Litio, Mexico

Nacionalización del litio en México generaría éxodo de inversionistas

Tomado de: Bnamericas
30/04/2021
Las propuestas para nacionalizar la minería de litio en México conducirán a un retroceso de las inversiones y detendrán el progreso del establecimiento de la incipiente industria, según lo señalado por un grupo comercial.

La asociación de ingenieros de minas AIMMGM dijo que se necesita una inversión sustancial para explorar y desarrollar los recursos de litio en el país, que se concentran en 57 localidades.

México no tiene activos productores de litio.

«Se requieren millones de dólares primero para explorar y segundo, si la explotación resulta exitosa, para extraer minerales», afirmó la asociación a través de Twitter.

“Al nacionalizar los proyectos de litio se ahuyentaría la inversión nacional y extranjera para investigar estos recursos. El Gobierno Federal no dispone para inversiones de riesgo”, añadió.

INCERTIDUMBRE POLÍTICA

La advertencia se produce en medio de la incertidumbre sobre el estado actual de las propuestas de nacionalización.

El senador Alejandro Armenta, del partido oficialista Morena, presentó en noviembre una iniciativa al Senado en la que pedía que el litio sea considerado propiedad exclusiva de la nación y su producción sea controlada por el Estado.

La medida, criticada por actores de la industria minera, tiene como objetivo garantizar que México obtenga el máximo beneficio de sus abundantes recursos de litio, cuya demanda aumentaría en los próximos años gracias al auge de los vehículos eléctricos.

El presidente Andrés López Obrador aún no se pronuncia sobre el tema que ha dividido al partido Morena.

“Vamos a seguir revisando qué posibilidades hay para llevar a cabo la nacionalización de este recurso. Hay que ver de qué se trata bien, qué potencial tiene, revisarlo”, declaró AMLO en marzo.

Sin embargo, el mandatario planteó la posibilidad de una posible expropiación de activos de litio y señaló que tal decisión no se tomaría a la ligera.

Muchos expertos coinciden en que la nacionalización no afectaría las concesiones existentes.

Bacanora Lithium, cuyo proyecto Sonora –una empresa de riesgo compartido en partes iguales con Ganfeng Lithium– es el activo de litio más grande y avanzado de México, ha expresado su confianza en que el gobierno mexicano respetará sus inversiones.

UN TONO MÁS SUAVE

Más recientemente, el presidente ha sugerido que podría estar de acuerdo con un enfoque más suave, y que el gobierno podría evaluar formas de aumentar los beneficios para el Estado en lugar de optar por la nacionalización o la expropiación de activos.

“Estamos analizando la posibilidad de tener una mayor participación en lo de la explotación del litio, vamos a seguir revisando la importancia para nuestra economía de explotar este recurso natural”, manifestó López Obrador a los periodistas en marzo durante la visita del presidente boliviano, Luis Arce.

AMLO ya detuvo la adjudicación de nuevas concesiones minerales en México, incluido el litio, no obstante, no se espera que las concesiones existentes se vean afectadas, de acuerdo con lo señalado por la consultora londinense IHS Markit a principios de abril.

“La cancelación de concesiones y acuerdos de exploración existentes es poco probable debido a la necesidad de conocimientos técnicos de empresas extranjeras; sin embargo, es probable que se negocien mayores contribuciones financieras”, indicó la firma.

La probabilidad de que el gobierno adopte medidas para una mayor participación estatal durante el resto del mandato de AMLO aumentará si Morena conserva su mayoría en la Cámara Baja en las elecciones de medio término programadas para junio, agregó IHS.

ACTIVIDAD MINERA

La incertidumbre política no ha detenido la inversión en los activos mexicanos de litio, con varias empresas que siguen adelante con sus proyectos.

Bacanora alista la primera producción en Sonora para 2023. La construcción debiera comenzar el 2S, dijo la compañía en marzo.

Hitos recientes incluyen la obtención por parte de Bacanora de su participación de 50% en el financiamiento para avances de ingeniería y proyectos, y el inicio de las obras en el sitio.

Bacanora también planea una expansión de la etapa 2 de US$380 millones en Sonora para duplicar la producción a 35.000t/a de carbonato de litio.

Otros activos de litio permanecen en una etapa mucho más temprana.

Advance Gold anunció los resultados de un programa de muestreo en los 13 salares que adquirió este año en la zona central de México. Destacan 1,91% de potasio, 650 partes por millón (ppm) de boro y 620ppm de litio.

One World Lithium también anunció el inicio de un programa de perforación en su proyecto Salar del Diablo el 21 de abril.
https://www.bnamericas.com/es/reportajes/nacionalizacion-del-litio-en-mexico-generaria-exodo-de-inversionistas
https://www.dossierpolitico.com/vernoticias.php?artid=249581&relacion=&tipo=Noticias&categoria=1

Mexico

Proyectos de minería a cielo abierto continúan en Veracruz

29/04/2021
Por Vanguardia de Veracruz
Xalapa, Ver.- La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA) dio a conocer qué continuarán con los proyectos llamando a la resistencia civil.

De acuerdo con Emilio Rodríguez Almazán, integrante de la Asamblea, dijo que los proyectos de minería a cielo abierto continúan en Veracruz y se siguen expidiendo permisos para la exploración de minas de oro, plata y cobre.

“Vamos a continuar difundiendo y en una asamblea se tomaron acuerdos como: fortalecer la resistencia que están haciendo en Naolinco de manera activa, defendiendo su río de la contaminación.”

Refrió que van a ampliar el movimiento hacia la sierra, ahora Naolinco y Yecuatla para que de esta manera se sumen más municipios libres de minería.

“Queremos hacer todo un movimiento en esa sierra y mantener la unidad en tiempos electorales para avanzar en nuestro propósito”.

Mencionó que en Veracruz, en la zona de Alto Lucero y Actopan, están los proyectos de cobre y de la mina Caballo Blanco.

Sin embargo, a inicios de este año otro par de empresas que se ubican en Las Minas y Tatatila han declarado que encontraron El Dorado, que traerá progreso.

Indicó que el sistema jurídico mexicano permite a las empresas mineras hacer uso del territorio de manera violenta.

Dichos proyectos preocupan mucho a la Asamblea porque están en la cabeza de la cuenca Bobos-Nautla, que es el río más limpio de este estado.

Subrayó que al permitirse la explotación que se pretende hacer es para extraer oro, plata y cobre también y esos dos proyectos sería un daño incalculable para todos los habitantes de dicha cuenca.

Alertó que, en la sierra norte del Estado, específicamente en Huayacocotla, los activistas están denunciando que existen proyectos para la extracción de minerales en aquella región.

