Internacional

La manifestación contra la minería desde dentro

(España) Unas 80.000 personas, según las plataformas convocantes, abarrotaron este domingo las calles de Compostela para decir no a la mina de Touro y O Pino. Bajo el lema ‘Mina no, no queremos una herencia envenenada’, la multitudinaria protesta arrancó pasado el mediodía desde la Alameda para culminar dos horas y media más tarde en la Praza do Obradoiro.

Xosé Bocixa es miembro de la banda de rock gallega Zënzar y autor del documental A ceo aberto, un filme sobre la revuelta agraria de 1977 contra las expropiaciones de terrenos llevadas a cabo por Fenosa en la parroquia de As Encrobas, en Cerceda. Este domingo ha recorrido la manifestación contra la minería, para contar por qué la gente se ha manifestado en la capital.

Fuente:https://www.galiciapress.es/texto-diario/mostrar/1107567/calles-compostela-escenario-nuevo-videoclip-mekanika-rolling-band

Internacional

Desestimada la demanda de la minera Quantum contra la Plataforma Sí a la Tierra Viva

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) ha desestimado la demanda de la empresa Quantum Minería contra el presidente de la Plataforma Sí a la Tierra Viva, Luis Manuel Ginés, por el supuesto daño producido en su nombre e imagen. Precisamente, el pasado martes este colectivo recibió uno de los galardones de los Premio de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha.

En la sentencia el juzgado absuelve al presidente de esta asociación de los daños de los que le acusaba la empresa promotora de los proyectos de minería de tierras raras en la comarca ciudadrealeña del Campo de Montiel, y que fueron rechazados tras una amplia ofensiva de la Plataforma, vinculada a esta comarca y contraria a este proyecto extractivo de elementos químicos. No se han impuesto costas a ninguna de las partes.

Quantum presentó la demanda en enero de 2017 después de que la plataforma solicitara un año antes la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) para dirimir  si se había incumplido la legalidad vigente en las calicatas que varias empresas mineras habían realizado dentro de la Red Natura 2000 sin tener licencia municipal de obras. De hecho, el colectivo ciudadano también denunció entonces que se estaban manipulando minerales de tierras raras en un corral dentro del casco urbano de Torrenueva, actividades que fueron clausuradas con posterioridad por el Ayuntamiento de la localidad ya que Quantum carecía de licencia, por lo que fue sancionada con 2.700 euros.

Tras la sentencia que exime a Sí a la Tierra Viva de ningún tipo de daños a la minera, la plataforma explica que entendió la presentación de esta demanda como un intento de hostigar a su presidente, eligiéndolo como «cabeza de turco», al dirigirla contra él a título personal y no en su calidad de representante del colectivo. Interpreta además que con esta sentencia se avala la postura de defensa expuesta por la abogada de la plataforma, María del Carmen Morallón Hidalgo, quien desde el inicio manifestó que la denuncia ante el Seprona se circunscribía en el ámbito de la acción penal pública que corresponde a cualquier ciudadano en defensa de un bien jurídico general como es el medio ambiente.

«Afianza la acción de cualquier ciudadano que tenga conocimiento de un presunto delito sobre bienes jurídicos públicos, para que pueda denunciar con la tranquilidad de obrar conforme a derecho», concluye.
Fuente:https://www.eldiario.es/clm/Desestimada-demanda-promotora-Tierra-Viva_0_779722136.html
Internacional

Cierran una planta industrial en India tras 20 años de lucha y 12 manifestantes muertos

El pasado 22 de mayo, después de cien días protestando contra una planta de fundición de cobre de la compañía Sterlite Copper en el distrito indio de Tuticorin, una manifestación de 20.000 personas fue atacada por la policía con el resultado de 12 muertos. Después de la matanza y tras 20 años de lucha, la planta ha sido cerrada.

Un vídeo muestra una zona llena de policías que miran a los manifestantes que tienen enfrente. Uno de los agentes, rifle en mano y apostado sobre un vehículo policial, dispara contra la multitud. De fondo se oye una voz que dice en tamil: “Al menos uno debe morir”.

Murieron doce.

El martes 22 de mayo los habitantes del distrito de Tuticorin, en el Estado indio de Tamil Nadu, salieron en masa a protestar contra la planta de fundición de cobre de la compañía Sterlite Copper. Las calles se llenaron con 20.000 personas que exigían su cierre porque denuncian que está contaminando la zona. En realidad llevaban protestando 99 días. El día 100, aquel martes, la policía abrió fuego.

“Dispararon a matar y mataron. Indudablemente es un asesinato, ya que algunas personas atacadas parecen haber sido elegidas de forma deliberada”, afirma a este diario Nityanand Jayaraman, un activista que durante años ha investigado en profundidad el caso de esta planta industrial. “Todos saben que el Gobierno del Estado y la administración del distrito son leales a Sterlite. Creo que el Estado quería dar una lección a la gente y eliminar a algunos activistas clave en el proceso”, opina el miembro de la organización Chennai Solidarity Group.

Los enfrentamientos comenzaron cuando la marcha llegó a las oficinas de la administración. Antes de apretar el gatillo, los uniformados habían recurrido al gas lacrimógeno y los lathis, las tradicionales porras que usan para dispersar multitudes. Aquella jornada se saldó con doce muertos y un centenar de heridos. En las protestas del día siguiente falleció otro manifestante. Los vídeos corrieron por las redes sociales, como también corrió la sensación de que los disparos no fueron una respuesta espontánea ante una agitación incontrolable. En palabras del político Rahul Gandhi, India vio “un ejemplo brutal de terrorismo de Estado”.

