Argentina

«El acuerdo social para desarrollar la minería no existe»

A partir del artículo «¿Es posible un minería sustentable», publicado el domingo anterior en el Cash, tres investigadadores mendocinos de la Universidad de Cuyo se sumaron a la polémica. Afirman que es difícil establecer un diálogo entre funcionarios muchas veces ligados a empresas mineras y comunidades repetidamente estigmatizadas, engañadas y criminalizadas.

En la edición del domingo anterior en el Cash, Anabel Marin sostiene que el conflicto social y político que atravesamos en Mendoza relacionado con la minería transnacional a gran escala abre la oportunidad de definir otra política de explotación de los recursos naturales. Disentimos con la idea central de Marin, agregando también a la discusión puntos de vista, experiencias y sensibilidades ausentes en ese planteo.

El núcleo central de esa posición es el siguiente: la minería es un sector que debe desarrollarse dada su capacidad de generar divisas y de alentar otras actividades con posibilidades exportadoras. Este potencial del sector sería especialmente importante en un país que atraviesa una crisis económica que se expresa en una carestía de dólares y en el que el principal sector exportador (el agro productor de cereales y oleaginosas) tiene un peso económico y político exagerado. Por ello, el actual gobierno nacional debería crear instituciones y procesos que permitan construir un acuerdo social para el desarrollo de la actividad.

Acaso el punto más valioso del argumento sea reconocer que actualmente no existen instancias reales de diálogo entre quienes impulsan y quienes rechazan la actividad. Frente a ello, propone que este diálogo social debería tener “objetivos transformadores”, lo cual puede entenderse como un llamado a que el complejo minero-gubernamental no sólo hable, sino también escuche.

Sin embargo, la propuesta dialogal de Marin, aunque bienintencionada, parece desconocer algunas circunstancias, basadas en la experiencia de numerosas comunidades y poblaciones a lo largo del país y el continente. Entre ellas cabe notar:

1. La asimetría de los supuestos hablantes. La vinculación entre empresas mineras transnacionales y la población potencialmente afectada por sus proyectos no es horizontal, ya que aquellas tienen la capacidad de intervenir significativamente en la vida cotidiana de la población, aún antes de instalarse. Se produce así lo que ha sido caracterizado como “contaminación social”, es decir, la generación de divisiones y desigualdades al interior de la población y el surgimiento de expectativas falsas o exageradas, sobre todo en relación con las posibilidades laborales. Entre empresas mineras y comunidades es difícil imaginar una habermasiana comunidad de diálogo, en la que no se imponga el poder económico, político y mediático de las primeras.

2. La existencia de lo que el economista catalán Martínez Alier ha denominado “lenguajes de valoración”. El punto de vista estatal-económico (medido a escala nacional o provincial, cuando se toman en cuenta las escasas regalías mineras) es sólo eso: un punto de vista entre otros. Cualquier diálogo debería partir de no subestimar las vocaciones territoriales, las historias, los intereses de los diferentes poblados involucrados directa o indirectamente en un proyecto. Qué es importante y qué no lo es, no puede fijarse de antemano, ni atendiendo sólo a criterios macroeconómicos.

3. Es difícil establecer un diálogo entre funcionarios muchas veces ligados a empresas mineras y comunidades repetidamente estigmatizadas, engañadas y criminalizadas por su resistencia a diversos proyectos. En muchos lugares del país existen fuertes organizaciones que llevan cerca de 15 años lidiando con una propaganda insidiosa, con mentiras en los medios de comunicación y con la judicialización de sus participantes. Esta historia, por ejemplo, explica por qué la mayor parte de la población de Mendoza, se ha manifestado en contra de la minería a gran escala en las cabeceras de las cuencas y en áreas de reservas hídricas.

4. Las poblaciones y organizaciones que rechazan la instalación de grandes proyectos mineros conocen bien el tema y participan desde hace años en discusiones públicas.

En definitiva, la discusión por la minería transnacional a gran escala tiene ya una historia larga en el país y esta debe ser reconocida y comprendida. El conflicto en Mendoza, sin ir más lejos, comenzó en 2005, no en 2019. Pero desde comienzos del siglo a la fecha esta discusión ha asumido nuevas dimensiones, sobre él se han construido identidades políticas y territoriales; la ambientalización del conflicto social se ha profundizado. También se han creado, en esa provincia, leyes y espacios de debate que han demostrado que el acuerdo social para desarrollar la minería no existe. En estos espacios, cabe mencionar, se cuestiona duramente la propia noción de “minería sustentable”. Asimismo, la persistente sequía en Chile y el oeste argentino constituye un agravado telón de fondo sobre el que es necesario pensar la conveniencia y los riesgos -también económicos- de abrir paso plenamente a la minería a gran escala. En cualquier caso, es evidente que las problemáticas ambientales cobran continuamente sentidos nuevos y actualizados.

Existen otras aristas que podrían discutirse del planteo del Marin, por ejemplo, la idea de que contar con una minería más desarrollada podría servir de contrapeso al complejo agroindustrial o su, al menos en Argentina, no constatada capacidad de articularse con otros sectores, como las tecnologías de la información. Pero quizás el punto más endeble de este nuevo llamado al diálogo sea desconocer que hay asuntos que tienen pocos matices. Andalgalá no quiere al proyecto Agua Rica porque ya conoce a La Alumbrera; en Esquel no quieren poner en juego sus puestos de trabajo ligados al turismo; los/as mendocinos/as no quieren arriesgar el ya menguante caudal de sus ríos y arroyos; en Jáchal no creen en las supuestas garantías técnicas que darían las normas internacionales puesto que ya conviven con los derrames. Aquellas poblaciones quieren y exigen respeto, y que su voluntad colectiva sea escuchada.

*  Gabriel Liceaga: UNCuyo/Conicet.

** Lucrecia Wagner: Conicet.

*** Nicolás Parise Schneider: UNCuyo/Conicet.

 

Fuente:https://www.pagina12.com.ar/241084-el-acuerdo-social-para-desarrollar-la-mineria-no-existe?fbclid=IwAR29LltmfOP7UVidOAJ5xRuGWlC33gAovmrNr86qICYu9P1XtpmmAGkBqvM

Argentina

Cianuro, minería y el daño ambiental: las dos miradas

Estudios, informes y análisis que explican los dos grandes criterios que existe sobre el impacto del cianuro en la actividad minera. Hace una semana, miles de mendocinos expresaron su rechazo a la ley que nunca se promulgó y que permitía el uso de este componente en la minería local.

Hace 15 días arrancaba en Mendoza una semana intensa de movilizaciones en distintos puntos de la provincia, que se inició con una marcha histórica por la ruta nacional 40 desde San Carlos hasta Ciudad y concluyó el lunes último con los festejos por la derogación de la ley minera, que nunca se puso en práctica, finalmente, uno de los grandes puntos del debate, el uso del cianuro, quedó minimizado por la velocidad e intensidad de lo que fue pasando día a día.

