Argentina

EL PROYECTO DE ZONIFICACIÓN SOLO GENERÓ PRESENTACIONES JUDICIALES

14/12/2020
Las asambleas de vecinos miembros de la Unión de Asambleas de Comunidades Chubutenses (UACCH) hemos realizado un documento de divulgación pública para explicar los motivos de las presentaciones judiciales originadas por el Proyecto de Ley Nro. 128/20 «Desarrollo industrial minero metalífero sustentable de la provincia del Chubut» enviado por el Poder Ejecutivo Provincial para habilitar la actividad minera en la Meseta centro-norte de Chubut.
Por Noalamina.org
El proyecto de ley presentado a la Legislatura provincial el 20 de noviembre está viciado de mentiras, irregularidades y falsedades. Las mismas están presentes en la forma en que se diseñó, en la presentación y en las bases en que se fundamenta. Todos estos elementos fueron motivo para presentaciones judiciales acompañadas con innumerables pruebas, producto de declaraciones y publicaciones de los promotores de la actividad, tanto funcionarios públicos como sus asesores.

Las presentaciones fueron, una medida autosatisfactiva ante el Juzgado Civil de Esquel, denuncias de vecinos de la UACCH de distintas localidades ante el Ministerio Público Fiscal y una denuncia por falsedad ideológica al gobernador Mariano Arcioni ante la Justicia Federal. El objetivo final de las presentaciones es que el Poder Judicial retire el proyecto de la Legislatura.

Los intentos de aprobación de dicho proyecto de ley han llevado en estos días a algunos diputados a proponer modificaciones estéticas que en nada lo liberan de ser inconstitucional, clandestino e ilegal, pero principalmente de estar diseñado sobre una base falsa.

La exposición de motivos del proyecto se basa en el bajo índice de calidad de vida de la Meseta centro-norte de Chubut y justifica la zonificación para el desarrollo de la minería metalífera en los departamentos de Gastre y Telsen, asociando que dicha actividad mejoraría la situación de la población de esos territorios, lo cual incurre en falsedad ideológica. Esta asociación se divulga a través de un documento, «Desarrollo minero y el índice de calidad de vida (ICV)», con el sello del CONICET.

El director del proyecto «Índice de Calidad de Vida del Instituto de Geografía, Historia y Ciencias Sociales – CONICET», Guillermo Velázquez, en su réplica al documento «Desarrollo minero y el índice de calidad de vida (ICV)», afirma: «el informe que está circulando en las redes sociales con el logo del CONICET es falso y ha sido modificado capciosamente a favor del desarrollo minero en dicha Provincia». El documento original habla solo de calidad de vida y no de minería, aclarando que el indicador ambiental considera los desarrollos mineros como negativos. La información del repositorio CONICET ha sido manipulada y mezclada con mapas mineros, para argumentar la decisión del gobierno provincial de habilitar la megaminería en Chubut.

Descargar “Análisis y presentaciones judiciales contra el proyecto de zonificación minera de Chubut”: https://noalamina.org/descargas/44666/

El proyecto de zonificación solo generó presentaciones judiciales

Argentina

LA MESETA DICE NO

11/12/2020
“Idealizar que la Meseta es improductiva es mentira”
Lo sentenció la comunidad “Mariano Epulef”, de la zona de Aldea Epulef, en una nota escrita este miércoles. “Apoyamos al pueblo consciente en defensa del agua y la biodiversidad”, señalaron, además de reclamar que “se escuche nuestra voz”.

Mediante una nota, la comunidad “Mariano Epulef”, de la zona de Aldea Epulef, rechazaron la megaminería y subrayaron la defensa del agua así como del territorio. La comunidad, con su lonko a la cabeza, se reunió este miércoles y se manifestó “en defensa del agua”.

“Los miembros de la comunidad levantan su voz en defensa del agua (ko) y sus protectores (gñen ke mapu), porque nuestro deseo es seguir trabajando la tierra (mapu), que los animales puedan seguir tomando agua pura y limpia, la cual brota de un ojo de agua, aguada, vertientes y arroyos”, comienza el documento.

Remarcaron que su intención, a través de esta nota, es “que se escuche nuestra voz, como personas parte de la Meseta de Chubut y que comprendan que formamos parte de la vida que se desenvuelve en ella”.

De esta forma, remarcaron que “idealizar que la meseta de la Patagonia es improductiva es mentira -ya que- nosotros somos constituyentes de un gran ejemplo de existencia”, en la zona.

Sentenciaron así que “apoyamos al pueblo consciente en defensa del agua y la biodiversidad (itrofil mongen), apelando a que el Gobierno garantice las leyes estipuladas de consenso e información que respaldan la vida de manera integral”.

Cerraron, subrayando “la idea de que el agua es vida: KO TA MONGUEN”.

En defensa de sus derechos

Otras comunidades Mapuche Tehuelche de la meseta centro norte de Chubut no solo se han pronunciado sino que han mantenido un encuentro de asesoramiento con la Defensa Pública, tal como lo informara ese Ministerio Público.

Representantes del Ministerio de la Defensa Pública mantuvieron un encuentro días atrás con integrantes de la Comunidades Mapuche Tehuelche de la meseta centro norte de Chubut a fin de realizar asesoramiento sobre temas de interés.
Del encuentro que se desarrolló en la localidad de Gan Gan, en territorio comunitario, participaron por la Defensoría el secretario de Política Institucional, Germán Kexel, la especialista en Derecho Indígena, Susana Pérez, y el Jefe del Servicio Social, Juan Pablo Minor, estos dos último pertenecientes a las oficinas de Puerto Madryn.
En tanto, se encontraban representadas las comunidades Mapuche Tehuelche Los Pinos; Mallin de los Cual; Chacay Oeste y Laguna Fría, Taquetren, Lagunita Salada, Cerro Bayo, Gorro Frigio y Yala Laubat.
La reunión surgió a partir de la necesidad, de dichas comunidades, de recibir asesoramiento por parte del Ministerio de la Defensa Pública, puntualmente ante la preocupación acerca del proyecto de zonificación minera que está en tratamiento en la Legislatura de la provincia del Chubut en relación a su derecho de participación y consulta previa.
Fuentes: Cadena 3 y Ministerio de la Defensa Pública

La meseta dice NO

Argentina

RÍO NEGRO: LAS ASAMBLEAS DEL CURRU LEUFU VAN POR UNA INICIATIVA POPULAR

09/12/2020
Las asambleas rionegrinas comenzaron hoy el proceso para presentar un Proyecto de Iniciativa Popular ante la Legislatura de esa provincia. Buscan preservar el ambiente, los bienes comunes naturales y proteger la salud de la población, por lo que presentaron el “Proyecto de Ley para la Prohibición de la Minería Metalífera Contaminante en la Provincia de Río Negro” el cual pronto estará disponible para que la población de la provincia pueda acompañar con su firma. Por Noalamina.org

Similar a su par chubutense, la Constitución de la Provincia de Río Negro ofrece una herramienta para que la población genere proyectos de ley bajo la figura de iniciativa popular. Ésta permite que tras la presentación del proyecto en la legislatura, se genere una planilla oficial para que quienes habitan en la provincia puedan acompañar con su firma. En caso de superar el 3% del padrón electoral y tras su verificación, el proyecto ingresa a la legislatura y aún en caso de no tener dictamen en las comisiones correspondientes, en menos de 12 meses debe ser tratada por la cámara.

En el día de hoy fue presentado el proyecto en Legislatura, por lo que tras su aprobación se dispondrá de las planillas oficiales para que las asambleas y toda la población comiencen a recolectar las firmas, debiendo reunir cerca de 17 mil firmas según las últimas cifras del padrón provincial.

