Perú

Ojarasca / La minería más atroz. En Perú el pueblo k’ana lucha por la vida

Agustina Daguerre García (Entrepueblos) | sábado, 12 sep 2020 11:41Compartir en Facebook Compartir en Twitter

‘Toma’ de carretera. Foto cortesía de Agustina Daguerre García

Cuando el 15 de julio cientos de personas tomaron las calles de Espinar, los medios callaron. Nadie “volteó” a ver qué estaba pasando en esta ciudad a casi cuatro mil metros de altura en la región del Cusco, en Perú. Tres semanas después, se acumulan las personas heridas, contagiadas, abusadas, criminalizadas. Algunos dicen que es porque la minera no pagó un subsidio que la gente salió a las calles, otros que la protesta no puede ser entendida sin hacer una retrospectiva. La protesta es una imagen más, una secuencia de un largometraje que comienza con la llegada de la minería a la zona.

Luz, una de las integrantes del Maizal, colectivo de comunicación popular, señala en un foro virtual que “cada minuto que no se desarrolla la minería es una perdida para el capital y una ganancia para los pueblos”. Se refiere a Ñangalí, un páramo en las alturas de Piura cerca de la frontera ecuatoriana, asediado por el proyecto minero de capital chino Río Blanco que, gracias a la resistencia de las rondas campesinas, no ha logrado ser explotado.

Pero la minería llegó hace ya demasiado a Espinar, tanto que, desde una perspectiva de larga duración, una no sabe si remontarse hasta la invasión española y la imposición del modelo extractivista-colonial o si bajar hasta el “acontecimiento”: la irrupción de la minera hace 40 años.

El paisaje, los orígenes. Espinar es una ciudad joven, con poco más de cien años, llena de casas de ladrillo sin pintar, pequeños hoteles, un mercado, comiderías; no se diferencia demasiado del resto de ciudades que pueblan esta zona altoandina, pero el bullicio, los precios y determinadas ofertas de productos te hacen dar cuenta rápidamente que Espinar es un núcleo urbano de convivencia con la mina, donde gran parte de su actividad económica gira alrededor de la satisfacción de las necesidades de la empresa anglosuiza Glencore y sus trabajadores.

Espinar es también mucho más que eso, es la cuna de la cultura k´ana, una sociedad preincaica que sigue viva en las costumbres, creencias y tradiciones de sus pobladores. La cultura k’ana es también una herramienta de protección legal. En abril del año pasado, representantes de las 79 comunidades de Espinar lograron el reconocimiento a través de una ordenanza municipal de su condición de nación k’ana. En un país donde los derechos colectivos sólo son parcial y muy deficitariamente reconocidos por el Estado a aquellos pueblos leídos como indígenas u originarios, este logro abre una ventana de oportunidad para el ejercicio de sus derechos sobre el territorio, su identidad cultural, el derecho a la consulta previa e incluso a la autodeterminación.

Dice José de Echave, investigador de CooperAcción, que Perú es uno los mayores productores de cobre a nivel mundial, pero también de conflictos mineros. A pesar de que una de las principales formas de prevenir los conflictos sociales es hacer a las comunidades partícipes de las decisiones que afectan sus vidas y sus territorios, la población de Espinar nunca ha podido ejercer su derecho a la consulta previa, reconocido en el Convenio 169 de la OIT, ni con el proyecto Tintaya de Xtrata, ni con Antapaccay de Glencore y tampoco con su próxima ampliación: Coroccohuayco.

Impactos en vidas y territorios. En octubre de 2018, recorríamos en furgoneta el serpenteante camino que conecta Cusco con la ciudad de Espinar, mientras clavaba la mirada en la tundra que cubría las montañas con el propósito de no marearme. Una compañera de Derechos Humanos Sin Fronteras- DHSF me preguntó: ¿Ves esas montañas tan perfectas? Es parte de la labor social de Glencore y la minera Antapaccay; cuando el entorno ya está muy degradado por la actividad minera buscan tapar los huecos o cubrir los relaves dándoles la apariencia de ser parte del paisaje, luego siembran encima la vegetación de la zona, paja brava o ichu que verdea o amarillea según la época del año, buscando dar la apariencia de que “aquí no ha pasado nada”.

En aquella ocasión tuvimos la oportunidad de asomarnos hasta las entrañas de la minera Antapaccay. Confundidas con pobladoras de la zona a las que la minera estaba obligada a brindar derecho de paso por sus caminos de tierra, logramos llegar hasta al tajo abierto, donde enormes máquinas excavadoras horadaban la tierra, dejando a la vista estratos cobrizos, anaranjados y rojos. El tajo y la montaña de relaves eran los impactos visibles, los destrozos evidentes que la minera había causado en la comunidad de Alto Huarca.

José Antonio Lapa de DHSF me manda informes, muchos informes, resultado de un minucioso trabajo de investigación, donde señala los otros efectos, aquellos que son deliberadamente invisibles a los ojos de la empresa y del Estado: la contaminación de acuíferos, los metales en sangre, el ganado envenenado, las enfermedades respiratorias crónicas, la criminalización continua como medida disuasoria del ejercicio del derecho a la protesta, las distintas formas de violencias en el conflicto ecoterritorial. Gracias al trabajo de organizaciones como DHSF, CooperAcción, Red Muqui, la CNDDHH o Demus, podemos saber que detrás de cada dato, de cada cifra, hay también un rostro, un testimonio, un reclamo, una historia.

Las que ponen el cuerpo. Melchora Surco nos cuenta su historia al pie de un pequeño cerro en el que unas 20 compañeras defensoras ambientales de todo el país nos acuerpamos para escucharla mejor y que sus palabras no se las lleve ese gélido viento altoandino que endurece las manos y corta los labios. Ella es la presidenta de la Asociación para Defensa de Pacpacco Afectada por la Minería (Adepami), vivía a 200 metros de la “relavera” [los residuos mineros mezclados con rocas, arenas y agua] de Camaccmayo. En 2015 se convirtió en la cara visible de la lucha por la reparación y remediación causada por la contaminación por metales pesados en Espinar. Melchora es la abuela también de Yedamel López Champi, un niño que nació en Espinar y al que, a la edad de siete años, le detectaron metales pesados como plomo, arsénico, cadmio y mercurio, calificados por la OMS como altamente cancerígenos. Lamentablemente, pese a que la contaminación por metales en las comunidades de influencia minera ha sido ampliamente constatada, el problema aquí es la causalidad.

Se sabe que las fuentes de agua están infestadas de metales, pero demostrar que la contaminación es producto empresa para no dar razón. Antapaccay niega toda responsabilidad, parapetándose en una débil coartada: los metales existentes en el agua son de “origen geológico o natural”. A este tipo de impactos por contaminación ambiental que sufren cientos de personas, se suma la precariedad económica: “El proyecto Antapaccay, que en 2016 realizó ventas anuales por 878 mil 666.942 euros, opera en un mar de pobreza y pobreza extrema que alcanzó en el 2020 al 70% de los hogares”. Además, sólo 34% de la población de Espinar recibió alguno de los bonos impulsados por el gobierno para ayudar a las familias durante los meses de aislamiento obligatorio, quedando el resto en situación de emergencia económica y social.

Es precisamente en este contexto de empobrecimiento masivo, agravado por la pandemia, que la gente toma las calles exigiendo una compensación. Y en un país donde el estado del bienestar brilla por su ausencia, la empresa a través de su convenio marco se convierte en el proveedor, sí, de contaminación y muerte, pero también de apoyos sociales de corte asistencialista, con el objetivo de lograr respaldo y dividir a las organizaciones a través de prebendas y compensaciones negociadas bilateralmente.

