Argentina

El tema minero vuelve a instalarse en Jacobacci

El interés de una empresa argentina en el Proyecto Calcatreu vuelve a poner sobre el tapete de la explotación de la minería de primera categoría en Jacobacci y la región.

Hace meses Pan American Silver Corp. anunció un acuerdo con Patagonia Gold Plc a través de Patagonia Gold S.A., por el cual adquirirá una participación del 100% en el proyecto COSE, localizado en la provincia de Santa Cruz. La transacción está valuada en 15 millones de dólares. A esto hay que agregar que Patagonia Gold recibió la opción exclusiva para comprar el proyecto de oro y plata Calcatreu por parte de Minera Aquiline Argentina S.A., subsidiaria de Pan American Silver Corp.

Calcatreu es un depósito epitermal de baja sulfidización con mineralización de oro y plata, situado a unos 60 kilómetros al sur de Jacobacci. Si se decide su explotación, su puesta en marcha demandaría un par de años para saber si realmente es factible.

Actualmente técnicos de Patagonia Gold, realizan distintos trabajos de exploración para evaluar la factibilidad del proyecto Calcatreu y definir la compra en octubre.

Ayer, el intendente de Jacobacci, Carlos Toro (UCR), afirmó que tanto el gobierno nacional, como la provincia y el municipio de Jacobacci han mantenido contactos con directivos de la empresa minera interesada en adquirir Calcatreu.

Atentos a lo que suceda

“Estamos al tanto de estas negociaciones y atentos a lo que puede suceder. El tema se vuelve a instalar y debemos tomar conciencia, prepararnos y estudiar para poder afrontar esta discusión que se nos va a venir pronto, con la mayor responsabilidad posible y los fundamentos más sólidos para poder decidir que es lo que queremos como comunidad”, dijo el jefe comunal.

La discusión que se dio entre el 2003 y el 2005 ante la posible explotación del Proyecto Calcatreu, dividió a la comunidad jacobaccina, que tuvo su final con la aprobación en la Legislatura de Río Negro de la denominada “ley anti cianuro”. Esta ley fue derogada en 2011 cuando Carlos Soria asumió la gobernación de la provincia y el tema vuelve a instalarse en las calles jacobaccinas y en la región.

En este sentido, Toro adelantó que si bien hay una necesidad de trabajo muy importante en Jacobacci que puede cubrirse con la actividad minera, el municipio no se va a expedir hasta tanto el tema sea debatido en profundidad.

“Así como el ferrocarril, en su momento y ahora la ruta 23 han generado un impacto al medio ambiente con el desmonte y la voladura de los cerros, la minería también lo produce. Hoy se está confeccionando la nueva Carta Orgánica y este es un tema que nuestros convencionales incluirán con todos los elementos técnicos que sean necesarios”, agregó.

Recalcó que de tomar una postura afirmativa debe existir un acuerdo comunitario y se deben tener las garantías de que la explotación se realizará con una tecnología que genere el menor impacto posible sobre el medio ambiente.

La comunidad de Jacobacci virtualmente se dividió entre 2003 y 2005, cuando surgió la posibilidad de explotación del proyecto Calcatreu.
Fuente:http://www.rionegro.com.ar/sociedad/el-tema-minero-vuelve-a-instalarse-en-jacobacci-EN3096314
Argentina

Minería: un acuerdo de espaldas a la sociedad

Son notorias y muy alarmantes las modificaciones que introduce el reciente Acuerdo Federal Minero firmado entre el Presidente de la Nación y 14 gobernadores. Detrás de una fachada discursiva que propone una mejor gestión del ambiente, este acuerdo en realidad dispone todo lo contrario. El mismo busca consolidar un modelo minero netamente extractivista, ideado en la década de los noventa, a expensas de la Naturaleza, los territorios y los derechos de las comunidades locales.

Hace tiempo que la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), conformada por las grandes transnacionales del sector, viene realizando un poderoso lobby que, por un lado, apunta a profundizar el generoso marco jurídico y económico que beneficia la actividad; por otro lado, desconoce y pasa por encima de la normativa ambiental provincial y nacional, gestada en la última década al calor de las luchas socioambientales. En efecto, este Acuerdo tiene la tarea de atacar los escollos que, desde la óptica de la CAEM, vienen a “ensombrecer” el despliegue de la actividad.

Así, ante la evidente ausencia de Licencia social (siete provincias sancionaron leyes que prohíben la actividad, como consecuencia de las movilizaciones populares), el acuerdo obliga a incorporar propaganda minera en la currícula de las escuelas primarias, secundarias y terciarios. En otras palabras, los departamentos de marketing de las grandes empresas mineras tendrán el ingreso asegurado a las escuelas públicas de todo el país.

El Acuerdo desconoce también la vigencia de la Ley Nacional de Glaciares pues pretender autorizar la actividad en zonas prohibidas, con supuestos “cuidados ambientales”. Esto constituye una grosera violación de la ley que es clara y contundente al respecto; esto es, no permite bajo ninguna modalidad la explotación minera en glaciares y zona periglaciar.

Además de consolidar el tope de regalías provinciales del 3%, impuesto en los ´90, el acuerdo arremete contra las empresas provinciales mineras, cuyo objetivo era capturar algo más de renta, un punto que la CAEM venía cuestionando hace tiempo. El Acuerdo prácticamente aniquila la posibilidad de creación de este tipo de empresas públicas. Por último, el Acuerdo se arroga el derecho de definir “la participación ciudadana”, ítem que está lejos de ser precisado. No se menciona la consulta previa, libre e informada a pueblos indígenas (una normativa internacional incluida en la Constitución nacional y constituciones provinciales), como tampoco aquellos dispositivos constitucionales ligados a la democracia participativa, que exigen numerosas comunidades locales.

Que la realidad es más controversial y compleja que los discursos engañosos del lobby minero lo demuestra el hecho de que, a diferencia del Acuerdo de 1993, firmado por todas las provincias, éste sólo es suscripto por 14, con la ausencia de importantes jurisdicciones como Chubut, La Rioja o San Luis. Recordemos que fue en Esquel (Chubut) donde nació la lucha contra la megaminería en Argentina a principios de siglo XXI, que luego se propagó a otras provincias y en 2012 tuvo en el levantamiento de Famatina (La Rioja) una de sus expresiones más emblemáticas. Graves accidentes como los de la Barrick Gold en la mina Veladero (antes considerada como “el modelo”, impulsado por la provincia de San Juan), pusieron en evidencia el carácter insustentable de este tipo de minería.

