Mientras el país del altiplano tendió puentes con China para la explotación del “oro blanco”, una comitiva de Trump buscó acceder a la ruta del litio a través del gobierno jujeño.
La explotación e industrialización del litio significó la apertura a importantes acuerdos comerciales para Bolivia en el último año pero también estimuló el aumento de tensiones con Estados Unidos. Durante septiembre, Ivanka Trump arribó a tierras jujeñas junto a funcionarios de gobierno estadounidense para anunciar el financiamiento de una ruta que incluye en su itinerario la denominada ruta del litio.
China y Alemania se convirtieron en socios estratégicos de Bolivia a partir de una de las reservas más importantes a nivel mundial de ese recurso ubicado en el salar de Uyuni. Mientras el país que en ese entonces presidía Evo Morales optó por tender sus lazos comerciales con el gigante asiático y una de las principales potencias europeas, Estados Unidos no quiso quedar afuera.
Previo a las elecciones presidenciales en Bolivia y ante la creciente tensión política con el país norteamericano, durante septiembre, Ivanka Trump, la hija del primer mandatario estadounidense Donald Trump, llevó adelante una visita a la localidad jujeña de Purmamarca junto a una comitiva que fue recibida por el gobernador Gerardo Morales.
El arribo de la “misión” norteamericana a la ciudad que limita con Bolivia, contó con la presencia del Subsecretario de Estado, John J. Sullivan, la viceministra de Defensa, Lisa Hershman, y el Jefe de la agencia USAID -dependiente del Pentágono.
Durante su estadía en Purmamarca, Ivanka Trump anunció una inversión de 400 millones de dólares destinada a obras viales, cuya traza, según explicaron empresarios ligados al gobernador jujeño, debería incluir un itinerario por la denominada ruta del litio.
Mediante un informe, el periodista Jorge Elbaum dio a conocer que dicha inversión se canalizaría a través de la Compañía de Inversiones Privadas en el Extranjero (Opic, por su sigla en inglés), agencia gubernamental autárquica con sede en Washington.
La Opic sería la encargada de canalizar los aportes para construir rutas cuyos beneficiarios prioritarios serían automotrices trasnacionales, con un financiamiento a costas de los impuestos de cada ciudadano argentino.
El triángulo del litio, territorio donde la Opic busca desembarcar con sus inversiones, se trata nada menos que de la zona donde limitan Argentina, Bolivia y Chile, que concentra el 75% del mineral existente en todo el mundo.
La reserva más grande del mundo
Los intereses económicos del mundo están puestos en Bolivia, un territorio que posee una de las mayores reservas de litio, un componente clave para el desarrollo de baterías para autos eléctricos. De acuerdo a un estudio reciente, Uyuni cuenta con casi 21 millones de toneladas de ese recurso.
Si bien el plan para industrializar su propio litio se retrasó en el último tiempo, la firma Yacimientos de Litio Boliviano (YLB) tendió lazos con distintos socios estratégicos. Ya en 2018 el país sudamericano había generado un acuerdo con la firma alemana ACI Systems que posibilitó la explotación del salar de Uyuni.
Luego, el gobierno boliviano generó una nueva instancia de negociación con un consorcio de empresas chinas. Las firmas Xinjiang Tbea Group y Boacheng acordaron con el entonces gobierno de Evo Morales obtener un 49% de participación en el proyecto que demandó unos 2,3 millones de dólares.
En ese momento Xinjiang Tbea venció a seis rivales que también buscaron asociarse con Bolivia en Coipasa y Pastos Grandes, incluidos ACI, Uranium One, una subsidiaria de la compañía nuclear estatal rusa Rosatom, y la compañía irlandesa Clontarf Energy Plc.
En su momento, Evo Morales destacó que “hay un mercado garantizado en China para la producción de baterías”. A su vez, el embajador chino en Bolivia, Liang Yu, reconoció que necesitará 800.000 toneladas de metal por año para 2025 para apoyar su floreciente industria de automóviles eléctricos.
El denominado “oro blanco” se convirtió en un activo de crecimiento económico para el país del altiplano a partir de su creciente demanda a nivel mundial. A su vez, su utilización significó decisiones que marcaron una postura estratégica, ya sea con quienes el gobierno democrático decidió tender puentes, como con quienes no.
Grabois denunció “apoyo logístico” de Gerardo Morales
El integrante de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois, deslizó sus sospechas sobre Gerardo Morales como supuesto cómplice por la situación en Bolivia. El referente sindical acusó al gobernador Jujeño de prestar “apoyo logístico” para el golpe de Estado contra Evo Morales.
En declaraciones radiales, Grabois afirmo: “Tengo la sospecha, no pruebas, de que por lo menos ha habido un apoyo logístico por parte de Gerardo Morales y eso me resulta raro que haya sido sin la venia de Macri. Es bastante evidente y se tendrá que investigar cuál fue el nivel de este apoyo, cuánta injerencia hubo en el asunto boliviano”.
