La tensión se mantiene. La policía retomó ayer el control de las instalaciones del proyecto minero Panantza-San Carlos, en el cantón San Juan Bosco, parroquia Panantza, en Morona Santiago. Los indígenas, sin embargo, insisten en que es territorio ancestral y anuncian que darán pelea.
Ayer, el pueblo shuar de Nankintz se declaró en rebeldía. Lo anunció Marlon Vargas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana.
Él rechazó lo que considera una invasión por parte de la empresa minera. Denunció que para la instalación del proyecto no se cumplió con la consulta previa, que es uno de los requisitos constitucionales para que la industria pueda trabajar.