“Las mineras no paran, las finanzas no paran, Wall Street no para y los intereses ahí continúan”.

Para finalizar dijo que la Semarnat es la autoridad competente y ha otorgado permisos para explorar en dichos territorios.
Por Gloria Bañuelos

Proyectos de minería a cielo abierto continúan en Veracruz

Litio, Mexico

La fiebre del litio en México: Morena mira a Bolivia en su propuesta para nacionalizar el recurso natural

La iniciativa privada sigue de cerca el proyecto en el Senado y confía en que el Gobierno de López Obrador respete las concesiones otorgadas para explotar los yacimientos
El salar de Uyuni, en Bolivia, es uno de los mayores yacimientos de litio en el planeta.picture alliance / picture alliance via Getty
Almudena Barragán
18/04/2021
Hace menos de tres años México recibía una noticia insólita: en medio de la Sierra Madre Occidental, en Sonora, casi en la frontera con Estados Unidos, una empresa encontraba el yacimiento de litio más grande del mundo. Este metal con el que se fabrican baterías para la mayoría de equipos electrónicos, desde un auto hasta un celular, también se utiliza para producir cerámica, medicamentos antidepresivos y es un insumo básico de la industria nuclear. La concesión minera en el pueblo de Bacadéhuachi (979 habitantes), en manos de la empresa inglesa Bacanora Lithium y la china Gangfeng, despertó el interés de los inversores y las promesas de futuro de los políticos. Mientras el litio se encumbra como “el nuevo petróleo”, las partes buscan sacar beneficio de un potencial negocio de miles de millones de dólares. El yacimiento de Sonora tiene reservas probables de 243 millones de toneladas de minerales, según la empresa. Todavía la distancia entre la realidad y las ambiciones es amplia.

En medio de la fiebre del litio, Morena, el partido en el poder, ha presentado una iniciativa en el Senado inspirada en el modelo boliviano de nacionalización para que los beneficios se queden en México. El senador Alejandro Armenta, impulsor del proyecto de ley, considera que la explotación podría ser muy ventajosa para el país ahora que los precios se han recuperado 88% en lo que va de año y rozan los 12.000 dólares la tonelada. “Lo que hoy vale el litio en México es 4,5 veces el valor de la deuda externa soberana, que asciende a 11 billones de pesos. Ahí está una respuesta para darle solución al desastre económico que tenemos en nuestro país”, dijo en declaraciones a la agencia EFE.

Aunque todavía no hay muchos detalles, la propuesta va en línea con el discurso de soberanía energética y nacionalismo que defiende el Gobierno del presidente López Obrador, reacio a la participación de empresas privadas y extranjeras en el sector. Los funcionarios del partido en el Gobierno a favor de la nacionalización del litio planean seguir los pasos de Bolivia en 2008, dos años después de la llegada de Evo Morales al poder. Armenta entregó al presidente boliviano Luis Arce una copia de la iniciativa sobre el litio, durante una visita del mandatario al Senado. También ha anunciado la creación de una Cámara Mexicana del Litio para el segundo semestre de 2021.

El país andino creó una empresa paraestatal (Yacimientos de Litio Bolivianos, YLB) que pese a los esfuerzos y los avances técnicos no ha conseguido producir a escala industrial litio de calidad para exportar al nivel que sus vecinos Argentina y Chile. “El método desarrollado en Bolivia no es lo suficientemente bueno para lograr una calidad aceptable en el mercado y han tenido que buscar socios extranjeros para la producción de hidróxido de litio, cosa que no estaba contemplada al inicio de la nacionalización”, explica Martín Obaya, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina y de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad de San Martín. A este problema se suma el agujero que ha dejado el financiamiento del proyecto. La empresa del Estado debe al Banco Central de Bolivia más de 5.000 millones de pesos bolivianos (unos 700 millones de dólares).

La firma Bacanora Lithium, en declaraciones a este periódico, afirma que sigue de cerca la iniciativa en el Senado y confía en que López Obrador respete la concesión otorgada, en este caso durante 50 años. “Este es un proyecto ambicioso que ha requerido de 800 millones de pesos (40 millones de dólares) de inversión en los últimos tres años y posiblemente de 2.000 millones más en los próximos 10 años”, señala un vocero de la compañía.

Sierra Madre Occidental, Sonora. Agosto de 2019Teresa de Miguel

La concesión a Bacanora y Gangfeng tiene el tamaño de unos 100.000 campos de fútbol y la empresa planea quedarse en México los próximos tres siglos: “Sonora es un proyecto que durará 300 años, con costos operativos bajos, en el que produciremos litio de alta calidad para la industria de las baterías para vehículos eléctricos”, explicaba a EL PAÍS Peter Secker, CEO de Bacanora Lithium. La idea de nacionalizar el litio en México revive la historia de la expropiación petrolera que realizó el presidente Lázaro Cárdenas en 1938, un hito que cada año se celebra como una fiesta nacional. Armenta declaró que no se busca expropiar a las compañías sino más bien, “regular, adaptar y actualizar” los contratos que existen. Los especialistas consultados concuerdan en que México no cuenta ni con la tecnología ni el conocimiento suficientes para hacerse cargo de una industria propia. Las alianzas público-privadas o los impuestos sobre la producción podrían ser una opción de modelo mixto.

La Secretaría de Economía señala que todavía no existe producción de litio en México y que por el momento su principal función en este tema es la de “facilitar la gestión y acompañar a los proyectos mineros para que puedan aprovechar con oportunidad las inversiones”. La industria del litio aún es incipiente y se basa en tecnologías muy especializadas que solo dominan un reducido grupo de empresas. Bacanora en la extracción y Gangfeng en la elaboración de carbonato de litio estiman que arrancarán sus operaciones en 2023. La compañía calcula para el primer año una producción estimada de 17.500 toneladas que ya está comprometida con la empresa japonesa Hanwa.

México un país rico en recursos naturales ha visto cómo las empresas privadas y extranjeras se benefician del extractivismo con una Ley Minera muy ventajosa para sus intereses. A pesar de la escasa incidencia de la minería en las arcas del Estado –menos del 1% del PIB– es un sector concentrado en pocas manos y con una influencia política considerable. Gangfeng planea crear una planta de reciclaje de baterías en suelo mexicano que suministre minerales a Tesla Motors, dueña de la fábrica de autos eléctricos más grande del mundo, en Nevada, a 1.400 kilómetros de Sonora. “Debemos de tener toda la cadena productiva en nuestro país, que nos lleve del mineral de litio a las pilas de cadmio-litio o alguna otra que use el ion de litio como base para producir electricidad”, ha señalado la Secretaría de Economía.

