Argentina

EL PROGRESISMO QUE ATRASA

08/08/2021
Existe una disociación entre la autodenominación (y el concepto) “nacional y popular” y el gobierno de Alberto Fernández que es difícil de explicar. Por no decir imposible. Se presenta como un gobierno democrático y progresista pero continúa con las macropolíticas del despojo.

Para impulsar el Plan Estratégico para el Desarrollo Minero, Alberto Hensel afirma que “En la Cordillera hay otra pampa húmeda” trascendiendo el significado geográfico y apelando a la connotación económico política devenida del siglo XIX: la expansión agrícola-ganadera con concentración de la propiedad de la tierra en manos de unos pocos adinerados que nos colocó en el lugar de proveedores primarios, fundamentalmente de alimentos. Atrasa la idea de proveer minerales/metales, de seguir primarizando, de continuar concentrando en pocas manos -esta vez los adinerados de ayer vinculados con las transnacionales- la explotación de los bienes de todas y todos.

Hay además, un ingrediente de perversidad en la estrategia o mecanismo al que apelan el Secretario de Minería y el Ministro de Producción: convocar a “ONG ambientalistas” que nadie conoce, que nadie nombró como representante, que no actúan en territorio y que por lo tanto no tienen legitimación social. Este mecanismo se da de bruces con lo nacional y popular y con el espíritu democrático que pregonan como propios.

Por lo visto, están dispuestos a multiplicar la conflictividad social. Leamos sino, la nota de Florencia Barragán publicada en Ámbito.

En Argentina, el Gobierno lanzará el Plan Estratégico para el Desarrollo Minero, que contará con objetivos, plazos y estrategias para desarrollar la minería en los próximos 30 años. Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo consideran que este sector será una “palanca” al desarrollo, sobre todo por el potencial exportador. “En la Cordillera hay otra pampa húmeda”, aseguró el secretario de Minería, Alberto Hensel, durante un seminario que organizó el think tank Fundar.

Según afirma Ámbito, las exportaciones de minería treparon 83,2% interanual en junio, el salto más elevado del último año. Durante el primer semestre las exportaciones fueron por u$s1.422 millones, una suba del 19,2%, comparado con el primer semestre 2020.

Para el Gobierno sin embargo, la cifra está muy lejos del potencial. “Chile exporta minería por u$s34 mil millones, siendo su principal complejo exportador. En Argentina, la principal exportación es la soja, por u$s16 mil millones, y la minería recién está en quinto lugar”, analizó Hensel. La minería contribuye al 0,6% del PBI argentino, mientras que en Chile aporta al 12% del PBI, o en Perú al 10%.

Hensel consideró que la importancia del sector se observa actualmente en las economías regionales. “Hay provincias que fueron consideradas inviables, hasta que decidieron incursionar en el potencial geológico”, afirmó el secretario. En provincias como San Juan, Santa Cruz o Jujuy las exportaciones de minería representan hasta el 78%.

Según estimaciones oficiales, hay proyectos mineros, que pueden durar 20 años, que pueden tener un balance de divisas favorable de 20 mil millones de dólares cada uno. Por eso el Gobierno avanzará con el Plan Estratégico para el Desarrollo Minero, que formará parte del Plan de Desarrollo Productivo Verde, que lleva adelante el Ministerio que encabeza Matías Kulfas. El programa tendrá un consejo consultivo para recibir consultas y sugerencias, se anticipó a aclarar Hensel.

Es que el Gobierno tendrá dos grandes trabas a la hora de avanzar en este plan. La primera es que los recursos pertenecen a las provincias, de las cuales 9 tienen prohibida la explotación. Pero la más difícil de sortear será la conflictividad social. Hensel aseguró que se cumplirán con todas las regulaciones de carácter ambiental. “Cuando se habla de eliminar la combustión fósil y afrontar el cambio climático, no lo vas a poder hacer si no contás con los minerales para la transición”, argumentó Hensel.

Desde 2005, los conflictos sociales por la minería se incrementaron en un 500%. Argentina es el cuarto país en cantidad de conflictos. Los proyectos que se suspendieron o cancelaron por movilizaciones fueron el 53%, mientras que en el mundo es de tan solo 25%. “El caso argentino es el único en detención de proyectos por la movilización social”, analizaron las investigadoras Lucrecia Wagner y Mariana Walter en el seminario.

En las últimas semanas, Daniel Schteingart, quien trabaja junto a Kulfas como director del CEP XXI, citó a ONG ambientalistas al Ministerio. Durante su exposición en el seminario, afirmó que la minería puede ser una “palanca” al desarrollo y consideró algunas variables a tener presente como la contribución exportadora, el ahorro de divisas, la generación de empleo (con una accidentabilidad laboral por debajo de la media).

El progresismo que atrasa

Argentina

Desafíos de la actividad minera

La minería puede generar encadenamientos productivos en el territorio y valor agregado y no solo organizarse en función de la demanda interna y las prioridades que imponen las multinacionales. El riesgo ambiental.
Por Roberto Adaro, Lucrecia Wagner y Mariana Walter
08/08/2021
Producción: Javier Lewkowicz
La tercera posición
Por Roberto Adaro (*)
Asistimos por estos días a un nuevo capítulo del debate alrededor de la actividad minera. La novedad es que funcionarios nacionales, académicos y referentes de raigambre heterodoxa se sumaron al contrapunto. Los recién arribados tienen el mérito de aportar a la discusión su perspectiva en relación a la restricción externa y el desarrollo. La mirada de la minería como sector exportador actualiza sutilmente el debate respecto de la promoción minera en Argentina de los ‘90.

Durante aquellos años comenzaron a desarrollarse en el país los primeros proyectos de explotación minera a gran escala, a partir de inversiones extranjeras. Dichas inversiones fueron facilitadas y promovidas a partir de diversas modificaciones en el marco regulatorio que rige la actividad. Las nuevas regulaciones a favor del capital trasnacional brindaron una serie de garantías diferenciales, como limitaciones severas a la injerencia del Estado, estabilidad fiscal por 30 años, concesiones ilimitadas, tope al cobro de regalías y exenciones impositivas varias. Ninguna de ellas atadas a indicadores de productividad, empleo, inversión o estabilidad macroeconómica. No había detrás una lógica productiva, sino más bien contable y financiera.

De acuerdo a datos del Ministerio de Economía, la minería metalífera representa el 0,5 por ciento del Valor Bruto de la Producción Nacional, el 0,7 por ciento del Valor Agregado Bruto nacional, el 4,3 por ciento de las exportaciones y sólo el 0,2 por ciento del empleo nacional.

Esto no niega la importancia relativa que tiene la actividad minera en el contexto regional de algunas economías provinciales o bien el alto nivel de salarios y de formalidad en el empleo ni las regalías que aporta. De todos modos, el sector no ha logrado superar la figura de enclave, generando pocas vinculaciones y encadenamientos productivos con el entramado local. Vale recordar que la refinación de los metales, el proceso de que más valor agrega y que convierte al mineral en insumo para la industria, sigue realizándose en el exterior.

Aun coincidiendo en la necesidad de exportar más y con mayor valor agregado, vale la pena preguntarse si esta es la única vía para atacar el problema de la restricción externa. La Formación Externa de Activos, la fuga de capitales en lenguaje coloquial, sigue capturando buena parte de los dólares que logramos conseguir. Mientras no cortemos esa sangría, no habrá exportaciones que alcancen, sea de minerales soja o salmones.