Más tarde, el referente de la CTEP asoció esta postura con la visita de la hija del primer mandatario estadounidense a Jujuy durante septiembre. En ese sentido explicó: “En septiembre, nuestro pais, con la excusa de los incendios, justo cuando casualmente llegaba Ivanka Trump, mandó brigadistas, militares y dinero a Santa Cruz de la Sierra”.
De hecho detalló sobre su versión de los hechos y contó: “Justo el día de la visita de Ivanka Trump a Jujuy, Gerardo Morales volvía de Santa Cruz de la Sierra después de haber llevado unas cajas en aviones de la Fuerza Aérea, con la excusa de combatir incendios forestales. Mis amigos en Bolivia, incluso funcionarios del Gobierno que en este momento están refugiados, ya planteaban dudas sobre si realmente había buenas intenciones”.
Por último el dirigente social insistió con que “se va a tener que investigar el rol que tuvo Argentina en este proceso” y afirmó que actualmente “hay dos proyectos geopolíticos económicos distintos que no están viviendo democráticamente en Latinoamérica”.
Las autoridades de Potosí informaron que esa decisión fue tomada el sábado por el gabinete de ministros del presidente Evo Morales.
Los planes de Bolivia para fabricar y comercializar baterías de litio junto a la empresa alemana ACI Systems GmbH sufrieron un revés tras la anulación de un decreto que daba paso a la creación de una sociedad industrial mixta, informó el domingo el gobernador de Potosí, la región que posee una de las reservas mundiales más grandes de ese metal.
En los últimos meses el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) había movilizado a la población y organizaciones de Potosí, en el suroeste del país, en demanda de mayores beneficios y regalías mineras por la explotación del litio del salar de Uyuni.
Las elecciones nacionales del 20 de octubre habían suspendido temporalmente las medidas de presión contra el Gobierno.
“Hemos recibido el Decreto Supremo 4070 por el cual se está disponiendo la abrogación del Decreto Supremo 3738 del 7 de diciembre de 2018”, dijo a los periodistas el gobernador de Potosí, Juan Carlos Cejas, del oficialista partido Movimiento Al Socialismo (MAS).
Las autoridades de Potosí informaron que esa decisión fue tomada el sábado por el gabinete de ministros del presidente Evo Morales.
No se informó de inmediato todas las razones del gobierno para su decisión, más allá de las protestas que reclamaban un aumento de 3% a 11% de las regalías del proyecto.
Tampoco quedó claro el destino de la asociación mixta.
“Lamentablemente, hemos llegado a esta situación, seguramente el tiempo dirá quiénes han actuado de verdad pensando en Potosí, quiénes han agitado, han azuzado para perjudicar a Potosí”, agregó el gobernador.
En diciembre del año pasado, Alemania y Bolivia sellaron una sociedad para el uso industrial del litio, materia prima clave en la producción de baterías.
ACI Systems GmbH había proyectado la inversión de unos 1.300 millones de dólares para su producción.
Mediante el acuerdo, la compañía estatal Yacimiento de Litio Bolivianos (YLB) se asoció con la firma privada germana ACI Systems para desarrollar su gigantesco salar de Uyuni y construir una planta de hidróxido de litio, así como una fábrica de baterías para autos eléctricos en Bolivia.
ACI Systems también está en conversaciones con compañías de suministro con sede en Alemania y otras partes de Europa con litio procedente de Bolivia. La sociedad busca producir hasta 40.000 toneladas por año de hidróxido de litio a partir de 2022, durante un periodo de 70 años.
¿A qué desafíos técnicos, sociales y ambientales se enfrenta la cooperación germano-boliviana para la explotación del litio en el Salar de Uyuni? ¿Está la parte alemana a la altura de estos desafíos?
El Salar de Uyuni, en el departamento boliviano de Potosí, es el mayor desierto de sal a mayor altura del mundo y la “Mejor Atracción Turística Natural de Sudamérica” en los World Travel Awards 2019 (una estrella indiscutible en Instagram). Se considera, además, la mayor reserva de litio del mundo: con 21 millones de toneladas del llamado “oro blanco”, probablemente más del 50 por ciento de la reserva global. Y la industrialización del litio es una de las principales apuestas del Gobierno de Evo Morales.
Como socio estratégico para Uyuni, la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) eligió, en octubre de 2018, a la alemana ACI Systems. Ya entonces, el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) marchó, exigiendo detalles del contrato. Y la prensa boliviana cuestionó “la capacidad técnica” de la parte alemana “para desarrollar e implementar un proyecto minero de litio complejo como el del Salar de Uyuni y mucho menos un proyecto de fabricación de material catódico y baterías de litio con tecnología de punta”.
