Perú

En Perú son más de 70 líderes indígenas asesinados en los últimos años

Desprotegidos. En los últimos cinco años más de 70 líderes de comunidades indígenas han sido asesinados en todo el Perú. Así lo informó la especialista en gestión institucional de la ONG Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), Aída Gamboa Balbín.

En este marco, no descartó que existan más casos, debido a que, según reveló, muchos de los crímenes de este tipo no son denunciados. “Esta cifra solo demuestra el grado de vulnerabilidad en la que se encuentran las comunidades indígenas en nuestro país, principalmente en la Amazonía”, expresó.

Son acorralados  

Señaló que a través de los años actividades como la minería ilegal, tala ilegal y narcotráfico registraron un incremento en la selva peruana, provocando que el conflicto entre los pobladores y las personas que ejecutan esas actividades ilícitas aumente. El problema es aún mayor por la escasa presencia del Estado a fin de que recoja las denuncias.

Por ello, consideró importante que el Congreso de la República ratifique el Principio 10; norma que permitirá establecer políticas públicas para la protección de estas zonas, así como de su población. Entre ellas figura la creación de juzgados especializados ubicados de forma estratégica para acoger las denuncias de los grupos étnicos.

La ausencia del Estado

La adjunta para el Medio Ambiente, Servicios Públicos y Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo, Alicia Abanto, manifestó que existe una precariedad del Estado para garantizar la protección de los líderes indígenas. Al respecto, coincidió en la necesidad de crear autoridades especializadas, ya que los casos no reciben un tratamiento adecuado.

En el Perú existen 55 pueblos indígenas con una población aproximada de 4 millones de personas. De esta cantidad, un total de 51 pueblos pertenecen a la Amazonía y 4 a la zona andina del país. “Casi la mayoría de comunidades indígenas son de la selva y se encuentran vulnerables ante las mafias que operan en estas zonas”, alertó la funcionaria.

Registro sigue pendiente

Otra medida que plantearon es que el Poder Judicial cree e implemente un registro nacional de defensores, con información de las comunidades afectadas y sus principales representantes. “Con un sistema así el Estado podría elaborar mecanismos de protección e incluso ayudaría a identificar a los responsables de estos crímenes”, expresó.

A su turno, la secretaria adjunta de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), Ana María Vidal, indicó que el Estado, al margen de los convenios internacionales, tiene la obligación de aplicar leyes y políticas públicas que garanticen la protección de las comunidades. Lamentó que hasta el momento no exista un compromiso real para hacerlo de parte de las autoridades.

Comentó que en el año 2016 el Ministerio de Justicia firmó una resolución viceministerial donde se comprometía a desarrollar un protocolo para la protección de defensores de los derechos humanos. En el referido documento señalaban un plazo de 60 días para su publicación, pero nunca lo presentaron.

Fuente:https://exitosanoticias.pe/en-peru-son-mas-de-70-lideres-indigenas-asesinados-en-los-ultimos-anos/

Perú

«Perú paga un alto precio por su modelo minero

La minería es la principal fuente de conflictos sociales y ambientales en el Perú, una actividad impulsada por la creciente demanda mundial de metales preciosos necesarios para la fabricación de aparatos electrónicos.

Perú es uno de los mayores productores de cobre y de oro del mundo. Con los ingresos derivados de las exportaciones, el país andino podría beneficiarse y destinar recursos al desarrollo y el combate a la pobreza, sin embargo, los ingresos no son tan cuantiosos debido a las llamadas «devoluciones fiscales”, contempladas en la Ley General a las Ventas (IGV).

La caída de los precios de materias primas y las políticas económicas implementadas durante la última década, han provocado un desplome en la recaudación tributaria, dijeron expertos.

Un equipo de investigadores de la Universidad Humboldt, de Berlín, se propuso investigar si, dada esta ecuación de costo y beneficio, le conviene al país seguir apostando por la minería como actividad prioritaria o diversificar su economía a largo plazo respaldando otras actividades estratégicas como la agricultura. El resultado fue publicado en un estudio titulado: «Alternativa de desarrollo en las regiones mineras de Perú».

«Tenemos unas 30 instituciones socias en Perú que trabajan en el tema minero, y desde hace 15 a 20 años sólo escuchamos quejas. Dicen que la minería los contamina, los desprestigia, los envenena, los expulsa y se agrava la pobreza”, afirma Susanne Priess, asesora en minería y desarrollo de la organización episcopal alemana Misereor.