Por otro lado, hay que preguntarse qué posición adoptarán Mendoza y Córdoba, dos provincias que cuentan con comunidades académicas concientizadas e importantes movimientos socioambientales, y donde las leyes de prohibición de la megaminería fueron reconfirmadas por los respectivos Tribunales Superiores de Justicia, después de un largo período de judicialización, promovido por sectores promineros.

En suma, dicho Acuerdo no solo se firma sin participación alguna de la sociedad civil. Pretende además instalarse en la realidad de las provincias como si éstas fueran territorios ausentes de conflictos y no existieran normativas que prohíben ciertas actividades extractivas en pos del cuidado del ambiente. La lupa está puesta ahora en el Congreso Nacional y las legislaturas provinciales, quienes tienen la potestad de rechazar legislativamente dicho Acuerdo.

Maristella Svampa es socióloga. Enrique Viale es presidente de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.

Fuente:https://www.clarin.com/opinion/mineria-acuerdo-espaldas-sociedad_0_ryv6iir4W.html

Argentina

Postextractivismos en Argentina: la nueva frontera de las alternativas al desarrollo

Argentina comprende casi todos los extractivismos: minero, petrolero, agrícola y pesquero. Aquí algunas ideas preliminares sobre una transición postextractivista señalando algunos abordajes posibles.

En Argentina es evidente el protagonismo de los llamados extractivismos, como la minería o los monocultivos, que se nutren de una apropiación intensa y voluminosa de recursos naturales para exportarlos a mercados globales. A pesar que mucho creen que esa problemática es ajena al país, la realidad es muy distinta. Es que Argentina es uno de esos casos particulares donde están presentes casi todos sus tipos: minero, petrolero, agrícola y pesquero.

Ese tipo de estrategias generan, desde un lado, una fuerte subordinación a la globalización y, desde el otro, una catarata de impactos negativos en la sociedad y el ambiente que superan largamente cualquier beneficio económico[1].

Si bien desde hace décadas se ha cuestionado la primarización en las exportaciones o la subordinación a los mercados internacionales, ahora se cuenta con mejores marcos conceptuales para entender que esos y otros problemas se derivan de los extractivismos.

Ante esta situación es indispensable buscar alternativas para salir de esa dependencia. Esas exploraciones, englobadas bajo el término “postextractivismo”, despegaron inicialmente en varios países andinos. Allí no bastó ni denunciar los impactos ni las movilizaciones ciudadanas, y se volvió necesario presentar alternativas posibles y comprensibles que pudieran reemplazar esos proyectos extractivos.

Argentina está entrando a ese tipo de discusiones. Las críticas y resistencias no bastan, ya que inmediatamente surgen reclamos tales como que sin minería no habría desarrollo, o bien, sin la soja colapsaría la economía nacional. Pero además, el postextractivismo obliga a reflexiones políticas claves, tales como hasta qué punto es una alternativa pasar de una minería transnacionalizada a una estatal.

El presente artículo comparte algunas ideas preliminares sobre una transición postextractivista en Argentina. No se pretende abordar todas sus facetas, sino apenas señalar algunos abordajes posibles. A su vez, estas son ideas que se nutren de las discusiones en marcha en los países vecinos.

Fuente:http://laizquierdadiario.com/Postextractivismos-en-Argentina-la-nueva-frontera-de-las-alternativas-al-desarrollo

Argentina

En General Alvear inauguraron un monumento a la ley 7.722 contra la megaminería

Un monumento para recordar los diez años de la Ley 7722 en contra de la minería contaminante, por la que luchó todo el pueblo junto a decenas de otras ciudades mendocinas, fue inaugurado ayer en la intersección de la Ruta Nacional 188 y callejón Echeverría, en el departamento de General Alvear. Las manos gélidas, las caras cansadas, de pie, estoicos en medio de las rutas, con los oídos pegados a las radios portátiles y las banderas argentinas atadas al cuello. No se trataba de un mundial de fútbol, del otro lado no había relatores deportivos sino cronistas que confirmaban la aprobación de la Ley 7722 en la Legislatura mendocina.

Diez años después el departamento sureño recordó aquella conquista colectiva en defensa del agua con la inauguración de un monumento a la ley. Fue un 20 de junio de 2007, la angustia y la tensión dieron paso a la euforia, se liberaron los cortes de rutas y miles de alvearenses se dirigieron en caravana a la plaza Carlos María de Alvear.

La obra estuvo a cargo del artista Marcos Salcedo. “Es un monumento hecho en equipo junto a mi hijo que es arquitecto, quien ayudó en la forma y a Carlos Cisterna un joven metalúrgico que hizo un gran trabajo”, resaltó el artista.

El monumento a la defensa del agua está representado por una gota que cae del cielo y que es sostenida por hombres y mujeres. “Los dos más grandes representan a los hombres que hicieron de este oasis un vergel, después están los padres jóvenes de hoy, también hay dos figuras con los hijos y dos madres embarazadas. Es la familia de Alvear que está defendiendo el agua. Esta hecho en chapa, hierro, luces y coloreado a base de patina con ácido”, explicó Salcedo en la presentación del monumento.

Uno de los momentos más emotivos estuvo signado por la palabra de Adolfo Nieto, uno de los bastiones en aquel 2007 y representante de la multisectorial. “Pensar en la ley 7722 implica volver a julio de 2006 cuando un grupo de vecinos de Punta del Agua comenzaban a alertarnos sobre varios emprendimientos mineros en los faldeos del Cerro el Nevado”, contó.

Mientras se le iba quebrando la voz Adolfo seguía con la crónica de aquellos días, “el 6 de junio de 2007 en la Legislatura de Mendoza se vivió un desenlace inimaginado, con los barras bravas golpeando a los alvearenses que estaban presentes. El pueblo de cabildo abierto en la plaza departamental, se acababa el diálogo y había que cortar las rutas. Fueron 14 días difíciles, duros, de intenso frío pero que marcaron la historia de General Alvear, ya nada fue igual  para todo el poderoso norte de la provincia. Desde allí Alvear pasó a ser un fuerte referente de la defensa del agua, el ambiente y la agricultura a nivel provincial y nacional”.

