Latinoamerica

Minería ilegal en el Amazonas a niveles sin precedentes

Entre agosto de 2017 y julio de 2018, Brasil tuvo su peor año de deforestación en más de una década, según el Ministerio de Medio Ambiente. Con Jair Bolsonaro y su recién nombrado Ministro de Medio Ambiente, Ricardo de Aquino Salles, quien dijo anteriormente que el cambio climático es un «dogma», es poco probable que esto mejore.

 

Bolsonaro ha atacado rutinariamente al Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama). En la primera semana de la presidencia de Bolsonaro, el jefe de medio ambiente de Ibama también renunció en medio de críticas de que había irregularidades en el presupuesto. Un funcionario de alto rango de la compañía le dijo a Al Jazeera que Bolsonaro estaba tratando de «deshacerse de nuestra capacidad de detener la vigilancia policial para aquellos que cometen delitos ambientales».

 

La vigilancia policial en el Amazonas es una tarea difícil para todos los países que intentan proteger el bosque, que alberga una gran cantidad de flora y fauna únicas. Sin embargo, una infraestructura deficiente y un presupuesto limitado significan que la presencia policial está ausente en zonas de la selva y, a menudo, se lleva a cabo la deforestación o la minería ilegales.

 

El sitio de noticias ambientales Mongabay informó que la minería ilegal actual en la Amazonía «no es comparable a ningún otro período de su historia», según un estudio conjunto de seis países amazónicos. El informe también creó un mapa interactivo, que muestra un mínimo de 2,312 sitios, 245 áreas y 30 ríos afectados por la minería ilegal en todo el Amazonas.

 

Según el informe, la mayoría de los casos se produjeron en Venezuela, seguidos por Brasil y Ecuador, aunque se considera que la región peruana de Madre de Dios ha experimentado el mayor nivel de degradación debido a la extracción de oro en toda la Amazonía. El alza del precio del oro y los metales preciosos ha contribuido a la «epidemia» minera que ha azotado la región, junto con la asombrosa tasa de impunidad en el sector.

 

La fuente de los medios peruanos, Semana, explicó que incluso si los individuos que realizan estas actividades ilegales son capturados, es casi imposible que los condenen, debido a la dificultad de encontrar pruebas suficientes. Por ejemplo, las autoridades judiciales requieren partes del equipo usado para llevar la minería como evidencia, pero a menudo los mineros logran destruir la maquinaria antes de ser capturados.

 

La startup peruana AmigoCloud está utilizando su tecnología de mapeo del Sistema de Información Geográfica (SIG) para ayudar a combatir la deforestación rampante que está experimentando su país. El grupo se ha asociado recientemente con CONIDA, la agencia espacial peruana, para ayudarlos a procesar imágenes satelitales más rápido que nunca. Esto dará a los gobiernos locales y regionales la capacidad de rastrear de manera más efectiva la minería ilegal, la tala, la deforestación y el tráfico de drogas, y esperamos proporcionar pruebas importantes para ayudar a atrapar a los autores de estos delitos.

 

A medida que la tecnología y la imagen satelital mejoran, se espera que sea más fácil rastrear y proteger el bosque del Amazonas sin tener que gastar millones para implementar investigaciones en el terreno, con el beneficio adicional de que reduce el impacto tanto en el bosque como en el bosque. Las comunidades indígenas que viven dentro de ella.

 

Fuente:https://tiempominero.com/contenido.php?id=1571

Agua y Minería, Latinoamerica

Informe Nº1¿ Agua o Minería? Resistencias Comunitarias en América Latina

El equipo del Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina pone a su disposición el informe Nº1 : ¿Agua o Minería? Resistencias Comunitarias en América Latina , desde la mirada de las comunidades de Perú y Chile.

Existen diversos reconocimientos sobre el impacto que provoca la Megaminería sobre el agua y la afectación de su entorno. En Perú y Chile como en el resto de América Latina, siguen aumentando las concesiones y proyectos mineros de acá hasta los próximos 20 años . Esto significa un aumento considerable del consumo y uso del agua perjudicando y afectando profundamente a comunidades , ecosistemas y fuentes de agua , provocando el alzamiento de legítimas protestas sociales en defensa del territorio , ríos y fuentes que son fuertemente reprimidas y criminalizadas por parte de los Gobiernos y Empresas Mineras.

 

Puedes descargar el documento en Publicaciones Ocmal

 

Latinoamerica

Batalla entre la minería y la ecología

Es una de las principales actividades que genera divisas y crecimiento en diversos países, pero causa problemas como la salinización, la desertificación o la deforestación

La minería es una de las principales actividades extractivas que genera divisas y crecimiento económico en diversos países del mundo.

Naciones como Perú, la República del Congo o Chile son líderes en la producción de oro, cobre, zinc y plata gracias a su amplia biodiversidad de ecosistemas; el potencial productivo de las represas, valles, lagunas y tierras fértiles son geológicamente competitivos para el posicionamiento de empresas multinacionales en estos países.

