Según Heráclito “Uno no puede bañarse dos veces en el mismo río”. Sin embargo esto no ocurre en las aguas encarceladas (represas) en donde el agua deja de ser el movimiento de la unidad de la vida y de la Madre Tierra.
No se puede vivir sin agua. El agua contaminada con tóxicos, residuos industriales, metales que son liberados por el modelo extractivo minero (plomo, arsénico, cadmio, mercurio, níquel, aluminio, manganeso, cadmio y otros ), plaguicidas, fertilizantes, bifenilos policlorados de los transformadores eléctricos y microorganismos peligrosos para la salud son indicadores de la mala calidad de vida y el modo de vivir bajo condiciones de explotación humana y destrucción ambiental que tiene su fundamento en las relaciones patriarcales, desiguales de clase, genero expresadas en el racismo y la pobreza que ocasiona históricamente el capitalismo y las relaciones imperiales.