Chile

El Triple impacto hídrico de la mineíra, el principal desafío climático del sector

Tanto para la sociedad civil como para las comunidades resulta imperativo abrir la discusión y realizar un balance sobre los principales impactos socioambientales y desafíos que posee el sector minero en el contexto de emergencia climática.

Si bien, por largos años el discurso minero ha destacado constantemente sus “cuantiosos aportes” a las arcas fiscales y al desarrollo económico y social del país, lo cierto es que el famoso sueldo de Chile hace tiempo viene perdiendo su categoría, lo cual se refleja en su participación del 6,4% de los ingresos fiscales y, solamente, el 2,5% del empleo nacional (directo) durante 2018. Pero, para realizar un balance completo de la situación sectorial, es importante que en la ecuación de bienestar se incorporen las diversas externalidades socioambientales que genera esta industria.

Desde Fundación Terram planteamos que el principal desafío socioambiental del sector es la compleja situación de escasez hídrica que existe a nivel nacional, la que se irá agudizando por los efectos del calentamiento global.

Actualmente, nuestro país presenta un 76% de su superficie terrestre afectada por sequías, desertificación y suelos degradados, y cerca de 110 acuíferos con sobre otorgamiento de derechos de agua. Por otro lado, en las regiones donde se realizan gran parte de las actividades mineras, existe una permanente tensión por el uso del agua, entre lo que debiese ser un legítimo derecho para la supervivencia de las personas o un insumo para la producción minera y agrícola. Esta situación se evidencia en el Mapa de Conflictos Socioambientales desarrollado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos publicado el 2018, el cual releva que 29 de los 116 conflictos nacionales corresponden a problemas entre la minería y las comunidades aledañas por la propiedad y acceso al agua.

En este sentido, tanto el gobierno como el sector debiesen avanzar en establecer lineamientos políticos y técnicos que resuelvan el triple impacto que efectúa la minería sobre el agua, que dice relación con el consumo, contaminación y destrucción de fuentes de suministro hídrico (humedales, vegas, glaciares, entre otros). Sin embargo, a la fecha, la discusión pública solo se ha focalizado en aspectos técnicos relacionados al problema de suministro hídrico que presenta el sector, planteando como solución factible la implementación de plantas de desalinización. Pero, si no se realiza una mirada integral del vínculo entre minería, agua y emisiones de Gases de Efecto Invernadero, esta medida estaría trasladando una restricción hídrica a un problema energético y climático.

Ante esto, es importante comprender que el problema hídrico se ha transformado en un problema político y por ende social que, como se mencionó anteriormente, se está expresando en diversos escenarios de conflictividad. Por lo tanto, para avanzar en una buena gobernanza en materia hídrica resulta fundamental fortalecer las regulaciones en las tres dimensiones del problema, orientando el desarrollo e implementación de políticas que garanticen el derecho humano al agua y la priorización de sus usos; estableciendo estándares a la contaminación del agua, específicamente normas de calidad de agua en las cuencas donde se localiza la actividad extractiva; y, entre otros puntos, avanzar con urgencia en una normativa que establezca una mirada integral sobre el tratamiento y conservación de los glaciares.

 

Fuente:https://www.terram.cl/2019/11/el-triple-impacto-hidrico-de-la-mineria-el-principal-desafio-climatico-del-sector/

Chile

Entendiendo el silencio de Canadá frente a las protestas en Chile

La semana pasada, se cumplió un mes desde que el presidente chileno, Sebastian Piñera, aprobara un decreto basado en una constitución que viene de la época de la dictadura para declarar un estado de emergencia en 10 de las 16 regiones del país como también declarar la “guerra” contra manifestantes.

El conflicto, que se ha entendido de forma simplificada como una reacción a un alza en los precios del metro en Santiago, tiene raíces profundas en la inequidad económica y la disparidad entre los ricos y los pobres del país; en una constitución de la época de la dictadura que restringe de forma severa las libertades civiles; una pésima distribución de servicios básicos esenciales para la población trabajadora como son los servicios de salud y la jubilación; y una agenda extractivista que saquea al agua y el medio ambiente para intereses industriales.

Los eventos que se han venido desarrollando en Chile sin duda alguna han dejado con sorpresa a muchos de los que ha estado siguiendo a los grandes medios de comunicación (y quizás hasta al mismo Piñera) debido a su carácter generalizado y persistente. Sin embargo, lo que nosotros en Canadá no estamos viendo es la brutal represión inhumana que esta siendo ejercida por las policía militar “carabineros” contra los manifestantes a nivel nacional. Según el Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH), la represión ha provocado (hasta el 15 de noviembre, cifras seguramente conservadoras):

  • Mas de 20 muertos
  • 217 heridos con lesiones oculares que han resultado en ceguera (muchos de ellos han recibido disparos en el rostro de manera intencional)
  • Mas de 2,000 heridos
  • Mas de 6,300 detenidos

También se han presentado denuncias de abusos sexuales contra las mujeres y cifras elevadas de heridos y detenciones a menores de edad por parte de los carabineros.

El silencio de Canadá con respecto a estos abusos (en yuxtaposición con sus reacciones inmediatas antes las crisis en Venezuela y Bolivia) es estratégico y los intereses mineros canadienses pueden ser una de las razones por las que Canadá se ha hecho la vista gorda a la represión quizás más brutal que el país haya vivido desde la época de Pinochet.

Esto no es Sequía, Esto es Saqueo!

Según reportes oficiales, Chile está enfrentando una de las sequías más duras en su historia. En septiembre 2019, Piñera decretó “estado de catástrofe por sequía” para las regiones Atacama, Coquimbo, y la región metropolitana. Oficiales del gobierno señalaron que la sequía, la peor en 60 años, era el producto del cambio climático.

Sin embargo, para la población que vive cerca de proyectos extractivos, y para organizaciones como el Movimiento para Agua y Territorios (MAT), la excusa del “cambio climático” permitió  que las industrias agro y minera dejarán de ser objetos de una crítica pública por su uso irracional y no sustentable de este recurso. Según Camila Zarate, vocera de esta organización, “Nos dicen que el cambio climático está causando la crisis del agua. Sin duda tenemos escasez de lluvias y esto es un hecho histórico, sin embargo, ¿sería esto la principal causa de la sequía? …nosotros sabemos que en realidad la demanda de agua supera la cantidad de agua disponible. Sin embargo, el incentivo es continuar extrayendo agua para usos industriales agrícolas y mega-mineras”.

La explicación del cambio climático está siendo manipulada por la misma industria para absolverlos de cualquier responsabilidad que puedan tener sobre el medio ambiente donde trabajan. El gobierno canadiense también está manejando un discurso similar en defensa de las mismas empresas mineras. En agosto de este año, MiningWatch Canadá se reunió con miembros de Asuntos Globales Canadá (GAC) y un miembro de la organización chilena Putaendo Resiste, quienes están en resistencia contra una minera junior canadiense. Cuando el miembro de la comunidad habló sobre la escasez del agua y la amenaza que la empresa representa para ello, el funcionario de GAC la miró y le dijo “¿Cómo puede usted estar segura de que las actividades de la empresa están provocando la sequía? Yo se que la región está siendo impactada por el cambio climático.”

En Chile, el acceso al elemento esencial para la vida, está privatizado.

Es también el mayor productor de cobre al nivel mundial, donde mega-minas de cobre demarcan el paisaje en la región norteña. Las minas de cobre a cielo-abierto acaparan agua y el impacto de actividades mineras de gran escala ocurren al lado de regiones ya amenazadas con escasez severa de agua y condiciones desérticas.

En 2018, la Comisión Chilena de Cobre, señaló que la industria de cobre consumía 16.25 metros cúbicos de agua por segundo. Esto significa 512 millones de metros cúbicos por año, lo que representa 1.5 veces el consumo anual de las 2.8 millones de personas que viven en Toronto. La comisión previó que el consumo de la industria se iba a incrementar durante los próximos 5 años, pero que el agua desalinizada (que ahora representa menos del 10% del consumo total) podría servir como “colchón” a este incremento, eventualmente representando un tercio del agua que consume la industria.

MiningWatch Canadá estuvo en Chile durante las semanas más duras de la sequía y visitamos a comunidades en la quinta región quienes hablaron con miedo y horror sobre el acercamiento del desierto del norte hacia sus comunidades. También hablamos con varios representantes de comunidades del norte afectadas por la exploración y explotación minera.

Al nivel local, la irracionalidad de semejante sistema, que en muchos casos depende de la construcción de ductos cientos de kilómetros de largo para transportar agua dulce y/o del mar donde todavía existe este recurso hacia las minas, esta bastante clara para los chilenos que tienen acceso al agua cada 10-12 días. Los ríos están secos, y las fuentes ya canalizadas y embalsadas para asegurar que los “dueños” de este recurso lo reciban sin interrupción.

Cuando nos reunimos con comunidades afectadas por una empresa minera canadiense Los Andes Copper, una empresa que tiene un proyecto de exploración para una mega-minera de cobre, los vecinos expresaron angustia cuando sus compañeros regresaron de la cordillera con sus ganados. De la pequeña comunidad ganadera de Los Patos, en la cercanía del proyecto, muchos comentaban que “50 cabezas cabras no sobrevivieron” y, “más de 100 vacas murieron” con pena y preocupación ya que muchos de ellos todavía dependen de las antiguas prácticas del pastoreo cíclico. En las poblaciones cercanas de Putaendo y San Felipe, observamos caballos y ganado “perdidos”, quienes muertos de sed y el hambre deambulaban sin sus dueños en búsqueda desesperada por el agua.

Hasta los arbustos andinos de cordillera, acostumbrados a las sequías, están muriendo,” dijo un residente mientras pasábamos kilómetros tras kilómetros de arbustos y cactus quemados bajo el fuerte sol andino.

Y la problemática no empieza solamente con las minas, sino que es estructural y penetrada en el tejido económico y político de las industrias de la nación. El pólemico proyecto, “Alto Maipo”, un mega-hidroeléctrica en la región metropolitana de Chile, es un caso emblemático de la colusión entre los poderes económicos y políticos para promover proyectos que meramente beneficiarán a la elite chilena. Según Anthony Prior, vocero de la organización Red Metropolitana No Alto Maipo, la industria minera es el principal beneficiado. Pero, también subraya que, las protestas que se viven  hoy en día en el país, no pararán hasta que las principales demandas sean resueltas:

El pueblo está movilizado en las calles y vamos a seguir resistiendo hasta recuperar nuestra agua como un bien público y un derecho humano.