“El asesinato de manifestantes pacíficos fue planeado previamente, algo premeditado. Es completamente antiético y en contra de la gente”, dice el reconocido ambientalista G. Sundarrajan, que lidera el movimiento ecologista Poovulagin Nanbargal en Tamil Nadu. “Nos sorprende que gente que protesta pacíficamente contra la planta Sterlite, contra la contaminación del medio ambiente y para defender sus sustentos, haya recibido disparos sin ningún signo de vergüenza o sentimiento de culpa por parte de quienes lo ordenaron”.

El Gobierno tamil, que anunció la creación de una comisión para investigar las muertes, sostiene que fue la multitud la que empezó los disturbios prendiendo fuego a vehículos y arrojando piedras. “La policía tuvo que actuar para controlar la violencia bajo circunstancias inevitables”, señaló en un comunicado.

Pero esa justificación no le ha servido para frenar una creciente indignación que se ha convertido en asunto nacional y que le ha obligado a ordenar el cierre permanente de la planta en defensa del interés público. Días antes, un tribunal había paralizado la expansión del complejo industrial, un plan con el que Sterlite pretendía doblar su producción anual de 400.000 toneladas. Hoy los habitantes de Tuticorin celebran una victoria popular que ha tardado dos décadas en llegar.

veinte años de lucha

Porque este caso viene de lejos. Los últimos 100 días han sido la enésima explosión de rabia de una población que lleva veinte años luchando contra la compañía Vedanta Resources, un conglomerado con sede en Londres que es propietario de su filial india, Sterlite Copper.

Las enormes instalaciones de su planta de cobre, que opera desde 1997, cuentan con una fundición, una refinería, una planta de ácido fosfórico y otra de ácido sulfúrico. “Las plantas de fundición de cobre son contaminantes por naturaleza. Contaminan el ambiente, el agua subterránea y la tierra. El arsénico, el sulfuro y muchos otros componentes químicos que se usan en la planta son altamente tóxicos y peligrosos para la salud de la gente que vive alrededor”, explica el activista Sundarrajan. “Además esta planta está ubicada muy cerca del golfo de Mannar, una reserva marina que también está en peligro porque sus residuos van al mar”.

En todo este tiempo a los vecinos les ha perseguido el fantasma de Bhopal: la fuga de gas de la compañía Union Carbide que en 1984 provocó 25.000 muertos y 500.000 afectados, muchos de los cuales siguen pagando las secuelas de uno de los peores desastres industriales de la historia. De hecho, la población de Tamil Nadu tiene un destacado historial en sus luchas medioambientales, enfrentándose a centrales nucleares, a las minas ilegales de arena o a las plantas de embotellamiento de Coca-Cola y Pepsi.

Los daños ambientales que ha ocasionado Sterlite han sido confirmados en infinidad de ocasiones. En 2005 el Instituto Nacional de Investigación de Ingeniería Ambiental encontró altas concentraciones de cobre, plomo, cadmio, arsénico, cloruros y fluoruros en muestras de agua subterránea tomadas cerca de las instalaciones. Otros estudios posteriores concluyeron que el agua de los pozos próximos no servía ni para el cultivo ni para el uso doméstico porque “pone en peligro la salud humana y el medio ambiente”.

Los trabajos del investigador Nityanand Jayaraman se han centrado en documentar los impactos humanos y los excesos medioambientales de la polémica fundición, experta en violar las restricciones de emisiones. Jayaraman no ha dudado en señalar las facilidades que la compañía ha recibido por parte de las autoridades estatales y nacionales para obtener licencias ilegales. En 2013 el Tribunal Supremo llegó a admitir que la planta había contaminado al emitir gases nocivos y residuos peligrosos, pero en esa sentencia aprobaba que siguiese adelante con su producción porque el país necesitaba grandes cantidades de cobre. La multa por contaminación se fijó en casi 13 millones de euros.

El ambientalista Sundarrajan sostiene que las compañías multinacionales acuden a la India porque saben que tienen las manos libres. “Vedanta prefirió importar el cobre y la maquinaria desde Australia e instalar aquí su planta porque sabía que allí hay normas de contaminación, hay vigilancia. Aquí tienes permitido hacer todo; puedes contaminar el agua y la tierra, matar gente y crear problemas de salud en las comunidades cercanas, pero sobrevivirás porque eres Vedanta”, explica el ecologista.

Vedanta Resources fue fundada por Anil Agarwal, un multimillonario indio que preside su compañía minera y metalúrgica desde la capital británica. Sólo en India la firma obtuvo 1.800 millones en beneficios en el último año fiscal. Esta no es la primera vez que la empresa encuentra oposición autóctona; ya le ocurrió en los Estados indios de Maharashtra, Goa y Odisha, o en países como Zambia, donde tampoco coló la promesa de la creación de empleos.

En una reciente entrevista, el empresario afirmó que las protestas eran obra de “asociaciones antidesarrollistas” que desean “desestabilizar la industria india”. “Desde el primer día he dicho que esto sólo sucede en la India. Siempre hay personas que se aprovechan de nuestra democracia”, decía el millonario, que cree que es imprescindible “mantener los negocios alejados de la política”. Curiosamente, son conocidas las cuantiosas donaciones que realiza Vedanta a los principales partidos indios: más de millón de euros al histórico Partido del Congreso y al hoy gobernante BJP entre 2004 y 2010, y 2,8 millones al BJP en 2014, año de elecciones generales.
Ese tipo de conexiones dinamitan la esperanza de muchos ciudadanos a la hora de exigir una rendición de cuentas a la multinacional, más allá de su ya logrado cierre definitivo en Tuticorin. “Las grandes compañías disfrutan de una gran libertad en lo que se refiere a la acción reguladora. Los delincuentes ilustres nunca son castigados de la misma manera que los delincuentes más pequeños”, concluye el investigador Jayaraman.

