La Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) sostiene que la exploración y la posible explotación de Lliquimuni “representa un alto riesgo medioambiental” y genera conflictos al interior de las organizaciones indígenas, por la ampliación de la frontera petrolera más allá del área tradicional.
La ambientalista independiente Teresa Flores considera que la ampliación de la frontera petrolera con la exploración en áreas no tradicionales -como es el caso de Lliquimuni en el norte de La Paz- afectará irremediablemente esta región, la misma que al igual que el Beni fue calificada de extremadamente frágil desde el punto de vista medioambiental.