MUJERES DEFENSORAS DE LA MADRE TIERRA Y PROMOTORAS DE DERECHOS INTERCAMBIAN SABERES EN TRES CONTEXTOS MINEROS
En el marco del desarrollo de la Escuela Itinerante de Defensoras de la Madre Tierra promovida por la RENAMAT y el Colectivo CASA de Bolivia, la pasada semana tras un recorrido por el centro minero de Huanuni y la comunidad de Realenga; mujeres de diez comunidades intercambiaron conocimientos para la defensa de sus derechos.
El intercambio fue realizado a partir de tres contextos: en contextos donde están resistiendo al ingreso de actividades mineras, donde la actividad minera está presente desde épocas coloniales y ahora tienen minería transnacional y;en contextos donde las empresas mineras anuncian el cierre de sus operaciones.
Iniciando con una caracterización física del lugar, observando factores afectados como ser suelo, agua, aire, biodiversidad y, recorriendo el curso del río que conecta a la empresa minera Huanuni con la comunidad de Realenga y comunidades aguas abajo; se dio el intercambio de saberes distinguiéndose que, en cada uno de los contextos mineros existen impactos muy fuertes y diferenciados en las mujeres, que ponen en riesgo la sostenibilidad de la vida.
“En la comunidad de Realenga no tenemos minería pero el rio que pasa por la comunidad viene contaminado con los desechos mineros de Huanuni, hemos perdido nuestros pozos de agua dulce, ahora están contaminados, el agua cada vez va ingresando a la comunidad afectando nuestros suelos y para nosotras las mujeres la preocupación es grande, tenemos que ir tras el cerro en busca de agua, nuestroshijos están expuestos a enfermedades, hemos tenido que hacer nuevas casitas al otro lado del rio, nuestro trabajo que es la producción del campo también esta disminuido, pero así tenemos que seguir batallando, en la comunidad estamos bien organizados y ahora conociendo nuestro s derechos con mas fuerza seguiremos defendiendo la vida” Jimena – Realenga.
Durante el intercambio de saberes y a manera de conclusión, se analizaron los derechos establecidos en leyes nacionales y convenios internacionales que deben garantizarse, por ejemplo el derecho fundamental al agua, los derechos de la madre tierra y los derechos de las mujeres a una vida libre de violencias, que deben ser defendidos y garantizados.
Oruro, julio de 2017
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Suspenden operaciones en la mina Asientos
Las operaciones en la mina Asientos de Mizque se suspendieron ayer a raíz del cuarto intermedio al que se arribó en la reunión que sostuvieron los dirigentes y las autoridades de la Gobernación, informó el presidente de la Cooperativa Minera Asientos, Eleuterio Galindo.
Explicó que el pasado martes se acordó evitar cualquier tipo de conflicto hasta que una comisión técnica del Ministerio de Minería se traslade hasta la mina Asientos para verificar la situación en la que se encuentra el paraje denominado Farellón, que actualmente está en conflicto.
Sin embargo, en el lugar persiste la vigilia de más de una centena de cooperativistas mineros que exigen que el Gobierno resuelva el conflicto de límites que tienen con la Asociación de Mineros Asientos.
“En las autoridades del Ministerio (de Minería) no hay esa voluntad, creemos que es por falta de capacidad”, reclamó Galindo al recordar que en enero pasado se atravesó por una situación similar y el Gobierno no supo resolver el conflicto hasta la fecha.
Ante esta situación, la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin) convocó a una asamblea de emergencia para mañana. En tanto, se espera que la comisión técnica del Ministerio de Minería se traslade hasta la población de Asientos en Mizque, el lunes en la mañana.
En enero pasado, 14 mineros quedaron retenidos al interior de la mina Asientos por el conflicto de límites en el paraje Farellón. En ese entonces las autoridades se comprometieron a resolver el conflicto.