Un año después, Marco Pumari, líder del comité potosino ha iniciado, junto a otra activista, una huelga de hambre por la anulación del contrato con ACI Systems, además de otro con una empresa china. “La empresa alemana se dedicaba a comercializar paneles y, lo peor, ni siquiera tiene plata, porque de manera conjunta, el Estado boliviano y la empresa van a buscar financiamiento”, se quejó Pumari al diario La Razón.
El desafío técnico
En la realización del proyecto para la “Recuperación de hidróxido de litio de salmuera residual” en el Salar de Uyuni, ACI Systems Alemania (ACISA), subsidiaria del Grupo ACI “cuenta con el respaldo de una sólida red de expertos internos y externos, empresas e instituciones como K-UTEC Salt Technologies, Fraunhofer Gesellschaft y VDMA (la Asociación Alemana de la Industria de Ingeniería Mecánica)”, reaccionó por escrito Wolfgang Schmutz, director ejecutivo de esta empresa alemana, consultado por DW a través de su oficina de prensa.
La protesta exige que el Estado boliviano rompa los contratos con la alemana ACI Systems para fabricar materiales y baterías destinadas al mercado europeo y con una empresa china que procesará la materia prima para Asia.
Dos dirigentes sociales de la región boliviana de Potosí iniciaron una huelga de hambre en reclamo de la anulación de contratos de explotación de litio con firmas de Alemania y China, y se espera que este lunes (07.10.2019) sean respaldados por un paro cívico regional.
El líder del Comité Cívico de Potosí, Marco Pumari, y otra dirigente de esa entidad, iniciaron el 2 de octubre en La Paz una huelga de hambre en una oficina sindical del magisterio, luego que el día anterior fueran desalojados por la policía de las escaleras del Congreso, donde pretendían iniciar la protesta.
La medida, a la que se suma un paro indefinido programado para este lunes, apunta a obtener mayores regalías para la región por la explotación del litio del Salar de Uyuni, en el sureño departamento de Potosí.
La ley sobre minería y metalurgia establece una regalía del 3 por ciento en favor de la región por la explotación de carbonato de litio, cloruro de potasio y otros minerales.
La protesta intenta también que el Estado boliviano rompa los contratos con la alemana ACI Systems para producir hidróxido de litio y fabricar materiales catódicos y baterías de ion litio destinadas al mercado europeo, y con la china Xinjiang Tbea Group-Baocheng, que procesará la materia prima para Asia.
«La empresa alemana se dedicaba a comercializar paneles y, lo peor, ni siquiera tiene plata, porque de manera conjunta, el Estado boliviano y la empresa van a buscar financiamiento y ¿cuál es la prenda de garantía para esta empresa? Pues es el salar de Uyuni», protestó Pumari, citado por el diario La Razón.
La estatal Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB), que tiene la mayoría accionaria en los contratos con las firmas alemana y china, firmó el 1 de octubre un contrato con la empresa nacional Quantum Motors para proveerle de baterías de ion litio para sus vehículos eléctricos.
Bolivia logró certificar sus reservas de litio de 21 millones de toneladas en febrero pasado, principalmente en las regiones potosinas del salar de Uyuni, la mayor pastilla salina del mundo, Coipasa y la laguna de Pastos Grandes, según el gobierno boliviano.
Autor: Emilin Mamani Quispe , Noticias Ser.pe Conflicto Relacionado: PUNO - SANTA ANA
Tras la reclusión en el penal de Yanamayo del gobernador regional de Puno, Walter Aduviri Calisaya por el caso “aymarazo”, gran número de pobladores aimaras y quechuas vienen pernoctando en las afueras de la Corte Superior de Justicia de Puno y movilizándose por las principales arterias de la ciudad Lacustre en rechazo a la sentencia en su contra.
El presidente del Frente de Defensa de los Recursos Naturales de la Zona Sur, Edgar Chura manifestó que a esta medida de lucha se han sumado diversas provincias de Puno como: Yunguyo, San Antonio de Putina, Melgar, Azángaro, El Collao, además de los cafetaleros de Carabaya y Sandia quienes están turnándose para realizar las vigilias permanentes.
Según el dirigente se les debe una indemnización de los 42 días de lucha del año 2011 contra el gobierno Peruano, asimismo pidió el cierre del Congreso y una nueva Constitución para que la tierra comunal “sea invendible, intransferible e inconcesionable”.
Por su parte el coordinador de la Asociación Pueblos Originarios Puno, Jorge Calizaya Anco, informó que se tiene que defender el agua, la tierra y el aire, que son las principales fuentes de vida para la supervivencia del ser humano, que están siendo contaminadas con la explotación de minerales. “Nosotros vivimos de un 80% de la agricultura y ganadería”, afirmó.
Cabe indicar que el 5 y 6 de septiembre se tiene previsto un paro regional, y en caso de no tener respuesta continuarán con la medida de lucha, e incluso advirtieron que podría darse un nuevo “aymarazo” y “quechuazo”.