Fuente:https://www.elsaltodiario.com/asia/protestas-contra-planta-industrial-acaban-matanza-india

Internacional

Sin estudio de impacto ambiental transfronterizo para la mina de uranio de Salamanca

Ecologistas en Acción y el Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA) han conocido que fue la Junta de Castilla y León quien eludió estudiar el impacto que tendría la mina de Retortillo (Salamanca) sobre tierras portuguesas, sin realizar estudio radiológico alguno.

Según ha podido saber Ecologistas en Acción, el Gobierno ha reconocido en una respuesta parlamentaria que ha sido la Junta de Castilla y León (JCL) quien omitió realizar estudios de impacto ambiental transfronterizos, y ello sin contar con la asesoría del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y, por tanto, sin realizar estudio radiológico alguno.

Este hecho es grave por varios motivos. En primer lugar, porque la Declaración de Impacto Ambiental realizada por JCL es escandalosa al minusvalorar los impactos que la mina y la fábrica de concentrados de uranio tendrían sobre el medio ambiente y la salud. En particular, permite la instalación de una enorme cinta transportadora de mineral sobre el río Yeltes, que aporta sus aguas al río Duero, no realiza una buena clasificación de los residuos radiactivos y no contempla el peligro que supone la dispersión de polvo radiactivo y del gas radón en el medio ambiente.

En segundo lugar, la decisión de que no hacía falta contactar con Portugal debería haberse tomado al más alto nivel del Estado español y no por un gobierno autonómico que no tiene competencia alguna en relaciones internacionales.

Y en tercer lugar, esta decisión debería haberse tomado tras la realización de un estudio radiológico que excluyera toda posibilidad de que la contaminación radiactiva alcanzara las tierras portuguesas. Este estudio debería haber corrido a cargo del CSN, que es la máxima autoridad en seguridad nuclear y protección radiológica en nuestro país. Sin embargo, el Gobierno de Castilla y León no consultó al CSN para excluir el impacto transfronterizo, aceptando de forma inexplicable que dicho impacto no existía.

Para Ecologistas en Acción y el MIA resulta obvio que ese impacto existe puesto que el polvo producido en las actividades de minería y los vertidos que se produzcan por el lavado de mineral van a alcanzar el río Yeltes llegando finalmente al río Duero, que baña tierras portuguesas y que pasa por zonas de gran riqueza vinícola, como los vinos Dao o los vinos do Porto. Asimismo, la contaminación de la mina podrá alcanzar también Portugal, dependiendo de la fuerza y dirección del viento.

Por todo ello, para Ecologistas en Acción resulta inaceptable que el Gobierno portugués no haya sido consultado antes de poner en marcha el proceso de licenciamiento de la mina, así como que el Gobierno español mantenga este proyecto. Lo ocurrido en Retortillo se asemeja a lo que pasó con el cementerio nuclear (Almacén Temporal Individual, ATI) de la central nuclear de Almaraz, que se puso en marcha también sin consultar al Gobierno portugués. Esta consulta se produjo a posteriori, evitando que se hicieran sugerencias y alegaciones en el estudio de impacto ambiental.

Fuente:https://www.ecologistasenaccion.org/?p=94488

Internacional

La reapertura de una mina de cobre pone en pie de guerra a agricultores y mariscadores gallegos

El proyecto de un grupo chino-suizo prevé voladuras diarias con el empleo de hasta 15 toneladas de explosivos y productos químicos.

(España). – La reactivación de una megamina de extracción de cobre situada en los Ayuntamientos de Touro y O Pino, en plena área metropolitana de Santiago (A Coruña), ha puesto en pie de guerra a cuarenta colectivos de agricultores y mariscadores, dos de los sectores primarios más representativos de la economía gallega. La denuncia de estas plataformas sobre los graves efectos contaminantes que generaría la explotación minera, ha sido avalada por investigadores sobre economía aplicada y expertos en biología marina: “la nube de polvo de metales pesados se extendería 15 kilómetros y llegaría a la capital compostelana, mientras los vertidos contaminantes a la cuenca del río Ulla serían unos 3.000 millones de litros, los cuales tardarían medio día en llegar a los bancos marisqueros de la ría de Arousa que mueven anualmente 91 millones de euros”.

El proyecto de reactivar la vieja mina está pendiente de los informes medioambientales de la Xunta aunque sus promotores ya han dado por hecho que serán aprobados. Mientras anuncian la creación de más de 400 empleos directos, la empresa ha negado las acusaciones de las plataformas vecinales que ha tachado de ser “una contestación social puramente ideológica”. Atalaya Mining, con sede en Chipre, que cotiza en bolsa en Londres y cuyos socios de referencia son un grupo chino y otro con sede en Suiza, y Explotaciones Gallegas, la propietaria del terreno, que actualmente extrae áridos y a la que la Xunta abrió varios expedientes, son las compañías promotoras de Cobre San Rafael, que se encuentra en trámites con la Administración autonómica para explotar, en principio, unas 700 hectáreas de superficie.

La Plataforma vecinal Mina No y la Plataforma en defensa de la Ría de Arousa (PDRA) ya ha anunciado una gran movilización en Santiago para el 10 de junio contra el proyecto minero cuya puesta en marcha prevé voladuras diarias a cielo abierto en las que se emplearán entre 9 y 16 toneladas de explosivos cada una. Además, denuncian que el proceso de separación del cobre contempla la utilización de unas 15.000 toneladas de productos químicos altamente peligrosos y sospechosos de provocar cáncer. Otro de los capítulos negros del proyecto para los críticos es gasto estimativo anual de agua que prevé el proyecto (2,25 hm3, seis veces más que los dos Ayuntamientos afectados juntos), la eliminación en el entorno minero de 341 hectáreas de masa forestal y 150 de cultivos y vegetación natural, pero, sobre todo, la creación de dos grandes balsas de lodos con un dique de 3,2 kilómetros y 80 metros de altura (como la catedral de Santiago). “Balsas que podrían romper, advierten, como ya ocurrió en Aznalcóllar, en 1998, con graves riesgos para la Aldea de Arinteiro, a 200 metros del dique”.