Las Empresas Mineras Canadienses Contribuyen a la Agenda Extractivista

Según una base de datos de MiningWatch Canadá, hay en la actualidad más de 40 empresas mineras canadienses con más de 100 minas y proyectos en Chile. Chile y México ocupan el segundo puesto (después de Estados Unidos) para la inversión directa canadiense en el exterior en el sector minero. La mayoría de estas empresas son empresas juniors involucradas en la especulación y la exploración del litio y el cobre. Sin embargo, empresas grandes como Yamana Gold, Teck Resources y Lundin Mining tienen minas en operación en el país. Por tanto, hay que entender el silencio por parte del gobierno de Canadá, dentro de este marco.

En septiembre del 2019, MiningWatch Canadá se reunió con comunidades y organizaciones chilenas afectadas por mineras canadienses y en vista de que muchas de ellas se unieron a las protestas nacionales en octubre, volvimos a contactarnos. Nos dimos cuenta de que estas organizaciones estaban vinculando sus luchas particulares con las demandas nacionales y queríamos asegurarnos de que el público canadiense se enterará de ello. Descubrimos que las preocupaciones que tenían sobre el agua, la contaminación al medio ambiente, y la desigualdad económica, les dieron el impulso para que ellos se unierán a las marchas y acciones de forma sostenida.

Las Empresas 

Los Vizcachitas, Los Andes Copper (Comuna Putaendo)

Los Andes Copper es el operador del proyecto Los Vizcachitas. Este proyecto, actualmente en pre-factibilidad, pretende desarrollar una mina masiva de cobre a cielo-abierto, cuyo tajo terminaría directamente por encima (y cuyo yacimiento esta debajo) del rio Rocín. El rio Rocín es la fuente principal de agua dulce para las comunidades rio abajo, sobre la controversial represa nuevamente construido a beneficio de la industria minera y agrícola, según denuncian los comuneros. Es importante también destacar que la represa de los relaves de la mina en los escenarios preferidos por la empresa (110ktpd y 220ktpd) quedaría sobre el Rio Chalaco, a un poco mas de 10 kilómetros por encima de la comunidad Los Patos.

Putaendo Resiste! Es una agrupación de representantes de una diversidad de organizaciones de la comuna de Putaendo quienes han estado organizándose frente a la explotación minera.  Su mayor preocupación es la protección del agua, un recurso cada ves mas escaso, dado de que la comunidad esta alimentada por un glaciar rocoso donde se pretende instalar la mina. También se preocupen por la potencial contaminación o posibles derrames que podrían resultar de las operaciones mineras dado su proximidad a las comunidades rio abajo.

Ellos hacen conocer que entre el 2007 y 2008 la empresa fue negado su permiso de Declaración de Impacto Ambiental por violaciones que ellos hicieron durante su programa de perforación. Después, en el año 2015 al 2017 durante otra fase de perforación ellos fueron sancionados por haber desviado el rio Rocín y por haber utilizado el agua sin los usos de agua requeridos.

Actualmente la empresa esta tratando de obtener las licencias ambientales necesarias para poder proceder con una nueva ronda de perforaciones, y ellos esperan empezar este año. Las comunidades denuncian que sus voces, a pesar de su unidad en los pueblos y su declaratoria como primera comuna chilena “libre de minería” están siendo silenciadas por la empresa y el gobierno chileno.

Putaendo Resiste han estado presentes en los esfuerzos de organizar y participar en la mayoría de las marchas y acciones en la comuna desde la declaración del Estado de Emergencia hace un mes atrás.

Ellos hacen notar que se juntaron a las movilizaciones nacionales por muchas de las mismas razones expresados en Santiago. Su lucha contra Los Vizcachitas, es un microcosmo de una crisis económica y social que se esta viviendo en Chile actualmente. Ellos dicen:

“Somos parte del pueblo y vivimos la injusticia al igual de todos, el modelo económico se basa en la sobre explotación de los bienes naturales generando zonas de sacrificio con hartos niveles de contaminación donde a las empresas les da lo mismo contaminar niños y familias.  La minería es una de las actividades más depredadores con altos niveles de consumo de agua y destrucción de glaciares en la cordillera de los andes y son los dueños de estas empresas quienes se ubican dentro del 1% de los súper ricos en chile, lo que produce que la crisis económica sea también social y ambiental y entre las principales demandas expresadas por los manifestantes en todo chile es el acceso al agua como un derecho ocupa un lugar muy relevante.”

Carmen de Andacollo mine, Teck Resources (Andacollo)

La mina “Carmen de Andacollo” es una de los tres activos que tiene esta empresa en Chile. Durante el verano de este año, Teck anunció un acuerdo de riesgo compartido de varios mil millones de dólares con la empresa japonesa Sumitomo Metals para la mina “Quebrada Blanca”. Sin embargo, y a pesar de este plan de expansión que se suma a un plan intensivo en capital para la automación de sus minas, la empresa arguya que están en una crisis económica y por tanto los trabajadores de la empresa tienen que soportar recortes.

La mina Carmen de Andacollo es una mina de cobre a cielo abierto con 474 trabajadores.

Como consecuencia, las operaciones en esta mina han sido paralizadas por mas que un mes desde que el sindicato declaro una huelga general tras muchos intentos fallidos de llegar a un acuerdo colectivo justo con la empresa. Según el presidente del Sindicato Minero de Trabajadores Carmen de Andacollo, Manuel Alvarez, las principales demandas del sindicato son: un incremento salarial para coincidir con una nivelación con las demás minas de cobre en Chile; inversiones en servicios y seguro de salud y mejores condiciones para los trabajadores que sufren de enfermedades “catastróficas”; y mejores condiciones de publicación para trabajadores de larga data.

A pesar de que las demandas son relativamente básicas para esta empresa, Teck niega a acercarse a las demandas del sindicato. La membresía del sindicato el 14 de noviembre se negó a ratificar el acuerdo propuesto por la empresa dando conocer que no era una propuesta justa y determinaron, hace pocos días, de “radicalizar” sus medidas de presión con la toma de una vía de transito para tratar de presionar a la empresa para que vuelva al dialogo.

Quizás la demanda mas preocupante es el propósito de que Teck asiste a los trabajadores con prestamos de corto plazo para los elevados costos que ellos incurren cuando tienen “enfermedades catastróficas”

“Algunos de nuestros compañeros están sufriendo de leucemia: esto es una enfermedad catastrófica. Queremos que estos compañeros puedan atender a su enfermedad con dignidad porque esto obviamente pesa muy fuerte sobre la familia y la comunidad,” dijo Álvarez

Representantes del gobierno han determinado que Andacollo es una región “saturada por la contaminación” cuyos niveles de polución del aire son unas de las mas altas de la región, lo cual tiene graves impactos para la salud de la población local. La organización mundial de la salud situó a Andacollo dentro de las peores 20 ciudades de America Latina con respecto a las altas concentraciones de Material Particulado Respirable que, según ellos, producen mayores índices de ataques cardiacos, enfermedades respiratorios y cáncer. Un experto en salud hizo conocer en una entrevista que esta contaminación en Andacollo viene de la actividad minera principalmente, por el polvo que generan las volquetas saliendo de la mina.

La Agrupación Ambiental y Social de Andacollo es un colectivo urbano que esta luchando por 12 años para el derecho de vivir en un ambiente sano. Ellos notan que el mayor riesgo que presenta la empresa minera canadiense para el pueblo de Andacollo es a “la salud y la calidad de vida de la gente…desde que llegaron las mineras hay un incremento dramático de enfermedades respiratorias, cáncer y leucemia según datos de los hospitales locales.”

“Gracias a Teck Andacollo vivimos en un estado permanente de polución y división social constante por una serie de promesas falsas y acuerdos rotos con la empresa.”

El agua es también un tema de suprema importancia para la agrupación. Ellos piden que la empresa “deje de utilizar agua dulce para la mina, que por la sequia es aun mas importante porque lo que queda esta siendo agotado y contaminado,” piden que se “invierte en tecnologías de desalinización.”

La agrupación ha estado asistiendo en las protestas masivas en el país y ellos notan que hay muchos puntos de concuerdo entre su lucha de 12 anos y las movilizaciones del ultimo mes. El modelo extractivista, según ellos “esta promovido en la misma constitución y permite la explotación indiscriminada de los recursos naturales, el agua y la energía sin tomar en cuenta las necesidades del pueblo y cuando la gente expresa sus preocupaciones están pisoteados por reclamar que se respecta a sus derechos.”

¿Y su mensaje al publico canadiense? “A sumarse en solidaridad y crear consciencia sobre los conflictos ambientales que las empresas mineras canadienses están provocando en Chile.” 

Proyecto Alturas, Barrick Gold (Valle del Elki)

“Barrick Gold Miente, Saquea y Contamina!”

El Proyecto “Alturas- Del Carmen” es otro ejemplo de un proyecto binacional de exploración aurífera que se sienta sobre la cordillera chilena/argentina, siguiéndola mas al sur de Pascua Lama y Veladero.

Según la Asamblea en Defensa del Valle del Elki, una agrupación multicultural que esta trabajando formalmente ya seis años para defender a los glaciares contra la mega-minería, el mayor riesgo que representan las mineras canadienses para las comunidades es “es entorno a la contaminación de las aguas, ya que habitamos una cuenca hidrográfica muy sensible a su escases y contaminación.” El otro riesgo identificado esta relacionado con el primero: la minería representa una amenaza a los glaciares cercanos de la región.

Aquí su trabajo colectivo es para prevenir y sus miembros esperan que tienen éxito en prevenir que su valle, sus ríos y sus glaciares, terminan siendo otra “zona de sacrificio”.

“El proyecto minero binacional Alturas-del Carmen que pretende ser mas grande que Pascua Lama, se sienta sobre los glaciares que alimentan la vida de la cuenca del Elki, se ubica a 10 kilómetros del glaciar el Tapado el más grande de la región de Coquimbo, que aporta cerca del 20% del agua del rio Elqui”

Cuando les preguntamos si ellos han estado sumándose a las protestas durante las ultimas semanas ellos contestaron de forma afirmativa, diciendo “el fin al modelo extractivista es una de las motivaciones que nos lleva a trabajar en la derogación de la constitución del estado-nación chileno, constitución que se sigue instalando con balas y la sangre de nuestrxs compañeros y compañeras que hasta hoy han sido asesinadxs y torturadxs. El modelo extractivista salvaje instalado por las multinacionales y fomentado por el estado-nación chileno en nuestros territorios es el principal responsable del sufrimiento de nuestro pueblo.” 

Las comunidades del valle del Elki exigen que “cese inmediato de las exploraciones y actividades mineras de Barrick Gold en nuestro territorio, ya que consideramos son un atentado para la vida del ecosistema que como comunidad habitamos.”