Qué es el cianuro, por qué está en la minería, qué efectos le hace al cuerpo humano y qué hay de verdad y de mentira en todo lo que se dice sobre daño al medio ambiente y otras cuestiones clave; el argumento que usó el gobernador Suarez y cómo está Mendoza hoy; qué dicen referentes del agro y sector vitivínicola, empresarios, personalidades del ámbito científico y referentes del sector minero. Las respuestas en la visualización de datos del informe, haciendo clic en este enlace.

La mirada del Conicet. «La minería extractiva contamina, más aún con la modalidad de cielo abierto, afectando los recursos naturales y la vida de la población vecina. Diferentes estudios químicos, biológicos, toxicológicos, hidrológicos y geoquímicos señalan que los procesos extractivos de metales originan daños irreversibles al ecosistema. Las técnicas que se usan para tratar el cianuro en los efluentes se pueden dividir en tres grupos principales: naturales, degradación química y degradación biológica..

Las opciones químicas incluyen oxidación, intercambio iónico y adsorción por medio de carbón activado o zeolitas naturales (Monsher 1996,  Kurama 2000, Adhoum 2002, Bazhko 2017).  La tecnología necesaria para la reducción de contaminantes, como cianuros y metales pesados, está disponible solo en forma limitada.  esta política tiene una lectura cortoplacista, no mide ni considera el impacto que tendrá en las generaciones futuras. La explotación minera merece ser considerada como una acción de política que transcienda las generaciones. A modo de propuesta inicial, una posible medida superadora sería generar una empresa nacional minera u organismo estatal, que supervise y controle la actividad minera en el país, con el acompañamiento de especialistas de organismos del Estado como las Universidades Nacionales y el CONICET, y representantes de los movimientos sociales con incumbencia en el tema».

No hay muertos por el cianuro en la minería. «El cianuro de sodio se usa en la minería del oro y la plata fina (menos de 40 micrones no se ven a simple vista) desde 1890. Reemplazó al mercurio. Desde entonces y hasta ahora no ha existido ningún incidente, enfermedad profesional y menos un sólo muerto que pueda atribuirse a la contaminación con cianuro». Mario Capello (*)

«El cianuro es lo menos problemático». Teodoro Stadler, investigador del CRICYT y del Conicet: .»A las minas de cielo abierto se las usa para la extracción de oro, empleándose el proceso de lixiviación. Por este método, la roca dinamitada se tritura y muele, luego se la apila y riega con agua dulce mezclada con varias toneladas de cianuro de sodio. Esa agua se puede reciclar y hacer uso continuo del mismo flujo con un sistema especial. Además, se puede establecer el cupo de agua que se puede utilizar. El cianuro es lo menos problemátic, porque es un producto orgánico que se puede descomponer con bacterias o reacciones químicas. Por qué no se hace un proyecto por el que se convoque a una empresa minera para crear una planta piloto y todos vemos el proceso, el control y los resultados”.

Inviable. «La mega minería, verdaderamente sustentable, es económicamente inviable. La magnitud de sus riesgos hace que los mismos sean inmanejables. La mayoría de los nuevos yacimientos de cobre – en Chile, Perú, Argentina, México, Canadá, Europa y Asia- tienen altos niveles de arsénico. Un ejemplo profundamente preocupante es el caso particular del Proyecto megaminero San Jorge en Uspallata, de extracción de oro y cobre, donde con las explosiones el arsénico pasará a estar disponible como partículas de polvo. En el Informe de Impacto Ambiental del Proyecto Minero San Jorge (IAA), la empresa comunica que el contenido medio de arsénico en la roca es de 505 ppm (0,0505 %) con una variabilidad de aproximadamente de + 24%. También advierte que durante los 16 años que dure la actividad, usando 13 toneladas diarias de explosivos, se desintegrarán 450.000.000 toneladas de roca. Esto dará lugar a la liberación de 39.000 Kg diarios de arsénico (227.250 toneladas totales de arsénico). Dependerá de la meteorología y el tipo de cuencas hídricas hasta donde pueda llegar, pero no se desconoce las consecuencias, que serán inevitables a través del aire que se respire, los ciclos del agua y de la cadena alimenticia, continuando el daño aún después del cierre del emprendimiento. Las personas que están expuestas al arsénico inorgánico pueden sufrir: irritación del estómago y los intestinos, daño de los vasos sanguíneos, alteraciones de la piel y de los nervios». María Esther Barbeito, licenciada en química, investigadora en la UNCuyo.

Derrame de la Barrick en río Jachal. Versión 1. Por encargo de la Municipalidad de Jáchal, San Juan, el Laboratorio de Análisis Instrumental de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO y la responsable del peritaje, María Esther Barbeito, realizaron un informe sobre el derrame de solución cianurada de la mina Veladero en el río Jachal, durante 12 y 13 de septiembre de 2015, en el que se comprobó la contaminación en los ríos de deshielo con metales pesados peligrosos para cualquier tipo de vida en la zona, como arsénico, aluminio, manganeso, boro, cloruros y sulfatos.

Derrame de la Barrick en río Jachal. Versión 2. «El informe de la UNCuyo aclara que se usa cianuro en el proceso, pero en ningún momento dice que en los análisis encontraron cianuro en el agua. Habla de aluminio, boro, manganeso y otros minerales, pero el agua no está contaminada con cianuro. El agua del río Jachal históricamente ha tenido metales. Nunca fue un agua potable. Nunca, inclusive antes de Veladero, se pudo tomar el agua del río Jachal», afirmó  un ingeniero sanjuanino que trabajó en Veladero, consultado para este informe.

9 millones de litros de agua por día vs. «Que un proyecto contaminante pueda disponer de 110 litros de agua por segundo (más de 9 millones por día) en una provincia con emergencia hídrica como San Juan es inaceptable» (Gonzalo Strano, coordinadro de la campaña de Glaciares de Greenpeace).

600 mil litros de agua por día. «Veladero usa 75 litros por segundo y tiene aprobado 110 litros por segundo. Son 600.000 litros por día. Un número normal en comparación con cualquier otra industria. Por ejemplo, una industria de conservas utiliza más o menos los mismos valores, que son similares a los que utiliza una finca de 70 hectáreas.Cualquier actividad produce un impacto» (Jorge Argento, geólogo y profesor en la UNCuyo)

En qué se basó el rechazo de la iglesia. Primero lo hizo el arzobispo Marcelo Colombo y luego, la Conferencia Episcopal Argentina a través de la Pastoral Social. El gobernador Suarez lo criticó por carecer fundamentos sólidos. Las encìclicas papales no son tratados científicos, aunque sí brindan grandes lineamientos sobre cuestiones morales y de bien común. La encíclica Laudato Si, del papa Francisco, entre otros puntos señala un lineamiento general acerca del cuidado del agua:

“Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable. Esa deuda se salda en parte con más aportes económicos para proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres”.