Elsa Merma, de la Asociación de Mujeres Defensoras del Territorio y la Cultura k´ana de Espinar, pone voz a estas denuncias cada semana en su programa radial: “Diecisiete años han pasado desde que se firmó el Convenio Marco y no hemos visto con este presupuesto ningún proyecto sostenible, en la provincia de Espinar no tenemos agua las 24 horas. Nosotros tenemos una gran empresa, pero no tenemos un hospital bueno, salud, educación”. La mirada ecofeminista y del feminismo comunitario nos enseñó a entender los impactos diferenciados que viven las mujeres en zonas afectadas por el modelo de despojo extractivista. Por ello, son ellas las que en su mayoría han salido a protestar, ocupando en este último paro la primera línea de lucha. Son mujeres que, al igual que Elsa, por su recorrido y acciones en defensa del territorio han sido hostigadas, acosadas y estigmatizadas por las empresas, las fuerzas represivas del Estado y parte de su comunidad.

Una carta de denuncia del Grupo de género del sur andino nos recuerda que esta vulneración de derechos en Espinar forma parte de una sistemática práctica de ataque a mujeres defensoras en el país. Sucedió en las protestas contra el proyecto minero Conga (Cajamarca), donde defensoras ambientales como Máxima Acuña fueron asediadas, difamadas y agredidas física y psicológicamente. También en Tía María (Arequipa) y en el levantamiento contra la Empresa minera Majaz (hoy Río Blanco Cooper), en el que dos mujeres defensoras fueron violadas tras ser retenidas mientras participaban en las movilizaciones. Estos días en Espinar se han reportado en medios locales y redes sociales denuncias de agresiones físicas y violencia sexual por parte de la policía y fuerzas del orden.

Desde el inicio de las movilizaciones se ha generado permanente enfrentamiento, agresiones y violencia a partir de la presencia de aproximadamente 200 policías y 100 militares que se alojan en las instalaciones de la propia empresa minera. Wayka, un medio de comunicación alternativo, publicó un escalofriante relato sobre abusos a comuneros ocurridos el 22 de julio: “Según los testigos del pueblo de Cruzcunca, uno de los comuneros puestos contra el piso fue Juan Carlos Quirita Llasa, a quien redujeron con balas al aire, puñetes, patadas y varazos en la cabeza hasta dejarlo inconsciente. ‘¡Trae gasolina para quemar a estos perros de mierda!’, gritó el policía que lo sujetaba […] Juan Carlos sintió caer la gasolina sobre su cuerpo mientras le repetían a gritos que lo quemarían vivo. La misma sensación vivieron sus compañeros, que al igual que él, fueron rociados con combustible cuando ya estaban reducidos con las caras pegadas a la pista”.

En un país asolado por más de veinte años de conflicto armado interno, estos sucesos dan cuenta del continuo de violencia ejercida por las fuerzas del orden en el país, donde la cultura del abuso, la opresión y la impunidad sigue siendo una práctica cotidiana, sobre todo en zonas rurales o periurbanas donde se concentran ciudadanas y ciudadanos “de segunda clase” para el orden racista, clasista y patriarcal, vestigio de la colonia.

Estado maltratador y ausente. El pasado tres de agosto, el nuevo presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano, durante el discurso para la presentación de propuestas del gabinete ministerial en el Congreso aseguraba que “la minería es, sin duda alguna, la columna vertebral de la economía en el Perú”. Las declaraciones sentaron como un tiro en un momento donde los conflictos sociales ascienden a 190, el 67.4% de éstos principalmente de raíz socioambiental, 64.1% por minería. Frente a la situación de crisis económica, la reactivación de proyectos paralizados por el rechazo y falta de licencia social se avizora como la respuesta estrella para encontrar soluciones cortoplacistas, algo que, como fácilmente podemos intuir, no hará más que profundizar en las causas estructurales de la multidimensionalidad de las crisis de las que el Covid-19 es solo la punta del iceberg. A este respecto, Rocío Silva, congresista por el Frente Amplio, le espetaba en el Congreso: “Yo esperaba que usted, premier, pusiera en el centro la vida. Pero en su discurso se prioriza la reactivación económica mientras se camina hacia 40 mil muertos. Nos habla de la minería sin mencionar la cantidad de mineros contagiados durante esta emergencia, incluso en la propia Antapaccay, Espinar, hay más de 300 infectados. El presidente Vizcarra mencionó que estamos caminando hacia un contagio masivo. Plantear una inmunidad de rebaño como excusa para la reactivación económica es sacrificar a los más vulnerables mientras se defienden los intereses económicos de la élite gobernante”. El premier duró veinte días en el cargo. En redes lo llamaban jocosamente “Cateriano, el breve”.

Finalmente, cuando parecía que el conflicto no tenía visos de solución, el 7 de agosto se conformó una mesa de negociación y diálogo, donde la empresa aceptó hacer “de manera extraordinaria y por única vez” el pago del subsidio de mil soles por “beneficiario” (unos 250 euros) como forma de paliar los impactos del Covid-19, a cambio de que las movilizaciones cesaran y que dirigentes sociales “levantaran inmediatamente las medidas de fuerza social en toda la provincia, garantizando la paz social”.

Mientras la calma vuelve a las calles de Espinar, cabe preguntarse qué entiende exactamente el gobierno por “paz social”, en una región donde las declaratorias de emergencia, la ocupación militar y la restricción de derechos se da de manera continua. Pero como dirían los y las peruanas, “el sol no se puede tapar con un dedo”. Resulta irrisorio pensar que una insignificante compensación económica, que a duras penas servirá a las familias para llegar a fin de mes, podrá reparar los daños generados por “años de minería sin control, contaminación, desidia y abandono de sucesivos gobiernos y empresas”. El subsidio parecería un bálsamo temporal que, sin duda, precisa de la generación de un proceso de diálogo profundo, democrático y en igualdad de condiciones, que verdaderamente tenga la intención de reparar, remediar y proteger a la población afectada, así como investigar y sancionar a los culpables de la generación de daños, muchos de ellos irreversibles.

Como nos han recordado estos días organizaciones ambientalistas, Perú no es un país minero y sí uno de los diez países más megadiversos del mundo, que en su conjunto alberga el 70% de la biodiversidad del planeta, incluyendo esto ecosistemas tan importantes como la Amazonía (que llega a ocupar el 60% del territorio nacional), el complejo sistema de glaciares en los Andes, miles de especies y recursos genéticos nativos y cincuenta y cinco culturas originarias.

Ante una élite sorda a los reclamos y ambientalmente suicida, la cultura k´ana se convierte entonces en las raíces sobre las cuales soñar, construir e impulsar alternativas de vida a la imposición del modelo económico hegemónico, en la posibilidad que resquebraja el imaginario colectivo de territorio minero, que nos habla de un tiempo de convivencia en equilibrio con la naturaleza, en el que los pueblos eran [sean/son] soberanos. En las manos de estas mujeres y hombres que luchan desde sus raíces, y también en las nuestras, desde los sectores críticos de este sur global, está que las transformaciones urgentes que necesitamos sean posibles.

https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/09/12/ojarasca-la-mineria-mas-atroz-en-peru-el-pueblo-k2019ana-lucha-por-la-vida-9490.html

Honduras

Informe internacional «Guapinol Resiste» verifica violaciones a derechos humanos

12/09/2020
Por: Redacción CRITERIO.HN
redaccion@criterio.hn
El Progreso, Yoro.- La alianza Centroamericana Frente a la Minería presentó este sábado el reporte denominado Guapinol Resiste en el que se analiza minuciosamente el origen del conflicto minero en el Bajo Aguán, zona norte de Honduras, en donde se verifican las violaciones de derechos humanos contra defensores ambientales que se oponen al proyecto minero en el municipio de Tocoa, Colón, propiedad del empresario Lenir Pérez y vinculado a la familia Facussé.

El informe fue realizado por el equipo de investigación, compuesto por los doctores Bernie Hammond y Amanda Grzyb de Western University de Canadá, así como el doctor Michael Berghoef de Ferris State University de EE. UU, y la doctora Ainhoa Montoya de la Universidad de Londres, Inglaterra. También participó en el informe el periodista y abogado de Derechos Humanos, Dimitri Lascaris. Estos expertos realizaron una visita de siete días de duración a Honduras, en junio de 2019. En el estudio participó también Giada Ferrucci, candidata a doctorado en Información y estudios de medios, Western University, Ontario, Canadá.