Recientemente las Asambleas Unidas de Kurru Leufu compartieron un comunicado unificado en donde repasan el peligro de los proyectos extractivistas que abarcan todas las regiones de la provincia. Destacan el proyecto de oro y plata Calcatreu en Huawel Niyeo (Ingeniero Jacobacci), el megaproyecto de uranio en Amarillo Grande, el desplazamiento y contaminación de chacras por parte del fracking en Allen y el acopio y traslado de arenas silíceas para esa actividad que se realiza en Stefenelli, donde vuelan partículas de polvo contaminante para la salud de la población.

Entre todas las problemáticas, destacan que Río Negro ya tuvo una ley (N°3981) que prohibía el uso de cianuro y mercurio en la minería, pero que fue derogada en 2011 por el entonces gobernador Carlos Soria y gran parte de la legislatura. Una de las impulsoras de esta derogación es la actual gobernadora Arabela Carreras.

Hoy la provincia se ve amenazada por una política nacional que impulsa proyectos como el de Calcatreu y Amarillo Grande, buscando imponerlos de manera inconsulta. Desde las asambleas exigen que el Estado garantice el derecho a la información pública sobre estos proyectos, que se respete y dé cumplimiento al fallo del Superior Tribunal de Justicia sobre el recurso de amparo CODECI/CALCATREU, que asuma sus responsabilidades ineludibles de servicios básicos de salud, educación, comunicación e infraestructura sin delegarlas a las empresas. Además, se exige la consulta a las comunidades perjudicadas, que la deuda ilegítimamente contraída no se pague a costa del sacrificio de los territorios y que se propicie otro modelo de desarrollo más justo, solidario, y por sobre todo respetuoso de la vida.

El comunicado finaliza convocando a la población a frenar la contaminación en los ríos; la oposición a los proyectos megamineros de Calcatreu y Amarillo Grande; la oposición a la imposición del fracking, plantas nucleares y represas; que cese la criminalización de la protesta social y por una nueva ley antimegaminera en Río Negro. Este último punto, comenzó hoy a caminar de la mano de una Iniciativa Popular.

Río Negro: Las asambleas del Curru Leufu van por una Iniciativa Popular

Argentina

Perez Esquivel cuestionó a Arcioni por querer imponer la megaminería

29/11/2020
En una entrevista realizada por Radio Nacional El Bolsón, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y Fundador del SERPAJ, se pregunta para quién gobierna Mariano Arcioni.

“El pueblo ha manifestado que no quiere la megaminería”, resaltó el premio nobel de la paz, Adolfo Pérez Esquivel, respecto del avance en la legislatura de Chubut del proyecto de zonificación minera del gobernador Mariano Arcioni, y agregó: “no puede ser esta actitud, la soberbia, la represión y el interés económico el que prime sobre la vida del pueblo”.

“Es necesario que el gobernador revea su posición de querer imponer la megamineria a cualquier precio, sin tener en cuenta la voluntad del pueblo”, afirmó Pérez Esquivel en comunicación con el Panorama Nacional emitido este viernes desde Nacional El Bolsón, al tiempo que solicitó a los legisladores y consejos deliberantes de todas las localidades “que actúen de acuerdo a las necesidades del pueblo y protejan el medio ambiente”.

El premio nobel de la paz se preguntó “¿para quien gobierna (Arcioni), para las grandes empresas o para el pueblo?” y saludó la movilización de las comunidades de Chubut en defensa de “la madre tierra”. Paralelamente solicitó que se avance judicialmente con la presentación de recursos de amparo para “no innovar” hasta que no se realicen “estudios científicos y técnicos mas profundos”.

Pérez Esquivel y el Servicio Paz y Justica (SERPAJ), fundación que él preside, enviaron sendas cartas al gobernador Mariano Arcioni y a los legisladores provinciales luego de la movilización y represión (por parte de la policía del Chubut) del martes pasado en Rawson cuando ingresó en la legislatura el proyecto de Zonificación Minera que habilita la explotación en la meseta.

La entrevista puede escucharse aquí: http://www.radionacional.com.ar/perez-esquivel-cuestiono-a-arcioni-querer-por-imponer-la-megamineria/

Perez Esquivel cuestionó a Arcioni por querer imponer la megaminería

Argentina

Complicidad de Nación: acciones ante LRA 9 y en ruta 40

01/12/2020
La semana pasada vecinas y vecinos de Esquel y Trevelin concretaron medidas de acción directa a fin de visibilizar la complicidad del gobierno nacional en la embestida minera que la población y sus asambleas vienen resistiendo en estos meses, materializada en el proyecto de zonificación presentado por el gobernador Arcioni, pero trabajado con el gobierno nacional en forma clandestina durante más de un año según declaraciones recientes del ministro de minería de la nación, Alberto Hensel, y del propio Arcioni
Fuente: noalamina.org Fotografías de Nicolás Palacios

El miércoles 25 de Noviembre, vecinas y vecinos de Esquel se presentaron en la sede local de Radio Nacional con el propósito de solicitar salir al aire en la emisora central del sistema de servicios públicos de Radiodifusión, Radio Nacional Buenos Aires.

Luego de una primera gestión realizada el viernes 20 por dos delegados de la Asamblea, y según lo aprobado en asamblea unos diez días atrás y ratificado en votaciones en asambleas posteriores, este jueves los vecinos concretaron la ocupación pacífica del predio delantero de la emisora, y sostuvieron un diálogo con el director Francisco Peralta a fin de solicitar ese contacto a nivel nacional. El director se excusó de gestionar el contacto ese mismo día – aniversario de la Radio Nacional Esquel- y anunció que ya había establecido con la emisora central una salida al aire para el día siguiente en formato de entrevista. Finalmente la nota se concretó un día después, dados los cambios en la agenda mediática a partir del fallecimiento de Diego Maradona.

Durante la charla con los vecinos el director y comunicador destacó el nivel de cobertura que la emisora brinda a la lucha del pueblo chubutense en contra de la megaminería y de los actuales intentos de zonificación por parte del gobierno provincial, material que con frecuencia retransmite a panoramas regionales y en el panorama nacional, replicando además esos contenidos en el sitio web de la radio, cobertura de la que podemos dar testimonio quienes seguimos la programación de la radio pública.

Es conveniente dejar en claro que la acción de presentarnos en Radio Nacional Esquel no se vincula a un reclamo a la emisora -cuyos trabajadores y autoridades efectivamente demuestran cotidianamente un fuerte compromiso con la lucha de Esquel y de toda la provincia- sino más bien, por un lado, con lograr ese contacto directo al aire de la capital del país y visibilizar el nivel de crisis múltiple desatada en Chubut por el gobierno de Mariano Arcioni y Ricardo Sastre, y por otro -sobre todo- con la intención de denunciar la responsabilidad y complicidad de Estado Nacional en el actual intento de imponer la megaminería a la población chubutense.

En efecto, es pública y notoria la presión del gobierno nacional a través del ministro de minería Alberto Hensel en las reuniones oficiales recientes, más allá del sistema de virtualidad a través de pantallas, así como de expresiones de otros ministros (Juan Cabandié, Eduardo «Wado» De Pedro) y del mismo presidente de la Nación.

La actitud del ministro de Ambiente Juan Cabandié en una visita reciente a la provincia dejó en evidencia su voluntad de rehuir la defensa del ambiente, intrínseca al cargo que ocupa, al calificar a la situación de la minería como «una cuestión legislativa». En ese sentido, el ministro se revela como un continuador de la política prominera de su patético antecesor Sergio Bergman, en especial cuando reitera discursos falaces sobre una supuesta «minería sustentable», sobre un supuesto «desarrollo sostenible con la gente adentro», así como el paupérrimo argumento del uso y la necesidad de metales en la industria y en la vida contidiana, al tiempo que silencia el problema sin solución de los descomunales volúmenes de residuos mineros, las filtraciones inevitables y los incontrolables drenajes ácidos.