«Tenemos que aprovechar la minería y salir de la pobreza»  Este fue uno de los argumentos del gobernador para defender la ley que vetó el lunes último. La pobreza en Mendoza (37,5%), supera a la de Argentina (35,4%). También hay algo más detrás de esto: las cifras, dadas a conocer en la primera semana de diciembre por el Ministerio de Economía de la Nación acerca de los datos del último informe productivo de la provincia de Mendoza: allí señala que la producción de los principales productos y servicios de la provincia (menos el turismo) cayó en los últimos 10 años: ajo (de 138 miles de toneladas (2008) a 120 mil toneladas (2019); de 11.024 miles de hectolitros de vino (2008) a 10.936 miles de hectolitros (2018); de 18.200 miles de toneladas de uva para vinificar (2008) a 17.186 (2018); de 2.533 millones de m3 de producción de gas (2008) a 1.722 (2018); de 6.645 miles de m3 de producción de petróleo crudo (2008) a 4.225 (2018).

Apuntes para el debate

El siguiente documento, del Consejo Internacional de Metales y Medio Ambiente (International Council on Metals and the Environment) brinda explicación técnica del cianuro, como también debates sobre políticas y asuntos normativos.

 

https://www.mdzol.com/politica/2020/1/5/cianuro-mineria-el-dano-ambiental-las-dos-miradas-58337.html?fbclid=IwAR3eMdOFpMprqYOL7bv1h1ONM-n7H0veaL1RHl8OIQ9QIhL8VJa6aCfM4nc

Argentina

Valcheta: de campo de concentración a deseo megaminero

Transcribimos a continuación un artículo de Adrián Moyano publicado en «En estos días»

La persecución del lonco Kayupan, en 1833, significó la primera incursión del flamante Estado en la región. Fue una matanza, con toma de prisioneros incluida. Casi 190 años después, la zona se ve amenazada por una nueva forma de avasallamiento.

En Río Negro, no sólo Calcatreu está en la mira de la mega-minería. La Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche se encargó de recordar que el proyecto de explotación de uranio Mina Ivana “está iniciando su desarrollo a 25 km de Valcheta, dentro de una superficie de 118.000 hectáreas que el gobierno de Río Negro ha cedido para la exploración y explotación a la empresa Blue Sky Uranium Corporation”. Se trata de una compañía canadiense que según información empresarial, se consagra a “la adquisición, evaluación y exploración de propiedades de uranio en Canadá y Argentina”.

Estableció el pronunciamiento mapuche tehuelche que “Amarillo Grande es el nombre del proyecto integral y el Informe de Evaluación Económica Preliminar lo tiene el gobierno, pero no nos ha hecho partícipe y no ha informado a nuestra organización comunitaria, que tiene que revisar el informe de impacto ambiental pero fundamentalmente, tiene que desarrollar un informe de impacto cultural, que es un derecho que nos asiste como comunidades para determinar la posibilidad de ese proyecto”.

En el lado gubernamental, la organización señaló varias falencias. “El Consejo Provincial de Evaluación Minera (CoPEAM), creado por Ley 4738/11 debe contar con representación indígena para que se escuche nuestra postura”. Sin embargo, “se incumple con la participación y se incumple con la consulta a las comunidades y pobladores dispersos, contemplados dentro de la Ley 2287 como sujetos de derecho indígena asimilados a las comunidades y por consiguiente, aplica el Convenio 169 de la OIT”.

Para la Coordinadora Mapuche Tehuelche, “el desarrollo de este proyecto de uranio y vanadio contiene una peligrosidad extra y es que se quiere instalar la planta en una zona inundable con una pileta de relaves (agua contaminada con desechos radioactivos) a 500 metros de la laguna Tres Picos. Este proyecto es compatible con la muerte y su desarrollo va a tener consecuencias devastadores para la vida. Cualquier incidente se remediará en miles de años y los desechos radioactivos también quedaran expuestos miles de años”.

Ante ese panorama, “hoy más que nunca exigimos Consulta, Libre, Previa e Informada, participación en los informes de impacto ambiental y exigimos informes de impacto cultural. No a la Mega-minería. El agua que corre por los territorios sin contaminación, es vida”. La demanda se incluyó en el documento “La mega-minería No es una opción posible”, que la organización indígena hizo circular días antes de que expirara 2019.

 

En los tiempos de Rosas

Valcheta y en rigor, toda la jurisdicción de la provincia, fueron ajenas a la soberanía argentina hasta fechas muy tardías. La primera incursión de tropas de la Confederación se llevó a cabo en el marco de la ofensiva que capitaneó Juan Manuel de Rosas entre 1833 y 1834. En ese marco, el sargento mayor Ibáñez recibió órdenes de perseguir al lonco Kayupan y su gente, quien según los informes, se refugiaba al sur del río Negro. La tropa formaba parte de la columna que al mando de Ángel Pacheco, en mayo de 1833 cruzó las aguas, a unos 20 kilómetros de Carmen de Patagones. El episodio es muy valorado por la historiografía militar y revela la extrañeza que aquellos parajes presentaban para quienes reclamaban soberanía: “es halagador dejar constancia de que fue el general Pacheco el primer jefe de nuestro ejército que llegó al río Negro, que hasta ese entonces no había sido recorrido por otras tropas”, admitía a mediados del siglo XX, el historiador militar Juan Carlos Walther.

Según los jefes de la expedición, la de Kayupan merecía el calificativo de “peligrosa indiada” y de “araucana”, si bien en 1828 había tomado parte en las contiendas intestinas que estallaron en la provincia de Buenos Aires, del mismo bando que ahora se convertía en su perseguidor. Los soldados cubrieron la travesía de 100 leguas entre Carmen de Patagones y el río Balchitas, para finalmente el 6 de octubre, caer sobre las tolderías. Afirman las fuentes militares que el combate fue rápido y encarnizado, con 36 muertos entre los mapuches. Además, “cayeron en poder de Ibáñez las familias de los salvajes, numerosos cautivos y haciendas”. Para los conductores de la guerra, aquella “era la única indiada rebelde refugiada en esas soledades, al abrigo de una enorme travesía; por eso Callupán, en la seguridad de que nadie osaría llegar hasta allí, pudo ser sorprendido”. Soslayan los historiadores que entre los expedicionarios formó “un escuadrón de indios amigos”, cuyo conocimiento del terreno fue decisivo para dar con los fugitivos.

El área del arroyo Valcheta también fue mencionada en la crónica de un viajero europeo, cuyo periplo se cumplió entre 1865 y 1866, cuando todavía faltaba más de una década para la llegada definitiva de los militares argentinos. El suizo Georges Claraz atravesó la región con rumbo sur y sudoeste, en el marco de un contingente que se conformó con jinetes mapuches y tehuelches. En el diario de su viaje, consignó su arribo al curso de agua el 19 de noviembre de 1865. Ese día anotó que “ni bien llegaron los indios, se echaron de bruces para beber agua, después de haber derramado algo hacia oriente, como ofrenda al dios. Luego salió la luna como fino cuarto creciente. Saludan también a la luna nueva”.

 

El agua, siempre el agua

Sobre todo en la primera de las descripciones, aflora una particularidad de la espiritualidad mapuche, aunque la costumbre de “derramar algo hacia oriente” no tiene que ver con dios alguno, sino con el sitio de donde provienen el Sol y la vida. Investigaciones posteriores localizaron en el paraje que actualmente se conoce como Punta de Agua al paradero que utilizaron los viajeros. Al día siguiente de su llegada, la columna indígena retomó su caminar río arriba, es decir, en dirección hacia el sur y levemente hacia el oeste.