En este punto suele recurrirse a comparaciones con países con mejor grado de desarrollo relativo a partir de la exploración de sus recursos naturales, tales como Noruega y Australia. Bien valen aquí las conclusiones del trabajo publicado por Cassini, García Zanotti y Schorr en la Revista de la CEPAL, donde explican cómo éstos países lograron su condición a partir de la planificación pública, una fuerte intervención del Estado en pos de agregar valor localmente a los producido y vincularlo con encadenamientos productivos a nivel local, así como también fuertes regulaciones al capital extranjero en términos de transferencia tecnológica. Este sendero marca diferencias importantes respecto de la realidad argentina.

Las posturas liberal-conservadoras y algunas de la heterodoxia parecen llegar a conclusiones similares sobre la actividad minera. Esta falta de respuestas alternativas quizás se deba a que formulamos mal la pregunta. No se trata de minería sí o no. La humanidad no ha logrado aún producir materia, con lo cuál la minería resulta aún una actividad necesaria. Sin embargo vale la pena debatir cómo hacemos minería y para qué.

¿Qué minería queremos y necesitamos? ¿Una minería que abastezca la industria nacional y genere encadenamientos en el territorio y valor agregado en él, o una minería en función de la demanda externa? ¿Cómo y dónde haremos minería? ¿Lo decidirá el capital según su conveniencia o el ordenamiento y la planificación será pública a través del Estado? ¿Cómo se distribuirán los beneficios y los costos? ¿Los protagonistas excluyentes seguirán siendo empresas trasnacionales o podrán intervenir el Estado y las empresas nacionales? ¿Quién se hará cargo de los pasivos? En las respuestas que sepamos construir se juegan las oportunidades de un nuevo modelo de desarrollo, una tercera posición que recupere la mejor tradición nacional.

(*) Investigador del Centro Cultural de la Cooperación y UNICEN.

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Un caso único

Por Lucrecia Wagner (**) y Mariana Walter (***)

Argentina presenta una creciente conflictividad socioambiental asociada a proyectos de minería a gran escala, principalmente de minería metalífera (oro, cobre) y de litio. En una reciente investigación analizamos 38 conflictos que registran procesos de movilización social visible entre 1997 y 2018, encontrando que el 53 por ciento de los proyectos cuestionados fueron detenidos. Este análisis fue realizado en colaboración con el Atlas de Justicia Ambiental (https://ejatlas.org/), un proyecto de mapeo global de conflictos ambientales que registra actualmente 3496 casos, en los que la minería es la actividad más conflictiva. Nuestra investigación se encuentra publicada en la revista científica “Extractive industries and society” (2021), y en el libro “Cartografías del conflicto ambiental en Argentina 3” de Gabriela Merlinsky (2020).

La detención de proyectos resultante de esta movilización es un caso único en la región (comparado con el 15 por ciento de los proyectos detenidos en Bolivia, 28 por ciento en Chile, 14 por ciento en Ecuador, 9 por ciento en México y 30 por ciento en Perú) y representa el doble del promedio global de proyectos detenidos en conflictos ambientales. Si bien hay varios factores en juego para la detención de un proyecto minero, el caso argentino sigue siendo destacable cuando se compara con la región y las tendencias globales, sometidas a similares factores externos.

Algunas claves. En el marco de estos conflictos se han conformado asambleas de vecinos autoconvocados y diversas organizaciones cuyo accionar ha impulsado cambios institucionales y sociales. Estas movilizaciones son socioambientales porque combinan demandas de carácter ambiental, como la preocupación por el agua y por los impactos ambientales de los proyectos mineros, con demandas de carácter social y político, como la necesidad de democratizar la toma de decisiones, la desconfianza en el control gubernamental sobre los proyectos mineros, y la falta de información y transparencia, entre otras.

En el 61 por ciento de los casos las movilizaciones sociales fueron de carácter preventivo (previas a la explotación minera) y articularon diversas estrategias y actores. Los protagonistas de estas movilizaciones son principalmente las poblaciones locales. Participan científicos y profesionales, que integran estas asambleas y/o aportan conocimiento para su difusión en las comunidades y para nutrir los debates sobre las evaluaciones de impacto ambiental y otros temas clave. Intervienen actores gubernamentales, partidos políticos, grupos religiosos e indígenas y campesinos, cuya subsistencia puede ser directamente afectada.

Entre las estrategias desplegadas por estos actores se destaca la movilización pública, que logra colocar el tema en el debate público, y la conformación de redes y alianzas con otros actores que les permiten superar contextos locales y provinciales adversos para sus demandas. Sumado a ello, han generado acciones por vías institucionales, participando de procesos de evaluación ambiental y llevando los conflictos al ámbito judicial. Así, estas movilizaciones sociales han potenciado cambios institucionales y normativos, como las leyes existentes en 7 de las 23 provincias argentinas, que restringen la minería a cielo abierto. Los cambios institucionales registrados en Argentina destacan sobre las tendencias globales.

Sin embargo, entre los resultados de esta conflictividad alertamos también sobre la creciente violencia hacia los integrantes de estos movimientos, como pudo observarse recientemente en Andalgalá, Catamarca, con el hostigamiento y la detención violenta de miembros de la asamblea El Algarrobo.

Estamos ante un proceso social que nos deja enseñanzas y reflexiones, ya que trasciende las preocupaciones sobre la minería a gran escala y amplía los debates sobre la necesidad de cambios sociales e institucionales, y sobre la justicia, la democracia y las vías de desarrollo posibles.

(**) Investigador CONICET.

(***) ICTA-UAB.
https://www.pagina12.com.ar/360258-desafios-de-la-actividad-minera

Argentina

Crisis hídrica en San Juan

02/08/2021
El panorama que preocupa en Gobierno. Desde la Secretaría de Agua y Energía advierten que si no se toman medidas el sector productivo se verá afectado en 2022.
Fuentes: Tiempo de San Juan y Prensa Obrera
“Creo que estamos en una crisis hídrica significativa en San Juan. Estamos en una situación que, si no ponemos un poquito todos, el año que viene los caudales se van a ver reducidos y algunos sectores como la agricultura se van a ver afectados”, analizó este miércoles el secretario de Agua y Energía de San Juan, Juan Carlos Caparroz.

En diálogo con Radio Sarmiento, el funcionario recordó que el plan de prioridades oficial tiene en primer lugar el consumo humano, luego el uso agroindustrial y por último el energético-turístico y habló de varios frentes de lucha contra la sequía.

El acueducto Gran San Juan es una de las obras a la que apuestan oficialmente. Caparroz dijo que hoy está en una ejecución plena y permitirá a los sanjuaninos tomar directamente agua del dique Punta Negra. “El acueducto es agua potable para la población de San Juan en los próximos 50 años”, destacó.

También habló de que las complicaciones con la escasa agua que trae el Rio San Juan requiere de obras como perforaciones y sistemas de riego, que implican inversiones privadas y estatales. “No queremos que se vea afectado el sistema productivo”, remarcó.

“No es tampoco empezar a hacer perforaciones descontroladas”, aclaró. Informó que hubo más de 6000 funcionando en algún momento pero por el costo de mantenimiento, hoy hay alrededor de 1000. Dijo que “estamos planificando sumar unas 50 perforaciones y serán entre 80 y 100 las que administra el Gobierno”

Por otro lado, resaltó que el Ministerio de la Producción quiere reconvertir los sistemas de riego tradicionales e instalar energía solar en los sistemas de extracción de agua, utilizando diversos planes.

Según Prensa Obrera, en los últimos días se dio a conocer la cantidad de agua que el gobierno provincial distribuirá a los regantes en medio de la enorme crisis hídrica que azota a la provincia. Resulta que el cambio climático sumado a la mala gestión del gobierno uñaquista está teniendo como consecuencia la escasez del agua para el consumo humano y para el uso productivo.

