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La postura sobre minera la determinará el gobernador: Sedema

Ejido Miguel Hidalgo, Mpio. De Perote.- La secretaria de Medio Ambiente (Sedema), Mariana Aguilar López, evitó hacer un pronunciamiento sobre el proyecto de minería a cielo abierto Caballo Blanco, a pesar de que el pasado 17 de agosto la empresa solicitó de manera formal a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), permiso para la explotación de 300 hectáreas en el Cerro de La Paila.

En entrevista, dijo que la postura sobre este tema la tendrá que dar a conocer el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que en diversas ocasiones se ha negado a hablar del tema, a pesar de que especialistas, activistas y pobladores de la zona de Alto Lucero se han manifestado en contra de este proyecto.

«Lo hemos acercado al Gobernador y nos ha hecho que primero están los veracruzanos (…) La tendencia es para que el Gobernador tenga una posición de favor a los veracruzanos y el tomará la decisión, esperemos que en los próximos días fije su posición».

Aseguró que la información sobre el proyecto así como su impacto por estar cerca de la planta Nucleoléctrica de Laguna Verde y su cercanía con el mar, ya fue entregado al Gobernador, e incluso las consideraciones que llevaron al Gobierno en 2010 a manifestarse en contra de la minería a cielo abierto.

Fuente:http://www.xeu.com.mx/nota.cfm?id=921855

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De la Huasteca al Itsmo de Tehuantepec, resistir

Una resistente movilización recorre diferentes geografías de México; desde el Itsmo de Tehuantepec hasta la Hustaca veracruzana, comunidades y pueblos se movilizan en acciones dislocadas para manifestar su malestar contra el modelo extractivo capitalista, en donde se funde el despojo con el ecocidio.

En la Huasteca, en el municipio veracruzano de Tlapacoyan; como en Ixtepec, en el corazón del Istmo de Tehuantec, Oaxaca, integrados en diferentes espacios organizativos, luego de dos días de reflexión y análisis, expusieron un total rechazo al modelo extractivo que está alcanzando su peor expresión con la imposición de las denominadas zonas económicas especiales, que representan los sitios en donde se entretejen megaproyectos mineros, eólicos, gasoductos, presas, maquiladoras o mecanismos REDD, que amenazan toda forma de vida; que sólo vendrán a maximizar los ya comprobados daños ambientales, a la salud, sociales, económicos y culturales que este tipo de proyectos genera y que afectan directamente la vida de los pueblos originarios que vivimos en los territorios que intentan explotar.

Las organizaciones integradas en el Istmo de Tehuantepec convocantes como el  Comité Ixtepecano en Defensa de la Vida y el Territorio, la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco, Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos (PIAP AC), y en Tlapacoyan por la Asamblea Veracruzana de Iniciativas Ambientales (LAVIDA), la Alianza por la Cuenca del Río Bobos y la determinante participación del Comité Reordenamiento Integral Territorial de Cuetzalan, (COTIC), representan un esfuerzo sostenido para abonar a una estrategia que ha encuentrado en la Red Mexicana de Afectadas por la Minería (REMA) y el Movimiento Mexicano contra las Presas y Defensa de los Ríos, (MPDER), referentes organizativos de resistencia, cuyas prioridades se inscriben en la movilización, en la información a contra corriente de los medios masivos de comunicación, en el cuidado de la tierra y sus bienes naturales, en cientos de talleres de capacitación en temas de derechos humanos, salud e incluyendo la incidencia socioambiental jurídica aún con el marco legal tan adverso…  Todo, absolutamente todo lo necesario para detener embestida ambiental en ciernes.

Este ha sido el motivo principal de ambos encuentros: construir en confianza, refrendar la solidaridad entre los pueblos que rompiendo la geografía oficialista se moviliza por sus territorios, no sin dificultades y esfuerzos extraordinarios, para encontrase con el otro y la otra, compartir estrategias e intercambiar reflexiones, viajar muchas horas y preparar muchos tamales y agua fresca; pues tanto en Ixtepec como en Tlapacoyan nos oponemos al extractivismo y a la imposición de la zona económica especial por ser un modelo capitalista e industrial de apropiación y despojo de los bienes naturales que se ha impuesto a nivel mundial.

Entro los participantes la preocupación es alarmante ante este tipo de proyectos que destruyen la naturaleza y los bienes comunes, afectan directamente la fuerza de trabajo local, se apropian de las semillas nativas que son base de nuestra cultura, salud y alimentación, a demás de trastocar todos los medios de vida que nos son indispensables como el agua y la energía.

En ambas citas, se intercambian experiencias útiles para continuar fortaleciendo  procesos organizativos en las comunidades, ejidos, bienes comunales y municipios que han alzado la voz para detener estos proyectos que, con el falso discurso del progreso y desarrollo, están generando el despojo del territorio y la destrucción de los bienes comunes naturales, lo cual en consecuencia, genera el desplazamiento forzado de miles de pobladores quienes pierden para siempre su vida sana, su conexión con la naturaleza y sus procesos identitarios y culturales, los que en conjunto son los que nos dan sentido de pertenencia.

Nuestro diálogo sirvió para actualizar la información sobre el Modelo Extractivo y en particular de los diferentes megaproyectos que siempre están encadenados entre sí y que han alcanzado su máxima expresión de usurpación con la descarada definición de las Zonas Económicas Especiales, en donde es manifiesto el cinismo desmedido con el cual, el gobierno antinacional y sumiso, en colaboración con todos los partidos políticos, han dispuesto cambios tanto a la constitución, como a diversas leyes y reglamentos, para que el despojo quede “legalizado” y con ello legitimen y permitan la voracidad, el saqueo, la contaminación, la destrucción y los irreversibles daños a la salud y el ambiente, que el modelo extractivo y sus megaproyectos ocasionan.

