En su comunicado la empresa establece que el diseño de la mina había sido presentado a las autoridades salvadoreñas con estándares ambientales internacionales, que incluso superaban lo ya existentes en Canadá y Estados Unidos.
La filial estadounidense de la compañía minera originaria de Canadá, Pacific Rim, demandó al Estado salvadoreño por $315 millones. La empresa reclama dicho monto por lo que considera equivale a las pérdidas ocasionadas por la suspensión de las licencias de exploración de la mina de oro en San Isidro, Cabañas, desde 2005. Dicho monto inculye intereses previos al juicio.