Adolfo Nieto tuvo tiempo para referirse al pacto minero recientemente lanzado, “Entre los puntos a tener en cuenta del pacto minero hay que resaltar la posible afectación de la ley de glaciares ya que se proponen aumentar los controles en la zona de glaciares y periglaciares cuando esta prohibido, vemos con preocupación la introducción de la minería como actividad beneficiosa en la currícula escolar buscando una licencia social que no tienen. Es por esto que desde la multisectorial iniciaremos líneas de acción desde diferentes frentes de manera prudente y consensuada como siempre hemos hecho”.

Las páginas de la historia recordarán los miles de hombres y mujeres que salieron a luchar por el agua, que es uno de los nombres del futuro. La ley 7722 será de ahora en adelante la medida de la dignidad de todo un pueblo, en tanto y en cuanto sepan defenderla de aquellos, que agazapados, aguardan un momento de distracción.

Fuente:http://noalamina.org/argentina/mendoza/item/36580-en-general-alvear-inauguraron-un-monumento-a-la-ley-7-722-contra-la-megamineria

Argentina

Tensión y conflicto por el acceso al agua en el oeste pampeano. El caso del río Atuel

El oeste pampeano se localiza dentro de la diagonal árida sudamericana. Esta extensa región se caracteriza por las escasas lluvias y, por ende, escasa disponibilidad de agua superficial y subterránea. Sin embargo, comparte la parte final de la subcuenca del río Atuel que, a su vez, integra la cuenca del río Desaguadero. Históricamente este curso de agua ingresaba en el noroeste provincial formando un extenso humedal conocido como “Bañados del Atuel” y uniéndose luego al río Salado. La presencia de estos cursos de agua contribuyó en épocas prehistóricas y prehispánicas a mantener una presencia humana que interactuaba con un medio semiárido provisto de un oasis natural. Sin embargo, esta situación se modificó durante el siglo XX por la disminución drástica del caudal del río Atuel como consecuencia de los desvíos clandestinos en la vecina provincia de Mendoza y en 1947 con la construcción de la represa El Nihuil. El resultado fue la agudización de la desertificación, alteración medioambiental y pérdida de población en una zona donde se estaban dando los primeros pasos de asentamiento bajo la nueva etapa territoriana.

El oeste pampeano se localiza dentro de lo que se conoce como diagonal árida sudamericana (Bruniard, 1982). Esta extensa región se caracteriza por las escasas lluvias y, por ende, escasa disponibilidad de agua tanto superficial como subterránea. Sin embargo, comparte la parte final de la subcuenca del río Atuel que, a su vez, integra la cuenca del río Desaguadero. Históricamente este curso de agua ingresaba en el noroeste provincial a través de cinco brazos formando un extenso humedal conocido como “Bañados del Atuel” y uniéndose luego al río Salado. La presencia de estos cursos de agua contribuyó en épocas tanto prehistóricas como prehispánicas a mantener una presencia humana que interactuaba con un medio semiárido provisto de un oasis natural.

Sin embargo, esta situación se modificó durante el siglo XX por la disminución drástica del caudal del río Atuel como consecuencia de los desvíos clandestinos en la vecina provincia de Mendoza y en 1947 con la construcción de la represa El Nihuil. El resultado fue la agudización de la desertificación, alteración medioambiental y pérdida de población en una zona donde se estaban dando los primeros pasos de asentamiento bajo la nueva etapa territoriana.

En el siglo XIX en la etapa colonial independentista se constituyeron las primeras catorce provincias de lo que sería el núcleo del futuro Estado argentino, dentro de estas se conformó la provincia de Mendoza cuya producción, por distancias ante todo, se orientaba hacia el mercado trasandino. A fines de dicho siglo el avance del Estado ya constituido hacia territorios hasta entonces ocupados por poblaciones originarias, se efectivizó con la denominada campaña al “desierto” de Roca. Estos nuevos territorios una vez incorporados al modelo productivo agroexportador, no fueron incluidos íntegramente en la vida política, quedaron, por lo tanto, bajo la figura de territorios nacionales con la tutela directa del ejecutivo nacional. El Territorio Nacional de La Pampa Central es uno de los que se creó en esta etapa. Junto con los otros territorios nacionales fueron declarados como provincias en el año 1951.

Esta condición política de disparidad entre estas dos jurisdicciones vecinas, Mendoza y La Pampa, contribuyó a alentar un uso diferencial del río originando tensiones en diversos momentos y desembocando en un conflicto que involucra a diversos actores, además de los pobladores y perjudicados directos por el mal manejo del agua, como son también los sectores políticos, empresarios y profesionales, dentro de este último se pueden incluir a los docentes y su tarea concientizadora respecto al cuidado del agua.

La propuesta con este trabajo es aportar al análisis cronológico de estas tensiones y el conflicto, exponer que actores se ven involucrados en cada situación y cuáles son sus demandas a través del tiempo. Además analizar qué representaciones se han ido conformando en esta lucha en torno al territorio hidro-social compartido.

El marco teórico desde el que se trabaja se corresponde con la ecología política del agua, se toman los conceptos de ciclo hidro-social y territorio hidro-social para estructurar el análisis en torno a los juegos de poder para acceder y controlar los usos del agua en espacios semiáridos. Por otra parte se consideran los aportes desde la antropología con el concepto de lugar y su significación en las luchas de las comunidades por la preservación de sus espacios.

La metodología que se utiliza comprende el uso de datos cualitativos como lectura y análisis de fuentes oficiales consultadas en archivos provinciales y repositorios digitalizados, además de consulta puntual de artículos de prensa también en versión digital y la interpretación de mapas. En cuanto a los datos cuantitativos, se utilizan estadísticas de población que permiten realizar un seguimiento de las fluctuaciones en el oeste pampeano a lo largo del siglo XX.

La ecología política es una línea de investigación que aporta una perspectiva crítica-constructiva en el análisis de conflictos de poder en torno a los bienes naturales. Diversas miradas se han desarrollado al interior de este campo dando origen a interesantes aportes muchos de ellos desde el hemisferio sur, los cuales muestran la otra cara y alternativas de estudio y solución de los problemas socio-ambientales. Dentro de este esquema se está construyendo lo que se puede llamar el sub-campo de la ecología política del agua. El agua indispensable para la vida ya no puede ser considerada solo como un recurso natural, es necesario comprender que es un bien común y como tal debe ser utilizada concientemente.