Proyecto interdisciplinario

Misereor, junto con la ONG peruana «Red Muqui”, apoyaron el proyecto interdisciplinario de investigación sobre el impacto medioambiental y social en dos regiones. Por una parte, en la ampliación de una mina de oro en la localidad de Cajamarca, en el norte del Perú. En la región habitan unas 130.000 personas que compiten con la mina por recursos como el agua potable.

También viajaron a la localidad de Junin, a unos 300 kilómetros de distancia de Lima, un valle en donde unos 500.000 habitantes producen productos agrícolas para la capital. Ahí un proyecto minero compite también por el agua del río Mantaro, una de las afluentes del río amazonas.

«Tuvimos muy distintas experiencias. En Junín, el gobierno regional está muy comprometido con la actividad minera. Eso tiene como resultado que el modelo de desarrollo esté cifrado por completo en esa actividad. Una mitad de la población depende de la minería, mientras que la otra mitad, trabaja y depende de la agricultura”, afirma el geógrafo Constantin Bittner, que tomó parte en la investigación. El resultado es una constante confrontación social que se ve agudizada por la postura de los gobiernos regional y nacional.

«En Cajamarca, aunque existen los mismos conflictos socio-ambientales, el gobierno regional utiliza su influencia para limitar la actividad minera. Allí encontramos movimientos que buscan una regulación en la minería, incluso con el cierre de regiones a la actividad minera. Son iniciativas locales que, sin embargo, no son tomadas en cuenta a nivel nacional”, explica Bittner.

Mina de oro en la región Madre de Dios.

Consecuencias regionales

Por su parte, el experto en Economía Internacional, Moritz Fichtl, destaca la importancia del ecosistema en Cajamarca. «Ahí la agresión de la actividad minera es enorme. Estamos hablando de minas de hasta 660 metros de profundidad. Ahí el nivel freático del agua cae, y la gente se queda sin agua”.

Fichtl recuerda que mientras que hay valiosos intentos por parte del gobierno regional y de universidades locales que buscan proteger el ecosistema, las empresas mineras niegan todo esto. «Uno se pregunta cuál es el papel del Estado en algo que debería estudiarse a fondo”.

 

El experto recuerda que el ministerio del Medioambiente existe apenas hace diez años, y que el gobierno alemán e instituciones como la Sociedad para la Cooperación Internacional ayudaron a crear el Servicio Nacional de Sanidad Agraria, que debería hacer los peritajes de la actividad minera, pero está al frente alguien que viene del sector minero. «Si se continúa con la actividad minera masiva sobre el territorio peruano, habrá consecuencias que trascenderán las fronteras del Perú, afectando el ecosistema del Amazonas y sus reservas de agua dulce”.

La mina Doe Run, en la ciudad de La Oroya, que convirtió a la ciudad en una de las más contaminadas del mundo.

Grandes intereses por acceder a riqueza minera

Alemania, país pobre en metales preciosos, suscribió en 2012 un convenio minero con Perú y es el principal importador de las exportaciones mineras del país andino. «Alemania importa bastante material mineral de Perú; cobre, plata, zinc, plomo. El propósito de aquel convenio era garantizar el acceso indiscriminado y barato a materias primas del Perú”, afirma Susanne Friess.

 

La asesora en minería y desarrollo de Misereor destaca que el interés sigue siendo grande en la industria alemana. «La Confederación de la Industria Alemana (BDI) acaba de publicar su visión sobre cómo acceder y cómo asegurar el abastecimiento de materias primas en los próximos años. Ellos prevén que el consumo va a subir mucho más por la transformación de la matriz energética y el cambio en el esquema de movilidad”.

La experta en minería Susanne Friess.

La experta añade que son los peruanos los que pagan el precio del consumo de países industrializados.»Necesitamos sus materias primas y nos beneficiamos de una política minera, en el Perú, que nos favorece a nosotros, los consumidores alemanes”.

Por su parte, Javier Jahncke Benavente, secretario ejecutivo de la Red Muqui, apunta a que el estudio realizado por los investigadores alemanes no sólo plantea cuestiones sobre la política minera en el Perú, sino sobre el modelo de desarrollo. «Los precios invisibles de nuestro estilo de vida”, dice.

