Internacional, Latinoamerica

“Feminismos territoriales y ecologismos diversos en el Abya Yala»

La Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales, Jubileo Sur Américas y el Instituto de Estudios Ecologistas del Tercer Mundo han organizado los Encuentros “Feminismos territoriales y ecologismos diversos en el Abya Yala» como un espacio para tejer entre organizaciones fraternas con reflexiones, resistencias, emociones y alianzas.

Más de 80 mujeres poderosas y colectivos de diferentes lugares del Abya Yala y de África y Asia nos juntamos para intercambiar las luchas para defender los cuerposterritorios desde una mirada feminista y ecologista. Estos encuentros son fundamentales, en el contexto marcado por una nueva pandemia, ante el avance del extractivismo y de la violencia contra las mujeres y contra el medio ambiente.

La conjunción de la diversidad geográfica, cultural, y de estrategias que llevan a cabo las organizaciones y colectivos presentes hacen de estos Encuentros una oportunidad para conocer más e intercambiar ideas y prácticas, para incidir en políticas públicas, acciones de solidaridad en escenarios regionales y globales, nuevos escenarios de formación y comunicación, o propuestas artísticas.
Mas información sobre los encuentros en: https://bit.ly/3i92Xee
Agenda: https://bit.ly/3kmQXYu

Latinoamerica

Coordenadas del extractivismo en la pandemia en A. Latina

Emiliano Terán Mantovani

27/07/2020
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A pesar de la crisis que ha desatado la pandemia, el extractivismo no está confinado: aunque con altibajos, sigue operando y se reposiciona estratégicamente. Esto ocurre mientras el grueso de la población se encuentra agobiada y restringida por la situación. En este artículo intentamos cartografiar las coordenadas del extractivismo en la pandemia en América Latina, sus ritmos, reajustes y atajos. Resaltamos sus políticas para la expansión de fronteras, impulsar una ola de neoliberalización e imponer formas de secutirización de la vida. Finalmente, destacamos las movilizaciones, re-existencias y alternativas ante la compleja situación.

“Tenemos la oportunidad, en este momento en el cual la atención de la prensa está concentrada casi exclusivamente sobre el COVID […] ahora que la prensa está dando un poco de tregua sobre los otros temas, de aprobar las reformas infralegales de desregulación y de simplificación en materia, todas aquellas reformas de las que tenemos necesidad […] Necesitamos nuestro esfuerzo, ir ‘pasando el ganado’, ir cambiando todo el reglamento y simplificando normas del IFAM, del Ministerio de Agricultura, del Ministerio del Ambiente”.

Ricardo Salles, ministro del Ambiente de Brasil, 2 de abril de 2020

“La pandemia les venía como anillo al dedo porque nos habían metido a todos en la casa, pero al ver que el extractivismo no estaba haciendo cuarentena, nos vimos forzados a romper la cuarentena para salir a movilizarnos y además lanzar una nueva iniciativa popular con muchísimo más vigor y más fuerza que el anterior”.

Leo Travaglia, Asamblea No a la Mina de Chubut, 6 de julio de 2020

El continente americano es hoy uno de los puntos álgidos de la pandemia global de la Covid19. Misma que está generando impactos múltiples en América Latina y va trastocando las coordenadas y ejes del patrón y modo de acumulación dominante en la región: el extractivismo. Estamos en medio de un largo proceso de crisis y reestructuración sistémica muy accidentado e impredecible.

A pesar de la coyuntura y la gran inestabilidad, el extractivismo no está confinado; mucho menos está sentado esperando a que llegue el tan mentado “mundo post-covid”. El extractivismo ‘está en la calle’, tiene salvoconducto y también impunidad. Esto hay que tomarlo muy en cuenta, pues está ocurriendo mientras el grueso de la población se encuentra agobiada y restringida por la situación de la pandemia.

La orientación de una ‘nueva normalidad’ está ya en agenda y construcción en la región, que posibilite la apropiación y capitalización de la naturaleza y el trabajo, partiendo de la administración del binomio seguridad/emergencia y rescate/crisis económica. ¿Hacia dónde marchamos? En este artículo intentamos cartografiar las coordenadas del extractivismo en la pandemia. De sus ritmos, sus reajustes, sus altibajos, sus atajos. Veamos.

Commodities, crisis, pandemia y protestas: cuatro determinantes de la situación

Primeramente, las dinámicas del extractivismo en la pandemia hay que entenderlas en el marco de procesos globales, nacionales y territoriales que están siendo determinantes (y lo seguirán siendo), de los cuales es importante resaltar al menos cuatro aspectos entrelazados:

Impactos en la demanda y mercados globales de energía y commodities: en general, la pandemia ha deprimido la demanda de materias primas, provocando a su vez una caída en los precios de la mayoría de los commodities. Esto ha sido así especialmente para hidrocarburos y commodities metálicos1. Además de la estrepitosa e histórica caída de la demanda y precios del petróleo (que impacta a Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Bolivia, México, Perú o Argentina), destacan también la del cobre (afectando especialmente a Chile y Perú) y el caucho. También, aunque en menor medida, se evidencian caídas en los precios de la soja, el maíz, el café o la caña, entre otros. Muy al contrario, los precios del oro están experimentando una notable alza, que se mantienen en ascenso y rozan records. Todos estos factores tienen una alta incidencia en las dinámicas del extractivismo. Por ejemplo, la debacle petrolera va incrementando las tendencias hacia la minería, aunque está también provocando una crisis sobre los agrocombustibles (afectando los negocios sobre el maíz y la caña); se eleva el atractivo sobre los commodities agroindustriales; mientras que el alza del oro produce más presiones en la Amazonía y otros territorios campesinos e indígenas, donde existen reservas del mineral. Lo que vaya ocurriendo en este sentido será determinante sobre el curso de las tendencias que configuren al extractivismo en la región;


Procesos de ajuste económico y el desarrollo de la crisis económica: por otro lado, la pandemia emerge cuando ya América Latina venía, desde al menos 2014-2015, desarrollando una crisis económica que estaba evolucionando de la mano de una progresiva expansión de políticas neoliberales (que incluyeron a gobiernos ‘progresistas’). Organismos como la Cepal o el FMI prevén que a raíz de la pandemia se viene para Latinoamérica la peor recesión de su historia2. Esto tiene múltiples y tremendas implicaciones, entre las que destaca el hecho de usar retóricamente al extractivismo como el ‘gran salvador’ y tratar así de legitimarlo. Otra cuestión es que, de la mano de la creciente precarización de la población y del autoritarismo en los gobiernos, probablemente el extractivismo se haga mucho más conflictivo;

Dinámicas de flujo social y comercial en la pandemia: la restricción, severa en muchos casos, de la circulación de personas y el comercio, a raíz de la pandemia, ha tenido un impacto tremendo en la forma que ha tomado la crisis. Las tendencias que vayan imponiéndose en el tiempo –por ejemplo, la instauración de circulaciones permanentemente restringidas en diversas áreas, o diversas formas de desglobalización– van a ser determinantes en la ‘normalización’ de una u otra modalidad de extractivismo (dependiendo de los emprendimientos);

Emergencia, masividad y/o intensidad de las protestas y resistencias: la región ha sido un amplio territorio de movilizaciones sociales masivas contra diversas políticas anti-populares, así como de resistencias territoriales contra el extractivismo. El año 2019 fue año de explosión de estas expresiones de poder de los pueblos, que hicieron un muy importante contrapeso a los poderes establecidos. Diversas movilizaciones se han podido ver en 2020, lo que muestra que la cuarentena y el miedo al contagio pueden ser relativos. El extractivismo y sus reacomodos dependen también del nivel de las resistencias sociales que se desarrollen en los tiempos venideros.

El ‘esencial’ extractivismo no está en cuarentena: opera sobre trabajadores contagiados y los gritos de la selva

El shock social, económico y político que implicó la globalización de la pandemia, ciertamente ha estremecido todo, incluyendo las economías de la región y los emprendimientos extractivistas. Pero, en general, el extractivismo, en sus diversas facetas, ha seguido operando, y, sobre todo, las élites políticas de nuestros países se han encargado de ello, a pesar de los sensibles costos sociales, sanitarios y ambientales que conlleva en este tiempo de tanta vulnerabilidad.

En buena parte de los países latinoamericanos, mientras se declaraban estados de emergencia y se imponía el aislamiento social obligatorio, actividades como la minería, el agronegocio o la tala eran declaradas “actividades esenciales” para la economía y la sociedad, lo que implica que estas funcionan sin restricciones. Esto fue así, por ejemplo, para gobiernos como el de Fernández en Argentina, de Vizcarra (Perú) o el de Bolsonaro en Brasil. El gobierno de Lenin Moreno (Ecuador) eximió a las empresas mineras de los cierres impuestos a la población, mientras que el Gobierno de Piñera en Chile afirma que ha hecho ‘grandes esfuerzos’ para mantener la minería en pie3 durante la pandemia.

En estos críticos meses de la Covid19 en la región, ciertamente la minería ha tenido altibajos. Sin embargo, esta actividad extractiva ha tenido un lugar privilegiado y, de acuerdo a comunidades, organizaciones y trabajadores, ha actuado saltándose normas y protocolos establecidos para la coyuntura. En México, las principales empresas de la rama –como el Grupo Frisco, Fresnillo o Industrias Peñoles– de una u otra forma no han suspendido operaciones4; en Chile, la Cámara Minera de ese país se jacta de haber aumentado las cuotas de extracción en varios de sus emprendimientos de cobre y otros minerales5; en Argentina, se retoman actividades como ocurre en los yacimientos de la provincia de Santa Cruz –llegando a producir al 80% de su capacidad6–; mientras que en Brasil, se alcanzó la notable cifra de 29 toneladas de oro (oficialmente) extraídas7. Respecto a la minería ilegal (e informal), aunque en sus inicios se generó una significativa ralentización (o parón, dependiendo de los casos) de la actividad, posteriormente esta se reposicionó, como ha ocurrido en Colombia8, Perú9 y Venezuela10.

El agronegocio, en sus diversas formas, ha venido también funcionando con impunidad en casi todos los países de la región. En Colombia, nuevas fronteras son colonizadas de forma mafiosa para el acaparamiento de tierras, además de la ganadería extensiva o la agroindustria –como ocurre con el rápido crecimiento de cultivos de eucalipto y palma en las sabanas de La Fuga (Guaviare)11; en Perú persisten operaciones como las de las empresas de palma aceitera –como ocurre en Ucayali12–; e incluso se registran aumentos de las exportaciones agroindustriales como en Brasil con la carne y la soja13, o en Paraguay, con un incremento del 24% de los envíos de carne al exterior en relación a 201914.