Entre los hallazgos se destaca que en los permisos otorgados a la empresa Inversiones los Pinares hubo serias irregularidades en la emisión de licencias mineras dentro de los límites del Parque Nacional Carlos Escaleras, además, se resaltó que hubo falta de consulta previa a las comunidades afectadas antes de emitir licencias, lo que violentó tanto las regulaciones municipales como las normas internacionales.

Se denunció en el documento que el estado de Honduras ha empleado a sus instituciones legales y represivas, como el Ministerio Público, la Policía y el Ejército, con el propósito de proteger los intereses de la empresa Inversiones los Pinares, y además, se indicó que los derechos reconocidos internacionalmente, como el derecho a la protesta pacífica y derecho de organización, han sido negados a los defensores del rio Guapinol y en su lugar han sido criminalizados por el estado en beneficio de los derechos empresariales.

La presentación del informe se hizo en modalidad virtual a través de la página de Facebook de Radio Progreso, durante la presentación virtual, el único de los autores del informe que estuvo presente fue Ainhoa Montoya, investigadora de Shool of Advanced Studies de la Universidad de Londres, Reino Unido.

Ainhoa Montoya dijo durante la presentación que “el informe que presentamos hoy es el resultado de la delegación internacional que organizó la Alianza Centroamericana contra la Minería sobre las actividades de la empresa Inversiones los Pinares, propiedad de Lenir Pérez y su esposa Ana Facussé, a quien otras investigaciones han vinculado con el narcotráfico”.

Montoya revela que fueron invitados a participar cuatro profesores de Canadá, EE. UU, Reino Unido y una voluntaria de Derechos Humanos canadiense, después se dedicó a la recopilación de documentación y testimonios.

“Recomendamos a la comunidad internacional para que presione al gobierno hondureño para que permita una consulta libre, previa e informada”, dice Montoya.

Ainhoa Montoya fue acompañada por Juana Esquivel, directora de la Fundación San Alonso Rodríguez de Tocoa, el abogado Edy Tábora, defensor de derechos humanos, Louse Casselamn quien es representante de Common Frontiers, Fondo de Justicia Social, Public Service Alliance of Canada, así como Manuel Pérez Rocha, director del proyecto Comercio y Minería, Instituto de Estudios Políticos e IPS en Washington, DC.

En el texto se hacen 20 recomendaciones que instan principalmente al Estado hondureño y a la comunidad internacional a tomar medidas para fortalecer la institucionalidad democrática y la protección de derechos humanos en Honduras.

Vigilancia de redes sociales

El abogado Edy Tábora dijo que en el informe quedó demostrado que estos proyectos representan a concesiones que se han hecho de formas ilegales, mediante procesos que para criminalizar a los defensores han utilizado pruebas falsas, mecanismos contrarios a la Constitución de la República.

“Hemos logrado sistematizar todos los ataques y presentar todas las denuncias respectivas contra el derecho de asociación y la libertad de expresión”, explica el abogado Tábora.

También se denunció que los gobiernos de la región han utilizado la Covid-19 para criminalizar la lucha, suspender selectivamente los derechos civiles, la criminalización de la protesta social y el acoso contra defensores de derechos humanos. Al mismo tiempo se expone que se intensificó el andamiaje institucional que facilita el despojo de los bienes comunes y se consolidó el modelo económico extractivista.

Los autores del informe sitúan la investigación en el contexto de eventos históricos y políticos a partir del golpe de estado del 2009, las raíces del conflicto por la tierra en el Bajo Aguán y la oligarquía local que ha controlado a los gobiernos posteriores al golpe.

Según el informe, estas industrias han establecido sus operaciones sin consultar adecuadamente con las poblaciones locales y sus proyectos han generado conflictos y graves violaciones de derechos humanos en un entorno de impunidad.

Se establece también que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, con la aprobación tácita de la comunidad internacional, han apoyado activamente a los gobiernos posteriores al golpe como medio para asegurar y proteger sus propios intereses.

Detalla el informe que, en la ciudad de Tocoa, el estado hondureño ha confrontado a las comunidades organizadas contra la empresa Inversiones los Pinares con prácticas sistemáticas de criminalización, persecución y agresión física contra los habitantes que buscan defender el territorio donde habitan y sus fuentes hídricas.

Las víctimas y los testigos entrevistados por los investigadores reconocieron a los cuerpos militares, policías y grupos armados locales, empleados como guardias de seguridad por la empresa, como los principales responsables de estas acciones.

Hay que recordar que el sistema de justicia de Honduras revocó el sobreseimiento definitivo a favor de cinco defensores ambientales y ordenó el procesamiento formal de los imputados junto a otros ocho defensores que se encuentran en prisión preventiva desde hace un año, por los supuestos delitos de incendio agravado en perjuicio de la empresa minera Los Pinares y privación injusta de libertad contra Santos Corea, el jefe de una empresa de seguridad contratada por la minera.

El informe advierte que la vida de los defensores ambientales en Tocoa que se oponen públicamente al gobierno sigue en riesgo y que los que sobreviven se ven obligados a soportar la ansiedad diaria de persecución estatal, y el acoso de sus amigos, vecinos y familiares.

Lea aquí el informe file:///C:/Users/User/Downloads/informe%20guapinol%20resiste.pdf

https://criterio.hn/informe-internacional-guapinol-resiste-verifica-violaciones-a-derechos-humanos/

Mexico

Comunidad de Guerrero rompe diálogo con minera canadiense; sacó oro, dañó el agua y salud, acusa

11/09/2020
Lupita Martínez

Campamento en ejido Carrizalillo@Mexteki
El ejido Carrizalillo en Eduardo Neri rompió conversaciones con la minera canadiense Equinox Gold.
México.- Habitantes del ejido Carrizalillo en Eduardo Neri, Guerrero, rompieron el diálogo con la minera canadiense Equinox Gold, a la que acusaron de sacar el oro a cambio de dañar el agua y su salud.

La comunidad dice que los desechos tóxicos de la compañía como el arsénico que contaminaron su manantial El Triángulo y las explosiones que levantan polvo y liberan metales como plomo, han enfermado de la piel, ojos, aparato respiratorio, cáncer, además de los partos prematuros que se han registrado, por lo que iniciaron una protesta.

De acuerdo con los comuneros el 70 por ciento de los términos de su contrato de 6 años con Equinox no se estaba cumpliendo y se ha negado a permitir el ingreso de los mil 500 trabajadores, la mayoría de los cuales no son residentes locales.

El pasado jueves 3 de septiembre, los miembros del colectivo colocaron campamentos en las dos entradas de la mina en protesta por las diversas inconsistencias de la minera y le pide que se vayan de la comunidad.

Si bien había un convenio con la minera canadiense Leagold Mining Corporation, que entonces explotaría oro en los tajos Los Filos-Bermejal , la firma vendió el proyecto a la canadiense Equinox Gold.

En el campamento instalado afuera de la minera, informa el portal SinEmbargo, se presentó un convoy militar, donde también hay niños y adultos mayores para intimidarlos, acusan los manifestantes, quienes han impedido la entrada a alrededor de mil 300 trabajadores.

Se informó que los inconformes mantuvieron una reunión con el vicepresidente de Equinox, Peter Burger, en la que el ejido solicitó y obtuvo la renuncia del subdirector de operaciones mineras Juan Carlos Flores Cano, pero ambos lados se estancaron.

Carrizalillo ha estado alquilando sus tierras a la canadiense a cielo abierto, pero con efectos ambientales perjudiciales a pesar de que parte del contrato con Equinox Gold fue el establecimiento de un suministro seguro de agua potable, pero el contenido de arsénico en su suministro de agua actual ha causado serias enfermedades de la piel.