Cuatro años después de Claraz, otro viajero europeo inserto en una partida aonik enk y gününa küna, tuvo la chance de disfrutar de la biodiversidad de Valcheta, la misma que ahora está bajo amenaza. En el otoño de 1870, anotó el inglés George Musters para una de sus jornadas: “los animales estaban agrupados por allí entre esos montecillos, y Golwin, el hijo de Jackechan de pelo rubio, se entretuvo en hacer vanas tentativas de contarlos. Después de media hora de holganza echamos a andar otra vez, abandonando uno de los caballos de Meña que estaba extenuado, y seguimos poco más o menos la línea del río hasta que, como a las tres de la tarde, llegamos al campamento de Valcheta. Como era temprano todavía, algunos de la partida salieron a cazar, pero volvieron con las manos vacías”. Según estudios posteriores, su ubicación coincide con el emplazamiento actual de la localidad. ¿Quién entre los mapuches y los tehuelches que tantas veces cabalgaron en libertad en cercanías del arroyo pudo pensar que una década más tarde, el sitio albergaría un campo de concentración? Después de las campañas militares “todos fueron concentrados en lugares delimitados bajo el control de las autoridades militares. Tanto los primeros grupos en presentarse como los últimos fueron sometidos a esta restricción física que les impedía el libre acceso a los recursos”, apunta el historiador Walter Delrio. “Uno de estos campos de concentración fue el de Valcheta, en la meseta rionegrina, en el que fue concentrado el mayor número de familias”.

En cierto sentido, las aspiraciones de la Blue Sky Uranium Corporation implican la continuidad de la Campaña al Desierto. “Tuve anteayer (por el martes último) una larga conversación con el ministro (de Gobierno, Rodrigo) Buteler”, según actualizó el werken de la Coordinadora Mapuche Tehuelche, Orlando Carriqueo. “Habíamos previsto para diciembre una reunión con la Gobernadora que no fue posible, entonces en esta charla abordamos la cuestión territorial y el problema de la mega-minería”.

 

No hay licencia comunitaria

 

Sumó que “con respecto al tema de Valcheta, le dije que si bien en el territorio específico no hay comunidades conformadas, sí hay comunidades cercanas y dentro del Bajo, una comunidad que reclama territorio. Además, entendemos que a los pobladores dispersos que están ahí, están beneficiados por la Ley Integral del Indígena en cuanto a la consulta y que el mismo fallo de Calcatreu, establece pasos específicos que hay que respetar”, abogó Carriqueo.

En la misma conversación “le recordé que la mega-minería es una discusión que se está dando a nivel nacional y que es fundamental darla en Río Negro. Estamos planteando que en principio no hay licencia comunitaria ni social para avalar los proyectos mega-mineros y que la discusión tiene que darse desde distintos aspectos, para construir Estados plurinacionales y pluriculturales”, resaltó. “El ministro me dijo que no tenía conocimiento de Mina Ivana, se comprometió a tener más detalles” para una próxima reunión que incluiría a Arabela Carreras, el próximo 14 de enero. “Nosotros entendemos que ese proyecto no se puede desarrollar”, subrayó el werken.

Hay continuidades que no son casuales. “Lo primero que se me ocurre pensar es que tenemos que hacer en ese territorio un llellipun para fortalecerlo y para fortalecernos nosotros. Con el Estado hace falta avanzar en el reconocimiento de los hechos históricos, fundamentalmente del genocidio que fue punto de partida, para empezar a dar otras discusiones que son centrales en lo cotidiano y actual, pero que tienen raíz histórica. Cuando nuestra discusión aúna los términos políticos con el reconocimiento histórico sobre la mesa, el Estado se queda sin argumentos para rebatir nuestras demandas”, ejemplificó. Todos los territorios están en disputa.

 

Fuente:https://noalamina.org/argentina/item/43493-valcheta-de-campo-de-concentracion-a-deseo-megaminero

Argentina

Minería sustentable, un oxímoron de moda

Son tiempos revueltos y por tanto,  tiempos de amar. Y amamos tan acorazadamente en estos tiempos que dejamos poco espacio para la escucha, la pregunta, la duda sobre lo que se dice.  Así, repetimos construcciones como  “realidad virtual”, “periodismo independiente”,  “noticias falsas” o “minería sustentable”.  Cada una de estas y otras combinaciones constituye un oxímoron de moda, una contradicción en sí misma que nos zambulle en el mundo de la falacia (que como el oxímoron también está de moda)  y nos pone a pedalear en una rueda discursiva infinita que revuelve aún más los tiempos y nos resta el de amar sin coraza.

Por amor a nuestra  gente y a la tierra de todos,  y porque el lenguaje nos constituye como personas y como pueblo, necesitamos desarmar  esos binomios que congelan los sentidos.  Puntualmente vamos a referirnos al par “minería sustentable” porque  nos compete como movimiento social que construye conocimiento sobre el tema desde hace 18 años. Y lo haremos en parte como respuesta al artículo ¿Es posible una minería sustentable? publicado el  5 de enero en Página 12.

Sobre las posiciones opuestas e irreconciliables

Plantear la discusión en términos de oposición, minería sí/minería no,  enmascara una discusión mucho más profunda, discusión en la que la megaminería se inscribe como una expresión y que es extractivismo sí/extractivismo no.

No es una máscara menor: la megaminería al igual que el agronegocio son expresiones del extractivismo. Hacemos mención al agronegocio porque en el artículo se señala que  Argentina exporta poco y que sus exportaciones se concentran en “el sector agrícola que disfruta de un poder económico y político excesivo”.  Coincidimos en ello pero necesitamos señalar que agronegocio y megaminería son elementos de un mismo modelo así que la megaminería no estaría restándole poder al agronegocio sino más bien complementándolo. En ambos casos nos enfrentamos a actividades intensivas en el uso de la tierra y el agua, altamente contaminantes, que compiten en el aprovechamiento de la infraestructura estatal con las poblaciones que generalmente se ven obligadas a abandonar sus lugares de residencia porque ninguno de los megaemprendimientos extractivos genera desarrollo local.

La primera falacia que nos propone el oxímoron “minería sustentable” entonces es la definición de los términos de oposición. No se trata de minería sí/minería no sino de extractivismo sí/extractivismo no.