Fuente:http://www.laprensa.com.bo/economia/20170623/suspenden-operaciones-la-mina-asientos
Nuevos boquetes y grietas suben riesgo en el Cerro Rico
Comcipo denuncia que ingenios reciben agua antes que vecinos
En plena crisis del agua en Potosí, al menos seis ingenios reciben el líquido las 24 horas en desmedro de la población, asegura el dirigente Jhonny Llally.
Histórica sentencia
Días atrás, un tribunal de Potosí sentenció a siete años de cárcel al propietario de la empresa minera Santiago Apóstol Silver & Tin, luego de que el Ministerio Público demostrase que esa compañía atentó contra la salud pública, con el derrame de un dique de colas que alcanzó a los riachuelos que se encuentran en inmediaciones de la comunidad potosina de Canutillos.
Estos riachuelos, según explica un documento difundido por el Ministerio Público, no solo sirven de abrevaderos para animales y personas que habitan en ese entorno, sino que además desembocan en el río Pilcomayo, de allí que su impacto puede ser incluso más amplio y más nocivo; máxime tomando en cuenta que durante décadas las cooperativas mineras y las grandes empresas del rubro han vertido sus desechos a ese torrente sin el debido tratamiento.
Durante el proceso, que se inició en 2014, el responsable de esta compañía trató de desvirtuar las denuncias de contaminación. Pero la Fiscalía de Potosí logró demostrar que se había registrado el derrame de toneladas de desechos de plomo, sodio, magnesio, hierro y magnesio, entre otras sustancias tóxicas para el organismo, a lo largo de 20 kilómetros. Lo que fue fundamental para alcanzar esta sentencia histórica, ya que tradicionalmente este tipo de denuncias quedan en la impunidad, debido a las múltiples deficiencias de las que adolece el sistema de justicia boliviano.
Por otra parte, a raíz de este desastre medioambiental comenzaron a salir a la luz pública datos preocupantes sobre la ausencia estatal a la hora de controlar la extracción, separación y comercialización de minerales en el país. Por ejemplo, que el 80% de las 187 empresas e ingenios mineros registrados en Potosí no cuentan con una licencia ambiental, según la Gobernación de Chuquisaca. De hecho, una de las compañías mineras sin licencia ambiental era precisamente Santiago Apóstol, cuyo dique de colas colapsó porque estaba construido de manera precaria.
Respecto a los impactos que ocasionan este tipo de derrames, no sobra recordar que la exposición constante de la piel y el consumo de agua y de alimentos contaminados con las sustancias tóxicas antes mencionadas dan lugar a malformaciones congénitas, disfunciones renales, cáncer, males hepáticos e inmunológicos, que provocan cuadros de morbilidad crónica entre la población afectada.
Adicionalmente, los agentes contaminantes de la minería perturban la fertilidad de los suelos, pastizales y cultivos; amén de promover el deterioro de la biodiversidad acuática y de los ecosistemas terrestres. De allí la importancia de adoptar medidas para mitigar los nocivos impactos medioambientales de la minería; pero también de sancionar, con todo el peso de la ley, a quienes se dedican a este rubro sin tomar los recaudos que establece la ley para preservar la naturaleza y la salud de la población.
Fuente:http://www.la-razon.com/opinion/editorial/Historica-sentencia_0_2702129825.html
Sentencian a 7 años de cárcel a empresario minero por contaminar el río Pilcomayo
Un juzgado boliviano condenó al dueño de la empresa minera Santiago Apóstol Silver & Tin, Mario Jorge Cano, a siete años de prisión por un delito contra la salud pública al verter químicos contaminantes a aguas que desembocan en el río Pilcomayo, informó ayer la Fiscalía General del Estado.
«Para conseguir esta sentencia en juicio oral que se desarrolló en el Tribunal de Sentencia, el Ministerio Público presentó las pruebas tanto material como documental que demuestran que el acusado es autor de los delitos», afirmó el fiscal departamental, Fidel Castro, mediante comunicado institucional.