Si bien la minería genera desarrollo de ciudades en términos de modernización en los ejes de infraestructura urbana, industrial- empresarial y empleo; fomenta por otro lado la explotación indiscriminada del hábitat en su dimensión social, económica y ecológica de las comunidades campesinas aledañas a los campos mineros.

En primer lugar, se genera una degradación, desertificación y deforestación de los suelos por la salinización, solubilización y movilización de metales tóxicos como el arsénico, mercurio, cadmio, plomo y bario (El Tiempo,2018).

En correlación, esta problemática afecta directamente la calidad alimentaria de la producción agrícola (alimentos que sobrepasan el límite máximo permisible de metales pesados según el codex alimentarus); sector primario que representa el 80% de la economía de los países en vías de desarrollo y que implícitamente genera pobreza absoluta, migraciones forzadas y convulsiones sociales en las poblaciones autóctonas (La República, 2012).

Barra libre

Leyes insuficientes

Este efecto tiene correlación directa a las deficientes legislaciones ambientales por parte de los países subdesarrollados; la inseguridad jurídica, la inexistencia de principios de autoridad y la débil preparación del Estado con enfoque macro-económico impide la armonización entre las actividades extractivas y el medio ambiente.

La falta de un “upstream engagement” de los pobladores a la toma de decisiones políticas en materia de industria extractiva refuerzan una legislación abultada orientada solo para expertos que soslayan una “lingua franca” a fin de otorgarles la “licencia social” a las mineras sin el previo consentimiento ambiental de la ciudadanía.

En tal sentido, en este contexto, el desconocimiento sobre sus derechos, impide a los moradores aplicar la ley de consulta previa como mecanismo de defensa para monitorear y supervisar la efectividad de los estudios de impacto ambiental de las empresas extractivas.

La conflictividad social entre la población y las empresas licitadoras tiene su base en la desconexión entre los procesos de planificación territorial y el sistema de otorgamiento de concesiones en el gobierno central (El Tiempo, 2018).

El escaso ordenamiento territorial propulsado por los poderes descentralizados no delimita las lagunas, valles o zonas ricas en minerales como áreas naturales protegidas y conservadas, dificultando de esta manera la anulación de las concesiones mineras.

Las multinacionales

El ejemplo de Perú

La falta de acceso a la justicia de los pobladores por limitaciones económicas, geográficas y lingüísticas, sumado al inexistente despliegue de las funciones del Estado, permiten que gran parte de la superficie continental de países como Perú se encuentre concesionada a la minería; en cifras un 14,12%( INGEMMET) del territorio está ocupado por mineras que, a largo plazo, degradan los ecosistemas esenciales del paisaje, transformando una tierra de importancia espiritual y/o cultural para una comunidad determinada en una zona árida e inservible.

Como consecuencia, se tienen cifras alarmantes de recursos naturales irrecuperables para la riqueza de los pueblos; pérdidas de lagunas, racionamiento y contaminación del agua, desaparición de valles, campiñas, escasez hídrica por el secado de afluentes hídricos de los principales ríos, etc… Estos impactos al medio ambiente alteran el equilibrio social y económico, afectando negativamente al modus vivendi de la sociedad en los ejes salud, alimentación y bien estar ambiental.

Tragedia ecológica

Desaparece el 40% del valle Yanacocha

En cifras, la ciudad de Cajamarca (Perú) ha perdido el 40% del valle Yanacocha, presenta una alarmante cifra de 38% de desnutrición y un 26% no tiene luz eléctrica ni acceso a agua potable por consecuencia directa de la actividad minera, tales como el agua ácida por la disolución de metales pesados tóxicos durante el drenaje ácido de las minas (La Republica, 2017).

De igual manera, la liberación de gases como el plomo de las chimeneas metalúrgicas a la atmósfera genera una contaminación invisible y de largo plazo en la salud intergeneracional de las poblaciones cercanas a las minas; en otras palabras, nacen niños con alteraciones genéticas y /o con siete veces más plomo en la sangre que el límite máximo permisible por la Organización Mundial de la Salud.

Esta realidad problemática trae consigo la aparición de múltiples enfermedades como la leucemia, la anemia y el cáncer que acortan sustancialmente la esperanza de vida de las personas.

Precisamente, según reportan fuentes de La República, La Oroya es la quinta ciudad del mundo más contaminada del planeta con un nivel de toxicidad de plomo entre 60 y 70 microgramos por decilitro de sangre, ocasionando que el 90% de los niños presenten niveles de este metal tóxico por encima de lo recomendado por las autoridades sanitarias.

La minería no solamente afecta la dimensión humana, también se ve afectado la salud animal por la degradación de la flora; precisamente, se tiene conocimiento de la desaparición de pantanos en la cordillera del Vilcanota (Cuzco-Perú) que eran refugio para los patos salvajes durante su migración, ahora habilitado como estacionamiento y sendero por la explotación minera (El Tiempo, 2018).