Los legisladores inmersos en un exceso de optimismo por la nacionalización tendrán que valorar todas las alternativas más allá del discurso político para que la fiebre del litio en México no se convierta en un negocio lleno de problemas.
https://elpais.com/mexico/2021-04-18/la-fiebre-del-litio-en-mexico-morena-mira-a-bolivia-en-su-propuesta-para-nacionalizar-el-recurso-natural.html

Litio, Mexico

El porqué del acalorado debate sobre el litio en México

Tomado de: Tec Review – Tecnológico de Monterrey
Dossier Politico 14/04/2021
En el ambiente no solo aletea la idea de que el litio será el oro blanco o el petróleo del futuro, sino que también México cuenta con el potencial de generar grandes fortunas a través de la explotación de este mineral. ¿En verdad es así?

El debate comenzó formalmente el 11 de noviembre de 2020 cuando el senador por Morena, Alejandro Armenta Mier, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, dio a conocer una propuesta de reforma del artículo 27 de la Constitución, para nacionalizar el litio.

El senador sostiene que el litio es el “oro blanco”, dado su creciente uso en la manufactura de baterías, por lo que debe considerarse un bien estratégico para la federación, así como el petróleo.

Este legislador ha dicho que “el mundo se moverá con litio en los próximos años”. Entonces por esta razón la soberanía energética del país dependería de nacionalizar el litio, siguiendo el esquema de décadas cuando el presidente Lázaro Cárdenas del Río lo hizo con el petróleo.

Al respecto, Tec Review entrevistó a cinco especialistas que concuerdan en que más vale matizar la propuesta del senador Armenta, para el bien de México.

Litio en México: ni oro blanco ni petróleo del futuro

De acuerdo con Sergio Almazán, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM), el litio no debería de ser considerado ni como el oro blanco ni como el petróleo del futuro, ya que este mineral está muy lejos de tener la importancia mundial de aquellos recursos naturales.

Es verdad que el litio ha despertado últimamente mucho interés sobre todo por su utilización en las baterías de autos eléctricos, pero esto no quiere decir que la industria minera mundial de pronto haya volcado toda su estrategia en el litio, al menos así lo evidencian las cifras.

“El año pasado la producción mundial de litio fue de 60,000 toneladas. La demanda, es cierto, ha venido creciendo en los últimos años casi al 20 % anual y se espera que en 2025 alcance una producción de 800,000 toneladas. Sin embargo, esto aún está muy lejos de, por ejemplo, la demanda mundial de 25 millones de toneladas de cobre al año”, afirma Almazán, quien agrega que si bien es cierto que el litio es muy utilizado en gadgets y automóviles eléctricos, lo mismo puede también decirse del cobre.

También, en el debate nacional, hay una confusión semántica especialmente cuando se dice que el litio es el petróleo del futuro, según Armando Ernesto Alatorre Campos, presidente del Colegio de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (CIMMGM).

“Es un concepto malentendido o mal aplicado. Cuando se le llama petróleo del futuro se podría pensar que genera energía, pero el litio no la genera. El principal uso del litio es la fabricación de baterías de autos eléctricos, pero éstas no generan energía, sino que guardan energía que se genera de muchas formas posibles”, explica Alatorre Campos.

El creciente aumento en la demanda global del litio lo vuelve valioso para las naciones que cuentan con reservas minerales de este recurso, en particular porque hasta la fecha hay poca inversión en la infraestructura necesaria para aprovecharlo. De ahí que ahora es visto como un nuevo nicho de negocio.

Las cadenas de suministro están truncadas por la baja inversión actual en el sector frente al incremento de la demanda de litio conforme el mundo se aleja de la dependencia del petróleo.

En este sentido, el Banco Mundial estima un aumento de alrededor de 450 % para el año 2050 en la demanda de materiales como el litio, propicios para la transición hacia un futuro en que el petróleo ya no sea el recurso energético por excelencia.

Por lo anterior, Blas Luis Pérez Henríquez, director de la Iniciativa Global para la Innovación en Energía, Agua e Infraestructura, de la Universidad de Stanford, considera que comparar el litio con la riqueza que la simple y llana explotación del crudo trajo a los países petroleros del pasado es un tanto inexacto.

“Porque lo importante es poder producir litio de calidad a gran escala para baterías y otros productos de alto valor agregado que la economía global demanda, y esto requiere inversión, innovación y desarrollo de capacidades y conocimientos especializados”, aclara.

Una apuesta muy cara

México es considerado uno de los 10 países más importantes en minería a nivel mundial, año con año coloca entre 15 y 18 metales en los primeros 10 lugares de producción. El oro, la plata, el bromo, el zinc, el cobre, el molibdeno y la fluorita están dentro de la lista.

Entonces, poner la la atención solamente en el litio implica perder el enfoque completo de este asunto.

“¿El futuro de la minería de México está en el litio? No es así. El futuro de la minería nacional está en apoyar toda la investigación que se requiere en todos los metales que tiene el país”, platica el presidente de la AIMMGM.

Es clave mencionar que los principales productores de litio son Australia y Chile. Las reservas de litio de ambos países concentran el 80 % de las reservas a nivel mundial. Además, hay tres tipos diferentes de yacimientos de este mineral en el mundo: en sedimentos, en salmuera y en rocas. En el país de Oceanía el litio se encuentra en rocas, mientras que en la nación sudamericana este mineral está en salmuera.

Hasta el momento, en el planeta no se ha desarrollado la explotación de sedimentos de litio, tipo de yacimiento que en Bacadehuachi, Sonora, tiene más probabilidad de generar riqueza en el país, aunque todavía no se inventa el método rentable para hacerlo.

“Para el yacimiento de Sonora ya existe el procedimiento metalúrgico de extracción, pero todavía no es económicamente viable. Como se dice: sale más caro el caldo que las albóndigas”, afirma Sergio Alan Moreno Zazueta, investigador del Departamento de Ingeniería Civil y Minas, de la Universidad de Sonora.

Bacanora Lithium es la empresa privada británica que ya ha construido una planta piloto y cierta infraestructura para extraer el litio de Bacadehuachi. Se convertiría en la primera compañía minera del mundo en extraer litio a partir de sedimentos.

“En el proceso minero existe la etapa de construcción, la etapa de puesta en marcha y luego viene la etapa de operación con la producción del primer bloque de metal solito, en este caso litio. Esta empresa dice que llegará a la etapa de producción a finales del 2022”, precisa Moreno Zazueta.

