El Salvador

En el primer aniversario de la prohibición de minería metálica, diputadas y diputados recién electos para la nueva legislatura deben cumplir la ley

El 29 de marzo de 2017, la Asamblea Legislativa aprobó de manera unánime la Ley de Prohibición la Minería Metálica que incluye actividades de exploración, extracción, explotación y procesamiento ya sea a cielo abierto o de manera subterránea de metales en el país, además prohíbe el uso de Cianuro, mercurio y otros químicos letales en cualquier proceso de minería metálica y establece un período de transición de dos años, a partir de la aprobación de la ley, para la eliminación de la minería artesanal y la reconversión de los mineros artesanales (Guiriceros) a otra actividad productiva.

La ley fue aclamada internacionalmente como una victoria para ambientalistas en todo el mundo y particularmente para el amplio movimiento de comunidades salvadoreñas, organizaciones sociales, ONGs, iglesias y organizaciones internacionales que incidieron ante el gobierno por más de 12 años para aprobar la prohibición, así como ante empresas mineras multinacionales para respetar la voluntad del pueblo salvadoreño.
La prohibición de la minería metálica es una reivindicación conquistada por la lucha de todo un pueblo que aspira a un medio ambiente sustentable para las generaciones futuras. Es una victoria dedicada a aquellos defensores ambientales que continuaron su lucha a pesar de una brutal campaña de desinformación y represión liderada por la empresa minera canadiense Pacific Rim, más tarde adquirida por Oceana Gold, bajo la sombra de asesinos a sueldo y un sistema judicial corrupto. Primordialmente esta victoria, revindica la lucha de defensores ambientales como los mártires de Cabañas, que ofrendaron sus vidas por la defensa de nuestros escasos recursos hídricos.

El gobierno salvadoreño también generó elogios en todo el mundo por elegir proteger los intereses de su pueblo sobre los intereses de las corporaciones mineras multinacionales, cuando fue demandado por más de $250 millones US por la empresa australiana/canadiense Oceana Gold.

A un año de esta victoria, comunidades organizadas, iglesias y organizaciones comunitarias han expresado preocupación porque los cambios recientes en la coyuntura política del país podrían generar condiciones para la derogación de la ley.

El gobierno a un año de la aprobación de la ley, no ha implementado medidas para garantizar la sostenibilidad de esta, tampoco ha implementado el reglamento de la misma: nunca reformó otras leyes y tratados relacionados con la minería y la inversión extranjera para excluir explícitamente las actividades mineras, el Ministerio de Economía y MARN no han implementado medidas concretas para la transición de la minería artesanal ni ha gestionado los recursos necesarios para la reconversión de los mineros artesanales y las empresas subsidiarias de Oceana Gold, Minerales Torogoz y la fundación El Dorado siguen activas en la región de las Cabañas.

Los resultados de las elecciones legislativas celebradas el 4 de marzo inclinaron la balanza del poder a favor de partidos pro-empresariales, dejando al derechista ARENA con el mayor número de escaños en la Asamblea Legislativa. Con este nuevo escenario político, la ley de prohibición minera podría ser fácilmente derogada con mayoría simple, la derecha pro empresarial tiene incluso los curules suficientes para revocar un eventual veto presidencial.  También es conocido que uno de los aspirantes presidenciales favorito de la cúpula de ARENA, tiene vínculos cercanos con prominentes inversionistas mineros internacionales.

En toda la región centroamericana, la minería ha demostrado ser una industria agresiva que no proporciona crecimiento económico, salud y sostenibilidad ambiental para las poblaciones locales; por el contrario, la industria minera es conocida por su destrucción ambiental, por crear condiciones para la violación de derechos humanos y por fomentar la corrupción en gobiernos locales y por agudizar la pobreza.

Reiteramos que la introducción de la minería metálica en el país agudizaría la crisis ambiental existente y generaría impactos sociales desastrosos para la población. El Salvador es el país más pequeño y más densamente poblado del continente, se encuentra en una región conocida por su alta vulnerabilidad a los impactos del cambio climático y estudios recientes demuestran que nuestras reservas forestales y suministros de agua se agotan de manera acelerada.

Cualquier amenaza a la derogatoria de la ley de prohibición minera debe ser enérgicamente rechazada por la población salvadoreña.

El arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, declaró en su conferencia de prensa del domingo 25 de marzo que derogar la prohibición minera y otorgar a las corporaciones multinacionales el control de los recursos naturales sería considerado un acto de traición a la población salvadoreña.

 

Durante la conferencia de prensa se pronunciaron las representantes de organizaciones ambientalistas. Luis González de UNES, Luis Pineda de CORDES, Vidalina Morales de ADES, Bernardo Belloso de CRIPDES, Rosy López de CCR y Raúl Durán de ARPAS (de izq. a der.).

Como organizaciones sociales representantes de comunidades interesadas en la sustentabilidad  ambiental de nuestro país, nuevamente rechazamos de manera categórica, la reciente campaña que está siendo divulgada en redes sociales, sobre los “beneficios” de la “minería verde” y tal como lo denunciamos en su momento, no existen tales bondades de dicha práctica, ya que cualquier modalidad de extracción minera genera serios impactos en la salud de las personas, en el agua y en otros bienes naturales.  Queremos hacer eco a las palabras de todos los actores presentes en esta lucha en contra de la minería por lo que demandamos:

• Que la prohibición de la minería sea elevada a rango constitucional para garantizar la sustentabilidad ambiental de este país.

• Que los y las diputadas de la nueva Asamblea Legislativa respeten la decisión tomada por la legislatura anterior y se mantenga la integridad de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica.

• Que representantes de la industria minera en nuestro país respeten la voluntad popular y se abstengan de promover campañas de desinformación que fomentan la “minería verde”.

• Que el gobierno salvadoreño tome las medidas necesarias para asegurar que la Ley de Prohibición de la Minería Metálica y su respectivo reglamento sean implementados de manera integral para salvaguardar su sostenibilidad.

• Hacemos un llamado a la Iglesia Católica por medio del Eminentísimo Cardenal Rosa Chávez y el Excelentísimo señor Arzobispo Escobar Alas a mantener una posición firme en la defensa de los bienes naturales en concordancia con lo solicitado por el Papa Francisco en su Encíclica Laudato Sí.

San Salvador, 4 de abril del 2018.