Se requiere desmontar el discurso de legalidad con el que se impone y simula leyes o iniciativas legislativas para operar a favor de las empresas, incluyendo la relamida Ley de Consulta, con la que se pretende maicear y dividir a las comunidades, porque lo único que han demostrado es su capacidad para engañar y hacer trampas que justifiquen su modelo de imposición y despojo. Por el contrario, son las asambleas agrarias, municipales y de barrios, el proceso basado en nuestro derecho a la libre determinación que desde hace siglos hemos asumido como elemento fundamental de consentimiento pleno, libre, informado y culturalmente adecuado, porque es ahí, en ese espacio colectivo, en el que mejor se emana el espíritu y ejercicio de nuestros derechos colectivos, por lo tanto, lo que ahí dirimimos fortalece nuestra autonomía y nuestra capacidad para decidir por nosotros mismos, siempre en total correspondencia con nuestro territorio y nuestros bienes naturales. Es ahí en donde decidimos el rumbo que deseamos como pueblo y para nuestras familias.

Y ante la embestida que se avecina, se reconoció que una forma efectiva de cuidar la tierra es mantener la cohesión y el cuidado mutuo ante la delincuencia que es usada para amedrentar a las organizaciones que se han puesto a la cabeza demandando a las Secretarías de Estado y empresas como PEMEX, o a las mineras canadienses Almaden Mineral’s y Candelaria Mining corp, esta última vuelve a pretender hacer pasar el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) para la etapa de exploración en Caballo Blanco, en Alto Lucero y Actopan, a 3 km de la nucleoeléctrica de Laguna Verde(!)

En la cita en Tlapacoyan tuvo presencia de actores de movimientos latinoamericanos internacionales que compartieron su experiencia en defensa del territorio  de Perú, Ecuador y Brasil, en ocasión de la 21ª Asamblea del Pueblo Maseual, Totonaku y Mestizo por la Defensa del Territorio. Mientras, en el istmo de Tehuantepec, en el foro “El extractivismo o la vida”, se recibieron saludos  del Movimiento Latinoamericano de Afectados por Represas (MAR).

De Tlapacoyan a Ixtepec, (y en octubre en Malinaltepec, Gro., en el “Encuentro Nacional contra el Modelo Extractivo Minero”)  al igual que en otras partes del mundo se debate, se resiste y se actúa. “No pueden arrebatarnos lo que es nuestro”, es la resonancia en la memoria de los miles de participantes, que en ambos actos miramos en la resistencia un camino que va más allá del calendario electoral del 2018, pues es una agenda que insiste en nuestro derecho sine qua non a vivir sin violencia estructural, que es lo que representa el neo colonialismo extractivista, ecocida y patriarcal, racista y miserable.

*Colectivo Tajtolmej Taltipak A. C./Consejo Tiyat Tlali

Fuente:http://www.remamx.org/2017/08/de-la-huasteca-al-itsmo-de-tehuantepec-resistir/.

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Actividad minera es peligro para la producción de Mango en Oaxaca

La preocupación de los productores de mango que pertenecen al Sistema Producto Mango es que ven con prontitud la puesta en marcha de la explotación minera, lo cual significa que sus tierras se verían contaminadas de diversas sustancias, en especial el Mercurio que es altamente peligroso y nocivo para la salud.

Señalaron que la minería es peligrosa para su actividad productiva de campo debido a que contamina el suelo, viento y aire, e impediría cumplir con la certificación de la Ley de Inocuidad que recientemente aprobó el gobierno de Estados Unidos que significa que todo productor que desea introducir un producto o fruto al país deberá estar certificado y libre de contaminantes.

En el 2008, la Secretaria de Economía entregó tres concesiones mineras “Aurena, Santa Martha y la Ventosa” que abarcan 19 mil 795 hectáreas en terrenos colindantes de San Miguel Chimalapa y Zanatepec con la finalidad de extraer cobre, plata y oro en el Istmo de Tehuantepec.

“Nosotros estamos muy preocupados ante la llegada de la minería, porque sabemos que acabaría con nuestros cultivos, con la agricultura y la ganadería , por eso solicitamos a las autoridades atender este tema, que no solo nos digan de las nuevas leyes o de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio, nuestro deseo es que la Mineria no entre a la comunidad porque son proyectos de muerte”, explicaron.

Juan Carlos Delgado Matus, enlace estatal del Comité Oaxaqueño de sistema producto Mango en esta zona de Oaxaca expresó que tanto los productores como autoridades deben tomar en cuenta la situación de la minería en la entidad y no permitir que realice alguna explotación de mineral.

“Por supuesto que nos preocupa el cobro de aranceles en el Tratado de Libre Comercio y también el tema de construir infraestructura para certificación, pero nuestra mayor preocupación es la minería , vendría a matar nuestros frutos, por eso estamos la rechazamos ”, explicó.

En Oaxaca se concentran 28 mil hectáreas de mango tipo Ataulfo y Tommy, 25 mil de ellos ubicados en la zona oriente del Istmo de Tehuantepec y 3 mil en la zona costera y en este 2017 sus expectativas de exportación dejaron una derrama económica para de mil 400 millones de pesos.

Fuente:http://www.istmopress.com.mx/istmo/actividad-minera-es-peligro-para-la-produccion-de-mango-en-oaxaca/

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Vuelve la amenaza con proyecto minero

El proyecto La Paila, en Alto Lucero, Veracruz, pretende extraer oro y plata a través de un proceso de minería a cielo abierto, a tan sólo 3 km de la central nucleoeléctrica Laguna Verde.

Cada vez es más frecuente escuchar que los proyectos mineros, energéticos y de infraestructura, que fueron detenidos gracias a la presión de la sociedad, vuelven a surgir años después con ligeras modificaciones, pero manteniendo su impacto potencial en las comunidades y en el medio ambiente. Tal es el caso del proyecto minero “La Paila”, anteriormente conocido como Caballo Blanco, ubicado en el municipio de Alto Lucero, Veracruz.

El proyecto Caballo Blanco pretende extraer oro y plata a través de un proceso de minería a cielo abierto, el cual implica la extracción de grandes volúmenes de tierra y, en consecuencia, tiene severas repercusiones al medio ambiente puesto que impacta de manera irreversible en los suelos, el agua y la biodiversidad. Pero más allá del riesgo que implica la minería a cielo abierto, la preocupación por este proyecto aumenta al pretender ubicarlo a tan sólo 3 km de la central nucleoeléctrica Laguna Verde. Esto implica que de concretarse, su operación estaría perfectamente ubicada dentro de las áreas cercanas a la Central Nuclear Laguna Verde (CNLV), mismas que requieren medidas de protección a la población en caso de que ocurriera alguna emergencia, y que han sido definidas a través del Plan de Emergencia Radiológica Externo (PERE).