Este académico opina que la pretendida nacionalización del litio, a semejanza de lo realizado por el general Cárdenas con el llamado oro negro, no sería miel sobre hojuelas, ya que podría provocar un largo proceso de querellas judiciales por parte de Bacanora Lithium.

“Había otro marco legal durante la expropiación petrolera de 1938, eran otros tiempos, pero ahora más valdría un buen arreglo que un buen pleito, porque un buen pleito en este asunto del litio puede llevarse unos 30 años”.

El senador Alejandro Armenta (@armentaconmigo), aseguró que el litio será fundamental para el desarrollo de nuestro país, por lo que su nacionalización es importante para garantizar la soberanía energética de México. https://t.co/XYLOe1sAOW

— Senadores Morena (@MorenaSenadores) December 12, 2020

Una opción diferente a la nacionalización

Para una explotación inteligente del litio no solo se requiere la extracción del material, sino también una inversión importante en infraestructura, ciencia, desarrollo tecnológico e innovación, así como el know how y recursos humanos especializados para maximizar su aprovechamiento. En las circunstancias actuales del país, es difícil que esto se consiga en su totalidad mediante la nacionalización de este mineral.

Al respecto, Pérez Henríquez opina lo siguiente: “México se beneficiaría más si en lugar de solo buscar rentas de este commodity invirtiera en innovación y desarrollo, como lo hacen competidores directos como China en el comercio mundial. Por esto, en Estados Unidos las universidades, los laboratorios nacionales y la industria trabajan en coordinación para lograr el liderazgo global en estas tecnologías”.

Además, integrándose a las cadenas de valor de la economía, empezando en América del Norte con el T-MEC y finalmente en otros mercados como el latinoamericano, México podría aprovechar mejor este recurso, de acuerdo con Pérez.

Según este directivo, los gobiernos de países en desarrollo (como México) están limitados en cuanto a recursos disponibles para hacer este tipo de inversiones y desarrollar la cadena de valor basada en el litio.

“Finalmente, el aprovechamiento de los recursos naturales es una decisión soberana de cada país, y en los países democráticos los ciclos políticos electorales determinan la dirección de la política pública nacional. Para que la inversión fluya y se arraigue se requieren compromisos institucionales creíbles de largo plazo”, opina Pérez.

Por otro lado, dice que al gobierno de México más bien le tocaría centrarse en el pleno cumplimiento de los derechos laborales y de seguridad de los mineros, además de facilitar las oportunidades de desarrollo económico que beneficien al país a partir de inversiones privadas en la explotación del litio.

“Esto es algo que la inversión privada extranjera y nacional pueden generar. Al final, todas estas empresas pagan regalías e impuestos por la explotación de este recurso”, concluye.

Un enorme potencial minero, aún sin explorar

El 70 % del territorio de nacional tiene muy buenas posibilidades de contener yacimientos minerales tan importantes como los que hasta la fecha se han descubierto. Esto después de más de 500 años de historia minera en el suelo y el subsuelo del lugar que primero fue Virreinato de la Nueva España y después se convirtió en México.

“Se ha estudiado suficientemente o a profundidad solo entre el 25 y el 30 por ciento de ese 70 %, lo cual indica que todavía tenemos grandes posibilidades de encontrar nuevos yacimientos y de continuar desarrollando nuestra minería”, dice el presidente de la AIMMGM.

Mientras que específicamente respecto al litio, este líder de ingenieros mineros especifica que en el país se han detectado yacimientos de este metal en 11 localidades, como sedimentos; en 24 localidades, como salmuera; y en 22 localidades, como rocas.

Se ubican en Sonora, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Puebla y Oaxaca, pero hasta el momento solamente hay posibilidades probadas de explotación en la entidad cuya capital es Hermosillo.

El camino del reciclaje

La idea de explotación de yacimientos de litio, aunque central, no agota el debate sobre el tema. Hace falta también mencionar la propuesta de reciclaje de este metal presente en las baterías tiradas a la basura.

De esto trata el trabajo del equipo coordinado por Jorge Iván Aldana González, profesor e investigador del Área de Ingeniería de Materiales, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Azcapotzalco.

“Actualmente tengo un estudiante de maestría y tres estudiantes de licenciatura realizando tesis de recuperación de litio a partir de las baterías gastadas de iones de litio. Esto podría ser una alternativa, porque el reciclaje de metales también da un alto valor agregado”.

Aunque los resultados obtenidos por Aldana González todavía no trascienden el campo académico, él espera que pronto crezcan hasta el punto de que puedan instrumentarse a niveles industriales.

Es sorprendente que el litio haya cobrado tanto protagonismo, después de que por milenios había pasado sin pena ni gloria en el mundo, pues el oro, la plata y el cobre acaparaban los reflectores. Pero ahora, en medio de acalorados debates, ha llegado el turno estelar para el tercer elemento de la tabla periódica que, esperemos, sea para el bien de la humanidad.
https://www.dossierpolitico.com/vernoticias.php?artid=248758&relacion=&tipo=Principal&categoria=301

Litio, Mexico

Más allá del Litio

David Montaudon
14/04/2021
Durante los dos últimos años, el tema sobre el Litio en México se ha abordado de diferentes ángulos, tanto como planes para su nacionalización, hasta la desestimación de su importancia en el país y su potencial peligro como un elemento geoestratégico que podría provocar un “golpe de Estado”.

Mientras esto sucede en México, otros países se apresuran a crear políticas públicas, generar conocimiento e impulsar proyectos y mecanismos de incentivos que les permitan a sus gobiernos y empresas participar en la nueva gran industria del almacenamiento.

Ya no es un secreto que esta será la industria encargada de acelerar la Transición Energética renovable, la movilidad eléctrica y las metas de descarbonización establecidas en el Acuerdo de París en los siguientes años.

La delantera en esta carrera la lleva la batería de Ion de Litio, principalmente por el rápido descenso en sus precios —90 por ciento en la última década al pasar de los 1,100 dólares /kWh en 2010 a los 137 dólares /kWh en 2020— y al progreso tecnológico que ha aumentado su capacidad de almacenamiento de energía.

Con ello, esta tecnología de almacenamiento está pasando de ser la batería por excelencia para dispositivos celulares y computadoras, a la pieza central de los automóviles eléctricos y el sistema de almacenamiento de las grandes centrales de energía fotovoltaica y eólica.

A pesar de que solo un puñado de países como Australia, Chile, Bolivia y Argentina tienen acceso al Litio, materia prima que extraen de minas de roca dura o de depósitos de salmuera, ninguno de ellos es el verdadero ganador de la industria del almacenamiento.