Fuente:www.acafremin.org

El Salvador

VIII Homenaje a Defensores Ambientales de Cabañas- Mesa Minería

Estimadas, estimados:
​Este mes se cumplen 8 años de los crímenes contra defensores ambientales en Cabañas por oponerse a la exploración de minería metálica.
Casi una década de impunidad.
La lucha por la Ley de Prohibición de la Minería Metálica en El Salvador costó la vida de Dora Sorto y el bebe que llevaba en su vientre, Marcelo Rivera y Ramiro Rivera.
Las comunidades de Cabañas y organizaciones sociales que conformamos la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica en El Salvador, realizaremos el «VIII Homenaje a Defensores Ambientales de Cabañas».
Miércoles 20 de diciembre en Trinidad, Cabañas.
Atentamente
 
Margarita Díaz 
Facilitadora y Comunicadora Institucional
Oficina: (503) 2236-1801
El Salvador

Minería en El Salvador: rechazo y victoria sobre el extractivismo

En el mundo, la mineríaes una de las actividades productivas primarias más importantes a nivel económico ya que contribuye con 11.5 por ciento del Prodcuto Interno Bruto (PIB) a nivel global, en contraste con todo el sector agrícola del planeta que aporta menos de cuatro por ciento.

Varios países subdesarrollados dependen en gran medida de la explotación de los recursos minerales para su crecimiento económico. En parte, se debe al valor monetario de exportación de los productos —sobre todo minerales metálicos—, los cuales han elevado sus precios desde la última década del siglo XX hasta la actualidad (Azamar, 2017).

Debido a la tendencia creciente en el valor de estos bienes, la inversión en la minería ha tenido un importante repunte para la región latinoamericana, concentrándose 27 por ciento de la misma en los grandes países productores de minerales como: México, Chile, Perú y Brasil.

Sin embargo, existen pequeños mercados que pueden generar amplios márgenes de beneficios económicos para las empresas que buscan aprovecharse de la tendencia de crecimiento en el precio de los metales. Uno de estos es El Salvador, un país en Centroamérica cuya extensión territorial es la más baja de la región con menos de dos millones de hectáreas, y que nunca ha representado gran relevancia en el escenario minero de Latinoamérica, pero que cuenta con varios depósitos de oro que no han sido explotados a profundidad.

A pesar de lo anterior, es importante destacar que en El Salvador sí hubo exploración y explotación de recursos minerales durante buena parte del siglo XVIII y hasta mediados del siglo XX, lo que deterioró notablemente su ecosistema, disminuyendo la cantidad de agua y otros bienes naturales para consumo humano, demostrando con ello que no es viable la extracción de recursos minerales.

De acuerdo con Flaviano Bianchini (2007) existe una gran cantidad de lugares en la zona nororiental en El Salvador que están contaminados por las actividades extractivas que se ejercieron en el pasado, las cuales generaron varias enfermedades como: cáncer, silicosis, etc., entre la población que vive en esos lugares.

No importando estos problemas, en el año 1996 se aprobó una nueva Ley Minera (ADES, 2013) apoyada por la iniciativa privada y los partidos de derecha, la cual se enfocó en facilitar las condiciones para el desarrollo de nuevos proyectos extractivos a través de la disminución de exigencias para las empresas dedicadas a la extracción de recursos minerales; asimismo, se promovió la inversión para este sector mediante el apoyo a capitales privados obviando el deber constitucional del Estado de garantizar el mejor uso de los recursos naturales con una perspectiva de interés social.

Las posteriores reformas a esta Ley Minera que se presentaron en 1998 y en 2001 dieron paso a la reducción en la cantidad de impuestos que las empresas mineras debían pagar al Estado por concepto de aprovechamiento, por lo que estos disminuyeron en 50 por ciento y en algunos casos hasta en75 por ciento, ya que la intención de la nueva legislación era atraer capitales extranjeros, los cuales se supondría que ayudarían a reducir el nivel de pobreza en el que viven los habitantes de ese país. Sin embargo, este tipo de actividades generan principalmente economías de enclave con altos niveles de marginación social que terminan pauperizando a la mayor parte de la población.

La cuestión de fondo es que se impulsó una agenda de explotación ambiental en un país que carece de condiciones para sostener el extractivismo en cualquiera de sus formas. Esto se hizo so pretexto de mejorar las condiciones económicas y sociales, a pesar de que existe evidencia de que la minería no ha contribuido a mejorar ninguno de estos aspectos para El Salvador (ADES, 2013; Bianchini, 2007; Larios, 2008; Moran 2005).

La intención del gobierno salvadoreño por fomentar la minería en la nación logró que se promoviera una gran participación social, destacandola de diferentes grupos, como: Comisión Nacional de Desarrollo (CND), la Conferencia Episcopal (CEDES), varias Organizaciones No Gubernamentales, movimientos ciudadanos y universidades públicas. Estos grupos realizaron valoraciones ambientales, sociales y económicas para rechazar la minería en el país, logrando eco internacional gracias a varios investigadores extranjeros que dieron su apoyo a la comunidad.

La presión conjunta de estos grupos se enfrentó a los intereses del gobierno y de la industria mediante manifestaciones, pláticas públicas e información y se logró impugnar una decisión que impacta en una de las industrias más importantes en el mundo: la minera. Finalmente, el 29 de marzo de 2017 fue aprobada la Ley de prohibición para la extracción de minería metálica por medio de la cual se detuvieron los proyectos que se encontraban en las diferentes fases de operación en El Salvador, lo que ha provocado que se inconformen las grandes compañías mineras, principalmente las canadienses.

La aportación de este pequeño país centroamericano al mundo es muy grande, es una lección de una sociedad con graves dificultades políticas, sociales y económicas que pudo organizarse para pelear por sus derechos fundamentales y enfrentar a un gigante económico como lo es la industria minera global.

Lo que El Salvador ha logrado es fundamental en estos momentos políticos tan complejos que se están viviendo en Latinoamérica, por lo que vale la pena recuperar este ejemplo de valentía, paciencia y fuerza colectiva ante los embates del extractivismo neoliberal que existen en la región.

Fuente:http://www.cronica.com.mx/notas/2017/1056658.html

El Salvador

Mesa Nacional frente a la Minería: Oceana Gold debe abandonar El Salvador

“Nosotros estamos analizando como Mesa Nacional frente a la Minería Metálica de que la ley de prohibición debe tener una relación del artículo 8 de la Constitución de la República, que mandata prohibiciones expresas, y si existe una ley… no tienen razón para estar en el país”, explicó Saúl Baños de FESPAD.

Las diversas organizaciones que aglutina la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, lamentaron que luego que la Fiscalía General de la República informara sobre el pago de los ocho millones de dólares, de Oceana Gold al Estado salvadoreño, con ocho meses de retraso por pago de costas procesales que le impuso el Centro de Arreglos de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) el 14 de octubre de 2016, la empresa minera aún se niega a salir del país.

“Queremos ser enfáticos, y el Fiscal (Douglas Meléndez Ruiz) debería desmarcarse de las declaraciones de la empresa Minerales Torogoz que vertió en un comunicado donde afirma –que hubo una negociación entre Oceana Gold y la Fiscalía- y debemos recordar que un litigio que llevó más de siete años, donde hubo mucha confrontación y la empresa se negó a conciliar en su momento. Y que ahora venga a decir que negoció con la Fiscalía me parece irresponsable de la empresa, pero también el Fiscal debe aclarar estas valoraciones”, señaló Baños.