La comunidad afirma que no quiere que se acabe la minería, solo que se lleve a cabo de manera responsable y que hay acuerdos para mitigar lo que se ha llamado el “impacto serio, progresivo e irreversible en su comunidad”.

https://www.sdpnoticias.com/local/guerrero/carrizalillo-protesta-minera-canadiense-equinox-gold-danos-dialogo-guerrero.html

Argentina

Reprimir al pueblo Mapuche: un debate pre-moderno

La permanente vigencia de la lucha de los pueblos originarios por una legislación que finalmente los ampare
Damián Andrada*
Mapuches FOTO: CEDOC PERFIL

Acontramano de quienes piden la represión y el desalojo de las comunidades Mapuche, el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Argentina reconoce a los indígenas como pueblos preexistentes y obliga al Estado a entregar tierras aptas para su supervivencia, al mismo tiempo que la Ley 26.160 impide desde 2006 los desalojos. Hoy, el conflicto se origina en el interés económico del sector inmobiliario, turístico, minero y agrícola-ganadero por ocupar las tierras de los pueblos originarios.

El debate público precisa que los medios nacionales acerquen sus micrófonos a los Mapuche, mientras que la globalización plurinacional del siglo XXI exige más y mejor política. La Patagonia queda lejos de la Ciudad de Buenos Aires y, más lejos aún, de sus medios de comunicación que miran la realidad desde el centralismo porteño.
Es la única explicación posible para entender por qué todavía no se escuchan voces indígenas para explicar el mal llamado “conflicto Mapuche”. Decimos que es equivocado llamarlo así porque los Mapuche no son el conflicto, el conflicto es del Estado Nación argentino: de nuestro país, nuestra nación y nuestro Estado, que se fundó sobre la base de un genocidio.
Estar orgulloso de esta tierra no implica desconocer los errores del pasado. Refutando a quienes piden represión para mover a los Mapuche de sus tierras, el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Argentina es bastante claro en “reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos”, es decir, existen desde antes de la independencia del Estado argentino en 1816. Pero, más importante aún, también señala su necesidad de tierras: “Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten.

Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones”. Como si un artículo de la Constitución fuera insuficiente, el 1° de noviembre de 2006, durante el Gobierno de Néstor Kirchner, se sancionó la Ley de Emergencia Territorial Indígena N° 26.160 que declara la emergencia territorial de las comunidades originarias y, en su artículo 2, suspende “la ejecución de sentencias, actos procesales o administrativos cuyo objeto sea el desalojo o desocupación de las tierras”. No es menor señalar que esta Ley de Emergencia fue prorrogada en 2009 y 2013 durante el primer y segundo mandato de Cristina Kirchner, y en 2017 bajo el gobierno de Mauricio Macri. Esto significa que la ley goza de un consenso pocas veces visto, dado que ha tenido el apoyo de tres presidentes de la República y de cuatro cuerpos legislativos que la votaron por unanimidad.

Como ordena la Ley 26.160, el Poder Judicial no puede autorizar el desalojo o la desocupación de las tierras que tradicionalmente ocupan. Resta aún cumplir con el segundo objetivo de la ley: realizar un relevamiento técnico, jurídico y catastral sobre las tierras que habitan las comunidades indígenas. Para ello es necesario que el Estado argentino destine recursos económicos.

Según un Informe de Amnistía Internacional, a 13 años de su sanción solo se ejecutó un 57% de los relevamientos y apenas el 38% fue concluido. Al desinterés de los gobiernos para completar este relevamiento se suma también el interés de las empresas del sector inmobiliario, turístico, minero y agrícola-ganadero por ocupar los territorios indígenas para usufructuarlos. Son lógicas antagónicas: mientras los pueblos originarios necesitan a la tierra para vivir, el capital económico utiliza la tierra para generar ganancias.

Desde la mirada occidental, es probable que muchos ciudadanos y ciudadanas valoren la lógica del capital. La pregunta es qué pensarían si mientras van al supermercado a hacer las compras, sus departamentos fueran ocupados por personas que aseguran haber comprado esa vivienda. Y que luego, el discurso del usurpador saliera en los medios de comunicación diciendo que el dueño legítimo es un violento que le quiere quitar su propiedad.

De este modo, lo que en los medios porteños aparece como “conflicto Mapuche” o se equipara con una “toma de tierras” en el Conurbano bonaerense, para el Pueblo Mapuche forma parte de un proceso de recuperación territorial que pone fin a una usurpación. Y a la lógica de la ganancia, oponen la lógica de la Ñuke Mapu (Madre Tierra, en mapudungún) y de sus ancestros: “Vamos a resistir hasta la última gota de sangre en el territorio por la memoria de todos nuestros weichafes. Por la memoria de Rafita Nahuel”.

Esto es lo que intenta explicar y traducir desde Río Negro el periodista Santiago Rey, una de las voces más respetadas para explicar el conflicto: “Lo que sí hay es intereses inmobiliarios y turísticos dentro del parque Nacional Nahuel Huapi y en la zona cordillerana patagónica. Tienen un enorme valor en temas turísticos, paisajísticos y energéticos. Y no hay nadie que defienda con más ahínco el estado natural que tiene la región como el Pueblo Mapuche, que es un pueblo perteneciente a esta tierra. No son los negocios inmobiliarios y, mucho menos, las empresas extractivistas y energéticas quienes protegen el medio ambiente. Por el contrario son estas comunidades Mapuche las que se han ido erigiendo en defensores de este territorio”.

Y estos son los discursos que hoy no están circulando en el debate público. Y que son necesarios escuchar. Menos presentes aún están las propias voces Mapuche. En su programa de radio del 31 de agosto, Ernesto Tenembaum optó por darle un enfoque diferente a las tomas de tierras en el Conurbano: entrevistó a Ana Rolón, una mujer que está ocupando un terreno en Guernica junto a sus hijos. “A mí me avergüenza como periodista, como argentino y como persona que vos tengas que vivir la situación que estás viviendo. Me da un dolor terrible y me parece que todo el mundo debería escuchar esta nota y sensibilizarse, habla muy mal de nuestra sociedad que vos estés teniendo que explicar lo obvio”, despidió el periodista a la entrevistada.

¿Cuánto más se enriquecería el debate si los medios y periodistas porteños recogieran los testimonios de los líderes y lideresas del Pueblo Mapuche, y sus comunidades en resistencia? ¿Cuánto más se enriquecería el debate público si el periodismo se preguntara si es justo que el Grupo Benetton tenga más de 900.000 hectáreas, es decir, 40 veces el tamaño de la Ciudad de Buenos Aires? El conflicto que el Estado argentino y los sectores empresariales tienen con el Pueblo Mapuche por la ocupación de sus territorios es complejo. Porque para los pueblos originarios la tierra es la vida. Y el intento de simplificar el problema criminalizando a las comunidades no ayuda.

Al contrario, agrava el conflicto. En 2017, el entonces Gobierno promovió el debate público en torno al “terrorismo mapuche”: construyó un enemigo interno junto a medios y periodistas afines que intentaron legitimar la represión de Gendarmería y Prefectura. Esa estrategia terminó con las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. A la luz de estos acontecimientos, el Presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, deberían repensar sus declaraciones. Por el contrario, quien sí parece comprender la complejidad del conflicto es el Presidente Alberto Fernández.

En su extensa entrevista en “A dos voces”, el periodista Marcelo Bonelli le consultó por los “ocupas” y los “vivos” del sur, ante lo cual el Presidente respondió: “La discusión es mucho más compleja. Y como quiero ser riguroso, soy cuidadoso. Nosotros tenemos un sistema legal que le reconoce a los pueblos originarios derechos. Y hay muchos pueblos originarios que dicen haber sido excluidos de las tierras donde originalmente estaban. Ese es un tema que hay que resolver. Y no se resuelve con violencia de ningún lado. Ni ocupando ni sacándolos a patadas. Hay que evitar la ocupación, claramente hay que evitarla.