En relación al extractivismo petrolero, este ha continuado operando, pero la crisis lo ha llevado a la baja (como ocurre en grados diversos en Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Venezuela, entre otros).También es relevante mencionar la continuación de otras operaciones como el tráfico ilegal de madera, como se da en el Ecuador15; o la intensificación de la pesca ilegal marítima, como sucede en la Argentina.


Lo que resalta de estas particulares dinámicas del extractivismo en la pandemia, son al menos tres factores muy perversos: en primer lugar, la persistencia del extractivismo se ha sustentado en una lógica de sacrificio humano (marcado por patrones raciales, de clase y género), al puro estilo colonial que, para mantener las actividades operativas han forzado a las y los trabajadores a exponerse al contagio del coronavirus. Esta política de poner la ganancia de unos pocos por encima de la salud de la población se repite en un grado u otro en todos los países, con la negligencia de cumplir normativas por parte de las empresas o la laxitud de controles por parte de organismos estatales. Esto se produce, por ejemplo, en las plantas de carne o en emprendimientos mineros de Brasil; con trabajadores de las plantaciones de bananos y palmeras, fábricas de mariscos o granjas de flores en Ecuador16; en empresas petroleras en el Perú17 o en mineras en Chile18 y México19. El resultado no ha sido sólo numerosos contagios de trabajadores y trabajadoras, sino que los propios emprendimientos extractivistas se van convirtiendo en importantes vectores de contagio, como ha ocurrido en Rio Grande do Sul, un centro de exportación de carne donde más de una cuarta parte de los nuevos casos confirmados de la Covid19 en mayo, fueron entre trabajadores de estas plantas industriales20.

En segundo lugar, se han replicado los terribles impactos ambientales del extractivismo, pero ahora en un tiempo de gran impunidad y con serias dificultades para poder atenderlos. Destaca el dramático aumento de la deforestación en la Amazonía: unas 75.000 hectáreas ya se registraban para abril en la parte colombiana (buena parte en bosque primario)21, mientras que sólo en mayo en Brasil se deforestaron 82.900 hectáreas22. De seguir estas tendencias, 2020 podría ser el año más destructivo para la selva amazónica. A esto hay que sumarle el desmonte de 9.000 hectáreas de bosque en el norte de Argentina – principalmente en Salta– y el avance deforestador en los departamentos de Guairá y Canindeyú en Paraguay23.

No podemos dejar de mencionar el aumento de las quemas en la Amazonía boliviana –que comienzan antes de lo previsto y de enero a mayo se registraba un 80% más de focos de calor en comparación con enero-mayo de 201924– y en la brasileña –en junio se registró la peor marca para ese mes en 13 años25–; derrames petroleros como el ocurrido en los ríos Coca y Napo en la Amazonía ecuatoriana a principios de abril –el mayor derrame de petróleo en la zona en los últimos 15 años, afectando a cerca de 120.000 personas26–; o fumigaciones con agrotóxicos, como ocurre en el centro y noreste argentino27.

En tercer lugar, lo que nos parece un elemento central: a pesar de la situación general a la que hemos llegado, en la cual la pandemia de la Covid19 es apenas el síntoma de un planeta enfermo de capitalismo y extractivismo, lo que presenciamos es no sólo una abismal ceguera de las dirigencias políticas, que ignoran cualquier alternativa o camino diferente a este; sino, y sobre todo, una pisada en el acelerador de la locomotora de la devastación, aniquilando las condiciones que permiten la vida en la Tierra, al tiempo que se potencian las vulnerabilidades sociales y se socavan las capacidades de enfrentar esta u otras perturbaciones que podrían desarrollarse en los tiempos venideros. Se camina en sentido contrario. ¿Hacia dónde marcha el extractivismo?

Horizontes extractivistas: avance estratégico y reposicionamiento del capital

Derechas, extremas derechas, centros o izquierdas: todas nos ponen más y más extractivismo en el horizonte. Ciertamente la pandemia representa también un desafío para los intereses de estas élites económicas y políticas regionales. Pero parecen dejarnos claro que, cuando hablan de la situación de la Covid como una ‘oportunidad’, se refieren a relanzar las inversiones y/o ampliar las fronteras de la apropiación y la extracción.

En este escenario, la minería queda aún más realzada. En Argentina, de los numerosos proyectos mineros que están a la espera de luz verde o reimpulso, podemos resaltar el anuncio en mayo del gobernador de la provincia de Mendoza, Rodolfo Suárez, de la reactivación del viejo Proyecto Potasio Río Colorado (cloruro de potasio)28; la celebración del secretario de Minería de Salta, Ricardo Alonso, ante el anuncio en abril de Barrick Gold de la explotación del proyecto El Quevar (plata, plomo y zinc)29; o la nueva embestida en Chubut por parte de la empresa canadiense Yamana Gold para avanzar en su proyecto de extraer oro y plata en la localidad de Esquel –¡a pesar de las históricas resistencias!–, con el apoyo de la gobernación de provincia30, y en el marco del apoyo que el presidente Fernández ha planteado antes y durante la pandemia a la actividad minera en el país.

En Venezuela, en medio de la desastrosa crisis que se vive, el 8 de abril se promulgó la Resolución N° 0010 mediante la cual se autoriza la práctica minera de oro, diamantes y demás minerales estratégicos, en importantes ríos de la Amazonía venezolana, lo que supone una dramática expansión de las áreas de explotación en el marco del devastador proyecto Arco Minero del Orinoco31. En Chile, la Comisión de Evaluación Ambiental de Valparaíso aprobó en abril, a través de videoconferencia, las prospecciones de la Compañía Minera Vizcachitas Holding –propiedad de la canadiense Los Andes Coppers– en Putaendo32, mientras que Barrick Gold anunciaba nuevas negociaciones para entrar en nuevos proyectos mineros, así como los intentos de viabilizar Pascua Lama33. Y en Ecuador, se le dieron aprobaciones regulatorias para exploraciones a la empresa australiana SolGold –que controla 75 concesiones regionales en 14 provincias del país– en los proyectos Porvenir, La Hueca y Blanca (ubicados en las provincias de Zamora Chinchipe y Carchi)34, para lo que sería la explotación de cobre y oro. En numerosos casos, presenciamos declaraciones de los ministros de minería de los países valorando a esta actividad como el ‘salvavidas’ para la reactivación de la economía, buscando legitimar viejos y nuevos proyectos, como ha ocurrido con la ministra de Energía y Minas del Perú, Susana Vilca, quien no descarta impulsar la reactivación de los polémicos proyectos Conga y Tía María, mientras pide a las comunidades que se oponen, que ‘reflexionen’ sobre su posición, ante la crisis económica que se vive35; o bien el breve (ex)ministro de minería de Bolivia, Fernando Vásquez, quien afirmaba en mayo que el gobierno buscaría todos los medios para impulsar una exploración intensiva de minerales en el país36.

Similar situación de avance y reposicionamiento se produce con el agronegocio. En Honduras, con los decretos PCM-030-2020 (abril) y su reforma PCM-041-2020 (mayo), se facilita a las empresas agroexportadoras el acceso a tierras nacionales y ejidales37, mientras que en Ecuador, el 2 de junio el pleno de la Asamblea Nacional aprobaba el proyecto de Ley para el Fortalecimiento y Desarrollo de la Producción, Comercialización, Extracción, Exportación e Industrialización de la Palma Aceitera y sus Derivados, que promueve aún más este tipo de cultivos y la producción de biodiesel –afectando también tierras comunales y áreas en conservación38. El gobierno de Añez en Bolivia autorizó a principios de junio la importación de eucaliptos para el establecimiento de plantaciones forestales comerciales, que incluye un paquete tecnológico que “utilizará material genético con características inmunológicas más fuertes”39, mientras que en Chile, en los territorios del Wallmapu, forestal Arauco aprobó en mayo un aumento de capital de casi 700 millones US$ para el cuestionado proyecto MAPA40, el mayor complejo industrial de celulosa en construcción del mundo. También, en países como Perú y Bolivia, se busca abrir el camino para la introducción de transgénicos, como veremos más adelante.

En el caso de las infraestructuras, resaltaremos el caso del polémico proyecto del Tren Maya impulsado por el gobierno de López Obrador y presentado como el ‘motor’ de la reactivación económica. El 1 de junio, a pesar de las numerosas oposiciones, AMLO inauguraba obras en tiempos de pandemia, aunque para mediados de julio las mismas fueron detenidas por atentar contra la salud de comunidades y pueblos indígenas41.

Sin embargo, y a diferencia de los otros sectores mencionados, como ya señalamos el sector hidrocarburos se encuentra en serias dificultades dadas las particulares circunstancias energéticas globales. Importantes caídas y estancamiento en las inversiones han generado el estrangulamiento de algunos emprendimientos y las proyecciones son muy inciertas, muchas de ellas pesimistas. Esto de ninguna manera supone que este tipo de extractivismo de un paso al costado. De hecho, mientras Ecuador se encontraba en cuarentena y estado de excepción, una nueva carretera de 2,2 kilómetros se ha venido construyendo desde mediados de marzo en el controvertido Bloque 43, más conocido como ITT, ubicado en el corazón del Parque Yasuní (en la Amazonía) –según lo revela un reciente reporte de MAAP42.

En todo caso es muy relevante mencionar que los que quedan en una comprometida situación son los proyectos de hidrocarburos no convencionales, poniéndose seriamente en entredicho su viabilidad, como ocurre con Vaca Muerta en Argentina o la Faja Petrolífera del Orinoco en Venezuela. En el caso de Pre-sal en Brasil, probablemente queden inactivas las plataformas de aguas poco profundas con mayores costos de extracción (al menos temporalmente)43, mientras que la crisis parece allanar el camino hacia privatizaciones. Unas 18 empresas del fracking en los Estados Unidos han ido a la quiebra, entre las que se cuenta la pionera de esta técnica, Chesapeake Energy44. A pesar de este contexto, el presidente Iván Duque se ha mantenido activo e insistente en la promoción del fracking en Colombia, y a principios de julio la administración de Ecopetrol se asoció con la multinacional ExxonMobil para la puesta en marcha de los proyectos piloto en el Magdalena Medio45. ¿Cómo lo va a sostener económicamente? ¿A quiénes se le va a cargar la cuenta?

