Chile

Tribunal Ambiental de Antofagasta solicita informes técnicos al gobierno por proyecto Dominga


13/07/2020

La sede judicial debe hacer un nuevo análisis del caso y entrar en el fondo de la evaluación ambiental de la iniciativa, según determinó la Corte Suprema en septiembre.

En el marco del nuevo análisis que debe realizar el Primer Tribunal Ambiental respecto de la evaluación del proyecto minero Dominga, la sede judicial instalada en Antofagasta solicitó el 3 de julio nuevos informes al gobierno.

El objetivo es analizar si Andes Iron entregó o no antecedentes suficientes sobre el medio marino y las rutas de navegación del puerto que incluye la iniciativa que busca explotar hierro en la Región de Coquimbo, según el mandato que recibió de la Corte Suprema en septiembre.

A partir de esa fecha, el organismo dio un plazo de 15 días a las subsecretarías de Pesca, Medio Ambiente y a la Comisión Regional de Uso de Borde Costero para emitir la información de modo de hacer una “mejor resolución” del caso.

Esta acción no fue bien recibida por la red de organizaciones sociales y ambientales agrupadas en Alianza Humboldt, la que acusó al tribunal de estar “politizando la decisión, al solicitar a organismos que cuentan con claras influencias políticas que den su opinión, en vez de enfocarse en una revisión técnica como lo ordenó la Corte Suprema”.

De este modo, la organización presentó una reposición que busca invalidar la solicitud del Tribunal Ambiental de Antofagasta, la cual debería resolverse este lunes 13 de julio.

“El rechazo a Dominga se sustenta en la pobreza de su línea de base, lo cual fue explicado en cada uno de los informes técnicos que entregaron diversas reparticiones durante el proceso de evaluación ambiental. No olvidemos que Salud, Conaf, Sernapesca y Energía, entre muchos otros, hicieron llegar sus reparos al Comité de Ministros que, finalmente, cerró la puerta al proyecto de Andes Iron”, dijo Alejandra Donoso, abogada de Defensoría Ambiental y representante del Movimiento en Defensa del Medio Ambiente de La Higuera, el Comité de Agua Potable Rural de Los Choros y la Asociación de Pequeños Propietarios Agrícolas de Los Choros.

Fuente: Diario Financiero

Tribunal Ambiental de Antofagasta solicita informes técnicos al gobierno por proyecto Dominga

Perú

LA DEFENSA DE PARACAS, TÍA MARÍA Y OTROS CASOS

José De Echave C.
13 de julio de 2020
Imagen: Alterra

El 8 de julio se publicó en el diario El Comercio, a toda página, una carta abierta en defensa de la Reserva Nacional de Paracas, dirigida al Presidente Martín Vizcarra. La carta estaba firmada por un conjunto de artistas y promotores culturales (músicos, directores de cine, dramaturgos), periodistas, dueños de restaurantes y hoteles, profesionales de diferentes disciplinas, residentes del exclusivo balneario de Santo Domingo que limita con la Reserva, entre otros.

En una parte de la comunicación se señala: “No hay que olvidar que Paracas -hoy por hoy- es el segundo lugar turístico del Perú. Pero toda inversión hotelera y su turismo ecológico va a desaparecer ante la amenaza de la construcción de un almacén de concentrado de minerales -de potencial tóxico- en la zona de amortiguamiento de la Reserva de Paracas. ¿Es que acaso no es una absoluta contradicción el promover un destino turístico paradisiaco con un almacén de minerales tóxicos en el límite de la Reserva, donde cualquier acción equívoca repercutiría en la salud de ésta directamente?”

Lo primero que hay que subrayar es que coincidimos con la preocupación que expresan los firmantes y respaldamos la iniciativa de proteger la Reserva Nacional de Paracas. Desde hace tiempo hemos venido denunciando el peligro que se cierne sobre esta importante reserva marina, que desde su creación ha estado fuertemente presionada por una creciente actividad pesquera, el aumento desordenado del turismo y urbanización en la zona, el mayor tránsito pesado y por supuesto un incremento cada vez más intenso de las actividades portuarias. Por ello, nos parece un despropósito que se pretenda ampliar la actividad del terminal portuario de Paracas para que se realice el almacenamiento y exportación de minerales y concentrados (400 mil toneladas al año), poniendo en mayor riesgo a esta importante reserva natural.

Cabe recordar que Paracas es una de las tres áreas marinas protegidas que existen en el país. El Perú apenas cuenta con menos del 1 % de su espacio marino bajo algún esquema de conservación, pese a que el Convenio sobre Diversidad Biológica, que hemos ratificado, establece que ya deberíamos estar protegiendo al menos el 10% de nuestras zonas marinas costeras y que la meta es llegar al 30% antes del 2030.

Jorge Caillaux, presidente de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, ha escrito en sus redes sociales sobre el tema: “El análisis costo beneficio (herramienta elemental para aprobar una inversión o una ley o una licencia ambiental) debería ser el centro del debate. Valorar el patrimonio de Paracas antes de esta operación minera y medir sus riesgos: quién gana y quién pierde”.

Totalmente de acuerdo. Sin embargo, cómo no recordar que con estos mismos argumentos, pobladores de Tambogrande, Huancabamba, Ayabaca, Cajamarca, Valle de Tambo, Tabaconas-Namballe, entre otros, han defendido y siguen defendiendo sus tierras y ecosistemas, frente a la pretendida expansión de proyectos mineros. La diferencia es que a ellos los tildaron de enemigos de la inversión, antipatriotas, perros del hortelano y hasta de terroristas antimineros.

El mencionado aviso a toda página de los defensores de Paracas ha sido respondido por otro aviso de dimensión similar y en el mismo diario, por los propietarios del Terminal Portuario de Paracas. El tema de fondo no debería ser quién tiene más recursos económicos y poder de influencia; lo que en realidad está en juego es cómo construimos como país en serio y a fondo una verdadera gobernanza ambiental para “respetar a la naturaleza”y no ceder a “la codicia y la ambición desmedida”, como señalan los firmantes de la carta abierta en defensa de la Reserva Nacional de Paracas.