Y tampoco la solución es sacarlos a patadas como algunos quieren”. Esta visión se refleja en “el camino del diálogo” propuesto por la Ministra de Seguridad Sabina Frederic, quien también es Doctora en Antropología Social. La mirada es compartida por la titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Magdalena Odarda, que como Senadora por Río Negro en 2018 presentó un proyecto de Ley de Propiedad Comunitaria Indígena. ¿El Presidente que declaró a internet como servicio público y decretó el cupo laboral trans, impulsará este proyecto de ley? ¿La prensa lo discutirá como posible solución a un conflicto histórico? Al igual que el resto de Latinoamérica, el Estado nación argentino se construyó bajó la muerte y usurpación de tierras indígenas.

Es un conflicto que lleva, por lo menos, dos siglos. Y es falso pensar que apareció en los últimos años. Al contrario: en los últimos años estamos observando el resultado de esconder durante décadas el conflicto. Y también estamos presenciando las consecuencias de las nuevas usurpaciones de tierras de las empresas transnacionales y las inmobiliarias con el aval del Estado nacional y provincial. ¿Cuánto más se enriquecería el debate público si el periodismo se preguntara si es justo que el Grupo Benetton tenga más de 900.000 hectáreas, es decir, 40 veces el tamaño de la Ciudad de Buenos Aires?   Pensar que la solución es la represión es un debate pre-moderno. Además de haber demostrado su ineficacia.

Lejos de las balas, la globalización plurinacional del siglo XXI exige más y mejor política. Más y mejor diálogo. No menos. La represión y la cárcel agravan el conflicto, como bien se observa del otro lado de la Cordillera de los Andes. El Estado argentino tiene aún tiempo para evitar que el conflicto escale, conformar mesas de diálogo, completar el relevamiento de las tierras indígenas que exige la Ley 26.160 y gestionar la entrega de tierras aptas para el desarrollo de los pueblos originarios que señala la Constitución Nacional.

* Magister en Ciencia Política y Sociología por Flacso Argentina, editor general de la revista Debates Indígenas y compilador del libro “Hacia un periodismo indígena”. (Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de «share» o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a perfilcom@perfil.com

https://www.perfil.com/noticias/opinion/damian-andrada-reprimir-pueblo-mapuche-debate-pre-moderno.phtml

Chile

Pascua Lama: Comunidades expresan preocupación por demora en divulgación del fallo

“Estamos en la segunda semana de septiembre y no hay dictamen.”

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El 2 de agosto de 2019 los jueces del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta llegaron a acuerdo sobre el fallo que confirmaría el Cierre Definitivo o no del Proyecto Pascua Lama por las faltas gravísimas en materia ambiental cometidas por la empresa Barrick. A más de un año y con diversos anuncios intermedios por parte del propio Tribunal sobre la pronta divulgación del fallo, no entendemos la razón de esta demora.

El último anuncio vino del propio presidente del Tribunal: el fallo se daría a conocer en agosto. Pero ya estamos en la segunda semana de septiembre y no hay dictamen. Ante esto, con fundada preocupación, declaramos lo siguiente a la opinión pública:

1- La evidente incertidumbre jurídica derivada del caso aumenta ostensiblemente con avisos oficiales incumplidos. Según la ley, el Tribunal dispone de un mes para redactar el fallo una vez tomado el acuerdo. En agosto de 2019 el Tribunal avisó que se demoraría cuatro meses, pero ya hemos superado un año de espera. Aunque entendemos que la crisis sanitaria ha perturbado el funcionamiento de todas las organizaciones, no es menos cierto que los Tribunales deben cumplir su quehacer en los tiempos y en la forma que los rigen, actuando con transparencia en cada una de las fases del proceso, sobre todo en un caso de tanta notoriedad pública como este.

2. Esta incertidumbre aumenta aún más considerando que Barrick es conocida por su manipulación e influencia a todo nivel en nuestro país. Incluso estando sancionada, ha mantenido gran notoriedad pública (particularmente en la Provincia del Huasco) durante este período, entregando donaciones y sumándose a campañas y proyectos ligados a la reactivación económica. No podemos dejar de ver en ello evidentes presiones y aprovechamiento político de la actual pandemia, en un afán por aparecer como benefactora para que las autoridades correspondientes la excusen de sus faltas y le permitan “legal y arbitrariamente” seguir explotando la naturaleza, destruyendo glaciares, flora y fauna, y contaminando las aguas.

3. Particularmente, muchas autoridades de Gobierno –desde el presidente de la República hasta alcaldes locales– han prestado su apoyo a Barrick, situación que ya hemos denunciado. Más que agradecimientos, parecen verdaderas campañas de limpieza de imagen con la presencia de autoridades en ceremonias ampliamente cubiertas por los medios de comunicación.

4- Expresamos con fuerza y convicción que las pruebas contundentes de daños gravísimos a los ecosistemas y comunidades de este Valle provocados por Barrick, y que están comprobados en la exhaustiva investigación realizada durante cinco años por la Superintendencia del Medio Ambiente, obligan al Tribunal Ambiental a ratificar el cierre definitivo de Pascua Lama. Como comunidad que se resiste a morir, no podemos aceptar otro resultado.

5. Seguimos en alerta máxima, esperanzados en que la tortura que ha significado este proyecto termine de una vez por todas. Continuamos con la campaña por el Cierre Definitivo de Pascua Lama y seguimos pidiendo más que nunca todo el apoyo de las comunidades y pueblos hermanxs para que por fin se CLAUSURE ESTE PROYECTO DE MUERTE y nunca más se vuelva a replicar algo similar en otro lugar. Para hacerte parte de la campaña, sigue a la Asamblea Guasco Alto en Facebook e Instagram.

¡Fuera de Chile, Perú y Argentina, Fuera la Barrick de América Latina!

EL AGUA VALE MÁS QUE EL ORO #CierreDefinitivodePascuaLama

Asamblea por el Agua del Guasco Alto

Contacto: Constanza San Juan +56962413008/guascoaltocomunicaciones@gmail.com

Chile, Litio

Enami lanza licitación para desarrollar nuevos salares

09/09/2020
Salar pedernales

Es un proceso de concurso público para llevar a cabo la prospección hidrogeológica de dichos yacimientos.

En el marco de la estrategia de desarrollo del litio, la Enami lanzará hoy un proceso de licitación pública para la prospección hidrogeológica en sus salares Infieles y Aguilar, ubicados en la Región de Atacama. Se trata de un paso clave en avanzar hacia la explotación de dichos yacimientos, ya que con este estudio la estatal podrá contar con información más precisa del comportamiento de este tipo de salares, y de forma preliminar establecer el potencial de reservas de litio.

El objetivo es maximizar los recursos que provienen de estos depósitos en medio del boom que se espera para el mineral hacia 2025, donde la industria apunta a una demanda por un millón de toneladas de litio a nivel mundial. La estatal estima que poner en marcha la explotación de estos salares tardaría unos cinco años.

“Fomentar la minería no metálica es una tremenda oportunidad, pues no solo nos permitirá avanzar hacia la diversificación de nuestra cartera productiva, sino que también presenta un escenario positivo para la configuración de encadenamientos productivos regionales, generando un significativo aporte en el progreso de las economías locales”, explicó Robert Mayne-Nicholls, vicepresidente ejecutivo de Enami.

Entre las principales actividades que busca desarrollar a través de esta licitación figura la ejecución de muestreos hidroquímicos, geofísica y modelamientos hidrogeológicos conceptuales. Estos reconocimientos tendrán una duración aproximada de seis meses. En paralelo, la estatal cuenta con un acuerdo con la startup Lilac Solutions, firma ligada al empresario norteamericano, Bill Gates, que busca probar en Chile su tecnología, la que reduciría sustancialmente el uso de agua y tiempo en el proceso de extracción del mineral.

El ministro de Minería, Baldo Prokurica valoró la iniciativa y comentó: “Con este anuncio, Enami entra oficialmente a la carrera por el litio, respondiendo al llamado por el Presidente y al acuerdo del directorio. Esta es una gran noticia para Chile, pues con este anuncio las dos empresas públicas mineras del país están desarrollando sus pertenencias de litio”.
Fuente: El Mercurio

Enami lanza licitación para desarrollar nuevos salares

Chile, Litio

Corfo reclama a Albemarle incumplimientos de pagos en contrato por casi US$ 11 millones

09/09/2020
Estatal señala que la firma modificó este año la forma de pago de comisión en un convenio por producción y comercialización de litio, y analiza pasos a seguir.