Propuestas

En el caso de Perú, considerando que los mecanismos de negociación son inequitativos a lo que respecta la mediación social entre las comunidades campesinas y las empresas mineras respaldadas por el Estado, hay tienen distintas propuestas a considerar para la preservación y protección de las áreas ferrosas de patrimonio ancestral:

En primer lugar, dotar a la ciudadanía de facultades legislativas como un agente federal autorizado por las instancias internacionales a legislar, negociar y tomar decisiones políticas con asesoramiento técnico sobre la concesión o anulación de los proyectos mineros en base a la ley de consulta previa.

Otorgar la licencia social para las actividades extractivas en base a un previo mapa zonal de planificación y ordenamiento territorial que delimite las áreas autorizadas para la concesión de proyectos mineros; contemplando que los impactos ambientales estén fuera del radio de vida urbana, así como la salvaguardia de los recursos naturales, hídricos, agrícolas que suministran la economía de las comunidades campesinas.

■ Exigir la revisión exhaustiva de los expedientes técnicos sobre impactos ambientales, así como la tecnología disponible para la mitigación y neutralización de los efectos negativos al ambiente; uso de biomasa en biodigestores para uso térmico, para generar electricidad a las zonas rurales alejadas de las ciudades, así como reducción de los impactos del cambio climático tales como la emisión de CO2. Implementar catálisis heterogénea y filtros de depuración en las chimeneas para reducir al máximo los gases como plomo.

Interponer recursos de nulidad contempladas en las cláusulas del Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA) anulando directamente las actividades mineras por incumplimiento de la ley de consentimiento ambiental y consulta previa, sin la necesidad de la intervención del Estado. En otras palabras, las comunidades campesinas afectadas pueden ordenar la anulación del proyecto minero con poderes ejecutivos.

 

Fuente:https://www.lavanguardia.com/participacion/lectores-corresponsales/20190930/47670210436/batalla-mineria-ecologia-mundo-cambio-climatico.html

Latinoamerica

Delfines rosas amazónicos muy contaminados con mercurio

Se estima que la Amazonía es el lugar con más biodiversidad en el mundo. Sin embargo, la contaminación por mercurio está poniendo en riesgo a especies emblemáticas como los jaguares y delfines de río, al igual que a peces que son críticos para la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas, rurales y urbanas.

Los delfines rosados ​​del Amazonas tienen niveles preocupantemente altos de contaminación por mercurio, sobre todo debido  al barrido ilegal de oro, reveló un estudio realizado por varias ONG ambientales, entre ellas, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

El mercurio, clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “una de las diez sustancias químicas que plantean mayor preocupación para la salud pública”, ha afectado negativamente la salud de más un millón y medio de personas en la región, mientras que amenaza la salud y medios de vida de millones más a través de la contaminación del aire y el agua y la intoxicación de plantas y animales.

Los investigadores se propusieron medir la tasa de contaminación de 46 delfines de 2017 a 2019, en las principales cuencas amazónicas de Brasil, Bolivia, Colombia y Perú.

«Todos mostraron un cierto nivel de contaminación por mercurio, con altas tasas para más de la mitad de ellos», dijo Marcelo Oliveira, de WWF Brasil.

«La extracción ilegal de oro es una amenaza real: el 100% de los delfines monitoreados para el estudio han sido contaminados, especialmente en la cuenca del Orinoco (que se extiende sobre Colombia y Venezuela), donde hay grandes concentración de mineros «, dice el estudio.

El mercurio, utilizado para separar el oro de otros minerales, es altamente contaminante.

Pero Marcelo Oliveira considera que la búsqueda de oro no es el único problema. «El mercurio existe en forma natural en la Amazonía, pero se propaga en el agua debido a la deforestación, los incendios forestales y entra en la cadena alimenticia de delfines y peces», explica.

Los altos niveles de mercurio observados en el organismo de los delfines también se traducen en una verdadera «amenaza» para la salud de las casi 20 millones de personas que viven en la región amazónica y que, entre otras cosas, se ven obligadas a consumir pescado contaminado.

«El mercurio puede permanecer hasta 100 años en la cadena alimentaria, ese es el gran problema», concluye Marcelo Oliveira.

Según el Informe Planeta Vivo 2018 de WWF, alrededor del mundo las poblaciones de especies de agua dulce han disminuido en un promedio de 83% desde 1970. Los hallazgos del informe Ríos Sanos, Gente Sana indican que es poco probable revertir esta tendencia en la Amazonía a menos que la contaminación por mercurio sea combatida.

WWF impulsó la creación de la Alianza Regional por una Amazonía Libre de Mercurio, una plataforma que reúne a organizaciones, representantes de gobierno, investigadores y líderes indígenas con el fin de consolidar información, compartir lecciones aprendidas y desarrollar líneas de acción claras, atacando la problemática desde un enfoque regional.

Los investigadores también concluyeron que los movimientos de los delfines no distinguen fronteras internacionales, haciendo necesarios acuerdos entre países para garantizar la protección de las especies.

El estudio se enmarca en la Iniciativa Delfines de América del Sur, formada por las organizaciones Faunagua, Fundación Omacha, Instituto Mamirauá, Prodelphinus y WWF.