Los ganadores de esta industria, y de cualquier otra, son aquellos que invierten en conocimiento para dotar de valor agregado a las materias primas. En este caso, China se coloca ahora como el gran ganador de la industria del almacenamiento, pues es el único país que cuenta con toda la cadena de distribución para elaborar las baterías de Ion de Litio; a nivel privado, Tesla ya elabora sus propias baterías para eliminar su dependencia.

No por nada, Bacanora Lithium Plc, la empresa británica que tiene la concesión del yacimiento de Litio más grande del mundo en Sonora anunció en estos días que estableció una alianza con Ganfeng Lithium Co Ltd, el mayor productor de compuestos de Litio de China, para construir una planta de baterías de Ion de Litio en el país.

Según Global Market Insights, el valor de mercado de la industria del Litio superará los 76 mil millones de dólares para 2026. No obstante, apostar todo a esta tecnología de almacenamiento sería riesgoso y poco estratégico.

De acuerdo con un estudio del Banco Mundial, minerales concentrados como el Litio, el grafito y el cobalto estarán sujetos a una mayor incertidumbre en su demanda futura a partir del 2030. Esto se debe a que son una materia prima utilizada para configurar sólo una tecnología de almacenamiento, lo que abre la posibilidad a que puedan ser desplazados como insumos primarios ante la disrupción de nuevas tecnologías.

Más allá de las baterías de Ion de Litio, existen otras tecnologías de almacenamiento que se están abriendo paso en diferentes partes del mundo.

Una de ellas es el hidrógeno verde, un combustible renovable que puede ser utilizado por autos y fábricas altamente contaminantes, o como un sistema de almacenamiento para grandes centrales de energía fotovoltaica o eólica.

Al respecto, países como Australia, Alemania, China, Arabia Saudita, Chile y Países Bajos ya construyen los mayores proyectos de producción de hidrógeno verde en el mundo.

Otro ejemplo de la disrupción tecnológica que podría desplazar o competir con las baterías de Ion de Litio son las baterías de Níquel-Hierro, una tecnología de almacenamiento que existe desde hace 120 años, pero que fue recientemente mejorada por investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos.

La batería de Níquel-Hierro, que en su versión mejorada se bautizó como “Battolyser”, une lo mejor de ambos mundos de las tecnologías de almacenamiento que ofrece el Ion-Litio y el hidrógeno verde.

Por un lado, el “Battolyser” capta y almacena los excedentes de energía renovable; también produce hidrógeno una vez que la batería está completamente cargada; y finalmente, puede utilizar la electricidad almacenada en la batería para seguir produciendo hidrógeno.

Tan exitosa ha sido esta tecnología, que el gobierno de los “tulipanes” instalará la primera “Battolyser” de 15kW/15kWh para el almacenamiento de electricidad y producción de hidrógeno en la central eléctrica Magnum en Eemshaven este año.

Para poder participar y aprovechar esta nueva industria, será necesario apostar por la creación de conocimiento para toda la cadena de la industria del almacenamiento.

Pero, sobre todo, alejarnos de las tradicionales políticas públicas enfocadas en actividades como la extracción y venta de las materias primas que solo fomentan la dependencia.

Con esto en mente, Solar Power México, la feria líder para la industria fotovoltaica en México y América Latina, a celebrarse del 9 al 11 de noviembre en el Centro Citibanamex de la CDMX, ofrecerá el primer pabellón dedicado a las tecnologías de almacenamiento en la región.

Columna publicada en PV Magazine México.

Más allá del Litio

Mexico

Rechaza el Observatorio nueva exploración minera

13/04/2021
FRANZELY REYNA / NTRZACATECAS.COM
Integrantes del Observatorio de Conflictos Mineros de Zacatecas expusieron que no existen condiciones para explorar y explotar los nuevos yacimientos de plata recientemente descubiertos por la empresa de nueva creación Zacatecas Silver, ya que existe un déficit de agua de 260 por ciento en los mantos acuíferos del estado que se agravan con la actividad minera.

Asimismo, destacaron que a pesar de que pretenden hacer ver que el proyecto traerá beneficios para la entidad, “la minería no ha demostrado ser el detonante económico para Zacatecas, en cambio trae consigo más repercusiones como la contaminación del agua, desplazamiento de la población y sobre todo una promesa de empleo que no se concreta”.

Esto derivado del anuncio de que la empresa Zacatecas Silver encontró nuevas vetas de plata, mismas que pretenden explotar en territorio zacatecano.

Por tal razón, hicieron un llamado, tanto al gobierno federal, estatal y a la propia población zacatecana:

“Se tiene que mirar de forma crítica la instalación de dichos proyectos, ahora, una situación que venimos observando es que las mineras imponen, no preguntan y venden la idea de que apenas van a empezar a ‘explorar’, esa palabra da una connotación de que las empresas no saben si hay o no oro, pero la realidad es otra”.

“La fase de exploración no es la primera en el proceso minero, es la segunda y cuando llegan a esta, las mineras ya saben que hay mineral porque previamente hicieron un estudio de prospección, ahora quieren sabe cuánto mineral y cómo sacarlo”, aseveraron.

Recalcaron que a pesar de que existan nuevos proyectos mineros, el Observatorio considera que esta actividad no deja beneficio a la entidad, “las comunidades se llevan, pero la peor parte”.

“La minería es uno de los sectores que mayores impactos genera en los territorios campesinos e indígenas de México, esa vieja historia de la generación de empleo le sale debiendo mucho a las comunidades que tienen la desdicha de los minerales, basta con ver, insisto, los casos zacatecanos como el de Salaverna o el de La Colorada, dichas comunidades dan cuenta del ‘progreso’ que les llevó la minería.

“Además, no podemos dejar de lado la sistemática violación a los Derechos Humanos que ejerce el estado por comisión, omisión o aquiescencia en conflictos relacionados con la minería”.
http://ntrzacatecas.com/2021/04/13/rechaza-el-observatorio-nueva-exploracion-minera/

Litio, Mexico

Pagó 7 mdp por predio rico en litio; ganará 1,200 mdd

Braulio Carbajal
11/04/2021
Bacanora Lithium en Sonora es considerada como la primer mina en desarrollo de litio más grande del mundo.
Foto tomada del sitio https://www.bacanoralithium.com / Archivo

Ciudad de México. Hace una década, Bacanora Lithium adquirió de un particular los derechos de explotación de más de 3 mil hectáreas en el noreste de Sonora. Para la cesión, según documentos de la empresa, desembolsó aproximadamente 7 millones de pesos, un precio de ganga para hacerse con el control de lo que a la postre se reveló como el más grande yacimiento de litio en México, proyecto que, estima la minera, dejará ingresos por mil 200 millones de dólares.