«Nos estamos conectando con grupos en Alemania que hablan sobre decrecimiento, sobre un modelo alternativo en el futuro, no sólo en Perú sino en países industrializados como Alemania. Este estudio nos hace ver de manera directa el alto precio que paga Perú por este modelo. Y está claro quien se beneficia”.

 

Fuente:http://www.dw.com/es/per%C3%BA-paga-un-alto-precio-por-su-modelo-minero/a-43473962

 

Perú

Ministerio del Interior como Tercero Civil Responsable

20 Abril 2018
Ante la apelación interpuesta por la defensa legal de las víctimas 2ª Sala Penal de Apelaciones de Piura ordena que se incorpore al Ministerio del Interior como Tercero Civil Responsable, en el proceso penal por tortura y secuestro agravado en campamento minero Ex Majaz

Torturados2Como es de conocimiento público, en agosto de 2005, 28 personas (campesinos, maestros, periodistas y otros) fueron torturadas en la sede del campamento minero de la empresa Majaz SA, hoy llamada Río Blanco Copper SA; por lo cual, a la fecha, la Fiscalía ha solicitado entre 10 y 25 años de pena privativa de libertad para los autores (efectivos policiales) de estos delitos de lesa humanidad, como se califican la tortura y el secuestro agravado que son materia de acusación fiscal.

En enero de 2011 los agraviados solicitaron, ante el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Huancabamba, ser constituidos como actores civiles (parte agraviada activa en el proceso). Y, en agosto de 2011, solicitaron que se incorpore al Ministerio del Interior como Tercero Civil Responsable (para que responda por la reparación civil a las víctimas).

Por responsabilidad exclusiva del Juzgado y la Fiscalía, recién el 4 de abril de 2017 se declara fundado el pedido de constitución de actor civil de las víctimas, es decir, más de 6 años después de haberse solicitado. Y, el 18 de mayo de 2018, se declara improcedente la solicitud de incorporación del Ministerio del Interior como Tercero Civil Responsable, casi 6 años después de formulada la solicitud.

El fundamento del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Huancabamba para declarar dicha improcedencia fue que, cuando se solicitó dicha incorporación, los solicitantes (las víctimas) aún no habían sido constituidos como actores civiles, por lo que no podían formular dicha solicitud en agosto de 2011, deviniendo en improcedente. Lo que no expresó dicho juzgado es que, por su censurable irresponsabilidad, generó dilación en la tramitación del proceso y la resolución que admite la solicitud de constitución de actor civil no fue expedida a tiempo.

Por ello, dicha resolución de improcedencia fue apelada y la Segunda Sala Penal de Apelaciones de Piura (Expediente No. 00124-2016-75-2001-SP-PE-02) resolvió declarar fundada esta apelación, reconociendo que el Juzgado violó el derecho de toda persona a obtener una resolución judicial dentro de un plazo razonable, y que no se podía perjudicar con una resolución meramente formalista a las víctimas, quienes ya habían sido perjudicadas con la dilación indebida del proceso.

Además, la Segunda Sala Penal de Apelaciones de Piura resolvió incorporar al Ministerio del Interior como Tercero Civil Responsable en este proceso penal por delito de tortura y secuestro agravado.

Al respecto, la Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz – FEDEPAZ, cuyo equipo legal asume la defensa de las 28 víctimas de tortura y secuestro agravado en este proceso penal, saluda y expresa su satisfacción con dicha decisión.

Con el ruego de su difusión.

Lima, 19 de abril de 2018.
Área de Prensa
Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz – FEDEPAZ
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Perú

Ocho nuevos conflictos sociales registra la Defensoría del Pueblo en lo que va del mes

En lo que va de abril la Defensoría del Pueblo registró ocho nuevos conflictos sociales, ubicados principalmente en las regiones de Lambayeque, Áncash, Lima, Arequipa, Puno, Apurímac y Huánuco. Dos casos tuvieron una fase de crisis: Nueva Ciudad de Olmos (asuntos de gobierno nacional) y estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (otros asuntos). En el primer caso se registró un herido.

En ese contexto, la institución invocó a las autoridades del Gobierno Central y locales a persistir en la atención de las demandas de la población por la vía de la ley y el diálogo a la mayor brevedad de tal forma de no ver afectada la integridad de las personas y el desarrollo de las actividades en las referidas localidades.