Un nuevo conflicto en la industria del litio se viene fraguando sigilosamente en medio de la pandemia. Los protagonistas son Corfo y Albemarle quienes hace sólo dos años se enfrentaron en un arbitraje por no lograr un entendimiento respecto a una definición del precio preferente del 25% de su producción de litio, cuyo objetivo era implementar una industria de valor agregado en Chile.

Esta vez, la agencia estatal reclama a la competidora de SQM en el Salar de Atacama por incumplimientos en pagos por un contrato, deuda que alcanzaría casi US$ 11 millones.

El caso se remonta a un convenio básico que el 13 de agosto de 1980 suscribió Corfo con la entonces empresa Foote Minerals Company (actual Albemarle Lithium). El objetivo era desarrollar el proyecto de litio en el Salar de Atacama en parte de dichas pertenencias y de constituir una sociedad para la producción y venta de productos de litio, libre del pago de regalías o de otros cargos, y para la comercialización de productos de magnesio que se extraigan y procesen a partir de las salmueras. En este último caso, sujeta al pago de una comisión sobre el precio de venta.

En ese contexto, Foote Minerals Company y Corfo crearon la Sociedad Chilena de Litio Ltda. -SCL, luego Rockwood Litio Limitada y actual Albemarle Limitada-, con una duración igual al plazo necesario para explotar, producir y vender 200 mil toneladas métricas de litio metálico equivalente, estableciéndose un plazo inicial de 30 años, prorrogables automáticamente por plazos sucesivos de cinco años cada uno. Luego, Corfo dejó de ser parte de esta sociedad.

Pese a todo, el convenio básico se encuentra vigente y ha sufrido diversas modificaciones, siendo la última de ellas el denominado “anexo al convenio básico” que se firmó el 25 de noviembre de 2016. Entre algunos de los ajustes que se zanjaron fue que Corfo autorizó a Albemarle una nueva cuota para la producción y comercialización de litio, adicional a la ya existente, asociada a nuevas inversiones para expandir la capacidad productiva de la compañía.

Así, en ese anexo se estableció que Albemarle pagaría a Corfo una comisión sobre las ventas de productos de litio y demás productos extraídos del Salar de Atacama.

¿Cómo se define el pago? Para el cálculo de la comisión deben aplicarse reglas orientadas a que el precio que sirve de base de cálculo para la aplicación de la comisión, sea el valor que haya sido efectivamente pagado por el producto respectivo a Albemarle o a sus partes relacionadas por un tercero no relacionado.

En el caso que exista una concentración de ventas de Albemarle a terceros relacionados, la comisión correspondiente al trimestre respectivo se pagará sobre un precio provisional, reliquidándose las diferencias positivas con el cálculo de la comisión sobre la base del precio que fije un experto independiente.

La última palabra para la designación de este perito la tiene Albemarle quien elige a partir de una terna propuesta por la agencia estatal. Aunque puede cambiar el nombre en el futuro, en los últimos dos trimestres se ha elegido a Francisco Parro.

Y aunque desde la entrada en vigencia de este anexo en enero de 2017 se aplicó el contrato sin mayores problemas, estableciendo como precio provisional de pago de la respectiva comisión -ante la concentración de ventas de Albemarle- aquel que definía el perito para el trimestre anterior, las cosas cambiaron este año.

Según asegura Corfo al ser consultada por la aplicación de este contrato, “en el primer trimestre de este año Albemarle tomó la decisión de pagar el monto de la comisión provisoria, correspondiente al primer trimestre de 2020, de acuerdo a lo que ellos consideraron era el ‘espíritu del Anexo’, no tomando como referencia el valor definido por el perito, como se había realizado hasta esa fecha”.

“Corfo considera que los contratos son una ley para las partes y, por tanto, no es aceptable que Albemarle decida por sí y ante sí modificar la forma de pago de la comisión”, afirma.

De acuerdo a la agencia estatal, Albemarle adeuda a la fecha US$ 10,9 millones, que corresponde a la suma de las diferencias a favor de Corfo de US$ 7 millones del primer trimestre y de US$ 3,9 millones del segundo trimestre de este año.

Corfo explica que, cuando se detectaron las diferencias a principios de mayo, realizó un reclamo formal impugnando la liquidación de pago. Pero, según la estatal, “Albemarle entregó una respuesta basada en su propia interpretación de la cláusula respectiva”, cuyos argumentos se basan en el “espíritu del contrato”. Por lo tanto, agrega, “esta vía del diálogo no ha sido satisfactoria”.

“Corfo debe velar siempre por el interés público comprometido en la correcta ejecución y cumplimiento del contrato celebrado, así como en el resguardo del patrimonio fiscal, estando impedida de realizar acciones que excedan los términos y contenido de los contratos celebrados, como pretende la empresa al querer imponer una interpretación que difiere de la forma en que, hasta la fecha del incumplimiento, las partes habían venido cumpliendo sus obligaciones”, enfatiza.

¿Se inicia nuevo arbitraje?
Desde Corfo reconocen que con Albemarle nunca ha habido una situación de incumplimiento en los pagos de las comisiones por venta de productos. “En materia de ejecución contractual no se sientan ‘precedentes’. Acá hay un problema puntual que tenemos con Albemarle relativo a una interpretación que ellos quieren dar a una cláusula del contrato. En ese sentido, debemos solucionarlo de la forma como el contrato señala”, dicen.

Sin embargo, los acercamientos entre las partes estarían en punto muerto, por lo que la estatal estaría analizando sus pasos a seguir. Las alternativas para zanjar la disputa están en el propio contrato que, si bien no contempla sanciones o cláusulas penales, sí consigna una cláusula de arbitraje para la resolución de conflictos ante la Cámara de Comercio Internacional (CCI).

Consultado, Albermarle declinó referirse al respecto.

Bitran: “El no pago es un incumplimiento grave”

Quien conoce este tipo de controversias es el exvicepresidente de Corfo, Eduardo Bitran. Consultado, sostiene que el conflicto tiene similitudes con el episodio entre la Corporación y SQM en 2013, donde la estatal inició acciones judiciales contra la minera no metálica por incumplimientos de contratos.

Ante este contexto, Bitrán plantea que se deberían tomar acciones legales similares. “El no pago es un incumplimiento grave del contrato, Corfo tiene las herramientas jurídicas para actuar en esta materia y es algo que deben estar estudiando para actuar”, recalca, agregando que “Corfo tiene que buscar que se pague lo que corresponde”.

Desde Corfo precisan que el monto adeudado en relación al presupuesto total vigente de la Corporación representa cerca de un 1%, siendo de todas formas relevante dado los recortes presupuestarios que se han realizado por la crisis sanitaria.

“Más allá del impacto que dicha deuda pudiera provocar, lo relevante acá es que sea cual sea el monto, Corfo está obligada a defender el patrimonio fiscal y a hacer valer siempre la correcta ejecución y cumplimiento contractual”, advierten.
Fuente: Diario Financiero

Corfo reclama a Albemarle incumplimientos de pagos en contrato por casi US$ 11 millones

Colombia

Gaviria denunciará exploración en Páramo de Santurbán ante Corte IDH

El expresidente y jefe del Partido Liberal señaló que crearon una comisión para instaurar demandas.
En el 2014, la Resolución 2090 determinó que el límite más bajo del páramo de Santurbán se halla a 3.100 metros sobre el nivel mar.
Foto:María Teresa Santos / Archivo Particular
ELTIEMPO.COM
08/09/2020
El Partido Liberal anunció que creó una comisión para instaurar demandas en Colombia y ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos para «defender el agua de la explotación de oro que se quiere hacer en Santander», específicamente en el páramo de Santurbán.