‘Pasando el ganado’: dejar colar una ola de flexibilización, endeudamiento y desregulación del extractivismo

Cuando el ministro del ambiente del Gobierno de Bolsonaro, Ricardo Alles, afirmaba con total crudeza y cinismo –en un video filtrado de abril de este año–, que había que aprovechar que la gente y la prensa estaban distraídas con la pandemia para impulsar una desregulación de la política ambiental del país46, para “ir pasando el ganado”, estaba no sólo mostrando la grotesca y desinhibida forma del extractivismo actual en Brasil, sino también lo que en realidad es una política compartida en la región, aunque varíe en sus grados de intensidad e intencionalidad. Como típica expresión de un proceso de acumulación por desposesión, estos movimientos de avance estratégico y reposicionamiento del extractivismo en la región vienen aparejados de lo que podría ser una ola de flexibilización, endeudamiento y desregulación, ante la cual hay que tener mucha atención. Aquí mencionamos al menos 4 modalidades de este proceso:

Eliminación, congelamiento o entorpecimiento de evaluaciones y leyes de protección ambientales: en Chile durante la pandemia se ha introducido más del doble de la cantidad de proyectos que el promedio de los dos años anteriores, para ser escrutados en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. En un informe presentado por el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), la organización indica que los más de 500 proyectos en calificación superan con creces la capacidad de evaluación de la institución, a pesar de que las Asociaciones de Funcionarios Públicos de los Servicios Ambientales del Estado, han solicitado públicamente congelar todos los procedimientos en este periodo, dado que provocará una precaria y deficiente evaluación ambiental47. Olca también señala que, durante el estado de excepción, la autoridad ambiental ha congelado el trámite de evaluación ambiental para proyectos que contemplan la Participación Ciudadana (PAC) y/o deben hacer consulta indígena. Esto se intensifica con el llamado “Acuerdo Covid” alcanzado a mediados de junio entre el Gobierno de Piñera y parte de la oposición, el cual contempla la reducción de los plazos en evaluación ambiental de grandes proyectos48. Por otro lado, en Colombia, el gobierno nacional ha resuelto que audiencias públicas para el otorgamiento de licencias ambientales se realicen en línea, como se ha evidenciado en el caso del proyecto aurífero Soto Norte en el páramo de Santurbán, lo que ha sido denunciado por el Comité para la Defensa del Agua y los Páramos de Santurbán49. Misma situación se registra en Honduras, siendo que la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente de ese país anunció el 31 de marzo que los trámites para licencias ambientales se pueden hacer de manera virtual, señalando la necesidad de no detener la operatividad del comercio y las empresas, ni la promoción de la inversión en el país50.

Facilitación y aprobación de ingreso de nuevos insumos para el extractivismo: en Bolivia, el 8 de mayo el gobierno de Añez le dio paso a la autorización al Comité Nacional de Bioseguridad para establecer procedimientos abreviados para la evaluación de eventos transgénicos, en cultivos como el maíz, la caña de azúcar, el algodón, el trigo y la soja (Decreto Supremo 4232)51. Situación un tanto similar se presenta en Perú donde, después de una moratoria de 10 años, el gobierno ha emitido un decreto, el 22 de mayo, en el cual ordena que se publique el reglamento que regula, con criterios de seguridad de la biotecnología, el desarrollo de actividades con Organismos Vivos Modificados (OVM) en el sector agrario52. Diversas organizaciones han señalado que se trata del primer paso para la liberación de transgénicos en el país, declarándose públicamente contra este decreto. En Brasil, entre marzo y mayo, el gobierno de Bolsonaro ha aprobado 118 nuevos agrotóxicos para ser vendidos en el mercado nacional, superando el registro del año pasado (que fue record) para el mismo período53. Algo parecido se da en la Argentina cuando, en un claro favor al agronegocio, el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá –mismo ministro de Menem que en aquel entonces le abrió la puerta del país a los ‘paquetes tecnológicos’– redujo a finales de abril aranceles para potenciar la importación para la fabricación de los herbicidas glifosato y 24D en el país. Esto, en el marco del Acuerdo de Complementación Económica del Mercosur54.

Flexibilización y reducción de obligaciones laborales y sanitarias: en numerosos casos en varios países, como mencionamos anteriormente, además de otorgársele prioridad a los emprendimientos extractivistas antes que, a la salud de la población, se han generado reclamos y conflictos por parte de sindicatos, comunidades, organizaciones sociales y gobiernos locales ante el incremento de los contagios en los trabajadores y las malas condiciones para el desarrollo de las jornadas. Esto se dio también por omisión e incumplimiento de protocolos, complicidad gubernamental o medidas directas de favorecimiento a las empresas. Por ejemplo, en Perú, bajo presión de las empresas mineras entre mayo y junio se realizaron modificaciones el protocolo del Ministerio de Energía y Minas en relación a la protección de la salud de los trabajadores, lo que para Cooperación se trata de una acción en pro de estas grandes empresas. Dicha modificación supuso medidas como la reducción de la distancia social mínima que debe existir entre los trabajadores en varios espacios de los centros laborales, reducción del números de personas comprendidas en la categoría ‘grupo de riesgo’ o la eliminación de la especificación de que el Comité de Seguridad y Salud en el Trabajo es la instancia encargada de la aprobación del Plan para la vigilancia, prevención y control del COVID-19 en el trabajo55.

Formas de endeudamiento para el extractivismo: podríamos mencionar al menos dos modalidades resaltantes relacionadas con formas de ejercer poder a partir del financiamiento, requerido por gobiernos locales y nacionales en estos tiempos de crisis. En primer lugar, el caso de empresas que realizan sustanciosas ‘donaciones’ de dinero para ‘causa social’ y para afrontar la pandemia, generando claros conflictos de interés y promoviendo formas de captura corporativa del Estado. Un caso claro de esto es la muy cuestionada transnacional minera Barrick Gold, la cual, a la par que en el contexto de la pandemia dona un hospital de campaña por más de 10.000 millones de pesos (unos 13 millones de US$) y anuncia posibles inversiones por 3.500 millones de US$ en el país, declara que su idea es encontrar ‘rápidamente’ un proyecto de primer nivel y dice que la industria minera jugará un rol fundamental en la recuperación económica chilena tras superar la pandemia56. Similar situación se evidencia en Brasil, cuando apenas unos días después que empresas mineras como la Vale, donara al gobierno federal 5 millones de kits de análisis para Covid19, el Ministerio de Energía y Minas aprobó la resolución 135/2020 que catalogó a la minería como ‘actividad esencial’57. En segundo lugar, está una forma de endeudamiento de tipo macro, que vincula la deuda pública asumida por gobiernos locales y/o nacionales con viejos y nuevos proyectos extractivistas. En Argentina –caracterizada por su alto nivel de endeudamiento–, existe un proyecto de reestructuración de la deuda pública de la provincia de Chubut presentado por el gobernador Arcioni en junio que, según señala la Unión de Asamblea de Comunidades de Chubut, implicaría aceptar entregar ingresos de coparticipación municipal y provincial, y/o regalías de los bienes comunes naturales de la provincia como garantía. Esto se conecta con la declaración en video-conferencia que el 28 de mayo hiciese el Secretario de Minería de la Nación, Alberto Hensel, quien afirmó que están trabajando en un plan estratégico para el desarrollo minero argentino, con el fin de atraer divisas para pagar la deuda interna generada en este contexto de aislamiento social obligatorio. El otro que habló en dicha conferencia fue Alfredo Luenzo, senador por Chubut58.

Las precarias democracias no pueden respirar: securitización de la pandemia, continuidades del estado de excepción y vulneración de lo público

El surgimiento de la pandemia se produce cuando en América Latina, en el marco del fin del llamado ‘período progresista’, fue tomando determinante fuerza la presencia de lógicas del estado de excepción y el incremento de la violencia extractivista. Este nuevo estado de emergencia no sólo abre una nueva fase de este proceso de excepcionalidad, reorganizando y redefiniendo las gobernanzas, sino también, de una u otra forma, se va articulando con el avance estratégico y reposicionamiento del extractivismo. La serie de nuevas reformas, proyectos de inversión, ajustes y reestructuraciones en curso, intentan también apoyarse en los nuevos regímenes de poder de la pandemia, en nuevas biopolíticas, cosa que además evoluciona en un escenario que es y será más conflictivo.

En este sentido, conviene examinar cómo se configuran los marcos generales de este proceso, así como las políticas y dinámicas en los territorios. En relación a lo primero, además de una generalización de las declaraciones formales de estado de emergencia y/o de excepción en los países de la región, podríamos afirmar que nos encontramos ante un proceso de securitización de la pandemia. Esto tiene múltiples y profundas implicaciones, entre las que es importante resaltar una militarización de cada vez más ámbitos de la vida; mayor potestad de los Estados sobre los cuerpos, sus movilidades y su clasificación; una mayor politización de los criterios de bioseguridad; una mayor cabida a enfoques neo-darwinistas y/o neo-malthusianos; o el manejo a conveniencia de narrativas sobre la emergencia y la tipificación de amenazas por parte de los Estados y las corporaciones. La crisis que va dejando la pandemia, se ha traducido en una mayor debilidad de las instituciones, mientras que los espacios de deliberación y participación política van quedando relegados –destacando la postergación del plebiscito sobre la reforma constitucional en Chile y de las elecciones presidenciales en Bolivia. Del mismo modo se va generando una vulneración del ámbito y el espacio público, el cual va perdiendo contrapesos y formas de escrutinio, mientras la población y sus derechos van quedando más expuestos ante diversas formas de violencia oficial y extralegal. Todo esto configura un escenario enrarecido que ha servido para impulsar mayores formas de control social y de justificación de las mismas, al tiempo que estas han venido siendo aprovechadas en pro de un avance estratégico y reposicionamiento del extractivismo.

En lo que se refiere a las políticas y dinámicas que se expresan en los territorios, el marco descrito supone severas dificultades para los defensores y líderes sociales, así como para organizaciones de derechos humanos y de defensa del ambiente. En los tiempos de pandemia hemos visto cómo en Perú, desde fines de marzo, el gobierno de Vizcarra aprobó la anteriormente promulgada «Ley de Protección Policial», que permite el uso de fuerza letal, con total impunidad, por parte de la policía y el ejército59; en Guatemala, El Salvador y Honduras se imponen toques de queda y se endurecen sanciones a quienes rompen la cuarentena, siendo que en este último país se señala un incremento del hostigamiento policial y de las detenciones ilegales60, algo también denunciado en México en contra de defensores del territorio61. En Bolivia, el gobierno de Añez ha aumentado la represión ante las protestas sociales por la crisis, ha encarcelado decenas de opositores políticos y restringido seriamente la libertad de información, a través del decreto supremo 4.200 del 25 de marzo62. En Venezuela, el presidente Maduro y otros actores estatales han criminalizado a los migrantes venezolanos que entran al país por pasos fronterizos irregulares, acusándolos de ser parte de un plan foráneo para ‘contaminar’ a Venezuela63, siendo que el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada llegó a calificarlos como “bio-terroristas”64. Y en tiempo de pandemia, persisten los dramáticos asesinatos de líderes sociales en Colombia (así como de excombatientes de las Farc)65; cosa que también se replica en Honduras, y con periodistas y activistas en México66.