Según el Reporte de Conflictos Sociales del mes de marzo, elaborado por el Sistema de Monitoreo de Conflictos Sociales (SIMCO), se presentaron 188 conflictos sociales: 136 activos y 52 latentes. Áncash se concentró la mayor cantidad de casos, se registraron 30 conflictos, seguido de Puno (16 casos) y de Cusco y Apurímac (ambos con 14 casos).

Los conflictos socioambientales representan el 66,5% del total de casos. Siendo el sector minero en el que se registró el mayor porcentaje (64,8%). Por otro lado, se tomó conocimiento de 111 acciones colectivas de protesta.

En atención a su evaluación e intervención en conflictos sociales, la Defensoría del Pueblo envió al Estado, las empresas y la sociedad, treinta y siete alertas para que se actúe en el marco de sus correspondientes competencias y responsabilidades.

 

Fuente:https://larepublica.pe/sociedad/1228184-ocho-nuevos-conflictos-sociales-registra-la-defensoria-del-pueblo-en-lo-que-va-del-mes

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OEFA SUPERVISA DERRAME DE SUSTANCIAS QUÍMICAS EN APURÍMAC

El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) realiza acciones de supervisión ante el derrame de sustancias químicas ocurrido en la carretera ubicada a la altura de la comunidad de Yuricancha, en el distrito de Mara, provincia de Cotabambas, departamento de Apurímac.

El personal del OEFA verificó que el área afectada es de aproximadamente 500 metros lineales de suelo. Asimismo, se constató que personal de la empresa minera MMG Las Bambas, que indica no ser responsable del derrame, viene realizando acciones de limpieza en la zona a solicitud de los ciudadanos de Yuricancha.

El OEFA, como autoridad de fiscalización ambiental, tomó muestras de suelo en la zona del derrame para determinar el grado de afectación.

El OEFA indicó que continuará informando oportunamente sobre las acciones de supervisión que realice en la zona.

 

Fuente:http://www.grufides.org/blog/oefa-supervisa-derrame-de-sustancias-qu-micas-en-apur-mac

Perú

Anuncian marcha en rechazo a posible ingreso de minera en Tambogrande

Pobladores de Locuto, en Tambogrande, realizarán una marcha pacífica tras los últimos acontecimientos en la zona que involucran a la minera Buenaventura. Así lo anunció en Cutivalú el ex directivo comunero Eliborio Juárez Domínguez. Hace una semana,  se dio a conocer que un grupo de moradores de los caseríos Greda Antigua y Greda Nueva, habían expulsado a trabajadores de esa minera que realizaban estudios de agua en la zona sin autorización. La población de Tambogrande logró la expulsión de la minera Manhattan Minerals en la primera consulta popular de Latinoamérica  realizada el 2 de junio de 2002  donde el  93,95% de la población rechazó el proyecto minero.

Sin embargo, los presuntos agraviados denunciaron que fueron agredidos físicamente por los pobladores, quienes también les habrían robado sus materiales. Por eso, interpusieron una denuncia en la comisaría PNP de Tambogrande.

 

Segundo Nima Nima, teniente gobernador del caserío Greda Antigua y sindicado como uno de los agresores, negó los hechos imputados y señaló que detrás de la denuncia estaría la minera Buenaventura que busca hacer estudios en los terrenos de la comunidad para sus proyectos mineros.

Ante esta situación, el dirigente Eliborio Juárez volvió a pronunciarse para rechazar tales acusaciones contra los comuneros, argumentando que ellos solo buscaban defender sus propiedades y el territorio comunal: “Estos ataques buscan dañar nuestro territorio”.

Señaló que el último domingo se realizó una asamblea a la que asistieron representantes de caseríos para analizar los hechos suscitados y solicitar a la población del distrito que se una a la movilización que han programado para fin de mes.

Recordó que la relación entre la comunidad de Locuto y la minería es tensa desde hace 17 años. Ello, pese a que en junio del 2012, a través de una consulta popular, la población tambograndina rechazó la actividad minera en el distrito.

