La industria minera se ha convertido en la principal fuente de conflictos territoriales, persecución, agresiones, amenazas y homicidios en Honduras, advirtió un estudio realizado por expertos de una orden religiosa en el norte del país.
«El modelo extractivista de explotación y apropiación de los bienes naturales comunes es, en la actualidad, el principal generador de conflictos territoriales. También es factor de persecución, amenazas, agresiones y asesinatos de personas defensoras de derechos humanos y ambientales», destaca el informe.
El estudio fue realizado por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de la Orden de los Jesuitas (católica) de la ciudad de El Progreso, en el norte del país.
«La minería no solo afecta por el impacto ambiental sino por violaciones a derechos humanos, amenazas, asesinatos» y porque «ha dividido a las comunidades entre los que están a favor y en contra» de las explotaciones, dijo a la AFP Elvin Hernández, uno de los investigadores.