El consejero delegado de Atalaya Mining, el ourensano Alberto Lavandeira, ha sido el encargado de presentar el proyecto a los medios en marzo pasado. “Lo que más me duele es que la gente dude de los técnicos, de la administración y de los sistemas de control», ha comentado en medio de reproches los colectivos críticos con la mina: “Deben pensar que los metales nacen en los árboles», bromeó el ingeniero, con experiencia en las minas del Congo y actual responsable de la reactivación de la mina de Riotinto, en Huelva.

Según él, ha mantenido contactos con colectivos ecologistas, lo que le hace pensar que las críticas no vienen de ahí, sino de grupos «ideológicos». Una apreciación que contrasta con la de las más importantes asociaciones de defensa medioambiental en Galicia que no han parado de advertir sobre los riesgos que entraña este proyecto minero.

Las cifras que ha dado la compañía contemplan una inversión de 200 millones de euros en 15 años de vida de la mina que podrían ampliarse, y ha prometido que estos empleos, una vez conseguidos todos los permisos de la Xunta, serán ocupados por vecinos de la zona e indefinidos en un 90%. «No va a haber suficiente gente» en los pueblos de los alrededores, ha llegado a comentar el directivo. Durante los últimos dos años y medio, según los números ofrecidos por Lavandeira, Cobre San Rafael ha destinado cinco millones a investigación y lleva casi 600 sondeos realizados, 240 de ellos en fincas de particulares. La empresa dispone ya de 400 hectáreas, pero opta a comprar, alquilar o cambiar otras 300, la mayor parte de eucaliptales, asegura, pero también prado y cultivos, un 6% según la minera.

Fuente:https://elpais.com/ccaa/2018/05/28/galicia/1527461976_581397.html

Internacional

Advierten que mina de Touro utilizará 15.000 toneladas de productos químicos

El panorama que dibujan las plataformas contra la mina de Touro no es nada halagüeño. El proyecto de extracción de cobre tras el que está la empresa Atalaya Mining supondría unos daños «irreparables e irreversibles», indican. Según los datos que manejan, afectaría a 689 hectáreas «a cielo abierto » y la actividad requeriría «15 millónes de kilos de productos químicos, algúnos de ellos peligrosos y sospechosos de cáncer», se construirían dos balsas para los lodos contaminantes «Gigantescas» a solo unos 200 metros de la aldea de Arinteiro, las voladuras serían diarias (una media de entre seis y nueve cada jornada) y la nube de polvo con metales pesados que generarían se extendería 15 kilómetros y llegaría a Compostela, al tiempo que «se prevé verterá cerca de unos 3.000 millónes de litros de aguas contaminadas que permanecen en la antigua mina», los cuales -calculan- tardarían en llegar a al río de Arousa solo medio día.

 

Así fue expuesto ayer, en la capital gallega, por Aida Suárez y Julia Barbosa, de la plataforma vecinal Mina Touro-O Pino Non; Xoaquín Rubido (Xocas), presidente de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa; y el patrón mayor de A Illa, Juan José Rial. Todos ellos hicieron un llamamiento a la ciudadanía y a las autoridades políticas de los 13 concellos cuyas traídas se abastecen del agua del Ulla para sumarse a una nueva manifestación, que esperan sea multitudinaria, bajo el lema «No queremos una herencia envenenada». Será el 10 de junio en Compostela y con ella buscan «seguir haciendo presión» para que la junta rechace el proyecto, en este momento pendiente del informe ambiental.

Declararlo espacio protegido

Exigen, además, la recuperación ambiental de los terrenos y canales de agua afectados por la antigua explotación minera y que la zona se declare espacio protegido «por su vinculación con rede Natura 2000».

Suárez señaló que, entre las consecuencias, no solo estaría el peligro de contaminación hidrográfica, también el desvío de dos regatos, la destrucción de puestos de trabajo de ganaderos y agricultores, así como la afección directa al área del Camino de Santiago a su paso por O Pino. Rial recordó la importancia de la ría de Arousa para muchas familias. De ella dependen el 44 % de las mariscadoras de a pie, más del 41 % de las embarcaciones de artes menores y el 68,7 % de las bateas de mejillón de Galicia, dijo, y las lonjas arousanas mueven más 91 millones de euros anuales. «Se se aprueba este proyecto pondrá en peligro toda la actividad», sentenció.

«Esta no es una mina cualquiera, es una megamina, algo impensable en Galicia, de dimensiones proporcionales a catástrofe que puede producir en el medio ambiente», señaló Rubido, quien reclamó a la Xunta que apueste por el modelo productivo que genera empleo y riqueza en Galicia frente al proyecto «explotador que viene de fuera , se lleva el cobre que  nos deja destrucción y miseria». «Es una amenaza para todos», concluyó Barbosa.

Fuente:https://noalamina.org/mundo/europa/item/40723-advierten-que-mina-de-touro-utilizara-15-000-toneladas-

Internacional

Suspendido el plazo para resolver la petición de Quantum de sondear aguas subterráneas

Así lo ha comunicado la Confederación del Guadiana sobre la nueva solicitud de la mercantil minera, cuyo anterior proyecto ya fue rechazado

Esta empresa ha pedido pedido iniciar una investigación para el lavado de tierras raras, de nuevo en el Campo de Montiel.