Calizaya señaló que los habitantes aimaras tienen planeado migrar al hermano país Bolivia, si es que no se da un pronunciamiento que permita a Walter Aduviri recuperar su libertad.
Pese a las bajas temperaturas de las noches, a no estar bien alimentados, los manifestantes reiteraron que no desistirán de su lucha pese a ser conscientes de los riegos que pueden sufrir en su salud.
“Basta ya de criminalizar la lucha de los pueblos indígenas, originarios y campesinos por sus derechos, territorios y ambiente” son las frases que arengan los pobladores que respaldan a Walter Aduviri en las vigilias y movilizaciones.
Autor: Oiedc.org Conflicto Relacionado: Rancho Grande
A pedido de emergencia de nuestras hermanas de la comunidad Rancho Grande en el municipio de El Choro – Oruro, las mujeres de la RENAMAT, El Colectivo CASA y con el acompañamiento de voluntarios de SETEM y Araguato, nos dirigimos a la comunidad con una cisterna de agua.
En la reunión junto a la comunidad se pudo evidenciar y denunciar la situación de despojo de agua que viven mujeres, niños y la comunidad en general. Sin acceso al agua o utilizando agua contaminada se sufren enfermedades, y quienes más perciben son las mujeres que se encargan de la alimentación, la salud y los cuidados.
Las mujeres conocemos la importancia del agua para nuestras actividades diarias, para nuestra vida y en Rancho Grande el acceso al agua es limitado, los pozos tienen agua salada, agría no apta para consumo, ellas identifican esto desde el año 2000 cuando se produjo el derrame de crudo de petróleo de trans redes en el rio Desaguadero, aguas que llegan hasta la comunidad y por otro lado, llegan las aguas con desechos mineros a través del río.
La comunidad se da modos para conseguir algo de agua, en épocas de lluvia realizan la cosecha de agua, esto les sirve a lo mucho para consumir durante 2 o 3 meses. Pero entonces ¿que pasa en la época seca? ¿qué hacen el resto del año? ¿Cuanta atención se brinda para el cumplimiento del derecho humano al agua?
Esta necesidad hace que las comunidades tengan que adaptarse a poder conseguir el líquido elemento con la construcción de vigiñas (recipientes de agua para los animales), el llevar agua de las ciudades hasta las comunidades como si de contrabando se tratara… si de contrabando, porque los choferes no quieren llevar en sus buses el agua por el peso extra que implica y es que no hay otra forma, el municipio lleva agua en cisterna para el colegio y la posta medica pero no para la población en general. La comunidad en reiteradas oportunidades ha reclamado a las autoridades, la cantidad otorgada no es suficiente para vivir para mantener las condiciones de vida y esta es la realidad que se quiere cambiar.
Desde la RENAMAT se ha estado visibilizando esta problemática y no es la primera vez que junto a la comunidad e instituciones como el Colectivo CASA llevamos una cisterna de agua a Rancho Grande, agua que si bien no va a solucionar el problema pero que significa una llamada de atención a las autoridades y al Estado, que son quienes tienen el rol de garantizar el cumplimiento del derecho humano al agua.
Autor: Observatorio de Inversiones Latinoamericanas
* Este análisis comparativo abarca a los partidos políticos que tiene una intención de voto superiores al 5%: Movimiento al Socialismo, Comunidad Ciudadana y Bolivia dijo No.
La minería, conjuntamente con los hidrocarburos y litio, es el rubro económico más desarrollado en los programas de gobierno de los principales partidos políticos, sin embargo lo que dicen sobre que hacer frente a los graves impactos ambientales de la minería es poco o nada. Ninguno hace referencia a los graves impactos de la explotación aurífera en Bolivia y la amazonia en particular. El centro de sus propuestas son principalmente elaborar una estrategia nacional sobre minería, incrementar las inversiones y la producción, fomentar actividades de exploración y explotación de nuevas reservas, incrementar las exportaciones, industrialización y valor agregado, políticas de incentivos para empresas y alianzas estratégicas con el sector privado. En resumidas cuentas: inversión-explotación-producción-exportación.
¿Qué propuestas se deberían considerar sobre la minería?
Eliminar el Artículo 220 de la Ley N° 535 y otras normas que habilitan realizar actividades mineras en áreas protegidas y forestales.
Prohibición de actividades auríferas en la amazonía y actividades mineras que contaminen aguas superficiles y subterraneas.
Cumplimiento del convenio de Minamata sobre el Mercurio del 10 de octubre del 2013, el cual, entre otras cosas, estipula una regulación para la reducción y eliminación del uso del mercurio en la extracción y tratamiento de oro artesanales y de pequeña escala.
Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental integrales realizados por entidades independientes y de libre acceso a la población.
Cumplimiento del convenio 169 de la OIT sobre la consulta para el consentimiento previo, libre, informado y de buena fe a las comunidades indígenas.