La presse canadienne-WWF-RFI

 

Fuente:https://www.rcinet.ca/es/2019/10/24/delfines-rosas-amazonicos-muy-contaminados-con-mercurio/?fbclid=IwAR0fMc1nRqwNrduq7I6RtbkHwEOIRhOw62nqlLDm4WKBn5-fv3iWwqFFTWA

 

Latinoamerica

Latinoamérica: El falso mito de las energías limpias

Durante décadas, el discurso del “desarrollo” ha inundado la región latinoamericana para promover proyectos extractivistas de diversa índole en tierras campesinas e indígenas: minería a cielo abierto, construcción de presas hidroeléctricas e infraestructura carretera y energética, entre muchos otros megaproyectos implementados sin el consentimiento de las comunidades.

Con el aval de instituciones financieras globales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, así como la inversión de corporaciones privadas y estatales, estos proyectos han sido impuestos con violencia lo que ha llevado al desplazamiento forzado de comunidades enteras y la persecución, criminalización y el asesinato de quienes resisten la devastación de sus territorios y el medio ambiente.

Ahora, con el pretexto del cambio climático, el capitalismo presenta ideas como la “energía limpia” y el “carbono neutral”, las cuales promueven iniciativas que agudizan el despojo a nivel global. Con dichos argumentos vociferados desde ONGs, gobiernos e instituciones como la ONU, se pretende impulsar una serie de proyectos que lejos de cuestionar las raíces del calentamiento global pretenden realizar un lavado de imagen de aquellos responsables por la devastación.

“Nuestra lucha es clara contra toda explotación”, reviran al mismo tiempo los pueblos de Latinoamérica, quienes atestiguan las consecuencias negativas de los proyectos “verdes” enmarcados en la “energía limpia” y la “conservación” de la naturaleza.

Avispa Midia, en colaboración con el Grupo Chiapaneco contra el Modelo Extractivo, presenta El falso mito de las energías limpias, documental que recoge los testimonios de comunidades que se encuentran en la línea frontal contra el embate de la economía verde, la cual pretende colocar precio a los bienes comunes de la naturaleza en Chiapas, América Latina y el mundo.

Voces desde Colombia, Honduras, Guatemala y México se conjugan en este documento audiovisual para desarticular el engaño de las llamadas “energías limpias”, implementadas bajo el discurso de la “mitigación” de los efectos del cambio climático y con impactos negativos en los territorios.

Este documental pretende aportar al análisis de las comunidades para quienes la lucha ambientalista representa una lucha anti capitalista.

Fuente:https://avispa.org/latinoamerica-el-falso-mito-de-las-energias-limpias/

Latinoamerica

REPAM: El extractivismo es la principal causa de conflictos en la Panamazonia

La Red Eclesial Panamazónica REPAM presentó recientemente su Atlas Panamazónico: Aproximación a la realidad eclesial y socioambiental en el cual expone diferentes datos sociales, económicos, ambientales, políticos y culturales de esta región. La panamazonía comprende el territorio conformado por la Cuenca del Amazonas. Políticamente este territorio alcanza parte de Brasil, Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, Guayana, Guayana Francesa, Surinam y Venezuela. De conjunto comprende 8 millones de kilómetros cuadrados, que equivalen al 40% de la extensión de toda Sudamérica, y alberga aproximadamente a 33.6 millones de personas.

La panamazonía contiene el bosque tropical continuo más extenso de la tierra. El 15% de toda la biodiversidad terrestre del planeta y el 15% de toda el agua dulce del mundo se encuentran en esta región. La cuenca amazónica alberga a 377 pueblos indígenas, y cuenta con más de 250 lenguas originarias. Por lo que, la panamazonía es una de las regiones de mayor diversidad biocultural del planeta.

Amazonía y conflictos socioambientales

La panamazonía es una región de grandes conflictos socioambientales producto de las dinámicas económicas de carácter extractivista impulsadas por los diferentes Estados que conforman su territorio. De acuerdo a la REPAM, las principales actividades que provocan el conflicto socioambiental en esta región son la minería (tanto legal como ilegal), la explotación petrolífera, las hidroeléctricas, las quemas y la deforestación.

Producto de las actividades extractivistas, la deforestación y la expansión de la frontera agraria, se generan una diversidad de problemáticas sociales. Según el sondeo realizado por la REPAM, las principales problemáticas sociales en la amazonia están relacionadas con:

  1. el extractivismo y los megaproyectos
  2. la crisis socioambiental
  3. la tenencia, legalización o presión sobre los territorios
  4. la ausencia institucional
  5. la fragilidad organizativa
  6. la pérdida cultural e identitaria
  7. la violencia, y
  8. la persecución política
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Sin duda, una de las poblaciones más vulnerable a las problemáticas suscitadas por el modelo extractivista son los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario (PIAV) o “Pueblos libres”. En todo el territorio amazónico se estima que habitan alrededor de 130 PIAV. Estos pueblos, son los más vulnerables a los daños ambientales producto de la explotación económica de la amazonia; y están sujetos a constante desplazamiento, dislocación, persecución y perdida cultural por parte de los megaproyectos, empresas extractivas y deforestación.

los principales problemas sociales arriba identificados, la REPAM destaca las más relevantes a nivel de cada país panamazónico, siendo estas: la ausencia institucional por parte de Gobiernos y otras instituciones (Brasil y Colombia), Salud (Venezuela y Guyana), rasgos de la crisis socioambiental (Bolivia y Ecuador), y Violencia (Perú).