A principios de los 90, un grupo de investigadores estadunidenses obtuvo la concesión de una porción de tierra ubicada en la región limítrofe entre Chihuahua y Sonora, afectada por la actividad del crimen organizado. Su objetivo era extraer boro, un material usado en la industria para fabricar limpiadores y jabones.

No obstante, tras varios estudios, concluyeron que el boro encontrado en la zona era “anómalo”, por lo que al poco tiempo decidieron abandonar la región.

Casi 20 años después, en 2010, Bacanora, una empresa que en ese entonces era de capital canadiense (ahora es inglesa) inició campañas de recogida de muestras en el área con el objetivo de extraer boro; sin embargo, de manera fortuita descubrió que la región era rica en litio, mineral que en ese entonces comenzaba a ser objeto de mayor atención por su uso en la naciente industria de los autos eléctricos.

En ese entonces, los derechos de explotación de las tierras estaban en manos de un particular, a quien Bacanora, de acuerdo con un informe a inversionistas fechado en 2013, compró en 2010 las concesiones por un precio de 40 mil dólares (490 mil pesos al tipo de cambio de entonces) y la cesión de 500 mil acciones de Bacanora a un precio de un dólar por acción, lo que equivalía a aproximadamente 6 millones 200 mil pesos.

A lo anterior, poco menos de 7 millones de pesos, se debe sumar la inversión de 420 millones de dólares que se espera hará Bacanora Lithium para echar a andar su proyecto en Sonora, yacimiento que Mining Technology calificó como el mayor depósito en desarrollo del mundo, con reservas por 243 millones de toneladas.

La venta de los derechos de tierra de un particular a Bacanora no es nada extraño, pues cualquier persona puede adquirir derechos para explotar tierras a precios realmente bajos, dado que el costo del trámite de cada solicitud de concesión minera va de los 443 pesos (entre 1 y 30 hectáreas), hasta los 137 mil 790 (más de 50 mil hectáreas), más un pago variable por hectárea extra.

No obstante, en la normativa hay un vacío que permite que las concesiones sean traspasadas de mano en mano, lo que ha provocado que los dueños de los títulos especulen con las hectáreas otorgadas por el gobierno hasta que llegue un mejor postor, empresa nacional o trasnacional, a la que ceden los derechos a cambio de una cantidad que suele ser mucho mayor que la que pagaron.

Las tierras cuyos derechos adquirió Bacanora en 2010 se ubican a 190 kilómetros al noreste de la ciudad de Hermosillo, Sonora, y están a 200 kilómetros al sur de la frontera con Arizona.

En las más de 3 mil hectáreas que componen las concesiones se ubican los siguientes ranchos con los que la empresa ha negociado con sus propietarios para explotar las tierras: Rancho Seco, Las Chivas, San Gabriel de los Castores, El Palmar, La Joya, El Sauz, El Cubachi, Sauz de Valencia, Los Americanos, La Ventana y Las Perdices.

Según la empresa minera, ha recibido permiso del gobierno local y los propietarios de los ranchos mencionados para realizar trabajos de exploración, además de asegurar que más allá del pago que hizo por la concesión de las tierras, “no hay otras regalías que haya tenido que pagar, derechos de devolución u otros acuerdos”.
https://www.jornada.com.mx/notas/2021/04/11/economia/pago-7-mdp-por-predio-rico-en-litio-ganara-1-200-mdd/

Mexico

En México, 58 conflictos mineros: OCMAL

03/04/2021
Autor: Zósimo Camacho @zosimo_contra
El Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) reporta 58 conflictos sociales vigentes en México causados por la minería. La mayoría detonaron en el sexenio de Felipe Calderón, aunque los más antiguos datan de 1980 y los más recientes de 2019.

De acuerdo con el mapa de la organización, en 20 entidades de la República Mexicana comunidades campesinas e indígenas están en conflicto con la industria extractiva. Las razones van del despojo territorial, al daño ambiental y el saqueo de agua. También presentan caso de criminalización de la protesta y persecución contra quienes se oponen a los proyectos.

Los estados del país con conflictos sociales activos a causa de la minería son: Puebla (nueve), Zacatecas (nueve), Sonora (cinco), Durango (cuatro), Oaxaca (cuatro), Baja California Sur (tres), Chiapas (tres), Guerrero (tres), Baja California (dos), Chihuahua (dos), Coahuila (dos), Colima (dos), San Luis Potosí (dos), Jalisco (dos), Estado de México (uno), Hidalgo (uno), Michoacán (uno), Morelos (uno), Guanajuato (uno) y Veracruz (uno).

De acuerdo con los registros de la OCMAL, México es el país de América Latina que más conflictos mineros presenta. En toda la región se cuentan 284 con 301 proyectos involucrados.

En número de casos, a México le siguen Chile, con 49; Perú, 46; Argentina, 28; Brasil, 26; Colombia, 19; y Bolivia y Guatemala, con 19 cada uno. Otros 12 países registran menos de 10 casos respectivamente.

En México, 58 conflictos mineros: OCMAL

Mexico

MÉXICO Y EL SAQUEO MINERO

26/03/2021
El negocio de la minería en México está sujeto a muchos impuestos y pagos de derechos de extracción. Sin embargo, además de la evasión y la elusión fiscales, las deducciones hacen que las mineras paguen pocos impuestos y que a veces, también, abusen del fisco mexicano.
Fuente: SinEmbargo.mx
México es una mina de oro para las mineras nacionales y extranjeras, no sólo porque esta actividad —sin considerar la extracción de petróleo y gas— produce una cantidad de dinero equivalente al uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, sino porque además, proporcionalmente, el Gobierno federal les devuelve seis de cada 10 pesos que pagan por impuestos (ingresos tributarios) y contraprestaciones por servicios públicos (ingresos no tributarios).

En los últimos cinco años, las empresas mineras —sin considerar las de petróleo y gas— le pagaron al Gobierno federal 189 mil 646 millones 500 mil pesos. Una cantidad equivalente, por ejemplo, al costo aproximado que tendrá la construcción de la Refinería de Dos Bocas en Tabasco. Pero en ese mismo periodo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) le devolvió a las mineras 111 mil 213 millones 400 mil pesos por deducciones de impuestos.


El gráfico incluye minería de minerales metálicos y no metálicos, excepto petróleo y gas, servicios relacionados con la minería y otros servicios relacionados con la minería no especificados. (FUENTE. SinEmbargo, con cifras de la SHCP. Mayores referencias en la tabla “Minería de impuestos”.)

