertos y más de 230 heridos en 2016. El Frente de Defensa de Valle de Tambo –zona agrícola ubicada en el área de influencia de la minera– advirtió que el proyecto agravaría los problemas de disponibilidad hídrica. En septiembre del pasado año el Valle de Tambo fue declarado en emergencia por escasez de agua.

La zona de Madre de Dios en la Amazonía peruana ha sufrido fuertes modificaciones, por un lado debido al rápido incremento del precio internacional del oro y, por otro, a causa de la construcción de la Carretera Interoceánica. El arribo de la minería ilegal ha proliferado exponencialmente, causando a su paso un desastre ambiental sin precedentes y un complejo escenario de conflictos sociales. Comunidades agrícolas y mineras -y en particular, las mujeres, los niños y los pueblos indígenas de Madre de Dios- están expuestos a estos metales a través del consumo de peces, que son la principal fuente de proteínas en la Amazonía. En las comunidades nativas y rurales, los pobladores tienen mercurio hasta cinco veces el límite aceptable, y los pobladores que viven más cerca de las zonas mineras tienen hasta 8 veces más mercurio que el límite establecido por la OMS.

 

Mexico

Indígenas piden audiencia al Papa Francisco para frenar mineras y petroleras

Regeneración, 21 de abril de 2017. Huauchinango, Puebla.- Una audiencia y su oración para poder enfrentar las agresiones que representan los megaproyectos para sus pueblos y defender la “Casa Común”, pidieron al Papa Francisco, indígenas totonakus y nahuas de 25 comunidades y municipios de la Sierra Norte de Puebla a través de una carta entregada al nuncio apostólico en nuestro país, Franco Coppala.

Los indígenas agrupados en la Organización Tutunakú-Nahua en Defensa del Territorio y sus Pueblos pidieron al jesuita Jorge Bergoglio su oración, su palabra y su solidaridad, para fortalecer la lucha que han decidido dar como pueblos en defensa de su vida, su identidad y su cultura ante la embestida de empresas poderosas como Walmart, Grupo México, Almaden Minerals, Deselec 1- Comexhidro, ICA, que quieren establecer hidroeléctricas, minas, petróleo, gas y saquear los bienes naturales de sus territorios.

“Necesitamos tu oración y tu palabra para seguir caminando con amor y esperanza, para que el corazón de estos empresarios y gente del gobierno que no nos respetan y que no aman a la Madre Tierra puedan abrirse al amor a los demás y comprendan que somos hermanos y que no se puede dañar a la Madre Tierra sin dañar a toda la humanidad”, indicaron.

Los habitantes de la cuenca del Río Ajajalpan señalaron que además de manifestar su rechazo a los denominados proyectos de muerte, han caminado los senderos que “las leyes nos dan para defender nuestro territorio, pero parece que las leyes están hechas para su favor, de los empresarios y no de los pueblos indígenas”.

Acusaron que, menospreciándolos, les quieren imponer un “desarrollo” que no es el que han decidido construir como pueblos, porque implica la destrucción de la naturaleza. “Hermano Francisco –le dijeron–, queremos compartir nuestra tristeza y dolor por la destrucción que de nuestra Madre Tierra están haciendo empresarios que pensamos no conocen nuestra historia, nuestra cultura, que no saben cómo escuchar a la Madre Naturaleza que cada día nos habla, nos cuida, nos da vida, tal vez porque nadie les enseñó como a nosotros, que todos somos hermanos y todos somos hijos y guardianes de la Tierra, que la tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra”.

Los indígenas serranos que al amparo de la encíclica Laudato Si, ha decidido continuar con el “desafío urgente de proteger nuestra casa común” y por eso piden una audiencia para “colaborar como instrumento de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades por que el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos”, como lo establece el texto papal.

“Dicen los empresarios, junto con gentes del gobierno que sus proyectos de minería, petróleo, gas, hidroeléctricas, nos traen progreso y desarrollo. Y nosotros miramos diferente, miramos que lastiman la tierra, secan los ríos, se adueñan de manantiales y nos dejan sin agua; hacen acuerdos con unos cuantos sin respetar a los más humildes, a nuestros ancianos; distinguen a los que más tienen de los que tenemos poco y compran conciencias aprovechando que hay hermanos con mucha necesidad y que por algunos pesos entregan su parcela, les entregan una firma, traicionan al pueblo. Y pues ellos, los empresarios ricos y también algunas gentes del gobierno dicen que somos ignorantes porque no tenemos mucho estudio, porque seguimos hablando nuestra lengua, o haciendo nuestros rituales cuando sembramos, cuando falta la lluvia, cuando viene la enfermedad. Se desesperan cuando tomamos tiempo para hablar y decidir en asambleas, cuando tomamos tiempo para orar y pedir a nuestro Padre Dios que nos guié para que las asambleas vayan bien, para que los acuerdos sean los mejores para nuestros pueblos”, explicaron.