De acuerdo con el comunicado del Ministerio Público, los hechos tuvieron lugar en julio de 2014, cuando una presa de residuos mineros propiedad de la empresa colapsó y produjo un vertido a aguas que conducen al río Pilcomayo, cuyo cauce pasa por Bolivia, Paraguay y Argentina.
El hecho se registró en la comunidad de Canutillos, en el municipio de Tacobamba, capital de la Segunda Sección Municipal de la Provincia Cornelio Saavedra del Departamento de Potosí, distante a unos 50 km de Tacobamba.
«La Fiscalía realizó la inspección al lugar y verificó el trayecto que recorrió el material con desechos químicos hasta llegar a los pequeños riachuelos que existen en la zona, cuyas aguas desembocan en el río Pilcomayo», sostuvo Castro, en el comunicado.
Cómo los progresismos matan la democracia El CEDIB en la picota
Mucho se ha dicho y se seguirá diciendo sobre el ocaso de los progresismos en América Latina. El debate será largo y –ojalá– provechoso. Pero más allá de esta discusión, hoy podemos decir que la ilusión y la creatividad transformadoras de las primeras horas de los procesos progresistas han muerto o, mejor dicho, las han asesinado. Vivimos tiempos de reflujo, frustración e indignación.
Las propuestas de democracia radical afloraron en los primeros tiempos de estos procesos, democracia que buscaba cambios profundos y participativos desde nuestras complejas sociedades. En ese entonces, las propuestas acumuladas de largas luchas populares, se plasmaron en políticas, programas e incluso, en esperanzadoras constituciones en Ecuador y Bolivia.
Sabemos que toda lucha sintetiza un momento histórico, cada momento es un reflejo cristalizado de procesos sociales acumulados, y en todo proceso se plasma una determinada forma de impulsar los cambios. Sin embargo, un proceso debe revisarse y profundizarse permanentemente. Transformaciones grandes y duraderas no pueden nacer de procesos anquilosados, peor de procesos que se niegan a la crítica y a la autocrítica. Ni qué decir si estos procesos devienen en reaccionarios.
Desde esta perspectiva, lo que se vive en los países “progresistas” es, por decir lo menos, preocupante. El “progresismo” ofreció luces, pero hoy solo brinda oscuridad. Basta ver lo que acontece en la actualidad con el Centro de Documentación e Información Bolivia: CEDIB.
Con intensidades y especificidades propias, los “progresismos” nacieron de la resistencia y la búsqueda de alternativas de muchas organizaciones populares y otras fuerzas portadoras de ideales de cambio. Los movimientos sociales, en especial indígenas y sindicales -sin olvidar a campesinos, mujeres, ecologistas, maestros, estudiantes- fueron la vanguardia en la lucha contra el neoliberalismo, e incluso contra rezagos coloniales tan arraigados en países como Bolivia y Ecuador. Vale recordar que el MAS, en el altiplano, surgió como un movimiento soberanista, frente al “saqueo de los recursos naturales”, impulsando “su recuperación”. Incluso en el país andino más pequeño la emergencia de Alianza País solo se explica en tanto tuvo la capacidad para sintonizarse con las luchas de muchos grupos de la sociedad, en particular los movimientos sociales.
Con el apoyo de dichos movimientos sociales y de muchas organizaciones de la sociedad civil, se construyó el triunfo electoral de los gobiernos “progresistas” en estos países. Así empezaron su gestión gobiernos que, al inicio, pusieron su brújula rumbo a profundas transformaciones resistiendo los embates de las derechas tradicionales derrotadas.
