Los bosques tropicales de Sudamérica se enfrentan a muchas amenazas. La deforestación que se está produciendo en el continente se estima entre las mayores del mundo y provoca pérdidas de hábitat, biodiversidad y cantidades enormes de carbón aislado. Aunque los culpables habituales como la agricultura, ganadería, explotación forestal se conocen de sobra, la minería de oro está expandiendo rápidamente su alcance destructivo a algunos de los paisajes más puros del mundo, según la investigación publicada esta semana en la revista Environmental Research Letters.
“Aunque la pérdida de bosque debido a la minería es menor en extensión comparada con la deforestación causada por otros usos de la tierra, como la agricultura o las zonas de pasto, la deforestación debida a la minería se está produciendo en algunas de las regiones con más biodiversidad de los trópicos,” comenta Nora Álvarez-Berríos, estudiante graduada en ciencias medioambientales por la Universidad de Puerto Rico-Río Piedras, en un comunicado de prensa. Ella fue la autora principal del estudio.