Por otra parte, de hecho, fue el propio ministro de minería Alberto Hensel quien «deschavó» al gobernador Arcioni hace algunas semanas también en reunión virtual, cuando declaró que venían trabajando en el proyecto de desarrollo minero para la provincia hace varios meses. Asimismo fue factor central de la selección del ministro de hidrocarburos de la provincia, Martín Cerdá, como presidente del Consejo Federal Minero (COFEMIN), en una maniobra más por instalar a nivel nacional la percepción de una supuesta aceptación popular de la actividad en la provincia.

De ese modo, la figura de Radio Nacional, así como la de otras reparticiones de la misma jurisdicción, se reconocen como referentes de ese Estado Nacional que, en la presión explícita y pública que ejerce para imponer la actividad megaminera en la provincia, está vulnerando los principios del federalismo, el cuidado de la salud de la población, los derechos de las comunidades originarias y la preservación del ambiente y de las actividades productivas que de su sanidad dependen.

En la Ruta

Algo similar ocurrió con la acción de difusión realizada el día siguiente, jueves 26, sobre la ruta nacional 40, , con bloqueos intermitentes para entregar volantes y establecer contacto con los conductores, durante el horario de la sesión de la Legislatura, dada la posibilidad de que las y los diputados avanzaran en el tratamiento del proyecto de zonificación de Arcioni y Hensel.

Si bien estos señalamientos sobre el rol del gobierno nacional no liberan de responsabilidad ni de perversión al gobierno provincial a cargo de Mariano Arcioni y Ricardo Sastre -y de sus ministros Federico Massoni, José María Grazzini, Eduardo Arzani, Fabián Puratich y Oscar Antonena como primeras líneas de la infamia política y la asfixia económica a la población-, las vecinas y vecinos de Esquel hemos considerado -y aprobado por votación en asambleas, como decíamos al principio- que debe denunciarse también la participación y la complicidad clara del gobierno de Alberto Fernández y sus ministros en este nuevo intento de imposición de la megaminería en la provincia. Prácticas que marcan una continuidad con intentos similares -por su intensidad y su violencia institucional- desde el Estado Nacional bajo las administraciones de sus antecesores, los ex presidentes Mauricio Macri (2015-2019) y Cristina Fernández (2011-2015), reflejo de una mirada puramente centralista, porteña y autoritaria en relación a los modelos de desarrollo que pretenden imponer a las poblaciones de las provincias

Complicidad de Nación: acciones ante LRA 9 y en ruta 40

Argentina

La gran minería jamás puede ser extractivismo sensato

05/12/2020
Carta de lectores firmada por Maristella Svampa y Enrique Viale publicada en Diario El Chubut en respuesta a Eduardo Arziani, Ministro de ¿Ambiente? de la provincia

El pasado 25 de noviembre en el programa televisivo «Sin Hilo», que se emite en el Canal 12 de la provincia de Chubut, el Ministro de Ambiente provincial, Eduardo Arziani, nos citó maliciosamente al utilizar de modo inexacto el concepto de «extractivismo sensato», que nosotros retomamos del investigador Eduardo Gudynas.

No nos sorprende porque es evidente que frente a la falta de licencia social y las crecientes movilizaciones, en su desesperación, el Gobierno de la provincia de Chubut hoy pretende engañar a la población tergiversando información y falseando argumentos, tal como sucedió recientemente con la investigación del geógrafo Guillermo Velázquez, y ahora con nosotros.

El concepto de «extractivismo sensato» sólo puede darse en un contexto de transición socioecológica, jamás de avance de la frontera extractivista como está ocurriendo en estos días en la provincia de Chubut con la nueva embestida de la megaminería.

Además, la megaminería jamás podrá ser «extractivismo sensato» atento que se diferencia respecto de la minería tradicional fundamentalmente en su (enorme) escala y en su modalidad de explotación, lo que la hace inherentemente contaminante, insostenible e imposible de controlar.

En la medida en que la gran minería avanza sobre los territorios y entra en competencia con otras actividades por la utilización del agua, la tierra, energía y otros recursos. Para extraer los minerales diseminados en grandes extensiones de territorio, esta actividad se realiza a cielo abierto, con el uso de colosales cantidades de energía, explosivos, agua y sustancias extremadamente tóxicas para separar la roca del mineral.

Así, por ejemplo, el emprendimiento minero Pascua Lama (San Juan) removerá rocas por 1.806 millones de toneladas en todo su proceso extractivo; La Alumbrera (Catamarca) tiene autorizado el empleo de más de 86 millones de litros de agua por día, mucho más que el consumo total de la provincia y, a su vez, en materia eléctrica representa el 85% del consumo total de la energía de la provincia. En materia de explosivos, también los datos son espeluznantes: sólo en Pascua Lama se arrojarán durante el proceso extractivo la friolera de 493.500 toneladas, casi la mitad de los lanzados en la Segunda Guerra Mundial. Los tres principales proyectos mineros de nuestro país -La Alumbrera, Pascua Lama y Agua Rica- concentrarían un nivel de consumo energético (subsidiado) de 395 MW, lo que supera la producción de la central nuclear de Atucha (375 MW).

Asimismo no existe en el mundo ninguna región que haya logrado desarrollo socioeconómico con la gran minería (por el contrario). Pese a las reiteradas promesas, la minería metalífera representa menos del 0,045% de la población económicamente activa (PEA) de la Argentina. Incluso en Perú, país minero, la minería ocupa el 2% de la PEA, contra el 23% agricultura, el 16% comercio y 10% manufactura. Después de más de 20 años de explotación de la mina La Alumbrera, el paisaje socioeconómico de Catamarca es desolador: Los índices industriales y construcción cayeron y la pobreza es de los más altos nacionales y con la mayor cantidad de población asistida por planes sociales. En Catamarca, con 25 años de megaminería en la provincia, el 67% de su población económicamente activa tuvo que recurrir al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el 50% en la provincia de San Juan.

Las regalías mineras en San Juan generan menos del 1% del presupuesto provincial. Las regalías del proyecto minero Navidad solo alcanzaría para pagar el 1,6% de los sueldos públicos de la provincia de Chubut. Es así en todas las partes del mundo: donde hay megaminería hay conflicto social y ambiental y saqueo económico.
Maristella Svampa y Enrique Viale.

La gran minería jamás puede ser extractivismo sensato

Argentina

Sin dictamen para el proyecto de traición al pueblo

02/12/2020
El proyecto de zonificación minera no obtuvo dictamen en la comisión de Recursos Naturales y no será tratado en la sesión de este jueves
Con el pueblo movilizado en cada lugar de la provincia y las sospechas que recaen en el cuerpo legislativo sobre la comisión de un delito penal, los 8 diputados de la única comisión que tiene el proyecto de zonificación enviado por el Ejecutivo provincial no pudieron dar dictamen positivo. Se reunieron este miércoles por la tarde pero no se logró la mayoría para sacar un despacho que se pueda tratar en la sesión de este jueves, por lo que deberá esperar al menos hasta el 10 de diciembre.
Fuente: ADNSUR
Este miércoles por la tarde se realizó la reunión de la comisión de Recursos Naturales, la única que tiene para su análisis el proyecto de zonificación minera en la meseta y de Iniciativa Popular. Según pudo saber ADNSUR, los diputados que se conectaron de manera virtual expusieron brevemente su postura y en la mayoría de los casos afirmaron que el proyecto del Ejecutivo que lleva el 128/20, necesita más análisis y que debe ser debatido más a fondo.