Fuente:https://noalamina.org/latinoamerica/peru/item/40199-anuncian-marcha-en-rechazo-a-posible-ingreso-de-minera-en-tambogrande

Perú

Vizcarra asegura que no «impondrá» proyectos mineros a comunidades que no lo deseen

Vizcarra asegura que no «impondrá» proyectos mineros a comunidades que no lo deseen

El presidente peruano, Martín Vizcarra, ha asegurado este miércoles que no «impondrá» proyectos mineros a aquellas comunidades que no lo deseen pero ha indicado que impulsará las inversiones en el sector minero. El primer ministro, César Villanueva, ha confirmado que el Gobierno aumentará las inversiones pero sólo aprobará proyectos que respeten el medio ambiente y cuenten con el apoyo de las comunidades. «No vamos a imponer proyectos mineros sin contar con la opinión de las comunidades

«No vamos a imponer proyectos mineros sin contar con la opinión de las comunidades primero. Para eso es para lo que está el diálogo», ha aseverado Villanueva durante una rueda de prensa en la que ha respondido a una serie de preguntas sobre el proyecto de 1.400 millones de dólares de la empresa Southern Copper en Tía María. La empresa, controlada por Grupo México, suspendió el proyecto en 2015 en un intento por lograr una disminución de la tensión entre los agricultores de la zona.

Sin embargo, la empresa señaló en 2017 que esperaba que el Gobierno le otorgara un permiso de construcción de cara a 2018. Según datos del Ministerio de Energía y Minas del país, Perú cuenta con proyectos de minería de unos 58.500 millones de dólares.

Fuente:http://www.europapress.es/internacional/noticia-vizcarra-asegura-no-impondra-proyectos-mineros-comunidades-no-deseen-20180419015100.html

Perú

La evolución reciente de los conflictos

Los últimos informes de la Defensoría del Pueblo vienen mostrando un incremento sostenido de la conflictividad social. Entre diciembre 2017 y marzo 2018, los conflictos han pasado de 169 a 188 (el nivel más alto de los últimos doce meses).

En esta ocasión, salvo en algunos casos -por ejemplo, el conflicto de los paperos-, el incremento sostenido no es muy bullicioso, tampoco está acompañado de movilizaciones que duren muchos días y no está focalizado en una zona específica del país o en un solo gremio. Sin embargo, las estadísticas indican que algo está pasando.

La tendencia creciente en el número de conflictos coincide con el registro de acciones colectivas de protesta, aunque ha sido sobre todo entre febrero y marzo que se nota un incremento significativo: de 35 a 111 acciones de protesta, el pico más alto de los últimos ocho meses. Como se puede apreciar en el gráfico, en el mes de julio del año pasado las acciones de protesta alcanzaron un pico, en plena huelga de maestros, profesionales de la salud, trabajadores del Poder Judicial, entre otros.

El registro de las actuales acciones de protesta muestra una amplia gama de situaciones: productores de arroz del Alto Huallaga y otras regiones; damnificados del norte del país; productores de papa; trabajadores azucareros; pescadores artesanales; comunidades indígenas del Datem del Marañón y un largo etc.

 

¿Cuáles son las zonas del país que registran el mayor número de conflictos? Como ha venido ocurriendo en los últimos tiempos, Áncash es la región que concentra el mayor número de conflictos en el mes de marzo: 30 conflictos que representan el 16% del total nacional. Le siguen Puno con 16 conflictos y una participación del 8.5%; Cusco y Apurímac con 14 conflictos cada uno y una participación del 7.4% del total. Cierra este grupo Cajamarca, con 13 conflictos y una participación del 6.9%.

En todas las regiones, destacan nítidamente los conflictos socio-ambientales, sobre otros temas como los casos de conflicto vinculados al gobierno nacional, los gobiernos locales, conflictos laborales, problemas de demarcación territorial, entre otros. Esto se expresa en las cifras globales: el 65.5% de los conflictos son socio-ambientales y de estos el 64.8% son casos vinculados a la minería: conflictos sobre todo con empresas de la gran minería por problemas de contaminación, demandas económicas, incumplimientos de actas, modificaciones de proyectos, tránsito pesado, etc. En varias regiones también se registran conflictos por la presencia creciente de actividades de minería informal o abiertamente ilegal.

 

En lo que va del año, el número de personas heridas por conflictos sociales suma 51 y 3 personas fallecidas.

¿Cuál será la tendencia en los próximos meses?