La cúpula gubernamental acordó con los regantes la distribución, que: “(…) terminaron con conformarse con un coeficiente de riego de 0,29 l/s por hectárea” (Diario de Cuyo, 27/7), un número muy bajo para la vida de los cultivos.

Cabe aclarar que los derechos de riego son concesiones dadas por el Estado, según lo establece el Código de Aguas de la provincia, las que se expresan en hectáreas y significan derecho a una dotación unitaria de 1,30 l/s por hectárea de riego agrícola concesionado. El cálculo, según el año hidrológico y superficie agrícola, puede variar, pero el coeficiente es el mismo para todas las concesiones agrícolas. En este caso de solo 0,29 l/s (caudal promedio de octubre-marzo 2020-2021, medido por Departamento de Hidráulica y a entregar a las 104.705 ha cultivadas en la provincia, según Censo Agropecuario), distribuidos durante 12 días en agosto y 28 días en septiembre, los que contrastan llamativamente con los 1.200 l/s del proyecto minero Josemaría. En otras palabras, el Estado le entrega a los productores el agua con la que regarán sus cultivos de acuerdo a un coeficiente que tiene en cuenta el volumen de agua del río anualmente y la superficie cultivada: en este caso, el coeficiente es sumamente bajo y no alcanza a satisfacer los requerimientos de agua de los cultivos.

Lo cierto es que, con esa dotación de agua prometida, los pequeños y medianos productores prevén un 50 % de disminución de la superficie a cultivar. Es que el agua no alcanza para completar el ciclo agrícola de los cultivos de mayor superficie en San Juan, vid y olivo, y escasea en los períodos críticos de estos, los cultivos hortícolas y otros. “Los productores de hortalizas, chacras, semillas y melones están en la recta final para decidir las inversiones en plantaciones” (Diario de Cuyo, 27/7).

A esto se suma la decisión del gobierno uñaquista de no invertir en mejoramiento y mantenimiento de canales e infraestructura para riego productivo, pese a que entre los años 2010 a 2014 se sufrió el período más seco en la región en 60 años.

Pero la actividad minera parece no estar incluida en la crisis hídrica: el proyecto Josemaría prevé consumir más de 1.200 l/s de agua de pozos, que se sumarán al consumo de agua de la Mina Veladero de 110 l/s y al de los proyectos en prospección y exploración Taguas, Filo del Sol, Los Azules, Del Carmen, Ayen y Santa Bárbara por nombrar algunos.

Viene al caso recordar los derrames de cianuro en los ríos sanjuaninos producidos años anteriores por la mina Veladero, el pasivo ambiental de las mineras en Calingasta y los cargamentos de 100 toneladas del residuo peligroso de mercurio transportados desde la mina Veladero donde estaba almacenado, a través de San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy, y cruzando a Chile por el paso de Jama a 4.200 msnm (metros sobre el nivel del mar), sin dar aviso a la población.

Mientras a la producción agropecuaria le ajustan los días de agua y le bajan el coeficiente de distribución, el gobierno prevé nuevas concesiones de agua para la actividad minera extractivista y contaminante.

El gobierno de Uñac es responsable del desmanejo y contaminación del recurso agua y de los privilegios en el otorgamiento de los derechos de agua.

Crisis hídrica en San Juan

Argentina, Litio

«En nombre del litio», un documental sobre los conflictos en Argentina

31/072021
Documental que refleja el enfrentamiento entre las comunidades de los salares del norte argentino y las empresas extractoras de litio estará disponible de forma online y gratuita del 1 al 9 de agosto.
***
La película documental argentina “En el nombre del litio” se
estrenará el 1 de agosto, día de la Pachamama, y podrá ser vista de
forma online y gratuita hasta el 9 de agosto.

A través de la historia de Clemente Flores, comunero de Salinas
Grandes, los directores Cristian Cartier y Martin Longo reflejan el
conflicto entre las comunidades originarias del norte argentino contra
extracciones de litio.

“Los avances tecnológicos nos ayudan a mejorar nuestra calidad de
vida, pero el espectador debe comprender cuáles son nuestras
responsabilidades con el medio ambiente y otras formas de vida”,
expresaron a la prensa.

En la sinopsis se presenta a Clemente, quien vive en la comunidad El
Moreno, Salinas Grande, en Jujuy, donde las comunidades intentan evitar
el desembarco de mineras multinacionales para extraer el mineral.

Tras reclamos ignorados por autoridades, se embarca en un viaje para
luego regresar y organizar una acción de resistencia con su pueblo, en
defensa de su territorio y el equilibrio de la Pachamama.

Debido a que se trata de una de las mayores reservas de litio del
mundo y las presiones de intereses político-económicos nacionales e
internacionales, el panorama para las comunidades originarias es
desfavorable.

“La colonización total de sus salinas parece inevitable, y sus
tradiciones parecen estar condenadas a sacrificarse en pos de “salvar”
al mundo”, se lee en la descripción que presenta a la película.

Estará disponible del 1 al 9 de agosto en el siguiente enlace: https://enelnombredellitio.org.ar

«En nombre del litio», un documental sobre los conflictos en Argentina

Argentina, Litio

“En nombre del Litio” es la película documental que se estrenará el 1 de agosto, el Día de la Pachamama.

 La película podrá verse desde la web www.enelnombredellitio.org.ar, de manera online y gratuita hasta el 9 de agosto.

Con dirección de Cristian Cartier y Martin Longo, “En nombre del Litio es la última voluntad de las comunidades originarias de los salares del norte argentino de ser escuchadas y respetadas”, señalaron los cineastas sobre su nueva película.

“Sus tradiciones ancestrales están amenazadas por la civilización moderna y la civilización moderna está amenazada por sus tradiciones ancestrales. Este documental refleja el conflicto entre su cosmovisión y los intentos desesperados del mundo moderno por encontrar en el litio una alternativa a los combustibles fósiles“, agregaron.

Indicaron, además que “los avances tecnológicos nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, pero el espectador debe comprender cuáles son nuestras responsabilidades con el medio ambiente y otras formas de vida”. “Las salinas son casi infinitas. Y así debe ser nuestra búsqueda del equilibrio en la humanidad”, relataron.

Clemente Flores vive en la comunidad El Moreno, en Salinas Grandes, Jujuy, donde las comunidades originarias intentan evitar el inminente desembarco de mineras multinacionales para extraer litio, el nuevo oro blanco. En busca de respuestas frente a su acallado reclamo de ser consultadas en los procesos de toma de decisión, Clemente se embarca en un viaje revelador, para regresar y organizar, junto a las otras comunidades del salar, una acción de resistencia en defensa de su territorio y del equilibrio de la Pachamama.

El documental “En nombre del litio” llega a la web con proyecciones gratuitas

Argentina

“LA MINERÍA NUNCA VA A SER UNA OPCIÓN POSIBLE PARA NUESTRO PUEBLO”

16/07/2021
Queríamos hablar con el Lonko de la comunidad mapuche Newen Ñuke Mapu de Cañadón Chileno, paraje ubicado en el departamento Pilcaniyeu, Río Negro, dado que era uno de los referentes que se reunieron con las comunidades vecinas con el fin de tomar una decisión colectiva y reflexionada frente al avance minero en sus territorios. “Donde vive él no hay señal, o sea no WhatsApp, pero sube un cerrito todos los días, donde consigue señal. La forma de comunicarse sería ponerse de acuerdo para una llamada”, nos anticipaba su sobrina. El hecho es que en este día frío y lluvioso el Lonko Raúl Llancaqueo subió al cerrito y pudimos comunicarnos.
Fuente: Tinta verde
Por Radio Autónoma Piuké

En Mencué fue el trawn. En esa localidad rionegrina se reunieron las comunidades mapuche tehuelche de la zona para rechazar el “avance de las mineras que pretenden entrar a realizar exploraciones para futuras explotaciones”. Por lo menos así lo expresa parte del manifiesto realizado el miércoles 7 de julio en un trawun que reunió a comunidades vecinas de una importante extensión del territorio.