Vidalina Morales, de CRIPDES, expresó su preocupación por la permanencia de la Fundación El Dorado, cuando ya no tiene su patrocinio directo que es Oceana Gold, que se dedica a la explotación de los metales preciosos.

“Para nosotros es una burla total que ellos continúen en nuestras comunidades y nos preocupa más, porque se acercan las contiendas electorales y como habitantes del departamento de Cabañas, podemos dar fe, de cómo la empresa se ha comportado esa empresa en los procesos electorales pasados, además ese municipio tuvo el impacto directo de la muerte de nuestros ambientalistas que aún no se ha aclarado a sus autores materiales e intelectuales”, agregó.

Sobre la decisión de Oceana Gold expresa en el comunicado de convertirse en una empresa dedicada a mejorar proyectos de agricultura en la zona, Sandra Ascencio, de JPIC, consideró que era difícil pensar en cambios.

“Su insistencia a quedarse nos hace dudar y creemos que solo están esperando un cambio en la correlación de los partidos políticos en la Asamblea Legislativa, para buscar una reforma o derogatoria total de la ley que prohíbe la minería. Necesitamos que el Ministerio de Economía y de Medio Ambiente reaccionen y definan un reglamento que operativice la ley contra la minería, para que insistitucionalizando el nuevo marco jurídico podamos estar protegidos en totalidad”, puntualizó.

Fuente:http://noalamina.org/latinoamerica/el-salvador/item/36892-mesa-nacional-frente-a-la-mineria-oceana-gold-debe-abandonar-el-salvador

El Salvador

Las mujeres en la lucha anti-minera en El Salvador: “Somos ese enjambre de abejas”

En marzo de 2017 los pueblos de El Salvador lograron una tremenda victoria. Con la Ley de Prohibición de Minería Metálica, se decretó la prohibición absoluta de la exploración, explotación y procesamiento minero, ya sea a cielo abierto o subterráneo, así como el uso de sustancias tóxicas como el cianuro y el mercurio. La legislación es retroactiva y de ese modo cierra de manera absoluta los permisos que pudieran estar en trámite. El riesgo de dañar los ríos y fuentes de agua ha sido uno de los frentes de lucha de los movimientos sociales ante la industria extractiva.

La ley culmina más de diez años de lucha por parte de organizaciones de base y líderes comunitarios que se opusieron sobre todo a los trabajos desarrollados en la mina El Dorado, en el central departamento de Cabañas, por la compañía Pacific Rim, ahora la australiana-canadiense OceanaGold. La oposición al proyecto El Dorado fue brutalmente reprimida, dejando un saldo trágico de muertos y heridos.

A pesar que la activa participación de las mujeres en los procesos de resistencia es casi siempre invisibilizada, las mujeres que están tras la lucha anti-minera en El Salvador no solo han sabido mantenerse en pie de lucha, sino que además han adquirido el papel de protagonistas.

En esta ocasión conversamos con Rhina Navarrete, coordinadora general de la ASIC (Asociación Amigos de San Isidro Cabañas).

1. ¿Qué fue lo que hizo que las poblaciones se resistieran tan fuertemente y por tanto tiempo contra el proyecto El Dorado?
Uno de los principales motivos fue la defensa del recurso agua, dado que la mayoría de la población tenía muy claro que el municipio se quedaría sin el vital liquido. Por otra parte, se dieron algunos sucesos, como la muerte de ganado en las zonas donde hicieron las exploraciones y también se secaron algunos pozos.

2. ¿Cómo organizaron la resistencia? ¿Cuál fue la estrategia?
Fueron varias etapas. Primero, recoger toda la información posible respecto al proyecto minero para conocer de primera mano los impactos que este tendría en la zona y el país. Posteriormente se procedió al trabajo de campo con el propósito de informar a las comunidades sobre los efectos negativos de la minería metálica. Se hicieron foros informativos con especialistas (Dr. Robert Moran y Dina Larios) en el tema de minería y también con personas que ya tenían experiencia en los daños que causa la minería, como es el caso de Honduras (Dr. Almendares). Se diseñó material escrito, audiovisual y radial en un lenguaje popular para que fuese fácil su asimilación por parte de toda la población. También se crearon alianzas estratégicas con otras organizaciones a nivel nacional.

3. ¿Cómo reaccionó la empresa?
La empresa no se quedo cruzada de brazos. También empezó toda una campaña de promoción en las comunidades, queriendo hacerles creer que el cianuro no era mortal, pero la mayoría de la gente no les creyó. Por otra parte, también utilizaron la estrategia que utilizan a nivel mundial: comprando a las autoridades, gobiernos locales y lideres comunales, haciendo obras sociales, etc. En algunas ocasiones se hacían presente en los foros que hacíamos con el fin de cuestionar a los ponentes, pero ellos no contaban con que éstos eran personas científicas expertas en el tema.

4. ¿Cuál fue el papel de las mujeres en esta lucha? ¿Cómo es eso diferente de la participación de los hombres?
En primer lugar, la participación en los diferentes espacios informativos, en su mayoría, eran mujeres. A medida que la población se iba informando y tomando conciencia de la magnitud del problema, las mujeres fueron liderando el proceso de la lucha (alrededor de 10 mujeres lideresas). Ellas formaron parte de una estrategia para hacer denuncias y movilizaciones.

5. ¿Porqué crees que las mujeres adquieren un rol tan protagónico en estas luchas?
En primer lugar porque somos la mayoría en cuanto al porcentaje poblacional. Por otro lado, somos las que sufrimos los embates de los desastres y cualquier conflicto, así como también las afectaciones económicas, de salud, entre otras. Una mujer sabe cuan necesaria es el agua y la alimentación en un hogar, ya sea que sean madres solteras o no. No estoy diciendo que el hombre no lo sepa, sino que es ella la proveedora directa de los bienes de sobrevivencia, es la cuidadora de la familia, la casa, los huertos y la criadora de los animales domésticos.

La mujer es mas sensible ante los problemas que aquejan a la humanidad y es una excelente cuidadora y administradora de todos los bienes (por ejemplo de la madre naturaleza, la diosa del mar, etc.) Una mujer es muy decidida en sus convicciones y no es tan fácil comprar su voluntad cuando sabe que la vida está en juego.

6. Para que las mujeres tuvieran una participación activa en la resistencia, ¿tuvieron que también luchar dentro de sus mismas comunidades u hogares?
Las mujeres se ganaron su propio espacio. Si en algún momento se vio opacada su participación por parte de algún elemento masculino, fueron casos especiales. De igual modo, creo que su lucha mayor fue dentro de sus hogares, dado que tenían que dejar a su familia para poder unirse a la lucha.