Lo primero que habría que tomar en cuenta es que de los 188 conflictos registrados en marzo, 136 son conflictos activos y 52 casos latentes, lo que presenta una carga pesada que debería ser tomada en cuenta por el gobierno de la dupla Vizcarra-Villanueva. Además, sólo el 55.1% de los conflictos activos se encuentran en proceso de diálogo.

En la medida que la gran mayoría de conflictos -sobre todo los socio-ambientales-, se encuentran bajo la competencia del gobierno nacional (66.5%), su evolución dependerá mucho de la estrategia que se defina en la Presidencia del Consejo de Ministros. Lamentablemente, las primeras decisiones tomadas sobre algunos casos emblemáticos -como el de las Bambas- preocupan: el pasado 12 de abril, el Ejecutivo  emitió el decreto supremo 037-2018-PCM en el que se resuelve “Prorrogar el Estado de Emergencia por el término de sesenta (60) días calendario, a partir del 12 de abril de 2018, en el Corredor Vial Apurímac – Cusco – Arequipa”. La norma en mención agrega que “La Policía Nacional del Perú mantendrá el control del orden interno, con el apoyo de las Fuerzas Armadas”.

Con esta nueva ampliación del estado de emergencia, hay localidades de Cusco y Apurímac que cumplirán 10 meses bajo esta situación supuestamente excepcional, que restringe los derechos ciudadanos, pese a que no se han registrado nuevas protestas. En realidad, nada justifica esta nueva ampliación del Estado de Emergencia y el gobierno claramente ha desperdiciado una oportunidad de dar un mensaje al país y sobre todo a las comunidades de la zona, que pretenden hacer las cosas de manera distinta. Sería un tremendo error que el gobierno continúe con las mismas políticas que apuntan a criminalizar y recortar derechos.

Fuente: Cooperacción Perú

Perú

El necesario diálogo entre empresas mineras y comunidades nativas

La industria extractiva asegura que la comunicación con las comunidades es tan importante como la parte técnica, pero los indígenas denuncian que las vulneraciones de derechos continúan.

Más de la mitad de los conflictos sociales de Perú se deben a discrepancias entre empresas privadas y comunidades acerca de proyectos mineros o de energía. Esto viene sucediendo desde 2003, de acuerdo con los datos de la Defensoría del Pueblo, que indican que la población suele oponerse debido a la contaminación de recursos naturales, la pérdida de fuentes de agua para la agricultura o la pesca, y por problemas de propiedad de tierras.

La Defensoría reporta que entre 2009 y 2015, en dos de cada tres conflictos el diálogo empezó después de un hecho de violencia, y un 40% de quienes participaron en esas conversaciones tenían una lengua materna distinta del español; el 86% procedía de comunidades campesinas. Desencuentros similares ocurren en Brasil, Colombia, Chile, Guatemala, Honduras y México, países con rasgos semejantes a Perú: presencia de población indígena, abundancia de recursos naturales e interés de inversionistas en minería, petróleo, y represas, entre otros rubros. El más reciente informe de Global Witness señala que en 2017 fueron asesinadas 197 personas defensoras de la tierra y el medioambiente, el 60% en América Latina.

Estos conflictos y cómo solucionarlos fueron parte de los debates que el Banco Interamericano de Desarrollo organizó en el Diálogo empresarial de las Américas, la pasada semana en Lima. Mientras los representantes de las corporaciones mineras aseguraban que para la nueva generación de ejecutivos la relación con la comunidad tiene tanta importancia como los aspectos técnicos de la operación, los líderes indígenas analizaron 12 casos en los que las empresas del sector extractivo han perjudicado sus comunidades y pidieron al Estado y al sector privado respetar sus derechos y el medioambiente.

En el conversatorio Recursos naturales y energía inteligente para las Américas, siete consejeros delegados comentaron sus lecciones para trabajar de manera sostenible en un entorno con diferencias culturales, raciales o religiosas. Este hemisferio produce el 20,4% de la hidroelectricidad en el mundo y la demanda de energía puede aumentar un 91% en 20 años, indica el BID.

Uno puede manejar la mejor mina del mundo, pero si tiene bloqueos de carretera constantes, no funciona

Kelvin Dushnisky, presidente de Barrick Gold Canadá, afirmó que el punto de partida es cuidar el bienestar de la fuerza laboral y actuar de manera responsable en cuanto al medioambiente. El ejecutivo destacó que no es fácil establecer confianza con las comunidades, pero debe trabajarse mediante “comunicación y consulta, desde el inicio, con las partes involucradas en el proyecto”. “Es mejor empezar antes: la consulta a las comunidades locales debe estar desde las primeras reuniones, aun cuando no sabemos si tenemos yacimiento. Hemos tenido problemas cuando hemos consultado los programas ya diseñados o un plan ya desarrollado”, explicó el ejecutivo.