Participaron del encuentro las comunidades Amulenche, de Mencué, Ragiñ Plang Curra Meu, de Blancura Centro, Pilquiniyeu del Limay, Pulan Lafquen, de Laguna Blanca, Newen Ñuke Mapu de Cañadón Chileno, lof Mariano Epulef de Anecón Chico, Ancalao, de Ñorquinco, la Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro, el CODECI, y el Consejo de Participación Indígena.

Agrega el manifiesto de las comunidades un alerta a los vecinos y las vecinas: “las estrategias que las empresas mineras están llevando a cabo, se basan en la mentira y el engaño”. “La minera hace más de un año que anda”, comenta el lonko Raúl desde el cerro donde hay señal de celular y agrega: “anda agarrando a la gente así, sola, la mayoría de la gente está sola en el campo, y bueno, le ofrecen cosas, no sé qué le han ofertado a la gente y aprovechan la situación de esta pandemia que ha perjudicado a todos los sectores”.

La situación que atraviesan las comunidades mapuche de la meseta es compleja; la poca agua y la poca leña que existe, la valoran y aprecian y toda su vida se construye a través del trabajo en el territorio. Tal como señalan en el comunicado elaborado entre las comunidades de la zona, hace años que la región transita una gran sequía y eso les trae problemas para la producción agrícola ganadera que ha sido su principal actividad económica. “Estratégicamente los gobiernos desatienden las políticas productivas para el territorio, para dejarnos a merced de los intereses de las empresas extractivas, continuando el despojo”, denuncian. En esa línea, Raúl Llancaqueo señala: “Ayer nos hemos reunido con las otras comunidades para hacer el comunicado para que no entre la minería. Toda la vida los pequeños productores han vivido de la ganadería, es su sostén”.

Esta realidad se contrapone con las concepciones de quienes -alejados de estos contextos- señalan que los pueblos originarios tienen un vínculo “idílico” con la naturaleza y que ligados a un “paisaje paradisíaco”, pretenden defenderlo por su belleza.

Durante los últimos años, además, la situación económica generó más vulnerabilidad en la población rural. Las comunidades señalan que los gobiernos en vez de generar condiciones para el acceso al agua, otorgan permisos a las mineras. “Ante esta situación de vulnerabilidad económica aparecen las empresas mineras con promesas de saldar las necesidades que el Estado no cubre, arreglo de caminos, mejoramiento habitacional, pago de becas, forestación, incluso ofrecen pago de “alquileres” para lograr entrar al territorio”, expresan en el comunicado y agregan: “La minería nunca fue, y nunca va a ser una opción posible para nuestro pueblo, porque atenta contra la Mapu y si atenta contra la mapu atenta contra nosotros como Che”.

En este escenario, las comunidades decidieron prohibir “el ingreso de cualquier empresa minera a nuestros territorios comunitarios”. Denuncian que no se ha respetado la consulta libre previa e informada y plantean: “entendemos que el derecho Indígena está por encima del código minero y tanto el Estado Nacional, como el Estado Provincial tienen una deuda histórica con nuestro pueblo Mapuche Tehuelche. El incumplimiento de nuestros derechos legitima estas acciones ante el atropello de nuestra autonomía comunitaria. Las tranqueras estarán cerradas para las empresas mineras que buscan destruir nuestro territorio”. El comunicado termina con un llamado a todas las comunidades a cerrar sus tranqueras ante el extractivismo minero.

“No queremos que entren las mineras y que el gobierno se haga cargo de la situación de los pequeños productores. No queremos dejarlas entrar porque el daño ambiental que producen es lo que no queremos, la falta de agua, ya sufrimos la sequía…nos castigó la nevada y ahora al pequeño productor lo termina. No dejen entrar a las mineras”, concluye el lonko desde la altura, en el cerro que le permite comunicarse con el resto del mundo.

“La minería nunca va a ser una opción posible para nuestro pueblo”

Argentina

EL PADRE DEL BORREGO

17/07/2021
En la última década, Elsztain, quien se hizo fuerte por sus negocios inmobiliarios en campos, oficinas y shopping centers, avanzó en la minería con la empresa Austral Gold. Por qué invierte en el sector.
Fuente: ECONO JOURNAL

El 12 de mayo de 2020, editores de las secciones de economía y de los diarios financieros de Buenos Aires recibieron un mail en sus casillas. Los sorprendió. Porque era domingo y, además, por
su contenido. Pero, sobre todo, por quién era el protagonista. El correo electrónico difundía extractos de un documento que Eduardo Elsztain, presidente de Inversiones y Representaciones SA (IRSA), la mayor empresa de bienes raíces del país, había hecho circular entre sus inversores.

«El manual de supervivencia económica de la Argentina dice que, en este contexto de déficits fiscales épicos, más el endeudamiento más alto de la historia, más emisión monetaria a niveles nunca visto, más depresión económica, cualquier persona con ahorros grandes o pequeños debería redireccionar una parte significativa de esa liquidez a la única moneda que no puede ser impresa: el oro», aconsejó.

No fue un texto usual. Elsztain es uno de los cinco empresarios más importantes del país. Su personalidad excede el mundo de los negocios. Su actividad filantrópica abarca desde el fomento al entrepreneurship, con un manifiesto apoyo –espiritual y material– a la Fundación Endeavor, a iniciativas sociales de profundo compromiso comunitario. Y, además, atesora una rica –y envidiada– agenda de contactos, local y, en especial, internacional, que lo encumbró a cargos de influencia única, como el directorio del Consejo Judío Mundial, amén de ser un activo protagonista –y promotor– del World Economic Forum.

Sin embargo, Elsztain, de 61 años cumplidos en enero, no es alguien que suela transmitir sus opiniones en público; mucho menos en los medios. ¿Qué llevó a quien es reconocido como «el dueño de los ladrillos», entre shopping centers, edificios de oficinas y proyectos residenciales, y, a la vez, uno de los mayores inversores agrícolas de América del Sur, a fijar su atención sobre el precioso metal? ¿Y difundirlo, además?

Oro en Chubut

La respuesta, en realidad, ya la había dado pocos días antes. El 22 de abril, en Toronto, Canadá, la minera Yamana Gold informó que Elsztain y Saúl Zang, uno de sus hombres de máxima confianza, habían comprado el 40% de Suyai, un proyecto de extracción de oro en Chubut. Pagaron u$s 2 millones para entrar a un prospecto cuyo objetivo es producir hasta 250.000 onzas anuales durante sus primeros ocho años de antigüedad. Además, se comprometieron a desembolsar otros u$s 31,6 millones hasta 2024, en caso de que el emprendimiento reciba todas las aprobaciones.

Algo que, en gran medida, dependerá de sus gestiones. «El grupo argentino asumirá la responsabilidad de todos los asuntos ambientales, sociales y de gobierno (ESG) y, en particular, liderará los esfuerzos de permisos destinados a avanzar el proyecto a través de sus diferentes etapas de desarrollo», explicó Yamana.