Pero los vientos de cambio duraron poco. A medida que estos gobiernos consolidaban su poder, fueron abandonando y traicionando las propuestas revolucionarias. La tarea pasó de la revolución a la mera administración de una bonanza espuria y maldita, nacida de los elevados precios de las materias primas en el mercado mundial. Se sintieron omnipotentes, capaces de satisfacer a todas las clases con la enorme capacidad económica de esa bonanza. Creían que controlando el Estado podían manejar las fuerzas salvajes de un sistema económico vil, calmar las demandas sociales represadas y, a la vez, enriquecer a nuevos y viejos grupos de poder. Embriagados de euforia, hasta creyeron posible hacer lo mismo que gobiernos anteriores, pero de mejor manera: asumían, estos ilusos, que podían modernizar al capitalismo, domesticarlo y manejar sus crisis. Pero fue el capitalismo el que los domesticó…
Y así estos aspirantes a dioses cayeron fácilmente en los cánticos de los “milagrosos” extractivismos. En todos los países “progresistas” se extremaron las fronteras extractivistas: petróleo, minería, monocultivos, plantaciones forestales, pesca… asomaron como las palancas para financiar el ansiado -pero inexistente- desarrollo, tal como acontecía en los vecinos neoliberales. Pero, el espejismo se fue desvaneciendo, llegó el ocaso de estos “dioses”. Su incapacidad comprobada los llevó a archivar iniciativas de alcance revolucionario y hasta civilizatorio, como lo fue la Iniciativa Yasuní-ITT, de dejar el crudo en el subsuelo de la Amazonía ecuatoriana.
En este escenario de extractivismos galopantes en toda Nuestra América, los conflictos sociales afloraron con fuerza. Las comunidades que viven en las fronteras extractivas se resisten a abandonar sus territorios, perder sus medios de vida campesinos y trasladarse a las ciudades. Las sociedades, incluyendo las citadinas, cobran cada vez más conciencia de los efectos de tanta depredación, y se organizan para resistir.
Frente a eso los gobiernos de toda la región –neoliberales y progresistas– recurren cada vez más a la represión y a la imposición de leyes que amenazan las libertades de organización en la sociedad civil y de los propios movimientos sociales, como los decretos 16 y 732 en Ecuador que están en camino de convertirse en Ley, para imponer los extractivismos y continuar modernizando el capitalismo. Hay hasta registros insólitos: el presidente “progresista” de Ecuador, Rafael Correa, asesorando al presidente neoliberal de Colombia, Juan Manuel Santos, sobre cómo romper la resistencia de las comunidades opuestas a la megaminería. Mientras tanto, las empresas extractivas también usan la imposición, inclusive en alianza con el poder militar gubernamental o recurriendo a grupos paramilitares. En este punto “progresismo” y neoliberalismo tienen bastante en común…
Estos últimos años han sido duros y difíciles para las organizaciones sociales. Los gobiernos a los que llevaron a la administración del Estado, gobiernan cada vez más desde el puño de hierro del capital, olvidando su autoproclamada condición revolucionaria y de izquierda. Se volvieron modernizadores del capitalismo: un capitalismo andino-amazónico, como afirma -suelto de huesos- un gobernante que se presentaba como el adalid de la revolución. No solo que las políticas de estos gobiernos “progresistas” golpean y explotan a los sectores más empobrecidos y oprimidos, sino que además la vileza se santifica en nombre de la transformación social e incluso del socialismo.
De hecho, el debate público impulsado desde los “progresismos”, sea a partir del gobierno, e incluso desde los asalariados del poder, planteó una disyuntiva perversa e inexistente: “sin extractivismo no hay desarrollo, y sin desarrollo no hay progreso”. Inútilmente tratan de convencernos de esa falacia. En la medida que los movimientos y demás organizaciones sociales se oponían a tanto atropello, los “progresismos” encontraron en sus antiguos aliados -verdaderos responsables de su existencia- el enemigo a vencer para cristalizar su modernización del capitalismo. Semejante accionar, para colmo, se ha vuelto funcional hasta para los capitales transnacionales.
No sorprenden, entonces, los empeños por debilitar a los movimientos sociales con la represión, la criminalización o la división lograda con la creación de movimientos paralelos. Organizaciones históricas, como la CONAIE en Ecuador o la CONAMAQ en Bolivia, han sufrido los embates de estos gobiernos modernizadores y perros guardianes del capitalismo.