Históricamente se han sucedido conflictos en torno a fuentes de aguas diversas y, sobre todo, en zonas áridas. En el contexto de avance capitalista en lo que se puede llamar su fase neo-extractivista, la disponibilidad de agua dulce se encuentra amenazada por los usos indiscriminados en monocultivos, megaminería y extracción de hidrocarburos. Su circulación en la naturaleza ya no se concibe desde el ciclo del agua, sino que se incorpora la acción que la sociedad produce en este. En tal sentido se habla de ciclo hidro-social. La distribución del agua no es equitativa y está mediada por tensiones y relaciones de poder que involucran a distintos actores y a sus diversas representaciones del agua (Swyngedouw, 2009; Boelens, 2015).

En relación con ello se trabaja con el concepto de territorio hidro-social (Boelens, et. al., 2016). Es en el territorio que se producen y conjugan las experiencias culturales, económicas, sociales, políticas y medio ambientales y donde, justamente, se ponen en juego las representaciones e imaginarios del agua y donde se enmarcan los conflictos. Estas conceptualizaciones evidencian la complejidad en el acceso al agua, donde no solo esta acción se reduce a la gestión o realización de obras. Implica también la comprensión de un universo socio-ambiental particular en cada lugar y que supone estrategias de lucha.

El caso de la disputa por el río Atuel en el oeste pampeano, se enmarca en la lucha por el acceso al agua en poblaciones desfavorecidas tanto social como geográficamente. En esta situación tanto la provincia de Mendoza como La Pampa se ubican dentro de la diagonal árida, pero ambas tienen trayectorias políticas, sociales y económicas diferentes como quedó expuesto anteriormente. Hasta la constitución del estado nacional esta región conto con ocupación humana. En la zona del centro oeste de la provincia de La Pampa, los registros arqueológicos indican la presencia humana desde hace unos 5000 años antes del presente. En la etapa hispánica y colonial cuando aún los bañados del Atuel estaban activos, en la zona cercana a la localidad de Santa Isabel hay indicios de ocupación del espacio en el sitio Vallejo (Austral, 1971). La ocupación criolla de Mendoza y el desarrollo de actividades económicas impulso a algunos exploradores a buscar algunas alternativas para llegar al Atlántico, tanto es así que en 1833 en la expedición de Félix Aldao al “desierto”, el coronel Garretón afirmaba que el río Diamante se unía al Colorado y se suponía que aquél era navegable en verano durante las crecidas, por fragatas (Difrieri, 1980).

Sin embargo, la lectura y análisis de las fuentes trabajadas hasta el momento, llevan a suponer que la constitución del Estado nacional a fines del siglo XIX y la imposición de una lógica económica orientada a mercados externos tendió a la creación de asimetrías espaciales fuertes encubiertas bajo la consolidación de las provincias y la creación de los territorios nacionales. Por un lado Mendoza con una producción que a fines de dicho siglo se orientó a la vitivinicultura (Jorba, 2000) y, por ende, con altas demandas de agua junto a la consolidación del oasis de San Rafael-General Alvear, mientras que al sur la fundación de colonias y el asentamiento de población se vio dificultado por la falta de continuidad de las políticas y apoyo del ejecutivo nacional.

Las fuentes oficiales como cartas de pobladores elevadas a los gobernadores territorianos con sus reclamos por la merma del caudal del Atuel, junto a las estadísticas de población permiten observar los puntos de tensión que se han producido a lo largo del siglo XX. También del cruce de diversas fuentes tanto oficiales como estudios socio-históricos y geográficos pampeanos, ayudan a establecer el periodo en que se desencadena el conflicto y las tensiones posteriores que contribuyen a la no resolución de aquel. A continuación se describen tanto las tensiones como el conflicto.

En este trabajo las tensiones sociales son conceptualizadas como las situaciones previas al conflicto que hacen evidente las fricciones que luego se traducirán en juegos de poder durante el conflicto entre los distintos actores involucrados. Los actores del oeste pampeano históricamente afectados por el corte del río Atuel son, en primer término, los puesteros y luego los habitantes de las localidades del área de estudio: Santa Isabel y Algarrobo del Águila. Este actor se caracteriza por una tenencia precaria-irregular de la tierra, la crianza de caprinos complementada con trabajos temporales en el medio urbano, su vida doméstica gira en torno al “puesto” donde además se suelen realizar actividades artesanales.

En segundo término interviene el gobierno con los representantes a nivel provincial, es decir, los sucesivos gobernadores y los legisladores que han tomado partido por las demandas del oeste. Aquí se ponen en consonancia dos lógicas: por un lado las del poblador que, en muchos casos, es descendiente de los pueblos originarios y ha trabado una relación con el entorno semiárido basada en la subsistencia donde es esencial la existencia del río. Por otro el sector político que interviene como mediador y vocero en las demandas por el río con un discurso que se apoya en la visión de impulsar el desarrollo y crecimiento. Por último la organización de asambleas y organizaciones civiles que luchan por el retorno del río además de impulsar acciones de concientización sobre la preservación del agua. En este caso las asambleas que se formaron en las últimas décadas del siglo pasado, han sido el motor de la movilización socio-ambiental pampeana por el agua.

La cronología de las tensiones previas al conflicto se inicia en la década del treinta, precisamente en el año 1937 con el reclamo que presentaron los pobladores de la zona rural de Santa Isabel al gobernador Duval. El disparador del reclamo fue el desvió aguas arriba, en territorio mendocino, de un brazo del Atuel para regar tierras particulares de un poblador de aquel lugar. Este poblador realizó un tapón que interrumpió el flujo de agua, se lo conoció como “Tapón de Ugalde”. Ante la demanda intervino el ingeniero Balbi enviado desde Irrigación de Nación, quién pone en evidencia en su informe el retroceso que comienza a sufrir la zona de los bañados del Atuel y los usos legales e ilegales por parte de particulares, que hace la provincia de Mendoza.