Más que una quimera

Así como no ahorró elogios a la gestión Macri, Elsztain siempre fue lo suficientemente hábil para no colisionar contra otros gobiernos. Hombre de magnetismo especial, que potencia con el aura que le confiere una profesión profunda y estricta de su fe de la cual su aspecto personal, de barba tupida, trajes oscuros y kipá es reflejo, el empresario, a través de IRSA y de su controlada IRSA Propiedades Comerciales (IRSA PC), tiene nueve edificios de oficinas premium y 15 shopping centers. La mitad de los centros comerciales –Alto Palermo, Paseo Alcorta, Patio Bullrich, DOT Baires, Distrito Arcos, Alto Avellaneda y Soleil Premium Outlet– están en el AMBA. El resto, en el interior: Alto Noa (Salta), Alto Rosario, La Ribera Shopping (Santa Fe), Mendoza Plaza (Mendoza), Córdoba Shopping Villa Cabrera, Patio Olmos (Córdoba) y Alto Comahue (Neuquén). Además, posee otros inmuebles comerciales y los hoteles Intercontinental, Libertador (CABA) y Llao-Llao (Bariloche). Su unidad de construcción compra terrenos y desarrolla viviendas y complejos comerciales. El grupo también es dueño del 29,91% del Banco Hipotecario, del que el propio Elsztain es presidente.

En su último balance anual, cerrado el 30 de junio de 2020, IRSA facturó $ 95.793 millones. Sin embargo, solo $ 14.156 millones se generaron en la Argentina. Los otros $ 81.637 millones provinieron de Israel, donde –al menos, hasta ese momento– registraba negocios en bienes raíces, tecnología, telecomunicaciones, supermercados, energía y turismo. IRSA también tiene inversiones en los Estados Unidos. Principalmente, en inmuebles.

Diversificación en agro

A su vez, Cresud, controlante de IRSA, es una de las principales firmas agropecuarias de la región.
Al 30 de junio, era dueña de 26 campos, con aproximadamente 629.794 hectáreas, entre la Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay. Produce granos, ganado bovino y ganado lanar. Arrienda tierras a terceros y, además, tiene el derecho de concesión sobre otras 132.000 hectáreas por 35 años, con opción por otros 29. De ese total, explotó unas 29.000 hectáreas con producción agrícola y ganadera. En su ejercicio 2019-2020, produjo 857.490 toneladas de granos (más del 90%, trigo y soja), 2,36 millones de toneladas de caña de azúcar y 11.783 toneladas de carne. Recaudó $ 121.256 millones. Ganó $ 20.003 millones.A mediados de mayo de 2021, Cresud valía más de u$s 730 millones en Nueva York. IRSA, poco menos de u$s 390 millones.

Pero Elsztain no es alguien ajeno a la industria minera. Empezó a escavar en este negocio en 2003. Compró la chilena Guanaco, que le pertenecía a la estadounidense Kinross Gold. Para este negocio, se asoció con la australiana Austral Gold, a cuyo directorio accedió en 2009, con funciones no ejecutivas.

Desembarco

«No teníamos experiencia en la minería. Pero compramos la mina por teléfono. Hicimos el due diligence en menos de una semana», evocó cinco años atrás, en una entrevista a la centenaria publicación especializada The Northern Miner, de Canadá.

Fue un momento especial para Elsztain. La crisis de 2001 y, en especial, la devaluación y la pesificación asimétrica de 2002 habían erosionado los cimientos financieros de IRSA, ese imperio que había comenzado a construir algo más de una década antes. También en 2003 se formalizó su «divorcio» de Marcos Marcelo Mindlin, su socio, amigo, otra mitad, segundo apellido de un binomio que, en los 90, fue sinónimo de éxito en el mundo de los negocios.

Mientras Mindlin se lanzó con Dolphin a las aguas inexploradas que prometía un país de empresas de servicios públicos defaulteadas y a precio de remate, Elsztain prefirió buscar alternativas a sus negocios core en sectores que estuvieran algo más alejados de la presencia estatal activa que empezaba a visualizarse en la incipiente Argentina de Néstor Kirchner.

Guanaco era un proyecto de oro, cobre y plata en el norte chileno, en la zona de Antofagasta. «Nos tomó cerca de una década desarrollar nuestra primera mina y construir nuestro equipo de management», reseñó en esa entrevista. «No éramos expertos. Así que lo hicimos escalón por escalón», agregó.

Austral Gold sacó su primera barra de oro de Guanaco en 2011. En 2019, último ejercicio pre-pandemia, procesó 253.024 toneladas. Por metal, fueron 60.666 onzas de oro y 543.906 de plata. Las cifras consolidan con Amancaya, proyecto vecino que, en julio de 2014, Austral le compró a Yamana por u$s 12 millones en efectivo, más una regalía neta del 2,3%. No fue la única adquisición. En febrero de 2016, se quedó con el 100% Argentex Mining, titular de Pingüino, proyecto de oro, plata, zinc, plomo e indio en la provincia de Santa Cruz. Pagó 5,8 millones de dólares canadienses (u$s 4,3 millones de entonces). Austral Gold ya tenía un 19,9% de la empresa, comprado en marzo de 2013, por 5 millones de «cads» (u$s 4,87 millones).

Sin embargo, un mes después, dio otro gran golpe. Acordó con Troy Resources la compra del 70%
de Casposo. Localizada en el departamento de Calingasta, San Juan, el área, de 100,21 kilómetros cuadrados y con reservas de oro y plata, pasó a convertirse en el principal activo de producción de Austral Gold en la Argentina. La minera de Elsztain compró un 51%, por u$s 1 millón, con la opción de lograr otro 19% por otro u$s 1 millón en los 12 meses siguientes –cosa que hizo– y el 30% restante en los siguientes cinco años. El acuerdo establecía que pagara u$s 1,5 millón por un 10% en tres años; u$s 2,5 millones por otro 10% en cuatro; y u$s 3 millones por el 10% restante en cinco. Todo, sujeto a la variación del precio de la plata, con un supuesto de u$s 15 la onza. Austral terminó de comprar todo en 2019. Pagó u$s 200.000 para completar su tenencia. El menor precio fue resultado de valores de la plata por debajo de lo esperado.

Aterrizaje en San Juan

Eso también afectó al emprendimiento. Cuando entró en Casposo, Austral Gold se comprometió a levantar capital por hasta u$s 10 millones para el proyecto, cuyo management tomó. Además, asumió la elaboración de un plan reingeniería y nuevo desarrollo para alcanzar una operación rentable al cabo de 12 meses.

«Es una adquisición estratégica para Austral Gold y le da la compañía un activo establecido en la Argentina y un cimiento en ese mercado para consolidar más adelante sus activos bases», celebró el comprador en ese momento. Sin embargo, a inicios de 2019, la empresa anunció que su directorio había decidido, temporalmente, que el proyecto solo funcionara bajo cuidado y mantenimiento.

«La decisión se basó en precios de la plata por debajo de los presupuestos y volúmenes de producción inferiores a las esperadas en 2018 y 2019. Estos factores resultaron en que la mina, actualmente, opera a pérdida y una reducción marcada de su inventario de reserva mineral», explicó. Tampoco eran satisfactorios los registros alcanzados en oro, con una reducción de 90% en la producción del trimestre cerrado en marzo de 2019, en comparación con el previo, finalizado en diciembre de 2018.

Con solo un trimestre de operación, Casposo procesó 39.545 toneladas en 2019. Habían sido 181.242 en 2018 y 281.848 en seis meses de 2017. En diciembre de 2019, inició actividades de exploración, con la intención de reactivar la explotación durante 2020. La pandemia de coronavirus lo impidió.

Regla de oro

Este año, IRSA inauguró formalmente Della Paolera 200, torre corporativa de 30 plantas y u$s 110 millones de inversión, que construyó en Catalinas. La empresa también mudó allí su sede central. Durante décadas, había funcionado en Bolívar e Hipólito Yrigoyen, sobre el ex Café de la Victoria (hoy, Pertutti). Es un edificio colonial, que el abuelo de Elsztain compró cuando él tenía cinco años. No es el único recuerdo con el que honra al patriarca.