Otras organizaciones de la sociedad civil también han sufrido y sufren los ataques totalitarios de regímenes que hace rato olvidaron sus orígenes. Ejemplos de la traición sobran: la desaparecida Fundación Pachamama o la permanentemente agredida Acción Ecológica, en Ecuador, o las acciones en contra de organizaciones gubernamentales de larga trayectoria en Bolivia, como las que sufre hoy día el CEDIB en Cochabamba.
Esta organización boliviana, con una larga y comprometida trayectoria de muchas décadas, que reúne intelectuales reconocidos en el campo de las izquierdas y el pensamiento crítico, está en la picota del gobierno boliviano. Su único “delito” ha sido contrariar y denunciar las expectativas y visiones gubernamentales sobre los extractivismos desbocados, de sus retrocesos al neoliberalismo o de sus prácticas autoritarias y violentas. Esta organización, que brinda información muy rigurosa, resulta incómoda al poder, pues resulta muy útil para las comunidades afectadas por los extractivismos, presentando, por ejemplo, mapas para que las comunidades ubiquen de mejor manera las amenazas mineras o petroleras.
Esta organización, con la que algunos gobernantes “progresistas” tuvieron estrechas relaciones en la época de las luchas antineoliberales y de emancipación anteriores al inicio de su gestión, está siendo y hostigada por el gobierno y por sus aliados. Esto es lo que experimenta ahora el CEDIB acosado ahora por la Universidad San Simón, servil al régimen, quizás porque se financia con el impuesto directo de los hidrocarburos… Y lo que resulta no solo aberrante, sino indignante es que el gobierno del MAS apoye el desalojo por la fuerza de ese centro de investigación boliviano para darle ese espacio a un instituto de chino mandarín, financiado por el gobierno chino.
Vista la actual arremetida en contra del CEDIB es evidente que a los “progresismos” les resulta intolerable el recuerdo de sus orígenes, sus ofrecimientos de transformaciones estructurales y más aún sus reiteradas traiciones. Combaten, al CEDIB por criticar a un gobierno que entrega concesiones petroleras y mineras al imperialismo chino, lo que refleja la capitulación de los progresismos frente a la globalización del capital, tanto como la firma del TLC con la Unión Europea por parte del gobierno de Alianza País en Ecuador.
Todos estos son hitos de frustración y razones para retomar nuevas y mejores luchas revolucionarias. Hoy nuestra lucha es desde todos los frentes posibles. Son tiempos difíciles y llenos de frustraciones, pero aún estamos a tiempo de reescribir la historia.
La lucha social de estos años es compleja. El sueño de otro mundo posible y digno para todos los seres vivos del planeta, un mundo libre de las ataduras invisibles del capital, resultó un crimen para estos gobiernos. Por eso no solo se trata de defender los intereses de la sociedad y de la Naturaleza ante los golpes de estos regímenes, se trata de defender la transformación social y recuperar sus utopías.
Hoy el “progresismo” arremete en contra de ecologistas, indigenistas o izquierdistas calificados como “infantiles” o “de cafetín”, inclusive con los movimientos sociales y las organizaciones que les dieron origen. Pero son justamente esos grupos golpeados quienes resisten y se oponen a profundizar un sistema violento, extractivista, patriarcal, machista, conservador, idólatra de la personalidad, cargado de viejas y de nuevas colonialidades. Tales grupos y tales organizaciones, hoy, son quizá de los últimos bastiones de la gran transformación que sigue demandado Nuestra América, no los podemos perder.
Fuente: http://paginasiete.bo/ideas/2017/4/23/cedib-picota-135089.html
COMUNARIOS PIDEN REVERTIR LAS CONCESIONES MINERAS DEL ILLIMANI
Al menos 90 comunidades que viven en las faldas del nevado marcharon ayer por las principales vías de La Paz y realizaron un cabildo en la plaza Mayor.
Al menos 90 comunidades ocuparon ayer las principales vías del centro de La Paz para exigir la reversión de tres concesiones mineras del Illimani porque temen que los desechos contaminen el agua que emplean en sus cultivos.
