Hasta ahora no hay entidad estatal en Chuquisaca que haga públicos los resultados de los exámenes de laboratorio al agua del río Pilcomayo que se mandaron a realizar tras el sifonamiento del dique de colas de la empresa minera Santiago Apóstol de Potosí.
El «desastre ambiental» se registró el 4 de julio, cuando se vertieron al río Canutillos unos 10.000 metros cúbicos de agua y 11.000 metros cúbicos de colas o lodo, con metales pesados; empero, ese material contaminante recorrió de cuatro a cinco kilómetros de los 28 kilómetros que hay hasta llegar al río Pilcomayo. Dos días después, la empresa minera comenzó a retirar el lodo para que el mismo no fuera arrastrado en la temporada de lluvia.
Tras conocerse el accdiente, las secretarías de Medio Ambiente de las Gobernaciones de Potosí, Chuquisaca y Tarija, además de los servicios departamentales de salud y los ministerios de Minería y Medio Ambiente, anunciaron análisis de laboratorio para determinar el grado de contaminación de las aguas del Pilcomayo, pero a casi dos meses de haberse registrado el hecho, no hay ninguna información al respecto.