«Cuando la gente le preguntaba a mi abuelo cómo calculaba sus activos en las peores inflaciones, contestaba que, al final de cada año, él siempre sabía que tenía un metro cuadrado más, una vaca más o más espacio de estacionamiento. Contabilizaba las cosas básicas», evocó, en aquella entrevista a The Northern Miner.

Aplicó la lección a su incursión minera. Más allá de las cotizaciones de los distintos metales o los cálculos de reservas y vidas útiles de los proyectos, persistió en acumular activos a lo largo de una década y media.

En 2013, Austral Gold compró el 15% de Goldrock (9,3 millones de dólares canadienses), la dueña de Lindero, en Salta. Años después, adquirió otro 11%. En 2014, se quedó con el 51% de la proveedora de servicios mineros Humberto Reyes y el proyecto Amancaya, ambos en Chile. En 2015, fue el turno
de Argentex. En 2016, de lo que le faltaba de esa empresa y, pocos días después, el 70% de Casposo. En 2017, compró otro 19% en ese proyecto y, también, los emprendimientos San Guillermo y Reprado, cercanos a Amancaya, que pertenecían a Revelo Resources. En 2019, el 30% restante de Casposo y la estadounidense Rawhide, con activos de oro y plata en Nevada. Acordó por ella un precio de u$s 3,9 millones (u$s 2 millones cash).

Al año siguiente, otra compra en la Argentina: el 80% de Sierra Blanca, proyecto –también de oro y plata– en Santa Cruz, con el que buscó ampliar Pingüino. Pactó con su contraparte, New Dimension, u$s 800.000 en efectivo y compromisos de inversión, con una opción para comprar el 20% restante en u$s 2,3 millones. También en 2020, Austral Gold firmó una carta de intención para quedarse con el 100% de Revelo, transacción que completó este año.

En febrero último, a través de Argentex, entró al capital de Ensign Gold. Pagó más de u$s 1,17 millones por más del 20% de sus acciones, con una opción para ampliar su participación en 36 meses. Ensign es una sociedad canadiense con 5000 hectáreas de oro tipo Carlin en Utah (Estados Unidos).

Fue, de momento, su última pepa. Al menos, a través de Austral Gold. La compra de Suyai a Yamana se hizo por fuera de esta sociedad. ¿Por qué? Por ahora, solo Elsztain, reconocido por su hermetismo, tiene la respuesta. Pero difícilmente sea un punto final.

Así como sigue adelante con sus múltiples negocios –sin ir más lejos, incluso en el contexto adverso de shoppings cerrados y oficinas vacías por la pandemia, IRSA anunció la construcción del primer centro comercial de La Plata, un proyecto de $ 15.000 millones–, es claro que continuará activando la palanca de su excavadora. «Compartimos la mitad de los Andes con Chile. Pero la Argentina no tuvo el mejor entorno y eso es básicamente porque la minería no está tan explotada como lo hicieron nuestros vecinos», explicó alguna vez su estrategia en este sector.

«Pero el potencial del sector minero en la Argentina es enorme. Y es una de las actividades en las que soy más entusiasta en estos días: tenemos reservas, buenas empresas y buenos descubrimientos», decía, pocos años atrás. El tiempo suficiente, no obstante, como para haber abierto un camino ya difícil de desandar.

Ladrillo a ladrillo

Eduardo Sergio Elsztain nació en Buenos Aires el 26 de enero de 1960. Su abuelo paterno, Isaac, emigró de Rusia en 1917, tras la Revolución. Prosperó en su nueva tierra gracias a los negocios inmobiliarios. Talentoso para ver oportunidades en una Buenos Aires donde abundaban hacinados conventillos, supo acuñar una máxima que su nieto cumple a rajatabla, como si fuera precepto bíblico: comprar barato y vender revaluado. Para mediados de los 60, su empresa, Isaac Elsztain e Hijos –que, incluso hoy, vela por los más caros intereses familiares–, era una de los principales desarrolladoras de viviendas de la Capital Federal. Hasta que, a fines de los 70, se embarcó en la construcción de una ambiciosa torre, con una ingeniería financiera cuyo colapso la había dejado en la cornisa de la quiebra.

Egresado del Colegio Nacional de Buenos Aires, había interrumpido sus estudios de Economía en la UBA para hacer un voluntariado de un año en Israel. Retornó por pedido de su abuelo. Corría 1981 y su tío, que manejaba los negocios familiares, falleció súbitamente. Eduardo tenía 21 años.

Elsztain nieto cerró su primer negocio en 1982. Vuelta del destino, le vendió al gobierno de la Unión Soviética el terreno de la calle Dragones,en el Bajo Belgrano, donde hoy funciona la representación comercial de la Federación Rusa. Al mismo tiempo, le pidió ayuda a un amigo, tan joven como él, pero con mejores conexiones y una letal combinación de astucia y frialdad para las finanzas: Mindlin. Juntaron u$s 120.000 para comprar una vieja sociedad, fundada en 1943,que cotizaba sin pena ni gloria en la Bolsa porteña: IRSA. La piedra basal sobre la cual edificarían su imperio.

Sin embargo, no fue sino hasta inicios de la década siguiente que esos dos tipos audaces ganarían notoriedad. Tras la compra del Palacio Chrysler –actual Palacio Alcorta–, se supo que ese dúo de chicos jugaba a cosas de grandes. Y en serio.

«Ustedes no tienen cara de tener u$s 15 millones para comprar el edificio», les dijo el periodista de Ámbito Financiero que los había descubierto.

Uno, robusto, barbado y de gesto duro. El otro, flaco, rubio y con rostro mucho más aniñado. Trajeados como yuppies, como mandaba la época y, además, necesitaban para aparentar más madurez de la que tenían. Se miraron entre ellos y se rieron.

«En realidad, el inversor es George Soros», le develaron.

«De alguna forma, me las arreglé para tener una reunión con Soros.

Caminamos durante una hora o dos. Y cuando me preguntó cuánto dinero pensaba que yo podría manejar, le contesté que u$s 10 millones. Me dijo: ‘Ok, ningún problema’», recordó el propio Elsztain sobre ese encuentro en Nueva York, en un perfil publicado en 2013 por The Jerusalem Post.

Con ese capital, armaron una cartera de activos inmobiliarios –shoppings, torres de oficinas, edificios de viviendas– que rápidamente los coronó como los Señores de los Ladrillos. En 1991, relanzaron a IRSA en la Bolsa de Buenos Aires. En 1994, abrieron su capital en Wall Street. Para entonces, ya habían dado otro golpe: la compra de Cresud, otra sociedad histórica del recinto porteño. Fundada en 1936, financiaron la adquisición con todos los pagarés que les habían dado los compradores del último proyecto inmobiliario residencial que Elsztain construyó con su empresa familiar.

En 1998, IRSA se quedó con la parte del Banco Hipotecario que privatizó el Estado nacional. Ese mismo año, Carlos Menem y quien fuera su sucesor, el entonces jefe de Gobierno porteño, Fernando de la Rúa, coincidieron en la inauguración del Abasto, primer shopping desarrollado íntegramente por la dupla, que ya había comprado Alto Palermo, Paseo Alcorta y el Patio Bullrich. Para IRSA, fue un hito. Sobre todo, por las batallas legales –y políticas– que debió dar tras la adquisición del antiguo mercado, literalmente en ruinas tras la quiebra del Hogar Obrero. Un año después, en 1999, el grupo se aseguraría los terrenos de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en Puerto Madero Sur. Aun hoy, pugna por desarrollar ahí el complejo Santa María del Plata.