Respaldemos esta iniciativa porque “permitir la construcción y el funcionamiento de un almacén de concentrado de minerales tóxicos justo allí -al lado de la Reserva- sería un gravísimo e imperdonable error”. Al mismo tiempo, seamos optimistas y esperemos que cuando nuestros pueblos indígenas, comunidades campesinas u otras poblaciones, defiendan sus ecosistemas de agresiones similares, también sean respaldados por iniciativas como ésta y por varios de los firmantes.
www.cooperaccion.org.pe

Chile

COMUNICADO ANTE DONACIÓN HECHA POR BARRICK AL HOSPITAL PROVINCIAL DE HUASCO

Mientras hace cambio de turno pasando por localidades libres de Covid, Barrick dona insumos médicos

Imagen contaminación aguas.jpg
Ante la donación de insumos médicos a servicios de salud de Vallenar y a la barrera sanitaria en Alto del Carmen por parte de Barrick Gold, y a su recepción con honores por las autoridades, como comunidad azotada por los graves e irreparables impactos ambientales y sociales que esta trasnacional ha provocado y sigue provocando, declaramos lo siguiente:

1.- Barrick nunca será un apoyo para la comunidad del Valle del Huasco, como declaró con total descaro y desfachatez tras la donación su nuevo director. Por el contrario, Barrick cambio nuestra vida para mal y para siempre. Nosotros no olvidamos. Aparte de destruir el tejido social y separar familias, dañó de manera criminal elementos vitales, como son los glaciares y el agua. Durante años, esta empresa que hoy quiere aparecer como “salvando vidas” llenó nuestro río de metales pesados, poniendo en serio riesgo nuestra salud, con posibles consecuencias desastrosas entre ellas afecciones neurológicas y hasta cáncer. Quienes ponen en riesgo la SALUD de manera tan deliberada no tienen calidad moral para mostrarse cómo salvadores en esta pandemia.

2.- La vergonzosa pompa de su recepción –con ceremonia, discursos, prensa y demases– solo confirma que se trata de una estrategia mediática para intentar cambiar la percepción de la opinión pública hacia esta empresa, que ya esta manchada a nivel nacional e internacional. Lo anterior es preocupante porque resulta obvio que Barrick está desesperada frente al inminente fallo del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, que deberá confirmar o no la sanción de clausura definitiva. Sin embargo, más preocupante aún –cómo ya lo hemos denunciado– es que siga contando con el total apoyo del gobierno a pesar de estar imputada y de ser reconocida como una de las empresas más contaminantes y que más daño ha causado al patrimonio ambiental del país, así como una de las que más ha vulnerado la legislación y la autoridad nacional.

3-Esto tiene lugar en el marco de denuncias realizadas por la comunidad los días 3 y 6 de julio por una nueva y grave infracción de la empresa. Contra toda lógica e infringiendo sus propios compromisos, movilizó trabajadores y realizó cambio de turno por las localidades rurales de la comuna de Alto del Carmen, especialmente el pueblo de Chollay. Esto es grave sobre todo en el contexto de la actual pandemia y máxime cuando la industria minera ha sido acusada justamente por ser un vector del virus que hoy nos afecta. Pese a esta denuncia, no recibimos ninguna respuesta de las autoridades de Gobierno y de la Municipalidad. Ahora entendemos que en lugar de velar por la salud de la ciudadanía están ocupados organizando ceremonias y escribiendo discursos de agradecimiento. Denunciamos con fuerza la grave falta de probidad sigue siendo la norma con el proyecto Pascua Lama. Por medio de estas donaciones, se pacta el silenciamiento y la impunidad para las empresas, todo ello en detrimento de los derechos de las comunidades. Ante esto no podemos dejar de preguntamos ¿Alguna vez el hospital tendrá libertad para diagnosticar un cáncer provocado por los metales pesados en el río? Y finalmente ¿Alguna autoridad se va a dignar a responder la carta denuncia y a asumir su responsabilidad por el cambio de turno a través de Chollay?

4- Comunicamos además que las denuncias fueron llevadas a la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, donde se acordó oficiar a diversos organismos para obtener respuestas sobre quién dio autorización a Barrick. Así mismo, incorporamos denuncias a la Superintendencia del Medio Ambiente.

5- Finalmente, denunciamos que esta donación se da en el marco del Fondo Sanitario Privado de Emergencia para Chile, iniciativa de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) que responde a una estrategia concertada entre el Gobierno y las grandes empresas, destinada a profundizar el extractivismo usando como pretexto la crisis económica que vendría después de la pandemia.

ASAMBLEA POR EL AGUA DEL GUASCO

contacto: Constanza San Juan +56962413008/guascoaltocomunicaciones@gmail.com

Chile

Opositores al proyecto minero Vizcachitas denuncian extraña representación legal no solicitada por las comunidades

Putaendo sin Mineras.jpg
«Desmentimos tajantemente la información que está circulando por algunas redes sociales sobre la representación de abogados del estudio jurídico Barros Silva Varela & Vigil a compañeros de Putaendo Resiste», señala en un comunicado esta organización. Consideran que se trataría de maniobras para dividir a las comunidades que se oponen al proyecto minero de la empresa canadiense Andes Copper.

– El texto completo de la declaración de Putaendo Resiste es el siguiente:

DESMENTIMOS TAJANTEMENTE LA INFORMACIÓN QUE ESTÁ CIRCULANDO POR ALGUNAS REDES SOCIALES SOBRE LA REPRESENTACION DE ABOGADOS DEL ESTUDIO JURIDICO BARROS SILVA VARELA & VIGIL A COMPAÑEROS DE PUTAENDO RESISTE.

Durante estos días, hemos visto circular el rumor que vincula a cinco personas de nuestra organización, con dos abogados de la oficina de Barros Silva Varela & Vigil, diciendo que los están representando. Por lo anterior, nos vemos en la obligación de aclarar estos hechos de cara a la comunidad:

1) Putaendo Resiste sólo reconoce a Álvaro Toro y Javiera Tapia como sus legítimos representantes, en quienes depositamos nuestra confianza por su intachable trayectoria. Álvaro Toro, abogado del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) ha sido abogado de las comunidades contra los proyectos Pascua Lama y Alto Maipo, entre los más conocidos. Ambos abogados actúan gratuitamente, no cobran por sus servicios, sino que forma parte de su compromiso vocacional en apoyo a las comunidades que ven amenazado su territorio.

2) El abogado Felipe Riesco, integrante del estudio de abogados Barros Silva Varela y Vigil, se contactó con personas de Putaendo ofreciendo sus servicios. Estas cinco personas o no le respondieron o le respondieron rechazando su oferta de representación. Miembros del Directorio de la junta de Vigilancia, también realizaron gestiones para obtener la representación de alguna de estas cinco personas, en todos los contactos se les dijo que NO.

3) Sin embargo, con sorpresa nos enteramos de que igualmente presentaron un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso (Causa Rol 16210-2020), utilizando los datos personales de Verónica Barrera, Valentina Valdés, Larry Viveros, Darío Cuevas y Nicolás Iturrieta, los que estaban a la vista en el Recurso de Reposición presentado ante el Servicio de Evaluación Ambiental.

4) Pudimos confirmar que dicho bufete de abogados fue contratado por la junta de Vigilancia de Putaendo y, por lo tanto, ahora nos interesa saber las razones por las cuales una empresa contratada por la Junta de Vigilancia realiza estas malas prácticas a vista y paciencia de quienes los han contratado y si, además, estos avalan dicho comportamiento.

5) Frente a los rumores y cizaña que están levantando los oportunistas y alcahuetes de siempre, para dividir y desconcentrarnos de lo importante, que se mueven para dividir y desconcentrarnos de lo importante. Con claridad les decimos: No estamos disponibles para su pobre y triste trabajo.