La noticia no fue buena para el oficialismo, que tenía la expectativa de lograr al menos cinco votos para conseguir una mayoría que le permitiera poner en la sesión de mañana el tema a consideración del pleno de la Cámara. Esto quiere decir que, dentro del periodo ordinario, solo quedaría la reunión de comisión del próximo miércoles para ver si algún diputado cambia de parecer y se logra una mayoría mínima como para que el tema se pueda tratar en la sesión del 10 de diciembre.

Si bien hay mucha reserva y los legisladores mantienen sus teléfonos cerrados, esta agencia pudo saber que entre los planteos de esta tarde, hubo coincidencia en que el tema está aún muy «verde», y que por la magnitud y relevancia del asunto, se necesita un debate mucho mayor con más actores y muchas reformas al proyecto original para que tenga más posibilidades de ser tratado.
La comisión es presidida por el justicialista Carlos Eliceche y cuenta con otros dos integrantes del Frente de Todos, que son Tatiana Goic y Mario Mansilla; luego hay dos diputados de Juntos por el Cambio, que son Andrea Aguilera y Sebastián López; y finalmente cuatro diputados de Chubut al Frente, que son Carlos Gómez, Roddy Ingram, Mariela Williams y Rossana Artero.

Sin dictamen para el proyecto de traición al pueblo

Argentina

Chubut, totalitarismo y democracia

03/12/2020
Hablar sobre desaparecidos en nuestro país, es abrir el telón de la tragedia que hemos vivido. Sostener la palabra, los ideales y los sueños a una generación le valió su propio destino en esa resistencia durante los años más oscuros que haya vivido Argentina bajo una dictadura cívico-militar. Dejamos atrás aquel Estado totalitario, represor, asesino ¿Qué Estado construimos? El actual Estado chubutense en el que no hay costos políticos no puede ser el modelo.

Transcribimos una nota de Pablo Quintana para El extremo sur

Hablar sobre desaparecidos en nuestro país, es abrir el telón de la tragedia que hemos vivido. Sostener la palabra, los ideales y los sueños a una generación le valió su propio destino en esa resistencia durante los años más oscuros que haya vivido Argentina bajo una dictadura cívico-militar.

Esas atrocidades suponen que estuvieron contempladas fuera de cualquier orden normal o democrático. Aunque, a esta altura de los tiempos, ese orden institucional que supimos conseguir se fue deshilachando con el correr de los años y lejos de esa fuerza que parecía cobrar, una vez retirada la dictadura, hoy ese mandato democrático representativo se ha vuelto un sistema delegativo que cada vez está más lejos de satisfacer nuestros propios intereses.

Si bien el sistema republicano en un juego de contraste y de oposición con ese pasado, persiste como la mejor opción, las barbaries siguen ocurriendo, aunque de manera más sesgada.

Soslayar e invisibilizar un proyecto de ley que cuenta con el acompañamiento de más de 30 mil firmas, es desaparecerlo. El dictador Rafael Videla disparó allá en 1979: «Le diré que frente al desaparecido en tanto éste como tal, es una incógnita, mientras sea desaparecido no puede tener tratamiento especial, porque no tiene entidad». Así pareciera estar hoy la IP en el seno de la legislatura que dice albergar a quienes representan a la comunidad.

De aquel escenario de represión ilegal, asesinato, torturas atroces pasando por esa imagen apocalíptica del desaparecido que se vivieron en los años de plomo de la Argentina de los ‘70/’80 pasamos a construir lo que creíamos un Estado pleno de Derecho. Pero, al menos en Chubut pareciera que estamos lejos de vivir en esa etapa. Si entendemos ese Estado como una sociedad más abierta, en busca de un mayor pluralismo y sometiendo a una libre y verdadera discusión todos los temas que interesan a la sociedad.

Chubut desde hace algunos años se asemeja más a un Estado totalitario si comprendemos a este como la construcción de una sociedad cerrada, sojuzgada, asfixiada por el discurso oficial que no escucha y que los medios comerciales repiten con gacetillas de prensa. Un gobierno que evapora todo reclamo popular o de la clase trabajadora. Es cierto que el Estado totalitario de los años ’70, como señalamos, reprimía, torturaba y desaparecía. Pero hoy, el presunto Estado de Derecho chubutense, reprime y subestima cualquier expresión o pensamiento que se manifieste por propia conciencia, con análisis crítico y autodeterminación.

En el pasado, el Estado en mano de los genocidas, redujo a sus víctimas lo encapuchó, los asesinó y, entre otras bestialidades, los arrojó al vacío desde aviones. En este presente de la provincia patagónica los sometió a un empobrecimiento atroz, instrumenta medidas de represión y pretende desaparecer una Iniciativa Popular con más de 30 mil firmas, intentado llevar toda la discusión por la megaminería en torno a la pretendida zonificación.

Suele escucharse con frecuencia en los últimos días a políticos lamentar las manifestaciones que en sus viviendas particulares tuvieron que soportar. Hablan de escraches, intolerancia o expresiones tales como: «pareciera que no estamos en democracia». Hace tiempo que viejas estructuras como los partidos políticos, que alguna vez intentaron cimentar esta forma de organización social, en el que se supone el poder lo tiene el conjunto de la ciudadanía, no funcionan. Las demandas empiezan a ser en términos personales, porque los costos políticos ya no tienen cabida.

Con la minería a gran escala instalada en los territorios los niveles democráticos disminuyen, así lo advierte el abogado ambientalista Enrique Viale. Chubut padece algo similar a pesar que el modelo no se puso en marcha todavía. Pan American Silver Corporation, desde que le compró a Aquiline Resources los derechos para explotar el proyecto Navidad, actúa como un estado paralelo desde hace diez años en la meseta con el visto de bueno del Estado. La compra de voluntades suele ser una moneda corriente en estos conflictos.

Desde que en este país tuvimos un presidente que en un acto público nos habló de ir hasta la estratosfera y de ahí a Japón, está permitido decir y prometer cualquier barbaridad en la función pública. Sin que eso implique la imposibilidad de seguir cumpliendo funciones en cargos públicos (hoy es senador). Vivimos en una provincia donde el actual gobernador acordó aumentos salariales en paritarias. Una instancia que tiene un largo historial en términos de conquista de derechos de negociación colectiva. Pero Mariano Arcioni la incumplió. Se pronunció en contra del extractivismo hace sólo tres años y hoy hace hasta lo imposible por desarrollar la minería a gran escala. Una forma de violentar que tiene el Estado por estos tiempos.

La desaparición forzada de personas es un destino que aún pesa sobre nuestras espaldas. Una sociedad que aún busca entre sus escombros del pasado el reencuentro. Quizás nos explique también porque nos cuesta tanto construir un mejor lugar donde vivir, teniendo en cuenta que no contamos con casi toda una generación que no está entre nosotros.

El ensayista Alejandro Kaufman sostiene que la desaparición es imperdonable, «porque suspende el tiempo. Sus efectos son prolongados y se destinaron a mantener lo irreparable de la pérdida». Por lo tanto, así como ese crimen de la desaparición es imperdonable, inexcusable será para quienes permitan que las futuras generaciones sobrelleven los impactos ambientales que generará el proceso de explotación de minerales.

«En el acto de producción está implicada una permanencia irreversible. Esta es la especificidad del crimen de la desaparición», agrega Kaufman y, podríamos parafrasear, el impacto inalterable que generan diques de cola, drenajes ácidos y químicos utilizados en la meseta chubutense (para luego expandirse por todo el territorio provincial) serán ese crimen perfecto para nuestros hijos y nietos.