Cumplimiento de la prohibición de actividades mineras que no cuenten con licencia ambiental, y mayor regulación y control en el otorgamiento de licencias ambientales a proyectos mineros (pequeños, medianos y de gran escala).
Eliminación del contrabando de insumos tóxicos utilizados en la actividad minera (mercurio, cianuro de sodio, ácido clorhídrico, azufre, etc.).
Actualización, precisión y transparencia de datos oficiales sobre actividades mineras en Bolivia: ubicación, situación legal, volúmenes de producción, cumplimiento de la normativa ambiental y laboral.
Así se sienten las autoridades originarias del pueblo de Jach’a Marka Tapacarí Cóndor Apacheta que fue avasallado por la minera “Belén de Victoria de San Luis I” que intenta ingresar a su territorio, sin respetar el derecho de Consulta, Libre Previa e Informada, establecido en el Art. 30 CPE.
El 2017 este pueblo fue avasallado por la minera “Belén de Victoria de San Luis I”, con un contrato minero de 9 cuadrículas (225 hectáreas). Ellos habían iniciado la explotación de plata, plomo, zinc y estaño, sin contar con el consentimiento de las comunidades de la zona. La población desconocía todo el proceso de adjudicación a la empresa, con una movilización y denuncia de parte de las autoridades originarias sobre irregularidades, la empresa paralizó sus actividades.
En abril de 2018 las organizaciones realizaron un cabildo para rechazar esta actividad conminando a la empresa a que se retire definitivamente presentando resoluciones ante la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM). Esta instancia estatal respondió indicando que el derecho minero es un derecho preconstituido, porque el título de la TCO fue entregado al pueblo en el año 2010 y la concesión minera se habría otorgado el año 2008. Posteriormente acudieron ante el Gobernador del Departamento de Oruro, Sr. Víctor Hugo Vásquez, conminando a las autoridades originarias para que “permitan trabajar a la empresa minera, aduciendo que esta actividad genera regalías para la construcción de obras y financiar proyectos y que la TCO no aportaba nada al Estado”.
Jach´a Marka Tapacarí Cóndor en Resistencia
El 9 de julio de 2019 el pueblo Jach´a Marka Tapacarí Condor Apacheta es nuevamente avasallado por la minera para insistir en la explotación de minerales existentes en el territorio. Al día siguiente, el pueblo se reunió en un cabildo, cuya resolución fue exigir que la minera se vaya del lugar. Alertados por la existencia de maquinaria pesada, ahora todos están en vigilia para que no se permita el atropello de la minera hacia esta TCO.
“Nosotros queríamos sacar todos los datos de la concesiones mineras, de cuántas existen en territorio Jach’a Marka Tapacarí Cóndor Apacheta, porque es nuestro territorio”
En fecha 11 de julio en cabildo extraordinario, con la participación de toda la población de este ayllu, nuevamente deciden hacer frente a la minera e indican que defenderán su territorio hasta las últimas consecuencias.
Alcalde Comunal:“Nuestra inquietud, deseo, era sacar datos de cuántas concesiones mineras existen, cuántas estarían en la antigua y nueva ley, saber si esto está dentro de la concesión o no está, pero aquí nunca ha habido ni siquiera un hueco. Eso queríamos saber para meter acciones legales, AJAM es parte del gobierno, toda la vida va a querer que se trabaje, hemos ido a la Dirección de Medio Ambiente, nos han cerrado las puertas”
“Nos querían hacer pisar el palito”
Autoridad Originaria: “Fuimos a la Policía de Poopó, y nos dijeron que no pueden detener, sólo pueden verificar y levantar un informe, porque no es su jurisdicción. Nosotros pertenecemos a Antequera, pero hemos llamado y no contestan. La empresa ha llegado a la oficina de las autoridades originarias, nos han visitado, han venido llanamente, han querido convencer, charlar, ellos querían que se los firmemos, se los sellemos un documento, con pretextos, pero nosotros como Consejo siempre leemos antes de firmar, ahí había una palabra consulta, nos querían hacer pisar el palito”
“Nosotros tenemos que velar por nuestros hijos, nuestros nietos”
Autoridad Originaria (Mujer): “Ellos nos han querido convencer, porque dice el ingeniero que es del lugar, quería convencernos a nosotros, pero nosotros tenemos que velar por nuestros hijos, nuestros nietos y nos hemos defendido. Era un papel de consulta previa lo que nos dieron para firmar, muy prepotentes nos han dicho ‘nosotros pagamos al Estado, acaso no voy a pagar en vano, nuestro hermano Presidente me va a apoyar’.