El PERE define un área conocida como Zona Vía Pluma, que comprende un radio de 16 km alrededor de la central nuclear y, dentro de ésta, se delimita a su vez un área más reducida que se conoce como Área Precautoria que abarca un radio de cero hasta 5 km. Cabe destacar que tanto la delimitación de estas zonas como las medidas de protección a la población están sujetas a la regulación emitida por la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias. Entonces, en una zona considerada como crucial ante una emergencia nuclear, ¿no sería el Área de Precaución una zona que debería estar libre de proyectos de alto riesgo como es la operación de una mina a cielo abierto?, ¿no debería garantizarse la seguridad de la población por encima de cualquier otra actividad económica?

La sola existencia de la Central Nuclear Laguna Verde, construida desde hace más de dos décadas a pesar de una fuerte oposición social, representa por sí misma un motivo de constante preocupación no sólo para la sociedad veracruzana, sino para el país, que ante una eventual emergencia radiológica tendría que evaluar a nivel de competencia federal las medidas ante los posibles impactos de la radiación en agua, aire y suelos, y evitar que sus potenciales efectos puedan dañar a la población.

Aunado al riesgo del proyecto Caballo Blanco, es necesario señalar que la minería en México es un sector sobrevalorado; la extracción de minerales metálicos no es esa actividad pujante que deja una derrama invaluable en la economía mexicana, su aporte al PIB es menor al 1 %. En cuanto a las promesas de empleo y desarrollo local, estimaciones señalan que por cada mil dólares de oro vendido, las comunidades solo reciben en promedio 5.9 dólares. En ese sentido, pese a la bonanza de la industria minera, las condiciones de pobreza, pobreza extrema e inseguridad alimentaria prevalecen en buena parte de los municipios mineros.

En 2015, la producción de oro se concentraba en 22 municipios del país que, además, compartían algunas otras características como el nivel de pobreza y pobreza extrema. Los datos son claros al respecto: el 76 % de estos municipios tiene niveles de pobreza mayores al promedio nacional y más del 50 % alcanzó niveles de pobreza extrema que sobrepasan el promedio nacional.

Al ser un tema que podría representar un enorme riesgo para todos los mexicanos, dada su cercanía a la central nuclear, es importante manifestar también la necesidad de someterlo a consulta pública a toda la población. Finalmente, como señalan los zapatistas: la lucha es un proceso circular, se sabe dónde empieza, pero nunca se sabe dónde y cuándo termina.

                                                   La lucha contra los megaproyectos no termina nunca, es un continuo tejer de resistencias y batallas

Fuente:http://www.animalpolitico.com/blogueros-res-publica/2017/08/28/vuelve-la-amenaza-proyecto-minero/

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Comuneros de Zacatecas acusan despojos de terrenos y violencia por parte de minera canadiense

A dos años de haber sido demolidas sus casas, 150 familias de la comunidad La Colorada, en Chalchihuites, Zacatecas, reclaman a la minera Plata Panamericana, subsidiaria de la empresa canadiense Panamerican Silver Corp Mexico, que les reconozcan la propiedad de los terrenos e indemnicen los perjuicios.

La mina “La Colorada”, ubicada en la cordillera de la Sierra Madre en Zacatecas, extrajo mil 300 toneladas diarias en el 2014, y en unos meses pretendía alcanzar mil 800, de los cuales se obtiene plata, oro, plomo y zinc.

No hay planes para que la empresa se vaya pronto. La minera invirtió 163 millones de dólares entre el 2014 y el 2017 para la construcción de nueva infraestructura.

Al tiempo que autoridades locales del Partido Revolucionario Institucional, como el presidente municipal de Chalchihuites Manuel Rosales Pérez, intenta calmar la indignación con despensas, denunciaron apoderados legales de la comunidad.

Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).- Pobladores de la comunidad La Colorada señalaron haber sido descartados por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ante su demanda de ser despojados de sus propiedades por la minera Plata Panamericana.

“La comunidad era hecha y derecha, tenía todo. Y nosotros vivíamos ahí de la agricultura y la ganadería. Y la llegada de esta empresa lo cambió, llegaron ofreciendo trabajo y pensamos que las cosas iban a mejorar pero no fue así”, dijo Moisés Guerrero Pasilla, apoderado legal de la comunidad.

Al menos 47 comuneros interpusieron el año pasado una demanda en el Juzgado de Distrito Agrario de Zacatecas para reclamar terrenos que han sido apropiados por la empresa, de acuerdo con la versión de dos de los apoderados legales de la comunidad.

La respuesta legal se dio después de que al menos 150 propiedades fueron demolidas en el 2015 por la empresa, señalaron los comuneros.

Plata Panamericana buscaba trasladar a estas personas a casas en otro punto de la localidad.

“Ellos empezaron a construir una zona habitacional. No teníamos la idea de que era para destruir nuestra comunidad. A raíz de eso nos dijeron que nos iban a cambiar a este complejo. Nosotros preguntamos por qué nuestras casas iban a ser derrumbadas”, relató Miguel González, otro apoderado legal de la comunidad.

Alrededor de 250 pobladores fueron trasladados a las nuevas instalaciones, se trataba de unas casas de lámina, que no contaban con condiciones dignas de vida, señaló David Cayetano, miembro de la Red Internacional de Defensores de los Pueblos Indígenas, quien acompaña a la comunidad en su oposición a la mina.

Los locales aseguraron que la empresa se apoderó de tierras, incluidas aquellas donde habían construido sus casas desde hacía décadas atrás.

A la fecha, los comuneros denuncian que Plata Panamericana no cuenta con las escrituras de estas tierras, cuya clasificación debía ser la nacional.

En tanto que la mina alega estar registrada en el Registro de la Propiedad del municipio cercano Sombrerete, y estar sobre 8 mil 395 hectáreas, que se componen por 56 tierras solicitadas para minería, de las cuales 7 aún esperan un título, de acuerdo con el reporte Técnico Preliminar para la expansión de la Mina La Colorada.

González relató que pese a los intentos de denunciar la demolición encontraron la desatención por el Ministerio Público más cercano que corresponde al municipio de Sombrerete. Y tampoco la encontraron cuando el caso llegó a oídos de la Secretaría de Gobernación estatal.