Valle del Huasco, Pascua Lama (Barrick Gold) and Nueva Union (Teck-Newmont/Goldcorp) 

No podemos hablar sobre la minería canadiense en Chile sin hablar del Valle del Huasco donde unas de las batallas mas emblemáticas sobre el ambiente natural entre una empresa canadiense y pueblos optando por la vida y el agua, han sido una realidad por mas de una década.

MWC ha estado en contacto con el Coordinador para la Vida del Valle del Huasco quienes han sido firmes en su resistencia contra la exploración minera es una lucha para preservar la vida que incluye el acceso al agua dulce y limpio para sus futuras generaciones. Empresas mineras canadienses gigantes como Barrick Gold (Pascua Lama) y Teck Resources (Nueva Union) están metidos en peleas legales y sociopolíticos para desarrollar proyectos mineros millonarios in regiones que seguramente son de las mas importantes para el futuro, los glaciares.

Estas resistencias comunitarias tendrán un papel céntrico en un próximo reportaje que examinaría como las empresas mineras canadienses están contribuyendo a la exacerbación de la crisis climática y ecológica en explorar en los glaciares de la cordillera andina, una de las pocas fuentes de agua que quedan para el consumo en esta región.

Minera Tres Valles, Sprott Resource Holdings 

Finalmente, y a pesar de que no logramos comunicarnos con los miembros de las comunidades afectadas por la mina Tres Valles (Sprott Resource Holdings) de forma directa, pensamos que es muy importante incluir al pronunciamiento para la empresa de esta comunidad después de la tragedia reciente que ocurrió donde, según alegan las comunidades, un vecino de la zona fue matado por una guardia de la empresa minera que manejaba un arma de fuego. Sprott Resource Holdings, como muchas de las empresas arriba mencionadas, tienen minas sobre la cordillera andina, donde muchos ganaderos han transitado con sus ganados por muchos años durante la época seca. Cabe mencionar que durante nuestra visita a chile escuchamos muchas quejas de muchas organizaciones sobre un proceso de cerco a las tierras que antes eran conocido y utilizados para el pastoreo y transito. En algunos casos los pasos ya se encuentran cerrados obligando a que la gente en unos casos, toman rutas mas largas y en otros casos, cerrando el paso por completo y así negando el acceso al agua para el ganado. Los que han sufrido de este proceso de privatización y cerco de tierras de sentido de bien común han sido los ganaderos de pequeña escala cuyas familias han estado realizando esta practica por siglas.

Queda claro en este pronunciamiento, como en otros casos, que las comunidades denuncian una falta de claridad con respecto a las zonas de libre transito para tierras comunales. Obviamente, mientras mas empeora la situación de la sequia en el país, el paso a los humedales se vuelve un asunto de vida y muerto para los ganaderos quienes dependen de las glaciares para alimentar a sus ganados durante la época seca.

La Minería forma parte del problema, entonces no puede ser la solución 

En septiembre del 2019, MiningWatch Canadá conjunto al Observatorio de Conflictos Ambientales de Chile (OLCA), el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL), War on Want y The London Mining Network, facilitamos una serie de reuniones durante dos días para analizar la relación entre la crisis climática, la transición energética y el extractivismo minero. OLCA convocó a que las reuniones tuvieran lugar en Santiago de Chile en anticipación a la COP25 y el Cumbre de los Pueblos para tratar de alentar y influir a los debates sobre la crisis climatice en este país y al nivel mundial. De esta reunión, 26 organizaciones latinoamericanas e internacionales firmamos un pronunciamiento publico que cuestionaba las principales premisas de las causas y soluciones a la crisis climática.

Como ya mencionamos, Chile es el productor de cobre mas importante al nivel mundial y el segundo productor de litio. Ambos metales han sido identificados como críticos para la transición energética.

Quizás no es sorprendente entonces ver a la industria minera captar esta visión de la transición energética, felizmente promoviendo una solución minera a la crisis climática. En Chile, en América Latina y en Canadá, ya se escucha a las empresas presionar a las comunidades con discursos de: “si ustedes quieren salvar a la planeta y el futuro de sus nietos, entonces es imperativo que nos dejen producir x,y,z metal.”

Por tanto, es importante y urgente que las organizaciones y comunidades de los países productores tienen la oportunidad de contraponerse con este discurso. Aquí abajo viene algunas secciones del pronunciamiento completo que usted pueda encontrar aquí:

Reconocemos…Que el crecimiento económico en el Norte Global y las potencias emergentes se esconde tras el discurso de la ‘transición energética’ incrementando exponencialmente las zonas de sacrificio para garantizar el suministro de minerales para las llamadas tecnologías ‘verdes’, a costa de la explotación de nuestros territorios y la precarización de sus habitantes, intensificando la crisis ecológica.

Que a la histórica y manifiesta resistencia existente en nuestras comunidades urbanas y rurales del Sur Global ante la crisis climática, hoy se suma el pánico que se ha instalado en el Norte Global. El pánico no puede imponernos falsas soluciones ni reproducir el extractivismo.

Que la crisis climática, como parte de una crisis ecológica, es una condición del modelo de desarrollo mundial capitalista, que requiere múltiples acciones conjuntas de los pueblos del mundo.

Denunciamos…Cualquier intento de las empresas mineras de beneficiarse de la crisis climática con engaños como: Relaves Inclusivos y/o “adopción” de pasivos ambientales, Minería Responsable, Minería Verde, Minería Sustentable, Minería Ecológica, Minería Limpia, Minería Climáticamente Inteligente, Mecanismos de Compensación frente a daños sociales y ambientales, Economía Verde y cualquier otro concepto que busque lavar su imagen o permanecer en la impunidad.

Que a la fecha las “COPs” no han aportado a la solución de los problemas de injusticia climática y desigualdad provocada por el extractivismo depredador, concentrando las decisiones a la sombra de los intereses empresariales responsables de la crisis climática actual.

Lucharemos…Para defender el agua en todos sus estados como fuente de vida y para sembrar, celebrar y fortalecer territorios libres de minería.

A pesar de las manifestaciones continuas en Chile, Sebastián Piñera sigue siendo presidente de la junta del COP25 ahora en España. Hasta la fecha el no ha respondido por la brutal represión que sus militares cometieron contra su el pueblo chileno quienes están reclamando, entre otras cosas, una agenda para enfrentar la emergencia climática. Por tanto, no deberían permitir que el siga con este mandato en la COP con semejante sangre derramado en las calles chilenas. Este pronunciamiento por Unidad Social exige que le obliguen a renunciar su cargo en España.

Nuestras socias chilenas quieren informar al publico canadiense que, a pesar de que la COP25 ya seria en España, ellos seguirán con la agenda del Cumbre de los Pueblos. El sistema privado de agua, la sequia, y el rol de la industria agrícola y minera dentro este marco, van a ser temas centrales en sus mesas de dialogo y acciones. Usted puede ver el programa aquí.

Empresas mineras como Teck tienen retos de sustentabilidad relacionados de forma directa según ellos, para reducir a las emisiones de carbón para enfrentar el cambio climático. Pero, hay que preguntar, como nuestras compañeras chilenas nos han hecho conocer, ¿es posible combatir el cambio climático si ellos mismos están contribuyendo a la crisis ecológica? Sus minas en Chile, y seguramente su enorme mina de petróleo, el proyecto “Frontier”, a la par con el silencio del gobierno de Canadá a pesar de sus propios retos para enfrentar el cambio climático, hablan mucho mas fuerte que cualquier pronunciamiento de sustentabilidad.

Las protestas, ahora entrando en su quinta semana (y la represión incesante) es un asunto que debería de preocuparnos a todos los canadienses quienes pensamos que hay que tomar medidas para enfrentar la crisis climática. Cualquier solución que se toma en Canadá, no puede ser construido sobre las espaldas de mas zonas de sacrifico en el Sur.

MiningWatch Canada y nuestras organizaciones socias en Chile están buscando a periodistas quienes estarían interesados en cubrir el Cumbre de los Pueblos. Si usted tiene interés en hacer un reportaje, requiere mas información, o le gustaría entrevistarse con algunas de las organizaciones participando en la organización, comuníquese con Kirsten Francescone (kirsten@miningwatch.ca).

 

Fuente:https://miningwatch.ca/es/blog/2019/11/25/entendiendo-el-silencio-de-canad-frente-las-protestas-en-chile?fbclid=IwAR2S_x7pvjWvMXskrA_hEbnasHvQ33_0mDNc7pMPkmhfukJavvu72Q6zywE

Chile

Humedales: La importancia de su conservación como fuente de agua y vida en Chile

En Chile hay cerca de cuarenta mil humedales dispersos de norte a sur y en diferentes formas, eso sí, todos sin importar su tamaño comparten la cualidad de ser los ecosistemas más relevantes para la vida humana.

Quizás los menos conocidos son los altoandinos. Ubicado a dos horas y media desde Santiago, el Parque Andino Juncal alberga cinco humedales importantes.

Catherine Kenrick es copropietaria del Parque Juncal y explica que hay que proteger el lugar de 13.796 hectáreas localizado a los pies del glaciar Juncal.

El terreno que durante décadas fue lugar de paso de campesinos y de ejercicios militares, cambió su estatus en 2010, sus características lo hicieron merecer la categoría Ramsar, un protocolo internacional para la protección de humedales.

 

Según detalla Alejandra Figueroa, consultora en biodiversidad, los humedales son como los bosques, forman un ecosistema y su importancia radica en tener agua. 

Es posible que todos, al menos una vez, hayamos pasado cerca de uno. Están en los lagos, en vegas, en desembocaduras de ríos, en pantanos, solo por mencionar algunos tipos. Pero lo que no todos sabemos es realmente qué es un humedal.

La bióloga Bárbara Saavedra enseña que “el agua no nace de la llave cuando uno la abre, sino que nace en la relación que establece la naturaleza con las rocas, con la geología y en la medida que nosotros tengamos ecosistemas saludables, en particular humedales, vamos a mantener una provisión de agua que salga por la llave u otro sitio“.

La biodiversidad de los humedales, no solo es admirada por su alto valor ecológico. Para muchos se han transformado en verdaderos paraísos donde observar flora y fauna. Un ejemplo de ello es la Red de Observadores de aves y vida silvestre de Chile (ROC), quienes han volcado su pasión a ser activos conservadores y divulgadores de la naturaleza en Chile: “Hay aves a las cuales para verlas hay que subir a la montaña”, dice Ivo Tejeda, director ejecutivo de ROC.

A lo largo de nuestro país los humedales varían en sus características.  En el norte destacan los humedales andinos y altoandinos. Generalmente se empinan sobre los tres mil metros de altura en lagunas, vegas, bofedales, salares, termas, ríos y glaciares.