«Sí, se pidió la reversión de las empresas mineras Las Nieves, 14 de Septiembre y Comabol. Sólo eso, por el momento, porque se necesita un análisis profundo”, declaró el portavoz de cuatro comunidades, Nicolás Cruz Poma, luego de la movilización y el cabildo que se realizó ayer en la plaza Mayor de San Francisco.
La movilización comenzó ayer en la calle 60 de Chasquipampa, al sur de La Paz, y participaron al menos 90 comunidades agrupadas en las centrales agrarias Kaphi, Pinaya, Cayimbaya y Palca, reportó el dirigente.
Según el pronunciamiento de los comunarios, una empresa china también opera en el sector.
«Las autoridades del Ministerio de Minería, en sospechosa actitud de algunos de sus funcionarios, permiten que la compañía Minera Amazona Bolivia (Comabol S. A.), de propiedad del inversionista Chaolín Xiong, es acreedora de cinco concesiones en el nevado Illimani y cuenta con 92 cuadrículas (cada cuadrícula equivale a 25 hectáreas)”.
Según la nota de los comunarios, el Ministerio de Minería les informó que Comabol no tiene ninguna actividad minera productiva. «Sin embargo, no se pronuncia sobre el número de identificación minera NIM 02-0234-04 que expidió el Servicio Nacional de Registro y Control de la Comercialización de Minerales y Metales (Senarecom) en favor de Comabol en diciembre de 2009”.
Según la nota, esta empresa logró obtener los permisos de comercialización interna, prospección, exploración, explotación, concentración, fundición, refinación y exportación.
«No vamos a permitir, los vamos a sacar a chicotes y eso fue lo que decidieron las bases. (Esta actividad) provocaría daños a las aguas del río y eso va a contaminar los cultivos y la producción
agrícola con que se abastece La Paz, todo sería contaminado”, advirtió Nicolás Cruz.
Afirmó, además, que hay otras empresas pequeñas y medianas que operan en las faldas del nevado. «Los comunarios dijeron que si no son de la región, van a tener que abandonar (sus áreas de trabajo). Si son (de la zona) se les hará un control estricto en términos medioambientales”, declaró.
Pese a ello, no cuenta con una cuantificación exacta de estas empresas mineras pero supone que son al menos 10. «Estas se hallarían en el lado del municipio de Palca”, aseveró.
El dirigente Cipriano Quispe dijo a ANF que presentaran documentación «de lo que quieren perforar nuestro Illimani. Tenemos documentos de algunas empresas extranjeras”.
Fuente:http://oiedc.blogspot.cl/2017/04/comunarios-piden-revertir-las.html
Experto advierte que Bolivia no entrará en nueva matriz energética con litio
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, Bolivia tiene reservas de nueve millones de toneladas métricas de litio de contenido metálico en el Salar de Uyuni, pero el Gobierno habla de 100 millones, algo que Zuleta calificó de «datos sensacionalistas».
El litio es «un factor clave» en la nueva matriz energética global pero «Bolivia no formará parte» de la misma a pesar de tener, junto a Argentina, las mayores reservas mundiales del mineral, advirtió el consultor internacional en este sector Juan Carlos Zuleta.
«En este momento estamos viendo el anticipo del acomodo de las diferentes fuerzas del mercado en la nueva matriz energética global, donde el litio es obviamente un factor clave», dijo Zuleta en una entrevista con Efe, pero «Bolivia no formará parte de esta nueva matriz porque no ha podido hacer las cosas a su tiempo».
El Gobierno de Evo Morales señaló la industrialización del litio como un objetivo económico prioritario en 2008, pero hasta el momento ha exportado muy pocas toneladas de carbonato de litio a China, mientras que Argentina produjo alrededor de 29.000 toneladas el año pasado, explicó Zuleta, de nacionalidad boliviana.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, Bolivia tiene reservas de nueve millones de toneladas métricas de litio de contenido metálico en el Salar de Uyuni, pero el Gobierno habla de 100 millones, algo que Zuleta calificó de «datos sensacionalistas».