6) Celebramos las iniciativas que realizan distintas organizaciones ciudadanas y civiles para defender a Putaendo, porque esta lucha es de todas y todos, incluyendo a la gente digna del Aconcagua, de Chile y del mundo. Es una lucha por la Vida y eso a todos nos importa.

Somos una organización autónoma, autoconvocada y autofinanciada. En nuestra organización convivimos personas con diversas creencias políticas y religiosas, a los que nos une nuestra convicción de que la Gran Minería no es un proyecto escolar e inofensivo.

Ratificamos que No tenemos ninguna intención de abandonar la lucha y la única negociación posible con la Minera, es la que les muestra el camino de salida.

Agrupación Ambiental Social y Cultural Putaendo Resiste
Fuente: Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA

Perú

A propósito del reinicio del Juicio Oral por videoconferencia

Agricultores del Valle del Tambo, que se oponen al proyecto minero, serán sometidos a un juicio oral que no garantiza el debido proceso judicial
09/07/2020
Como es de conocimiento público, con fecha 3 de marzo de 2020, se inició el juicio oral a 17
agricultores del Valle del Tambo, que participaron de la legítima protesta social contra la imposición
del proyecto minero Tía María, entre fines de marzo y fines de mayo de 2015; juicio que se vio
interrumpido por la declaratoria de estado de emergencia por razones sanitarias generadas por el
Covid-19.
Sin embargo, a pesar que que la Corte Suprema de Justicia de la República anunció el reinicio de
las actividades judiciales desde el 1 de julio de este año (sin atención al público) y, desde el 17 del
mismo mes el reinicio del cómputo de los plazos procesales y, reinicio de las nuevas programaciones
de audiencia; el Primer Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa ha programado el reinicio del Juicio Oral para hoy a las 2:00 p.m. mediante
videoconferencia.
Al respecto, FEDEPAZ, que viene patrocinando a 5 agricultores que fueron criminalizados
arbitrariamente en este proceso penal, expresa su preocupación por la que considera precipitada
reprogramación de reinicio de este juicio oral si que se hayan superando los riesgos de un probable
incumplimiento de los principios procesales de inmediación, publicidad, contradicción y otros que si
garantizan el cumplimiento del debido proceso judicial que se exige para toda persona que es
sometida a un juzgamiento de esta naturaleza.
En efecto, en una audiencia judicial por video conferencia no hay una relación directa entre los
magistrados y los medios probatorios y/o fuentes de prueba, así como tampoco con el acusado o la
víctima, vulnerándose el principio de inmediación procesal.
Las audiencias en estas circunstancias están limitadas a los magistrados y partes del proceso pero
no al público en general, por lo cual no se verifica el necesario cumplimiento de la publicidad del
juicio oral que es otra exigecia de carácter fundamental (el control público en la administración de
justicia) para calificarlo como que está dotado del debido proceso judicial. Y, tampoco las partes
podrán realizar un oportuno ejercicio del principio de contradicción porque por más que s etrata de
una video cnferencia en tiempo real, las partes no necesariamente tienen la misma posibilidad de
cuestionar, refuter, etc., argumentaciones de otras de las partes.
No cabe duda que el derecho a ser juzgado en un tiempo razonable es, también, una manifestación
del debido proceso judicial, sin embargo, no se puede desarrollar un juicio oral sin que estén
presentes, conjuntamente, las otras garantías que son expresion del debido proceso judicial.
En ese sentido, FEDEPAZ exhorta a las autoridades judiciales para que garanticen la existencia de
un debido proceso judicial en este Juicio Oral que se le sigue a los agricultores del Valle del Tambo
que se oponen y han protestado legítimamente contra el desarrollo del proyecto minero Tía María
(al cual se opone el 97% de la población del Valle, según la Consulta Vecinal que se llevó a cabo elaño 2012). Razón por la cual expresa la necesidad de que se lleve a cabo un juicio oral de forma
presencial en la oportunidad de que la emergencia nacional sanitaria por el Covid-19 sea superada.

Área de Prensa Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz – FEDEPAZ
Telf: (+51 1) 4250211 / 4250209
Correo electrónico: prensa@fedepaz.org
Web: www.fedepaz.org
Facebook: www.facebook.com/fedepazperu
Twitter: @FedepazPeru

Perú

SE REINICIA JUICIO ORAL CONTRA AGRICULTORES DEL VALLE DE TAMBO SIN GARANTÍAS DEL DEBIDO PROCESO

09/07/2020
Imagen: Portal Mollendinos
Observatorio de Conflictos Mineros – Perú
El 3 de marzo de 2020 se inició el juicio oral a 17 agricultores del Valle de Tambo, en Arequipa, que participaron de la legítima protesta social contra la imposición del proyecto minero Tía María, entre fines de marzo y fines de mayo de 2015. El juicio se suspendió por la declaratoria del Estado de emergencia sanitaria dictada el 15 de marzo de este año.

Al respecto, el Primer Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, ha programado el reinicio del juicio oral para hoy a las 2:00 p.m. mediante una videoconferencia. Esto sucede sin tener en cuenta que la Corte Suprema de Justicia de la República ha dispuesto el reinicio de reprogramación de audiencias desde el 17 de julio de 2020.

Al respecto, FEDEPAZ, que viene patrocinando a 5 agricultores que fueron incluidos arbitrariamente en este proceso penal, expresa su preocupación por esta precipitada reprogramación de reinicio del juicio oral, sin que se hayan superado los riesgos de un probable incumplimiento de los principios procesales de inmediación, publicidad, contradicción y otros que sí garantizan el cumplimiento del debido proceso judicial que se exige para toda persona que es sometida a un juzgamiento de esta naturaleza.

En efecto, en una audiencia judicial por videoconferencia no hay una relación directa entre los magistrados y los medios probatorios, no hay publicidad del proceso ni una necesaria posibilidad de ejercer una oportuna y adecuada actividad de contradicción procesal, vulnerándose así los principios antes referidos.

Si bien el derecho a ser juzgado en un tiempo razonable es, también, una manifestación del debido proceso judicial. Sin embargo, se hace necesario que también estén presentes, conjuntamente, las otras garantías que son expresión del debido proceso judicial.

En ese sentido, el Observatorio de Conflictos Mineros solicita a las autoridades judiciales a que garanticen la existencia de un debido proceso judicial en forma presencial en la oportunidad que la emergencia nacional sanitaria sea superada. (Con información de FEDEPAZ)

Chile, Litio

Luego de un 2019 para el olvido, mercado recupera apetito por SQM

07/07/2020
“En caso de que la situación sanitaria se complejizara, la compañía estaría en condiciones de enfrentar cierres de unidades productivas sin daños sustanciales”, indicó Fitch Ratings.