En la zona central cambian sus características. El clima y los ambientes dejan atrás la alta radiación y los procesos de evaporación. Desaparecen los salares y los bofedales y surgen humedales andinos de vegas, en los valles, quebradas, esteros y lagunas costeras.

Mientras que en el sur de Chile, los ríos se vuelven más caudalosos, la vegetación aumenta y los suelos multiplican la aparición de zonas de mallines, humedales ribereños y boscosos, lagos, lagunas, pantanos y por sobre todo turberas.

 

Estos son los humedales más grandes del planeta, solo un 5% de ellos se encuentran en el hemisferio sur y casi todos ellos en la Patagonia. Tienen una enorme capacidad de absorber agua y son los mayores reservorios de carbono terrestre. En Tierra del Fuego destacan las turberas protegidas del Parque Karukinka.

Paisajes como estos se han ido deteriorando con el paso de los años. La regulación de la protección de estas áreas ha transitado lentamente, desde la creación del Ministerio de Medio Ambiente en 2010. Ya han pasado nueve años y el Servicio de Protección de Biodiversidaad y Áreas Protegidas, clave para el futuro de la ecología en Chile aún no existe. Situación que podría cambiar durante 2019.

La creación del Servicio de protección de Biodiversidad y Áreas protegidas, favorecería directamente la integración de ambientes marinos y terrestres, incluyendo a los humedales más importantes de nuestro país.

Una unión de conservación con esfuerzos públicos y privados, que actualmente radica en distintos órganos y servicios con marcos normativos y competencias muy dispersas. El Parque Andino Juncal podría ser un potencial beneficiado.

Fuente:https://www.cnnchile.com/pais/humedales-la-importancia-de-su-conservacion-como-fuente-de-agua-y-vida-en-chile_20190202/?fbclid=IwAR2Kf0tcoYIOhVmuXLxIhErJNM7ZoagJdTYS_4wYfuziTlxu86YI5DTn1MM
Chile

Habitantes de El Melón se tomaron pozo de minera y el agua volvió al pueblo

Con un petitorio que incluye 24 demandas, hace dos semanas más de cien personas están instaladas con carpas en el pozo nueve de la mina El Soldado, exigen detener la sequía en que Angloamerican tiene a El Melón.


Karen White, vocera de la Sociedad Civil Organizada de El Melón, relata que desde el mes de abril los habitantes de El Melón -en la quinta región- estaban teniendo problemas con el abastecimiento de agua. “Había días completos en que el agua estaba cortada y cuando llegaba era con poca presión. Meses bañándonos con tarros y tomando agua embotellada porque las condiciones sanitarias son terribles”, asegura.

Según explica White, el agua de la comuna de El Melón es administrada por la municipalidad. “Se le llama APR (Aguas Potables Municipales) y sus pozos están secos, mientras que los de la mina El Soldado, propiedad de Angloamerican, están llenos de agua“.

“La minera de esta empresa es la gran causante de los conflictos medio ambientales que tenemos como pueblo. Que sus pozos están llenos de agua está amparado por ley y nosotros estamos un poco amarrados sin poder hacer nada”, puntualiza la vocera.

Medidas de presión

White dice que la contingencia nacional les sirvió como impulso para plegarse en las movilizaciones nacionales, pero con un enfoque local. “Nosotros en los cabildos que hicimos cuando comenzaron las movilizaciones, levantamos un petitorio. El 27 de octubre realizamos una marcha pacífica y le entregamos el petitorio a la empresa. Después de eso no recibimos ninguna respuesta en casi dos semanas“, asegura.

Hace 15 días no teníamos ni una gota de agua en nuestras casas y eso sirvió para que la gente tomara la iniciativa y fuera decidida en querer tomar acciones concretas de movilización. Así que nuestra siguiente medida fue tomarnos un pozo directamente“, relata.

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El pozo que decidieron tomarse es el número nueve y, según White, entrega 40 litros por segundo de agua a la minera. “Es uno de los que más agua tiene y cuando cortamos la electricidad del pozo y evitamos que siguiera bombeando agua a la mina, en menos de tres días la gente de la minera llegó”, explica.

 

Gracias a la acción de la comunidad, que durante 15 días ha congregado alrededor de cien personas acampando en el pozo, la minera decidió generar un by pass, es decir, una pequeña desviación desde la cañería del pozo nueve hasta el estanque municipal.

“Eso permitió que aproximadamente el 60% del pueblo volviera a tener agua potable. Sin embargo, eso subsanó en cierta medida el problema, ese es un punto, pero nosotros tenemos un petitorio con 24 demandas hacia la minera”, explica White.

“Además, lo que hicieron no está regulado legalmente, podrían perfectamente el día de mañana cortar el agua y no tendríamos ninguna garantía legal para impedirlo“, detalla.

Sin respuestas al petitorio

Según la vocera, aún persisten las ganas de continuar en la toma porque el petitorio también incluye otras problemáticas. “Como que tenemos un enorme tranque de relave que puede colapsar en cualquier momento y sepultar al pueblo completo. No estamos exagerando, incluso existe un plan de emergencia por si sucede”, asegura.

White dice que en la municipalidad no hay voluntad para cooperar. “El miércoles hubo una reunión con todos los actores involucrados, pero fue la misma alcaldesa, Margarita Osorio, quien nos expulsó y no pudimos participar”, enfatiza.

Andrés Marín, vocero de la organización Mesa Ciudadana El Melón-Nogales, sostiene que la alcaldesa les gritó para echarlos. “Ella acusa que la están atacando cuando se le emplaza con argumentos. Es solo una parafernalia para recuperar el control cuando no lo tiene”, detalla.

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Según White y Marín, una de las preocupaciones que más les aflige es la desmedida extracción de agua desde las napas subterráneas que realiza Angloamerican.

Literalmente van a secar al pueblo y lo van a matar, un pueblo seco es un pueblo sin vida. Yo recuerdo cuando era pequeño, en pleno verano, a veces abría la puerta del patio y estaba todo inundado porque se había rebalsado el canal. El estero tenía agua todo el año. Uno piensa en cómo era esto antes, cuánta agua había y creo que hemos naturalizado la sequía, los niños de ahora han naturalizado los ríos secos“, lamenta Marín.

White dice que como pueblo se están convirtiendo en una zona de sacrificio. “No queremos un futuro en el que nos empecemos a morir de cáncer, que nos veamos sepultados bajo el relave, ahora es el momento para que se hagan cargo de todo el daño que nos han causado”, puntualiza.

Según la vocera, para deponer la toma deberían existir avances concretos en las negociaciones. “Ellos deben disminuir su captación de agua, porque al fin y al cabo pueden intervenir todos los pozos que quieran, pero las napas en algún momento se van a secar y nosotros no podemos estar condenados a un futuro incierto”, detalla.

Puedes revisar el petitorio aquí.

*N.E: Hasta el cierre de esta edición, aún se está a la espera de respuesta por parte de Angloamerican. En cuanto a la municipalidad de El Melón, no fue posible obtener una respuesta.

 

Fuente:https://radiolaclave.cl/clima/habitantes-de-el-melon-se-tomaron-pozo-de-minera-y-el-agua-volvio-al-pueblo/?fbclid=IwAR1UYUV8Iutjo5ScnI4IAnmz4reg35VtHcXXwcs1QlF69YIPJOEtkcFBwAA

Argentina, Bolivia, Chile, Litio

La fiebre del litio amenaza a las culturas indígenas de los desiertos de sal andinos

La extracción de este metal alcalino para las baterías de los coches eléctricos requiere enormes cantidades de agua. Argentina, Bolivia y Chile son los más afectados.

No hace falta ser experto en energía para darse cuenta de que es imperativo buscar alternativas a los combustibles fósiles, entre otras cosas, porque estamos llegando al principio del fin de la producción de petróleo, pero sobre todo porque los efectos destructivos que provocan –agotamiento permanente de fuentes de agua, deforestación, inundaciones, vertidos tóxicos, incendios, huracanes, subida de los niveles del mar,  etc.–  son cada vez más palpables para la mayoría de la población mundial.

Una de las soluciones tecnológicas para paliar los deletéreos efectos de la economía del petróleo es la producción de automóviles eléctricos.  El estado de California, por ejemplo, planea reducir la emisión de gases en un 40% hasta llegar a niveles inferiores a los de 1990. Para ello, proyecta crear una serie de incentivos financieros y de regulaciones que permitan que en el 2030 haya 4.2 millones de autos eléctricos en su parque automovilístico.  En Europa algunos estados como Holanda tienen objetivos incluso más ambiciosos y aspiran a tener un parque automovilístico 100% eléctrico para el 2030.

Con semejantes incentivos estatales, los principales productores de autos mundiales –Ford, Toyota, Nissan, General Motors, BMW, etc.– hace tiempo ya que llevan experimentando con vehículos híbridos y modelos eléctricos, pero ninguna de ellas iguala en ambición ni en grandilocuencia tecno-utópica a la californiana TESLA y a su capitán de industria Elon Musk. Como Steve Jobs en su día, Musk,  portada incluso de revistas de entretenimiento como Rolling Stone,  es idealizado o vilipendiado como el auténtico gurú de una secta que podría salvarnos del apocalipsis ecológico sin renunciar a la comodidad de nuestros vehículos utilitarios. De las paredes de la gigafactory de Tesla en Nevada cuelga un cartel enorme que reza: “Para acelerar la transición mundial a la energía sustentable”.

TESLA produce automóviles eléctricos de lujo con la promesa de alcanzar niveles de producción masivos y precios al alcance de las clases medias. Pero, como el iphone en su día, los automóviles TESLA son mucho más que un automóvil: son el futuro, “un sueño hecho realidad”, como le escuché decir a una de sus usuarias californianas. Los modelos TESLA poseen, entre otras cosas, reconocimiento facial , capacidad de estacionarse automáticamente y, eventualmente, autonomía para operar sin control humano. Además de sus vehículos eléctricos, Musk ha producido en Australia la batería de litio más grande del mundo con 100 megavatios de potencia para abastecimiento eléctrico doméstico, planea fabricar camiones eléctricos para el transporte de mercancías pesadas e incluso lanzar automóviles que alcancen la luna.

Con estos mimbres resulta casi imposible restarse al optimismo tecnológico que promueve Musk, o, si no se comparte su visión futurista, al menos no reconocer la necesidad de iniciar lo antes posible una transición hacia el uso de energías alternativas al petróleo, a ser posible renovables y más limpias. Sin embargo, antes de aceptar las nuevas soluciones tecnológicas que se nos ofrecen, deberíamos, por una cuestión de ética esencial, preguntarnos de dónde vienen los materiales que hacen posible el uso de estas nuevas energías en la producción de vehículos limpios.