Sorteando la cuarentena, defendiendo la vida: contrapesos y re-existencias populares y comunitarias

Ciertamente tenemos ante nosotros un escenario muy complejo en el que vemos cómo las lógicas de expolio, racismo, explotación, despojo, colonialismo y precariedad entran en una nueva fase con la pandemia, planteándonos extraordinarios desafíos. Como hemos visto, el extractivismo se moviliza, reacomoda y reposiciona en América Latina ante la situación. Sin embargo, no debemos de ninguna manera asumir este movimiento y ajuste extractivista como un proceso unilateral, estable, lineal e irresistible. La crisis en la que nos encontramos es de tal profundidad que no se trata sólo de si un sector económico se hunde y otro emerge o se fortalece. Lo que enfrentamos es una crisis del orden histórico civilizatorio, en la que se revela no sólo la inviabilidad del sistema capitalista global, con sus contradicciones a nivel máximo, sino también el que hayamos alcanzado un punto de degradación de los ecosistemas del planeta Tierra que está poniendo en serio peligro la vida tal y como la conocemos. La pandemia es no sólo un síntoma de esta profunda crisis, sino que está representando un punto de inflexión para que muchas cosas ya no vuelvan a ser como eran hasta ahora.

Si asumimos pues que se están moviendo las placas tectónicas del orden histórico civilizatorio, esto impacta, como hemos mencionado, no sólo a los pueblos sino incluso a las élites económicas y políticas, a la viabilidad de sus proyectos económicos, a la perdurabilidad de sus particulares sistemas de dominación. La volatilidad y la incertidumbre son la marca de la normalidad actual y futura. Nada está garantizado y absolutamente todo está en disputa.

Así que quedan ciertamente vías y caminos abiertos. Es en este sentido que se ha afirmado que la pandemia nos abre también oportunidades. Pero el aprovechamiento de dichas oportunidades y la emergencia de nuevas alternativas societales que tributen a los pueblos y a la vida en la Tierra, no surgirán espontáneamente. Muy al contrario, requerirá de los pueblos en movimiento y la organización social, grandes esfuerzos y lucha.

En este sentido, si el extractivismo se va volviendo cada vez más autoritario y agresivo, entonces hay que resaltar la fuerza de las masivas movilizaciones sociales en América Latina, las cuales no sólo nos revela el descontento de las poblaciones de la región ante el estado actual de cosas, confronta a los crecientes procesos de neoliberalización, cambia favorablemente la correlación de fuerzas, sino también potencia procesos democratizadores, abre caminos para posibilitar y expandir las democracias. Las causas que originaron los malestares, rabias y las extraordinarias movilizaciones que se vieron en Latinoamérica en 2019 siguen estando ahí, sin resolverse. El 2020 también nos ha mostrado que los pueblos siguen en las calles, buscando reformular la expresión de sus descontentos ante estos tiempos de pandemia, mientras que buscan adaptarse a las nuevas situaciones y encontrar nuevos sentidos de lo político. A pesar de los confinamientos, la impunidad, el estado de excepción y la constante inyección de miedo a la población, al profundizar la crisis e intensificar todos los males del sistema imperante, la pandemia también está generando las condiciones para más y nuevas protestas y estallidos sociales.

Pero si ponemos la mirada en la especificidad de los territorios en este período, también presenciamos movilización, organización y resistencia. En Argentina, ante los intentos de imponer nuevos proyectos mineros en la provincia, la Unión de Asambleas de Comunidades de Chubut rompió con la cuarentena para movilizarse, al ver que extractivismo no la estaba cumpliendo. A partir de ahí lanzaron una propuesta más fuerte, que convoca a más de 20 localidades: el proyecto de ley de Iniciativa Popular (IP) 2020, una herramienta legislativa planteada para proteger a la provincia de la avanzada minera en los territorios67. En Chile se ha producido una situación similar en Putaendo (provincia de San Felipe de Aconcagua), cuando los vecinos se han movilizado desde abril para manifestar contra las nuevas pretensiones de la minería (Vizcachitas Holding) en sus territorios y en defensa del agua68. En la Amazonía peruana, pueblos indígenas como el Awajún, en territorios que han sido muy afectados por la minería informal, cerraron sus comunidades desde inicios de la pandemia al ingreso de otras personas69. En México, desde el 21 de abril 290 organizaciones, colectivos, comunidades y personas de varios estados del país han exigido mediante diversas acciones legales (como demandas de amparo y medidas cautelares) el cese de las actividades del proyecto del Tren Maya por riesgo sanitario, además de solicitar las garantías de participación equitativas para las comunidades afectadas, lo que finalmente se tradujo en una orden de paralización del proyecto a fines de junio70. Y en Venezuela, comunidades de Maripa, en el estado Bolívar, ha protestado en contra de la instalación de nuevas plataformas para la explotación minera en el Río Caura –en el marco del Arco Minero del Orinoco–, además de la situación de precariedad de los servicios públicos en la zona.

El cuestionamiento al extractivismo en América Latina sigue siendo fuerte. Las élites económicas y políticas intentan ya en la pandemia reposicionarlo y legitimarlo como un ‘salvador’ de la economía, por lo que la disputa por los caminos que debemos transitar para ‘salir de la crisis’ será muy intensa. Muy al contrario de ideas como estas, este es un tiempo propicio y necesario para el post-extractivismo. Nos encontramos en una encrucijada como región y como planeta, y la opción no puede ser retomar o insistir en esa ‘normalidad’ expoliadora y depredadora. Es fundamental crear y promover espacios de confluencia de las diferentes luchas en las que se puedan tejer redes de acción, compartir visiones estratégicas y establecer algunos horizontes comunes. Espacios como el Pacto Eco-social del Sur71 permiten hacer confluir propuestas e iniciativas congregadoras para la región, tales como la solicitud de la condonación de la deuda externa –que contribuye no sólo a frenar la debacle que produce la pandemia sino también al extractivismo, que se sustenta en dicho endeudamiento–, una transformación tributaria solidaria o la construcción de economías y sociedades postextractivistas. Por su parte, la Asamblea Mundial Amazónica, realizada desde el 17 de julio, ha permitido articular organizaciones de varias partes del mundo con el fin de generar movilizaciones urgentes ante la situación de esta delicada biorregión72.

El extractivismo es hoy, más que nunca, una opción de muerte y destrucción. Quienes defienden la vida están convocados a oponerse a ello, reivindicando su derecho a existir y a re-existir.

-Emiliano Terán Mantovani es sociólogo venezolano, miembro del Observatorio de Ecología Política de Venezuela

1 The World Bank. Most Commodity Prices to Drop in 2020 As Coronavirus Depresses Demand and Disrupts Supply. https://www.worldbank.org/en/news/press-release/2020/04/23/most-commodity-prices-to-drop-in-2020-as-coronavirus-depresses-demand-and-disrupts-supply

2 ONU. América Latina sufrirá la mayor recesión económica de su historia por el coronavirus. https://news.un.org/es/story/2020/04/1473192. FMI. Perspectivas para América Latina y el Caribe: La pandemia se intensifica. https://blog-dialogoafondo.imf.org/?p=13682

3 Radio Agricultura. Ministro Prokurica y el escenario minero por la pandemia: “No está en normalidad, pero con un gran esfuerzo ha tenido un resultado que es muy distinto”.

https://www.radioagricultura.cl/economia/2020/06/24/ministro-prokurica-y-el-escenario-minero-por-la-pandemia-la-mineria-no-esta-en-normalidad-pero-con-un-gran-esfuerzo-ha-tenido-un-resultado-que-es-muy-distinto.html

4 Voces desde el territorio. Como la industria minera mundial se está beneficiando con la pandemia de Covid-19. http://agenciaecologista.info/wp-content/uploads/2020/06/voces_desde_el_territorio_-_web.pdf

5 Guía Minera de Chile. Algo bueno en medio de la pandemia. https://www.guiaminera.cl/algo-bueno-en-medio-de-la-pandemia/

6 Mariana Cabezuelo. Los yacimientos mineros de Santa Cruz producen al 80% de su capacidad en el marco de la pandemia. https://www.telam.com.ar/notas/202006/476766-yacimientos-mineros-santa-cruz-produccion-80-por-ciento.html

7 Maurício Angelo. Em plena pandemia, extração de ouro aumenta na Amazônia. https://brasil.mongabay.com/2020/07/em-plena-pandemia-extracao-de-ouro-aumenta-na-amazonia/

8 Voces desde el territorio. Op cit.

9 Sergio Saffon. Alza en precios del oro durante la pandemia atiza minería ilegal en Perú. https://es.insightcrime.org/noticias/noticias-del-dia/peru-coronavirus-mineria-ilegal/

10 La Voce d’Italia. Actividad minera en el Callao se mantiene cumpliendo protocolos. https://voce.com.ve/2020/07/03/509190/actividad-minera-en-el-callao-se-mantiene-cumpliendo-protocolos-audio-noticia/

11 Semana. La deforestación no guarda cuarentena en Colombia. https://www.semana.com/nacion/articulo/la-deforestacion-en-colombia-no-guarda-cuarentena/681041

12 Orpio. Empresas petroleras y de tala siguen funcionando y ponen en riesgo la vida de pueblos indígenas ante el COVID-19. http://www.orpio.org.pe/?p=1491

13 GRAIN. Agro-imperialismo en tiempos de Covid-19. https://www.grain.org/es/article/6509

14 Aldo Benítez. Paraguay es el segundo país más deforestador de Sudamérica. https://www.lanacion.com.py/pais/2020/06/15/paraguay-es-el-segundo-pais-mas-deforestador-de-sudamerica/

15 El Universo. Pandemia no ha frenado deforestación y tala ilegal en Ecuador. https://www.eluniverso.com/noticias/2020/07/08/nota/7898247/deforestacion-tala-ilegal-reduccion-bosques-naturales-nativos

16 GRAIN. Op cit.

17 Orpio. Op cit.

18 Meritxell Freixas. Alerta en la industria minera de Chile por miles de contagios de sus trabajadores. https://www.publico.es/internacional/covid-19-chile-alerta-industria-minera-chile-miles-contagios-trabajadores.html

19 Otros Mundos AC. COVID-19: Las empresas mineras ponen a los trabajadores y a las comunidades en el mayor riesgo. https://otrosmundoschiapas.org/covid-19-las-empresas-mineras-ponen-a-los-trabajadores-y-a-las-comunidades-en-el-mayor-riesgo/

20 GRAIN. Op cit.

21 Semana. Op cit.

22 Semana Sostenible. Deforestación en la Amazonia brasileña bate nuevo récord en mayo. https://sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/articulo/deforestacion-en-la-amazonia-brasilena-bate-nuevo-record-en-mayo/51944