7. ¿Crees que la lucha ya está ganada o hay que estar vigilantes?
Una ley que prohíbe la minería metálica en El Salvador no es garante de nada, dado que es una ley secundaria y en cualquier momento puede ser vetada o modificada. Mientras el Salvador siga adherido a los tratados de libre comercio, seguiremos expuestos a cualquier amenaza – no solo de la industria minera. Por otra parte, las legislaturas cambian cada 3 años, nadie nos asegura que la próxima legislatura modifique las cosas. Al menos por el momento podemos estar un poco tranquil@s respecto a ese tema, aunque el futuro de los salvadoreños sigue siendo incierto. Mas ahora con la Ley de Asocios Publico Privados, con el fin de aumentar la inversión privada, especialmente inversiones extranjeras directas, partiendo de que el presidente hizo publica su posición de darle cumplimiento.

8. ¿Qué mensaje le darías a otras mujeres y comunidades que se encuentran luchando contra empresas mineras que intentan apropiarse de sus territorios?
Que somos las mayoría. Somos ese enjambre de abejas, de hormigas y que tenemos la capacidad de cambiar el rumbo de la historia si nos mantenemos unidos/as. Insisto, las mujeres somos mayoría. Es nuestro derecho y también nuestra responsabilidad defender la vida y el territorio. Creo que la humanidad debe tener muy en claro que el enemigo es el mismo en todo el mundo y se llama CAPITALISMO. Debemos retomar nuestro papel en el cuido de la creación o evolución, dependiendo de la perspectiva ideológica de cada individuo. Es un reto entre la conservación o destrucción del ser humano. Sabemos que las riquezas son privadas, pero las consecuencias que éstas causan afectan a todos/as. Los costos los pagan el pueblo; nos venden lo que nos roban y, a través de la historia, los muertos son los mismos de siempre. El oro no se come, no es un bien indispensable para la humanidad. El agua es un recurso finito. Pero sobre todo, las mujeres tenemos una gran capacidad de amar y amar con el corazón, así que a fortalecer el amor al prójimo, a la vida, a la familia, a la humanidad, a la naturaleza y a la creación o evolución. La clave de la victoria está en el AMOR.

Fuente: Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales

El Salvador

OceanaGold desiste de invertir en minería en El Salvador

La compañía minera australiana OceanaGold desistió de invertir en minería metálica en El Salvador y ayer finalmente cumplió con la orden girada por un tribunal del Banco Mundial (BM), de pagarle al Estado una compensación de $8 millones.

En octubre de 2016, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), del BM, le dio la razón a El Salvador en la disputa promovida por la minera, y ordenó a la compañía compensar al país con $8 millones por los gastos que incurrió en este litigio.

En 2009, la canadiense Pacific Rim demandó al Estado salvadoreño por negarle el permiso de explotación de la mina El Dorado, ubicada en San Isidro, Cabañas. En 2013, OceanaGold concluyó la adquisición de Pacific Rim, y creó una subsidiaria local, Minerales Torogoz, empresa que ayer se encargó de cumplir con el laudo arbitral del CIADI.

A través de un comunicado, Minerales Torogoz, informó de “un arreglo amistoso con la República de El Salvador” que contempla el pago de $8,097,072 a la Fiscalía General de la República (FGR). “Esto representa el pago pleno y total del laudo arbitral”, afirmó y recordó que la cifra incluye intereses.

Apunta a otros rubros

Minerales Torogoz también anunció que sus operaciones en El Salvador se concentrarán ahora en otros rubros, y ya no en la minería metálica.

Aseguró que reconoce la ley aprobada recientemente en la Asamblea Legislativa que prohíbe la explotación minera en el país y por ello “la empresa no tiene planes de continuar la búsqueda del desarrollo sostenible de recursos minerales en El Salvador”.

El área que posee la compañía en San Isidro, añadió, se utilizará para otros proyectos productivos relacionados a la agricultura, el emprendimiento y “la vida sostenible”.

Estos proyectos “estarían a cargo del personal colaborador de la empresa con el objetivo de minimizar el desempleo y apoyar la integridad familiar”.

Los compromisos

El acuerdo alcanzado con la FGR contiene compromisos de ambas partes. Por el lado de la Fiscalía, ésta desistirá de las acciones de cobro que emprendió contra OceanaGold, ante el atraso en el pago de la compensación, explicó la empresa.

En abril, la FGR inmovilizó nueve inmuebles de la empresa, todos ubicados en San Isidro, tres cuentas bancarias con $198,904 y siete vehículos, la mayoría todoterreno.

Una vez estas acciones se suspendan, la minera suspenderá el procedimiento para solicitar al CIADI la nulidad del fallo que favoreció a El Salvador en 2016.

En un breve comunicado, la Fiscalía dijo sentirse satisfecha con el acuerdo alcanzado con la empresa, y con el pago de la compensación.

Ericka Colindres, presidenta de Minerales Torogoz, citada en el comunicado aseguró que la compañía estaba complacida “que este asunto se haya resuelto amistosamente. Apoyaremos opciones productivas en el área para ayudar a mantener a las familias locales unidas”.

Las acciones de cobro

El 29 de marzo, la Asamblea Legislativa aprobó con 70 votos la Ley de Prohibición de Minería Metálica que, en esencia, restringe la exploración, extracción, explotación y procesamiento a cielo abierto o subterráneo.

En virtud de este mandato, el 18 de abril el Ministerio Público inmovilizó de forma preventiva los bienes y cuentas bancarias de Minerales Torogoz, a fin que OceanaGold cumpliera con la obligación que le impuso el CIADI.

El caso

2009

La canadiense Pacific Rim anunció el inicio de un arbitraje contra El Salvador, argumentando que el país le suspendió sin justificación los permisos para trabajar en El Dorado, en San Isidro, Cabañas.

04/2013

Tras desestimarle en 2012 su amparo al TLC con Estados Unidos, Pacific Rim, esta vez vía Pac Rim Cayman, anunció una nueva demanda por $315 millones amparada bajo la Ley de Inversiones.

11/2013

En octubre, OceanaGold anunció un acuerdo definitivo para adquirir todas las acciones de Pacific Rim, mismo que se concretó en noviembre. Uno de los beneficios que destacaron era la mina El Dorado.

14/10/2016

La Fiscalía General de la República anunció que el CIADI falló a favor del Estado salvadoreño y ordenó a Oceana Gold, pagar una compensación de $8 millones por costos procesales.

14/02/2017

El 14 de febrero pasado vencía el plazo de 120 días, para que OceanaGold presentara un recurso de nulidad o definiera si respetaría el fallo. Ese plazo se dilató por la petición del pago de intereses.

28/03/2017

El CIADI ordenó a la minera australiana OceanaGold pagar una tasa de interés sobre la compensación de $8 millones para El Salvador, desde la fecha en que fue emitido el laudo arbitral.

$8 Millones

OceanaGold pagó ayer al Estado salvadoreño la compensación de $8 millones que le impuso el CIADI.

8 Años

La disputa legal entre el Estado salvadoreño y la minera inició hace ocho años, en 2009; con un arbitraje en el CIADI.