“Están buscando artimañas, están queriendo confundirnos a nosotros”
Tata: “La empresa está empleando la estrategia de ser un comunario más de aquí, apellido Villarroel ¿existe acá? Yo he nacido y vivido aquí no conozco ese apellido, es Ariel Villarroel, están haciendo pasar como un nieto de aquí, están buscando artimañas, están queriendo confundirnos a nosotros, por eso he dicho que sabe todos los movimientos de las autoridades originarias. Ahora nos dicen que nosotros habíamos autorizado, ¡jamás vamos a autorizar!
“No puedo traicionar a todo mi pueblo que realmente vive del agro”
Alcalde de Antequera: “Cuantas veces hayan venido al municipio de Antequera, pidiendo la autorización, pidiendo los requisitos que necesitan, sin embargo, el que les habla hermanos, no ha dado autorización para nada, ni un sello, no puedo traicionar a todo mi pueblo que realmente vive del agro, han hecho una resolución correspondiente, tal vez han habido algunos percances en no hacer llegar a la AJAM y otras autoridades, pero eso no es para discrepar, es motivo, momento de unificarnos, planificar, muchos tenemos experiencia en varios aspectos y muchos somos mineros, debemos unificarnos para dar los pasos correspondientes”
Para responder a esta pregunta el gobierno y Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB) deben hacer públicos los Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental (EEIA) de la extracción de salmueras, las piscinas de evaporación y las plantas industriales de cloruro de potasio y carbonato de litio.
Actualmente las plantas industriales de Cloruro de Potasio y Carbonato de Litio del salar de Uyuni cuentan con Declaratoria de Impacto Ambiental (DIA). Sin embargo, sus EEIAs no son de acceso al público y las universidades. No sabemos que comprenden estos EEIAs, cómo se realizaron ni cuales fueron los escenarios que consideraron.
No es posible equiparar automáticamente los impactos ambientales del salar de Atacama u otro lago de sal, al salar de Uyuni. Cada uno de estos salares es un ecosistema singular, con características singulares como niveles de precipitación fluvial, relación magnesio/litio[1], tasa de evaporación de la salmuera y otros (Tabla I). No podemos afirmar que las problemáticas ambientales y sociales en los salares chilenos y argentinos se reproducirán de manera automática en el salar de Uyuni, sin embargo, son un punto de referencia muy importante a tomar en cuenta.
La minería del litio, como cualquier actividad minera, inevitablemente contrae un impacto socio-ambiental. En términos generales, la extracción de litio sobre los lagos salados andinos – como ser el salar de Uyuni, salar de Atacama, salar del Hombre Muerto, entre otros – se traduce en el uso de químicos tóxicos, en la salinización del suelo y del agua, en la contaminación del aire, en la pérdida de biodiversidad y sobre todo en el desequilibrio del sistema hidrológico de la región[2].
Las experiencias de Chile y Argentina
El método convencional de extracción de litio sobre los lagos salados es por evaporación solar. La salmuera (agua salada) que se encuentra por debajo de la capa salina es bombeada a piscinas de evaporación donde, por la radicación solar, es evaporada en distintos pasos hasta concentrar el litio. Como se trata de salmuera, se argumenta que es agua no apta para consumo humano y por tanto no representa una amenaza al suministro de agua dulce. Sin embargo, lo que no se dice es que el consumo de agua dulce es significativo en el proceso de extracción y el procesamiento para obtener carbonato de litio, así como para el mantenimiento de los campamentos mineros, entre otras actividades mineras. Asimismo, este consumo de agua se realiza en una región caracterizada por un ecosistema árido (puna xerofítica), que posee precipitaciones que oscilan entre unos 50mm/año de lluvia en el salar de Atacama (Chile), 166mm/año en el salar de Uyuni (Bolivia)[3] y unos 300 mm/año en el salar del Hombre Muerto[4].
La extracción de salmuera repercute, en diferente medida, y dependiendo de las características de cada salar, en el balance del sistema hidrológico de estos ecosistemas. Puesto que el consumo de agua por la actividad minera del litio está, por lo general, por encima de la capacidad de recarga de la capa freática (agua subterránea)[5]. En el caso chileno, por ejemplo, a SQM y Albemarle se les permite extraer del salar de Atacama hasta 1.700 y 442 litros por segundo (l/s) de salmuera y hasta 240 y 24 l/s de agua dulce respectivamente. Volúmenes de consumo mucho mayores a los de precipitación mencionado en el párrafo anterior. Este mismo patrón se observa en otros salares de la región. En Argentina, en los salares de Olaroz-Cauchari, la sociedad entre la LithiumAmericas, SQM y JEMS planea extraer 360 l/s de salmuera y 80 l/s de agua dulce, y OROCOBRE plantea extraer 240 l/s de salmuera y 20 l/s de agua dulce. En tanto que para el proyecto en el salar de Uyuni algunos estudios estiman que se requerirá unos 168 l/s de salmuera y 42 l/s de agua dulce[6].