23 GRAIN. Agribusiness must be quarantined! https://www.grain.org/en/article/6470-agribusiness-must-be-quarantined

24 Javier Aliaga. Las quemas comienzan en Bolivia y hacen temer otro desastre ambiental. https://www.france24.com/es/20200507-quemas-agricultura-bolivia-chiquitania-amazonas

25 Latinoamérica piensa. Brasil registró en junio el mayor número de incendios en el Amazonas en 13 años y temen por sus consecuencias durante la pandemia. https://latinoamericapiensa.com/brasil-registro-en-junio-el-mayor-numero-de-incendios-en-el-amazonas-en-13-anos-y-temen-por-sus-consecuencias-durante-la-pandemia/25806/

26 CONAIE. René Ortiz impulsará la minería a gran escala en medio de Covid 19.

https://conaie.org/2020/04/23/gobierno-de-ecuador-reforzara-politicas-extractivistas-en-medio-de-covid-19/

27 GRAIN. Agribusiness must be quarantined!

28 Radio Nacional. Los intentos históricos de reactivación del Proyecto Potasio Río Colorado. http://www.radionacional.com.ar/los-intentos-historicos-de-reactivacion-del-proyecto-potasio-rio-colorado/

29 El Inversor. Salta: Ricardo Alonso destacó la inversión de Barrick en la provincia. http://www.elinversorenergetico.com/salta-ricardo-alonso-destaco-la-inversion-de-barrick-en-la-provincia/

30 Telam. Extractivismo a full en la pandemia. https://noalamina.org/mundo/item/43977-extractivismo-a-full-en-la-pandemia. Prensa GeoMinera. ¿Se abre una nueva puerta para la minería en Chubut? https://perfilindustrial.com/se-abre-una-nueva-puerta-para-la-mineria-en-chubut/

31 Cerlas. Resolución N° 0010: Una medida ilegal que agrava la destrucción y envenenamiento de nuestras fuentes de agua. https://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/05/13/resolucion-n-0010-una-medida-ilegal-que-agrava-la-destruccion-y-envenenamiento-de-nuestras-fuentes-de-agua/

32 El Mostrador. Indignación provoca la aprobación online de proyecto de sondajes mineros en Putaendo. https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2020/04/22/indignacion-provoca-la-aprobacion-online-de-proyecto-de-sondajes-mineros-en-putaendo/

33 Asamblea por el Agua del Guasco Alto. La minería es una pandemia. Barrick no salva vidas, las pone en riesgo. https://www.mapuexpress.org/2020/06/10/asamblea-por-el-agua-del-guasco-alto-la-mineria-es-una-pandemia-barrick-no-salva-vidas-las-pone-en-riesgo/

34 SolGold. SolGold PLC Announces Regional Exploration Update. https://apnews.com/0541b735e32591f92ec34b4c56758caa

35 Gestión. Reactivación de proyectos Conga y Tía María “tiene que darse en algún momento”, dice el Minem. http://www.iimp.org.pe/actualidad/reactivacion-de-proyectos-conga-y-tia-maria-%E2%80%9Ctiene-que-darse-en-algun-momento%E2%80%9D,-dice-el-minem

36 Miguel Angel Melendres. Nuevo ministro de Minería propone ingresar a una exploración intensiva de minerales. https://eldeber.com.bo/economia/nuevo-ministro-de-mineria-propone-ingresar-a-una-exploracion-intensiva-de-minerales_178307

37 Cespad. Coyuntura desde los territorios | Honduras: Saqueo extractivista y defensa del territorio en tiempos de COVID-19. http://cespad.org.hn/2020/06/05/coyuntura-desde-los-honduras-saqueo-extractivista-y-defensa-del-territorio-en-tiempos-de-covid-19/

38 Priscila Alvarado. La Asamblea aprobó por unanimidad la Ley de la Palma Aceitera. https://www.elcomercio.com/actualidad/asamblea-aprobo-ley-palma-aceitera.html

39 José Carlos Solón y Guillermo Villalobos. Eucaliptos para matar la biodiversidad. https://fundacionsolon.org/2020/06/26/eucaliptos-para-matar-la-biodiversidad/

40 Karen Peña. Arauco aprueba millonario aumento de capital para financiar proyectos y fortalecer posición financiera. https://www.df.cl/noticias/empresas/industria/arauco-aprueba-millonario-aumento-de-capital-para-financiar-proyectos-y/2020-05-19/215132.html

41 Elam Náfate. Amparos detienen al Tren Maya. https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/amparos-detienen-al-tren-maya-proceso-legal-demandas-fonatur-gobierno-covid-19-coronavirus-5506854.html

42 Antonio Paz. Parque Yasuní: estudio muestra nueva carretera que se dirige a territorio de indígenas aislados de Ecuador. https://es.mongabay.com/2020/06/carretera-parque-yasuni-ecuador-indigenas-aislados-y-petroleo/

43 Gonzalo Escribano. Energía y COVID-19 en América Latina: un impacto heterogéneo por sectores y países. http://www.realinstitutoelcano.org/wps/wcm/connect/5ac80f3d-042a-4043-b5aa-1e7202096445/ARI55-2020-Escribano-Energia-y-COVID-19-en-America-Latina-impacto-heterogeneo-por-sectores-paises.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=5ac80f3d-042a-4043-b5aa-1e7202096445

44 Europa Press. La pionera del ‘fracking’ Chesapeake Energy se declara en quiebra. https://m.europapress.es/economia/noticia-pionera-fracking-chesapeake-energy-declara-quiebra-20200629102223.html

45 Alfonso López Suarez. Exxon, socio de Ecopetrol para pilotos de ‘fracking’. https://www.portafolio.co/economia/exxon-socio-de-ecopetrol-para-pilotos-de-fracking-542331

46 Fridays for Future Italia. VIDEO:Ricardo Salles, ministro dell’Ambiente brasiliano e la Shock Doctrine durante la pandemia. https://www.youtube.com/watch?v=QIMS34-PTto

47 OLCA. Informe sobre ingreso abusivo de proyectos al SEIA en tiempos de Pandemia, http://olca.cl/oca/informes/Informe-sobre-ingreso-abusivo-de-proyectos-al-SEIA-en-tiempos-de-Pandemia.pdf

48 El Ciudadano. La letra chica del «acuerdo covid» que acelerará la depredación ambiental en Chile. https://consumidoresorganicos.org/2020/06/18/la-letra-chica-del-acuerdo-covid-que-acelerara-la-depredacion-ambiental-en-chile/

49 Voces desde el territorio. Op cit. @ComiteSanturban: https://twitter.com/ComiteSanturban/status/1252783250625499143

50 Cespad. Op cit.

51 Chaski Clandestina. Bolivia en la vorágine agroextractivista. Trangénicos y la nueva ofensiva del estado, las multinacionales y el agronegocio. https://chaskiclandestina.org/2020/05/11/bolivia-en-la-voragine-agroextractivista-trangenicos-y-la-nueva-ofensiva-del-estado-las-multinacionales-y-el-agronegocio/

52 Gerardo Saravia. A los transgénicos se les acaba el toque de queda. https://www.servindi.org/actualidad-opinion/15/07/2020/los-transgenicos-se-les-acaba-el-toque-de-queda

53 Pedro Grigori. Em meio à pandemia, governo Bolsonaro aprova 118 agrotóxicos em dois meses. https://apublica.org/2020/05/em-meio-a-pandemia-governo-bolsonaro-aprova-96-agrotoxicos-em-dois-meses/

54 Por el País. El Gobierno incentiva el uso de agrotóxicos con una baja de aranceles. http://porelpais.com.ar/el-gobierno-incentiva-el-uso-de-agrotoxicos-con-una-baja-de-aranceles/

55 Gretta Zegarra. Un protocolo acorde a los intereses de las grandes mineras. http://cooperaccion.org.pe/un-protocolo-acorde-a-los-intereses-de-las-grandes-empresas-mineras/

56 Asamblea por el Agua del Guasco Alto. Op cit.

57 Voces desde el territorio. Op cit.

58 Debora Cerutti. Chubut: no hay cuarentena para el extractivismo. https://latinta.com.ar/2020/06/chubut-no-hay-cuarentena-extractivismo/

59 Voces desde el territorio. Op cit.

60 Cespad. Op cit.

61 REMA. Comunicado de la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería REMA – A 26 de abril de 2020. https://otrosmundoschiapas.org/que-gobiernos-detendra-el-saqueo-de-carlos-slim/

62 Lola Allen. El covid-19, el pretexto para la represión de opositores políticos al Gobierno de Áñez en Bolivia. https://www.elsaltodiario.com/mapas/regimen-bolivia-covid-19-reprimir-rivales-politicos

63 América Digital. Maduro sataniza a los «Trocheros» que les urge regresar a Venezuela por la pandemia. https://www.youtube.com/watch?v=dFzINFin5sg

64 @ceofanb. https://twitter.com/Libertad020/status/1283181119031173120

65 Radio Nacional de Colombia. ONU alerta por asesinatos de líderes y excombatientes durante la pandemia. https://www.radionacional.co/noticia/actualidad/onu-alerta-de-asesinatos-de-lideres-excombatientes-durante-la-pandemia

66 Voces desde el territorio. Op cit.

67 Anred. Bajo el lema “Nos deben una ley” Chubut lanzó la Segunda Iniciativa Popular contra la megaminería. https://www.anred.org/2020/06/30/bajo-el-lema-nos-deben-una-ley-chubut-lanzo-la-seguna-iniciativa-popular-contra-la-megamineria/. La Izquierda Diario. Chubut: el extractivismo no se toma cuarentena. http://www.laizquierdadiario.com/Chubut-el-extractivismo-no-se-toma-cuarentena

68 Diario UChile. Putaendo resiste ante la invasión minera en el valle de Aconcagua. https://radio.uchile.cl/2020/04/28/putaendo-resiste-ante-la-invasion-minera-en-el-valle-de-aconcagua/

69 Yvette Sierra. “Esta pandemia nos está quitando a nuestros sabios”: la tragedia del COVID 19 en los pueblos awajún y wampis. https://es.mongabay.com/2020/07/peru-santiago-manuin-lideres-indigenas-awajun-covid-19/

70 Elam Náfate. Op cit.

71 https://pactoecosocialdelsur.com/

72 https://asambleamundialamazonia.org/

https://www.alainet.org/es/articulo/208103

Latinoamerica

1er Informe de la Red de Vigilancia de OCMAL sobre minería y Covid-19

En el día mundial contra la minería a cielo abierto

Descargar informe: https://www.ocmal.org/red-de-vigilancia-ocmal-mineria-y-covid-19/

Los motivos que determinaron que el 22 de julio fuese el “Día mundial contra la minería a cielo abierto” se han ido acumulando a través de la historia de esta actividad en el planeta.