En la década siguiente, en 1947 se construyó la represa del Nihuil luego de estudios realizados en años previos sobre su factibilidad. Su construcción se hizo sobre el cauce del Atuel en Mendoza. El embalse de las aguas interrumpió los ciclos de crecidas y alimentación de los bañados en el oeste pampeano, como así también, la unión con el río Salado. Como consecuencia se afectó negativamente el lento crecimiento poblacional y productivo que tenían las localidades de Santa Isabel y Algarrobo del Águila totalmente dependientes del medio rural. Se produjo un éxodo de población en los años siguientes tanto hacia el este, a ciudades como Santa Rosa y General Acha, como hacia el sur mendocino, a las localidades de General Alvear y San Rafael. En este sentido los registros censales provinciales muestran para el departamento Chalileo (cabecera Santa Isabel) los siguientes números sumando población urbana y rural: en la década de 1920, 1750; en 1935 los habitantes eran 1888, en 1942 era 2102; en 1947 2420, hacia 1964 se aprecia la disminución con 2048 y en 1980 el total eran 1729 habitantes. En el departamento vecino, Chicalcó sucede algo parecido con 769 en 1920; 1198 en 1935; 1037 en 1942; en 1947 la población total era de 1189, en 1960 era de 1105; en 1964 se mantuvo estable con 1211 habitantes y en 1980 con 1199. Acá se puede ver un estancamiento, no hubo un crecimiento (Difrieri, 1981). Las cifras están desprovistas de mayor información que permita hacer más profundo el análisis, queda para otra etapa de la investigación consultar otras estadísticas para realizar cruces que permitan obtener más información.

El año 1947 se puede establecer como punto de conflicto. El corte total del río originó el empobrecimiento de una amplia región de delicado equilibrio ecológico y social, por la escasa población. El reclamo en este momento llega al presidente Perón por el envío de una carta de un poblador de Santa Isabel que plantea la situación desoladora que se presentaba en la zona. Posteriormente en el año 1951 se concreta la provincialización, ello dio el marco para encauzar los reclamos por el rio ante el Estado nacional y Mendoza. En esos años se inicia una política del agua junto al aprovechamiento del río Colorado con la construcción del dique Casa de Piedra.

Las tensiones que se dieron estuvieron asociadas al conflicto, revisten la importancia de los reclamos, la recolección de testimonios de habitantes del oeste que buscaron el modo de resistir la pobreza y la pérdida de sus actividades económicas. En la década de 1970 el gobierno provincial presenta ante nación la demanda a Mendoza por el río. Esta se respaldó en un completo estudio de la cuenca del Desaguadero y en una investigación histórica de la existencia del río en territorio pampeano.

La resolución se produjo en 1987 cuando la Corte Suprema de Justicia proclamo la interprovincialidad del río y obligaba a Mendoza a realizar sueltas periódicas de agua para brindar agua al oeste pampeano. La vecina provincia nunca reconoció este fallo amparándose en que el río nunca fue compartido con La Pampa. En defensa de su postura esgrimió diversos fundamentos pero, sobre todo, una representación del agua y el territorio que se articuló en torno a la idea de que La Pampa nunca hizo un uso productivo del río si en algún momento lo tuvo, ni tampoco propone un uso a futuro si dispusiera de esas aguas.

Aquí se inició otro ciclo de tensiones que se fue contextualizando con las resistencias y movilizaciones socio-ambientales que adquieren notoriedad en el nuevo siglo ante el avance de nuevas prácticas extractivas sobre territorios hasta entonces marginales. Paralelamente hay una mayor concientización social sobre la importancia de conservar y hacer un uso adecuado de bienes comunes como el suelo y el agua. En este marco deben comprenderse estas nuevas tensiones cuyo puntos culmines se dan en el año 2008, 2011 y en el 2016. Estas tensiones se originan en estos casos por los intentos de los distintos poderes políticos de lograr una solución al conflicto. En el año 2008 la presidenta Fernández de Kirchner firmó un convenio para que se realicen las obras de infraestructura hidráulica que permitan el retorno del río a La Pampa. Este convenio fue ratificado por La Pampa no así por Mendoza. En el año 2011 el caso fue presentado ante el Tribunal Latinoamericano del Agua, luego de la visita a la zona de los bañados del Atuel y la pérdida de este valioso ecosistema, dicho ente llevó adelante un fallo moral no vinculante pero que sentó un antecedente y visualizó a nivel internacional la situación de daño ambiental. En tanto en el año 2016 la ONU se proclamó por la necesidad de llegar a un acuerdo y que el Estado nacional garantice que el río sea compartido por ambas provincias. Esta postura generó nuevas resistencias por parte de Mendoza.

Estas últimas tensiones estuvieron acompañadas de acciones por las organizaciones sociales y asambleas como fueron los “botellazos” tanto en Buenos Aires en la Casa de La Pampa, por cortes de rutas en la ruta nacional 143 en cercanías de Santa Isabel, como así también distintas intervenciones artísticas en Santa Rosa y las localidades involucradas. Junto al reclamo político se ha construido un reclamo desde el campo cultural, muestra de ello es “El cancionero de los ríos” que recoge letras de canciones vinculadas al río y al agua, donde el relato hace referencia directa al lugar y universo en el que viven los habitantes del oeste. Se pone en evidencia la representación del agua como líquido vital para la existencia, con sus significados en el pasado, el dolor de la pérdida del lugar por el éxodo y el futuro incierto ante una demanda que tiene más de cincuenta años y no es escuchada ni aparenta tener resolución a corto plazo.

Los resultados de este primer análisis de las fuentes para establecer una cronología de tensiones y definición del momento de conflicto, se pueden exponer en tres etapas: primero las tensiones que indican los primeros indicios de alarma ante la disminución del caudal; una segunda etapa donde se produce el conflicto con el corte total del río con la construcción de la represa del Nihuil;  por último, una tercera etapa en la que se mantiene el conflicto hasta la actualidad, sumándose momentos de tensión que se generan cuando desde el ámbito gubernamental se plantean demandas por vía judicial o la intervención de otras esferas de decisión que exceden a las provincias como el ejecutivo nacional u organismos internacionales (como el Tribunal Latinoamericano del Agua y la ONU).

Este análisis permite un acercamiento a los actores. Por un lado los puesteros y habitantes de las localidades del oeste con una representación del agua ligada a la subsistencia y, por otro lado, el gobierno provincial que se presenta como parte demandante en las distintas instancias judiciales ante Mendoza y el estado nacional. En este caso el río representa el recurso negado en el contexto de una desigualdad jurídica.

La elaboración de esta cronología aporta elementos para el estudio del ciclo hidro-social que se fue conformando en el siglo XX donde el ciclo de una cuenca hídrica fue alterado bajo un nuevo modelo de producción (vitivinicultura y producción de energía) que acentuó la aridez en el oeste pampeano como así también su carácter de zona de zona marginal.

Bibliografía.

Austral, A., “El yacimiento arqueológico de Vallejo, NO de la provincia de La Pampa. Contribución a la sistematización de la prehistoria y la arqueología de la región pampeana”, en: Relaciones, N° 5, 1971.