Los mayores problemas culturales en la amazonia se centran en: la perdida identitaria y cultural, la tenencia y la presión sobre los territorios, y el irrespeto al derecho de la consulta previa, libre e informada. Estas problemáticas se suman y articulan con la violación de los derechos básicos, como ser: el derecho de las minorías étnicas a vivir su cultura, el derecho a la identidad y nacionalidad, el derecho a la igualdad y no discriminación, entre otras.

Específicamente, los problemas sociales identificados por el Atlas Panamazónico relativos a temas culturales por país se centrarían en: la perdida cultural e identitaria (Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Venezuela), la tenencia y la presión sobre los territorios (Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú), el irrespeto al derecho de la consulta previa, libre e informada (Colombia y Perú) y la falta de reconocimiento y valorización de la diversidad cultural (Ecuador).

Experiencias de justicia socioambiental

A nivel panamazónico, existen diferentes experiencias que surgen como alternativas en búsqueda de una justicia socioambiental en la región. El estudio del REPAM se enfoca específicamente en tres experiencias: producción alternativa, cuidado ambiental y capacitación productiva. Bajo la propuesta de este marco comparativo se puede observar que, a nivel porcentual, Venezuela se posicionaría como el país con menor experiencias de justicia social y ambiental de la región, seguido por Perú y luego Bolivia. Mientras que, en contraste, Colombia se posiciona como el país amazónico con mayores experiencias de justica a las problemáticas socioambientales. Estos datos revelan la gran brecha que existe entre los diferentes países panamazónicos respecto a cómo crear experiencias para la búsqueda de una justicia socioambiental y para crea alternativas frente al modelo extractivista.

El Atlas Panamazónico presentado por el REPAM es una herramienta valorable para una visualización y análisis global del territorio de la Cuenca Amazónica. Sin embargo, como su mismo nombre lo indica, más que un instrumento de referencia local que permita un análisis focalizado y especifico, el Atlas Panamazónico en realidad es una herramienta de aproximación a la realidad de la Amazonía. En este sentido, el Atlas Panamazónico solo permite una contextualización global de esta vasta región.

 

Fuente:https://latinvestment.org/2019/10/07/repam-el-extractivismo-es-la-principal-causa-de-conflictos-en-la-panamazonia/?fbclid=IwAR3EzdB0VSm83nY3oydujL2SeToGu46Smh5tA3c9rOHHWOtE4eYOci8atBA

Latinoamerica

Autoridades indígenas piden que la Amazonía sea declarada libre de concesiones minero-energéticas

Abuelos y abuelas de siete comunidades indígenas de Putumayo, Caquetá, Amazonas, Boyacá y Venezuela se reunieron para conversar sobre la importancia de preservar el bosque tropical más grande del planeta. Los 18 abuelos y abuelas, reunidos para hablar sobre el presente y el futuro de la Amazonía, hicieron un llamado a todo el mundo a cuidar el pulmón del planeta.

El encuentro de sabiduría ancestral se produjo en el marco del Festival Internacional de Cine y Ambiente de la Amazonía, “Ficamazonía” en Mocoa, Putumayo. Éste ha sido muy significativo puesto que hacía más de 50 años que no se llevaban a cabo los Consejos de Ancianos Mayores de los Pueblos Indígenas de América Latina. (Le puede interesar: «400 federaciones y comunidades se movilizan en defensa de la Amazonía«)

Un manifiesto en pro de la Amazonía

En el Diálogo apelaron a la cancelación de licencias para la exploración y explotación de los recursos naturales de la “madre tierra” y pidieron “que la Amazonía sea declarada libre de concesiones minero-energéticas”. En el manifiesto, también hacen una clara alusión al Gobierno y a todos aquellos grupos al margen de la ley a que velen por la conservación de la Amazonía, sus tribus y sus tradiciones, puesto que remarcan que para ellos «el bosque lo es todo». Además, alertan que sus pueblos están declarados en riesgo de desaparecer física y culturalmente (Le puede interesar «Con la Amazonía está en juego la supervivencia de la humanidad«)

Asimismo, insistieron en la necesidad de no ser perseguidos por el cultivo de coca, así como que sí se frene el uso de semillas transgénicas y no implementar el fracking ni el uso del glifosato, ya que consideran que estas prácticas destruyen la biodiversidad, la vida, la salud, la autonomía y la soberanía alimentaria de sus comunidades. «Pedimos que la Amazonia sea declarada libre de concesiones minero-energéticas”. También reiteraron en la importancia de no perseguir ni estigmatizar a sus líderes sociales.

En el documento, se exponen una serie de propuestas de los abuelos indígenas para la preservación de la Amazonía, así como para la preservación de sus pueblos. Tras la presentación del manifiesto, se espera que se pueda organizar otro encuentro para analizar en qué puntos se muestran avances.