En este caso la pregunta puede ser bastante simple y, a la vez, bastante esquiva. La funcionalidad de los vehículos eléctricos depende de la capacidad de fabricar baterías relativamente livianas. Hoy por hoy esto se consigue fabricando baterías de litio, las mismas que también hacen posible que la batería de nuestros celulares y computadores funcione sin estar conectada a una fuente de red.  La pregunta entonces es: ¿De dónde viene el litio y qué efectos tiene su minería en las comunidades donde opera?

El litio está bastante concentrado en ciertas áreas geográficas. Hay litio en roca en Australia, en Carolina del Norte (Estados Unidos) y en algunos lugares de China, pero la forma más barata de extraer litio es mediante evaporación en salares (lagos de sal formados tras un prolongado periodo de erupción volcánica). Hay salares en Tíbet y en Nevada (Estados Unidos), pero la mayoría de las reservas mundiales de litio –entre el 80% y el 85% dependiendo de los expertos—están en una zona transandina que se extiende a través de las fronteras de Argentina, Bolivia y Chile e incluye los salares de Atacama (Chile), Hombre Muerto, Olaroz y Salinas Grandes (Argentina) y Uyuni y Coipasa (Bolivia) entre otros muchos de menor tamaño. Se trata de cuencas endorréicas (cerradas al flujo de los ríos y otros cauces de agua) que oscilan entre los 2,400 y los 4,000 metros de altitud y que presentan índices de precipitación muy bajos y de radiación muy altos. O dicho más prosaicamente: hace mucho calor en el día, mucho frío en la noche y hay muy poco agua para la vida en general.

La revista Forbes, que rebautizó la zona con el nombre de «Arabia Saudí del Litio», describe en estos términos el Salar del Atacama:

«Nada crece en el corazón del Salar de Atacama, esta antigua cuenca lacustre, 700 millas al norte de Santiago, debe ser el lugar más seco del planeta, una tierra baldía, cubierta de una costra de rocas de sal que se parece a una plasta de vaca […]. Si no fuera por la preciosa salmuera que burbujea 130 pies por debajo de la superficie, los humanos se mantendrían alejados del Salar de Atacama».

Se trata de un gesto típicamente colonial: ver el territorio vacío para evitar hacerse cargo de los potenciales impactos ambientales y humanos que pueda causar la actividad emprendida por un agente foráneo como la minería del litio. Sin embargo, si el periodista de Forbes hubiera sido un poco menos bárbaro, se hubiera informado de que en los oasis que bordean el Salar de Atacama viven comunidades indígenas, según el registro arqueológico, al menos desde el 8,000 AD. De hecho, el pueblo atacameño o Lickan Antay –gente de la tierra en kunza, su lengua– fue capaz de levantar toda una civilización en mitad del desierto más árido del mundo, domesticar la llama y otros camélidos para utilizarlos en sus largas caravanas transandinas, emplear el fruto del chañar y del algarrobo (dos de los pocos árboles que crecen en estos parajes) para aportar proteína a su dieta y fabricar “aloha”, un licor utilizado en ceremonias y ritos. En los Oasis del Salar de Atacama se cosecha hoy alfalfa, maíz, papas y habas; en sus huertos sigue habiendo árboles frutales que reciben agua a través de un escrupuloso sistema de uso comunal del agua que convive con el turismo ecológico y otros emprendimientos comunitarios. Y por si todo eso fuera poco además han sobrevivido a las distintas olas de colonialismo desde la llegada de los españoles hasta el presente.

Por eso, las malas noticias para los inversionistas de Forbes y para el optimismo tecnológico del norte es que, lejos de ser una tierra baldía, el Salar de Atacama, como el resto de territorios del llamado triángulo suramericano del litio, sigue habitado por las comunidades ancestrales Aymara, Quechua, Kolla y Lickan Antay que son, según derecho consuetudinario, los legítimos dueños del territorio, los que lo siguen haciendo florecer respetando sus ciclos de regeneración mediante todo un sistema ritual de pagos a la tierra y respeto a la naturaleza.

A diferencia de los occidentales, estos pueblos indígenas, que se consideran los herederos directos de los Incas, no ven la naturaleza como un objeto exterior a ellos del que pueden disponer a capricho o destruir, sino como un ser vivo. Verónica Chávez, de la comunidad de Santuario de Tres Pozos en Salinas Grandes (Argentina), cuenta que el Salar es un ser vivo con sus venas de agua y sus ciclos de regeneración que atraviesan la estación de las lluvias hasta secarse y hacer brotar la sal que se cosecha después, en la estación seca, como una planta más. Por eso cuando llegaron las mineras del litio a explotar el Salar, el efecto en ella fue demoledor: “Por lo que yo vi, era que gente venía sin conocimiento, no les importaba nada el destrozo de nuestra Mamita Pacha, le tiraban ácido, le rompían la venita de agua, ¡hacían todo un desastre! Y para mí es un dolor eso, porque ella es una mamita para mí, a una madre no se le hace eso”.

Conviene, no obstante, no idealizar ni romantizar a los pueblos indígenas de los salares. En la cuenca de Salinas Grandes, Argentina, han logrado parar, de momento, la explotación del litio, pero unos kilómetros más al este, en Olaroz y Laguna Guayatayoc, las comunidades Lickan Antay han firmado un acuerdo con la minera Orocobre (proveedor principal de litio para Toyota). Lo mismo sucede en el Salar de Atacama donde la norteamericana Rockwood Lithium, subsidiaria del gigante minero Abermale, tiene convenio con la mayoría de comunidades indígenas. A veces estos convenios se firman por intereses, porque las comunidades tienen necesidades de infraestructura o fuentes adicionales de ingresos y, otras veces, se hace a regañadientes, porque si van a sacar el mineral de la tierra es mejor que quede algo en las comunidades. Pero en todos los casos, los pueblos indígenas quieren lo mismo: que se aplique el convenio 169 de la OIT, que haya consulta previa, libre e informada; en el caso de la cuenca de Salinas grandes, sus 33 comunidades incluso tienen un protocolo llamado Kachi Yupi, huellas de sal en quechua, que estipula cómo llevar a cabo esta consulta.

La realidad, sin embargo, no parece dispuesta a respetar la voluntad de estos pueblos indígenas. La presión que ya existía sobre el litio se está incrementando exponencialmente porque si para una batería de teléfono móvil hacían falta 3 gramos de litio, para un auto eléctrico hacen falta casi 20 kilos, más de 50 si se trata de uno de los rutilantes modelos de TESLA.

Con el cambio de ciclo político en Argentina y Chile parece que se han abierto las puertas definitivamente para la explotación sin límites del llamado oro blanco de los salares. Mauricio Macri en Argentina está otorgando licencias de explotación sin consultas y sin muchas cortapisas, hay en la actualidad hasta 63 proyectos aprobados en las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja. Del mismo modo, en Chile, con la llegada de Sebastián Piñera al poder, la minera SQM –una de las más corruptas de la región, privatizada durante la dictadura de Pinochet y vendida a su yerno Julio Ponce Lerou, envuelto hoy en escándalos de financiación política ilegal– acaba de llegar a un acuerdo con el Estado chileno para retomar y aumentar la explotación de litio en el Salar de Atacama. Paralelamente, Elon Musk visita clandestinamente el país para explorar la posibilidad de abrir una megafábrica de baterías de litio en Chile con gran regocijo de las clases dirigentes.

Estos movimientos entre bambalinas, sin duda, hacen que las comunidades indígenas se sientan amenazadas. Saben que la minería del litio extrae grandes cantidades de salmuera y agua que luego se secan al sol en mega piscinas, son conscientes de que viven en cuencas cerradas cuyas fuentes de agua están interconectadas y pueden llegar a secarse definitivamente haciendo la vida en el salar inviable. Como explica Sandra Flores, de la comunidad de Coyo en Atacama, esta posibilidad se vive como un potencial genocidio cultural. En sus propias palabras:

La extracción de este metal alcalino para las baterías de los coches eléctricos requiere enormes cantidades de agua. Argentina, Bolivia y Chile son los más afectados.

No hace falta ser experto en energía para darse cuenta de que es imperativo buscar alternativas a los combustibles fósiles, entre otras cosas, porque estamos llegando al principio del fin de la producción de petróleo, pero sobre todo porque los efectos destructivos que provocan –agotamiento permanente de fuentes de agua, deforestación, inundaciones, vertidos tóxicos, incendios, huracanes, subida de los niveles del mar,  etc.–  son cada vez más palpables para la mayoría de la población mundial.

Una de las soluciones tecnológicas para paliar los deletéreos efectos de la economía del petróleo es la producción de automóviles eléctricos.  El estado de California, por ejemplo, planea reducir la emisión de gases en un 40% hasta llegar a niveles inferiores a los de 1990. Para ello, proyecta crear una serie de incentivos financieros y de regulaciones que permitan que en el 2030 haya 4.2 millones de autos eléctricos en su parque automovilístico.  En Europa algunos estados como Holanda tienen objetivos incluso más ambiciosos y aspiran a tener un parque automovilístico 100% eléctrico para el 2030.

Con semejantes incentivos estatales, los principales productores de autos mundiales –Ford, Toyota, Nissan, General Motors, BMW, etc.– hace tiempo ya que llevan experimentando con vehículos híbridos y modelos eléctricos, pero ninguna de ellas iguala en ambición ni en grandilocuencia tecno-utópica a la californiana TESLA y a su capitán de industria Elon Musk. Como Steve Jobs en su día, Musk,  portada incluso de revistas de entretenimiento como Rolling Stone,  es idealizado o vilipendiado como el auténtico gurú de una secta que podría salvarnos del apocalipsis ecológico sin renunciar a la comodidad de nuestros vehículos utilitarios. De las paredes de la gigafactory de Tesla en Nevada cuelga un cartel enorme que reza: “Para acelerar la transición mundial a la energía sustentable”.

TESLA produce automóviles eléctricos de lujo con la promesa de alcanzar niveles de producción masivos y precios al alcance de las clases medias. Pero, como el iphone en su día, los automóviles TESLA son mucho más que un automóvil: son el futuro, “un sueño hecho realidad”, como le escuché decir a una de sus usuarias californianas. Los modelos TESLA poseen, entre otras cosas, reconocimiento facial , capacidad de estacionarse automáticamente y, eventualmente, autonomía para operar sin control humano. Además de sus vehículos eléctricos, Musk ha producido en Australia la batería de litio más grande del mundo con 100 megavatios de potencia para abastecimiento eléctrico doméstico, planea fabricar camiones eléctricos para el transporte de mercancías pesadas e incluso lanzar automóviles que alcancen la luna.