La crisis argentina de 2001, eclosión de cuatro años de recesión, fue una prueba de fuego para IRSA. En ese crítico momento, Soros se retiró,con una ganancia estimada en u$s 500 millones, al cabo de la década. «Él sabía cuándo vender y cuándo comprar», refirió Elsztain en ese texto de The Jerusalem Post.

Sin el respaldo del hombre famoso en el mundo entero por haber doblegado a la libra esterlina, muchos dudaron de la capacidad de sus socios argentinos para cruzar, solos, el desierto. Pero Elsztain, para entonces, ya tenía mucho más que una puerta a la cual golpear. Reemplazó al húngaro con otros dos magnates: el canadiense Edgar Bronfman (de Universal Studios) y el inversor de riesgo neoyorquino Michael Steindhartdt. Fue el soplo vital que recibió IRSA para atravesar las siguientes décadas.

El padre del borrego

Argentina

Intendentes radicales suman respaldos a la candidatura de su par Daniel «Telchi» Ríos

Son Eduardo Córdoba, de Andalgalá, y Rodolfo Santillán, de Ancasti. El propio Ríos aseguró que cuenta con el «total apoyo» del senador nacional Oscar Castillo.
Redacción El Ancasti
13/07/2021
Ante la posibilidad de la precandidatura a senador nacional del intendente de Belén, Daniel «Telchi» Ríos, sus colegas del radicalismo se sumaron con respaldos y ya trabajan con la dirigencia para que el anhelo del belicho se convierta en realidad. Uno de los que expresó públicamente su apoyo es Eduardo Córdoba, de Andalgalá, con quien Ríos tuvo un entredicho respecto de la utilización de los recursos mineros. El otro es Rodolfo Santillán, de Ancasti, con quien se reunirá en los próximos días. Aún quedan más de diez días para formalizar los nombres.

Ríos y Córdoba habían mantenido un entredicho luego de que estallara el conflicto minero en Andalgalá, con los incidentes en torno a la sede de Agua Rica. Por entonces Ríos planteó que «hay que ser coherentes y no esperar los recursos de la minería si se decide ser antiminero». Ambos mantuvieron una reunión el último fin de semana y resolvieron las diferencias.

«Le manifesté mi preocupación por sus dichos sobre cuestiones que tienen que ver con nuestra manera de pensar por un proyecto minero. Me dijo que estaba arrepentido de eso. En definitiva hay cosas que nos unen como correligionarios y vecinos del interior, y yo le planteé que mientras puedan defendernos y escucharnos lo íbamos a acompañar. Le pedí que entienda y respete nuestra posición, porque nosotros defendemos un área en particular, defendemos el lugar donde nace el agua que bebemos», dijo el andalgalense Eduardo Córdoba en declaraciones radiales.

Luego el propio Ríos reconoció públicamente esto y dijo en un medio belicho que «personalmente fui a pedirle disculpas por los entredichos que tuve por la cuestión minera». «Pudimos limar esas asperezas y gracias a Dios me dio su apoyo», destacó el intendente.

Por su parte, el jefe comunal de Ancasti, Rodolfo Santillán, también le adelantó su apoyo a Ríos, y consideró que «se merece la oportunidad». «En los otros nombres que sonaron en un primer momento no veíamos la renovación y el aire fresco que necesita y que espera la sociedad. Él es un intendente del interior profundo, creo que el interior se merece esta oportunidad y él también. Sería muy importante que fuera candidato, cuenta con todo mi apoyo», ratificó Santillán en diálogo con El Ancasti.

En esa misma línea, reconoció que ya mantiene un diálogo con dirigentes del Este provincial «y estamos viendo de encolumnarnos detrás de Ríos». La intención es que puedan reunirse la próxima semana.

Santillán también se refirió a los dichos del presidente de la UCR, Francisco Monti, y consideró que «quizás fueron desafortunados». «Creo que ya pasó la época de la vieja política en la que no nos podíamos saludar con los del otro partido. Más allá del color político, creo que esta bien si Ríos tiene buena relación con el Gobierno porque puede conseguir cosas importantes.

Y de última, podrían hablar personalmente con él y planteárselo», opinó.

El intendente Ríos destacó y agradeció el respaldo de muchos dirigentes con los que ya pudo reunirse, y aseguró que «cada día estoy más convencido por los apoyos que estoy recibiendo no solo del arco político, sino de la gente común que me alienta a seguir adelante». «Tengo el total apoyo de Oscar Castillo, hablo mañana y tarde con él, constantemente me está aconsejando. Me tengo que preparar porque si se confirma el rumor de la candidatura de Lucía Corpacci esto sería como una lucha entre David y Goliat», reconoció.

«Cuando dije que me gustaría ser gobernador creo que fue una decisión prematura. Hoy me encuentro más maduro, me siento cómodo y voy a dar todo. La posibilidad de disputar esta candidatura con el mejor cuadro que tiene la política para mí es un orgullo. Vamos a ver cómo se defiende este negrito; cada uno tendrá su estrategia, pero yo en esta doy mi vida», expresó.

Por último, aseguró que no se dio por aludido con los dichos de Monti (que dijo que «ahora viene la tentación del Gobierno de infiltrarse en la oposición para dividirnos y meternos un caballo de Troya» en las candidaturas). «Creo que es un gran amigo y creo que si él me quiere decir algo me lo va a decir personalmente. Además, no tengo tiempo para pelearme o buscar enemigos, quiero esta candidatura por derecha, haciendo bien las cosas. Para Daniel Ríos, no hay mejor radical que otro radical», sostuvo.

Propuesta de RRAP
El referente de la RRAP y secretario del Comité Nacional de la UCR, Alfredo Marchioli, presentó una nota en el partido con propuestas reglamentarias sobre la constitución de la alianza para la participación de las próximas elecciones. «La sociedad catamarqueña reclama procesos democráticos y transparentes, sin requisitos y discrecionalidades que restrinjan la participación de un sector en beneficio de otro», explicó.

En este marco, consideró que «las restricciones de participación de las listas de precandidatos provinciales y municipales no debe superar el 60% de las respectivas convocatorias, tal cual prevé el último reglamento de la alianza JPC de 2019», y recordó que las leyes prevén el derecho de participación para extrapartidarios e independientes, por lo que no se pueden establecer requisitos adicionales.

«En el caso de que hubiera objeciones de algún candidato extrapartidario, la lista que oficie de oposición deberá fundamentarlas y solo en ese caso se someterá a consideración del pleno de los partidos políticos que conforman la alianza», opinó.

Para Marchioli, «la sociedad demanda una oferta electoral legítima y competitiva, que tenga la capacidad y la vocación de ejercer su rol de oposición, para contrarrestar los excesos del Gobierno provincial y ser un proyecto político alternativo y atractivo para 2023».
https://www.elancasti.com.ar/politica-economia/2021/7/13/intendentes-radicales-suman-respaldos-la-candidatura-de-su-par-daniel-telchi-rios-469962.html

Argentina, Litio

Kulfas confirmó la creación de YPF litio

Aseguró que le permitirá a la petrolera «entrar en una carrera tecnológica» vinculada a la electromovilidad y las energías renovables. El ministro descartó una nacionalización del litio.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, confirmó «la creación de YPF Litio», una nueva sociedad anónima que permitirá trabajar en el desarrollo de este mineral que permitirá una gran fuente de trabajo y «entrar en una carrera tecnológica» vinculada a la electromovilidad y las energías renovables.