Fuente:http://regeneracion.mx/indigenas-piden-audiencia-al-papa-francisco-para-frenar-mineras-y-petroleras/

Chile

El urgente llamado desde Andacollo ante la depravación minera

Andacollo es una localidad ubicada en la provincia de Elqui, en la IV Región de Coquimbo, con una población estimada según proyecciones anteriores en más de diez mil habitantes. Con una historia preexistente a la república y a la hispánica, con antecedentes que revelan a un territorio con lugares  de gran significancia cultural y espiritual de tipo ancestral inmemorial, donde predomina la figura de la Virgen del Rosario de Andacollo, instaurada por la corona española y la Iglesia en periodos de la inquisición, manteniéndose la tradición de una masiva fiesta religiosa hasta el día de hoy, donde asisten decenas de miles de pelegrinos anualmente.

Andacollo además de cultura y tradición, también se ha caracterizado por la pequeña minería, esa para la subsistencia, en medio de uno de los cielos más expeditos para la astronomía y las rutas para el turismo estelar con un observatorio propio, siendo parte importante en la denominada “ruta de las estrellas”, sin embargo,  a esta prospera realidad, contrasta uno de los episodios más atroces causados por el extractivismo minero y la sobre explotación industrial,  con graves daños al territorio y su población, quienes literalmente viven sumergidos en los yacimientos mineros, colindando con las zonas de explotación,  en medio de múltiples relaves (desechos mineros contaminados) que se han levantado prácticamente como altares de la avaricia humana y la depredación de la naturaleza, donde el plomo, el mercurio, el arsénico, conviven diariamente con sus habitantes.

Andacollo desde el año 2009 es zona declarada “saturada”  por material particulado respirable mp10, como concentración de 24 horas y como concentración anual a la localidad y sectores aledaños y a pesar de supuestos “planes de descontaminación”,  han existido múltiples y graves episodios que se relacionan directamente con sus consecuencias: casos de niños/as intoxicados, aumento de enfermedades cardiorrespiratorias y congénitas, aumento de la mortalidad infantil en más de un 20 %,  exceso frecuente de los niveles permitidos sobre material particulado en el aire, casos de derrames con cianuro,  irregularidades en las torres de medición y un sin número de otros hechos que dan cuenta de un estado de depravación minera a lo que vecinos de Andacollo denominan “producción con sangre”, actividad que no merma por parte de dos empresas canadienses (TECK y Dayton) y que ante intentos de denuncia y protesta, buscan ser silenciadas por el dinero y/o la censura.

A continuación, sobre estos hechos, las palabras de:

–          Elvis Ruiz, Presidente de la Agrupación medio ambiental y desarrollo comunal de Andacollo, CMA

–          Carmen Jofré Vicentelo, Presidenta de la Junta de Vecinos de la población Chepiquilla de Andacollo

–          Javier Cifuentes, integrante de CMA y concejal en la comuna de Adacollo

–          Luis Pouchocq, director investigación de CODECIAM y académico de la UTEM

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Fuente: Mapuexpress

Perú

Mesa de trabajo sobre contaminación minera de la cuenca Llallimayo

El día de hoy se realizó una mesa de trabajo sobre la contaminación minera en la cuenca llallimayo por la minera Aruntani, con participación de los congresistas en la semana de representación, además de las autoridades del gobierno local, representantes de MINEM, MINAGRI, SENASA, DIRESA, OEFA y ANA. También delegados de los municipios distritales afectados como Ayaviri, Llalli, Cupi y Umachiri.

Se dio a conocer públicamente, las conclusiones de la Comisión técnica de la provincia de Melgar que resume lo siguiente: En aguas superficiales de la micro cuenca Llallimayo se ha encontrado metales pesados como manganeso, mercurio y demás metales, generados por las aguas acidas como producto de la labor que realiza la minera Aruntani.

Durante el desarrollo de la mesa, se solicitó a la OEFA, presentar para fines del mes de mayo un estudio para identificar en definitiva, sobre la causalidad de la contaminación y sumado a ello, que la ANA informe sobre el proceso administrativo sancionador a la empresa Aruntani, por la represa construida sin alguna autorización. DIRESA hará lo propio sobre la calidad del agua para consumo humano.

«Esta minería irresponsable es la que contamina. El delito es haber arrojado los relaves al río y son cómplices aquellos que lo han permitido; cuando la minera cese sus actividades, nos dejará un páramo, o acaso no es verdad que nuestros campos eran más verdes antes y nuestros ríos traían peces». Puntualizo el congresista Alberto Quintanilla.

Fuente:http://www.losandes.com.pe/Regional/20170427/105674.html