 

Fuente:https://www.contagioradio.com/autoridades-indigenas-defensa-amazonia/?fbclid=IwAR39fs-8TRxTj1vn9lYYY2cyRbnIGiVCrkEU7GdTy6ueHKNoN-c45sBVt7I

Latinoamerica, Litio

El litio rinde premios Nobel y mucho dinero, pero ¿a qué costo?

Tres científicos que marcaron hitos en el desarrollo de las baterías de litio ganaron el Premio Nobel de Química 2019. Provienen de países que industrializan el mineral exportado (principalmente) de Suramérica, donde está el 85% de las reservas mundiales. Sputnik te explica cómo funciona el negocio en Chile, principal productor del mundo.

Hay quienes avistan una sociedad «inalámbrica» y libre de combustibles fósiles. Las baterías de ion de litio han cambiado sustancialmente las tecnologías de la comunicación y han significado una metamorfosis en la forma en que nos comunicamos. También han tenido un impacto feroz en el transporte y en la electrificación rural.

Sin embargo, lo que no ha cambiado es la política de extracción que prima en Suramérica, donde pareciera que la minería y el desarrollo tecnológico no son compatibles. Argentina, Bolivia y Chile son conocidos mundialmente por su rica salmuera, de donde se extrae el litio, ellos conforman el «Triángulo del Litio», pero exportan la materia prima sin industrializar.

El litio se obtiene a través de un proceso de evaporación. «Las salmueras presentes bajo la superficie del salar son extraídas en pozos de bombeo y luego son transportadas a grandes piscinas de evaporación para obtener las sales. A través de un proceso químico se obtiene el carbonato de litio», explicó a Sputnik Gabriela Burdiles, directora de Proyectos de la ong chilena FIMA.

Chile, el líder extractivista, considera que para mantener su primer puesto debe aumentar la cantidad de toneladas de litio que exporta, no agregarle valor. Según el estudio La economía política de la explotación de litio en Chile: 1980-2018 —publicado en 2018 en la Revista N° 34 de Ciencias Sociales de la Universidad de Quilmes, Argentina—, en parte se debe a la sólida estructura política, social, tecnológica y productiva que la élite instaló en el país.

Las claves del negocio

A pesar de que en Chile el litio es considerado «mineral de carácter estratégico» y —en teoría— los yacimientos pertenecen al Estado, los privados tienen las concesiones de explotación, y realizan los estudios de viabilidad que les exige el Estado para otorgarles las licencias. Las ganancias que obtienen son desconocidas.

No obstante, sí se conoce que en 2016 Chile exportó 201.310 toneladas del mineral y sus componentes, el 38,4% de la producción mundial, y que en 2017 las exportaciones generaron más de 700 millones de dólares. Al año siguiente, las exportaciones de litio sumaron 948 millones de dólares, según América Economía. Dos empresas que están instaladas en el norte chileno tienen el monopolio, Sociedad Química y Minera (SQM) y Rockwood-Albemarle.

Los autores del estudio aseguran que los capitales de la industria minera del litio en Chile funcionan como «injertos» en las economías de los territorios donde se instalan, limitan su desarrollo y generalmente resultan perjudiciales.

Las externalidades negativas que generan son varias:

  • el progresivo agotamiento de las reservas hídricas;
  • la división interna de los pueblos originarios, porque se ven obligados a negociar prebendas con las empresas en su propio territorio;
  • la destrucción y contaminación de los ecosistemas;
  • cuando las empresas se instalan, importan los bienes y servicios necesarios para funcionar (como la maquinaria y el servicio técnico): la mano de obra que contratan es poco calificada;
  • generan una migración interna de trabajadores, que tienen jornadas atípicas;
  • no existe una reinversión en el territorio, lo que acentúa la economía no diversificada;
  • tampoco existe la inversión en laboratorios de investigación, lo que perpetúa la explotación y exportación del mineral sin industrializar.

No obstante, el modelo de enclave exportador extractivista es alentado por las élites políticas y empresariales, que en muchos casos están compuestas por las mismas personas.

Se amparan en el marco legislativo más liberal del mundo: en Chile los trabajadores no pueden negociar las condiciones laborales ni sueldos por ramas productivas, si no que una empresa puede estar discutiendo un mismo aspecto con dos sindicatos, proponiendoles diferentes ofertas.

Entre otras cosas, las empresas no realizan aportes para las pensiones de los trabajadores; tampoco deben cumplir un límite respecto a la cantidad de empleados que pueden subcontratar. En la industria del cobre más del 60% de los trabajadores están empleados bajo esa modalidad.

Fuente:https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201910111088955833-el-litio-rinde-premios-nobel-y-mucho-dinero-pero-a-que-costo/?fbclid=IwAR28qWFTFeFeMwxwMT7ECqMqxK4QYba0tCSP_9408fet4wcFBw2ymyE7o6A

Criminalización de la protesta, Latinoamerica

América Latina: riqueza minera y conflicto social

La represión de la protesta de las comunidades locales ante proyectos mineros está alcanzando niveles preocupantes. Aquí una radiografía a la conflictividad minera en la región.