Boelens, R.; Hooesteger, J; Swyngedouw, E; Vos, J. y Wester, P., “Hydrosocial territories: a political ecology perspective” en: Water International. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1080/02508060.2016.1134898 [Consultado: 01 de agosto de 2016].

Bruniard, A., “La diagonal árida argentina: un cambio climático real”, en: Revista Geográfica, N° 95, 1982.

Difrieri, H., Historia del río Atuel, Buenos Aires, UBA, 1980.

————– Evolución del poblamiento del área de influencia del Atuel en territorio de la provincia de La Pampa, Santa Rosa, Gobierno de La Pampa, Administración Provincial del Agua (A.P.A.), 1981.

Jorba, R., “Cambios tecnológicos y trasformaciones económico-espaciales en la vitivinicultura de la provincia de Mendoza (Argentina), 1870-2000”, en: Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Barcelona, 83, N°69, 2000.

Swyngedouw, E., “The political economy and political ecology of the hydro-social cycle”, en: Journal of Contemporary Water  Research & Education, Manchester, N° 142, 2009.

AlejandraGeraldi  y Patricia Rosell se desempeñan en la Universidad Nacional del Sur UNS.

 

Argentina

Minera La Alumbrera termina la explotación a cielo abierto y seguirá subterránea

El plan de vida de la compañía llegaba hasta 2018, pero al final se adelantó. Continuarán operando con actividades subterráneas bajo el nombre del proyecto “Agua Rica”. Se vienen las indemenizaciones a más de un millar de trabajadores; los reclamos por el dasastrozo desempeño ambiental tienen sentencia en la Cámara de Apelaciones de Tucumán y continúan otras causas afines. La pobalción de Andalgalá rechaza la actividad minera luego de su penosa experiencia con mina La Alumbrera.

La empresa usa un promedio de 2,7 millones de litros de agua por segundo.

La minera Bajo La Alumbrera define esta semana el cierre  de la actividad a cielo abierto.  Continuarán actividades subterráneas bajo el nombre del proyecto “Agua Rica”.

El plan de vida de la compañía llegaba hasta 2018, pero el año pasado ya se había anticipado que se adelantaría el cierre para mediados de 2017. Según pudo saber eltucumano.com, entre hoy y mañana se definirá la fecha precisa de cierre, que no se extendería más de una semana.

El adelanto del cierre se debe a que bajó la rentabilidad de la empresa.  “Una baja notable en el precio de los commodities que afecta sensiblemente a los productores de cobre”, había publicado el diario El Ancasti, en 2015, cuando se anunció por primera vez la nueva fecha de cierre.

Está previsto un pago de indemnización a los 1.900 empleados, que en total, ronda los 2.000 millones de pesos.

Cuando la explotación se detenga, la compañía deberá cubrir el área afectada con  una capa de material “benigno” y se las “revegetará con especies nativas”. “El objetivo es que los desechos no entren en contacto con el agua y el aire, para evitar la contaminación”, según había publicado el diario La Nación.

En marzo, la Cámara Federal de Tucumán falló contra La Alumbrera por un juicio que empezó hace 10 años. Los jueces dictaminaron que la minera apostada en Catamarca deberá pagar la suma de $5 millones por daño material y moral. Además deberá sanear el medio ambiente.

“Es muy factible que siga operando desde 2019 de manera subterránea, a un 20 ó 30%”, comentó una fuente cercana la compañía. “Están por comprar revestimientos de molino, que duran un año, en junio de 2017.”

La minera en números:

-En la explotación ocupa 1400 hectáreas de Sierras del Aconquija, Catamarca.

-Se trata de un socavón de 500 metros de profundidad por 1700 de diámetro.

-La empresa usa un promedio de 2,7 millones de litros de agua por segundo que extrae del acuífero catamarqueño Campo del Arenal.

-A diario, extrajo 300.000 toneladas de material estéril, de los que obtiene 100.000 de minerales.

La minera Bajo La Alumbrera definió para esta semana el cierre de su actividad a cielo abierto realizada en Catamarca desde 1997.

El plan de vida de la compañía llegaba hasta 2018, pero el año pasado ya se había anticipado que se adelantaría el cierre para mediados de 2017. Según informó eltucumano.com, entre este jueves y viernes, se definirá la fecha precisa de cierre, que no se extendería más de una semana.

El adelanto del cierre se debe a que bajó la rentabilidad de la empresa.  “Una baja notable en el precio de los commodities que afecta sensiblemente a los productores de cobre”, había publicado el diario El Ancasti, en 2015, cuando se anunció por primera vez la nueva fecha de cierre.

Recién a partir del efectivo cierre de las instalaciones se podrá medir el impacto ambiental. A pesar de este final, la empresa continuará con actividades subterráneas bajo el nombre del proyecto “Agua Rica”. Está previsto un pago de indemnización a los 1.900 empleados, que en total, ronda los 2.000 millones de pesos.

Cuando la explotación se detenga, la compañía deberá cubrir el área afectada con una capa de material “benigno” y se las “revegetará con especies nativas”. “El objetivo es que los desechos no entren en contacto con el agua y el aire, para evitar la contaminación”, según había publicado el diario La Nación.

 

En marzo, la Cámara Federal de Tucumán falló contra La Alumbrera por un juicio que empezó hace 10 años. Los jueces dictaminaron que la minera apostada en Catamarca deberá pagar la suma de $5 millones por daño material y moral. Además deberá sanear el medio ambiente.

 

“Es muy factible que siga operando desde 2019 de manera subterránea, a un 20 ó 30%”, comentó una fuente cercana la compañía. “Están por comprar revestimientos de molino, que duran un año, en junio de 2017.”

Fuente:http://noalamina.org/argentina/catamarca/item/36574-minera-la-alumbrera-termina-la-explotacion-a-cielo-abierto-y-seguira-subterranea

Argentina

Fallo contra mapuches, a favor de la minería

La Justicia falló –en primera instancia- a favor del Estado neuquino y contra una demanda de la comunidad mapuche Mellao Morales, en relación a la legalidad del proceso de explotación minera de cobre en Campana Mahuida, en cercanías de Loncopué.

La jueza María Eugenia Grimau rechazó la demanda iniciada por la comunidad mapuche contra la empresa Corporación Minera del Neuquén SEP (Comine), por el contrato firmado en 2007 con la empresa Emprendimientos Mineros S.A. que otorga  derechos de propiedad sobre el yacimiento de cobre Campana Mahuida, en Loncopué.

