Este anuncio coincide con la adopción de una nueva política sobre cambio climático recomendado por el Grupo Asesor de Inversión Ética de la Iglesia (EIAG) que establece cómo los tres organismos de inversión nacionales apoyarán la transición a una economía baja en carbono.
El reverendo profesor Richard Burridge, Presidente Adjunto de la EIAG, dijo: «El cambio climático ya es una realidad. Desde una perspectiva ética, los órganos de inversión deben ayudar a la transición a una economía baja en carbono. La Iglesia tiene una responsabilidad moral para hablar y actuar tanto en la gestión ambiental como en la justicia para los pobres del mundo que son más vulnerables al cambio climático. Esta responsabilidad abarca no sólo la propia obra de la Iglesia para reducir nuestra huella de carbono, sino también cómo el dinero de la iglesia se invierte».