Con su abundancia y variedad de minerales, América Latina atrae gran parte de la inversión y explotación a nivel mundial. De acuerdo con datos de la CEPAL, Chile es el principal productor de cobre, Brasil el tercero de hierro, México el mayor productor de plata y Perú está entre los primeros de plata, cobre, oro y plomo. En la región se encuentra además el 61% de las reservas de litio.

Brasil, Chile, México y Perú concentran el 85% de las exportaciones de minerales y metales de la región. Ahí donde hay una minera, casi invariablemente surge un conflicto. Según la CEPAL, América Latina es la zona con más conflictos socioambientales de explotación minera.

«La falta de apoyo de las comunidades locales a los proyectos mineros es un hecho innegable y uno de los problemas más graves que enfrentan las empresas mineras en la región”, dice a DW César Padilla, coordinador general del Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL).

En opinión de Susanne Friess, asesora en minería y desarrollo sostenible de Misereor, «la actividad minera tiene un alto impacto sobre el acceso al territorio y recursos como el agua. En muchos casos las minas están justamente en donde nace el agua, por lo que el conflicto surge ya en el momento en que la empresa pide la concesión”.

El rechazo se manifiesta de distintas formas, desde expresiones en medios de comunicación, protestas, acciones legales o consultas. No solamente contra los nuevos proyectos, sino también ante los ya existentes. Estas manifestaciones se enfrentan con la represión, el atropello a los derechos humanos, la criminalización y judicialización de la protesta.

Defensores y representantes de las comunidades sufren las consecuencias, que van desde amenazas, amedrentamiento, persecución, secuestro, condenas judiciales y diversas formas de violencia, incluida la muerte.

Bomba de tiempo

Un caso emblemático es el proyecto Tía María, en una zona agrícola de Arequipa, en el sur del Perú, donde la comunidad se ha levantado desde hace años para expresar su rechazo. En la represión de las protestas han muertos siete personas en diferentes incidentes en los últimos años. «En Perú, la minería es una de las actividades que más conflictos genera y como es muy abundante, va también acompañada de numerosos conflictos”, dice Padilla.

Junto con la abundancia de minerales, Latinoamérica ofrece atractivas condiciones para las empresas. En el ranking del Instituto Fraser de los países más atractivos para la exploración y la inversión, por sus características geológicas y las políticas de sus gobiernos, Chile -único con sistema de concesión plena- figura en sexto lugar a nivel mundial y a la cabeza de los latinoamericanos. Perú escala año a año posiciones.

Las comunidades, en tanto, están en alerta ante amenazas al medio ambiente, contaminación, problemas de competencia por el uso de agua y suelo, y destrucción de zonas protegidas. «Las comunidades se quedan sin agua o el agua está contaminada. Además, la minería necesita acceder al territorio y surgen problemas de poca claridad de los títulos”, aporta Friess.

Zonas agrícolas ven amenazada la salud y su medio de subsistencia. En Las Bambas, en la región del Cusco, Perú, las autoridades sanitarias no han respondido adecuadamente ante la grave situación de contaminación por metales pesados, alerta OCMAL.

La enorme cantidad de desechos y movimiento de tierras que genera la minería es otra causa de rechazo. «Los desechos generan cada vez más problemas y preocupación. Los casos de Mariana y Brumadinho, en Brasil, no son únicos. Hay muchos otros en que los desechos mineros se han convertido en una bomba de tiempo ambiental y social”, dice Padilla.

Friess observa además que «la mayoría las comunidades que están en torno a proyectos mineros no obtienen muchos beneficios. A veces reciben algún pago, que con el tema de la corrupción tampoco llega a todos o no se distribuye bien”.

Una lucha desigual

 «En América Latina la lucha se da entre empresas mineras muy poderosas y comunidades con posibilidades muy limitadas. Es una lucha entre David y Goliat. Las comunidades se sienten discriminadas por parte de la empresa y el Estado, y tienen que pagar el precio por una política de aprovechamiento de materias primas de la que ellos son los que menos se benefician”, señala Friess.

La experta explica que «junto con problemas por el acceso al agua y la tierra, está la falta de participación de la comunidad en todas las etapas del proceso. No pueden opinar sobre nada, más bien tienen que someterse a decisiones que otros toman y, conociendo muchos otros casos en su región o país, no están dispuestos a pagar ese precio sin una lucha”, dice Friess.

A la fecha, OCMAL registra más de 470 proyectos mineros en América Latina, la mayoría (112) en Chile. Allí también se observa la mayor cantidad de conflictos (49), seguido de México y Perú, donde al igual que en Colombia, la conflictividad se ha intensificado en el último tiempo. Estudios de OCMAL registran un alza de la criminalización de la protesta, con los mayores casos en Perú, México, Guatemala, Ecuador y Colombia.

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Capitales extranjeros y doble estándar

A excepción de Chile, que mantiene la empresa estatal Codelco, en la mayoría de los países las mineras han pasado a manos de empresas privadas transnacionales. Canadá, seguido del Reino Unido, es el principal inversor en minería metálica y en los últimos años se observa la irrupción de capitales chinos, con cierta relevancia en Perú, Chile y México.