Como nuestro movimiento ha construido fundamentalmente conocimiento en torno a la minería, profundizaremos en el oxímoron “minería sustentable”. Lo sustentable es aquello que sobrevive por sí mismo y la idea de “sustentabilidad” es usada en economía y ecología para designar un sistema que puede mantenerse en el tiempo sin necesidad de agotar los recursos naturales ni causar daños graves al medio ambiente. La ley 24.196 no es una ley de sustentabilidad minera, es una ley de inversiones mineras es decir, una ley que solo asegura ganancias para las empresas, y además, las Inversiones Extranjeras Directas se han convertido en una de las principales fuentes de financiación de los países empobrecidos y: no son fuentes de producción e industrialización, sino fuentes de financiación y sabemos que cuando financiamos, terminamos pagando más de lo recibido. Nos hemos explayado sobre estos temas aquí y aquí. Y está harto demostrado que no hay desarrollo local en torno a los emprendimientos mineros. Solo hay que ir a Jáchal, Santa María, Belén, etc…

En síntesis, la sustentabilidad de la minería no se vincula con el ambiente y las poblaciones, ni siquiera con los Estados de los países en los que se practica sino con la provisión de ganancias hacia el capital transnacional. Duras conclusiones a las que se llega además al saber cuáles son los costos, por ejemplo que hay que destruir una tonelada de roca para obtener un anillo de oro o  que minera La Alumbrera consume cien millones de litros de agua por día y el 80% de la energía eléctrica de Tucumán y que el tope de regalías mineras en Argentina es del 3%.

Sobre institucionalizar acuerdos sociales

Cuando dos partes se disponen a establecer un acuerdo  necesariamente deben reconocerse como iguales ¿Hay que ilustrar aquí la desigualdad entre las corporaciones mineras y las poblaciones, sobre todo cuando los Estados provinciales son aliados de esas corporaciones? ¿Qué promesa creíble puede hacerse a una comunidad a la que se le ha negado la provisión de agua siendo que vive sobre un acuífero y ve morir de sed a sus animales? Nos referimos puntualmente a la Meseta Central de Chubut.

¿Qué tipo de dinamismo tiene el pueblo chileno que desde hace dos meses tomó las calles? Sin agua porque está privatizada para uso minero y con deudas de por vida para pagar sus estudios a pesar de exportar diez veces lo que exporta Argentina?

El derrame en Veladero, la rotura de represas de relaves mineros en Brasil y otros tantos ejemplos en Latinoamérica y el mundo hablan por sí mismos de la incompatibilidad de la megaminería con la vida.  Canadá, Estados Unidos, Australia y Sudáfrica, no son ejemplos de impactos positivos de la minería, solo hay que hurgar un poco en su historia.

Sobre la licencia social

Volvamos sobre lo dicho hasta aquí. Extractivismo sí o no, no es solo un posicionamiento irreconciliable sobre la megaminería, se trata de un posicionamiento ante la vida o por la vida ¡Cómo puede esperarse que los pueblos demos licencia social para matar(nos)! ¿Cómo es posible que no se ponga en su real valor el trabajo genuino? La posible exportación de productos con certificación ecológica: semillas sin modificar, carnes y alimentos naturales en general, tejidos, vestimenta, tecnología limpia y conocimiento, inclusive minería de roca caliza o laja por ejemplo que no es la gran minería… ¿cómo es posible que el Estado en quien delegamos algunas de nuestras facultades nos proponga el ecocidio como forma de pago de una deuda ilegítima?

No hay ni puede haber licencia social para la minería a gran escala como no pueda haberla para la destrucción del agua y la tierra. El agronegocio tampoco tiene licencia social pero fue impuesto en tiempos en los que los conocimientos sobre el cuidado de la vida no circulaban popularmente.

Hay una dimensión desconocida para muchos voceros del establishment, empresarios, políticos, funcionarios, académicos: la enorme construcción de conocimiento popular y colectivo que se produjo en estos años. Algo que también podemos exportar.

Aquí, no queremos dejar pasar otro enmascaramiento: la supuesta neutralidad de algunas de las voces que abogan por el diálogo, el debate y el consenso. La Dra. Anabel Marín, autora del artículo al que hacemos referencia, tiene un Convenio con la Cámara de Proveedores Mineros para realizar un estudio centralizado en la minería metalífera de oro, cobre y plata que involucra a empresas de CAPMIN y a Cámaras de Proveedores Provinciales y Locales, empresas mineras y al Estado en sus diferentes estamentos.

Sobre amar en tiempos revueltos

Amarnos más es imperativo. Las recetas neoliberales no contienen amor como ingrediente. Tampoco como estrategia. El extractivismo es neoliberalismo. Hay que quitarse la coraza, ligarse con los otros de verdad. Como el agua, impregnarnos de saber popular y afecto. Si vamos a usar el verbo transitivo “invertir” que sea para dar pasos hacia el encuentro en el que todos ganemos porque si hay zonas de sacrificio no es con todos. Exportar metales es otra forma de seguir acrecentando el poder de unos pocos.

Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el NO A LA MINA- Esquel, Chubut

6 de enero de 2020

 

Fuente:https://noalamina.org/argentina/item/43497-mineria-sustentable-un-oximoron-de-moda

Argentina

¿Por qué se produjo la ‘marcha más grande de la historia de Mendoza’ (Argentina) contra la megaminería?

La Legislatura provincial aprobó modificar una ley que prohibía la aplicación de químicos, y generó el rechazo de miles de personas que protestaron en las calles, pero fueron reprimidas. Ambientalistas y la Cámara de Servicios Mineros le cuentan a RT sus posturas opuestas.

Miles de personas se movilizaron este 22 y 23 de diciembre en la provincia de Mendoza (Argentina), luego de que la Legislatura local haya aprobado la modificación de una normativa que prohibía el uso de químicos en la minería en un territorio que padece una enorme escasez de agua. Así, se produjeron protestas en todo el distrito para pedirle al gobernador, Rodolfo Suarez —del partido Unión Cívica Radical (UCR)—, que vetara la reciente disposición.

En efecto, la ley 7.772, sancionada en 2007, eliminaba la aplicación de ciertas sustancias para proteger al medio ambiente, principalmente el recurso hídrico. Desde su promulgación, no se podía usar cianuro, mercurio y ácido sulfúrico, entre otros componentes considerados tóxicos. Sin embargo, el 21 de diciembre los diputados locales cambiaron la norma con 36 votos afirmativos, 11 negativos y una sola abstención. El peronismo y el radicalismo —los partidos más tradicionales y populares del país sudamericano— apoyaron el cambio, mientras que la izquierda, sumado a un frente provincial, lo rechazaron.

Ahora, el texto reglamentario solo prohíbe el uso del mercurio, pero acepta la aplicación de químicos que están permitidos en el país, como el cianuro y el ácido sulfúrico. Al mismo tiempo, en el espíritu de la ley se sostiene que el resguardo del agua continúa siendo una prioridad, que seguirán existiendo estudios de impacto ambiental y que se contará con autoridades de aplicación y organismos de control, que pueden incluir auditorías internacionales.

De esta forma, tras años de paralización en el sector, se espera que se desarrollen 19 proyectos nuevos para explotar uranio, cobre, oro, hierro, plomo, plata y zinc. Pero mientras las empresas celebran el visto de bueno de la clase política, muchos ambientalistas y vecinos expresan su repudio, por considerar que se ponen en riesgo los recursos naturales.