«La inmensa operación, sutil y refinadamente perversa de las desapariciones es imperdonable, diríamos, ontológicamente, porque fue concebida para hacerse imperdonable», finaliza el crítico cultural. De la misma manera, podríamos decir que los negociados que teje el poder económico junto al político sólo son concebidos por la avaricia y la ambición. Por ello el voto en favor de la zonificación minera será imperdonable.

Chubut, totalitarismo y democracia

Argentina

Comunidades de la meseta pidieron a Legislatura que “desista” de tratar la zonificación

02/12/2020
A través de un documento presentado a la Legislatura, comunidades originarias de la Meseta centro-norte solicitaron a la Cámara que se abstenga de avanzar con el tratamiento de la Zonificación ya que se redactó “en violación a los derechos de los Pueblos Originarios”, además de ir en contra de un convenio de la OIT. Además, requirieron que desistan de tratar cualquier proyecto para habilitar la megaminería sin hacer efectiva la consulta y participación a las comunidades, de manera libre, previa e informada.

Fuente: Radio 3 Cadena Patagónica

A través de un escrito, presentado al presidente de la Cámara de Diputados, Ricardo Sastre, y a la Comisión de Desarrollo Económico, Recursos Naturales y Medio Ambiente; las comunidades originarias de la Meseta centro-norte solicitaron a la Legislatura que desista de avanzar con el tratamiento del proyecto de Zonificación minera presentado por el Gobierno provincial.

El escrito fue suscripto por las autoridades de las comunidades de Laguna Fría, mallín de los Cual, Los Pino, Chacay Oeste y Escorial.

En el mismo señalan que el proyecto para habilitar la megaminería se redactó “en flagrante violación de los Derechos Constitucionales y Supralegales que asisten a las Comunidades mapuche-tehuelche respecto a sus territorios, los recursos naturales y al derecho a la consulta previa, libre e informada”.

Por ello, solicitaron que se abstengan de “tratar o aprobar el proyecto de Zonificación hasta que se haga efectiva la consulta y participación de las comunidades originarias de la zona -remarcando además que para poder tratar un proyecto así se debe contar- con el consentimiento libre, previo e informado” de las comunidades afectadas.

Precisamente, cuestionaron que el proyecto presentado por el Gobierno haya incumplido con el artículo 6 del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual precisamente señala que “los gobiernos deberá consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas, CADA VEZ QUE SE PREVEAN MEDIDAS LEGISLATIVAS o administrativas susceptibles de afectarles directamente”.

Sobre este aspecto, señalaron que “las comunidades (que presentaron el escrito) y las demás establecidas en la Meseta Centro-Norte de Chubut y emplazadas dentro del área de zonificación, no han sido consultadas”, ni antes de presentar el proyecto ni ahora.

No solo esto, “sino que tampoco se ha garantizado el Derecho de consulta y participación antes de su presentación para tratamiento legislativo”.

Por todo esto, las comunidades remarcaron que si se avanza con el proyecto tanto en el Legislativo como en el Ejecutivo, “se estarían vulnerando notoriamente nuestros derechos como comunidades indígenas”.

Sobre el final, repasaron los diferentes instrumentos legales que los asisten y respaldan en el planteo expuesto a la Legislatura: Artículo 34 de la Constitución Provincial, 75 inciso 17 y 22 de la Constitución Nacional, los tratados internacionales supralegales como el Convenio 169 de la OIT, los artículos 18 y 19 de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos indígenas y el artículo 21 de la Convención de Americana de Derechos Humanos.

Precisamente, cuestionaron que el proyecto presentado por el Gobierno haya incumplido con el artículo 6 del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual precisamente señala que “los gobiernos deberá consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas, CADA VEZ QUE SE PREVEAN MEDIDAS LEGISLATIVAS o administrativas susceptibles de afectarles directamente”.

Sobre este aspecto, señalaron que “las comunidades (que presentaron el escrito) y las demás establecidas en la Meseta Centro-Norte de Chubut y emplazadas dentro del área de zonificación, no han sido consultadas”, ni antes de presentar el proyecto ni ahora.

No solo esto, “sino que tampoco se ha garantizado el Derecho de consulta y participación antes de su presentación para tratamiento legislativo”.

Por todo esto, las comunidades remarcaron que si se avanza con el proyecto tanto en el Legislativo como en el Ejecutivo, “se estarían vulnerando notoriamente nuestros derechos como comunidades indígenas”.

Sobre el final, repasaron los diferentes instrumentos legales que los asisten y respaldan en el planteo expuesto a la Legislatura: Artículo 34 de la Constitución Provincial, 75 inciso 17 y 22 de la Constitución Nacional, los tratados internacionales supralegales como el Convenio 169 de la OIT, los artículos 18 y 19 de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos indígenas y el artículo 21 de la Convención de Americana de Derechos Humanos.
Audio de Ángel Cayupil en entrevista con Radio3
El documento completo puede leerse aquí: https://drive.google.com/file/d/1EvHWlKxbLRyp7sKTFnab3ptNM6Wy206N/view

Comunidades de la meseta pidieron a Legislatura que “desista” de tratar la zonificación

Argentina

Dieciocho años de lucha: un pueblo que hace historia

02/12/2020
En medio de una nueva embestida megaminera, la lucha de Esquel y todo Chubut cumple dieciocho años. Aquellas primeras asambleas y la primera marcha masiva el 4 de diciembre; el plebiscito y la ley provincial; las nuevas empresas que llegaron con sus empleados en los medios y en los gobiernos; las asambleas que tomaron la iniciativa y nunca dejaron la calle. Un repaso por la historia de un pueblo consciente y luchador, que nuevamente le está dando lecciones a quienes gobiernan dándole la espalda.

Por Julián Raso para Dame Una Mag (Descargá la revista acá)
Foto: Nicolás Palacios – Fotografías Con Voces

Allá por octubre del 2002, se realizaban las primeras asambleas vecinales ante la alerta que generó en la población el conocimiento de que se pretendía realizar, a solo seis kilómetros de la ciudad, un megaemprendimiento minero que movería toneladas de piedra y utilizaría agua con cianuro para extraer oro.

A fines de noviembre, tras esos debates, se llevó a cabo la primera marcha bajo la consigna “No a la Mina” y, en esos agitados días, la población se dirigió al Concejo Deliberante para exigirles a los representantes información y una postura al respecto. Se logró una “sesión abierta” en la Sociedad Española para el 2 de diciembre y la posterior suspensión de la Audiencia Pública que iba a realizarse el día 4.

Para ese día, estaba convocada una nueva marcha en la que, lejos de cancelarse, el pueblo salió a las calles para reafirmar su postura y festejar el triunfo popular. Fue la primera movilización realmente masiva, en la que participaron también manifestantes de Trevelin y de la Comarca del Paralelo 42. De este modo, los gobernantes que pretendieron hacer entrar a la minera sin consultar a la sociedad, aceptaron convocar a un plebiscito que, en principio, no era vinculante, pero el nivel de participación social y el resultado hicieron que no queden dudas: más de 8 de cada 10 habitantes de Esquel estaban en contra del proyecto minero en su cordón montañoso.

¿Pero por qué tanto alboroto?

Lo que en pocos meses la sociedad esquelense tuvo que aprender, informarse y compartir a sus pares, era de qué se trataba esto de la megaminería. A partir de contactarse con otras (?) poblaciones del país y de Latinoamérica para conocer sus experiencias, se tomó dimensión de las consecuencias que el proyecto tendría: desde las afectaciones al ambiente, los cambios en los modos de vida y cómo las deslumbrantes promesas sobre trabajo y desarrollo no se cumplían en las regiones mineras.