El mercado vive positivas jornadas a pesar del incierto desarrollo del coronavirus, tanto en el mundo como en Chile. En junio, la mayor sorpresa fue el rally de las acciones de retail, pero existe otra compañía cuya recuperación llama la atención de los inversionistas.

Se trata de SQM, que sufrió un desplome de 26% el año pasado ante las expectativas de una debilidad en los precios del litio.

Sin embargo, la recesión que desató la pandemia de coronavirus cambió las decisiones de inversión. Ahora, la clave está en aquellas compañías locales que sean capaces de resistir los impactos de la pandemia.

Y es que más allá de la evolución en los precios del litio, cuyas expectativas han mejorado ante la reactivación de China, SQM resulta una atractiva apuesta en tiempos de pandemia.

¿Las razones? Sólida posición de mercado, altos niveles de generación de caja y más importante aún, holgada liquidez.

Las acciones de la minera no metálica se ubican en el tercer puesto del listado de las compañías de mejor desempeño del IPSA, con alza de 14% en lo que va del año.

Desde su mínimo del año, alcanzado el 23 de marzo, SQM acumula alza de 65%.

“En caso de que la situación sanitaria se complejizara, la compañía estaría en condiciones de enfrentar cierres de unidades productivas sin daños sustanciales, dada su liquidez alta y flexibilidad en el recorte de inversiones (…) SQM se beneficia de una condición financiera robusta con una estructura de capital conservadora, a pesar del aumento de su deuda financiera ajustada, que alcanzó USD2.119 millones a marzo de 2020 frente a USD1.758 millones al cierre de 2019″, dijo Fitch Ratings en su última actualización sobre la compañía.

Las apuestas
BICE Inversiones mantiene a SQM en su portafolio de acciones recomendadas para julio, destacando las atractivas valorizaciones con miras a 2021.

“La compañía presenta importantes ventajas comparativas a nivel de costos, una fuerte estrategia comercial y excelente posición financiera. (2) Consenso de mercado ha corregido fuertemente estimaciones 2020, las que creemos ya se encuentran en niveles más razonables. Adicionalmente, creemos que presenta valorizaciones atractivas mirando 2021, hacia donde se espera una recuperación importante en los negocios principales”, indica BICE.

El apetito de los inversionistas también se observa en los bonos en dólares de la minera no metálica. La deuda con plazo a 2023 transa en US$104 y acumula alza de 8% desde su punto más bajo. En lo que va del año, ha rentado 2%.

Una tendencia similar refleja la deuda emitida en dólares con vencimiento en 2029 transa US$109.El 23 de marzo, cuando los activos de renta fija alcanzaron su punto más bajo, el papel llegó a un precio de US$89,9. Desde su mínimo del año, acumula alza de 21%, mientras que el retorno en lo que va del año alcanza un 2,2%.

Para Inversiones Security, las acciones de SQM son una atractiva apuesta. En su cartera accionaria para julio, la corredora optó por mantener su exposición, “a la espera de recuperación en precios del litio y ante una mayor producción de baterías en China”.

Una visión más cauta tiene Deutsche Bank, pues asignó una recomendación de mantener acciones de SQM ante la presión en los precios del litio que anticipan para esto año. Eso sí, el banco de inversión destaca que en 2021 se debería registrar una recuperación.

“Creemos que el mercado podrá ver un repunte en los precios del litio durante el segundo semestre (…) Pero en este punto, el repunte se concretará con mayor fuerza a mediados de 2021”, indicó Deutsche Bank.

En esa línea, Fitch Ratings ratificó su clasificación “AA” para la compañía, con perspectiva Estable. Esto, considerando un escenario de mayor debilidad en los precios del litio.

“Fitch proyectaba un ajuste a la baja de los precios de litio, los cuales ya están en torno a USD7.400 millones la tonelada, acorde con la nueva oferta entrante en un mercado que se equilibra luego de los precios extraordinariamente altos registrados en los últimos dos años y la desaceleración en la demanda por la pandemia. No obstante, los fundamentos de largo plazo del mercado del litio, basados en forma relevante en la electromovilidad, se mantienen sólidos”, indicó la clasificadora de riesgo.
Fuente: Pulso

Luego de un 2019 para el olvido, mercado recupera apetito por SQM

Bolivia

LOS CUIDADOS NO ENTRAN EN CUARENTENA

08/07//2020
Impactos del COVID-19 en mujeres que viven en contextos de extractivismo minero en Bolivia
Angela Cuenca Sempértegui – Carmen Aliaga Monrroy
Colectivo de Coordinación de Acciones Socio Ambientales (Colectivo CASA)

Fuente: Defensora RENAMAT Uncia.2020
Los pueblos del mundo estamos actualmente viviendo una contingencia y emergencia sanitaria que ha trastocado todas las cotidianidades posibles, que está además desmontando las grandes mentiras del capital y el extractivismo patriarcal en los territorios. Ante la desigualdad socioeconómica, se desnudan los proyectos de supuesto desarrollo beneficiando sólo al enriquecimiento de los poderosos e intensificando el grado de vulneración de derechos, aterrizando sobre las vidas y los cuerpos de las mujeres con mayor brutalidad.

En el caso boliviano, se registraron los primeros casos de contagios a partir del 12 de marzo, de ahí en adelante el gobierno transitorio de Jeanine Añez impuso medidas de cuarentena estricta en todo el país. Estas medidas incluyeron restricción total de movilidad y transporte, uso obligatorio de insumos de bioseguridad, medidas obligatorias de higiene y permiso para salir a abastecimiento de alimentos a una sola persona por familia en un horario determinado y con control policial que verificaba las cifras finales de las cédulas de identidad. Estas medidas tan sólo para personas mayores de 18 años y menores de 65. Los primeros dos meses de esta cuarentena total, generaron una alta vulnerabilidad en las familias de escasos recursos, a pesar de ello la población acató las medidas en el resguardo de la vida. Sin embargo, en los dos últimos meses la precariedad está afectando duramente la sobrevivencia de miles de familias, siendo que el Estado no está siendo capaz de dar una respuesta efectiva a las necesidades. Paralelamente, se han flexibilizado algunas restricciones, flexibilización que principalmente está beneficiando a la mega industria, capital privado y, por supuesto operaciones mineras que volvieron a funcionar, a pesar de los riesgos para la salud.

En los territorios afectados por la minería donde ya desde hace décadas se vienen denunciando los impactos sociales del despojo ambiental, también hemos venido denunciando los impactos diferenciados en las vidas y los cuerpos de las mujeres. Ya sean éstos, territorios donde está presente la empresa minera, territorios que se conectan con centros mineros a través de las cuencas y/o territorios en resistencia a la minería. A este daño ambiental ocasionado por las actividades mineras y que a la vez pone en riesgo la vida de las mujeres, su integridad, su salud, su economía y el ejercicio pleno de sus derechos, la consideramos una forma de violencia estructural y patriarcal, a la que denominamos en alianza con la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra, violencia medioambiental contra las mujeres[1].