Manifestaciones

A las pocas horas de haberse sancionado la modificación, los vecinos comenzaron a movilizarse en distintas ciudades mendocinas. De hecho, una gran caravana partió desde el departamento de San Carlos hacia la capital provincial, un poco más hacia el norte, sumando gente de distintas localidades en el camino. También cortaron la ruta 40, una vía muy popular entre los viajeros argentinos y turistas en general.

En redes sociales calificaron a la manifestación como «la marcha más grande en la historia de Mendoza», y la caminata en la ciudad de Tunuyán fue una de las más compartidas.

Una vez en la capital homónima, los manifestantes se dirigieron en gran número hacia la casa de Gobierno, gritando: «¡El agua de Mendoza, no se negocia!».

También quisieron ingresar a esa sede gubernamental, pero se vieron impedidos por un vallado y el operativo de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, las autoridades permitieron la entrada a seis personas para que presentaran su petitorio, aunque el gobernador ya aclaró públicamente que no va a cancelar la ley.

  • Represión

Con el correr de las horas, las fuerzas de seguridad dispersaron a los descontentos, aunque no se habían registrado incidentes. Así, los uniformados dispararon balas de goma y lanzaron gases lacrimógenos.

El excandidato a presidente por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Nicolás del Caño, denunció desde el lugar: «La Policía del gobernador Suarez reprime a los tiros, en una cacería«. Al mismo tiempo, muchos ciudadanos salían corriendo del lugar. Además, la socióloga ambientalista Maristella Svampa afirmó que se produjeron detenciones, y concluyó: «El extractivismo solo cierra con represión».

«El noviazgo de los Gobiernos con las mineras tiene vieja data»

Rubén Esperader, miembro del Foro Socioambiental de Mendoza, explicó a este medio que la movilización «no tiene una conducción clara». Así, mientras los manifestantes realizaban un abrazo simbólico a la sede del Ejecutivo provincial, contó los motivos del rechazo popular.

«El noviazgo de los Gobiernos con las mineras tiene vieja data», ironizó. En ese tono, opinó que «el extractivismo a gran escala solo generó saqueo y contaminación», y remarcó que «no da empleo en la envergadura que ellos plantean».

Tras la ley inicial del 2007, que limitaba el uso de químicos para la megaminería, las firmas del sector presentaron recursos judiciales para oponerse. No obstante, en 2015 la Corte Suprema local ratificó la norma, expresando que tenía un «contenido estratégico para el desarrollo presente y futuro de la provincia». Más allá del fallo, Esperader plantea que «las mineras siempre incidieron en la política». Ahora, con los cambios legislativos, considera que «el Gobierno radical accedió a esas presiones».

Sobre el texto, tildado de «malicioso y engañoso», contó: «Habla de cuencas hídricas, pero en realidad involucra a los ríos. Es decir, si se contamina al Río Atuel, también se perjudica, por ejemplo, a la provincia de La Pampa». Asimismo, rechazó que se le quiten facultades de regulación al Legislativo, porque «ahora depende solamente de funcionarios del Ejecutivo».

Para concluir, señaló que «las grandes mineras van a Sudamérica porque el control es débil y hay mucha corrupción». Y cerró: «No hay antecedente en el mundo de un proyecto de megaminería sin contaminación. Nos quieren hacer creer que un poquito de cianuro o ácido sulfúrico no hace daño a la salud».

Por otro lado, organizaciones internacionales como Greenpeace ya criticaron la modificación de la ley. Y el flamante presidente argentino, Alberto Fernández, fue duramente cuestionado por la izquierda y organizaciones sociales porque prometió impulsar ese rubro extractivo, tal como lo hicieron Macri y el kirchnerismo.

«Se demoniza a la minería con mentiras»

En contrapartida, el presidente de la Cámara de Servicios Mineros de Mendoza, Carlos Ferrer, niega todas las consignas de los grupos ecologistas. El abogado sostiene que la ley previa tenía «muy mala técnica legislativa, porque se prohibía el uso de sustancias que se utilizan en otras industrias de la provincia todos los días».

Así, pese a las enormes reservas de materias primas, «eso ahuyentó todas las inversiones», y en los últimos 12 años no se hicieron tareas de exploración. Al otro lado de la Cordillera de Los Andes —Mendoza limita con Chile—, el país vecino «exporta 10.000 millones de dólares anuales» en esa misma zona montañosa, mientras que la provincia argentina no tiene desarrollada la actividad.

Al respecto, el abogado sigue comparando: «Chile tiene 3.000 proyectos mineros, y exporta anualmente unos 86.000 millones de dólares. En Argentina tenemos 24 proyectos, y exportamos solo 4.000 millones».

Ferrer no niega que «las eventualidades o siniestros pueden ocurrir», pero acota: «Chile hace décadas que explota el cobre, y compatibiliza con la producción de vinos, que son exquisitos». La provincia de Mendoza también es un bastión en la generación vitícola, y sus botellas son reconocidas en todo el mundo.

Por otro lado, el entrevistado señala que «se demoniza a la minería con mentiras», y opina que hay intereses económicos de otros rubros productivos, como por ejemplo el agro, que a su juicio promueven la contratación de trabajadores «en negro, sin obra social, con un salario bajo», lo que supuestamente contrasta con las plazas laborales en ese sector del extractivismo, donde «ganan más del doble y tienen cobertura médica». «Eso no les conviene a muchas industrias», agrega.

Al respecto, la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros ya promete que los proyectos mineros podrían brindar 17.550 puestos de trabajo en la etapa de construcción, y otros 39.240 en la fase productiva.

Sobre las acusaciones de contaminación, Ferrer contesta: «Hay gente de buena fe que cree en las muletillas antimineras, pero hay activistas financiados por empresas, y ONG con más recursos que nosotros». Así, responde que «las napas subterráneas ya están contaminadas, sin minería».

También subraya que la actividad no necesita usar agua potable, y que se pueden instalar plantas potabilizadoras para que el recurso usado se reutilice en el riego del sector agrícola: «Eso podría costar unos 7 millones de dólares, una cifra insignificante para un proyecto minero».

A su vez, el 50 % de las regalías recibidas por el Estado se usará exlcusivamente en obras de infraestructura hídrica, repasa. Otro de los argumentos esgrimidos para refutar a los ambientalistas es que la actividad petrolera y minera solo consume el 1 % del agua disponible, aunque hay pocos proyectos activos. Según datos del Departamento General de Irrigación, el 11 % es para uso humano y el 81 % se utiliza en el sector agrícola, y los defensores de la minería alegan que en el agro se desperdicia la mitad, porque el sistema de riego es anticuado.

Mientras crecen las acusaciones y la tensión social en Mendoza, la provincia persiste en una emergencia hídrica, y para 2020 se espera la peor temporada para el suministro de agua de los últimos 33 años, lo que podría agravar la crisis.

 

Fuente:https://actualidad.rt.com/actualidad/337699-marcha-mas-grande-mendoza-megamineria-posturas?fbclid=IwAR37IARXwTVSl50dB7oE-6_2YXoFljGOeyBD7UvO77xohYXlEwewFkIaF-8

Argentina

“Soy testigo de que la minería trae pobreza, miseria y tristeza”

Yo me sumo a la lucha para decirle “no a la mina”, la mina no es buena, la mina contamina, se lleva y arrasa con todo”, expresó Mari.