Congresistas de este partido señalaron que junto al abogado Manuel José Cepeda y el exministro Manuel Rodríguez radicarán la próxima semana sendas denuncias ante la opción de explorar oro en cercanías del páramo.

“No vamos a permitir que en páramos y reservas naturales se practique la minería. El Partido Liberal hizo aprobar hace varios años la ley de protección de páramos para evitar que se sigan llevando el agua y minerales de nuestros reservas naturales, en esta ocasión vamos a proceder jurídicamente para oponernos a esta explotación“, indicó el expresidente liberal.

En su octavo congreso, realizado el mes pasado, esta colectividad aprobó asumir la defensa jurídica del páramo de Santurban por unanimidad.

Desde hace varias semanas revivió el debate en el Congreso sobre el futuro del páramo de Santurbán. La plenaria del Senado aprobó, por unanimidad, la creación de una comisión accidental que se encargará de hacer seguimiento a las actuaciones del Gobierno Nacional para la preservación de esta importante reserva natural de Santander y Norte de Santander.

En Colombia está prohibida la minería en páramos. Sin embargo, debido al proyecto de minería a gran escala que tiene contemplado Minesa en zonas de influencia del páramo de Santurbán, quienes están en contra del proyecto aseguran que en la zona de influencia del este está el subpáramo y el bosque altoandino, ecosistemas importantes que se conectan.

Según la empresa Minesa, “el proyecto está a 2.600 metros sobre el nivel del mar (m. s. n. m.) y desciende hasta los 2.200 m. s. n. m., fuera del área protegida del páramo de Santurbán, que, según la Resolución 2090 de 2014 del Ministerio de Ambiente, está entre los 3.100 y 2.800 m. s. n. m”.

Es decir, efectivamente está fuera de la delimitación actual del páramo. Sin embargo, el argumento de quienes están en contra es que se haría en ecosistemas igual de importantes que se conectan.
https://www.eltiempo.com/politica/partidos-politicos/cesar-gaviria-denunciara-exploracion-en-paramo-de-santurban-ante-organismos-internacionales-536565

Internacional, Litio

Litio: Albemarle y Departamento de Energía de EE.UU. trabajarán en proyectos de investigación

La empresa minera contará con apoyo del gobierno estadounidense en dos proyectos de investigación de litio por los próximos tres años. El foco estará puesto en el desarrollo de baterías.
08/09/2020
Minería Chilena

La norteamericana Albemarle anunció que trabajará en conjunto con el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE por sus siglas en inglés) para impulsar dos proyectos de investigación con el litio como mineral protagónico.

El primer proyecto, en colaboración con Argonne National Laboratory, corresponde a “Procesamiento avanzado de salmuera para permitir la independencia del litio de EE.UU.”. Esta investigación buscará el desarrollo de una tecnología novedosa que proporciona una nueva ruta de producción. Esto permite la eliminación de pasos del estado del arte actual técnico, con el objetivo de pasar directamente de cloruro de litio a hidróxido de litio.

El segundo proyecto se llevará a cabo en asociación con el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico y consiste en la “Ampliación de la producción individual de alto rendimiento para cátodos cristalinos ricos en níquel con sales de litio avanzadas“. Este proyecto acelerará la comercialización de cátodos de alta energía para mayor duración de la batería en la aplicación de vehículos eléctricos (EV).

“Nos sentimos honrados de que el DOE seleccione estos dos importantes esfuerzos de investigación en asociación con el Laboratorio Nacional Argonne y Pacific Northwest National Laboratory “, expresó Glen Merfeld, vicepresidente y director de Tecnología de Litio.

“La ejecución exitosa del primer proyecto permitirá una utilización más eficiente del recurso de salmuera de litio en el área de Clayton Valley de Nevada, y una nueva vía hacia un material de litio crítico. La tecnología también podría ayudar a que las salmueras geotérmicas y de yacimientos petrolíferos de EE.UU. sean más económicas, incluyendo nuestras reservas de salmuera en Magnolia, Arkansas. En el segundo proyecto, aprenderemos cómo las sales de litio adaptadas pueden mejorar aún más el rendimiento del cátodo, lo que lleva a una mayor densidad energética y una vida útil más larga en baterías de iones de litio”, puntualizó Merfeld.
https://www.mch.cl/2020/09/08/litio-albemarle-y-el-departamento-de-energia-de-ee-uu-trabajaran-en-proyectos-de-investigacion/

Internacional

Covid-19 y su impacto en la minería global

De acuerdo a estimaciones de S&P Global Market Intelligence, durante el primer semestre de 2020, 275 faenas en 36 países registraron algún tipo de interrupción en sus operaciones debido a la pandemia. Sin embargo, el valor de mercado de las compañías sigue subiendo, y a junio, registraron un crecimiento medio de 10,7% en comparación al mes anterior.
08/09/2020
Minería Chilena
Artículo elaborado por el Centro de Estudios del Cobre y la Minería

Si bien la pandemia producida por el Covid-19 no ha dado tregua a los países y a los distintos mercados, las empresas mineras han buscado estrategias para seguir operando sin descuidar la salud de sus trabajadores, ayudados, en parte, por ser declarados como un sector esencial en países de América Latina, Canadá o Sudáfrica.

Sin embargo, y de acuerdo a S&P Global Market Intelligence, durante el primer semestre de 2020, 275 faenas alrededor del mundo registraron algún tipo de paralización, lo que afectó en alguna medida, su producción. De acuerdo a estimaciones de la entidad, el impacto de esto sería de menos del 5% de la producción total anualizada.

El optimismo en torno a las medidas económicas que el gobierno chino ha anunciado para reactivar la economía y las primeras medidas de desconfinamiento que han permitido la reactivación de la economía, han impulsado el valor de ciertos metales. El cobre, el hierro, el oro o la plata, son algunos de los minerales que han registrado un alza en sus valores, empujados por la menor oferta, lo que ha ayudado a amortizar la crisis producida por la pandemia.

“El balance de riesgos será a la baja y la recuperación de los precios de muchos metales sigue siendo frágil. Dado que las interrupciones del suministro son inciertas, esperamos que el segundo semestre esté impulsado por la demanda y, en particular, por la trayectoria y magnitud de la recuperación a medida que las principales economías se reactivan”, señalaron analistas de la entidad.

Por otro lado, el valor de mercado de las compañías mineras a nivel mundial a junio registró un crecimiento medio de 10,7% en comparación con el mes anterior, de acuerdo a los análisis de S&P. En ese contexto, 21 de las 25 empresas mineras más grandes en términos de capitalización de mercado registraron ganancias durante ese mes.

Pero, ¿cómo ha afectado el Covid-19 a algunas de estas compañías? Revisamos los estados de resultados de BHP, Teck, Vale, Freeport, Rio Tinto y Anglo American, para dilucidar el real efecto de la pandemia en sus resultados y producción.

El golpe de la pandemia
BHP
De acuerdo al reporte anual del año fiscal finalizado el 30 de junio de 2020, BHP reportó un impacto en sus operaciones por la pandemia de US$ 348 millones (antes de impuestos), lo que “representa los siguientes impactos: menores volúmenes en nuestras operaciones activas por US $ 112 millones; cierres temporales en nuestras inversiones contabilizadas en el patrimonio no operativos (Antamina y Cerrejón) de US $ 53 millones; y costos adicionales incurridos en nuestros activos operativos, tales como costos de reubicación temporal, tamizaje e higiene por US $ 183 millones (ítem excepcional)”.

La australiana informó además que se espera que la producción de cobre equivalente de todas sus faenas para el año fiscal 2021 fuese ligeramente inferior a la del 2020, debido al impacto de la reducción de sus dotaciones en operaciones.

En cuanto a los proyectos, BHP cuenta con una cartera compuesta por seis iniciativas en desarrollo, en petróleo, cobre, hierro y potasa, con un presupuesto combinado de más de US$11.400 millones. De acuerdo a la compañía, de estas iniciativas, la que tendrá atrasos será el proyecto ubicado en Chile, Spence Growth Option, que pese a seguir avanzando en su construcción, se espera que la primera producción se concrete entre diciembre de 2020 y marzo de 2021, debido a las medidas adoptadas por la compañía para reducir la propagación del Covid-19.