Estos volúmenes de consumo agua se deben principalmente al método de extracción de litio por vía de la evaporación solar. Mediante este método, y dependiendo de la concentración de litio en la salmuera que varía de salar a salar (Tabla I), se requiere evaporar ingentes cantidades de agua. En el caso del salar de Atacama se estima que se necesita evaporar alrededor de 2 millones de litros de agua para obtener una tonelada de litio. Por cual, sin duda se puede afirmar que “la minería del litio en salares es una minería del agua.”[7]
Igualmente, la extracción de salmuera incide sobre los niveles de agua dulce subterránea en estas cuencas. En general, un salar es una cuenca donde quedo almacenada agua debajo de la capa salina y que está siendo alimentada por corrientes de agua subterránea. Estas corrientes generan entre la salmuera y la superficie capas de agua dulce que se retienen a los márgenes del salar. De modo que, el agua dulce, al ser más liviana que la salmuera, es descargada hacia la superficie mediante manantiales, vertientes y bofedales. Entonces, al extraer la salmuera para obtener litio no sólo se reduce los niveles de agua salobre, sino también los niveles de agua dulce subterráneas de la cuenca. Repercutiendo en última instancia en la disponibilidad de agua dulce en vertientes, manantiales y bofedales fuera de los bordes del salar, esenciales para la subsistencia de la fauna y flora local[8].
Otro elemento fundamental a señalar es que mucha del agua subterránea extraída se constituye de aguas fósiles; es decir, aguas milenarias que se captaron y almacenaron en condiciones climatológicas mucho más húmedas a las presentes y las cuales no lograrán ser recargadas con el nivel de precipitación actual[9]. Por tanto, una vez extraídas estas aguas fósiles dejaran de existir, alterando el balance de todo el sistema hidrológico de una manera aún no enteramente comprendido.
Impactos sociales en los países vecinos
Este escenario repercute directamente en el acceso del agua de las poblaciones locales – la mayoría de distintas etnias y naciones indígena – que viven alrededor de estos lagos salados. Al reducirse el volumen de agua en las vertientes naturales, se pone en riesgo el acceso al agua para el consumo humano, como también el acceso al agua para el ganado y para el sistema agrícola local. Lo que repercute tanto en la seguridad alimentaria y en el sustento económico local, como en la capacidad de estas comunidades de reproducir sus medios de vida. A esto hay que añadir el hecho de que muchas de estas actividades mineras fueron adjudicadas sin una consulta previa a las comunidades locales – de acuerdo a la norma 169 de la OIT que fue suscrito tanto por Argentina, Bolivia y Chile – o se llevaron a cabo de forma poco transparente. Situación que derivó en varios conflictos sociales entre comunidades y empresas mineras.
En el salar de Atacama en Chile, por ejemplo, existe una tensa y ambivalente relación entre las empresas mineras (SQM y Albemarle) y las comunidades. Relación que se procura salvaguardar mediante el discurso de “responsabilidad social empresarial” y la firma de convenios para otorgar mínimas regalías – 3% en el caso de Albemarle con el Concejo Pueblos Atacameños que aglutina 18 comunidades – a cambio de la extracción de sus recursos y deterioro ambiental de sus territorios. No obstante, estos convenios no están exentos de controversias y denuncias, llegando incluso a escalar en importantes tensiones y enfrentamientos, como es el caso de SQM con la comunidad de Tocanao[10].
De la misma manera, en Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc en Argentina, desde que la empresa australiana OROCOBRE y la francesa Bolloré comenzaron a realizar actividades de exploración sin previo consentimiento de los pobladores locales, existen tensas relaciones entre las empresas y las comunidades. Lo que derivó en la conformación de la “Mesa de las 33 Comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y la Laguna Guayatayoc”, colectivo conformada de manera mancomunal para asumir la defensa de la cuenca, de su territorio y de su derecho a consulta previa[11]. Recientemente estas comunidades lograron frenar y expulsar a las empresas Ekekos SA y AIS Resources Limited que pretendía iniciar nuevamente actividades de exploración minera en esta cuenca.[12]
Por otro lado, si bien en los salares de Olaroz-Cauchari no hubo tanto conflictos como en Salinas Grandes, existen una ambigua relación entre la empresa Sales de Jujuy[13]con las comunidades agro-pastoriles que habitan alrededor de ese salar. Si bien muchos líderes comunales apoyan y colaboran con la actividad minera, recientemente se conformó el colectivo “La Apacheta de Susques” que rechaza el asentamiento de empresas mineras en su territorio. Este colectivo manifiesta que la actividad minera del litio afecta directamente su actividad agropastoril debido al secamiento de los humedales, bofedales y ojos de agua del cual depende su ganado. Existen igualmente denuncia sobre procesos fraudulentos de consulta previa en estas comunidades, realizándose a puerta cerrada y con miembros de la comunidad afines al gobierno y a la empresa minera, para lograr “consentimientos aparentes.”[14]
Falta de transparencia en el caso de Bolivia
El caso boliviano es sin duda particular en todo el “triángulo del litio” sudamericano, ya que se trata de un proyecto estatal con miras no sólo a la explotación, sino también a industrializar el recurso. No obstante, es importante resaltar una vez más que toda actividad minera de litio sobre los salares andinos, indiferentemente de que sea un proyecto estatal o del sector privado, posee un impacto socio-ambiental importante.