Esta forma de violencia se ha visto exacerbada por la multiplicación de tareas en una lucha diaria de las mujeres del altiplano boliviano por conseguir agua limpia, implica la sobrecarga de trabajo en el cuidado del hogar, hay problemas en la salud física y emocional de las mujeres, afecta la economía local-comunitaria ya que no pueden producir porque la contaminación minera ha dañado los terrenos irreversiblemente. Por otra parte, se va confirmando que la población más vulnerable ante el virus, es precisamente la que vive en situaciones de contaminación ambiental grave, de por sí la minería estaba vulnerando el derecho a la salud y a la soberanía alimentaria, situación agravada por la amenaza de contagio que, en condiciones de escaso servicio de salud, expone a la población a una situación terrible y de emergencia humanitaria.

Con las condiciones sociales generadas por la pandemia del COVID-19, estos impactos se incrementan y se pone en evidencia más que nunca que la minería no es una actividad indispensable para la vida y en su lugar sí la producción de alimentos y la gestión comunitaria del agua.

1. Restricción de derechos y condiciones para las mujeres
Las comunidades afectadas por la minería y las mujeres responsables del sostenimiento de la vida, vienen sufriendo desde hace décadas, una serie de vulneración de sus derechos. La cuarentena como efecto de la pandemia ha intensificado esta vulneración en aspectos como el derecho al agua, al trabajo, la economía y a la salud.


Fuente: Colectivo CASA comunidad Rancho Grande.2019
Derecho al agua. Es la pregunta que se han estado haciendo las mujeres afectadas por la minería en Bolivia, y más aún con una cuarentena que les impide salir de sus hogares para buscar agua limpia. Hace algunos años publicamos que, en algunos casos, una operación minera empleaba en un día la cantidad de agua dulce que una comunidad en un año. Actualmente hay comunidades que no tienen acceso a agua como Totoral o que sus fuentes de agua han sido totalmente contaminadas como en El Choro. En el marco de la contingencia sanitaria, se exige que el lavado de manos y medidas de desinfección sean constantes, sin embargo, las condiciones de las regiones impactadas por la minería ni siquiera cuentan con agua para alimentación, menos para

la higiene necesaria en estos momentos. Estas preocupaciones por la salud de la familia, por la alimentación de los hijos, por el riesgo de contagio, va generando daños emocionales en las mujeres y se sigue incrementado de sobremanera en esta cuarentena. Una vez más resaltamos la importancia de pensar en el acceso al agua como condición imprescindible para la reproducción de la vida, los impactos del COVID-19 deben llamarnos a la reflexión y convocar a actores estatales para atender los casos de desastre ambiental donde se han afectado fuentes de agua dulce de forma irreversible.

Fuente: Defensora RENAMAT Challapata 2020
Derecho al trabajo campesino. La pandemia del COVID-19 se ha encargado de visibilizar las asimetrías económicas tanto en territorios urbanos como rurales, el famoso #QuedateEnCasa no aplica para las diferentes realidades de las comunidades campesinas e indígenas. Las compañeras en comunidades que tienen vocación productiva agroganadera y que han estado resistiendo a la minería, se han visto afectadas sin poder salir a vender sus productos agrícolas o teniendo que afrontar una serie de trámites burocráticos, exponiendo su salud para seguir alimentándose a las ciudades, pese a ello se proyectan incentivos para actores mineros y no en apoyos a los pequeños productores. La única forma de garantizar la soberanía alimentaria es el trabajo campesino, sin este trabajo las familias quedan en una absoluta vulnerabilidad y crisis alimentaria. Es necesario contemplar que el alimento necesario para la población tano urbana como rural, nace de estos territorios, que el trabajo en la tierra es imprescindible para afrontar la pandemia y que esta gestión de los alimentos debe ser dejada en manos comunitarias que están apostando a la solidaridad, el intercambio de productos y el cuidado mutuo.


Fuente: Defensoras RENAMAT Poopó.2020
Derecho a la economía local-comunitaria. Todas las medidas de rescate económico y apoyo para mitigar los impactos económicos de la pandemia por parte del Estado, se han volcado para beneficiar la macroeconomía y potenciar a los sectores económicos empresariales, uno de ellos es el sector minero, con el pretexto de que estas inyecciones de capital ayudarán a salir de la crisis. A principios de mayo se reactivó el permiso para que las actividades mineras vuelvan a funcionar con supuestos protocolos de bioseguridad, sin embargo, los contagios en los centros mineros se han disparado alarmantemente. Por otra parte, la economía de la vida, esta que se encarga de la alimentación, la necesaria para el cuidado de la salud y de la vida, ha quedado totalmente olvidada. Peor aún las mujeres de comunidades que no tienen producción a causa de la contaminación minera y que viven del día a día, en esta cuarentena sin ingresos económicos para comprar los alimentos, están atravesando dificultades para la alimentación diaria. No hay ninguna medida ni política estatal que esté beneficiando la economía que abastece de alimentos, las canastas no incluyen frutos, verduras o granos que provengan de la comunidad, por el contrario, están comprando alimentos procesados a los grandes empresarios, esto se comprueba con la amenaza de producir y comerciar semillas transgénicas en el país. Una vez más se demuestra que la minería despoja de trabajo a las mujeres y sus comunidades, daña la economía de la vida, llevando mayor pobreza para las familias.


Fuente: Defensora RENAMAT Realenga.2020
Derecho a la salud y la vida. Una vez reactivada la actividad minera, por considerarse una actividad prioritaria económicamente, se demuestra que es un atentado contra el derecho a la salud y la vida, ya que se pone en riesgo a toda la población, además de poner en riesgo a los trabajadores y a sus familias. Las comunidades rurales en general tienen serios problemas de acceso a servicios de salud básica, en los casos de comunidades impactadas por la minería la situación es todavía más grave, regiones declaradas como zonas de desastre ambiental como la cuenca Huanuni, no cuentan con laboratorios ni servicios de salud para enfrentar las enfermedades generadas por la contaminación minera. No existen las mínimas condiciones para enfrentar el coronavirus en las zonas rurales del país, y menos aún para enfrentar una contingencia en territorios impactados por la minería, donde los centros mineros puedan ser epicentro de contagios.