Fuente:http://elmundo.sv/oceanagold-desiste-de-invertir-en-mineria-en-el-salvador/

El Salvador

Victoria de la sociedad civil de El Salvador: Entra en vigor la ley que prohíbe la minería metálica

CIVICUS conversa con Saúl Baños, abogado de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica de El Salvador y Director Ejecutivo de una de las organizaciones que la integran, la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho. El entrevistado relata una historia de éxito de la sociedad civil en su lucha por la prohibición de la minería metálica en el país, y da cuenta de los desafíos pendientes.

1. A fines de marzo se aprobó en El Salvador una ley pionera que prohíbe la minería metálica en el país. ¿Cómo fue el proceso que condujo a su aprobación, y qué rol desempeñó en él la sociedad civil organizada?
La ley de prohibición de la minería metálica fue aprobada por la Asamblea Legislativa el 29 de marzo de 2017. Que un país tan pequeño y empobrecido como El Salvador tomara esta decisión soberana contra los intereses de una poderosa empresa transnacional fue un hecho sin precedentes que nosotros consideramos como una victoria aunque los contenidos de la ley no fueran exactamente los que impulsábamos en un principio.

La nueva ley prohíbe la exploración, extracción, explotación y procesamiento de metales preciosos en todo el territorio salvadoreño, con la excepción del trabajo artesanal de fabricación, reparación o comercialización de joyas o productos de metales preciosos, por considerar que la extracción de metales es dañina tanto para el medio ambiente como para la salud pública, en particular por efecto del uso excesivo y la contaminación de fuentes de agua.

El proceso conducente a la aprobación de la ley fue muy largo. La Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica –una coalición de once organizaciones de derechos humanos, ambientalistas, religiosas, de juventudes y de base- viene trabajando desde el año 2004, y presentó su primer proyecto de ley en el 2006. La propuesta inicial, que buscaba derogar la Ley de Minería de 1995, no avanzó. Más adelante, hacia 2011, los ministerios de Economía y Medio Ambiente del Poder Ejecutivo presentaron una nueva propuesta para suspender los procedimientos administrativos relativos a la minería. Nosotros no estuvimos de acuerdo, y de manera inmediata presentamos una nueva iniciativa de prohibición de la minería. Ambas –la del gobierno y la nuestra- pasaron a ser discutidas en la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Asamblea Legislativa, pero ninguna prosperó.

2. ¿Qué factores explican que, después de tantos años de esfuerzos infructuosos, la ley fuera finalmente aprobada?
En primer lugar, la coalición de apoyo se amplió considerablemente. La ley recientemente aprobada surgió de un colectivo mucho más amplio, del que la Mesa Nacional formó parte, y que fue liderado por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas. Otro protagonista importante fue la Iglesia Católica – la Conferencia Episcopal, los obispos de las distintas diócesis, y particularmente el Arzobispo Monseñor Escobar Alas, que retomó la propuesta y, junto con otros sacerdotes y organizaciones sociales, la presentó a la Asamblea Legislativa. A continuación, el 9 de marzo de 2017, se hizo una marcha multitudinaria y el presidente de la Asamblea Legislativa junto a otros diputados se comprometieron a lograr la aprobación de la ley antes de Semana Santa.

En segundo lugar, nosotros mismos fuimos aprendiendo sobre la marcha. Inicialmente nuestro conocimiento técnico, científico, del tema de la explotación del oro y sus efectos era muy limitado. De hecho, nuestra primera propuesta exigía la sustitución total de la Ley de Minería 1995, que regula no solamente la extracción de metales sino también de otros productos minerales como piedra y arena. Posteriormente decidimos centrarnos en la explotación de metales preciosos, y fundamentalmente de oro.

Finalmente, el hecho de que El Salvador ganara el caso de la demanda que inició Pacific Rim/Oceana Gold en el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) en octubre del año pasado aceleró la aprobación de la ley. En 2009 la empresa Pacific Rim/Oceana Gold había demandado al Estado de El Salvador por expropiación indirecta y lucro cesante, figuras reconocidas en el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, República Dominicana y Centroamérica (DR-CAFTA, por sus siglas en inglés). Al cabo de un proceso que duró siete años la empresa fue condenada a pagar 8 millones de dólares. A nuestro juicio el caso debió cerrarse en la etapa de reconocimiento de jurisdicción. Pero el tribunal decidió que siguiera en aplicación de la Ley de Inversiones de El Salvador, la cual reconocía la jurisdicción del CIADI. La empresa mintió, ya que por ser de origen canadiense, no debió acogerse al CAFTA. Sin embargo, se había hecho pasar por estadounidense al obtener domicilio legal en Estados Unidos mediante la apertura de una caja postal en Nevada. Y luego el caso continuó amparado en una legislación interna de El Salvador. Pero finalmente el tribunal falló unánimemente a favor del Estado salvadoreño – es decir, incluso el integrante que había sido designado por el demandante le dio la razón al Estado.

3. ¿Qué tácticas empleó la Mesa para promover la iniciativa?
El nuestro no fue solamente un trabajo de escritorio: a lo largo de más de diez años hicimos trabajo político y comunitario, lobby con actores del gobierno y demás tomadores de decisiones, litigio, campaña de medios y promoción del debate público.

Durante el proceso se sucedieron tres presidentes de la República. Al final de su mandato y cuando Pacific Rim/Oceana Gold recién había presentado la demanda contra el Estado salvadoreño, Antonio Saca (ARENA, 2004-2009) ordenó que no se otorgaran los permisos de explotación a la empresa. La demanda ante el CIADI duró todo el mandato de Mauricio Funes (FMLN, 2009-2014), cuya postura fue firme –desde que era candidato se comprometió frente la Mesa Nacional en un acto público; hasta le hicimos firmar una carta- y la heredó el actual presidente, Salvador Sánchez Cerén (FMLN, 2014-2019), que hizo lo mismo. Y aunque ellos cumplieron, el camino no estuvo libre de obstáculos. Aún cuando los presidentes tuvieran una postura clara, siempre hubo funcionarios que coquetearon con las empresas mineras.

La Asamblea Legislativa, por su parte, se renueva cada tres años y hay una alta rotación de diputados y diputadas. En un proceso tan largo, la composición tanto de la Asamblea como de su Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático se modificó varias veces, y con frecuencia sus nuevos integrantes no estaban interiorizados en el tema –muchas veces se trataba incluso de su primera elección como diputados. De modo que cada vez teníamos que empezar nuevamente la tarea de acercamiento y sensibilización. Trabajamos intensamente con la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático, cuyos miembros incluso hicieron una visita al río San Sebastián, contaminado por la explotación minera desde los años 80. Y los diputados vieron cuál era la situación de los pobladores, y fueron entendiendo que la explotación minera era inviable en las condiciones de nuestro país.