Con estos mimbres resulta casi imposible restarse al optimismo tecnológico que promueve Musk, o, si no se comparte su visión futurista, al menos no reconocer la necesidad de iniciar lo antes posible una transición hacia el uso de energías alternativas al petróleo, a ser posible renovables y más limpias. Sin embargo, antes de aceptar las nuevas soluciones tecnológicas que se nos ofrecen, deberíamos, por una cuestión de ética esencial, preguntarnos de dónde vienen los materiales que hacen posible el uso de estas nuevas energías en la producción de vehículos limpios.

En este caso la pregunta puede ser bastante simple y, a la vez, bastante esquiva. La funcionalidad de los vehículos eléctricos depende de la capacidad de fabricar baterías relativamente livianas. Hoy por hoy esto se consigue fabricando baterías de litio, las mismas que también hacen posible que la batería de nuestros celulares y computadores funcione sin estar conectada a una fuente de red.  La pregunta entonces es: ¿De dónde viene el litio y qué efectos tiene su minería en las comunidades donde opera?

El litio está bastante concentrado en ciertas áreas geográficas. Hay litio en roca en Australia, en Carolina del Norte (Estados Unidos) y en algunos lugares de China, pero la forma más barata de extraer litio es mediante evaporación en salares (lagos de sal formados tras un prolongado periodo de erupción volcánica). Hay salares en Tíbet y en Nevada (Estados Unidos), pero la mayoría de las reservas mundiales de litio –entre el 80% y el 85% dependiendo de los expertos—están en una zona transandina que se extiende a través de las fronteras de Argentina, Bolivia y Chile e incluye los salares de Atacama (Chile), Hombre Muerto, Olaroz y Salinas Grandes (Argentina) y Uyuni y Coipasa (Bolivia) entre otros muchos de menor tamaño. Se trata de cuencas endorréicas (cerradas al flujo de los ríos y otros cauces de agua) que oscilan entre los 2,400 y los 4,000 metros de altitud y que presentan índices de precipitación muy bajos y de radiación muy altos. O dicho más prosaicamente: hace mucho calor en el día, mucho frío en la noche y hay muy poco agua para la vida en general.

La revista Forbes, que rebautizó la zona con el nombre de «Arabia Saudí del Litio», describe en estos términos el Salar del Atacama:

«Nada crece en el corazón del Salar de Atacama, esta antigua cuenca lacustre, 700 millas al norte de Santiago, debe ser el lugar más seco del planeta, una tierra baldía, cubierta de una costra de rocas de sal que se parece a una plasta de vaca […]. Si no fuera por la preciosa salmuera que burbujea 130 pies por debajo de la superficie, los humanos se mantendrían alejados del Salar de Atacama».

Se trata de un gesto típicamente colonial: ver el territorio vacío para evitar hacerse cargo de los potenciales impactos ambientales y humanos que pueda causar la actividad emprendida por un agente foráneo como la minería del litio. Sin embargo, si el periodista de Forbes hubiera sido un poco menos bárbaro, se hubiera informado de que en los oasis que bordean el Salar de Atacama viven comunidades indígenas, según el registro arqueológico, al menos desde el 8,000 AD. De hecho, el pueblo atacameño o Lickan Antay –gente de la tierra en kunza, su lengua– fue capaz de levantar toda una civilización en mitad del desierto más árido del mundo, domesticar la llama y otros camélidos para utilizarlos en sus largas caravanas transandinas, emplear el fruto del chañar y del algarrobo (dos de los pocos árboles que crecen en estos parajes) para aportar proteína a su dieta y fabricar “aloha”, un licor utilizado en ceremonias y ritos. En los Oasis del Salar de Atacama se cosecha hoy alfalfa, maíz, papas y habas; en sus huertos sigue habiendo árboles frutales que reciben agua a través de un escrupuloso sistema de uso comunal del agua que convive con el turismo ecológico y otros emprendimientos comunitarios. Y por si todo eso fuera poco además han sobrevivido a las distintas olas de colonialismo desde la llegada de los españoles hasta el presente.

Por eso, las malas noticias para los inversionistas de Forbes y para el optimismo tecnológico del norte es que, lejos de ser una tierra baldía, el Salar de Atacama, como el resto de territorios del llamado triángulo suramericano del litio, sigue habitado por las comunidades ancestrales Aymara, Quechua, Kolla y Lickan Antay que son, según derecho consuetudinario, los legítimos dueños del territorio, los que lo siguen haciendo florecer respetando sus ciclos de regeneración mediante todo un sistema ritual de pagos a la tierra y respeto a la naturaleza.

A diferencia de los occidentales, estos pueblos indígenas, que se consideran los herederos directos de los Incas, no ven la naturaleza como un objeto exterior a ellos del que pueden disponer a capricho o destruir, sino como un ser vivo. Verónica Chávez, de la comunidad de Santuario de Tres Pozos en Salinas Grandes (Argentina), cuenta que el Salar es un ser vivo con sus venas de agua y sus ciclos de regeneración que atraviesan la estación de las lluvias hasta secarse y hacer brotar la sal que se cosecha después, en la estación seca, como una planta más. Por eso cuando llegaron las mineras del litio a explotar el Salar, el efecto en ella fue demoledor: “Por lo que yo vi, era que gente venía sin conocimiento, no les importaba nada el destrozo de nuestra Mamita Pacha, le tiraban ácido, le rompían la venita de agua, ¡hacían todo un desastre! Y para mí es un dolor eso, porque ella es una mamita para mí, a una madre no se le hace eso”.

Conviene, no obstante, no idealizar ni romantizar a los pueblos indígenas de los salares. En la cuenca de Salinas Grandes, Argentina, han logrado parar, de momento, la explotación del litio, pero unos kilómetros más al este, en Olaroz y Laguna Guayatayoc, las comunidades Lickan Antay han firmado un acuerdo con la minera Orocobre (proveedor principal de litio para Toyota). Lo mismo sucede en el Salar de Atacama donde la norteamericana Rockwood Lithium, subsidiaria del gigante minero Abermale, tiene convenio con la mayoría de comunidades indígenas. A veces estos convenios se firman por intereses, porque las comunidades tienen necesidades de infraestructura o fuentes adicionales de ingresos y, otras veces, se hace a regañadientes, porque si van a sacar el mineral de la tierra es mejor que quede algo en las comunidades. Pero en todos los casos, los pueblos indígenas quieren lo mismo: que se aplique el convenio 169 de la OIT, que haya consulta previa, libre e informada; en el caso de la cuenca de Salinas grandes, sus 33 comunidades incluso tienen un protocolo llamado Kachi Yupi, huellas de sal en quechua, que estipula cómo llevar a cabo esta consulta.

La realidad, sin embargo, no parece dispuesta a respetar la voluntad de estos pueblos indígenas. La presión que ya existía sobre el litio se está incrementando exponencialmente porque si para una batería de teléfono móvil hacían falta 3 gramos de litio, para un auto eléctrico hacen falta casi 20 kilos, más de 50 si se trata de uno de los rutilantes modelos de TESLA.

Con el cambio de ciclo político en Argentina y Chile parece que se han abierto las puertas definitivamente para la explotación sin límites del llamado oro blanco de los salares. Mauricio Macri en Argentina está otorgando licencias de explotación sin consultas y sin muchas cortapisas, hay en la actualidad hasta 63 proyectos aprobados en las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja. Del mismo modo, en Chile, con la llegada de Sebastián Piñera al poder, la minera SQM –una de las más corruptas de la región, privatizada durante la dictadura de Pinochet y vendida a su yerno Julio Ponce Lerou, envuelto hoy en escándalos de financiación política ilegal– acaba de llegar a un acuerdo con el Estado chileno para retomar y aumentar la explotación de litio en el Salar de Atacama. Paralelamente, Elon Musk visita clandestinamente el país para explorar la posibilidad de abrir una megafábrica de baterías de litio en Chile con gran regocijo de las clases dirigentes.

Estos movimientos entre bambalinas, sin duda, hacen que las comunidades indígenas se sientan amenazadas. Saben que la minería del litio extrae grandes cantidades de salmuera y agua que luego se secan al sol en mega piscinas, son conscientes de que viven en cuencas cerradas cuyas fuentes de agua están interconectadas y pueden llegar a secarse definitivamente haciendo la vida en el salar inviable. Como explica Sandra Flores, de la comunidad de Coyo en Atacama, esta posibilidad se vive como un potencial genocidio cultural. En sus propias palabras:

“[Explotar el litio] es terminar con una parte de la humanidad y lo que es la cultura. Eso creo que sería como…trágico, o sea… como decir tú puedes matar a la otra persona y lo matas y listo. Para mí eso es trágico, para mí sería eso, traer algo grande para que mate a los pequeños, eso sería como lo trágico, lo terrible. Es… extinguir una cultura, matarla. Qué ha costado harto vivir en este desierto, es difícil, no es fácil, y… lo hemos podido conservar muchos años… Pero no tenemos las armas para poderlo seguir cuidando, no tenemos. Si el gobierno prefiere el litio, no tenemos nada más que hacer, porque no podemos luchar con algo tan grande.  […] Pero si la luchamos, si la gente se preocupa de poder conservar el agua…”.

Es evidente que necesitamos alternativas al petróleo, pero también pensar en los desafíos que presentan esas nuevas tecnologías y hacernos preguntas incómodas: ¿podemos simplemente sustituir los autos que funcionan con hidrocarburos por autos eléctricos? ¿Qué papel debe cumplir el transporte colectivo y público en la lucha contra el calentamiento global? ¿Existen alternativas al litio como por ejemplo la batería de sodio? ¿Impiden la minería transnacional y los inversores financieros la búsqueda de alternativas al litio? ¿Estamos dispuestos a facilitar con nuestros patrones de consumo la destrucción de ecosistemas de gran complejidad y diversidad como los de los salares? ¿Queremos asumir éticamente la destrucción de culturas milenarias y modos de vida y gestión de lo social alternativos al modo de vida occidental?

 

Fuente:https://kaosenlared.net/la-fiebre-del-litio-amenaza-a-las-culturas-indigenas-de-los-desiertos-de-sal-andinos-video/?fbclid=IwAR17vWoorsisFm5QrLDuBTq_k8DYYZvT3hnDT4vvCmO9OVdcErkjrOm_hJ8

Chile

Minera Plata Carina comenzó trabajos en la comuna de Camarones y el agua de los pueblos aledaños sufre alteraciones

Hace más de un mes, la minera “Plata Carina” comenzó trabajos de perforaciones y colocación de piscinas para obtener agua pura de las vertientes que nutren a varios de los pueblos de la comuna de Camarones, los cuales basan su mayor actividad en la agricultura y las aguas que ocupan son vitales.

Comuneros que viven en el pueblo de Cobija, denunciaron hace un par de semanas, que el agua comenzó a llegar de forma turbia al poblado, sucia, con la cual riegan sus chacras y la usan para uso doméstico.