Ello implica que en realidad, las mineras nacionales y extranjeras aportaron 78 mil 433 millones 100 mil pesos entre 2015 y 2020, o bien, una cantidad de dinero equivalente a uno de cada 20 pesos que produjeron por extraer recursos naturales que pertenecen a la nación mexicana.

Más allá de las mineras canadienses, que representan el 66 por ciento de las empresas privadas nacionales y extranjeras con proyectos mineros en México, según el registro vigente del Sistema Integral sobre Economía Minera (Sinem), la titular del SAT, Raquel Buenrostro Sánchez, ha dicho que además de no pagar impuestos y aparte de los casos de evasión y elusión fiscales, éstas fueron beneficiadas fiscalmente por administraciones anteriores.

Hay mineras —como la canadiense First Majestic Silver Corp— que “han acreditado impuestos en lugar de pagarlos”, ya que “abusando de la normatividad fiscal se les ha devuelto dinero”, explicó Buenrostro en febrero de este año, durante una entrevista con los periodistas Alejandro Páez Varela y Álvaro Delgado Gómez.

Un ejemplo de abuso fiscal está relacionado con los artículos 25 y 32 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR).

En ese sentido, una resolución de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), fechada al 18 de noviembre de 2020, indica que hay algunos contribuyentes sujetos al pago del derecho especial sobre minería, que “indebidamente” registran erogaciones (es decir inversiones en activo fijo y gastos o cargos diferidos) para hacerlas pasar por pagos preoperativos o costos y gastos de producción, para poder deducirlos.

“Justo hace poco, con otras organizaciones, empezamos a hacer un análisis más actualizado y lo que encontramos es que el aporte que hacen [las mineras] a las finanzas públicas es mínimo”, dijo en entrevista con SinEmbargo Beatriz Olivera, directora de la organización Energía, Género y Ambiente (Engenera).

Para la investigadora, además de que la aportación de las mineras “no es puntual, el Gobierno les ha regresado un montón de dinero” a través del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). En ese sentido, los datos de la Cuenta Pública de la SHCP indican que en el último lustro, el SAT erogó 48 mil 24 millones 100 mil pesos en devoluciones por IVA.
De acuerdo con la activista, lo anterior amerita que además de un apretón de tuercas a los incentivos fiscales que reciben las mineras, el Gobierno de México modifique la Ley Minera para obligarlas a rendir mayores cuentas, sobre todo en relación a la cantidad de minerales que extraen, la producción coligada y las utilidades que reflejan sus estados financieros.

El negocio de la extracción

El sector minero, es decir, aquél que incluye actividades extractivas de minerales metálicos y no metálicos, así como la obtención de gas y petróleo sin considerar servicios relacionados, aportó, entre 2015 y 2020, uno de cada 10 pesos recaudados por el Gobierno federal o el equivalente a la mitad (54.2 por ciento) del dinero producido por esta actividad económica en el periodo referido, de acuerdo con cifras de la SHCP y del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).

Sin embargo, la mayor parte de este dinero —recaudado por el fisco— no provino del pago de impuestos por parte de mineras privadas, sino de la Empresa Productiva del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex).

Ello considerando que, entre 2015 y 2020, el 97 por ciento de los ingresos tributarios y no tributarios del sector minero derivó de la extracción de gas y petróleo, siendo que en ese periodo y de acuerdo con la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), entre el 98 y 99 por ciento del gas y petróleo a nivel nacional fue producido por Pemex.

*Cifras expresadas en mdp ajustadas a precio constante de 2020. ¹Incluye minería de minerales metálicos y no metálicos, excepto petróleo y gas, servicios relacionados con la minería y otros servicios relacionados con la minería no especificados. ²Incluye “¹” así como la recaudación neta por extracción de petróleo y gas. (FUENTE. SinEmbargo, con cifras de la SHCP. Mayores referencias en los apartados “Fisco y sector minero” y “Fisco y minería” de la tabla “Minería de impuestos”.)

Si descontamos la obtención de gas y petróleo, la actividad minera de metálicos y no metálicos—a cargo de 242 empresas privadas nacionales y extranjeras según el Sinem— aportó el 0.3 por ciento del dinero recaudado por el Gobierno federal, o el equivalente al 5.3 por ciento del dinero producido por dicha actividad extractiva.

Por un lado, las cifras oficiales indican que la recaudación fiscal minera es baja; y por otro lado, la normatividad aplicable refiere que la minería tiene una de las cargas impositivas más altas a nivel nacional, ya que es un rubro económico con múltiples impuestos sobre sus ingresos brutos, como por ejemplo, sobre sociedades (30 por ciento), regalías (7.5 por ciento) y especiales por tipo de extracción (por ejemplo el del oro y la plata del 0.5 por ciento).

Lo anterior supone que el potencial de ingresos que el país puede obtener por la recaudación de impuestos y contraprestaciones por servicios públicos está limitado por un amplio margen de deducciones fiscales.

De acuerdo con la directora de Engenera, Beatriz Olivera, el valor de las aportaciones fiscales de la minería como proporción del valor de la producción minero-metalúrgica —que en el último año fue de 5.7 por ciento— ha sido “insignificante” por años.

Aunque entre 2019 y 2020 la proporción se duplicó, al pasar de 2.8 a 5.7 por ciento, el nivel actual es inferior al del último año del sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando las aportaciones fiscales de la minería —sin contar petróleo y gas— equivalieron al 8.2 por ciento de su PIB.

Según la Cámara Minera de México (Camimex), la aportación fiscal del sector de la minería se está recuperando del decremento que sufrió “como consecuencia principalmente de los resultados desfavorables en la dinámica productiva”, sobre todo del ISR, en un contexto de desaceleración económica por la pandemia de COVID-19 a nivel nacional e internacional.

En la siguiente tabla es posible consultar la información utilizada para la elaboración de este texto, incluidas las variaciones de ingresos gubernamentales por tipo (tributario o no tributario) o por impuesto (IEPS, ISR, IVA, entre otros).

Minería de impuestos Ver https://noalamina.org/latinoamerica/mexico/item/45167-mexico-y-el-saqueo-minero
*Todas las cifras monetarias corresponden a millones de pesos corrientes.

¹Incluye minería de minerales metálicos y no metálicos, excepto petróleo y gas, servicios relacionados con la minería y otros servicios relacionados con la minería no especificados. ²Producción y servicios. ³Incluye IEEH, ISEDIP, accesorios e impuestos no comprendidos, así como los ingresos por concepto de automóviles nuevos. ⁴Incluye “¹” así como la recaudación neta por extracción de petróleo y gas. ⁵Incluye gas asociado y no asociado. ⁶Valor productivo de la extracción de petróleo y gas, así como de la minería, sin contar los servicios relacionados. ⁷Valor productivo sólo de la minería.