En la causa denominada “comunidad mapuche Mellao Morales c/ Cormine SEP s/ acción de nulidad”, expediente N° 381249/2008, tramitada ante el Juzgado Civil N° 4 de Neuquén, los demandantes pidieron la nulidad del contrato por entender que no se realizó consulta previa y se violó el convenio OIT 169; que no se realizó licitación pública; que la propiedad se vendió por precio vil; y que la venta implica la posibilidad de un privado de comprar tierra comunitaria.

La Fiscalía de Estado y Cormine alegaron que la concesión minera es anterior a la entrada en vigencia del Convenio 169, ya que la concesión se otorgó en 1991 y el convenio rige desde 2001; y que el contrato no implica una nueva concesión sino el cambio de titular de una ya existente. También indicó que se trata de un contrato entre empresas privadas por lo tanto no requiere licitación pública, y que no autoriza la compra de tierras comunitarias ni la explotación de las minas.

El viernes, la jueza Grimau emitió sentencia a favor del Estado provincial al argumentar que la Dirección Provincial de Minería concedió el derecho minero sobre Campana Mahuida a Cormine antes de la vigencia del Convenio 169, y que esa concesión nuca fue objetada por la comunidad mapuche.

También consideró que Cormine se rige por las leyes de las sociedades anónimas, aunque el paquete accionario sea propiedad del Estado, por lo tanto, los contratos y actos que realiza se rigen por el derecho privado y no por el derecho administrativo.

A su vez, la jueza indicó que ninguna de las partes solicitó o intentó la compra de tierras comunitarias o la constitución de servidumbres sobre ella.

Además, Grimau aclaró que las leyes argentinas no prohíben actividades mineras dentro de comunidades de pueblos originarios, sino que se requiere una consulta previa a su autorización.

Consideró que el Convenio 169 de la OIT no es aplicable dado que está previsto para los casos de políticas públicas respecto de recursos naturales y no para contratos entre privados, y que no existió desde el Estado ninguna autorización para explorar o explotar recursos dentro de la comunidad.

“Si la actora (comunidad) no cuestionó el derecho que la autoridad minera dio a Cormine, mal podría objetar el negocio jurídico que esa sociedad acordó con otra sociedad comercial”, explicó la magistrada en su fallo.

Fuente:http://www.diariamenteneuquen.com.ar/V3.0/2017/06/26/fallo-contra-mapuches-a-favor-de-la-mineria/

 

 

Argentina

Un monumento en Alvear a 10 años de la histórica ley 7.722 contra la megaminería

Un monumento para recordar los diez años de la Ley 7722 en contra de la minería contaminante, por la que luchó todo el pueblo, fue inaugurado ayer en la intersección de la Ruta Nacional 188 y callejón Echeverría, en el departamento de General Alvear. Las manos gélidas, las caras cansadas, de pie, estoicos en medio de las rutas, con los oídos pegados a las radios portátiles y las banderas argentinas atadas al cuello. No se trataba de un mundial de fútbol, del otro lado no había relatores deportivos sino cronistas que confirmaban la aprobación de la Ley 7722 en la Legislatura mendocina.

Diez años después el departamento sureño recordó aquella conquista colectiva en defensa del agua con la inauguración de un monumento a la ley. Fue un 20 de junio de 2007, la angustia y la tensión dieron paso a la euforia, se liberaron los cortes de rutas y miles de alvearenses se dirigieron en caravana a la plaza Carlos María de Alvear.

La obra estuvo a cargo del artista Marcos Salcedo. «Es un monumento hecho en equipo junto a mi hijo que es arquitecto, quien ayudó en la forma y a Carlos Cisterna un joven metalúrgico que hizo un gran trabajo», resaltó el artista.

El monumento a la defensa del agua está representado por una gota que cae del cielo y que es sostenida por hombres y mujeres. «Los dos más grandes representan a los hombres que hicieron de este oasis un vergel, después están los padres jóvenes de hoy, también hay dos figuras con los hijos y dos madres embarazadas. Es la familia de Alvear que está defendiendo el agua. Esta hecho en chapa, hierro, luces y coloreado a base de patina con ácido», explicó Salcedo en la presentación del monumento.

Uno de los momentos más emotivos estuvo signado por la palabra de Adolfo Nieto, uno de los bastiones en aquel 2007 y representante de la multisectorial. «Pensar en la ley 7722 implica volver a julio de 2006 cuando un grupo de vecinos de Punta del Agua comenzaban a alertarnos sobre varios emprendimientos mineros en los faldeos del Cerro el Nevado», contó.

Mientras se le iba quebrando la voz Adolfo seguía con la crónica de aquellos días, «el 6 de junio de 2007 en la Legislatura de Mendoza se vivió un desenlace inimaginado, con los barras bravas golpeando a los alvearenses que estaban presentes. El pueblo de cabildo abierto en la plaza departamental, se acababa el diálogo y había que cortar las rutas. Fueron 14 días difíciles, duros, de intenso frío pero que marcaron la historia de General Alvear, ya nada fue igual  para todo el poderoso norte de la provincia. Desde allí Alvear pasó a ser un fuerte referente de la defensa del agua, el ambiente y la agricultura a nivel provincial y nacional».

Adolfo Nieto tuvo tiempo para referirse al pacto minero recientemente lanzado, «Entre los puntos a tener en cuenta del pacto minero hay que resaltar la posible afectación de la ley de glaciares ya que se proponen aumentar los controles en la zona de glaciares y periglaciares cuando esta prohibido, vemos con preocupación la introducción de la minería como actividad beneficiosa en la currícula escolar buscando una licencia social que no tienen. Es por esto que desde la multisectorial iniciaremos líneas de acción desde diferentes frentes de manera prudente y consensuada como siempre hemos hecho».

Las páginas de la historia recordarán los miles de hombres y mujeres que salieron a luchar por el agua, que es uno de los nombres del futuro. La ley 7722 será de ahora en adelante la medida de la dignidad de todo un pueblo, en tanto y en cuanto sepan defenderla de aquellos, que agazapados, aguardan un momento de distracción.

Fuente:http://www.losandes.com.ar/article/un-monumento-que-recuerda-la-ley-en-contra-de-la-mineria-contaminante

Argentina

Acuerdo Minero: Enunciados renovados y palabras bonitas para seguir extrayendo y llevándose

El Nuevo Acuerdo Federal Minero introducirá un conjunto de nuevas instituciones y normativas entre la Nación y las provincias como la conformación de un Catastro Minero Unificado; un Centro Nacional de Información Minera, así como un nuevo régimen de participación de las empresas provinciales, hasta el destino a los que se deberían orientar los ingresos por regalías y fondos de infraestructura.Fuente: Inversor Energético y Minero.