“… la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que el número de hospitales de tercer nivel por número de habitantes debería ser de uno por cada 75.000 habitantes. Ello implica que el país debería tener 149 hospitales de este tipo, frentes a los 79 que cuenta en estos momentos, incluyendo los privados, de la Iglesia Católica. Públicos son solo 34.”[2]
Se tiene ya casos confirmados en los trabajadores en Huanuni, al mismo tiempo por parte de la empresa minera San Cristóbal[3], las y los comunarios de la Nacion Originaria Pacajes en el departamento de Potosí, denuncian que el reinicio de actividades de la Empresa Minera Sinchi Wayra que además no socializó los debidos protocolos de seguridad, expone a la comunidad a serios riesgos de contagio[4].
La crisis sanitaria con el confinamiento establecido por los gobiernos, están finalmente recargando las tareas de los cuidados en las mujeres. No solo la atención de mantenimiento del hogar, sino un sin fin de preocupaciones por la salud y el acceso a derechos. Son las mujeres quienes sostener la vida, y pese a la cuarentena los cuidados ya sean remunerados o no remunerados se resienten e incrementan las preocupaciones. Por ello la reparación de daños ambientales no pueden ser postergados a titulo de la pandemia y es urgente que la perspectiva de género sea incluida tanto en las restricciones por la contingencia, como en los apoyos que se están dando. La salud de miles de familias está siendo recargadas en las espaldas de las mujeres que deben sostener la vida en condiciones de crisis, miedos y contaminación ambiental.
El confinamiento y las medidas restrictivas incrementan el grado de vulnerabilidad para las mujeres, las situaciones de violencia intrafamiliar y violencia machista son una amenaza en esta pandemia y el estado no está respondiendo oportunamente. En muchos de casos de violencia intrafamiliar, las mujeres están presionadas a convivir con los agresores, en los casos donde las comunidades acostumbran intervenir, ahora se dificulta la posibilidad de gestionar salidas desde el sentido colectivo.
2. Militarización de los territorios y nuevos riesgos para las mujeres
Una de las medidas tomadas por el gobierno boliviano que transgrede una serie de derechos, principalmente en los territorios más vulnerables, es el control mediante la fuerza policial y militar. A título de control durante la pandemia se han sacado a los militares a las calles no sólo de las ciudades, sino de todas las comunidades rurales, con un mayor control territorial con el pretexto de hacer respetar las medidas restrictivas. Esta situación está generando violencia psicológica por medio de la imposición del miedo, ya que la amenaza son multas de dinero muy altas o hasta la cárcel, este temor está presente en la cotidianidad de las mujeres que para llevar alimento a sus familias deben sortear al control. Del mismo modo, hay un excesivo control y represión frente a la venta de sus productos agrícolas, las mujeres cuentan que deben escaparse en horas de la madrugada para cuidar los campos de cultivo y dar alimentos a sus animales, esquivando el control militar.
Las mujeres en las comunidades, defensoras de la Madre Tierra, nos recuerdan que la única forma de afrontar la pandemia ante la desatención del Estado, es a través de los cuidados colectivos, tejiendo solidaridad, demandando el respeto de los derechos, con la escucha, el dialogo, la reciprocidad y luchando contra este modelo económico que mercantiliza la vida. La fuerza policial y militar en pocos casos ha colaborado en las situaciones de crisis y necesidades, solamente llevan miedo, inseguridad y nuevos riesgos para las mujeres.

3. Covid-19 y pueblos indígenas
Desde antes de la propagación de la pandemia COVID -19, los pueblos indígenas de Bolivia venían denunciando el aislamiento, no ser tomados en cuenta, y con la propagación de la pandemia la situación ha empeorado. De acuerdo a datos recabados, hay un solo médico para más de mil familias en las comunidades indígenas de la Amazonía, Valles, Chaco y Altiplano Boliviano. Los hospitales y centros de salud no cuentan con insumos ni equipos de bioseguridad para atender los casos de salud[5].
Hasta el 22 mayo, 46 territorios indígenas en Bolivia fueron registrados en riesgo de contagio por coronavirus, debido que se sobreponen a 23 municipios en los que se tiene casos 1.101 confirmados de la pandemia, según el monitoreo que desarrolla el Centro de Planificación Territorial Autonómica (CPTA) del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social[6].
Los protocolos de seguridad que ha sacado el gobierno son urbanos, en la comunidad no hay agua, los protocolos debieran ser diferenciados en las comunidades los gobiernos deben escuchar a los pueblos indígenas. En el caso del norte de La Paz, donde están ubicados Territorios Indígenas de Origen, principalmente del pueblo leco, ya se han recibido noticias de que la minería legal, como ilegal que explota oro, están cometiendo abusos y vertiendo amenazas contra indígenas en el marco de la pandemia[7], en un sector en el que además ya se denunció con anterioridad el uso indiscriminado de mercurio que está matando las fuentes de agua. En otros casos de pueblos indígenas se confirman ya casos positivos de COVID-19 entre: ayoreos, sirionó, yuquis y Yacubaba, donde ya se registran casos de contagio.
Los pueblos indígenas de Bolivia, están resintiendo con mayor intensidad la vulneración de los derechos ambientales en estos momentos de emergencia sanitaria, ya numerosos informes dan cuenta de la necesidad de atender a estas poblaciones y, por el contrario, el gobierno esta dando luz verde a la reactivación de proyectos mineros en territorios indígenas bajo pretexto de necesidad económica.

4. Reflexiones finales
Lastimosamente hasta ahora en Bolivia se supera los 40 mil casos de contagio, en los últimos días se han disparado notablemente los casos. En el centro minero Huanuni dependiente del Estado ya se habla de más de 20 mineros contagiados con COVID-19, y en la empresa transnacional minera San Cristóbal subsidiaria de la Sumitomo de Japón se registran dos trabajadores mineros contagiados. La situación se ha visto reflejada como una crisis humanitaria en el departamento de Beni, precisamente por las condiciones de servicios de salud deficientes. La ciudad de Cochabamba empieza a lamentar una serie de decesos que son cada vez más constantes. La cuarentena se ha flexibilizado en el último mes y, ahora el gobierno está considerando volver a ajustar las restricciones. Lo que nos tememos como organizaciones desde los territorios y desde las mujeres que están sosteniendo la vida en las comunidades impactadas por la minería, es que estas medidas estarán destinadas a un mayor control de la población y mayores restricciones de libertades y derechos.

La minería ya ha sido reactivada, los tramites mineros se los puede realizar vía internet con riesgo a que se impongan en los territorios sin que sepan las comunidades y la gran empresa seguirá trabajando, al parecer estas semanas de flexibilidad tan sólo se han hecho efectivas para impulsar la economía mercantilista y la depredación de los territorios con el pretexto de salida de la crisis. Las mujeres defensoras del territorio, las organizaciones indígenas y sociales, alertamos la importancia de velar por la economía verdaderamente indispensable: la producción de alimentos y el cuidado de la vida, hacemos un llamado a las autoridades exigiendo mayor atención a los sectores vulnerables, reafirmando más que nunca: mina NO, vida SÏ.

