“Defendió exitosamente su derecho a vivir en paz y vivir de su propio terreno, codiciado por las empresas mineras Newmont y Buenaventura. Impidió la entrada al Proyecto Conga [proyecto minero de explotación de oro y cobre] a La Laguna Azul, una cuenca importante”, explicaban en un comunicado los organizadores del Premio Goldman quien le concedió tal distinción en abril de este año.
“No sé si la situación se calmará, voy a seguir defendiendo mi tierra, tengo fe y seguiré pidiendo justicia”, afirma en una nota en el medio internacional El País en el marco de su premio, donde agregaba: ““El día que muera o que me maten, mi Dios me va a recibir con los brazos abiertos. Pero de ellos [los que trabajan para la empresa minera y los policías que la agredieron], pobres, que no piensan en su alma. Aún siento temor y desconfianza de la policía”.