De acuerdo con las palabras dadas por Carlos Bárcenas Pous, titular de la Secretaría de Economía de Zacatecas, durante un evento el 27 de enero, la mina consolidó la generación de empleos en la zona. Al menos 740 directos y mil 250 indirectos.

“Juntos, autoridades y empresa, contribuimos al desarrollo de las comunidades donde trabajan las minas, porque para nosotros las localidades y los trabajadores son nuestros socios y crecemos juntos”, correspondió el Presidente de la mina Ross J. Beaty.

No obstante, a los ojos de los comunitarios la empresa de origen canadiense les ha cerrado las puertas para dedicarse a otras actividades que no sean la minería.

“A mi mamá por ejemplo, el ingeniero Juan Villegas González [gerente general] le prohibió vender comida a los empleados de la mina, les dijo que los despediría si compraban”, denunció González.

En tanto que el Presidente Municipal de Chalchihuites Manuel Rosales Pérez, del Partido Revolucionario Institucional, les ha llegado a ofrecer despensas a los inconformes, dijo Guerrero.

Plata Panamericana no tiene planes de irse de La Colorada.

Un proyecto de expansión iniciado en el 2013 hará que la mina pase de procesar mil 229 toneladas por día a mil 800 al final del 2017. Por lo tanto, se espera un aumento en la producción anual del 64 por ciento, hasta llegar a 7.7 millones de onzas de plata en el 2018.

VIOLENCIA CONTRA POBLADORES

La empresa canadiense ha sido señalada en reiteradas ocasiones de utilizar a las fuerzas de seguridad privada para someter a los pobladores.

Tenemos unos corrales con marranos y vacas. Cuando en eso, Karla Sosa, la de recursos humanos de la minera manda a vigilancia a que quitemos los animales de ahí, porque iba a haber una medición de los terrenos”, dijo González.

Estos mismos guardias son los que someterían a los locales a cumplir con un reglamento para quienes viven en las casas construidas por la mina para sus trabajadores.

La rigurosidad queda a criterio de la empresa. Una copia del reglamento entregada a este medio devela que la comunidad pese a ser rural sólo puede contar dentro del complejo residencial con gatos, perros o peces.

No se permiten fiestas afuera de las casas, y el volumen de cualquier radio debe ser apagado a las 11 de la noche. No hay espacio para los negocios ni las tiendas, ni la modificación de ninguna de las propiedades.

A cambio, las viviendas se hayan equipadas con aparatos electrodomésticos y los gastos de servicios corren por cuenta de la empresa, según se constató en el contrato de comodato celebrado entre un trabajador y la empresa Argentum Panamericana.

La instalación de megaproyectos es uno de los principales causas de violaciones a los derechos humanos.

De acuerdo con el “Informe del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales y otras empresas”, realizado con la colaboración de más de 100 organizciones civiles durante la visita de representantes de Naciones Unidas, en México se constaron al menos 60 casos de violaciones de derechos humanos por empresas.

“Una preocupación que se expresa repetidamente en este documento es que el Estado está sujeto a los intereses de las empresas y que en la práctica no se aplican los marcos de políticas ni se cumplen los compromisos”, apuntó el informe presentado en junio.

Fuente:http://www.sinembargo.mx/27-08-2017/3293314

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#Resistencias: La lucha de Júba Wajiín contra la ley minera

Los indígenas me´phaa de San Miguel del Progreso, en La Montaña de Guerrero dijeron no a la destrucción que dejarían las minas en su territorio y llevaron la resistencia hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De la mano de Tlachinollan, pusieron contra las cuerdas la Ley Minera, que facilita a las empresas la ocupación de tierras. No modificaron la ley, pero cancelaron toda posibilidad de que una mina se instale en su San Miguel.

Malinaltepec, Guerrero. Al terminar el rosario en la iglesia, Valerio Mauro Amado Solano vuelve a casa para ofrendarles a los principales del pueblo el caldo de gallina y las tortillas de maíz que se cocieron en el fuego sagrado. Esta ofrenda busca proteger a los abogados de Tlachinollan y tener procesos judiciales sensatos. Los habitantes San Miguel del Progreso, en la Montaña de Guerrero, confiaron la defensa de su territorio en las instituciones y en su cosmovisión me´phaa.

Es 21 de junio de 2017, día en que los habitantes de esta comunidad, también llamada Júba Wajiín, cumplen con la creencia de sus antepasados: rezan para proteger al pueblo, incluidos los malos, para que cambien de parecer.

En esta mesa quedó la lista de nombres que el “tata” Donato leyó en la cocina. Lo mismo estaba Abel Barrera Hernández, el director de Tlachinollan; Luis María Aguilar Morales, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y Enrique Peña Nieto. Ningún nombre sobra si se trata de cerrarle el paso a las empresas mineras. Sobre todo si Corazón de Tinieblas y Reducción Norte de Corazón Tinieblas, dos territorios de más de 40 mil hectáreas repleta de minerales, en los que reposa parte de San Miguel, están otra vez a la merced de los empresarios.

Las mujeres participan en las tareas de la cocina: sirven el caldo, envuelven tortillas, lavan trastes o reparten dulces de pan. A todas las invitó doña Guadalupe, la esposa de don Valerio, para sacar el compromiso de la ofrenda.

Don Valerio hace varias reverencias cuando le entrega la comida al “tata” Donato, su hermano mayor y el principal más longevo en la cocina. Así cierra un día de compromisos: la ofrenda de los rezos, el rosario como rezandero del pueblo; y la sesión del Consejo de Autoridades Agrarias en Defensa del Territorio, en la comunidad de Ojo de Agua de Cuauhtémoc, en su faceta de presidente del Comisariado de los Bienes Comunales de San Miguel del Progreso.

Por la noche ve el documental El mineral o la vida, que le regalaron los abogados de Tlachinollan, donde se explica el plan de las empresas mineras de terminar con el corazón hidrológico de la región Costa Chica-Montaña. Valerio tiene más de 60 años, pero su energía aparenta la edad de un joven.

“Nací y crecí aquí y nunca me imaginé que íbamos a tener problemas por la minería. Que nos quisieran sacar de nuestra propia tierra”, dice Pedro Flores, un compañero de lucha de don Valerio, durante un recorrido entre las comunidades. Por eso a él y los otros pobladores, les interesa conocer los daños e intereses detrás de la mina.