Así se desprende del documento de unos 30 puntos consensuados por la Nación y las provincias tras año y medio de discusión en el marco del Consejo Federal Minero (Cofemin), que hoy firmará el presidente Mauricio Macri con los gobiernos provinciales, a excepción de Chubut y la Pampa, para impulsar y dar un nuevo marco institucional al desarrollo de la actividad minera en todo el país.

El acuerdo será remitido al Congreso nacional y a las legislaturas provinciales para su aceptación o rechazo, pero la sola suscripción de las autoridades ejecutivas de cada distrito tendrá un valor normativo que se explica bajo la figura de “Federalismo de Concertación” y que tiene medidas que pueden ser de inmediata aplicación.

Entre las modificaciones que impulsa el acuerdo y que deberá traducirse en la modificación del Código de Minería, en su artículo 264, refiere a la pérdida del derecho de propiedad minera en manera simultánea con el cierre definitivo del establecimiento por las circunstancias ya vigentes vinculadas a temas ambientales, contractuales o por inoperatividad, situación para la que actualmente debe mediar un plazo de al menos 4 años.

Al mismo, tiempo se mantiene inalterable que las concesiones duren mientras haya recursos minerales para explotación, y la garantías de las condiciones fiscales durante 30 años, lo que permite asegurar el retorno de las inversiones que tienen un 97 por ciento de mortandad entre las tareas prospectivas y de exploración, hasta que se concreta el efectivo desarrollo y productividad de la mina.

Otro de los puntos acordados para generar una Política de Estado Minera sustentada en el federalismo es la sistematización, organización, estandarización y provisión recíproca de información para la conformación de un Centro de Información Minera nacional.

Las Provincias compartirán con la Secretaría de Minería la información sobre la actividad minera en sus respectivos territorios, y referencias de índole geológica, socio-ambiental, catastral minera, económica y de proyectos.
Con el fin de estandarizar, a nivel nacional, los sistemas y procesos de registración de derechos, propiedades y trámites mineros, su presentación en forma gráfica y la digitalización de los respectivos expedientes instrumentarán un Sistema de Registro y Catastro Unificado.

Nación y provincias también coordinarán desde el COFEMIN, junto con el Consejo Federal de Medio Ambiente (“COFEMA”) la aplicación de protocolos de buenas prácticas; análisis y gestión de riesgos; sistemas de control ambiental; y protocolos de acción ante la ocurrencia de incidentes.

En esa línea, se acuerda la creación de un denominado “Equipo Consultivo de Gestión Ambiental Minera” (“ECGAM”) para generar insumos tecnológicos y técnicos para fortalecer la gestión ambiental y generar conocimiento a través de la investigación y desarrollo de las mejores prácticas de gestión socio-ambiental, incluyendo comparación a nivel internacional.

Otro punto innovador es el desarrollo de fuentes de energía renovable y de la adopción de prácticas de eficiencia energética como parte integral de los proyectos mineros, para lo cual se fomentará el uso de fuentes limpias en emprendimientos presentes y futuros y promover la adopción de prácticas de ahorro y eficiencia energética que lleven a la reducción del consumo.

En el marco del impacto social y ambiental de la actividad minera, otro de los compromisos será el fortalecimiento de los procedimientos de consultas o audiencias públicas en los procesos de evaluación de los proyectos a instalarse.
Como parte de la búsqueda de promover la pequeña minería y la minería artesanal, las provincias se proponen articular acciones conjuntas con el Banco Nación, el Consejo Federal de Inversiones y otras eventuales entidades crediticias la generación de herramientas de financiamiento para las Pymes del sector.

Otras herramientas previstas en ese sentido se mencionan programas específicos de carácter regional con apoyo técnico del Servicio Geológico Minero de la Nación, la disposición de tarifas diferenciadas y bonificadas de estudios, análisis y generación de proyectos, así como esquemas que prioricen la formación de PYMES locales que provean insumos mineros a la industria.

Con una voluntad similar se promoverá el trabajo con el Consejo Federal Agropecuario y el Ministerio de Agroindustria para generar “clusters” en ubicaciones estratégicas para la provisión de insumos minerales, como también el uso compartido y complementario de recursos naturales o la elaboración de estrategias de encadenamiento productivo.

Finalmente, para asegurar la transparencia, responsabilidad y competitividad las empresas públicas provinciales serán, a partir del acuerdo, entidades independientes del Estado provincial, tendrán su propio patrimonio -sujetas a auditoría y contralor-, podrán actuar en los términos previstos en el Código de Minería y no podrán tener ningún tipo de influencia o participación en el procedimiento de otorgamiento de permisos, licencias o autorizaciones.

 Fuente:http://noalamina.org/argentina/item/36520-acuerdo-minero-enunciados-renovados-y-palabras-bonitas-para-seguir-extrayendo-y-llevandose
Argentina

«Secretaría de Ambiente debió rechazar instalación de minera»

Tras fracasar la conciliación, desde el Club Andino cuestionan al organismo oficial por emprendimiento en Los Gigantes.

Por el emprendimiento de la mina de Nacar en la zona de Los Gigantes, el Club Andino Córdoba junto a la Federación Cordobesa de Montaña y Escalada y el ecologista Ricardo Suárez, interpusieron un recurso de amparo en contra del proceso de evaluación de impacto ambiental que inició la Secretaría de Ambiente, el cual fue aceptado por Cámara Contencioso Administrativa de Primera Nominación.

El abogado del Club Andino Córdoba, Juan Smith, informó en comunicación con Cara y Cruz por radio Universidad que el jueves pasado se realizó sin éxito una audiencia de conciliación en la que participaron el Secretario de Minería de la Provincia, la Procuración del Tesoro de la Provincia, el abogado de la Secretaría de Ambiente y los amparistas.

“La principal objeción es que hay una normativa ambiental en la provincia que debió servirle a la Secretaría de Ambiente para no iniciar y rechazar de oficio el procedimiento de evaluación de impacto ambiental que coloca a los habitantes de la zona y afectados en una situación de indefensión”, añadió Smith.

Fuente:http://www.cba24n.com.ar/content/secretaria-de-ambiente-debio-rechazar-instalacion-de-minera