Ha sido principalmente la creciente conciencia socioambiental y de derechos humanos, sumada a la evidencia científica, la que ha puesto a la minería entre las actividades mas contaminantes y destructivas del mundo.

También y por eso mismo, la creciente resistencia y oposición de las comunidades afectadas por proyectos de extracción minera han dado forma a la conflictividad socioambiental y a la falta de licencia social que caracteriza a la minería en el mundo.
Sólo en América Latina existen 277 conflictos mineros sistematizados y con información que da cuenta del rechazo de las comunidades a esta actividad en la región (https://mapa.conflictosmineros.net/ocmal_db-v2/).

En los últimos tiempos se ha mencionado además la relación entre minería y cambio climático despertando alarmas sobre la incidencia de la actividad en la crisis climática global.

Se suma a lo anterior el efecto de la pandemia que golpea a la humanidad.
La incidencia de contagios y riesgos provocados por el funcionamiento de actividades mineras contra toda lógica de cuidado y limitación de la expansión del virus se transforma en una de las preocupaciones, sobre todo, en aquellos centros de población con alta incidencia de actividades mineras. Allí han aumentado los contagios de forma exponencial.
Ya es conocido que los territorios intervenidos por la minería son más vulnerables ante la pandemia, por falta de agua y por contaminación. Esas condiciones fragilizan la condición de salud de la población al enfrentar la necesaria prevención de la pandemia

Tal vez el caso mas dramático se ubica en la localidad de Calama en el norte de Chile afectada por el funcionamiento de grandes empresas mineras, entre las que se destaca la estatal Codelco que a nivel nacional al 10 de julio sumaba casi 3.000 trabajadores contagiados y ocho fallecidos hasta el 10 de julio. (Diario Financiero del 10 de julio)
No se quedan atrás Brasil y Perú, que junto a Chile han sido países que han permitido el funcionamiento de la minería a pesar de las alertas sobre los riesgos de tal disposición.
Las medidas de bioseguridad implementadas para el control de contagios entre trabajadores mineros han sido insuficientes a la luz de los resultados de contagios en ese sector extractivo.

Frente a la indolencia de los gobiernos extractivistas han surgido llamados urgentes de autoridades locales y nacionales para imponer medidas altamente restrictivas a la minería. El ultimo, nuevamente en Chile fue de un grupo de parlamentarias y parlamentarios que llamó a decretar cuarentena para la minería por dos semanas (cnnchile 21/07/20202)

Por otro lado, comunidades afectadas por proyectos mineros han mantenido su rechazo con manifestaciones físicas y virtuales, frente a una verdadera arremetida de las empresas mineras usando la emergencia para ganar terreno sobre todo, en aquellas localidades donde la falta de licencia social es uno de sus mayores problemas.

OCMAL, consciente de los riesgos de la minería en las circunstancias que se viven producto de la pandemia lanzó una Red de Vigilancia sobre Minería y Covid-19 para dar cuenta de los efectos de la actividad en esta nueva realidad y al mismo tiempo dar a conocer la situación en varios países de la región.
Hoy presentamos la primera versión, esperando actualizar periódicamente la información y hacer de esta forma un llamado a estar alertas frente a los intentos de empresas y gobiernos de usar la excusa de la pandemia para ampliar las actividades mineras.

Argentina, Latinoamerica

MINERÍA. UN COMPENDIO DE NOVEDADES

20/07/2020
ARGENTINA: CORONAVIRUS EN JUJUY: CONFIRMAN 25 CASOS DE CONTACTOS ESTRECHOS DE LA MINERA EXAR
El Comité Operativo de Emergencia de Jujuy emitió un reporte vespertino sobre casos de coronavirus que fueron diagnosticados por un laboratorio privado. Según consignaron, «luego de realizar los testeos a contactos estrechos de 5 casos positivos de la Minera Exar, 25 resultaron positivos para coronavirus». Con estos nuevos casos la cifra asciende a 163 en esta planta. Sumando un total de 841 casos en toda la provincia de Jujuy.

CHILE: DOS MUERTOS EN ACCIDENTE EN MINA LA PODEROSA, COQUIMBO
El ministro de Minería, Baldo Prokuriça, informó hoy, 20 de julio y a través de su cuenta de Twitter, sobre un accidente fatal en la mina La Poderosa del sector Viña Vieja en Punitaqui (región de Coquimbo).

Tras realizar las primeras labores, Sernageomin confirmó el fallecimiento de dos personas producto de una explosión que se produjo mientras se realizaban trabajos en la mina.

Fuente: T13 móvil

BRASIL: PLANES PARA AMPLIAR ÁREAS MINERAS
Brasil pretende acelerar los procesos de concesión para permitir la actividad minera en más áreas.

El Ministerio de Minería y Energía evalúa actualmente las licencias de 56.000 áreas potenciales, que corresponden al 17% del territorio nacional, de acuerdo con lo señalado por el secretario ministerial de geología, minería y transformación minera, Alexandre Vidigal de Oliveira, durante una transmisión por internet con representantes del sector.

El impulso para abrir más áreas se produce en medio de la creciente presión internacional sobre las políticas ambientales de la administración Bolsonaro.

Fuente: Bnaméricas

ARGENTINA: FUERTE INTERCAMBIO ENTRE PRESIDENTES DE CÁMARAS MINERAS
En la segunda reunión de la mesa del sector minero en el marco del Acuerdo San Juan hubo una fuerte discusión entre dos de los sectores proveedores.

Las diferencias parecen haber surgido porque “desde el gobierno ven que por ahí la minería necesita un cambio, la idea es que con esta nueva Cámara podamos sentarnos con Barrick, con la sociedad de Jáchal… Queremos que las pequeñas empresas de Jáchal, Iglesia, Albardón, tengan la posibilidad de cotizar, de llegar a una licitación, de trabajar», aseguró el empresario minero.

«Para nosotros es una actividad en la que deben participar empresas de San Juan en su mayoría, que el chico y mediano pueda participar»¿Quiénes habrán participado hasta aquí? nos preguntamos… ¿ O será que comenzarán a notarse las desventajas del cambio del renovable perfil agrovitivínicola de la provincia por el perecedero perfil minero?

Fuente: Diario de Cuyo

UNA MÁS: LA PERLITA DE YAMANA GOLD…
La firma canadiense de minería de oro Yamana Gold ha presentado planes para cotizar sus acciones en el mercado principal de la LSE en los próximos meses, ampliando su base de accionistas para incluir inversores europeos.

La compañía, que actualmente cotiza en el TSX, dice que su objetivo es convertirse en la “inversión elegida” en Londres para aquellos que buscan exposición al oro , señalando que la LSE tiene un número limitado de un millón de onzas al año. -más mineros de oro puro-play con operaciones en jurisdicciones establecidas en las Américas.

Fuente: Minería en línea

Minería. Un compendio de novedades

Latinoamerica

Propuestas del Pacto Social, Ecológico, Económico e Intercultural para América Latina

Retomando propuestas elaboradas colectivamente en distintos contextos, proponemos un Pacto Social, Ecológico, Económico e Intercultural para América Latina. Este Pacto no es un listado de demandas que dirigimos a los gobiernos de turno. Más bien, invita a construir imaginarios colectivos, acordar un rumbo compartido de la transformación y una base para plataformas de lucha en los más diversos ámbitos de nuestras sociedades. Convoca a movimientos sociales, organizaciones territoriales, gremiales y barriales, comunidades y redes, pero también a gobiernos locales alternativos, parlamentarixs, magistradxs o servidorxs públicos comprometidos con la transformación; para cambiar las relaciones de fuerza, mediante plebiscitos, propuestas de ley, u otras muchas estrategias con una real incidencia para imponer estos cambios a las instituciones existentes por parte de una sociedad organizada y movilizada.

Este Pacto no es un listado de demandas que dirigimos a los gobiernos de turno. Más bien, invita a construir imaginarios colectivos

En este sentido, los puntos que siguen buscan articular justicia redistributiva, de género, étnica y ambiental. Algunos de ellos prevén un papel más protagónico de las instituciones públicas y otros se refieren más a las prácticas y cambios de facto que se tejen desde abajo y se van expandiendo horizontalmente.

– Transformación Tributaria Solidaria. Propuestas nacionales de reformas tributarias según el principio: “Quién tiene más, paga más – quién tiene menos, paga menos”. Deben incluir el impuesto a la herencia, a las grandes fortunas, a los mega emprendimientos, a las rentas financieras y, como medida transicional, al daño ambiental. En lugar de que todxs paguen impuestos universales, y solo algunxs tengan protección social, proponemos que solo los que más tienen tributen, pero en cambio todxs estén protegidos.
– Anulación de las Deudas Externas de los Estados y construcción de una nueva arquitectura financiera global. En estos momentos extraordinarios se justifica, dejar de pagar la deuda externa como se hizo en 1931/32, y como lo propuso la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el presidente de Francia Emmanuel Macron y el Papa Francisco. La cancelación de la deuda externa de los países del Sur global, constituye un primer paso de reparación histórica, por la deuda ecológica y social contraída por los países centrales desde la colonia.
– Creación de sistemas nacionales y locales de cuidado que ponen la sostenibilidad de la vida en el centro de nuestras sociedades. El cuidado es un derecho y, como tal, debe incluir un rol más activo del Estado y de las empresas en consulta y corresponsabilidad permanente con los pueblos y comunidades. Esto permitirá combatir la precariedad laboral y alcanzar una mejor repartición de las tareas del cuidado, en términos de clases sociales y de género, pues el mismo recae de modo desigual sobre las familias y en ellas, sobre las mujeres. Debemos promover políticas públicas que enlacen cuidado con protección social, atendiendo las necesidades de personas mayores en situación de dependencia, niños y niñas, personas con discapacidad severa y demás individuos que no puedan atender sus necesidades básicas.

