Los permanentes conflictos, la falta de equidad y la débil institucionalidad siguen siendo los principales elementos que caracterizan a la gestión de los recursos hídricos en el Perú sostiene un artículo del último número de la Revista Agraria.
La poca o nula participación de la población —principalmente agricultores familiares y comunidades campesinas— en la gestión de las cuencas ocurre a pesar de que existen normas y políticas que, se supone, promueven una visión participativa sobre el agua.
Así lo indican Beatriz Salazar y Nelly Rivera, las autoras, quienes observan que los conflictos hídricos se incrementan y agudizan debido a que las comunidades campesinas y pequeños agricultores siguen en desventaja frente a los distintos grupos de poder locales y regionales.