Después de que el Gobierno de Castilla-La Mancha  tumbara el proyecto de extracción minera de tierras raras en el Campo de Montiel, la mercantil promotora a la que se cerró la puerta, Quantun Minería, ha abierto otro procedimiento administrativo para el lavado de estos elementos químicos. Para ello, cursó solicitud de sondeos en aguas subterráneas a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), que ahora ha suspendido el plazo para resolver a la espera de que el Gobierno de Castilla-La Mancha se pronuncie al respecto.

El objetivo de esta empresa es ahora realizar  lavado de estos elementos químicos mediante el sondeo de aguas subterráneas a 200 metros de profundidad en la misma zona. El objetivo de la investigación es principalmente el tratamiento de monacita, un grupo de cuatro minerales utilizados para la elaboración de materiales tecnológicos.

La petición a la Confederación la hizo pública en su momento la Plataforma Sí a la Tierra Viva, el colectivo que se constituyó como respuesta civil al primer proyecto y así aparece publicado en el Boletín Oficial de la provincia de Ciudad Real del pasado mes de marzo. Desvelaba que Quantum pretende la realización de un sondeo de investigación de aguas subterráneas al objeto de determinar la existencia de un caudal aprovechable continuo inicial de 2,781 litros por segundo. Establece que el volumen máximo anual inicial sería de 87.730 metros cúbicos (reducido al 20% posteriormente).

En cuanto a la posible afección del sondeo, la empresa tomaba en consideración una extensión de 340 kilómetros cuadrados (34.000 hectáreas), en los que Quantum inventarió 121 puntos de agua, en su gran mayoría por con una profundidad menor de 20 metros.

Ahora la Confederación del Guadiana ha suspendido el plazo de tres meses para resolver, quedando el expediente del preceptivo informe del Gobierno de Castilla-La Mancha, tal y como se ha comunicado a todos los colectivos que se han personado en el proceso.

Nuevos movimientos de rechazo social

Los técnicos de ‘Sí a la Tierra Viva’ ya habían analizado también la nueva documentación presentada por Quantum Minería, habiendo puesto a disposición de la ciudadanía un primer documento de alegaciones, que después ha sido reforzado con las realizadas por la propia asociación. También ha mantenido contactos con las organizaciones profesionales agrarias, cooperativas, ayuntamientos y otros colectivos de la comarca que están manifestando su intención de luchar de forma conjunta con la Plataforma para evitar que este «ingente volumen hídrico sea desaprovechado».

A finales de octubre de 2017, el proyecto de explotación de tierras raras de Quantum en el Campo de Montiel obtuvo una Declaración de Impacto Ambiental negativa en Castilla-La Mancha por la “inviabilidad ambiental” de este tipo de extracción minera y por su afección a un corredor ecológico entre dos superficies donde habitan especies como el águila imperial, el sisón y el milano real, además de ser zona de paso del lince ibérico.

“Esto pone fin al proceso”, repitió entonces el consejero de Medio Ambiente, Francico Martínez Arroyo. Con ello  se daba ‘carpetazo’ a uno de los proyectos que más contestación ciudadana ha tenido en la presente legislatura y triunfaba ese ‘no a la mina’ repetido en sucesivos manifestaciones.

Fuente:https://www.eldiario.es/clm/Suspendida-peticion-sondear-subterraneas-tierras_0_772722937.html

 

Internacional

El drama del campo arrasado por la mina más polémica de Galicia

No es el único, pero sí el más visible. El joven ganadero Eduardo Quintás es un ejemplo de los efectos del polémico proyecto de extracción de cobre en los municipios de Touro y O Pino, muy cerca de Santiago, que ha provocado multitud de alegaciones y una fuerte oposición política, científica y vecinal. Quintás, asentado en la zona cero de la futura mina, perderá la pequeña explotación que heredó de su familia, de unas 40 vacas, que asumió con tenacidad de emprendedor. “Esto es la ruina total”, se lamenta. Una campaña de recogida de firmas trata de sensibilizar a la población de su caso, considerado un paradigma del cambio que supondrá el proyecto impulsado por la empresa San Rafael S.L., que eliminará 341 hectáreas de masa forestaly 150 de cultivos y vegetación.

Quintás ha publicado un vídeo en YouTube en el que resume en cuatro minutos el drama de los que acusarán de forma más directa el impacto del proyecto minero, consistente en la reapertura, amparada por el incremento del precio del cobre, de una explotación que funcionó entre 1972 y 1986 y de muy ingrato recuerdo para los habitantes de la zona. En el vídeo explica que hace solo cuatro años que se hizo cargo de la explotación de sus padres, mixta pero orientada principalmente a la producción láctea. Cuenta también que es el único titular de la misma y que allí es donde trabaja. El megaproyecto supondrá “el cierre definitivo” de su medio de vida.

Una fuerte contestación acompaña el proyecto de San Rafael S.L., una empresa con un capital social de 3.000 euros en la que irrumpió hace un año el gigante de la minería Atalaya Mining, que explota Riotinto. Durante el período de exposición pública se produjo una avalancha de millar y medio de alegaciones que alertan de la proximidad de la balsa del megaproyecto minero a las viviendas, la desaparición de manantiales, el cambio del curso de los ríos y la extensión de los terrenos ocupados, ya que la nueva mina será mayor que la que dejó de funcionar hace 30 años. Se teme especialmente el efecto de un eventual accidente que afecte al Ulla, un río que desemboca 80 kilómetros al oeste en la ría de Arousa, donde se encuentra el mayor banco marisquero de Galicia.