La biodiversidad y el agua de la región Costa Chica-Montaña se concentran en las 157 mil 896 hectáreas donde el gobierno de Ángel Aguirre Rivero impulsó la Reserva de la Biósfera, un supuesto proyecto de conservación del ambiente que concentraba todo el territorio que en el 2016 llegaron a concesionar las empresas mineras.

En el camino hay un cerro grande y cubierto de bosque que cubre en sombra casi todo el pueblo de San Miguel del Progreso. Es el Tepilzahuac o el San Marcos mayor, uno de sus lugares sagrados.

Los habitantes de este pueblo me´phaa dejan en este cerro la petición de lluvias, las oraciones por rayos de sol, los ruegos por buenas siembras, las bienvenidas y despedidas de los años.

En las veredas que circundan la región hay matas de plátano, árboles de papaya y mango, sembradíos de maíz y plantas de café. Aquí cobra sentido lo que después dice Víctor Albino Agustín, el presidente del Consejo de Vigilancia de San Miguel: “nosotros tenemos tres climas. Allá abajo tenemos caliente, acá templado, y allá arriba frío. O sea, tenemos una tierra sagrada”.

La resistencia legal

Sí. La tierra de San Miguel es sagrada. Pero el valor que tiene para quienes la habitan y para quienes quieren comprarla no es el mismo. Unos quieren cuidarla para vivir aquí, otros quieren explotarla.

Miguel Mijangos, de la organización Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos (PIAP), explica por qué la tierra de San Miguel es motivo de deseo: “el problema es que abajo está el oro y la plata”.

Los primeros en darse cuenta de que el suelo de San Miguel es rico en oro y plata fueron integrantes de Tlachinollan, cuando en 2009 descubrieron que la Secretaría de Economía había otorgado 38 concesiones mineras en el territorio de Costa Chica-Montaña.

En un recorrido de campo en Zitlaltepec, comunidad de Metlatónoc, ubicaron la mina de San Javier en desuso, propiedad de la familia guerrerense Larequi Radilla, dedicada al transporte. Entonces también Paraje Montero, otro núcleo agrario de Malinaltepec, tenía firmado un convenio de exploración hasta 2014 con la empresa Camsim Minas.

Los hallazgos los empujaron a las brigadas de información en las comunidades sobre los efectos de la minería.

Tlachinollan tenía la experiencia con Carrizalillo, una comunidad de Eduardo Neri, en la región Centro de Guerrero afectada por la instalación de una mina. En 2007 los abogados emprendieron una lucha y lograron un mejor pago anual de la canadiense Luismin (después absorbida por Goldcorp) para los ejidatarios por la renta de sus tierras: 13 mil 500 pesos por hectárea. Los ejidatarios reciben ahora un pago siete veces mayor, nunca tan alto como el nivel de la devastación de su ambiente.

San Miguel del Progreso es una de las tres primeras comunidades en rechazar la minería después de recibir la información de Tlachinollan: el 13 de septiembre de 2013 inscribieron su acta de rechazo en el Registro Agrario Nacional. Ahí comenzó la resistencia legal. “Si no hubiera sido por la información que nos dieron los licenciados de Tlachinollan… Son los que nos vinieron a informar, nos explicaron que sin darnos cuenta ya estábamos concesionados”, dice don Valerio esa tarde de junio.

Tlachinollan y San Miguel lograron revelar, a través de solicitudes de información, que la Secretaría de Economía concesionó más de 40 mil hectáreas en dos predios de su territorio: Corazón de Tinieblas, con el número 237861, y Reducción Norte de Corazón Tinieblas, con la serie 232560.

El primero abarca una extensión de 37 mil 531 hectáreas de verde bosque y cafetales a nombre de la minera británica Hochschild Mining, y el segundo concedía 3 mil 394 hectáreas a la empresa mexicana Zalamera, de acuerdo al mapa creado por la organización.

En los antecedentes de la Hochschild Mining figuran trabajos mineros en el Perú, con reporte de accidentes de empleados por falta de equipo en las minas que explota, como en la subterránea de Arcata, Arequipa. El trabajo de Zalamera se centra sólo en la exploración de los terrenos.

Con esta información y cuatro años de trabajo comunitario, los abogados de Tlachinollan y los habitantes de San Miguel presentan el 15 de julio de 2013 una demanda de amparo en el Juzgado Primero de Distrito con dos peticiones: la cancelación de las dos concesiones y una revisión a los artículos de la Ley Minera.

Siete meses después, el juez Jorge Eduardo Espinosa Luna resolcvó el amparo de manera parcial en favor de San Miguel del Progreso: anuló las concesiones mineras otorgadas a Hochschild y Zalamera porque no se garantizó a la comunidad su derecho a audiencia, pero omitió la revisión de la Ley Minera.

Los argumentos del juez para no revisar esta Ley los sostuvo en que los abogados de Tachinollan sustentan su tesis en omisiones legislativas, que en la Ley de Amparo resulta un recurso improcedente.

Maribel González Pedro, la abogada de Tlachinollan que llevó el caso, dice que nunca plantearon el amparo más allá de que los artículos 6, 10, 15 y 19 de la Ley Minera atentan contra los derechos de los pueblos indígenas.

Con esos artículos le asigna la ley un estatus de prioridad a la actividad minera, acredita a las empresas mineras concesiones hasta por 50 años y les garantiza derechos para expropiar tierras.

La cancelación de las concesiones tampoco procede de manera inmediata porque la Secretaría de Economía impugnó la resolución.

La resistencia llega a la Corte

Debido a que el juez decidió no revisar los criterios de la Ley Minera, Tlachinollan buscó que lo hacieran en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En febrero de 2015 consiguió que la ministra Olga Sánchez Cordero adoptara el caso e iniciara un juicio de revisión, lo que garantizaba un estudio de la inconveniente de la ley.

La intención de la organización era una modificación a la Ley Minera, donde quedara explícito los derechos de los pueblos indígenas a ser consultados sobre cualquier ingreso a su territorio.

Pero la Secretaría de Economía pidió a la SCJN el 9 de septiembre de 2015 sobreseer este juicio de revisión, porque las dos concesiones en las tierras de San Miguel del Progreso estaban canceladas desde julio y septiembre pasado. El primer amparo a favor de la comunidad así lo dictó.