Lo primero que activó la alarma fue el cianuro que la minera pretendía usar para separar el oro de la piedra. Pero no era el único aspecto ambiental. La minera utilizaría grandes volúmenes de agua, generaría polvo en suspensión, drenaje ácido, deforestación y abriría un enorme pozo en la montaña de la que brota el agua que en parte abastece a la laguna Willimanco y de ahí se dirige hacia la toma de la que se provee la ciudad. A medida que se investigaba sobre la megaminería en otras regiones del mundo, se confirmaba que además de los accidentes recurrentes, la actividad genera una contaminación inevitable por sus propias características.

Así se fue enterando la población esquelense de que en la megaminería participan empresas trasnacionales que cotizan en bolsa y funcionan captando accionistas. Empresas realmente grandes y desterritorializadas: la mayoría figura con sede en Canadá, pero sus inversores son de todas partes del globo y no tienen vinculación con los territorios que explotan.

La megaminería ocupa superficies extensas, de miles de hectáreas. Y por medio de las exploraciones se determina el lugar posible a explotar, dado que el metal no se encuentra puro, en vetas, sino diseminado en el ambiente a razón de pocos gramos por tonelada de piedra. Por eso hablamos de “megaminería”, que es minería a gran escala. Grandes extensiones, millones de toneladas de piedra molida y pulverizada, millones de litros de agua, toneladas de químicos y enormes necesidades energéticas: un uso descomunal de energía eléctrica y combustible.

Por eso, para que un proyecto sea factible, las empresas analizan la ley mineral (cuál es la relación gramo de metal por tonelada de piedra), qué extensiones se deben dinamitar y remover, qué infraestructura hay que desarrollar, cómo es el acceso al agua y cuánto va a costar el transporte de la electricidad, la mano de obra, la maquinaria, los insumos y la exportación de lo extraído.

A estos cálculos, se les suman aspectos sociales y políticos. En nuestro país, las empresas gozan de leyes que les aseguran el negocio, muchas más garantías y subsidios que cualquier actividad sustentable. Hasta pareciera que las redactaron las mismas empresas, si no fuese porque ni lo que hay les alcanza y siempre piden más.

Toda esta información fue recolectada y puesta en común en las primeras asambleas. Vecinas y vecinos aportaron sus conocimientos sobre química, medicina, economía, o sus propias experiencias: todavía estaban frescas las promesas incumplidas en la construcción de la represa sobre el río Futaleufú.

Las empresas habían hecho todos los cálculos, y los números cerraban. Toda la infraestructura estaba a su disposición (ruta nacional, aeropuerto, tendidos de alta tensión, un cordón montañoso que provee agua, una ciudad a pocos kilómetros) y una muy buena relación en gramos de oro por tonelada de piedra.

Lo que todavía no tenían en cuenta en ese momento era que se iban a encontrar con el rechazo de la sociedad, y que iban a tener que invertir bastante más si pretendían dar la pelea.

Primeros triunfos populares

Con el resultado del plebiscito de Esquel, las acciones de Meridian Gold se fueron a pique. Pero la movilización popular no se detenía y, desde la legislatura, buscaron un mes después frenarla (o contenerla) con una ley que, si bien no es completa, hasta hoy prohíbe la minería a cielo abierto y el uso de cianuro, la ex Ley 5001, hoy denominada LEY XVII-Nº 68. Si bien la ley contemplaba una posible zonificación –que tenía que realizarse en 120 días corridos- el artículo venció sin aplicarse, con lo cual hace 17 años la ley es efectiva en toda la provincia.

La legislación vigente complica los planes económicos de las mineras. Si bien no está prohibida la megaminería en su totalidad, sí lo están sus variantes más rentables. Eso llevó a que las mineras sigan explorando el territorio chubutense y tanteando alternativas para avanzar con algunos de los proyectos. Lo único que las detuvo fue la movilización popular.

Desde aquel 4 de diciembre,Esquel marcha todos los meses. A eso hay que sumarle todas las movilizaciones espontáneas o surgidas entre cuatro y cuatro, y las de los 23 de marzo en que se conmemora el plebiscito. Durante algunos años, en donde no se veían intenciones de las mineras, la marcha se sostenía con menor participación, cual llama piloto de un calefón. Cada vez que las mineras o los gobernantes insinuaban alguna posibilidad de querer reactivar un proyecto minero, la llama piloto se convertía en un fuego mayor y la población volvía a ratificar su NO masivamente en las calles.

Mineras de mayor peso entran a la cancha

Como se indica al comienzo, las mineras trasnacionales no tienen un apego territorial ni mucho menos. Su patria son las ganancias extraordinarias y pueden comprar y revender proyectos, explorarlos y venderlos, cambiarlos como figuritas e, incluso, bajar la persiana e irse cuando no les brindan lo que esperan.

Es más, hay empresas que se dedican a comprar proyectos a bajo precio por el rechazo social ya generado, para imponer su poder de lobby y esperar algún tiempo en que puedan dar el zarpazo. Una de ellas es Pan American Silver (PAS), quien compró el proyecto Navidad en la meseta chubutense. El descubrimiento lo había realizado una empresa denominada IMA, a partir de información confidencial de la minera Aquiline que había descubierto el yacimiento Calcatreu en Río Negro, pero dentro del mismo macizo rocoso. Un tribunal canadiense obligó a IMA a entregar el proyecto a Aquiline y esta se lo vendió a Pan American Silver, que ya había realizado el principal trabajo sucio: remover un chenque (un enterratorio de 1200 años) que ponía en peligro el proyecto por su valor arqueológico y sagrado para los pueblos originarios.

PAS es una de las mineras de plata más grandes del mundo. Tiene sede en Canadá pero, salvo por una mina de oro en ese país, sus operaciones están dispersas por Latinoamérica. Se caracteriza por comprar proyectos conflictivos y sus inversiones más destacadas se encuentran en Guatemala, en una mina frenada por la oposición de la población, y en México, en donde se instaló en territorios y se apoyó en la violencia narco para desplazar a la población que vivía en la zona del proyecto. En Perú, hizo lo contrario: tras recibir 22 multas por daños ambientales, en lugar de hacerse cargo, vendió el proyecto a otra minera. Los nuevos dueños dejaron Quiruvilca y, desde entonces, la mina está abandonada, con inestabilidad en sus depósitos de desechos y generando drenaje ácido, contaminando las aguas de agricultores a quienes nadie les brinda respuestas.

En Chubut, PAS apunta a un negocio similar. En 2009, compró el proyecto Navidad sabiendo de la ley que prohíbe su explotación y se dedicó al lobby político, apostando fuertemente a los medios de comunicación. La minera se apoya en el abandono estatal de la región para proponerse como quien llevará a la meseta central energía eléctrica, transporte e internet: servicios y derechos en los que el Estado incumple.

La otra minera que adquirió un proyecto devaluado con la intención de poder explotarlo en un futuro es Yamana Gold, también con sede en Canadá. Para evadir la ley que prohíbe la minería a cielo abierto, diseñó un proyecto por galerías, pero también comenzó a operar de manera subterránea, es decir, a escondidas de la sociedad.

La nueva minera se apoyó en la filial local “Minas Argentinas S. A.” para proponerse un lento trabajo que logre cambiar la percepción de la sociedad sobre la actividad. Comenzó por cambiar el nombre del proyecto y, de paso, el del pueblo de Esquel: en su informe anual del año 2010, ofrecía un proyecto en la “Sierra de Suyai”, a seis kilómetros de una localidad con el mismo nombre. Coincidentemente, en el supuesto Suyai, la empresa se encontraba trabajando para revertir el rechazo generalizado de la población que, con un plebiscito, había frenado el proyecto de una empresa anterior. Otra paradoja, la traducción de Suyai en quichua es esperar, o bien, esperanza.