La denuncia de Eduardo Quintás es diferente, con el acento puesto en el modelo económico que se implanta a la fuerza en una zona rural. Su granja está situada “en la aldea de Arinteiro, parroquia de Loxo, Ayuntamiento de Touro”, recita. Ese paisaje de enorme belleza es el lugar elegido por San Rafael S.L., en asociación con Explotaciones Gallegas, titular de los terrenos, para reactivar la explotación minera. “Quieren coger prácticamente toda el área de Arinteiro y dejar únicamente las casas. La base territorial para los animales desaparecerá”, cuenta con resignación. También recuerda cómo el cierre minero de 1986 benefició la aparición de negocios relacionados con la agricultura y la ganadería. “Inicialmente quedó todo abandonado”, apunta, pero a partir de ahí, la ganadería, que se limitaba a dos o tres vacas por cada casa, empezó a florecer en naves de mayor tamaño.

Ahora lo que se producirá es el proceso contrario. Porque la explotación abarcará una zona muy grande, que afecta al Ayuntamiento de Touro y, en menor medida, al de O Pino. “Se van a arrasar cientos de hectáreas de terreno”, advierte. “El proyecto dice que son simples pastizales, pero es todo arable”, añade Eduardo, que alerta igualmente de otro peligro vinculado al proyecto y que afecta al sector primario: el de la utilización de los acuíferos. “Nos dejan sin la tierra, pero además desvían el manantial que pasa por Arinteiro para su propia nave y nos dejan sin el agua, sin las fuentes que tenemos para beber en las casas y en las explotaciones ganaderas”.

Los impulsores de la campaña de apoyo a Eduardo denuncian el mérito de que todavía existan jóvenes ganaderos como él trabajando en el sector primario, “en un momento en que la despoblación del mundo rural es cada vez más preocupante”. “Está sufriendo una gran injusticia. Es un afectado directo y necesita que todos lo apoyemos”, reclaman.

Eduardo Quintás alerta igualmente de otro peligro vinculado al proyecto y que afecta al sector primario en la zona: el de la utilización de los acuíferos

El valor de las propiedades es otro de los problemas que generará el megaproyecto. “¿Quién va a querer comprar nuestras casas? Ya no tienen valor alguno: quedamos encajonados entre dos balsas de lodo y de aguas ácidas, y además sin agua”, relata el joven de Arinteiro. Del peligro de esas balsas advierte Serafín González, edafólogo del CSIC y presidente de la Sociedad Galega de Historia Natural (SGHN), una reputada entidad científica y ecologista con más de 40 años de trayectoria. A la SGHN acudió la Xunta para reclamar un informe externo del proyecto y el resultado fue demoledor. “El problema son los compuestos del azufre en las rocas. Al oxidarse, generan ácido sulfúrico y drenaje ácido en la mina”, explica González. También preocupan los productos químicos que se usan para separar el cobre de las rocas, “que no son inofensivos: tienen efectos en el ambiente y en la salud”. “Se van a generar dos grandes depósitos de estériles que quedan ahí indefinidamente, con esas rocas y esos compuestos”, alerta.

Pérdida de 150 puestos de trabajo

La pérdida de valor de las casas que tanto temen los vecinos no se verá contrarrestada por la creación de empleo, según los afectados. Relata Quintás en su vídeo, y corroboran diferentes estudios, que serán unos 150 puestos de trabajo los que se eliminarán, ya que en la zona hay numerosas explotaciones, alguna con hasta mil cabezas de ganado, que se verán afectadas total o parcialmente.

“Todo esto es totalmente negativo para nosotros porque aquí todos vivimos de la ganadería y la agricultura, no es que solo nos afecte a los ganaderos. Talleres mecánicos, fábricas de pienso, veterinarios… Todo en general se verá afectado. Es una cadena, de la que van a tirar y tirar y tirar, y van a destruir más puestos de trabajo que los que dicen que van a crear”. Al joven emprendedor de la ganadería en particular le afecta en tres hectáreas en una finca única y otras tres repartidas en varias zonas. “Me dejan sin un lugar donde criar el ganado”.

 

Fuente:https://www.elconfidencial.com/espana/galicia/2018-05-02/ganadero-galicia-mina-polemica_1556737/

Internacional

Tren a Oporto para protestar contra la minería de uranio a cielo abierto

España- El próximo fin de semana, días 5 y 6 de mayo, se celebrará la Marcha Ibérica en Tren contra la Mina de Uranio en Retortillo, organizada conjuntamente por la Plataforma Stop Uranio de Salamanca y las asociaciones portuguesas Quercus (asociación ecologista) y AZU (Asociación de Zonas Uraníferas). Las tres asociaciones realizarán una labor de difusión de los peligros que acechan a Portugal por la posibilidad de apertura de instalaciones radiactivas en Salamanca.

La marcha discurrirá por la línea de tren que recorre el valle del Duero en Portugal desde Pocinho hasta Oporto. Se repartirán folletos informativos en las estaciones de tren por las que discurre la línea, y se celebrará una rueda de prensa en la localidad de Reguo y un acto informativo en la misma ciudad de Oporto.

Ahora que se cumplen veinte años del desastre de Aznalcóllar, el desarrollo de proyectos de minería a cielo abierto al otro lado de la frontera puede “suponer un tremendo riesgo para la vida del río Duero y de los habitantes que del mismo se nutren” aseguran desde Stop Uranio. Afirman desde la asociación que “un estudio encargado a WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) muestra como el río Yeltes, afluente del Duero, va a quedar muy dañado por la mina”.