La percepción de la abogada Maribel González es que la dependencia de gobierno evitó a toda costa la revisión del marco normativo minero vigente, ante la posibilidad de que se asentaran criterios legítimos de los pueblos y comunidades indígenas del país sobre su derecho a la consulta para cualquier ingreso a su territorio. Con la modificación a la Ley Minera no sólo San Miguel podría decir no a las mineras, también cualquier pueblo indígena.

A la par, la Secretaría de Economía dejó al descubierto la predilección por la actividad minera: el 24 de noviembre de 2015 publicó en el Diario Oficial de la Federación la cancelación de estas dos concesiones y otra vez la liberación del terreno.

Es decir, que a los 30 días siguientes Corazón de Tinieblas y Reducción Norte de nueva cuenta estarían a disposición de las mineras en las ventanillas de la Dirección General de Regulación Minera.

Al final, la Corte acató la petición de la Secretaría y sobreseyó el caso el 25 de mayo de 2016. Dicho en otras palabras, terminó con el trámite de revisión y así la posibilidad, esta vez, de alguna modificación a la Ley Minera.

Después de saber la decisión de la Corte, Tlachinollan acuerdó con la comunidad buscar un segundo amparo ante el Juzgado Primero de Distrito contra la declaratoria de la libertad de las tierras, porque el gobierno federal no se detendría ahí. Este segundo amparo, presentado el 11 de diciembre de 2015, buscaba dejar sin efectos la decisión de la Secretaría de Economía de volver a poner a disposición de las mineras los dos predios liberados.

Tlachinollan y los habitantes de San Miguel no consiguieron modificaciones a la Ley Minera, pero tampoco dejaron ninguna posibilidad de invasión.

Mientras tanto, el caso avanzaba en otro sentido: las empresas desistían de 22 de las 44 concesiones en la región Costa Chica-Montaña, equivalente a 32 mil 616 hectáreas aún concesionadas. Y es que en 2016, según datos de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), la región de la Costa Chica-Montaña acumulaba 44 concesiones mineras, equivalente a 142 mil 430 hectáreas.

Hasta aquí San Miguel del Progreso se erige como la primera comunidad indígena en sentar la revisión de la Ley Minera en el ámbito judicial que, aun cuando no lo consigue, deja el antecedente para que cualquier pueblo del país que rechaza la minería siga este camino e insista en su modificación. Cualquier otra comunidad puede volver a pedir la Revisión de la Ley Minera.

Pero la lucha sigue. Una de las concesiones vigentes es Toro Rojo, un predio que incluye al San Marcos mayor, el cerro sagrado de San Miguel, y extensiones de otros pueblos de la Montaña.

La resistencia Me’Phaa

Con los rezos en casa de don Valerio, los principales del pueblo encargaron a sus antiguos buena conciencia para el juez que debía resolver este segundo amparo.

En esta lucha los habitantes de la zona han aprendido mucho. Don Valerio, por ejemplo, habla con mucha soltura de los conflictos mineros en Oaxaca, Chiapas y Veracruz. Y  hasta conoce el caso de El Zapotillo, Jalisco, que explica en una frase: ricos embotelladores intenta llevarse el agua hacia Guanajuato sin considerar al pueblo. O don Víctor, quien está convencido que el cianuro utilizado en las minas a cielo abierto, como Carrizalillo, “es lo que más afecta a todos, a animales y a todo”.

Para el rezandero Alberto, la minería “todo lo destruye”.

En San Miguel destruiría árboles tropicales, neblina, flores, lluvia, pinos altos, el frío y el calor, café, tierra fértil, nubes cargadas de agua, maíz, pájaros, árboles curativos, cielo azul y sol brillante. Un paraíso de 4 mil 449 hectáreas (extensión del núcleo agrario, que forma parte del interés de las mineras) y 3 mil 800 personas. Quién podría cambiarlo por un infierno.

“Tiene mucho poder este rezo”, dice don Alberto sobre el ritual de invocar a las almas para pedir por el bien de su gente.

Desde la esquina de la mesa, sentado en dirección al fogón de la cocina, el “tata” Donato dice frases en me’phaa. Alrededor de él hay más hombres que mujeres. Son autoridades y principales del pueblo que las repiten. Se trata de plegarias con los nombres de la lista de los abogados, ministros y autoridades del país.

Siete días después de aquella tarde en la comunidad me’phaa Júba Wajiín, la jueza Estela Platero Salado les concedío el segundo amparo contra las facultades de la Ley Minera. Dicho de otra manera, canceló la posibilidad de que cualquier empresa minera pida concesiones en sus dos predios, si no hay antes una consulta a sus habitantes.

Fuente:http://ladobe.com.mx/2017/08/resistencias-la-lucha-juba-wajiin-la-ley-minera/

Mexico

Gobiernos hacen “trabajo sucio” para imponer mega proyectos en comunidades : REMA

Diversos grupos en resistencia de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) contra la imposición del modelo extractivo y de los diferentes mega proyectos que se imponen en México y en el resto del mundo, se reunieron en la comunidad del Ixtepex, Oaxaca, donde se llevó acabo el foro nacional “El Extractivismo o la vida”, en el que participaron habitantes de nueve estados de la República y 23 municipios específicamente del Istmo de Tehuantepec. El intercambio de experiencias fue fundamental para continuar fortaleciendo los procesos de organización con el fin de detener los abusos en ejidos, comunidades y bienes comunales .

La REMA aseguró en un comunicado que “con el falso discurso del progreso, han despojado del territorio y destruido los bienes comunales naturales de los habitantes”, iniciando un proceso de desplazamiento, forzando a familias enteras que pierden así su vida sana, procesos culturales y de identidad.

El encuentro de afectados por la minería actualiza la información de los diferentes mega proyectos que siempre están enlazados entre sí y que han alcanzado su máxima expresión con las Zonas Económicas Especiales (ZEE). “Se ha manifestado el cinismo del gobierno obediente y en conspiración con partidos políticos dispuestos a cambios constitucionales, leyes y reglamentos con el fin de saquear, contaminar, destruir de manera ‘legal’ el ambiente”, advirtieron en el encuentro.