Nota: las sumas pueden no coincidir por redondeo. FUENTE. SinEmbargo, con datos de SHCP (https://bit.ly/38Vtf1c y https://bit.ly/3tCYC8S), INEGI (https://bit.ly/3lvT4Kp) y SIH-CNH (https://bit.ly/3cPDPIj).

Un caso icónico de lo adeudado

First Majestic Silver Corp es una minera canadiense que se estableció en México en 2004. Desde entonces ha sido denunciada en materia de derechos humanos, por violaciones y despojos en localidades mexicanas.

La empresa con sede en Vancouver, Canadá, cuenta con tres minas funcionales en el territorio nacional: la mina de oro y plata San Dimas, la mina de oro y plata Santa Elena, así como la la mina de plata La Encantada. Además, dicha compañía tiene ocho minas más en proceso de desarrollo.

De acuerdo con documentos de auditoría fiscal citados por la agencia noticiosa Reuters, First Majestic Silver Corp le debe al fisco mexicano cerca de 11 mil millones de pesos, o bien, 534 millones de dólares.

Hasta la fecha de esta publicación, el SAT solicitó a la minera canadiense el pago de 5 mil 500 millones de pesos (267 millones de dólares) correspondientes al adeudo de impuestos. El resto de los deberes todavía “no ha entrado en disputas formales”, indica Reuters.

La información disponible sobre el caso First Majestic refiere que el fisco mexicano busca procesar penalmente a la compañía extranjera por el delito de fraude fiscal relacionado con el esquema de precios.

Al respecto, la empresa ha dicho que “continúa buscando una solución amistosa de sus diferencias con el Gobierno de México” y que por ello, continuará en diálogo con las autoridades y “confiando en las vías legales disponibles bajo la ley mexicana y los acuerdos internacionales”.

El pasado 17 de marzo, el Presidente López Obrador dijo que en caso de incumplimiento, además de las consecuencias penales, First Majestic Silver Corp podría perder sus concesiones a nivel nacional.
“Ojalá nos ayude el Gobierno de Canadá para que se resuelva este asunto”, porque de lo contrario “vamos a actuar legalmente”, explicó AMLO, quien asimismo refirió que el Gobierno de México —por disposición legal— puede revocar las concesiones mineras a las empresas extractoras que incumplan con la normatividad vigente y los acuerdos suscritos con autoridades mexicanas.

Por Efrén Flores

México y el saqueo minero

Litio, Mexico

Extranjeros van por 500 mil hectáreas más, ricas en litio

Braulio Carbajal
28/03/2021
Las salinas en la zona semidesértica entre SLP y Zacatecas son susceptibles de explotación de litio. Foto archivo.
Ciudad de México. Pese a que la Secretaría de Economía (SE) se ha encargado en varias ocasiones de enfriar las expectativas sobre el potencial que tiene México en la producción de litio, un grupo de empresas mineras, todas extranjeras, tienen solicitudes en trámite que quintuplican el área de concesión que ya poseen.

Según cifras del Sistema Integral sobre Economía Minera (SINEM), en México hay concesiones vigentes para explotar litio por 94 mil 740 hectáreas. Sin embargo, hay otras tantas que están en trámite, es decir, no han sido aprobadas por el gobierno, y que representan 527 mil hectáreas del territorio nacional.

Las concesiones que actualmente están vigentes, en las cuales incluso ya hay proyectos de extracción de litio en marcha, fueron concedidas en su mayoría por las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

En cuanto a las que actualmente están en trámite, éstas fueron solicitadas durante la administración pasada; sin embargo, en estos momentos están detenidas, dado que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho en múltiples ocasiones que durante su mandato no se concederá una sola concesión minera.

El mandatario ha justificado su negativa a dar nuevos permisos para la explotación de tierras debido a que en los gobiernos anteriores hubo una gran cantidad, los cuales ascendieron a alrededor de “60 millones de hectáreas del territorio nacional”. Aunque su postura al respecto es pública, el apetito de las mineras por el litio no ha cesado, pues el año pasado López Obrador aseguró que la Secretaría de Economía, que encabeza Graciela Márquez, estaba revisando casos de empresas que habían mostrado interés en la extracción de este mineral en suelo mexicano.

Ante esta situación, algunos legisladores, como el senador de Morena Alejandro Armenta, han amagado con una iniciativa para nacionalizar el litio al catalogarlo como una fuente de energía estratégica para el desarrollo económico del país.

El litio es un mineral clave para la elaboración de baterías de coches eléctricos, mercado que se espera en algunos años supere el de autos de combustión interna que usan gasolina, lo que elevará la demanda del llamado “oro blanco”, o “nuevo petróleo”.
Las interesadas

El crecimiento acelerado en el uso del litio ha provocado que la tonelada de este mineral haya disparado su precio desde los 350 dólares que costaba en 2003, a 3 mil dólares en 2009 y logrando proyecciones que estiman su costo entre 8 mil y 10 mil dólares por tonelada actualmente.

Según estimaciones de los organismos Mining Watch Canada y de la Red Mexicana de Afectados por la Minería, con base en datos del SINEM y de las mismas empresas, las 527 mil 633 hectáreas que hay en trámite corresponden a 17 concesiones que han solicitado siete compañías mineras extranjeras.

La primera en la fila es la canadiense Organimax, la cual actualmente posee cinco concesiones vigentes para explotar litio en México que equivalen a 21 mil 905 hectáreas, no obstante, tiene dos más en trámite que abarcan 303 mil 351 hectáreas.

La siguiente es Bacanora Lithium, dueña del yacimiento de este mineral más grande que hay en México producto de tener en sus manos 16 permisos que abarcan 15 mil 62 hectáreas. Sin embargo, la inglesa tiene en trámite una más que equivale a 87 mil 87 hectáreas.

En la lista hay otras dos canadienses: One World Lithium y Radius Gold, la primera tiene en trámite tres concesiones que abarcan 73 mil 547 hectáreas y la segunda otras tres equivalentes a 29 mil 769 hectáreas del territorio nacional.

Después está la australiana Infinite Lithium con dos concesiones en trámite por 20 mil 920 hectáreas; la canadiense Rock Tech Lithium, con un permiso solicitado por 11 mil 784 hectáreas y la británica Alien Metals, que solicitó cinco concesiones que representan mil 502 hectáreas de suelo mexicano.
https://www.jornada.com.mx/notas/2021/03/28/politica/extranjeros-van-por-500-mil-hectareas-mas-ricas-en-litio/