La minera Plata Carina opera exactamente en el cerro Marqués, con piscinas de decantación en precarias condiciones, ya que emplean láminas de polietileno o plástico color negro, de espesor de 0,1mm aproximadamente, sostenidas por piedras; láminas similar al plástico usado en la construcción de pisos y losas de hormigón. Esta fragilidad conlleva altos riesgos de rompimiento de lámina o derrame de los residuos acuosos industriales, a la cual se agrega los efectos de las lluvias estivales que arrastran agua y material pétreo o del peso de las nevazones ocasionales, con lo cual la piscina se vendría río abajo.

Se le indicó a la minera, que por seguridad y prevención empleen láminas de 1mm de espesor, el cual permite soportar el peso de los operarios y las cargas de material pétreo que se pueden desprender fácilmente del cerro.

De acuerdo a la minera esta precariedad o simplicidad fue autorizado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), quien indico que no requería ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) de forma obligatoria (Res Ex.004), es decir, esta institución autorizó el proyecto en oficina; pero no se hizo cargo de la supervisión de la instalación de las operaciones.

Esta fragilidad es una muestra de las operaciones, que conllevan inseguridad, la cual habría permitido que escurran residuos industriales líquidos río abajo, causando conmoción y susto en los agricultores y contaminación de las aguas de riego de Cobija.

Comunidad de Cobija

El día martes 12 de noviembre de este año, dos dirigentes de la comunidad, de madrugada inspeccionaron la cabecera de la vertiente principal del poblado de Cobija, y verificaron que las aguas que corren río abajo eran de color plomo, las cuales llegaban y cubrían las paredes del estanque del sector Julumaya, con las cuales están regando los cultivos, y el ganado ovino y caprino se resistían a beber, por el impacto que le producía el color plomo.
Estas aguas contaminadas están perjudicando los cultivos, el ganado y la vida misma de las familias agro-ganaderas; y que hasta esta fecha la comunidad no ha tenido ninguna reunión ni información de las operaciones de la minera, es por ello que necesitan respuestas y soluciones de parte de la minera Plata Carina SPA, comentan que deben retirarse si no pueden resolver esta problemática.

Trascendió que el Gerente de Operaciones de la minera Plata Carina dijo que se realizarán reuniones con la comunidad de Cobija y Timar para informar sobre el proceso de exploración de la minera, a la comunidad de Ticnamar ya se le ha informado en detalle de las operaciones mineras.

Mientras que la Seremi Medio Ambiente, ha visitado el lugar para revisar el lugar donde está saliendo el agua contaminada.

La DGA también acudió a esta diligencia, después de recibir una denuncia de contaminación de las aguas de riego de Cobija, por el cual realizarán las mediciones del agua en dos puntos, donde dicen que está contaminada.

Precisar que la minera realizará 38 perforaciones, de las cuales al menos ya ha realizado 5 y ya se han producido problemáticas en los pueblos aledaños.

La Minera Plata Carina S.p.A (RUT: N° 76.132.103-K) cuenta con los permisos necesarios para trabajar, los que se les otorgaron anteriormente por las autoridades competentes, sin embargo, no ha cumplido todo lo que dice la ley.

Este año, la empresa capitalina con sede en la comuna de Las Condes, ha realizado 9 pedimentos mineros para trabajar en distintos lugares de la comuna de Camarones, todos ellos cercanos entre sí, espacios de 200 y 300 hectáreas.

“Que, en terrenos abiertos e incultos, ubicados en la comuna de Camarones, Provincia de Arica, Región de Arica yParinacota, deseo constituir una concesión de exploración de sustancias minerales de libre concesión”, rezan las solicitudes ya publicadas en el Diario Oficial.
Aquí puede ver las solicitudes en detalle

Este martes 19 de noviembre, autoridades del rubro minero y medio ambiente, junto con comuneros de varios pueblos, llegaron al lugar para una nueva inspección, para tomar muestras y otras cosas que están afectando a los pueblos aledaños. Los pobladores quedaron a la espera de los resultados de las muestras y que la minera cumpla con lo que se le exigió.

Pese a lo anterior, se presentará un recurso de protección, para que la minera cese sus actividades en los alrededores del cerro Marqués y la calma y normalidad vuelva a los poblados, los cuales viven de la agricultura y ven una amenaza latente.

Es por todos sabido, el impacto ambiental negativo que produce la minería, sobre todo en lugares en donde se trabaja la tierra y se producen gran cantidad de frutas y verduras, sin químicos, totalmente orgánicas y con agua pura de vertientes.

No a la minería

Desde el año 2017 se viene advirtiendo lo que hoy pasa, ya que desde ese año, los comuneros comenzaron a darse cuenta de lo que venía e intentaron detenerlo, sin tener éxito.

El actual directorio interino de Comunidad Indígena Aymara de Ticnamar, acusa a sus antecesores del año 2017 de haber autorizado a que la minera trabaje en el pueblo, mediante un contrato respaldado con una supuesta acta de aprobación de los ticnameños.

Desde la época hasta la actualidad, han buscado ayuda legal y de todo tipo para que la minera no inicie sus trabajos en las cercanías del cerro sagrado Marqués, sin embargo, Plata Carina fue consiguiendo todos los permisos para trabajar en el lugar y ahora en el 2019 ya se ven los primeros daños colaterales.

Las autoridades que brindaron los permisos, tienen que hacerse cargo de la situación, además del municipio de Camarones, recién ahora reaccionó para ayudar a los afectados.

Compartimos a continuación, fotografías de los lugareños que han visitado el sector.

 

Fuente:https://www.fronteranorte.cl/2019/11/21/minera-plata-carina-comenzo-trabajos-en-la-comuna-de-camarones-y-el-agua-de-los-pueblos-aledanos-sufre-alteraciones/?fbclid=IwAR0IH_K6jNV4CuDEtAMVUSGOuPA-qWqU9pDsOH_z3dvSnI_JuJfNYDOivl4

Chile, Litio

Explotación de litio en Chile: Estado renueva contrato a empresa infractora ambiental

  • Sociedad Química y Minera de Chile enfrenta cargos por seis infracciones ambientales en el Salar de Atacama.
  • “Especialmente en la zona este del salar, hay áreas que simplemente se secaron”.

En el Salar de Atacama, el segundo salar más grande del mundo después del de Uyuni, en Bolivia, se encuentran más de la mitad de las reservas mundiales de litio. Un mineral no metálico que, en la actualidad, es el mejor componente para acumular energía con un enorme potencial para la industria automotriz, tecnológica y de almacenamiento de sistemas eléctricos.

Dichas reservas pertenecen al Estado de Chile y son explotadas principalmente por Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) un empresa privada que, desde 1993, mantiene un contrato de arrendamiento con la Corporación de Fomento a la Producción (CORFO): agencia pública a cargo de la administración de las reservas de litio.

En enero de este año, SQM renovó su contrato hasta el año 2032 pudiendo quintuplicar su producción de litio. Ello, a pesar de que actualmente la compañía mantiene vigente un proceso sancionatorio por seis infracciones medioambientales.

Aunque dicho aumento en la producción no implicaría una mayor extracción del recurso, sino mejoras en el procesamiento, la continuidad de SQM en el Salar de Atacama preocupa a la comunidad científica y civil que, desde hace años, viene observando un avance en el deterioro de los ecosistemas de la cuenca del salar.

La desconfianza también ha encontrado eco en otros aspectos. Y es que la compañía y su controlador Julio Ponce Lerou, ex yerno de Augusto Pinochet, han protagonizado el escándalo de corrupción más controvertido de los últimos años en Chile tras comprobárseles que financiaron, de manera ilegal, todo el espectro político chileno.

Este reportaje es el análisis de las infracciones ambientales de SQM y de una naturaleza resentida que, a pesar de todo, no ha podido demostrar quién es su verdugo.

Funcionamiento ecológico del salar

 

Casi 3000 kilómetros cuadrados, conforman el Salar de Atacama ubicado en el corazón del desierto más seco del mundo, en el norte de Chile.

Desde las cumbres de la cordillera, bajan las aguas por riachuelos subterráneos y por los ríos Vilama y San Pedro. Como una calle sin salida, confluyen hasta las puertas del gran salar donde son detenidas por las densas aguas saladas. Ingrid Garcés, investigadora de la Universidad de Antofagasta y doctora en ciencias geológicas, explica que dos aguas de distintas densidades no se mezclan tan fácilmente, se desconocen a primera vista, como el agua y el aceite. Ahí quedan entonces, tímidas, las aguas dulces retenidas en lagunas, algunas más grandes, otras más chicas, coronando los bordes del salar.

Son los sistemas lacustres Soncor, Aguas de Quelana y Peine, hábitat de variadas aves acuáticas como el flamenco Andino, el Chileno y el James. El primero vulnerable y los otros dos “cercanos a la amenaza” según la categorización de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Estas lagunas protegidas, declaradas sitio Ramsar, son el centro reproductivo más importante en el mundo entero de esta aves, famosas por sostener, sobre una sola pata, su cuerpo entero emplumado de rosado. Las lagunas son también el refugio de los tapetes microbianos, ecosistemas conformados por microalgas y bacterias que vieron nacer el origen de la vida en la tierra.

El sistema de vegetación Borde Este, por su parte, es “la zona más sensible del salar porque es por ese lado por donde vienen las aguas subterráneas o superficiales que confluyen hacia la cuenca del salar” explica Garcés.

Así, 18 comunidades indígenas habitan el salar de Atacama desde hace 6 mil años, beneficiándose de sus orillas de bofedales y de los acuíferos para el pastoreo de camélidos y el desarrollo de la agricultura. Trigo, zapallo, tomates y maíz crecen gracias a la concienzuda administración del agua que hacen comunidades como la de Camar.

Durante años SQM aseguró que, según sus estudios, las lagunas y el salar eran dos sistemas acuíferos impermeables, desconectados uno del otro. Sin un estudio que se contrapusiera, esa fue la verdad conocida hasta hoy que la empresa ha reconocido que sí hay interacción. En efecto, a través de túneles y cavernas subterráneas, las aguas dulces interactúan con las salobres del salar conformando un mismo sistema hidrológico por lo que “las extracciones de salmuera- o agua con sal- desde el salar, pueden afectar las lagunas” asegura Garcés.

La producción de litio

 

SQM extrae, desde el núcleo del salar y a unos 30 metros de profundidad, 1700 lts/s de salmuera rica en un 1,7% en litio. La salmuera, es depositada en pozas de evaporación entre 11 y 14 meses, tiempo después del cual se obtienen sales con un 6% en litio. Y es que “durante el proceso de extracción, por cada tonelada de mineral, se eliminan -vía evaporación- cerca de dos millones de litros de agua” explica Garcés. El material es embarcado entonces en camiones, hasta las plantas de procesamiento en la ciudad de Antofagasta, para terminar su purificación y obtener diferentes productos como cloruro de potasio, sulfato de potasio y ácido bórico.