Fuente: Colectivo CASA. Defensoras RENAMAT, Challapata 2020

Julio de 2020

[1] Colectivo CASA, 2013. Minería con “M” de machismo y Madre Tierra con “M” de mujer. Percepciones femeninas sobre los impactos ambientales y los conflictos con la minería en comunidades indígenas campesinas (Sistematización de diez casos). Conexión: Fondo de Emancipación y Fundación Rosa Luxembug
[2] Notimérica, Sociedad, 2 de mayo del 2020. Obtenido de https://www.notimerica.com/sociedad/noticia-coronavirus-bolivia-reanuda-actividad-minera-nuevo-protocolo-bioseguridad-20200502182835.html
[3] Radio Fides (Digital), 2 de junio del 2010. Obtenido de https://www.radiofides.com/es/2020/06/02/potosi-alcalde-de-llallagua-y-trabajadores-de-la-minera-san-cristobal-dan-positivo-a-covid-19/
[4] Chaski Clandestina, 28 de mayo del 2020. Obtenido de https://chaskiclandestina.org/2020/05/28/nacion-originaria-pacajes-en-potosi-denuncia-atropellos-de-empresa-minera-sinchi-wayra/
[5] Mongabay y LATAM, por María Mela Molina. 15 de abril del 2020. Obtenido de https://es.mongabay.com/2020/04/bolivia-pueblos-indigenas-coronavirus-covid-19-salud/
[6] CEJIS, 9 de junio del 2020. Obtenido de http://www.cejis.org/situacion-de-los-pueblos-indigenas-de-tierras-bajas-de-bolivia-frente-al-covid-19/
[7]Chaski Clandestina, 26 de mayo del 2020. Obtenido de https://chaskiclandestina.org/2020/05/26/pueblo-indigena-leco-en-el-norte-paceno-denuncia-avasallamiento-por-parte-de-minera-aurifera/
Publicadas por OIEDC

Internacional

LA PREOCUPACIÓN DE LOS TRABAJADORES MINEROS EN EL MUNDO

José De Echave C.
Imagen: Camiper
07/07/2020
En anteriores artículos hemos subrayado que desde que se inició la pandemia, algo más de 250 operaciones mineras han sido paralizadas en 33 países. Los principales países afectados han sido Sudáfrica, Estados Unidos, México y Canadá.

Los motivos de las paralizaciones han sido diversos: las cuarentenas que han aplicado los países, temas de seguridad en las propias operaciones y también la creciente resistencia de parte de los trabajadores a la exposición y el aumento de casos de contagio.

En varios países las cosas se han ido complicando. Un ejemplo es Chile: ya son 9 trabajadores mineros fallecidos en el vecino país del sur y solo en la empresa estatal Codelco -la primera productora de cobre en el mundo-,los contagiados por Covid 19 suman 2,600. Actualmente la minería chilena está funcionando con poco más de un 50% de su fuerza laboral y la cifra de trabajadores desmovilizados llega a 90 milen estos momentos. Según algunas publicaciones de ese país, si bien al inicio de la pandemia la mayoría de las compañías mineras habían reducido sus operaciones en un 30% en promedio, en la actualidad la situación se ha complicado y se calcula que la reducción llega a un 50%.

Los mineros chilenos critican que las medidas implementadas por sus empleadores han sido «tardías». Los trabajadores mineros tienen miedo a enfermarse y a morir porque ven lo que les ha ocurrido a sus compañeros», ha declarado en un medio de ese país el presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), Patricio Elgueta. También denuncian «hermetismo» de las empresas para entregar los datos sobre fallecidos y contagiados y reclaman transparencia a las autoridades.

Mientras tanto, en el Perú se anuncia que la minería estaría operando al 100% de su capacidad en el mes de julio, en medio de muchos cuestionamientos por el número de casos de contagio que se han registrado en diferentes operaciones mineras y que sigue en aumento. Al igual de lo que viene ocurriendo en otros países, los trabajadores mineros en el Perú exigen que se implementen las mayores medidas de seguridad y subrayan que los protocolos no son lo suficientemente rigurosos y, sobre todo, fueron aprobados sin su participación.
www.cooperaccion.org.pe

Chile

La codicia prevalece sobre la vida

5 julio, 2020 | Chile
La codicia prevalece sobre la vida

Chile es un país de tradición minera, la actividad cuenta con la licencia social de la mayoría de su población, pero el contexto de la pandemia les permite evidenciar que lo que rige la actividad es la codicia. El norte de Chile se ha convertido en una verdadera zona de sacrificio. Las vidas de la población se encuentran frente a frente con los intereses de los dueños y gobernantes del país, privilegiando la producción y el saqueo de recursos por parte de los magnates mineros a costa de la vida del pueblo trabajador. La actividad minera continuó de forma ininterrumpida durante la expansión del coronavirus causante del Covid-19, que en Chile, tiene una mortalidad del 2,12% sobre el total de infectados. Ante esta situación se preguntan que postura tomarán los sindicatos.

Por: Noalamina Esquel

Fuente: La Izquierda Diario – 3/6/2020
El norte de Chile golpeado por el COVID-19 y la codicia sin límites de los empresarios

El norte minero se ha convertido en una verdadera zona de sacrificios. Así lo demuestran los más de 9.000 contagios en la región de Antofagasta, la cual ha sido profundamente golpeada por el negocio que se esconde detrás del discurso del gobierno de reactivar la economía.

Mucho se ha hablado de cerrar los aeropuertos, o de incluso cambiar los turnos de las mineras a 14 días en el trabajo y 14 días en las casas, sin embargo, ninguna de estas medidas ha sido una verdadera solución para los golpes que ha recibido el pueblo norteño en medio de la pandemia. Si bien, el aeropuerto de Calama está cerrado, ahora es el de Antofagasta el que se ha encargado de hacer los traslados, así como contar con decenas de colectivos en el mismo aeropuerto para transportar a las y los trabajadores que ya no llegan a Calama, sino que a la capital regional. El problema sólo se ha trasladado de ciudad.

Es de esta forma que el hogar de cientos de miles de personas se transforma día a día más en un verdadero matadero. El trabajador minero se enfrenta al contagio en su lugar de trabajo, para que posteriormente sea su familia y la de sus vecinos las que se vean afectadas. Todo para que la producción del metal rojo no se detenga ni un solo segundo, y los bolsillos de los empresarios del cobre se abulten hasta reventar, mientras en la región más de 200 familias se preparan para los funerales de sus familiares a causa del COVID-19 y la codicia empresarial.
Las mineras no paran y los contagios tampoco

La minería al igual que el resto de trabajos no esenciales ha tenido momentos críticos. Desde el inicio de la pandemia la situación es desigual entre definir qué es y que no es esencial, y hoy, en el marco de una crisis sanitaria aguda en la zona minera chilena se ve la real cara de los grandes empresarios y el gobierno: mientras los casos confirmados de infección por coronavirus ascienden a miles en este rubro, miles de millones son también las ganancias que han obtenido a costa de la salud de familias completas.

El gobierno siempre tuvo la intención de llevar la minería al límite. Pero ahora ante la crisis misma, no dudó en declararla como esencial para el “porvenir económico del país”, lo que que solo trajo bonanza económica en medio de una catástrofe social generada por decisiones arbitrarias y en beneficio del bolsillo empresarial.