«YPF está trabajando en la creación de YPF Litio», dijo Kulfas al ratificar lo anticipado por el presidente de la compañía estatal, Pablo González, que reveló la aprobación de la nueva sociedad anónima por parte de los accionistas de la compañía.

La nueva sociedad permitirá «contar con una empresa nacional que pueda trabajar con empresas privadas en el desarrollo de este mineral que puede ser no sólo una gran fuente de trabajo sino entrar en una carrera tecnológica a nivel mundial que va a tomar mucha fuerza en la segunda mitad de este década», agregó el funcionario.

YPF Litio S.A. incursionará en el desarrollo del aprovechamiento de este mineral de alta demanda para el proceso de electrificación global y en particular para su industrialización como materia prima de las baterías de los vehículos eléctricos y las energías renovables.

Kulfas descartó cualquier posibilidad de nacionalización del recurso al recordar que «el litio pertenece a las provincias»

«Estamos todos de acuerdo que el litio es un mineral importantísimo porque la gran revolución verde nos va a permitir reemplazar los vehículos que hoy funcionan a combustibles fósiles por eléctricos, y el litio es hoy el principal elemento que se utiliza para las baterías», explico Kulfas en diálogo con Radio Urbana.

El titular de la cartera productiva también descartó cualquier posibilidad de nacionalización del recurso al recordar que «el litio pertenece a las provincias» como todos los recursos naturales de la minería y los hidrocarburos, por lo cual tiene un estatus constitucional.

No obstante, explicó que se trabaja «en la coordinación de la Mesa del Litio con Catamarca, Jujuy y Salta y hay absoluta concordancia en la importancia de estimular la inversión público-privada y científico-tecnológica que permita el desarrollo de toda la cadena de la industria del litio».

El presidente de YPF en la última reunión de directorio planteó que «se tiene que pensar en diversificar el horizonte de negocios» de la compañía lo que se consolida en la creación de la figura societaria en relación al litio, y que permitirá «sumar un horizonte de inversiones para los accionistas».

Tal como viene ocurriendo en las grandes petroleras globales, YPF es «la primera empresa de energía integrada del país que ya está pensando en los desafíos que vienen, liderando la transformación energética a través de la utilización de renovables y la investigación sobre otras fuentes como el litio o el hidrógeno», explicaron en la compañía.
https://mase.lmneuquen.com/litio/kulfas-confirmo-la-creacion-ypf-litio-n818339

Argentina, Bolivia, Chile, Internacional, Latinoamerica, Litio

Una OPEP para el Litio

Estamos frente a una nueva oportunidad para Argentina, que hoy es la segunda reserva conocida del mundo después de Bolivia, y el cuarto productor mundial.
Por Mario Nallib Fadel
27/06/2021
Proyecto para la extracción del Litio

El principal objetivo para el que fue creada la OPEP (Organización de países exportadores de petróleo), en el año 1960, fue garantizar precios justos y estables para los países productores de ese recurso estratégico.

Hasta entonces, sólo 7 empresas de EE.UU. y de Europa fijaban el precio del crudo, un precio que estaba fijado en función de los intereses de esas empresas y de la política energética de los países consumidores: el precio llevaba implícita una transferencia indebida de riqueza de los países pobres hacia los países ricos. Esta situación de desequilibrio distributivo del beneficio motivó inicialmente a 5 países a constituir la OPEP.

Con el litio, la nueva vedette energética, podría pasar la misma situación de desequilibrio, a menos que nos animemos a pensar alternativas para evitar que el precio sea fijado atendiendo sólo a los intereses de los países consumidores en detrimento de los países productores. En definitiva, son los habitantes de estos últimos países los que soportan el impacto que implica una actividad extractiva.

Estamos frente a una nueva oportunidad para Argentina, que hoy es la segunda reserva conocida del mundo después de Bolivia, y el cuarto productor mundial en el año 2020 detrás de Australia, Chile y China. Las reservas conocidas de litio en nuestro país se encuentran en las provincias de Catamarca, Jujuy y Salta y representan el 20% de las reservas mundiales.

La explotación en esas provincias, y en particular en Catamarca, se viene realizando desde hace más de dos décadas, y en estos tiempos observamos una fuerte aceleración en inversiones para multiplicar la extracción en línea con los avances del desarrollo de la electromovilidad. Junto a ello la explícita intención de los gobernadores de las tres provincias poseedoras de este recurso, de constituir una instancia supraprovincial para el tratamiento del negocio, y en el orden nacional, el ministerio de producción impulsa una legislación promotora de la electromovilidad. Como vemos son acciones en ambas puntas de la cadena (la explotación y su uso), ambas legítimas, oportunas y necesarias, pero a mi criterio insuficientes cuando se trata de un recurso estratégico.

Lo jugadores del negocio a nivel mundial ostentan tal envergadura que exigen de nosotros habilitar un debate sobre cómo, en nuestra condición de productores del recurso, generamos herramientas que garanticen que el impacto negativo que genera la actividad minera en el medio ambiente sea compensado con mejoras ostensibles en la calidad de vida, en particular de las comunidades de las provincias propietarias del recurso, y en general del país, garantizando la sustentabilidad en todas sus dimensiones, social, cultural, ambiental y económica.

En este sentido, se esbozaron públicamente algunas iniciativas en el ámbito de la política, como la idea de la creación de un Instituto Nacional del Litio o la YPF-Litio. Más allá de cuáles sean las herramientas propuestas que deben ser materia de profundas discusiones de las que surjan amplios acuerdos, lo importante en este momento es poner en discusión el tema de cara a la sociedad, dejando atrás prejuicios inconducentes para un debate de esta envergadura.

Algunas voces hablaron de “nacionalizar” el recurso, y no tardó la natural y legítima reacción en contra de la idea, de las provincias constitucionalmente propietarias de ese recurso.

Pensar en una “nacionalización” al modo chileno como lo hizo con el cobre (CODELCO), es institucional y políticamente inviable, pues el modelo chileno es el de un país unitario, lo opuesto al federalismo argentino.

Lo que de ninguna manera cierra la posibilidad de pensar en una YPF del litio, o en la creación de una instancia nacional, como paso previo para iniciar una articulación supranacional con otros países productores, que implique la construcción de una fuerza de negociación para modificar la tendencia que impone el hecho de que los países consumidores -que son principalmente los países centrales- fijen las condiciones, mientras que los principales poseedores de las mayores reservas somos países “no centrales”. Esta tendencia lleva indefectiblemente a que el precio del recurso esté fijado por empresas multinacionales y sus países de origen atendiendo sus propios intereses.

El conocido triángulo del Litio, Bolivia, Argentina y Chile, en ese orden, son las tres principales reservas conocidas de Litio del mundo sumando más del 50% de ellas. Considero importante proponerse el objetivo de constituir, en un futuro cercano, una instancia supranacional que sea para el litio lo que la OPEP es para el petróleo. Antes de la OPEP, el petróleo no valía nada: es decir, los productores del recurso recibían migajas en comparación con los daños que ocasionaba extraer un recurso no renovable (que algún día se acabaría sin beneficio para su población), mientras era el motor del desarrollo acelerado de las naciones compradoras. La asociación supranacional sirvió para detener, al menos en parte, semejante desequilibrio.

En definitiva, no hay excusas para no declarar recurso estratégico al litio y abrir un debate amplio en la búsqueda de herramientas institucionales, nacionales y supranacionales, que, preservando el derecho constitucional de las provincias sobre los recursos mineros, nos permitan obtener un precio justo.

*Ex senador nacional, ex diputado nacional y ex Auditor General de la Nación.
https://www.pagina12.com.ar/350900-una-opep-para-el-litio