Avisan además que “polvo radiactivo y gas radón que emitirán las minas que Berkeley Minera pretende abrir” serán peligrosos para los vecinos de Salamanca. Así lo manifiesta también la Agencia Portuguesa de Ambiente, señalando que el proyecto de explotación minera de uranio en Retortillo “era susceptible de tener efectos ambientales significativos en Portugal” por la cercanía a la frontera portuguesa, en “atención a la dirección de los vientos”.

Según la asociación Stop Uranio “las administraciones españolas no han consultado con Portugal” las consecuencias de la explotación de la mina de uranio en Salamanca y tampoco han “sometido a información pública los distintos proyectos de minería de uranio en Salamanca” saltándose de esta forma “a la torera los tratados firmados por ambos países”.

Fuente:http://diario16.com/tren-oporto-protestar-la-mineria-uranio-cielo-abierto/

Internacional

Minería Organizaciones ecologistas denuncian el boom de la minería especulativa

El de ‘tierras raras’ al sur de Ciudad Real, el de uranio en Retortillo (Salamanca), los de cobre entre los concellos coruñeses de Touro y O Pino, o los de litio y wolframio en Cáceres capital y su provincia respectivamente son algunos de los proyectos mineros que han ido surgiendo en el Estado en lo que muchos consideran una explosión del sector minero a la sombra de la especulación financiera.

El pasado 25 de abril se cumplieron 20 años del conocido como desastre de Aznalcóllar provocado por la rotura de una balsa minera —propiedad de la empresa sueca Boliden—, que causó vertidos tóxicos en el entorno del Parque Nacional de Doñana. Con motivo de este aniversario las cinco principales organizaciones ecologistas del Estado señalaron el riesgo de que un desastre así se vuelva a producir.

Ese mismo día, en Ávila, la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de la Junta de Castilla y León emitía una valoración negativa a la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de cantera de feldespato en la sierra de Ávila, uno de los tres proyectos en marcha actualmente en esa provincia.

Otros muchos proyectos han ido surgiendo en fechas recientes, como el de las denominadas ‘tierras raras’, al sur de Ciudad Real, de uranio en Retortillo (Salamanca), de cobre entre los concellos coruñeses de Touro y O Pino; de litio y wolframio en Cáceres capital y su provincia respectivamente; de zinc y plomo en Cantabria; de potasas entre Aragón y Navarra y un largo etcétera que extiende esta lista a todas las provincias del Estado.

A la vista de estos múltiples casos, podríamos hablar de un intento de resurgimiento de un sector que, según los últimos datos disponibles —de 2015—, generaba 29.097 empleos directos en las 2.853 explotaciones con producción registradas en esa fecha.

No son casos aislados

Preguntamos a Roberto Martínez Orio, jefe del Área de Recursos Minerales del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) sobre esta proliferación de casos. Para él existe un cierto repunte de solicitudes de explotación en la minería metálica, mientras que otros minerales tradicionalmente punteros, como la sepiolita o la glauberita, se han mantenido en un nivel alto. Sin embargo, en aquellos materiales relacionados con la construcción se ha producido un retroceso desde que ese sector entró en crisis hace ya una década.

Elena Solís, abogada ambientalista y miembro de Ecologistas en Acción, sí que nos habla, en cambio, de un auténtico “boom de la minería especulativa” por la cantidad de nuevos proyectos mineros que están surgiendo por doquier en casi todas las comunidades autónomas, resucitando minas dormidas y sacando a concurso multitud de proyectos nuevos.

Algo parecido opina Carles Mulet, senador de Compromís, para quien se trata de “una burbuja especulativa que concede licencias a empresas muy opacas” y que no responde a una demanda real, como por ejemplo la industria cerámica de Castelló en los casos de las minas de feldespato. Esta dinámica supone, en su opinión, una mayor desprotección de la población, ya que no saben cuáles serán las consecuencias de la proliferación de estas explotaciones.

“Podemos hablar de ‘minería especulativa’ porque, además de tener como objetivo final la reventa de los permisos a empresas mineras que extraerán recursos, con todo el daño ambiental y social que eso conlleva, su objetivo inmediato es obtener ganancias antes de la explotación”, explica Solís. Estas ganancias se generan en los mercados financieros, donde los proyectos se convierten en instrumentos que se usan como cebo para atraer inversores privados, y en bolsa, donde la compra de acciones de la compañía dueña de los derechos, a su vez, contribuye a inflar artificialmente su valor.

Como ejemplo, Solís nos cuenta el caso de la mina de litio de Cáceres y advierte: “Mientras Valoriza Minerías —el brazo minero del grupo Sacyr— tramita los permisos en Extremadura, su socio, Plymouth Minerals, va informando a sus inversores en la bolsa australiana de que casi tiene concedidos los permisos y hecho el estudio de viabilidad de la mina. Aunque el ayuntamiento de Cáceres haya paralizado las obras porque carecían de los permisos urbanísticos necesarios, las acciones de Plymouth Minerals han subido considerablemente. Esta empresa ya ha sido paralizada por las autoridades bursátiles australianas en dos ocasiones porque los permisos de investigación no llegaban a materializarse”.

Siguiendo este modelo de “finanzas del espectáculo”, numerosas compañías mineras internacionales con poco capital social cotizan en mercados secundarios poco regulados, como los de Toronto, Australia o Londres, para atraer a fondos privados de inversión, y están consiguiendo permisos mineros a través de empresas pantalla españolas.

A este respecto, Solís señala también que “el carácter especulativo de un proyecto no impide que no haya desastre ambiental” ya que, por ejemplo, “en el de uranio de Retortillo [Salamanca] la empresa Berkeley empezó hace mucho tiempo a talar hectáreas y hectáreas de encinas centenarias”. Para ella, estas imágenes sirven para que los inversores vean que hay avances convirtiéndose en un “espectáculo de destrucción para mantener el beneficio de la empresa”.