No solo se trata de la minería estatal como Codelco sino también la privada. Es de destacar que en Chile, el PBI minero repuntó en el primer trimestre del año 2020 y fue uno de los rubros con mayor crecimiento financiero. Esto es lo que buscan perpetuar, la bonanza que ha significado más de 3000 contagios solo en la estatal y, por otra parte, obtener millonarias ganancias a la minería privada que como Minera Escondida hoy se ponen en el primer lugar del ránking de utilidades obtenidas.

No está contabilizado el número de mineros contagiados en la minería privada, ni tampoco se tiene el dato de cuántos fallecidos propios de Codelco han existido. Todo bajo el manto de la impunidad, continúan trabajando bajo medidas inhumanas de control y trabajo inseguro.

Por ejemplo, tal como indicaba el sindicato 1 de Minera Escondida mediante una misiva, mucho se habló de la decisión de abandonar el uso del aeropuerto El Loa por parte de Codelco distrito norte, pero nada se mencionó de la letra chica de este acuerdo: trabajadores que deben vivir de sus casas por meses, sin el resguardo necesario mientras no cumplen turno, realizando vuelos que aterrizarán en el aeropuerto Andrés Sabella de Antofagasta entre otras cuantas contradictorias cláusulas de esa cuestionable decisión.

“Entonces tenemos un nuevo problema, Antofagasta se podría convertir en el mayor foco de tránsito de trabajadores mineros, con lo que podríamos llegar a ser la ciudad símbolo del COVID19, gracias a la ambición de la minera estatal y las transnacionales que operan en esta ciudad”, indican en el comunicado del sindicato mencionado.

De este problema en general no escapa la gran particularidad de los trabajadores subcontratados, que contemplan un gran porcentaje del trabajo minero, que, prestando servicios esenciales para la producción, hoy son el sector con menos resguardos y más proclives a la precarización, la suspensión o el despido.

De esto sólo se han limitado a proponer cuarentenas por 14 días para sanitizar espacios, sin cuestionar ni imponer medidas para una verdadera salida frente a la pandemia.
La situación exige una respuesta

La situación es aberrante. Son ciudades enteras las que se destinan al contagio por las ganancias de los empresarios mineros, mientras se anuncian cínicamente cuarentenas en las ciudades, mientras el flujo de traslado de personal no se detiene ni un segundo.

Sin embargo, es esta misma situación radical, que enfrentan cientos de miles de familias, la que exige una respuesta.

En este sentido, la Coordinadora de Trabajadores Mineros, de la cual la Confederación de Trabajadores del Cobre es parte, afirma que: “Como trabajadores, no permitiremos bajo ninguna circunstancia, que se anteponga la producción ante la vida y seguridad de los trabajadores, y reiteramos que tomaremos las medidas que sean necesarias para que este Gobierno entienda. La vida de los trabajadores siempre debe estar primero.”

Sin embargo, no se han tomado medidas concretas por parte de los dirigentes sindicales de uno de los sectores más poderosos de la economía, frente a la crisis que enfrentamos.

La declaración de la misma coordinadora afirma que, a la par de esclarecer las cifras reales de contagios en las mineras, “que se pueda formar una mesa de diálogo tripartita, con nuestra experiencia.” Medida que incluso se la han planteado al Ministro de Minería.

Sin ir más lejos, desde el Sindicato N°1 de Trabajadores de Minera Escondida, no están lejos de esta propuesta. Es más, su salida inmediata frente a la situación de verdadero matadero en las mineras, es la de hacer “un llamado a las autoridades regionales, provinciales y comunales a manifestarse ante tan difícil y desgraciado escenario, el que podríamos enfrentar en la ciudad de Antofagasta si estas medidas se llegan a concretar en el inmediato a corto plazo.”

Creemos que si la respuesta pasara por establecer mesas de diálogo con las autoridades, o incluso con los mismos empresarios que conscientemente ponen sus ganancias por sobre la vida del pueblo, quizás el COVID-19 nunca hubiera llegado a Chile. Depositar nuestras confianzas en ellos, que son los responsables -directos o indirectos- de la crisis y de los más de 7 mil fallecidos, no sólo es un callejón sin salida, una idea utópica, sino que es a su vez desperdiciar la enorme fuerza que tienen las y los trabajadores cuando se proponen luchar por sus derechos, y la vida de sus familias.

Frente a esto, Lester Calderón, presidente del Sindicato N°1 de Orica Chile, y dirigente obrero del Partido de Trabajadores Revolucionarios, es enfático en señalar que la situación exige un paro regional de todos los trabajos no esenciales: «si no nos la jugamos por paralizar las faenas mineras y los trabajos no esenciales -sin importar que esto afecte las ganancias empresariales-, la expansión del virus no se podrá frenar y seremos las y los trabajadores, junto a nuestras familias, los que nos veremos afectados por esta crítica situación. Ya quedó demostrado que no sirven para detener el virus las “cuarentenas truchas”, donde decenas de miles de personas igual tenemos que salir de nuestras casas para ir a trabajar, tal como se demostró en la región, o en otros lugares como en Santiago, que lleva meses con esta medida y con un grave aumento de los contagios.»

Es por esto que para Calderón la situación pasa también porque los sindicatos y las grandes centrales obreras y sindicales, como la CUT, la Confederación de Trabajadores del Cobre, así como el Sindicato Nº1 de Minera Escondida, y el Sindicato Minero de Trabajadores CODELCO, llamen y organicen a una paralización regional de todos los sectores no esenciales, destacando que esta es la única manera para frenar los contagios. Hoy más que nunca los sindicatos y las centrales de trabajadores deben ponerse en movimiento para defender nuestra vida y la de nuestras familias frente al ataque de los empresarios y el Gobierno, sentencia Calderón.

Todo Chile sabe que el cobre es lo que más les preocupa a los empresarios y al gobierno cuando se habla de economía, entonces no perdamos más tiempo, ni permitamos que más familias trabajadoras se contagien. La clave es un paro regional. La única razón por la que estos trabajos siguen abiertos es para hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. De otra manera veríamos los dineros de las mineras en la construcción de hospitales, en la compra de ventiladores mecánicos, o incluso en la renta básica de emergencia de familias que han perdido sus empleos. Pero no es así. Incluso en sus reportes recientes Minera Escondida afirma que ha entregado una ayuda de 210 millones de pesos para combatir la pandemia, sin embargo esto no corresponde más que al 0.00001% de sus ganancias anuales: una parte microscópica de toda la porción que se llevan. En definitiva, el dinero se va directo a las cuentas bancarias de sus empresarios. Un robo de cuello y corbata a costa de la vida de todas nuestras familias.

Esta medida de paralización total de la minería y de los sectores no esenciales en la región, debe ir acompañada de imponer un impuesto progresivo a las grandes fortunas y grandes empresas que siguen ganando millones en la gran minería. Hoy más que nunca son ellos o nosotros, y los sindicatos mineros, así como las centrales sindicales, deben ponerse en función de estas medidas que requiere el pueblo.