Uno esperaría que por el hecho de ser un proyecto fundamentalmente estatal hubiera mucha más transparencia que en otros casos donde sólo prima el lucro privado, sin embargo, la situación no es tal. Muchas interrogantes no han sido esclarecidas: ¿Cuál será el grado de contaminación de los residuos mineros derivado de las piscinas de evaporación por medio de la línea de los sulfatos? ¿Cómo será afectada la cuenca del Río Grande, el único afluente del salar, y las aguas subterráneas – la misma que ya son explotadas por la Mina San Cristóbal[15]? ¿Cuál será la proporción de aguas fósiles que se usará para todo el proyecto? y ¿Cuál será el impacto de la reducción de la capa freática y el acceso al agua en los manantiales y bofedales sobre la fauna y flora especifica que habita alrededor del salar de Uyuni?
Y tampoco existe transparencia en relación a los impactos sociales: ¿existió una consulta previa, libre e informada a todas las comunidades que serán directa e indirectamente afectados por este proyecto minero de litio? ¿cuál será el impacto en la actividad económica local de estas comunidades, por ejemplo, en la producción de quinua, en la ganadería y el turismo, una vez que se comience a bombear en grandes cantidades la salmuera y afectar la capa freática y el suministro de agua?
[1] La relación magnesio/litio se refiere a la “calidad de la salmuera”, ya que el magnesio se considera como una impureza en el proceso de obtención del litio. Así, mientras más concentración de magnesio en relación a cada parte de litio más impuro se considera la salmuera, y por lo mismo encarece la recuperación del litio.
[3] Anlauf, A. 2015. ¿Secar la tierra para sacar litio? Conflictos socio-ambientales en la minería del litio. En: ABC del litio Sudamericano. Soberanía, ambiente, tecnología e industria. Nacif, F. y Lacabana, M. (coord.), Universidad Nacional de Quilmes, 1ª ed., Buenos Aires, p. 172.
[5] En términos generales, se estima que debajo de 100mm/año de precipitación es insuficiente para recargar los acuíferos y generar escurrimiento superficial; mientras que con precipitaciones entre 100 y 200 mm/año la recarga de acuíferos subterráneos y el escurrimiento superficial es débil y ocasional. Véase: Molina, J. (2007). Agua y recursos hídricos en el sudoeste de Potosí. FOMADE/CGIAB, La Paz, p. 23.
[13] Empresa conformada por la australiana OROCOBRE (72.68%), la japonesa Toyota Tsucho (27.32%) y la minera estatal-provincial de Jujuy la JEMSE (8.5%) Véase: https://salesdejujuy.com/about-us/
Uno de los acuerdos de la Declaración de Ilo, donde participaron los presidentes de Perú y Bolivia, Martín Vizcarra y Evo Morales, fue la condena enérgica a la minería ilegal por el impacto negativo a nivel social, ambiental y de salud que genera en las poblaciones de ambos países, acordando realizar acciones conjuntas urgentes para combatirla en las cuencas de los ríos Suches y Madre de Dios, mediante la elaboración de Planes Binacionales de Gestión.
Sin embargo, el consejero por la provincia de Huancané, Germán Alejo Apaza, criticó el actuar de ambos gobiernos para solucionar la contaminación de las aguas del río Suches e incluso acusó al presidente de Bolivia, Evo Morales, de avalar la acción de los mineros de su país que operan en el hito 19 en el sector Las Perlas (frontera). Por esa razón consideró que el acuerdo binacional es lírico.
En otro momento, Alejo Apaza dijo que el pasado 21 de junio presentó el oficio Nro. 056 – 2019/GAA-CR dirigido a la ministra del Ambiente del Perú, Lucía Ruiz Ostoic, solicitando declarar en estado de emergencia la cuenca Suches con la finalidad de concretar proyectos de remediación ambiental y mitigar los impactos de la falta de agua para el consumo humano como para riego. Recordó que la contaminación del río Suches se da por más de 15 años, sin embargo existe inacción en diferentes sectores como el Proyecto Especial Binacional Lago Titicaca.
“No se invirtió ni un sol de la declaración de interés nacional y ejecución prioritaria (para) la recuperación ambiental en la cuenca del río Suches que está establecida bajo el Decreto de Urgencia N° 028 – 2011, además el informe de OEFA revela la degradación de recursos naturales la flora y fauna hay un atentado al medio ambiente”, concluyó indignado el fiscalizador del Consejo Regional de Puno.