Hace algunos días una ruptura de dos diques con residuos mineros causó un torrente de lodo tóxico que arrasó el pueblo de Benito Rodríguez en el Estado de Minais Gerais en Brasil. Hubo 28 desaparecidos y el lodo avanzó en un radio de más de 100 kilómetros. La mina a cielo abierto pertenece a la firma Samarco, una filial de la minera Vale del Rio Doce.
La presidente Dilma sobrevoló el territorio donde se habían provocado los daños naturales y las destrucciones sociales. Hace tres años visité la sede de la mina en Estado de Para, con miembros del MST (Movimiento de los Sin Tierras). Aquí están las notas que tomé en ese tiempo.