Rio Tinto
“Hemos sido ágiles y adaptamos nuestra forma de trabajar, para entregar otro desempeño resistente mientras navegamos por los nuevos y continuos desafíos con los que debemos lidiar por el Covid-19”, explicó Jean-Sébastien Jacques, CEO de Rio Tinto, en el reporte de resultados.

Esta informó que, al cierre del primer semestre de este año, la producción de cobre de mina alcanzaba los 266 ktons, un 5% menos que en el primer semestre de 2019, por efecto de la pandemia. En cuanto a la producción de cobre refinado, la caída fue aún mayor, alcanzando en la primera mitad del año las 74 ktons, un 43% menos que en igual periodo en 2019. Esto se dio en parte no sólo por el coronavirus, sino que también por un sismo 5.7 que afectó la operación de Kennecott, que debió paralizar su fundición. A este hecho se sumó la paralización de 45 días para realizar una mantención programada.

Además, la compañía informó que ante el complejo escenario que han debido enfrentar por la pandemia, se generó un Ebitda de cerca de US$ 9.600 millones, una caída del 6% respecto a igual periodo en 2019.

En relación a otros metales como el mineral de hierro, Rio Tinto informó que el envío de éste aumentó en un 3% en comparación con el primer semestre del año pasado.

En contraste, la producción de aluminio sí se vio afectada por la pandemia, en términos de una reducción de la demanda de productos de valor agregado, donde la demanda global de aluminio primario se redujo en aproximadamente un 7%.

Teck
“Seguimos enfocados en proteger a nuestra gente y a las comunidades, mientras continuamos operando responsablemente y de forma segura para apoyar la recuperación económica tras la pandemia”, dijo Don Lindsay, presidente y CEO de la canadiense Teck, en el reporte de resultados correspondiente al segundo trimestre del año. “Tomamos medidas durante el trimestre para fortalecer aún más nuestra posición financiera, reducir costos y posicionar a Teck, para mejorar significativamente los márgenes hacia fines de 2020 y principios de 2021 a medida que completamos grandes proyectos de capital».

La compañía informó que todas sus faenas se encuentran produciendo, y que sí se ha visto un impacto económico, el que se ha traducido en la caída de la demanda y de los precios de algunos de sus productos.

Esto se ha visto a su vez, en la caída del Ebitda de la compañía, que alcanzó los CAD$ 485 millones, resultados bastante inferiores a los registrados en el mismo trimestre en 2019, donde el Ebitda fue de CAD$ 1.264 millones.

Teck informó que los costos asociados a la pandemia, alcanzaban los CAD$260 millones durante el segundo trimestre del año, donde CAD$ 185 millones correspondieron a costos anormales incurridos por la desmovilización temporal de Quebrada Blanca 2, el cierre temporal de las operaciones de Antamina y la reducción de los niveles de producción en todas sus operaciones a principios del trimestre. Además, CAD$ 75 millones se relacionaban a costos de préstamos que de otro modo se habrían capitalizado para QB2, proyecto que estuvo cerca de 5 meses detenido y que hoy está parcialmente reactivado.

Anglo American
A fines de julio, la compañía Anglo American presentó los resultados financieros al primer semestre del año. “La primera mitad de 2020 ha puesto a prueba a la sociedad hasta sus límites y me alienta, y me enorgullece, cómo nuestra gente se ha unido para hacer lo que es correcto para los demás, para nuestra empresa y para la sociedad en general”, señaló Mark Cutifani, CEO de la minera.

Para fines del primer semestre, la empresa informó que estaban operando con un 90% de capacidad -a diferencia de marzo y abril, donde su capacidad de funcionamiento era en torno al 60%-, generando en lo que va del año un Ebitda de poco más de US$ 3.400 millones, una caída de 39% respecto al mismo periodo de 2019.

El impacto de la pandemia en su producción alcanzó una caída general de 11% y una disminución del 16% en los ingresos. La empresa informó que estas reducciones “fueron parcialmente compensadas por el sólido desempeño de nuestras operaciones de mineral de hierro en Brasil y cobre en Chile”.

Respecto a esto, la empresa destacó la operación de mineral de hierro Minas-Rio en Brasil, y a Collahuasi en Chile, que ayudaron a mitigar la disminución general de la producción al 11% sobre una base equivalente de cobre. Como contraste, el Covid-19 afectó la producción de PGM, De Beers Kumba y Thermal Coal en África, pasando de un nivel de producción de alrededor del 60% de la capacidad en abril, a un 90% para fines de junio.

La producción de diamantes en bruto de De Beers disminuyó un 27%, a 11,3 millones de quilates en relación a junio de 2019, donde se alcanzó una producción de 15,6 millones de quilates. Por su parte, la producción de cobre disminuyó un 2%, a 313.900 toneladas, en comparación con la producción alcanzada al 30 de junio de 2019, la que fue de 320.200 toneladas.

Freeport McMoRan
“Priorizamos el bienestar de nuestra fuerza laboral y las comunidades donde operamos mientras ejecutamos nuestra estrategia para crecer en los volúmenes de producción y gestión eficaz de costes y gastos de capital para aumentar los márgenes y flujos de caja”, señaló Richard Adkerson, presidente y CEO de Freeport, en el informe de resultados al primer semestre de 2020.

Los ingresos de la compañía alcanzaron los US$5.852 millones durante el primer semestre del año, bastante inferiores a los US$7.338 millones alcanzados en 2019 en el mismo periodo.

Asimismo, el reporte indica que sus ventas consolidadas durante el primer semestre del año totalizaron los 1.488 millones de libras de cobre, 103 millones menos que en el mismo periodo en 2019. La compañía explicó que el impacto de la pandemia fue en parte responsable de esta caída, que mantuvo detenida su operación Cerro Verde en Perú, por órdenes del gobierno de ese país para contener la propagación del virus.

La compañía informó, además, que tuvieron un alza en la producción de oro al alcanzar las 347 mil onzas, 21 mil más que en 2019. En cuanto a molibdeno, su producción alcanzó los 38 millones de libras, 10 millones menos que en mismo periodo del año anterior.

Vale
“La producción en todos los negocios de Vale enfrentó impactos debido al COVID-19”, explicó la compañía brasileña a través de los estados de resultados correspondientes a este segundo trimestre.

Durante este periodo, la empresa informó un Ebitda de US$6.253 millones durante el primer semestre del año. Cabe mencionar que estos resultados implicaron un alza de un 156% en relación a 2019, cuando se registró un Ebitda de US$2.446 millones, debido al accidente ocurrido en la presa Brumadinho, en el estado de Minas Gerais al sureste de Brasil. Este hecho implicó un desembolso de US$6.036 millones por parte de la compañía, lo que afectó su desempeño.

Vale informó además que, en los primeros seis meses de 2020, el impacto de la pandemia COVID-19 en los costos y gastos fue de US$112 millones, de los cuales, US$85 millones se utilizaron para combatir la pandemia y US$27 millones fue por el aumento de costos en operaciones.

Varias de sus operaciones tuvieron que detenerse o ralentizarse, debido a las medidas de seguridad tomadas por la compañía para hacer frente al contagio, que ha golpeado especialmente a Brasil.

Sobre su producción de mineral de hierro, durante el primer semestre del año alcanzó los 127 millones de toneladas, un 7,1% menos que en igual periodo en 2019, donde la producción alcanzó los 136 millones de toneladas. En cuanto a la producción de cobre, la compañía informó que durante el primer semestre alcanzaron las 179 mil toneladas de mineral, 6,8% menos que el año pasado.

Sin embargo, sí registró un alza de 12,8% en la producción de níquel debido a un mejor desempeño de su refinería North Atlantic, pasando de 99.8 millones de toneladas, a 112 millones este 2020.
https://www.mch.cl/2020/09/08/covid-19-y-su-impacto-en-la-mineria-global/