«Canadá mantiene un doble discurso de respeto a los derechos humanos, un discurso vacío, pues no se hace cargo de los efectos que producen sus empresas mineras y ha ido construyendo una deuda en términos ambientales y sociales”, dice Padilla.

Un caso emblemático es el de Mariano Abarca, opositor a la minera Blackfire en México, «quien pidió protección en la embajada canadiense y denunció las amenazas que estaba profiriendo una empresa minera de ese país, pero ni la embajada ni el gobierno hicieron nada y fue asesinado”, relata Padilla.

Según el experto, «lo que una empresa minera extranjera deja en un país, en términos de impuesto a la renta y otros, es muchísimo menor de lo que se debiera invertir en reparación y en protección ambiental. El saldo final para el patrimonio ambiental y social es negativo”.

El coordinador de OCMAL apunta también a la responsabilidad de los estados al firmar acuerdos y tratados comerciales que favorecen a las empresas por sobre el impacto que la extracción minera tiene en la sociedad y el ambiente.

Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas.

 

Fuente:https://www.dw.com/es/am%C3%A9rica-latina-riqueza-minera-y-conflicto-social/a-50391043

Latinoamerica

Minería y saqueo: cuerpos arrasados

El sacrificio se extiende también hacia los cuerpos de quienes viven en estas regiones, a destacar los cuerpos de las mujeres que ven sus existencias destruidas por el rediseño del espacio geográfico impuesto por la instalación de la industria minera.

La realidad que viven los pueblos afectados por los megaproyectos mineros es cruel, sin embargo no desconocida. Los sitios llamados “zonas de sacrificio ambiental”  —término utilizado por primera vez durante la Guerra Fría para referirse a las áreas contaminadas por proyectos mineros— siguen multiplicándose y modernizándose. En Latinoamérica, esos  proyectos son abundantes y no respetan siquiera las reglas mínimas impuestas que prohíben este tipo de  explotación en áreas que deberían ser protegidas.

El sacrificio se extiende también hacia los cuerpos de quienes viven en estas regiones, a destacar los cuerpos de las mujeres que ven sus existencias destruidas por el rediseño del espacio geográfico impuesto por la instalación de la industria minera. Las migraciones, sobre todo de  varones, a estas zonas  y el desplazamiento forzado de las comunidades que antes habitaban allí, tienen como consecuencia un aumento de la prostitución. Es en este contexto que ocurre la prostitución infantil, la trata y la violación —especialmente a las mujeres indígenas—.

A nivel socio-económico, las mujeres son una población vulnerable no solo por la estructura del sistema patriarcal sino también por la validación y reproducción de estas lógicas por  la sociedad. La violencia sufrida en los territorios es la misma sufrida por los cuerpos feminizados, los cuales son vistos como objetos utilizables para suplir las necesidades masculinas hegemónicas, y ser  desechables.  La masculinización de los espacios es una modificación simbólica que tiene como consecuencias prácticas de violación, sometimiento y deshumanización de estos cuerpos

El soterramiento del lugar de existencia y supervivencia de estas poblaciones obliga a la adaptación. Con sus fuentes de ingreso desplazadas por la instalación de  proyectos mineros, los empleos que son brindados mayoritariamente a los varones refuerzan la lógica del macho proveedor, lo que  retira la autonomía y modifica el lugar de las mujeres en la comunidad. Este lugar de poder otorgado a los  varones genera no solo la división y fragmentación de comunidad, trae también como consecuencia un aumento de la violencia intrafamiliar, ya que las mujeres  no tienen como subsistir.

La masculinización de los territorios es estratégica y funcional al saqueo promovido por las corporaciones, en convergencia con los Estados, que utilizan el ordenamiento territorial como herramienta política y técnica para imponer la ocupación y sostener el modelo de acumulación que responde a las necesidades e intereses del modelo de desarrollo hegemónico.

Teniendo en cuenta que las mujeres son las que, históricamente, defienden los territorios con sus cuerpos y desarrollan practicas completamente incompatibles con el modelo de saqueo —sostenidas por ética del cuidado y reproducción de la vida—, ellas son vistas como obstáculos a la implementación de los megaproyectos. Son una amenaza al sistema que, colocando a los varones en el lugar de poder,  utiliza las lógicas de dominación patriarcal para destruir las resistencias emergentes.

El futuro de tierra arrasada, que se dibuja en el horizonte llevado a cabo por las prácticas patriarcales, evidencia que la defensa del territorio debe caminar al lado  del empoderamiento de las mujeres y la reproducción de una lógica feminista que pueda recomponer los vínculos necesarios para garantizar el sostenimiento de la vida.  Solo así será posible frenar el avance del capital sobre la vida de todos y todas. Lo que preguntamos desde Virginia Bolten es: ¿Es posible avanzar sobre los territorios se logramos romper con el patriarcado?

 

Fuente:https://kaosenlared.net/mineria-y-saqueo-cuerpos-arrasados/?fbclid=IwAR2H0arrAcwwTNnm7Qbofv0BR5wEixjlVx39QDMsqlX_g5Yk67acsdg_E-w