El parlamento boliviano aprobó el 31 de marzo la creación de Yacimientos de Litio Boliviano (YLB), una nueva empresa estatal para impulsar la explotación del mineral, que sirve entre otras cosas para fabricar baterías eléctricas, incluidas las de los automóviles.
Según el experto, se trata de «una medida distractiva más para seguir desatendiendo los problemas de fondo», relacionados con supuesta «incapacidad» de las autoridades responsables para avanzar hacia la etapa industrial de la producción de carbonato de litio.
En agosto de 2015 Bolivia contrató a la empresa alemana K-UTEC AG Salt Technologies para elaborar el diseño de una planta industrial para producir ese producto, pero tras meses de retraso, según Zuleta, no hay «ninguna referencia clara y consistente del estado de la situación en cuanto a la elaboración de ese diseño».
El Gobierno ha anunciado esta semana que hay 26 empresas internacionales, sobre todo de Asia y Europa, interesadas en construir la planta de desarrollo industrial del producto.
No obstante, el consultor sostiene que Bolivia llega tarde al mercado y, en el caso de que se cumplan las previsiones gubernamentales más optimistas de avanzar hacia una producción anual de 30.000 toneladas métricas de carbonato de litio, la cuota de Bolivia en ese escenario solo alcanzaría a un 10 %.
«Queda muy atrás la idea distorsionada del vicepresidente que habla de que Bolivia va a dominar el mercado y va a fijar los precios del litio», comentó en referencia a la proyección que ha expresado la segunda autoridad del Estado, Álvaro García Linera.
De acuerdo con Zuleta, Bolivia tampoco ha avanzado en la certificación de la totalidad de las reservas del Salar de Uyuni y «ha dejado de ser el único líder en cuanto se refiere a recursos identificados del mundo».
«A partir de febrero de este año ese liderazgo ha empezado a compartirlo con Argentina» que, explicó Zuleta, ha realizado mayores esfuerzos en prospección y certificación.
Las previsiones del Gobierno anunciadas en 2015 consistían en sumar inversiones que en 2018 lleguen a 617 millones de dólares para desarrollar el sector.
Al respecto, Zuleta prefiere hablar de «gasto», porque considera que las decisiones estratégicas de inversión han sido erróneas.
Bolivia ha centrado sus esfuerzos en construir piscinas de evaporación solar, que ocupan hectáreas de extensión y requieren «mucho movimiento de tierras» y «mucho combustible».
Además, este método de evaporación es el recomendado para lugares donde prácticamente no llueve, como el salar de Atacama (Chile), donde la tasa de evaporación es más del doble que en Uyuni, explicó.
En el caso boliviano, se podrían haber aplicado métodos de separación química o de evaporación térmica aprovechando las reservas de gas natural del país, argumentó.
Uno de los problemas del litio boliviano es su baja concentración en salmuera si se compara con lo que sucede en Chile y Argentina.
Sin embargo, esa concentración relativamente baja lleva aparejada, en contraste, una presencia alta de magnesio.
«Se conoce que el magnesio hoy en día tiene propiedades industriales que no se han podido aprovechar por falta de conocimiento e investigación», dijo, y sostuvo que empresas chinas y coreanas están interesadas en los salares bolivianos por esa razón.
«El valor del magnesio en el salar de Uyuni podría ser incluso superior al del litio», sostuvo el experto y aseguró que «las aleaciones de magnesio podrían hacer una verdadera revolución, sobre todo en el campo automotriz».
Por ello, recomendó «cambiar el chip», algo que «consistiría en que Bolivia se ocupe de entrada en el desarrollo del magnesio como recurso principal y del litio, como secundario», algo que implicará un trabajo adicional porque se requeriría de mucha energía. (07/04/2017)
Fuente:http://www.la-razon.com/economia/Experto-advierte-Bolivia-entrara-energetica_0_2687131349.html