También de forma subterránea, Yamana Gold contrató a un operador mediático que, como periodista, se instaló en la mañana radial esquelense sin blanquear quiénes eran sus patrones. A finales de 2011, Ricardo Bustos le entregó a una periodista un tarjeta personal, en la que se presentaba como “Gerente de Relaciones Comunitarias de Suyai del Sur S. A.” con el logo de la minera canadiense. Bustos no solo operaba desde el micrófono, sino que se había encargado de organizar charlas a las que invitaba particularmente a vecinos y vecinas con necesidad de trabajo, y les enviaba un remis el día de la reunión clandestina.

Las operaciones subterráneasse descubrieron, las asambleas se volvieron a llenar de participación y la población se movilizó para clausurar simbólicamente las oficinas de Minas Argentinas S. A., lo que se lograría oficializar en 2013, bajo la sanción de una ordenanza que negó la habilitación comercial para el ejercicio de actividades prohibidas. Yamana Gold, salvo por perder una apelación judicial en 2014 y por no lograr ubicar a su vasallo en Radio Nacional en 2017, no volvería a ser noticia hasta el 2020.

Las asambleas toman la iniciativa

Paralelamente a estas operaciones de Yamana Gold, el gobierno de Martín Buzzi intentó en 2012 aprobar un marco regulatorio para la actividad hidrocarburífera y minera. Con el apoyo de Nación y de gran parte de los legisladores, el gobernador debió haber creído que el pueblo no tenía memoria, o quizás confundió el apoyo de algún sindicato y la legislatura con tener licencia social. Pero la sociedad retomó las asambleas y la calle en forma masiva, nuevamente dijo presente y se manifestó, y recibió, como contraparte, la represión paraestatal de la UOCRA en la legislatura.

En esos meses, se fue conformando la UACCh (en ese entonces Unión de Asambleas Ciudadanas de Chubut, hoy Asamblea de Comunidades). Buzzi intentaría volver a presentar su marco minero el año siguiente, pero ya estaba cada vez más claro que la lucha era provincial. Se venían las elecciones legislativas de 2013 y se lanzó “La otra campaña”, que buscaría desde abajo poner en discusión lo que los candidatos evitaban discutir: el No a la megaminería era definitivo y era necesario buscar modelos de desarrollo sin saqueo y sin contaminación.

Para ello, se resolvió hacer uso de una interesante herramienta de democracia participativa que habilita la Constitución Provincial, por medio de la cual la sociedad puede presentar sus propios proyectos de ley. Si estos están avalados por la firma de al menos el 3 % del padrón electoral, la legislatura debe tratar el proyecto obligatoriamente en un lapso máximo de seis meses.

Esta herramienta no había sido utilizada aún en la provincia. Las asambleas se propusieron elaborar un proyecto que mejore la ley 5001, dado que estano prohíbe distintas modalidades de megaminería (como la subterránea por galerías) y permite la exploración del territorio por parte de las empresas, lo que les había permitido a las mineras en Navidad contaminar el territorio y algunas aguadas, así como remover el chenque.

En Agosto de 2013, se lanzó la campaña y, para mayo del año siguiente, el proyecto ingresó a la legislatura avalado por 13 007 firmas. Cumplidos los seis meses, la legislatura debió tratarlo obligatoriamente, y, a finales de 2014, se llevaría a cabo la más alta traición de quienes deberían estar en sus bancas para representar a la población. En una sesión bochornosa, que tomó relevancia nacional por la foto lograda sobre un celular del legislador Gustavo Muñiz, quien recibía instrucciones en directo sobre cómo redactar el proyecto por parte del gerente de Yamana Gold, Gastón Berardi, legisladores y legisladoras hicieron de la Iniciativa Popular una ley minera. Pero fue tal el escándalo que, tras la asunción del gobierno, fue derogada antes de que se ponga en marcha.

El cambio de gobierno nacional en 2015 no modificaría mucho la situación en la que desde el poder central se busca imponer a las provincias con modelos de desarrollo primarios, basados en la explotación de la naturaleza a costa de la salud del territorio y la población. Las reuniones presidenciales con el CEO de Pan American Silver y con representantes rusos de mineras que buscan extraer uranio en Chubut adelantaban lo que se venía. A nivel provincial, se destacaba el desembarco del sindicato jerárquico minero ASIJEMIN, que realizaba actividades y recibía currículums, y la recolección de 20 000 mil firmas en diez días contra un nuevo proyecto de zonificación.

El hecho más destacado fue la Cumbre Minera realizada en Telsen en febrero de 2018, que tuvo la visita del entonces Ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren; la Cumbre finalizó con represión a los manifestantes tras el envío, por parte del gobierno de Chubut, de 300 policías a una localidad que no llega a los 600 habitantes. Nuevamente, la movilización ciudadana frustraba los planes de Nación y sus socios locales. Imposible no destacar la presencia de los entonces intendentes de Madryn (Sastre), Comodoro (Linares) y Trelew (Maderna), quienes junto a jefes comunales de la meseta hacían de nexo con Nación.

Mariano Arcioni, que venía de hacer campaña electoral contra la megaminería y de declararse como un defensor de un NO rotundo en entrevistas televisivas, así como de participar de la Cumbre Ambiental en la que aplaudió a un Das Neves que se había vuelto defensor del agua, evitó mostrarse en Telsen y se escapó todas las veces que pudo cuando le consultaron si sostenía su postura electoral sobre la megaminería. En su campaña de 2019, declaró que la minería no era un debate urgente, que podía darse en 50 o 100 años, que no era algo inmediato. Una mentira más en la línea de la ya bien conocida: “el mes que viene terminamos con el pago escalonado”.

2020: nueva embestida minera

Este 2020, en términos de megaminería, en verdad, comenzó en diciembre del 2019. En un almuerzo de fin de año de la Asociación Empresaria Argentina, un recién asumido Alberto Fernández exponía que habían logrado que salga una ley para hacer minería en Mendoza y que habían logrado explotar oro y plata en la meseta de Chubut. En ambas provincias, las leyes que limitan o prohíben la extracción de metales a cielo abierto o el uso de sustancias tóxicas como el cianuro seguían vigentes.

Unos días después, el 20 de diciembre, se trataría en una sesión extraordinaria de la legislatura mendocina la modificación de esa ley para permitir el uso de sustancias tóxicas antes prohibidas, como el cianuro y el ácido sulfúrico. La sanción se realizó en un edificio completamente vallado, con reclamos en toda la provincia, pero con un fuerte apoyo de los legisladores y las legisladoras del frente Cambiemos y del Partido Justicialista.

Lo que el gobierno nacional había confundido era que contar con un consenso de los principales partidos políticos no implicaba, de hecho, contar con licencia social: una enorme caravana hacia la capital, multitud de movilizaciones, cortes de ruta y tractorazos demostraron que la población no compartía el cambio de ley. La cancelación de la Fiesta Nacional de la Vendimia y otras actividades turísticas terminaron de demostrar que el rechazo era casi total. En pocos días, y no sin antes reprimir las concentraciones en Casa de Gobierno, el gobernador Rodolfo Suárez anunciaba que daría marcha atrás; diez días después de la sesión extraordinaria, volverían a reunirse en ambas cámaras para derogar la fallida ley y restablecer la vigencia de la 7722.