En Perú, el Ministerio de Energía y Minas establece como requisito de los proyectos de inversión reuniones informativas para la población afectada, pero además en 2011 aprobó la ley de consulta previa a pueblos indígenas, basada en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Este indica que toda decisión que afecte a los pueblos indígenas debe ser consultada previamente para que den su consentimiento. En 2015, la ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, reconoció que varios megaproyectos mineros iniciaron en Perú en la última década sin consulta previa, y planteó una “consulta posterior” que no se concretó.

Dushnisky explicó que en su empresa identifican círculos concéntricos de interlocutores: “Este abordaje local nos ayuda a superar diferencias: hay mucho trabajo por hacer. Uno puede manejar la mejor mina del mundo, pero si tiene bloqueos de carretera constantes, no funciona”.

Richard Adkerson, presidente de Freeport McMoran, planteó que la minería tiene “una herencia terrible” porque cuando una empresa llega, “invierte en recursos, da trabajo a algunas personas, y cuando se va, la situación es peor a antes de su llegada. Con eso tenemos que vivir”. El ejecutivo de la compañía que opera la mina Cerro Verde en Perú resumió las dificultades de haber trabajado con culturas y religiones diversas en Papua-Nueva Guinea, Congo, Chile, y la zona de nativos de EE UU. “Mucha gente pone su enfoque en sacar el mineral del suelo y el resto no le parece necesario, lo ve como una complicación”, advirtió.

En Perú, entre 2009 y 2015, en dos de cada tres conflictos sociales el diálogo empezó después de un hecho de violencia

Según Adkerson, las empresas deben asegurarse de que “las personas de la localidad reciban beneficios en trabajo, educación, salud y oportunidades empresariales”, pero a veces el interés del Gobierno central no es el mismo que el de las comunidades locales. “Esa no puede ser excusa para no brindar atención a la comunidad”, planteó.

A raíz del poco cumplimiento de los compromisos que firman algunas empresas con comunidades y los continuos conflictos, en enero de 2017, Perú aprobó una ley que crea un fondo de adelanto social para programas que reduzcan las brechas en zonas donde se desarrollarán actividades económicas como “proyectos mineros en fase de exploración avanzada o donde haya decisiones de inversión ya tomadas”, precisó el año pasado la exministra de Energía y Minas, Cayetana Aljovín. Este año el país destinará 15 millones de dólares a ese fondo.

“Tuvimos un debate recientemente en una mina complicada, ¿Es más difícil la parte técnica? Lidiar con los problemas comunitarios es más complicado: si no lo hacemos bien, perdemos nuestra licencia para operar”, describió Adkerson. “En los años noventa, una operación de extracción de oro creció y necesitábamos retirar a parte de la población. Tuvimos que establecer una organización de pobladores con autoridad para tratar estos problemas con ingenieros de minas, pero nunca se resuelve. Uno hace cierto progreso, empodera a la gente y quieren más. Uno los educa mejor y quieren más. Quizá es el ciclo del mundo. Hay que trabajar con esto sin sentir que es un gran problema”, recomendó.

Alex Dimitrieff, presidente de Crecimiento Global en General Electric (EE UU), esbozó ideas similares: Parte de la regla es invertir en las comunidades, hacer inversiones adelantadas con el gobierno, involucrar a los funcionarios públicos para que vean las contribuciones de nuestra compañía a la comunidad. No hay una receta, hay muchas culturas”.

Demandas de pueblos indígenas

En la audiencia pública El impacto de la corrupción en los derechos de los pueblos indígenas unos 100 líderes de comunidades y organizaciones de pueblos originarios elaboraron recomendaciones que entregaron a los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la Cumbre de las Américas.

Una docena de líderes sintetizaron los problemas que afrontan por proyectos mineros o de infraestructura no consultados previamente por las empresas a las comunidades, o que se realizan infringiendo sus normas, o recortando su territorio.