En el resolutivo final, la organizaciones participantes indicaron que los “falsos gobernantes hacen el trabajo sucio a los empresarios dividiendo a las familias, quienes además de sufrir el hurto de sus tierras, son víctimas del desprestigio por medio de fuertes campañas en las que la persecución, el hostigamiento y la amenazas se hacen presente llegando al encarcelamiento, la desaparición y el asesinato por parte de el ejército, la marina y la policía federal”.

Los participantes de este foro concluyeron que los empresarios, gobiernos y la banca comercial son apoyados por estructuras internacionales y nacionales, definiendo como deben ser impuestos los modelos. La colaboración de la justicia incrementa la impunidad y fomenta la falta de justicia dejando a un lado los roles sociales que le corresponden al estado, transformándolo en una nación corporativa.

Las organizaciones expresaron la creación de espacios para mujeres, fortaleciendo la unión y organización además de poner en la agenda las luchas de problemática de género como una cuestión tanto económica y política.

En la declaratoria la REMA aseguraron “seguir luchando por nuestro territorio y nuestros derechos, decidiendo el futuro que queremos, lo que somos, lo que nos da esa identidad forjada a través de nuestras milenarias expresiones culturales, así como también entre todas y todos, asumimos el compromiso de continuar en conexión con la naturaleza a través del significado amplio que representa una de nuestras actividades milenarias”.

La Red Mexicana de Afectados por la Minería concluye que “las asambleas agrarias, municipales son el proceso a la libre determinación que desde hace siglos asumen como un elemento fundamental de consentimiento pleno, libre, informado porque en esos espacio colectivos hacen ejercicio de sus derechos, fortaleciendo su autonomía y su capacidad para decidir sobre su territorio y sus bienes naturales”.

Fuente:http://www.liberaradio.com/gobiernos-hacen-trabajo-sucio-para-imponer-mega-proyectos-en-comunidades-rema/

Mexico

RESUMEN DEL FORO NACIONAL EN IXTEPEC, OAXACA “EL EXTRACTIVISMO O LA VIDA”

Ciudad Ixtepec, Oaxaca 19-20 DE AGOSTO DE 2017

21 AGOSTO 2017

En dos días de reflexión y análisis, las y los representantes de 23 municipios y 9 estados de la república expusimos nuestro total rechazo al modelo extractivo que está alcanzando su peor expresión con la imposición de las denominadas zonas económicas especiales, porque representan los sitios en donde se entretejen megaproyectos mineros, eólicos, gasoductos, presas, maquiladoras o mecanismos REDD, entre otros proyectos, que sólo vendrán a maximizar los ya comprobados daños ambientales, a la salud, sociales, económicos y culturales que este tipo de proyectos genera y que afectan directamente la vida de los pueblos originarios que vivimos en los territorios que intentan explotar.

Las organizaciones integradas en el Istmo de Tehuantepec convocantes, en conjunto con la Red Mexicana de Afectadas por la Minería (REMA), nos oponemos al extractivismo y a la imposición de la zona económica especial por ser un modelo capitalista e industrial de apropiación y despojo de los bienes naturales que se ha impuesto a nivel mundial. Al mismo tiempo, este tipo de proyectos destruyen la naturaleza y los bienes comunes, afectan directamente la fuerza de trabajo local, se apropian de las semillas nativas que son base de nuestra cultura, salud y alimentación, a demás de trastocar todos los medios de vida que nos son indispensables como el agua y la energía.

BAJAR RESUMEN COMPLETO EN PDF

Fuente:http://www.remamx.org/2017/08/resumen-del-foro-nacional-en-ixtepec-oaxaca-el-extractivismo-o-la-vida/

Mexico

Labriegos y ganaderos zacatecanos exigen que minera los indemnice

Saucito derramó tóxicos en un arroyo; acabó con cultivos y cría de animales, denuncian

Ejecutivos primero ofrecieron remediar los estragos; ahora dicen que la compañía, propiedad de Alberto Bailleres, no es beneficencia

Piden intervención del gobernador y del Congreso.

Los habitantes de la comunidad Laguna Blanca, municipio de Fresnillo, Zacatecas, no han podido realizar en cinco años actividades agropecuarias debido a que sus tierras siguen contaminadas después de que la minera Saucito vertió a un arroyo aguas que contenían metales pesados

Zacatecas, Zac.

Campesinos y ganaderos de la comunidad rural Laguna Blanca, municipio de Fresnillo, pidieron al gobierno estatal, que encabeza Alejandro Tello Cristerna, y al Congreso local, que intervengan para que la mina Saucito los indemnice, pues hace cinco años inundó sus potreros y sembradíos con agua contaminada con metales pesados.

Los afectados perdieron cosechas de alfalfa, frijol, maíz y cebada; tuvieron que rematar cientos de borregos y decenas de reses y caballos; además, en los cinco años recientes no han podido realizar actividades agropecuarias porque sus tierras, potreros y corrales siguen anegados y contaminados. Directivos de la mina prometieron remediar los daños, pero luego se deslindaron del problema.

Saucito SA de CV depende de la compañía Fresnillo PLC, propiedad de Alberto Bailleres, la cual cotiza en la bolsa de valores de Londres y es, según la propia empresa y la Cámara Minera de México, la principal compañía productora de plata primaria del mundo. Es la segunda mina más importante del consorcio en el estado y está al poniente de la ciudad de Fresnillo, 80 kilómetros al noroeste de la capital de Zacatecas.

En agosto de 2012 se inundaron las galeras subterráneas de las que Saucito extrae plata, oro, cobre, zinc y otros minerales. Para continuar con sus actividades, la compañía bombeó el agua y la echó a un arroyo que desemboca en una represa de Laguna Blanca.

La comunidad rural se encuentra a un costado de la carretera federal número 44 Fresnillo-Valparaíso. Los 12 campesinos y ganaderos del lugar vieron subir el nivel de la represa hasta que se desbordó, a finales de 2012, e inundó tierras y potreros; obstruyó el camino vecinal y dejó incomunicado dicho poblado y la escuela primaria Cuauhtémoc, que debió cerrar.