El caldo de cultivo: la ley de minas y la política de la UE

Pero todo este proceso, surgido por un lado al calor de la crisis financiera que se inició hace una década, tiene unas circunstancias beneficiosas que lo hacen posible en el Estado español en este momento. Por un lado, la ley de minas de 1973 y, por otro, la política estratégica de la Unión Europea con respecto a los recursos minerales.

La ley vigente en la actualidad se aprobó en los estertores del franquismo —es, por tanto, preconstitucional— y, según un informe publicado recientemente por SEO Birdlife, “es en realidad una herramienta de carácter técnico y existe una importante inercia que favorece su mantenimiento, tanto entre las empresas como entre las administraciones públicas”. Además,  es previa a la organización autonómica, que es sobre la que reposan buena parte de las competencias sobre minería, y “está lejos de incorporar criterios de sostenibilidad y no está adecuada a los procedimientos de evaluación de impacto ambiental que establece la normativa vigente”, según sostienen desde esta asociación dedicada a la conservación de la naturaleza.

Como ejemplo de este conflicto competencial entre ley estatal y normativas autonómicas, el senador Mulet nos cuenta el caso de Prat de Cabanes-Torreblanca, uno de los principales humedales de la Comunidad Valenciana. A pesar de estar protegido desde 1989, figurar en el listado Ramsar, ser Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y formar parte de la Red Natura 2000,  no se pudo impedir que se continuara con la práctica de la extracción de turba dentro de este humedal por primar la ley estatal sobre la protección autonómica.

La reforma se ha intentado en varias ocasiones, las más importantes en 2003 y 2015. Pero, según SEO Birdlife, hasta ahora ningún gobierno se ha esforzado realmente por cambiarla y el Partido Popular ni siquiera lo llevaba en su programa. Mulet explica cómo, dentro de los grupos políticos, todos están de acuerdo con la necesidad de cambio pero “nadie le pone el cascabel al gato” y observa que, al menos en el Senado, no hay debate global para el cambio de esta ley. A su juicio y el de su grupo parlamentario, es necesaria una reforma que dé como resultado “una ley que impida la especulación y que permita una explotación razonable que esté limitada desde una perspectiva medioambiental”.

Martínez Orio, del IGME, señala por su parte que la ley es muy antigua pero que se adelantó a su tiempo, y que el hecho de que haya durado tantos años prueba que era una buena herramienta legal. Reconoce sus carencias, ya señaladas anteriormente: no contempla la realidad autonómica y tiene grandes carencias en regulación ambiental y seguridad en el trabajo. Nos cuenta que, dentro del sector, hay diversidad de opiniones en cuanto a la necesidad de cambio legal, habiendo actores que temen que este cambio les pueda perjudicar al complicarse los procedimientos de explotación.

Mientras se produce este cambio, el actual marco legal permite, según Solís, que se desarrolle la “principal causa de la burbuja minera en España: la estrategia de materias ‘críticas’ de la UE”, que son “fundamentalmente metales, elementos metálicos y minerales industriales, como tierras raras, wolframio, litio, cobre, zinc, titanio, potasas o fosfatos”. La Unión Europea los considera fundamentales para el desarrollo económico y para la llamada “transición energética”, y, por ello, pretende extraerlas mayoritariamente de territorio comunitario, evitando así la importación de China.
Sin embargo, Solís afirma que esto es “una falacia”, puesto que “la demanda de estos metales ha caído porque la economía en China se ha ralentizado y habría que excavar toda Europa para conseguir la cantidad de metales que necesitamos”. Además, detrás de estos entramados empresariales especulativos se encuentran también involucradas, directa o indirectamente, empresas chinas, por lo que el mineral acabaría igualmente en sus manos.

Orio también señala como utópico el objetivo de un autoabastecimiento de materias primas en la industria europea, pero sí cree que es factible, al menos, tratar de ser menos dependientes en las que denomina como materias primas críticas, es decir, aquellas que están en manos de pocos productores mundiales, lo que puede poner en riesgo su suministro.

Por otra parte, Solís nos explica cómo la Comisión Europea lleva esta política a la práctica a través de acuerdos con las comunidades autónomas denominados planes estratégicos de recursos minerales no energéticos (PERMINE), fruto de los cuales, la mayoría de ellas han sacado estrategias incentivando la minería sin prácticamente ninguna información pública.

Pero no solo las organizaciones ecologistas se hacen eco de esta política europea, hace unos meses aparecía un artículo en la web de la empresa que explota la mina sevillana de Las Cruces en el que se hablaba del programa de la Unión Europea denominado Horizonte-2020 que pretende, con un ambicioso presupuesto de 80.000 millones de euros, impulsar la revitalización de la industria minera en la Unión. En este mismo artículo se recoge cómo esta inversión se utilizará para “afianzar un modelo tecnológico avanzado de minería sostenible” para la faja pirítica ibérica, en la que se sitúan las explotaciones mineras más antiguas de la península, así como las minas de Aznalcóllar.

“Los políticos han vendido nuestro territorio sin consultarnos y la UE ejerce de celestina entre compañías mineras multinacionales, universidades y empresas pantalla locales que se supone que están innovando nuevas formas de extracción y concentración”, concluye Solís. En contraste con esta supuesta innovación, pone como ejemplo el caso de Torrenueva (Ciudad Real), donde un supuesto laboratorio de última tecnología promovido por la Escuela de Minas de la Universidad Politécnica de Madrid, Quantum Minerías y otros socios es, en realidad, un corral a las afueras del pueblo.

 

Fuente:https://www.elsaltodiario.com/mineria/organizaciones-ecologistas-denuncian-el-boom-de-la-mineria-especulativa