También hicimos consultas populares en cinco municipios, donde las comunidades expresaron su oposición a la minería. Pero el trabajo comunitario no fue fácil, porque la empresa Pacific Rim/Oceana Gold también hacía su trabajo. En paralelo con la demanda en el CIADI y el lobby con políticos y funcionarios, la empresa tenía un “brazo social” en el terreno, la Fundación El Dorado. El departamento de Cabañas, donde se ubica el emprendimiento minero, es uno de los departamentos más pobres del país; para satisfacer sus necesidades básicas, sus habitantes requieren de apoyo gubernamental, y en ausencia del Estado la empresa encontró un terreno propicio para entrar con ayuda comunitaria, apadrinando escuelas, contratando empresas para proveer atención médica en la comunidad, etc. La empresa hacía que los beneficiarios firmaran hojas con listados de asistencia, muchas veces sin encabezado, que sospechamos eran luego presentados como listados de personas que simpatizaban con la minería. La empresa también coordinaba con los alcaldes de estos municipios, que pertenecían al partido que simpatizaba con la minería. Estas acciones – hay que decirlo- fueron generando una cantidad de adeptos a la empresa, porque la gente veía que la empresa estaba satisfaciendo algunas necesidades que ellos no tenían otro modo de cubrir.

La empresa incluso organizó una especie de tour con unas instalaciones que habían acondicionado como un emprendimiento minero en miniatura, y llevaban estudiantes para mostrarles cómo era el trabajo e insistían en que era seguro, hablaban de la “minería verde” y “minería responsable”. Incluso hacían excursiones a Nicaragua: pagaban los buses y llevaban a la gente para que vieran como era allí el proceso de explotación minera. Esto lo hacían a nivel nacional: vendían la idea de la explotación minera como la panacea para la situación de crisis económica del país, como fuente de empleo para la población y de ingresos para el Estado. Y algunos gobernantes la creían, mientras que nosotros tratábamos de contrarrestar estas mentiras.

En esta batalla por la opinión pública incluimos la atención a la minería transfronteriza. El Salvador es agua-dependiente: su río más caudaloso, el Lempa, pasa por Honduras y Guatemala antes de llegar a El Salvador. La región tiene un problema de escasez de agua, y la minería utiliza cantidades ingentes de agua y la deja contaminada. La empresa insistía en que iban a tener reservorios de agua de lluvia y que no iban a mezclar agua contaminada con agua inocua. Sin embargo, algunos hechos, como el rompimiento de un dique de la empresa Samarco en Brasil, tuvieron aquí mucho impacto, y entonces nosotros preguntamos qué pasaría en nuestro país si ocurriera algo parecido. Sin ir más lejos, el año pasado la ruptura de las paredes de un reservorio que contenía melaza, un subproducto del procesamiento de la caña de azúcar, produjo contaminación en un río. Murieron cantidades de peces y hubo un largo proceso de descontaminación, además de un proceso judicial que obligó a la empresa a pagar por el daño ambiental. Y nosotros preguntamos qué pasaría si en vez de con melaza, que al fin y al cabo es un producto orgánico, eso hubiera ocurrido con residuos de la minería.

Finalmente, con el apoyo del Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL, por sus siglas en inglés), presentamos a lo largo del proceso dos amicus curiae para que nuestras argumentaciones fueran sumadas a las de la defensa del Estado ante el CIADI. No sabemos si fueron tomadas en cuenta, pero en todo caso no nos limitamos a entregar el documento escrito, sino que también hicimos trabajo político en las bases y en los medios de comunicación. En ese proceso la Mesa se convirtió en un referente.

4. Además de los obstáculos mencionados, derivados del trabajo de base de la empresa, ¿experimentaron otras dificultades o restricciones?
En el trabajo con los medios también encontramos dificultades. Cuando salió el fallo del CIADI, los medios de comunicación conservadores no le dieron suficiente cobertura, por lo que la población no llegó a dimensionar la importancia del tema. De hecho en el exterior tuvo una repercusión mucho mayor que en el país. Lo mismo ocurrió con la aprobación de la ley: aunque la cobertura esta vez fue mayor, el tema se perdió un poco entre los otros temas –sobre todo la inseguridad y la delincuencia- mucho más enfatizados por la cobertura diaria.

Además, como tenía dinero, cuando la ley avanzó en la Asamblea Legislativa la empresa empezó a publicar comunicaciones en los periódicos de mayor circulación, en páginas completas a color. Para ello manipuló la imagen del Papa Francisco y de miembros de algunos gobiernos de países con minería, y llevaba a su “expertos” para presentar “evidencia” de que la minería no genera perjuicios a la salud humana. Eran espacios pagados pero aparecían como noticias.

En cambio, cuando nosotros queríamos publicar comunicados contra la minería –pagando las tarifas vigentes, por supuesto- nos ponían obstáculos e incluso nos censuraban. Nos pedían que enviáramos los comunicados con anticipación para que el editor jefe los revisara y nos advertían que se reservaban el derecho de publicarlos o no. Con uno de los últimos pretendieron que pagáramos el derecho de respuesta que el periódico le iba a otorgar a la empresa minera, que se se había considerado agraviada por nuestra publicación. Yo soy abogado, conozco la ley y les explicaba con paciencia que no teníamos la obligación de pagar nada. Pero así funcionan los medios de comunicación.

Además, las personas que hacían trabajo comunitario y actuaban en el terreno fueron muchas veces amenazadas e intimidadas. Los integrantes de Radio Victoria, una radio comunitaria del municipio del mismo nombre en Cabañas, que tuvo un rol fundamental, recibieron amenazas por este y por otros temas. Les tiraban anónimos debajo de las puertas, les hacían llamadas para amedrentarlos, incluso al aire cuando estaban transmitiendo, y algunos tuvieron que salir del país. A eso se sumaban las expresiones hostiles de funcionarios públicos de gobiernos locales y la negligencia de algunos jefes policiales o de la fiscalía de la localidad a la hora de investigar.

A lo largo de los años el movimiento acumuló varios muertos. En 2008 desapareció Marcelo Rivera, y tras una fuerte búsqueda su cuerpo fue encontrado en un pozo, con las manos amarradas en la espalda con alambre y con señales de haber sido torturado. Los siguientes cuatro asesinatos en la zona ocurrieron entre marzo y diciembre de 2009, en el cantón Trinidad, de Sensuntepeque. Dos pertenecían a la familia Menjívar y dos a la familia Rivera. Otros dirigentes sufrieron atentados pero sobrevivieron. En general hubo poca investigación y se manejó la hipótesis de que las muertes habían sido obra de pandilleros o delincuentes comunes, pero nosotros siempre sostuvimos que estaban conectadas con el trabajo de oposición a la minería metálica en Cabañas, y que eran el producto de la ruptura del tejido social y de la convivencia pacífica resultante de la intervención de la empresa en las comunidades. Con todo, la lucha continuó.

Ya desde la aprobación de la ley la persecución contra los compañeros de la Mesa en el territorio ha disminuido, y no hemos vuelto a recibir amenazas.