Mari tiene 7 años viviendo en Chubut pero es oriunda de Catamarca – Andalgalá, donde está la minera bajo la lumbrera.

“La minería en Catamarca prometía la construcción de, nuevas escuelas, un hospital de alta complejidad, rutas asfaltadas, pero ninguna de esas obras se plasmó, trabajaron a medias. Por esta razón, yo puedo decirles que soy testigo de que la minería trae pobreza, miseria, tristeza, desolación y enfermedades” indicó.

“Debemos decirle NO a la mina, tenemos que unirnos y defender el agua, el agua es vida, sin ella no somos nada”.

Mari hizo un llamado al pueblo del Chubut para que no bajen los brazos, se unan para que no se dé la mina y así evitar todo aquello que sucede en Catamarca.

“Llamo al pueblo de Chubut a levantarse y manifestarse de forma pacífica, es nuestro deber pedir algo justo, pedimos que Dios ilumine y dé sabiduría para que no se apruebe la nueva ley de minería”

“Me uno a la lucha desde Rawson siendo una catamarqueña y teniendo el conocimiento de lo que es la mina y todo lo que trae consigo”, señaló.

 

Fuente:https://cholilaonline.com/2019/12/soy-testigo-de-que-la-mineria-trae-pobreza-miseria-y-tristeza.html?fbclid=IwAR2Z1vUtxMdZnEcTts8R4tfXgsyZceg_oVM7Ci8CzfDcVjKBBKtBC-Wms-M

Argentina

Drenajes ácidos mineros Dam , peor que el Cianuro.

Actualmente se discute bastante el tema del cianuro, hay textos y audios circulando sobre el tema porque el cianuro es lo que aparece como lo más peligroso de la megaminería. Pero hay un tema que generalmente se soslaya, que son los drenajes ácidos mineros (que en la literatura técnica se denominan DAM). Estos drenajes ácidos ocurren por los grandes volúmenes de tierra desalojada y los grandes cráteres que quedan en las explotaciones megamineras.
Normalmente donde hay oro, hay cobre, y el cobre se encuentra como sulfuros de cobre. Estos y otros sulfuros, de distintos minerales, piritas, calcopiritas, mucho sulfuro de hierro, quedan expuestos a la acción del oxígeno del aire, con el que reaccionan espontáneamente, y por una sucesión de reacciones empieza a producirse ácido sulfúrico en una cantidad importante. Una vez que se genera esta primera cantidad de ácido sufúrico de manera inorgánica, se modifica el pH del medio. Entonces en este pH ácido se empiezan a desarrollar algunas bacterias llamadas tiobacilos o sulfobacilos. Estas bacterias producen más ácido sulfúrico pero ahora en mucha más cantidad. A medida que pasa el tiempo las colonias van creciendo y se van combinando las reacciones producidas de manera inorgánica con las reacciones producidas por estos agentes biológicos. Así se producen toneladas y toneladas de ácido sulfúrico de forma natural en toda la zona de la explotación.

¿Qué ocurre son todo este ácido sulfúrico?

Empieza a percolar a través de las piedras y del suelo hasta que llega a alguna napa subterránea, o también puede escurrir hasta aguas superficiales. En su viaje, el ácido sulfúrico va reaccionando con todos los metales pesados que están presentes en el suelo (mercurio, plata, uranio, plomo…) y todo eso es transportado a través de las aguas subterráneas y superficiales hasta las zonas de consumo. Los metales pesados son muy tóxicos para todos los seres vivos, peces, ganado, humanos, plantas…

Las empresas mineras sacan su relación costo-beneficio sin internalizar en sus costos el costo ambiental que le dejan a la sociedad. En realidad se lo están externalizando a la sociedad, y sobre todo a las futuras generaciones. Porque esas explotaciones mineras van a estar siglos generando ácido sulfúrico y percolando metales pesados a las napas subterráneas a través de este agente que es el ácido sulfúrico.

Entonces, no es solamente el cianuro en la minería y no es que se puede evaluar el beneficio de la explotación minera solo por el beneficio que obtienen las empresas y de lo cual a los gobiernos y poblaciones locales no les queda prácticamente nada después que termina la explotación. Lo que les queda los drenajes ácidos mineros, los diques de cola con cianuro, ácidos y otras sustancias peligrosas.
El pueblo mendocino, que está muy informado sabe de este tema porque venimos haciendo docencia desde hace 12 años, y no se va a dejar atropellar ni va a dejar que sus gobernantes corruptos o comprados por las empresas mineras les mientan, porque necesitan recaudar más o engrosar sus patrimonios personales.

 

Fuente:https://mendoza.digital/drenajes-acidos-mineros-dam-peor-que-el-cianuro/?fbclid=IwAR0FPfWizWnfBJb1mpEJ_g6ynTWQuHDnUOjeUZHDkAptnUqpHlJqPKITf1Q

Argentina

Siguen las movilizaciones: gran banderazo en Mendoza por la restitución de la «Ley Antiminera»

Mendoza no deja de movilizarse contra la reforma minera, que ya quedó desactivada por el gobernador Rodolfo Suarez. De igual modo, a la espera de la derogación prevista para hoy de la controversial ley 9.029, que habilitaba el uso de sustancias tóxicas como el cianuro, los mendocinos siguen plantando bandera en defensa del agua y la restitución de la «Ley Antiminera».

En la noche de este domingo, miles de personas se congregaron en diferentes puntos para flamear sus insignias celestes y blancas bajo el eslogan » el agua de Mendoza no se negocia«. Con pancartas y cánticos, las protestas volvieron a estar en el centro de la escena provincial.

Las manifestaciones se realizaron en el kilómetro cero de la capital cuyana, en las principales calles del microcentro y llegaron hasta las rutas de la geografía provincial. Así, nuevamente, los vecinos hicieron oír su reclamo para que la Legislatura restablezca la «Ley 7.722», la cual prohíbe la utilización de químicos contaminantes.

La sesión especial está prevista para hoy a las 9 en la Cámara de Senadores y luego, a las 11, en Diputados, y se estima que sea un «tratamiento exprés», como el que se hizo -hace una semana- para aprobarla. Ahora se tratará de dejar sin efecto esta norma, que solo cosechó el rechazo popular y que obligó al mandatario a solicitar primero la suspensión de la reglamentación y luego, la anulación total de la ley.

Según explicaron a LA NACION vecinos autoconvocados de diversas comunas, se espera que, mientras los legisladores estén en el recinto, en las afueras haya nuevas manifestaciones para «celebrar el logro de la derogación y chequear que cumplieron con lo prometido».

La principal manifestación de este domingo, convocada por la Asamblea Popular por el Agua, se realizó en Peatonal Sarmiento y Garibaldi, con la consigna de portar una bandera. Lo mismo ocurrió en las comunas de San Carlos, General Alvear, Rivadavia, San Rafael, Tunuyán y Tupungato.