Dos de los principales afectados, Jesús Ortiz Bañuelos y Miguel Martínez Domínguez, relataron que durante cinco años dialogaron con el gerente de Saucito, Martín Robledo, y luego con Gerónimo Medina, encargado de relaciones con la comunidad, quien al principio les prometió remediar el problema y ahora advierte que el consorcio no es beneficencia pública, y háganle como quieran.

“Teníamos alfalfa, pasto de pradera, maíz y cabezas de ganado. Yo tenía unas 70 reses y 250 borregas –dijo Ortiz Bañuelos–. Al comenzarse a inundarse el lugar ya no pudimos mantener a esos animales. Nos acercamos a la minera para pedirle que sacara esa agua, pero nos aseguró que no era posible, que la mina estaba inundada, por eso descargaba las aguas a un arroyo y el agua se iba ‘solita’ para acá.”

A principios de 2015 hubo mortandad de peces, patos y ranas. Se alertó a personal de la Comisión Nacional del Agua, que informó que era ilegal que la mina vertiera a cualquier arroyo, represa o laguna el agua que extrae.

Entonces Saucito dejó de tirar agua. La inundación ya llegaba a las márgenes de un aserradero, así como a las tierras de un empresario que perdió cultivos de jitomate, pepino, tomatillo y chile. Pero los minerales y metales pesados del agua de la mina sellaron el suelo, y la inundación ha descendido muy lentamente en los dos años recientes. La tierra está cubierta de lodo grisáceo, parecido al cemento. Y nada crece ahí, ni siquiera yerba.

Gerónimo Medina prometió reiteradamente a los afectados que la mina los ayudaría cuando baje el nivel del agua, aseguró Jesús Ortiz, “pero ahora que se está secando la laguna desconocieron esos acuerdos. Medina nos dijo que no tienen obligación de ayudarnos a reparar los daños.

“Le pregunté si podían ayudarnos con tubería o postes de los que desechan para arreglar nuestros corrales y praderas. En tono burlesco nos dijo: ‘Nosotros no somos beneficencia pública. No tenemos por qué ayudarlos’.”

Cuando orurrió la inundación, la minera envió contratistas que construyeron un camino con tepetate para volver a comunicar Laguna Blanca con la carretera federal 44, y colocó letreros que decían peligro, no nadar.

El productor Miguel Martínez explicó: Los recursos que yo obtengo son todos del campo, y al inundarse ya no pude seguir trabajando. Yo tenía ocho hectáreas de maíz y seis de alfalfa. Perdí la cosecha y mi sistema de riego por goteo. Tuve que vender mis caballos y vacas. Sigo sin poder sembrar.

Aseguró que se reunió en 15 ocasiones con Gerónimo Medina, pero él estaba tan seguro de que yo no podía hacerle nada, que se mofó de mí.

Medina propuso a los afectados vender a Saucito las tierras inundadas, lo que rechazaron los perjudicados.

A finales de julio pasado los productores pidieron por escrito ayuda al gobernador Tello Cristerna y al Congreso estatal, pero aún esperan respuesta.

Fuente:http://www.remamx.org/2017/08/labriegos-y-ganaderos-zacatecanos-exigen-que-minera-los-indemnice/

Mexico

Pone en peligro la minería a especies

La actividad minera que busca realizar un importante grupo en la Área Natural Protegida (ANP) Sierra de Lobos, pondría en riesgo a por lo menos 140 especies de animales que hoy habitan en esa región.

Según un estudio hecho por el Instituto Nacional de los Recursos Naturales (Inderena) de Colombia, el impacto ambiental que causa la explotación minera es grande; en el campo biológico, el impacto sobre los bosques naturales y la contaminación del agua ocasionan la pérdida de recursos y especies diversas y en peligro de extinción; paralelamente, la construcción de vías y oleoductos para sacar el producto explotado produce alteración de suelos, fauna y flora en todos los ecosistemas por lo que necesariamente tienen que pasar; se puede presentar contaminación por derrames no previstos o accidentes causados por descuido o intencionalmente, así como contaminación visual o por emisión de gases o escape del polvillo en el caso del carbón, que es transportado desde las zonas de producción hasta los puertos de exportación, vía terrestre.

Además, en el plano social, en cualquier zona de explotación minera, se da un aumento de la demanda de los servicios, migraciones masivas de población, cambio de actividades económicas y sociales y por ende el abandono del campo.

 

Sierra de Lobos un valor natural de León

Ubicada al noreste del estado de Guanajuato, entre los municipios de León, San Felipe, Ocampo y Silao, la Sierra de Lobos, una de las 174 áreas naturales protegidas que en el país resguardan más de 126 millones de hectáreas con la finalidad de mantener la representatividad de los ecosistemas de México y su biodiversidad, estaría en riesgo.

De acuerdo con información del Instituto Estatal de Ecología (IEE) esta zona serrana se compone por más de 127 mil hectáreas de extensión y está cubierta por diferentes tipos de vegetación como el bosque de encino, chaparral, matorral subinerme y matorral espinoso, cada uno cumple con diversas funciones tales como la regulación del flujo de agua hacia las partes bajas, la recarga de aguas subterráneas y la retención de suelo, entre otras.

La diversidad biológica que se puede encontrar en esta zona son 181 especies de aves como halcón peregrino y búho, 39 especies de reptiles como víboras de cascabel, tortuga de pantano y 34 especies de mamíferos como ardillas, murciélagos y venados de cola blanca, los cuales se encuentran en peligro de extinción.

 

Instituto de Ecología tiene un plan de manejo diferente para Sierra de Lobos

El programa de manejo que realizó el Instituto de Ecología del Estado para esa área tiene determinado que en ese espacio se pueden impulsar acciones de agricultura sustentable, el aprovechamiento controlado de los bosques, la introducción de especies de fauna silvestre, establecimiento de viveros y reforestación, actividades recreativas entre otras, aunque no se contempla la minería.

 

El Gobierno de México ya ha autorizado minas en áreas naturales protegidas

Es importante mencionar, de acuerdo con datos públicos de la Cámara Méxicana de Minería (Camimex), en la actualidad el Gobierno de México ha otorgado un total de 1 mil 282 concesiones mineras dentro de áreas naturales protegidas con una superficie intervenida que equivale a 0.81 millones de hectáreas del suelo nacional.

Fuente:https://www.elsoldeleon.com.mx/local/pone-en-peligro-la-mineria-a-especies