5. ¿Cambia la agenda del movimiento tras la aprobación de esta ley? ¿Se disuelve la Mesa, o consideran que aún les queda trabajo por hacer?
Nuestro objetivo todavía no está cumplido; no debemos dormirnos en los laureles. La empresa aún no ha hecho nada: no ha pagado los 8 millones de dólares, mantiene la Fundación El Dorado y va a conservar sus trabajadores hasta agosto, y además ha creado otras filiales internas más pequeñas que son las que dan la cara internamente. Creemos que es incluso posible que presente una demanda de inconstitucionalidad de la ley, y tenemos que estar preparados para ello. De hecho nos parece curioso que la empresa no haya cerrado sus operaciones de manera inmediata, dada la contundencia de la ley en su prohibición de la minería metálica en el país, y por eso pensamos que deben estar preparando acciones legales.

Por otra parte, vamos a exigir al Ejecutivo que elabore los reglamentos necesarios –procedimientos e institucionalidad dentro de los ministerios de Medio Ambiente y de Economía- para dar cumplimiento a la nueva ley. Por ejemplo, la ley contempla la necesidad de buscar medios de vida alternativos para los mineros artesanales –que en verdad son muy pocos, se estima que poco más de trescientos- de modo que es importante que se elabore una política en ese sentido. Este es un proceso de debe regularse para que nadie obtenga un beneficio indebido: de hecho hemos reclamado en lo inmediato un censo de mineros artesanales para regular la actividad, que de hecho también es nociva para el medio ambiente e insegura para los propios mineros.

Por último, seguimos trabajando en el terreno porque tenemos la convicción de que las comunidades locales han sido las protagonistas de este proceso, y por lo tanto deben conocer y comprender el fruto de su trabajo. Deben conocer el texto de la ley, que aunque es breve contiene términos técnicos y jurídicos que no la hacen inmediatamente comprensible para la población. De modo que la estamos llevando a las comunidades, donde hacemos reflexiones populares sobre la ley. Nuestro trabajo comunitario busca lograr que las comunidades se conviertan en defensoras de un derecho ganado.

6. ¿Cuán conectada está la sociedad civil de El Salvador con sus contrapartes en otras partes del mundo? ¿Han recibido solidaridad y apoyo desde el exterior?
El escaso financiamiento de que dispone la Mesa procede mayormente de la cooperación internacional, y nuestros esfuerzos recibieron el apoyo solidario de la comunidad internacional. Hacia 2007 se formó una coalición internacional denominada Aliados Internacionales contra la Minería en El Salvador, con integrantes sobre todo en los Estados Unidos, pero también en otros países, que apoyó a la Mesa Nacional y a las comunidades afectadas por proyectos mineros con acciones de lobby, de presión para que se aprobara la ley, de denuncia de los impactos de la actividad minera y de los tratados de inversiones que permiten a las empresas operar sin restricciones, y con reclamos de imparcialidad en el CIADI, entre otras acciones.
‬Fuente:http://www.civicus.org/index.php/media-resources/news/interviews/2859-victoria-de-la-sociedad-civil-de-el-salvador-entra-en-vigor-la-ley-que-prohibe-la-mineria-metalica

El Salvador

El Salvador – cuando las semillas de la resistencia florecen

El 29 de marzo de 2017, los legisladores de El Salvador aprobó una prohibición general de todas las actividades mineras de metales en el país – el primer país del mundo en hacerlo. La histórica votación se produjo apenas seis meses después de un tribunal del Banco Mundial falló a favor del gobierno del país en un caso de arbitraje internacional de inversiones presentado por una empresa minera canadiense.

Si alguna vez hubo un ejemplo de cómo las semillas de una batalla locales florecieron en una campaña global formidable, era éste. En un momento en que la disidencia organizada es a la vez bajo ataque y más urgente que nunca, no sólo necesitamos para celebrar las victorias que implican una verdadera solidaridad internacional, tenemos que aprender de ellos.

Nos sentamos con cinco (de las muchas) personas que han estado profundamente implicados en este esfuerzo titán para reflexionar sobre lo que han logrado y cómo, y las lecciones que han aprendido en el proceso.

Nuestros entrevistados eran Vidalina Morales de la Asociación para el Desarrollo Económico y Social de Santa Marta ( ADES ); Pedro Cabezas de la Asociación para el Desarrollo de El Salvador, ( CRIPDES ) y Saul Baños de la Fundación para el Estudio de la Aplicación de la Ley ( FESPAD ) – los tres son organizaciones miembros de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica en El Salvador (Pedro Cabezas fue también coordinador de comunicaciones para los aliados internacionales) ; Manuel P é rez-Rocha del Instituto de Estudios de Política en Washington DC; y Jen Moore de Mining Watch Canada .

Aquí nos centramos en particular en lo que podemos aprender de la campaña internacional contra el caso del Banco Mundial, sino también un vistazo a algunos aspectos del esfuerzo simultáneo para apoyar la lucha contra la minería sobre el terreno en El Salvador. El caso legal internacional fue sólo uno de una serie de estrategias de intervención utilizadas por las empresas involucradas. El esfuerzo de organización que contrarrestó con éxito todas las mantiene lecciones valiosas para la acción estratégica en todas partes.

ISDS – Solución de Controversias Inversionista Estado

En 2004, después de dos años de búsqueda de oro en El Salvador, la Corporación Minera de la Costa del Pacífico pidió permiso para comenzar la minería cerca del río Lempa. Después de varios años de negociaciones, las maniobras políticas y los conflictos con las comunidades locales que trágicamente costaron la vida a cuatro activistas ambientales -uno de los cuales, Dora Alicia Recinos Sorto, tenía ocho meses pregnant- la solicitud fue rechazada sobre la base de que la empresa no tenía cumplido con los requisitos reglamentarios necesarios y una moratoria a nivel nacional en todos los nuevos proyectos mineros se puso en marcha.

La compañía grito en el cielo. Sostuvieron que los habían llevado a creer que había un apoyo gubernamental para su proyecto y el cambio de la política minera fue por lo tanto injusta e ilegal y que debe ser compensada por una suma del valor de mercado del oro sin explotar – $ 314m más tarde se redujo a $ 250 millones. Ellos iniciaron un procedimiento de solución de controversias inversionista-Estado (ISDS) en el Centro Internacional del Banco Mundial para el Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).

Este sistema ISDS, a pesar vigente durante más de 50 años, tiene sólo en los últimos diez años se convierta en un arma de elección para las corporaciones multinacionales. Durante este tiempo, el número de casos de arbitraje internacional se ha disparado con 2015 estableciendo un récord de todos los tiempos de 74 nuevos casos en sólo un año.