 

Fuente:https://www.lanacion.com.ar/politica/siguen-las-movilizaciones-gran-banderazo-en-mendoza-por-la-restitucion-de-la-ley-antiminera-nid2319756

Argentina

Si contamina no es Progreso, El Agua vale más que el Oro.

La Decana y el Vicedecano de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba expresan su profunda preocupación y rechazo a la modificación de la Ley 7722 en la provincia de Mendoza, para habilitar el uso de sustancias químicas como cianuro, ácido sulfúrico y otras similares, lo que significa la apertura de la provincia a la explotación de la megaminería. La actividad se encontraba limitada desde 2007 como resultado de un extenso reclamo popular y bajo el principio de tutelar el agua.

Entre los artículos modificados de la Ley 7722 —ratificada en 2015 por la Corte Suprema mendocina—, el central es el 1º. Prohibía la utilización de sustancias tóxicas «a los efectos de garantizar debidamente los recursos naturales con especial énfasis en la tutela del recurso hídrico» en una provincia que se encuentra hace 11 años en emergencia hídrica. La megaminería utiliza cientos de litros de agua por segundo para limpiar el material extraído de la montaña.

Nuestra unidad académica tiene claros antecedentes de haber sido impulsora de la resolución del Honorable Consejo Superior de la UNC, por la cual se rechazaron los fondos provenientes de la megaminería.

En dicha resolución se reconoce explícitamente que las actividades de la minería a cielo abierto tienen impactos de corto, mediano y largo plazo, tales como: el alto consumo de recursos naturales estratégicos y energéticos; los efectos negativos sobre las cuencas de varios ríos; la contaminación y los efectos a largo plazo del proceso de drenaje ácido; la grave e irreversible destrucción de los ecosistemas; la degradación de la calidad de vida en las regiones afectadas.

Desde estos antecedentes no podemos más que señalar que el cumplimiento del Artículo 41 de la Constitución Nacional es claro en cuanto a la responsabilidad del Estado Nacional por adherir a numerosas legislaciones, instrumentos y marcos regulatorios regionales e internacionales respecto de la protección del medio ambiente; los beneficios y excepciones (como la reciente baja de retenciones) con los que cuenta la actividad minera; a lo que se debe agregar que es una verdadera deuda de la democracia que siga vigente la modificación del espíritu de la Ley 14.771 realizada durante la última dictadura militar para permitir la extrajerización de la actividad minera. De esta manera, la megaminería es siempre sinónimo de saqueo, contaminación y muerte en beneficio de las corporaciones.

Finalmente queremos expresar nuestra solidaridad con el pueblo de la provincia de Mendoza que de manera mayoritaria en una movilización histórica ha expresado su enérgico rechazo a esta inconsulta medida. En el mismo sentido, como universitarios no podemos más que condenar la brutal represión con la que el gobierno provincial respondió a una legitima acción popular masiva.

 

Fuente:https://psyche.unc.edu.ar/portfolio-items/si-contamina-no-es-progreso-el-agua-vale-mas-que-el-oro/?fbclid=IwAR2fry0i8q4_JFaIMf8AfdT8U8B0T3qXSa9zM4KuJ6abtnrSXdsZKlxcBwc

Argentina

Ambientalistas de Jacobacci se manifestaron en contra de la megaminería en Calcatreu

Integrantes de la Asamblea de Jacobacci por el Agua y el Territorio volvieron a manifestarse en contra de la megaminería en Calcatreu. Además, en el marco de los acontecimientos ocurridos a nivel nacional, repudiaron el accionar del gobierno de Mendoza en la movilización que se realizó en esa provincia para evitar la reforma de la Ley 7722.

La posición se dio a conocer en la jornada en la que se conoció el otorgamiento de permisos por parte del DPA a Minera Aquiline Argentina para que pueda iniciar una nueva campaña de exploración en Calcatreu y concretar el campamento que levanta en la zona de Lipetrén, a unos 82 kilómetros al sur de Jacobacci.

La agrupación ambientalista dejó en claro su postura opositora a través de un comunicado, en el que señalaron que Calcatreu «es solo la punta de un ovillo que involucra a cientos de proyectos de minería metalífera que, lejos de resolver los problemas como localidad y región “nos va a terminar de definir como zona de sacrificio”.

“Nos quieren hacer creer que esta minería es inevitable, que estamos condenados a resignarnos por vivir en un territorio rico en minerales y que estos son totalmente necesarios para la vida cotidiana»

Asamblea de Jacobacci por el Agua y el Territorio

«Nunca podría ser sustentable en la medida que vuelan cerros con toneladas de explosivos y usan cianuro, mercurio y ácido sulfúrico que se acumulan en embalses junto a millones de litros de agua como residuos contaminantes”

 

Respecto a la necesidad de generar empleos en una región con su principal economía como lo es la ganadería ovina y caprina, aún en crisis, admitieron que las fuentes de trabajo de los proyectos mineros son temporales y en un estado avanzado son mínimas y altamente calificadas. “Nosotros no somos los responsables del desempleo y en muchos casos hay un vacío intencional de propuestas laborales para favorecer la instalación de estos proyectos mineros”.

Agregaron que los organismos competentes no cuentan ni con las capacidades ni con los recursos necesarios para garantizar el control del más mínimo impacto ambiental.

“Nos dicen que la minería metalífera es aceptada por la mayoría de la población, entonces por qué en las campañas electorales no se expresan a favor… por miedo a perder votos? Nos preguntamos: ¿estamos dispuestos a utilizar en nuestra región cada vez más afectada por la sequía millones de litros de agua por día para extraer minerales destinados en su mayoría a la especulación financiera? ¿A qué vuelen nuestros cerros con toneladas de explosivos y utilicen sustancias contaminantes para separar los minerales que se llevarán, a cambio prácticamente de nada con los pasivos ambientales que esto implica? ¿A que estos proyectos se instalen en territorios de comunidades indígenas y de campesinos que generación tras generación han sostenido a sus familias a partir de la producción?”, agregaron.

Detallaron que la opción para cubrir las necesidades sigue estando en el fomento de la ganadería, de la agricultura, el turismo, el comercio y empresas de servicios y las industrias no contaminantes.

Río Negro – Mendoza


Por otro lado compararon lo que sucede en Mendoza, con lo ocurrido en Río Negro en diciembre de 2011 cuando, días antes de Navidad, el ex gobernador Carlos Soria (FpV) a pocos días de haber asumido derogó la Ley Provincial 3981, similar a la ley  7722 de Mendoza.

“Más allá de los partidos políticos y de los funcionarios y funcionarias de turno, lo que está cada vez más claro es que el modelo extractivo no se toca. La Ley de Inversiones Mineras del año 1993 está más vigente que nunca. Parece que nada importa lo que dice la Constitución Nacional y Provincial en materia de protección ambiental ni las Leyes que van en el mismo sentido, todo esto es violado sistemáticamente por aquellos que juran por Dios, la Patria y por el Pueblo”, sentenciaron.

 

Fuente:https://noalamina.org/argentina/item/43413-ambientalistas-de-jacobacci-se-manifestaron-en-contra-de-la-megamineria-en-calcatreu