Se ha puesto en evidencia que la vida campesina, los sentidos de comunidad, el cuidado y la reciprocidad son centrales en el sostenimiento de la vida

– Una Renta Básica Universal que unifique la política social a través de la introducción de una renta básica para todxs, y que sustituya las transferencias condicionadas focalizadas heredadas del neoliberalismo, para poder salir de la trampa de la pobreza. Tal como acaba de recomendar la CEPAL a los gobiernos latinoamericanos. Disminuir la jornada de trabajo sin disminución de salario, para repartir tanto el empleo formal como las tareas de cuidado.
– Priorizar la Soberanía Alimentaria. En un momento en el cual la región latinoamericana presenta el mayor grado de concentración de la tierra a nivel mundial, es prioritario desarrollar políticas que apunten a la redistribución de la tierra, del acceso al agua y una profunda reforma a las políticas agrarias, alejándose de la agricultura industrial de exportación con sus efectos ambientales y sociales nefastos. Se trata de priorizar la producción agroecológica, agroforestal, pesquera, campesina y urbana, promoviendo el diálogo de saberes. Fortalecer los mercados campesinos y locales. Crear redes de distribución de semillas para asegurar su libre circulación, sin propiedad intelectual. Reforzar las redes de distribución campo-ciudad y la certificación comunitaria entre consumidores y productores. Fomentar la propiedad social, colectiva y comunitaria de la tierra, generando soberanía a quienes la cuidan y trabajan, y protegiéndoles de la especulación.
– Construcción de economías y sociedades postextractivistas. Para proteger la diversidad cultural y natural, necesitamos una transición socio-ecológica radical, una salida ordenada y progresiva de la dependencia del petróleo, carbón y gas, de la minería, la deforestación y los grandes monocultivos. Es necesario transitar hacia matrices energéticas renovables, descentralizadas, desmercantilizadas y democráticas y modelos de movilidad colectivos, seguros y de calidad. Se debe reducir el riesgo frente al colapso climático, una amenaza más grave que la pandemia como nos muestran inundaciones, sequías, deslaves e incendios.
– Recuperar y fortalecer espacios de información y comunicación desde la sociedad actualmente dominados por los medios de comunicación corporativos y las redes sociales que forman parte de las corporaciones más poderosas de nuestros tiempos. Para disputar los sentidos históricos de convivencia, desde medios ciudadanos, pero también desde la calle, la plaza y los espacios culturales.
– Autonomía y sostenibilidad de las sociedades locales. La pandemia ha mostrado la fragilidad de las cadenas globales de producción, y la riqueza de los esfuerzos locales, y nacionales. La enorme creatividad de los pueblos latinoamericanos debe ser la base para los cambios políticos, que promuevan la autonomía y sostenibilidad de los territorios y sociedades locales. Corresponde fortalecer la autodeterminación de los pueblos indígenas, campesinos, afro-americanos y experiencias comunitarias urbanas populares en términos económicos, políticos y culturales; desmilitarizar los territorios y el conjunto de la sociedad; apoyar los mercados locales; democratizar el crédito, apoyar a las pequeñas y medianas empresas, la soberanía energética local comunitaria basada en modelos sustentables y renovables.
– Por una integración regional y mundial soberana. Es imperativo favorecer los sistemas de intercambio local, nacional y regional a nivel latinoamericano, con autonomía del mercado mundial globalizado que abran alternativas al monopolio corporativo. Introducir monedas paralelas al dólar en diferentes escalas permitiendo una desconexión relativa de las peligrosas dinámicas del mercado mundial, fortaleciendo los intercambios entre países de la región y su diversificación económica complementaria.

Adhesiones y contactos

* Quiénes somos? 1.400 personas y más de 300 organizaciones apoyan el Pacto en su primer semana. Las primeras firmas se pueden consultar en https://pactoecosocialdelsur.com/quienes-somos/

* Adhesiones: invitamos las personas y las organizaciones interesadas en sumarse a que hagan sus adhesiones directamente en el sitio web del Pacto Latinoamericano: PACTO ECOSOCIAL LATINOAMERICANO – Pacto Ecosocial Latinoamericano

PACTO ECOSOCIAL LATINOAMERICANO – Pacto Ecosocial Latinoamericano https://pactoecosocialdelsur.com/

* Contactos de prensa, comentarios y propuestas pueden ser enviadas a las personas de contacto del Pacto:

Argentina: Maristella Svampa ([email protected]) y Enrique Viale ([email protected])

Bolivia: Mario Rodríguez Ibáñez ([email protected])

Brasil: Breno Bringel ([email protected]), Rudrigo Rafael de Souza ([email protected]) y Vanessa Dourado ([email protected])

Chile: Lucio Cuenca ([email protected]) y Antonio Elizalde ([email protected])

Colombia: Arturo Escobar ([email protected]) y Tatiana Roa Avendaño ([email protected])

Ecuador: Alberto Acosta ([email protected]), Esperanza Martínez (esperanza@accionecológica.org) y Miriam Lang ([email protected])

Perú: Jaime Borda ([email protected]) y José de Echave ([email protected])

Venezuela: Edgardo Lander ([email protected])

Latinoamerica

Rusia se interesa en importar oro de Latinoamérica

08/06/2020
En junio, los miembros de la Duma Estatal rusa (cámara baja del parlamento) proponen y estudian proyecto para abolir el 20% del IVA en el oro de importación y aumentar la carga de las plantas rusas.

Actualmente, Rusia procesa unas 300 toneladas de oro al año en 11 refinerías. Este indicador podría aumentar hasta 600 toneladas con la importación de metales no elaborados de Asia, América Latina y África.

Las refinerías nacionales de oro trabajan a solo el 30% y el porcentaje actual del IVA por las importaciones obstaculizan el desarrollo del mercado ruso de metales preciosos, según el director comercial de la planta de procesamiento de metales no ferrosos de Ekaterimburgo, Alexandr Sájarov.

El directivo explicó que “los productores rusos tienen que compensar estos gastos trabajando con exportadores extranjeros de productos básicos, a través de las importaciones de metales en bruto de países de Asia Central (como Uzbekistán, Kazajistán y Tayikistán), así como Hispanoamérica (Venezuela, Chile, Ecuador) y África (Congo, Ghana y Nigeria) lo que hace que el procesamiento de metales preciosos en Rusia no sea rentable”.

La participación de Rusia en el mercado mundial del oro alcanza aproximadamente el 7%, mientras que el costo total del metal procesado se estima en aproximadamente 1,2 billones de rublos (alrededor de USD17,4 mil millones), según datos aportados por Ilya Tarasov, jefe de Legion, una empresa que se ocupa del procesamiento primario de metales preciosos.

A su vez, Dmitry Ionin, diputado ruso y coautor de este proyecto de ley para abolir el IVA en la importación de metales preciosos, explicó que el oro procesado bajo esta ley podrá aumentar las reservas de oro y divisas del país a través del Banco Central, fortaleciendo el valor de la moneda nacional.

Fuente: Sputniknews

Rusia se interesa en importar oro de Latinoamérica

Latinoamerica

Aumento de Covid-19 en América Latina pone en riesgo a minas más grandes del mundo

03/06/2020
La decisión de mantener cerradas las fábricas chinas después del Año Nuevo Lunar provocó estremecimientos en las minas masivas de Brasil y Chile que los alimentan. Ahora, con China volviendo al trabajo y América Latina como el nuevo foco de virus, la preocupación está cambiando de la demanda a la oferta.

La semana pasada, Vale tuvo que defenderse de un intento de los fiscales brasileños de cerrar un complejo que representa una décima parte de su producción. Mientras en Chile, un sindicato del gigante del cobre Codelco dijo que los miembros están preocupados de que un brote aún pequeño de Covid-19 se extienda.

A medida que el virus crece en América Latina las campanas de alarma comienzan a sonar nuevamente en los mercados de metales, con una población altamente urbanizada de 600 millones de personas, que representa alrededor del 40% de las muertes diarias a nivel mundial. Eso viene en un momento en que la demanda china se está recuperando y los mercados se tensan. Chile es el principal exportador de cobre y Brasil es el segundo mayor exportador de mineral de hierro.

“Los problemas de suministro de minas ocasionados por el Covid-19 en América Latina están lejos de terminar”, dijo por teléfono Wenyu Yao, estratega senior de materias primas de ING Bank, desde Londres. “Chile es un gran desconocido ahora”.

Hasta ahora, la minería de pesos pesados ​​como Vale y Codelco han logrado continuar operando durante el brote, adoptando medidas de seguridad sin detener la producción. Otras minas en la región que cerraron ahora están reabriendo. Pero la industria ha sido ayudada por tasas relativamente bajas de enfermedad en las poblaciones más amplias. Ese ya no es el caso.

Mineral de hierro
El viernes, el mineral de hierro subió más de USD100 por tonelada, ya que las preocupaciones de que la pandemia pueda frenar la oferta brasileña coinciden con una demanda sostenida y sólida en el principal productor de acero de China. Ahora parece que los futuros también alcanzarán ese nivel, con el contrato en Singapur avanzando durante los últimos cuatro días.

Brasil superó a Estados Unidos en nuevos casos de coronavirus la semana pasada, y la enfermedad ahora se está extendiendo en estados del norte como Para, que representa el 8% del suministro mundial de mineral de hierro. En abril, Vale cortó su guía de envío debido al mal tiempo y el impacto del virus en las operaciones.

Además, Brasil y su potencial crisis política podría agravar más el panorama. El domingo pasado, manifestantes salieron a las calles de Sao Paulo y el presidente Jair Bolsonaro se unió a una manifestación contra el Congreso y la Corte Suprema.

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“El brote de Covid-19 en Brasil crea riesgos tangibles para el suministro de mineral de hierro en las próximas semanas, a pesar de que se le permita a la minería operar como un negocio esencial”, escribieron analistas de Citigroup, incluido Tracy Liao, en un informe. “El aumento de las infecciones entre los trabajadores puede provocar que los mineros o las autoridades locales impongan cuarentenas más draconianas, lo que podría limitar la productividad o incluso cerrar las minas”.

Mientras tanto, las reservas portuarias de mineral de hierro en China han seguido disminuyendo y la demanda de acero chino ha mejorado notablemente en los últimos dos meses, reflejada por la reducción del inventario. Aunque los precios pueden mantenerse elevados por más tiempo, Citigroup mantiene su visión bajista, pronosticando que los precios caerán a USD70 por tonelada para fines de 2020, y se espera que Vale maneje bien el brote.

En respuesta a las preguntas, Vale reiteró la guía de producción anual de 310 millones a 330 millones de toneladas, que tiene en cuenta los riesgos de la pandemia. La compañía también ha ofrecido apoyo financiero a su cadena de suministro y equipos de salud importados para las regiones donde opera.

Cobre
Es una historia similar en el cobre, ya que los datos de apoyo de la demanda impulsan un repunte. El lunes, los futuros del cobre alcanzaron el nivel más alto desde mediados de marzo después de que los datos de fabricación de China apuntaran a una recuperación continua.

Codelco de Chile ha logrado seguir operando a tasas cercanas a lo normal, ayudando a evitar que los mercados se endurezcan aún más. Pero mantener la producción puede ser más difícil a medida que aumentan los casos de Covid-19 en el país. Con una población de solo 18 millones, Chile informa nuevos casos sobre una base per cápita a un ritmo comparable al de España en el pico de la propagación en marzo, empujando a los hospitales hacia el colapso e incitando a las autoridades a endurecer las restricciones.

Los trabajadores de la mina Chuquicamata de Codelco están preocupados de que un pequeño brote crecerá a medida que la compañía continúe operando a tasas de producción normales, dijo un líder sindical. Diez miembros del personal y 30 trabajadores contratados han dado positivo en la mina, dijo por teléfono Miguel Veliz, director del Sindicato No. 3, y agregó que otros 120 están en cuarentena en espera de resultados.