Cuenca del Pacífico es una empresa canadiense, también registrada en el paraíso fiscal de las Islas Caimán. En su primer intento de llevar el caso ISDS contra El Salvador se trató de usar la protección de inversiones en el Tratado de Libre Comercio entre los EE.UU. y América Central y República Dominicana (DR-CAFTA). Para ello se creó una dirección de buzón de correos en el estado de Nevada. En 2012, el CIADI se declaró incompetente en el DR-CAFTA y en el Tribunal de decisión , la Costa del Pacífico de los EE.UU. fue descrito como ‘más parecido a una sociedad instrumental’. Sin embargo, a pesar de esta manipulación corporativa del sistema legal, el tribunal más tarde mantener la jurisdicción bajo la ley la inversión nacional de El Salvador y permitir que el caso proceda. (Al año siguiente, El Salvador modificó esta ley, ya no dar corporaciones transnacionales recurso a los tribunales internacionales.)

En 2013, la costa del Pacífico estaba en problemas financieros y fue comprada por Oceana El oro de Australia. A finales de 2016, después de una larga campaña internacional, el tribunal del CIADI finalmente falló en contra de la empresa y le ordenó pagar $ 8 millones para la de más de $ 12 millones en honorarios legales El Salvador. El fallo fue aclamado como una victoria importante para las luchas en El Salvador como en el internacional.

Se llegó al final de varios años de campaña internacional y abriría el camino para la prohibición total de la minería en el país que siguió unos meses más tarde. La campaña tiene una serie de lecciones – particularmente con respecto a cómo podemos conectar las luchas locales y globales con eficacia.

Narrativas y mensajería

Nunca debemos subestimar una narrativa poderosa. Esta verdad universal para los activistas fue también una de las principales lecciones para nuestros entrevistados.

Seguir leyendo esta noticias aquí : https://democracyctr.org/resource/el-salvador-when-the-seeds-of-resistance-bloom/

El Salvador

#ISPE: El Salvador prohíbe la minería

Según la ONG Global Witness, que desde 2002 ha contabilizado 1.176 asesinatos de activistas medioambientales en todo el mundo, 2015 fue el peor año registrado hasta la fecha: 185 víctimas, 122 de ellas latinoamericanas. Todas estaban vinculadas a movimientos de protesta contra diversas industrias extractivas de recursos naturales: minería, hidrocarburos, tala, agroindustria intensiva y energía hidroeléctrica.

Paradójicamente, El Salvador, el país más pequeño de la región, cree haber encontrado una solución a uno de esos grandes problemas prohibiendo la minería aurífera y de otros metales, lo que aprobó en el Parlamento en abril (70 de 84 votos) con gran apoyo popular. Es la primera vez que un país veta por razones medioambientales una gran industria extractiva.

El primer artículo de la ley prohíbe taxativamente la exploración, extracción, explotación y procesamiento, ya sea a cielo abierto o en el subsuelo, de cualquier tipo de minería metálica. No es extraño. El Salvador, el país más densamente poblado del hemisferio (311 habitantes por kilómetro cuadrado agolpados en 21.000 kilómetros cuadrados), es el segundo país con mayor degradación medioambiental después de Haití, según la ONU. Y sus cuencas hidrológicas son las más contaminadas. Según el Council on Hemispheric Affairs de Washington, ya casi no queda agua limpia en el país.

El oro en polvo se extrae habitualmente usando líquidos con fuerte concentración de mercurio y cianuro para disolverlo y fundirlo después. Ese proceso genera grandes cantidades de contaminantes. Los residuos resultantes –especialmente en climas húmedos– reaccionan con el oxígeno del aire generando ácido sulfúrico y liberando metales pesados como cadmio y plomo, muy tóxicos incluso en pequeñas concentraciones.

En EEUU, el Estado de Montana prohibió en 1998 por iniciativa ciudadana las explotaciones con cianuro tras una catástrofe ecológica causada por la minería aurífera. Costa Rica, Alemania, Hungría, Turquía y varias provincias argentinas han vetado también el uso de cianuro en minas. Pero El Salvador ha ido más lejos que nadie. Segúl Johnny Wright Sol, congresista del partido conservador opositor Arena, “el agua ganó al oro”.

La movilización social contra la minería se intensificó después de que el CIADI, el organismo arbitral del Banco Mundial, desestimara una demanda de 300 millones de dólares contra el gobierno presentada por la minera canadiense-australiana Oceana Gold al no haberle concedido una licencia para explotar un yacimiento de oro en las cabeceras de la cuenca del río Lempa, el mayor del país. Según Jamie Kneen, portavoz de la ONG MiningWatch Canada, las cuencas hidrológicas son las primeras –y mayores– víctimas de la minería: “Para El Salvador es una cuestión de vida o muerte”. Keith Slack, director del programa de industrias extractivas de Oxfam América, cree que la iniciativa salvadoreña cuestiona la minería misma como medio de desarrollo económico, sobre todo en zonas remotas de países pobres, donde los Estados no son capaces de aplicar sus laxas regulaciones medioambientales. El 70% del oro que se produce actualmente proviene de países en desarrollo.

Fuente:http://www.politicaexterior.com/articulos/informe-semanal/ispe-1035-22-mayo-2017/

El Salvador

El Salvador promulga ley aprobada contra minería metálica

El Salvador pasó a convertirse en el primer país en promulgar una ley contra la industria metálica y según ambientalistas «es ahora un referente en la lucha» contra la explotación y procesamiento de metales.

El Salvador promulgó la ley que prohibe la minería metálica, la legislación fue publicada este jueves por el Diario Oficial.

La minería metálica es una actividad rechazada por los ambientalistas de todo el mundo por considerar que la extracción de metales es una industria destructiva para el medio ambiente y la salud pública.

El Salvador se convirtió en un referente en la lucha contra la industria metálica y sus efectos en el medio ambiente, aseguraron ambientalistas.

La ley fue aprobada el miércoles 29 de marzo de 2017 por la Asamblea Legislativa de El Salvador y prohíbe la exploración, extracción, explotación y procesamiento de metales en todo el territorio salvadoreño con excepción del trabajo artesanal de fabricación, reparación o comercialización de joyas o productos de metales preciosos.

«Más que novedosa, es una ley necesaria ante una industria que lejos de traer algún provecho a las comunidades, trae grave contaminación a las fuentes de agua, al medio ambiente. Es de celebrar esta ley», dijo el presidente de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), Mauricio Sermeño.

La ley establece que será el Ministerio de economía el ente que regirá la aplicabilidad de la ley y deberá coordinar con el Ministerio de Medio Ambiente el resarcimiento de daños ambientales y en la salud de los afectados por la minería.

El Salvador aprueba ley que prohibe la minería metálica

En el 2015, tres ambientalistas murieron por oponerse a la operación de la empresa minera canadiense Pacific Rim/Oceana Gold, quien actualmente demandó a El Salvador ante instancias internacionales por más de 300 millones de dólares por negarle actividad minera en «El Dorado» en la zona norte de Cabañas.

Fuente:http://www.telesurtv.net/news/El-Salvador-promulga-ley-aprobada-contra-mineria-metalica-20170427-0067.html