Unos meses después del Mendozazo, sin haber aprendido nada, apuntarían los cañones a Chubut. Comenzó el aislamiento social preventivo y obligatorio en el que se incluyó a la megaminería dentro de las actividades escenciales. Esto no implicaba solo a aquellas mineras que ya están explotando y extrayendo metales, sino que incluyó también al lobby y el trabajo subterráneo de las empresas y los funcionarios.

Ya en abril, el gobierno provincial publicaba en el Boletín Oficial la contratación de un “servicio de monitoreo de medios” para lo que le pagaban 450 000 pesos a José Luis Gaud, un asesor de Pan American Silver en el Proyecto Navidad que, en su currículum público virtual de Linkedin, se jacta de haber hecho “un manual para interpretar cómo trabajan los activistas del No a la Mina”.

Ese mismo mes, la minera Yamana Gold informaba en su sitio web que había cerrado un acuerdo con Eduardo Elsztain, empresario argentino-israelí dueño del grupo IRSA, la compañía inmobiliaria más grande del país, que también cuenta con importantes inversiones bancarias y en el agronegocio, no solo a nivel nacional sino también en Nueva York e Israel. El negocio de uno de los principales millonarios del país consiste en encargarse de los “asuntos legales, sociales y de gobierno” del Proyecto Suyai, y, en caso de lograr su aprobación, entrar como socio principal en la explotación.

Se veía venir una nueva embestida minera en la provincia, y las asambleas, que ya habían suspendido la marcha del 4 y el aniversario del plebiscito, entendieron que mientras nos pedían que nos quedáramos en casa los proyectos mineros estaban aprovechando para avanzar. Se decidió, entonces, con los protocolos correspondientes, iniciar la recolección de firmas para presentar una Segunda Iniciativa Popular que vuelva a demostrar que si hay que modificar alguna ley sea para alejar más la megaminería de la provincia.

Entre junio y finales de octubre, se recolectaron miles y miles de firmas. Paralelamente, se llevó a cabo un intenso trabajo de verificación con el padrón electoral provincial, con el que se logró presentar 30 916 firmas provenientes de toda la provincia. El requisito del 3 % del padrón fue más que duplicado. En pocos meses, se demostró que cada vez es más fuerte el rechazo a la megaminería y que este abarca a toda la provincia: los pueblos de la meseta firmaron con una amplia participación.

Sin embargo, el gobierno de Mariano Arcioni venía avanzando en dirección contraria. Entre los hechos públicos, se destacó la autorización del Instituto Provincial del Agua a la minera Pan American Silver para bombear agua del acuífero Sacanana y abastecer un campamento minero que no tendría razón de ser si no hubiese explotación. A nivel nacional, fue relevante la elección del Ministro de Hidrocarburos de Chubut, Martín Cerdá, como presidente del Consejo Federal Minero, un organismo dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo de Nación del que Chubut ni siquiera venía participando. A nivel provincial, se modificó la estructura de dicho ministerio, en el que se creó la Subsecretaría de Minería y un sinfín de dependencias destinadas a la actividad.

Se trata de un plan coordinado con la Secretaría de Minería de Nación, a cargo del sanjuanino Alberto Hensel, quien llegó al gobierno nacional después de hacer méritos como delegado de Barrick Gold en la Secretaría de Minería de dicha provincia; allí, se encargó de garantizar la impunidad de la empresa responsable de los derrames de agua cianurada que envenenaron con metales pesados el río Jáchal. Justamente fue Hensel quien dio a conocer estos trabajos en una reunión de la Comisión de Energía, Minería y Combustibles del Senado: ante la pregunta del senador por Chubut Alfredo Luenzo sobre qué estaban haciendo en Chubut, respondió que estaban acompañando la iniciativa del gobernador de desarrollar minería en la meseta y que habían mantenido al menos siete reuniones desde enero hasta octubre por ese tema. Mientras tanto, Arcioni seguía sin blanquear sus planes con la sociedad chubutense.

Un mes después, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Rawson, tras la correspondiente verificación de las firmas, enviaba a la legislatura la Segunda Iniciativa Popular, Arcioni presentaba el mismo día su propio proyecto, con la firma de todos sus ministros, incluso la de Fabián Puratich, el Ministro de Salud que días antes había declarado que no tenía una opinión formada sobre la megaminería en la provincia.

¿Y ahora qué pasa?

En legislatura hay dos proyectos que se contraponen. Uno representa el resultado de 18 años de debate social, es público hace más de seis años y fue discutido y apoyado por más de 30 mil firmas. El otro, el que medios provinciales presentan como el que “inaugura el verdadero debate”, pretende ser aprobado por Zoom en tiempo récord, esquivando las comisiones que deberían debatirlo y de espaldas a la sociedad, en un contexto signado por la peor crisis económica y social que recuerde la provincia, a la que se le suma una pandemia.

Sin embargo, no son solo las asambleas, los vecinos y las vecinas en históricas movilizaciones quienes se oponen al proyecto oficial. Conviene repasar la amplitud de sectores sociales que este último tiempo han alzado su voz contra la megaminería y contra la zonificación, o, al menos, que han pedido que algo tan trascendental y controversial sea discutido seriamente y no como pretende el gobierno provincial, comenzando por las autoridades científicas, académicas y tecnológicas, las principales autoridades del INTA, la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, el CENPAT-CONICET y la Universidad Tecnológica Nacional, quienes manifestaron que no fueron tenidas en cuenta para la elaboración del proyecto y que sin licencia social no hay comunidad que pueda tener un desarrollo sustentable.

Una multitud de parlamentos de pueblos originarios se han expresado ya mil veces reclamando que se les escuche y no se avance sin realizar la Consulta Previa que manda el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Distintos Concejos Deliberantes han manifestado su oposición a la megaminería, a la zonificación, e incluso su apoyo a la Iniciativa Popular (Esquel, Trevelin, Puerto Madryn, Rawson, Lago Puelo, Cholila, Río Pico). Quienes representan a nuestra provincia en el Congreso Nacional, casi la totalidad de los gremios provinciales, las organizaciones de comerciantes, los productores agropecuarios, los prestadores de servicios turísticos, los trabajadores de áreas protegidas, los trabajadores de la salud, los artistas nacionales… una lista interminable en la que también se destacan organismos de Derechos Humanos y las iglesias Católica y Metodista llaman al gobernador a entrar en razón y escuchar al pueblo.

Si nos enfocamos en quienes deben legislar, y, a fin de cuentas, levantar la mano para representar o traicionar a la sociedad chubutense, en la legislatura no debería ser aprobada ninguna zonificación. Basta repasar las declaraciones de legisladores y legisladoras provinciales para comprobar que, si fuesen consecuentes con lo que han dicho, no habría posibilidad matemática de que esto se apruebe. El problema es justamente que nadie puede afirmar que no terminarán priorizando los intereses personales.

El pueblo está en la calle pidiendo a gritos que el resto del país ponga los ojos en la traición que se avecina. El presidente Alberto Fernández convocó a que, si alguna vez se equivocaba, el pueblo salga a la calle a hacérselo saber. El ejemplo mendocino demuestra que, aunque confundan apoyo político y empresarial con licencia social, la sociedad en la calle los hará mil veces retroceder. Nación deberá entender que, aunque tenga un plan minero para todo el país, no se lo pueden imponer a las provincias que ya decidieron otro futuro. La sociedad chubutense ya se expresó de todas las formas pacíficas e institucionales posibles. Queda ver hasta dónde están dispuestos quienes gobiernan a avanzar en contra de la concluyente voluntad popular que ya resolvió apostar por un futuro sostenible para las próximas generaciones, por un Chubut digno, sin saqueo y sin contaminación.

Dieciocho años de lucha: un pueblo que hace historia