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Los trabajadores mineros comenzaron a enfermarse el 20 de abril, y las detecciones se aceleraron en las últimas semanas, dijo Veliz. Sin duda, el número de casos es una pequeña fracción de la fuerza laboral: Chuquicamata tiene 4 000 empleados y 7 000 trabajadores subcontratados.

En respuesta, Codelco dijo que implementó controles preventivos en Chuquicamata que le permiten detectar y aislar rápidamente a los trabajadores enfermos y sus contactos. La mayoría de las infecciones ocurrieron fuera de la mina en períodos de descanso, dijo. Chuquicamata está justo al norte de Calama en la región de Antofagasta, que ha visto un fuerte aumento en los casos en las últimas semanas.

Suponiendo que las minas sudamericanas naveguen por la pandemia, la concentración de cobre puede agotarse con la reapertura de China con buenas banderas y el deterioro de las relaciones entre Beijing y Washington.

“El riesgo existe, como la pandemia emergente en los distritos mineros”, dijo el analista de BTG Pactual, César Pérez. “Podría existir la posibilidad de que el gobierno se vuelva restrictivo, pero dado lo estratégicas que han sido las empresas, el riesgo de interrupciones significativas en la producción aún es distante por ahora”.

Fuente: Bloomberg

Latinoamerica

DECLARACIÓN DE LA RED DE VIGILANCIA DE OCMAL SOBRE MINERÍA Y COVID-19

Las circunstancias creadas por la emergencia de salud producto de la propagación del virus que afecta a prácticamente todo el planeta ha puesto de manifiesto el especial riesgo que significa la minería para los territorios donde esta realiza sus actividades.

En particular vemos con mucha preocupación la insistencia en declarar la minería como actividad prioritaria o esencial en tiempos en que la población debe resguardarse en cuarentena, confinada a sus viviendas y espacios familiares, pasando además por alto el ya conocido impacto de la minería en las aguas y los ecosistemas.

El riesgo de contagio que llevan los trabajadores mineros hacia y desde sus lugares de trabajo, no es compatible con las medidas generales de control. Se aprueban e implementan protocolos sanitarios convenientes para las mineras sin incluir pruebas de descarte del virus para los trabajadores, lo que pone en mayor riesgo la propagación de contagios hacia zonas donde la población se encuentra desprotegida por la falta de servicios elementales y especializados de salud.

La suspensión de derechos civiles se aplica en especial para quienes defienden sus territorios, ecosistemas, agua, acceso a la información y protección de formas de vida tradicionales.
Observamos que las comunidades que defienden sus territorios frente al atropello de la minería son brutalmente reprimidas por la policía y las fuerzas armadas, bajo la excusa que las medidas de excepción o catástrofe imponen.
De paso, estas últimas aseguran el libre tránsito de mineros y la continuación de las faenas extractivas.

En algunos casos se aprueban normas y leyes que les otorgan un manto de impunidad a los fuerzas del orden si vulneran o afectan derechos de las poblaciones locales.

Notamos que es alarmante la forma en que las narrativas oficiales ponen a las actividades extractivas en la base de la supuesta recuperación económica y muestra de ello es que los proyectos extractivos se tramitan de forma express sin considerar los resguardos necesarios para evitar la destrucción de ecosistemas y la afectación social, cultural y espiritual de las comunidades. En este contexto, las empresas continúan presionando para que se sigan debilitando aún más las regulaciones ambientales y sociales.

También y de forma descarada, empresas que destruyen ecosistemas, atropellan derechos humanos, mienten, corrompen, estigmatizan y evaden responsabilidades como es el caso de las obligaciones impositivas; de manera contraria, aparecen realizando donaciones de artículos y material médico y de salud, supuestamente para contrarrestar los efectos producidos por el Covid-19 y proteger a la población.
Se trata de un lavado de imagen que además es ampliamente orquestado por los medios de comunicación y las autoridades locales y nacionales, afines a los gobiernos y empresarios.

Ha quedado además en evidencia, que las mayores afectaciones de la situación que se vive producto de la emergencia de salud y el sostenimiento de las actividades mineras recaen sobre las mujeres.

Las medidas de aislamiento sumadas a la propagación de enfermedades derivadas de las actividades mineras, significan una sobrecarga de trabajo y de cuidados para las mujeres. El confinamiento también incrementa el riesgo de la violencia machista en los hogares. Las medidas de control social implementadas por los Estados (estados de alarma, emergencia, catástrofe o toques de queda) también incrementa la situación de vulnerabilidad que viven las mujeres. Cabe señalar además que son las mujeres quienes están dando la alarma en las comunidades por la situación que viven y quienes primero se están organizando para denunciar las vulneraciones que conlleva el mantenimiento de las actividades extractivas.

Desde la Red de Vigilancia de OCMAL sobre minería y COVID-19 exigimos:

– El resguardo de la salud de las comunidades, especialmente las afectadas por minería,
– Garantizar la seguridad de las y los defensores de los territorios, que se oponen a las actividades mineras, especialmente de las mujeres y no utilizar las cuarentenas para criminalizarles
– Detener las operaciones extractivas con el mantenimiento de empleos y la estabilidad de los trabajadores y trabajadoras
– Mantener las medidas de reparación de daños producidos por la minería, sin acudir al pretexto de la situación de emergencia de salud,
– La suspensión de todas las nuevas concesiones mineras y permisos ambientales para minería

Finalmente manifestamos que es necesario iniciar una transición hacia un mundo post-extractivista donde se replantee el modelo minero que tanto daño ha hecho a nuestros territorios. De ahí que, quienes defendemos el ambiente, seguimos construyendo alternativas al modelo de desarrollo, que privilegian las aguas y la salud por encima de la mercantilización de la vida.

América Latina
Mayo 2020

Latinoamerica, Mexico

ALTO INMEDIATO AL HOSTIGAMIENTO Y AMENAZAS A DON ROBERTO DE LA ROSA DÁVILA

Desde el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) denunciamos el hostigamiento judicial y las amenazas hacia don Roberto de la Rosa Dávila por parte de la empresa minera Frisco, cuyo dueño es el magnate Carlos Slim; y exigimos al Estado mexicano que garantice su seguridad a través de las instancias institucionales correspondientes.
Don Roberto es un líder campesino de la comunidad de Salaverna, ubicada en el municipio de Mazapil, Zacatecas, México; que desde hace una década ha venido luchando contra el despojo y el desplazamiento forzado de su pueblo por parte de la empresa minera de Slim, quien pretende llevar a cabo un cambio en el uso de suelo para explotar la mina subterránea de cobre “Tayahua”, localizada en Salaverna, con la técnica de tajo a cielo abierto.
Recientemente, en el marco de la contingencia nacional por el covid-19, las agresiones hacia don Roberto se han intensificado. El pasado mes de abril recibió una serie de amenazas por trabajadores de la empresa y se inició un hostigamiento judicial por personal de la casa de justicia del municipio vecino de Concepción del Oro, luego de un altercado que tuvo con empleados de la minera donde les exigió que dejaran de destruir su territorio, toda vez que mantenían las labores de acondicionamiento para el cambio de uso de suelo.
De este modo, la empresa no sólo violó las disposiciones gubernamentales que indican la suspensión de las actividades mineras al ser consideradas como no prioritarias, sino que también violó el proceso legal por la disputa de los terrenos que sigue pendiente entre la comunidad y este grupo minero. Todo indica que la compañía se aprovechó del contexto de emergencia sanitaria para seguir adelante con su iniciativa de despojo territorial, lo cual, muestra la peor cara de este sector empresarial, pues ni en un escenario de crisis de salud global ha respetado las leyes y los derechos humanos de la comunidad.
Hacemos un llamado urgente a que cese el hostigamiento y las amenazas hacia don Roberto, que se garantice su seguridad inmediata y que el Estado mexicano cancele el permiso de cambio de uso de suelo a Grupo Frisco debido al daño social y ambiental que ha causado. Reclamamos que se ejerzan las sanciones correspondientes y que se imponga un alto ya a la impunidad de Carlos Slim.

Latinoamerica, Mexico

Posicionamiento del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero M4 ante la crisis del COVID 19

27/04/2020
PUBLICADO EN: COSTA RICA, DESTACADOS, EL SALVADOR, GUATEMALA, HONDURAS, MESOAMÉRICA, MÉXICO, PANAMÁ

La crisis de salud que atravisa a la humanidad y su entorno, es motivo para repensar el rol y deber que debemos ejercer para la sustentabilidad de nuestro planeta. Es por eso que:

Las organizaciones socioambientales, comunitarias y rurales, que conformamos el M4, extendemos nuestra solidaridad y apoyo a los pueblos del mundo ante la crisis sanitaria producido por el COVID 19.
El M4, cuyo accionar y actividades son en Latinoamérica, expresa su profunda preocupación por las miles de familias que además de ser víctimas del COVID 19, son aquellas que históricamente han sido afectada por un modelo de desarrollo que los ha mantenido en una desigualdad social y marginados de una salud digna.
El M4 ha sostenido como principios que ante la crisis ambiental global, un mejor modelo económico, es aquel que conserva su patrimonio ecológico, condición para optar por un ambiente sano para los ciudadanos.
El M4, ante la crisis del COVID 19, expresa y repudia enérgicamente, que la carga y secuelas negativas para la economía general, sea asumida a futuro por nuestros pueblos.
La pandemia del COVID 19 pone de manifiesto que los conflictos socioambientales provocados por el capital financiero sobre el espacio natural, han quedado a merced del descontrol, desamparo e intemperie de las protección ambiental de los derechos humanos.
El M4 hace un profundo llamado a los gobiernos, defensorías del pueblos, y organismos de Derechos Humanos de la región, para que cumplan con los oficios y exigencia para la la suspensión de operaciones de las empresas extractivas mineras. Dicha operaciones están violando las leyes nacionales en materia de salud y ambiente y poniendo en riesgo a los trabajadores y comunidades aledañas, sin ningún control o medidas que eviten la propagación del COVID 19.
Ante la crisis del COVID 19, queda en evidencia que las empresas mineras apuestan a sus ganancias sin importar los efectos negativos que generan en la población. Además se suma su falta de cumplimiento de medidas de contención y prevención ante cualquier hecho que atente con la vida de sus trabajadores.
En cumplimiento de las medidas de salud y cuarentena, el M4 junto a pueblos asechados por el COVID 19, exigen a los gobiernos priorizar la atención a salud, alimentación y servicios básicos de superviviencia para sus poblaciones, en especial aquellas comunidades marginadas que son las que más están sufriendo las consecuencias de la propagación de esta pandemia.
Movimiento Mesoamericano contra el Modelo extractivo Minero -M4-