Hermógenes Tantarico, presidente comunal de San Juan de Kañaris, al norte de Perú, expuso una de las situaciones más graves para las comunidades indígenas. La población habla una variante del quechua llamada Inkawasi-Kañaris y, como comunidad indígena, tenía derecho a que un proyecto minero y otro de instalación de Internet les fueran consultados, pero no hubo consulta previa. “Hablamos nuestra lengua desde niños y sentimos el atropello de estas empresas en nuestro territorio. En el primer caso tenemos problemas por un proyecto de inversión en telecomunicaciones: nos exigen vender parcelas de nuestro territorio y modificar el estatuto interno de la comunidad. Necesitamos desarrollo, pero respetando nuestras leyes”, afirmó Tantarico.

“El otro problema es el megaproyecto minero Cañariaco Cooper, que tiene la concesión del 96% de nuestro territorio de la comunidad. Este proyecto fue presentado en nuestra asamblea y no lo aceptamos. Comunicamos al Estado nuestra decisión y no nos hizo caso. En 2013 tuvimos un conflicto con heridos y denunciados por terrorismo. El Estado no nos respetó. Hoy demandamos la anulación del megaproyecto que la población tajantemente ha rechazado, porque la comunidad tiene sus propios recursos en fauna, bosques, neblinas, agricultura y ríos”, agregó la autoridad comunal.

En contraste, la empresa canadiense a cargo del proyecto ve un clima optimista para su inversión, después de que el Gobierno anunciara 15 millones de dólares para obras de irrigación y caminos, y nuevas normas que le facilitarán los permisos de exploración.

Otros casos de vulneración de comunidades, expuestos en la audiencia, fueron la afectación de fuentes de agua en la región Moquegua, los monocultivos de palma aceitera en la comunidad de Santa Clara de Uchunya (en la Amazonía norte), y la minería en la comunidad amazónica Tres Islas (en la selva sur-oriental). El Estado ha otorgado concesiones mineras, sin consulta, en el 60% del territorio de Tres Islas, y los beneficiarios delegan la explotación a mineros ilegales que han causado problemas de contaminación por mercurio, redes de prostitución y tala ilegal.

Tres Islas, al igual que Kañaris, y cientos de comunidades indígenas de Perú esperan que el Estado inscriba en los registros públicos su territorio colectivo. Desde 2009, las autoridades de organizaciones amazónicas y andinas denuncian que pese a cumplir con los requisitos, no obtienen su título y ello los deja en situación de vulnerabilidad frente a las empresas privadas y, también, frente a mineros y taladores ilegales.

Fuente:https://elpais.com/elpais/2018/04/17/planeta_futuro/1523971461_185956.html

Perú

Defensoría del Pueblo registró 8 nuevos conflictos sociales en abril

La Defensoría del Pueblo informó que en lo que va del mes de abril se han registrado 8 nuevos casos de conflictos sociales en diferentes regiones del país: Lambayeque, Áncash, Lima, Arequipa, Puno, Apurímac y Huánuco.

La institución resaltó que dos casos tuvieron una fase de crisis: el paro por la construcción de la Nueva Ciudad de Olmos  y la toma de la  Universidad Nacional Mayor de San Marcos por algunos estudiantes. Vale precisar que en el primer caso se registró un herido.

Por otro lado, según el Reporte de Conflictos Sociales correspondiente al mes de marzo, elaborado por el Sistema de Monitoreo de Conflictos Sociales (SIMCO), se presentaron 188 conflictos sociales. De eta cifra, 136 se mantienen activos y 52 latentes. En la región Áncash ocurrió la mayor cantidad de casos (30), seguido de Puno (16 ) y de Cusco y Apurímac (ambos con 14 casos).

En tanto, los conflictos socioambientales representan el 66,5% del total de casos, siendo los relacionados al rubro minero los que registraron el mayor porcentaje (64,8%).

La Defensoría llamó al dialogo entre las autoridades del gobierno central y locales y la población demandante a fin de que no se vea afectada la integridad de las personas y el desarrollo de las actividades en las referidas localidades.

Por otro lado, la Defensoría envió al Estado una lista de 37 alertas de conflictos sociales para que se actúe en el marco de sus correspondientes competencias y responsabilidades. Las 10 principales alertas son las siguientes:

Fuente:https://elcomercio.pe/peru/defensoria-pueblo-registro-ochos-nuevos-conflictos-sociales-noticia-512544