Durante el proceso, se obtienen también sales de descarte, que no serán utilizadas, y que son acopiadas hidráulicamente en rumas de sal. Parte de esta salmuera es reinyectada de manera directa al salar y otra parte drena, de manera natural, hacia la napa recirculando al sistema. Sin embargo, el porcentaje de agua que se recupera es menor al 10% puesto que la gran mayoría se evapora explica Garcés.

Además, la producción de cloruro de potasio requiere de agua dulce por lo que SQM tiene derechos de aprovechamiento de este recurso, sobre cinco pozos en los bordes del salar.

En 2006, la autoridad ambiental otorgó un permiso para el desarrollo de un proyecto que buscaba aumentar la extracción de salmuera, incrementar la extracción de agua dulce en el borde y aumentar el área de evaporación solar y de acopio de sales de descarte en el núcleo del salar.

Todo ello se haría con impacto nulo y el permiso, concretado en una Resolución de Calificación Ambiental (RCA), fue otorgado bajo esa condición. “El incremento en la tasa de bombeo de salmuera fresca seguirá una regla operacional, con la cual se asegura que el nivel del acuífero en los bordes del salar, donde se emplazan los sistemas ambientales sensibles, oscilarán dentro de su comportamiento histórico” señala la RCA.

Con la finalidad de evitar cualquier impacto ambiental, se contempló un plan de seguimiento para identificar la magnitud de las recargas, de las descargas y de una posible modificación del comportamiento natural de los sistemas.

Además, un Plan de Contingencia se activaría cuando el nivel de las lagunas alcanzara cierto umbral. Para ello, en la RCA se establecieron pozos de monitoreo y reglillas de observación para los sistemas Aguas de Quelana, Soncor, Peine y el sistema vegetación Borde Este. Cuando el umbral de dichos pozos llegara al mínimo histórico registrado, se activaría una alerta temprana para aumentar la frecuencia de monitoreo a fin de anticipar un potencial efecto y, en una segunda etapa, se reduciría el caudal de bombeo de salmuera y/o de agua dulce, según correspondiera. Por último, en caso de producirse cualquier impacto, se tendría que “suspender la ejecución operacional del proyecto de manera inmediata” señala la RCA.

 

Pero en noviembre del 2016, la Superintendencia de Medio Ambiente-organismo del Estado encargado de fiscalizar los permisos ambientales- inició un proceso sancionatorio en contra de SQM por haber, entre otras cosas, modificado unilateralmente los niveles de activación del Plan de Contingencia. Eso implicó que “dicho plan no se activara cuando debía hacerlo” explica Alonso Barros, abogado de la Fundación Desierto de Atacama y representante legal de la comunidad indígena de Camar.

La manipulación de los datos

 

Según señala la formulación de cargos redactada por la Superintendencia, en 2014 se constató que la empresa modificó los umbrales de los pozos de bombeo, así como los niveles de cotas de terreno y umbrales de activación del plan de contingencia, en al menos tres oportunidades. Además, el documento detalla que la empresa retiró dos pozos de monitoreo. Es decir, desactivó los indicadores de alerta.

La Superintendencia de Medio Ambiente formuló cargos en contra SQM siendo lo anterior considerado como “gravísimo”.

Una querella criminal, actualmente en trámite, interpuesta por la comunidad indígena atacameña de Camar en contra de SQM, señala que “esta actuación ilícita fue realizada de manera manifiestamente dolosa, ya que tales alteraciones realizadas por los titulares de SQM fueron hechas de forma completamente unilateral y subrepticia, sin que estuviesen autorizados para ello por la autoridad medio ambiental”.

Otras cinco infracciones ambientales fueron cometidas por la empresa. Entre ellas, se cuenta la extracción de salmuera por sobre lo autorizado, entre agosto del 2013 y agosto del 2015. También la “afectación progresiva del estado de vitalidad de los algarrobos- uno de los pocos árboles que sobreviven a las extremas condiciones del desierto- sin suspender la operación del proyecto, ni alertar a las autoridades desde el año 2013 a la fecha”.

En efecto, en marzo del año 2015, la Superintendencia de Medio Ambiente junto a la Corporación Nacional Forestal y el Servicio Agrícola Ganadero, realizaron una inspección en la que se constató “que la cantidad de sectores o parcelas sin vegetación en el sistema de vegetación Borde Este ha ido en aumento. Por otro lado, la riqueza de las especies ha disminuido en relación al año anterior, no obstante, la empresa no ha informado de esta situación a la autoridad ambiental”. De hecho, la formulación de cargos detalla que son 13 los algarrobos que se han secado durante la operación del proyecto, nada de lo cual fue informado por la empresa a la autoridad ambiental, como estaban obligados legalmente a hacerlo.

También se constató la afectación significativa de las variables de pH y salinidad del suelo advirtiéndose que “se ha pasado de un suelo moderadamente salino a uno fuertemente salino y un aumento en la alcalinidad del pH”.

Además, el documento señala que la empresa ha entregado información incompleta respecto de la extracción de agua dulce, niveles de pozos y formaciones vegetales, “lo que no permite contar con información de control trazable que permita una verificación de las variables”.

En junio del 2013, cuatro meses antes de que se realizaran las primeras inspecciones que dejarían en evidencia todas estas infracciones, SQM obtuvo un permiso ambiental para aumentar en 700.000 toneladas su producción de cloruro de potasio en el Salar de Atacama.

Mongabay Latam revisó los documento y confirmó que para entonces la empresa ya había advertido un “aumento de algarrobos con baja cobertura de copa verde y estado de vitalidad seco”. Así lo señala un informe de monitoreo realizado por SQM durante abril del 2012.

En junio del 2013, la comisión de Evaluación Ambiental Regional aprobó a pesar de esto el proyecto de la compañía para aumentar su producción. Quien presidió dicha comisión y firmó el permiso, fue el entonces Intendente de la región de Antofagasta Pablo Tolosa, abogado de SQM entre 1998 y 2010.

Falta de pruebas

En respuesta al proceso sancionatorio iniciado en contra de SQM, la empresa presentó un Programa de Cumplimiento -que aún no ha sido aprobado – para reivindicar cada una de las infracciones y comprometerse a cumplir con el permiso que le fue otorgado en 2006.

Así, entre otras cosas, dicho programa se compromete a la “implementación de sistemas de monitoreo en línea, que permiten robustecer la verificación del cumplimiento de extracciones de salmuera y agua industrial”. Y adopta otras medidas como la detención inmediata de la extracción de agua desde uno de sus pozos.

Pero, al mismo tiempo, la empresa señala que el efecto negativo generado por la extracción de salmuera por sobre lo autorizado “resulta marginal”. Que “tiene un nivel de influencia mínimo (…) representa un aporte menor al 2% de los descensos observados, es decir, cerca de l mm, valor que sería incluso menor ya que dicha extracción adicional no se ha efectuado en forma permanente”. Así mismo, respecto al aumento de salinidad del suelo afirma que “queda absolutamente descartada la posibilidad de efectos negativos derivados de la infracción”.

La bióloga ambiental Carolina Díaz, gerente general de la consultora Amakaik, que se encuentra desarrollando un modelo ecológico para el Salar de Atacama, señala que “un programa de cumplimiento, que niega la responsabilidad de generar impacto producto de las infracciones, no puede ser un buen programa. Esto, dado que desconoce si las medidas propuestas serán realmente efectivas mitigando dichos impactos, ya que estos no están bien identificados y mucho menos están cuantificados.”

Aún así, la bióloga puntualiza que si bien “es muy probable que la empresa esté provocando daño, los estudios los tienen ellos y una cosa es la opinión y otra es la prueba”.

 

Díaz se refiere a que las investigaciones, que hasta el momento existen sobre estos ecosistemas y los impactos de la industria, han sido realizados por SQM y les pertenecen. En efecto, “el peso de la prueba de no impacto está siempre en el mandante, no está en el Estado” explica Díaz. Y es que el sistema de evaluación ambiental considera que es el titular del proyecto el que periódicamente obtiene los datos ambientales, los analiza y entrega la información a la autoridad. Esta fiscaliza, “pero no hay una constatación empírica permanente de los datos obtenidos de la operación de esos planes y, en la mayoría de los casos, tampoco se cuenta con los datos brutos obtenidos para realizar un análisis independiente de ellos” señala la bióloga.

 

Al respecto, Barros señala que “en la medida que la información ambiental y social siga siendo tratada como privada, como propiedad de las empresas, no vamos a poder lograr encadenamientos productivos, sustentables y equitativos”.

De lo que sí se tiene certeza es de que el salar “evidentemente está siendo mal intervenido, especialmente en la zona este, donde hay áreas que simplemente se secaron” dice Garcés. De hecho, un estudio de la Dirección General de Aguas asegura que el principal acuífero de la sub-cuenca del Salar de Atacama ubicado en el sector Tilopozo-Pajonales se encuentra sobre explotado seis veces.

Manuel Salvatierra, presidente del consejo de Pueblos Atacameños, dijo a Mongabay Latam que “Los daños y afectación en la cuenca afecta directamente vegas, bofedales y fauna y con ello las actividades como el pastoreo de animales.”

Al mismo tiempo, se reconoce que los impactos en el salar son producto de una sinergia entre las diferentes empresas mineras que operan en la cuenca del Salar de Atacama. Se trata de las mineras de cobre Zaldívar y Escondida que juntas extraen 1613.5 litros de agua por segundo. La empresa Almebarle, también de litio, extrae 23 lts/seg de agua y 442 lts/seg de salmuera. Por último, SQM bombea 450 lts/seg de agua y 1700 lts/seg de salmuera. En total, son 2.086 lts/seg solo de agua dulce.

La situación del Salar de Atacama no es un hecho aislado. El salar de Coposa, en la región de Tarapacá, tampoco se libra de los problemas. De hecho, la autoridad ambiental también presentó cargos en contra de la minera de cobre Doña Inés de Collahuasi, que opera en la cuenca de este salar, por incumplimiento al monitoreo de avisafauna, el traslado de puntos de captación de aguas subterráneas y la ausencia de información en el seguimiento de la calidad de aguas y bofedales.

Además, “el salar de Michincha fue declarado por la Comisión Chilena del Cobre en situación crítica, al igual que el salar de Llamara” señala Barros. En este último, la autoridad ambiental también presentó cargos en contra de SQM por inclumplir las condiciones impuestas en su permiso. Los cargos, al igual que en caso del Salar de Atacama, dicen relación con la modificación de las medidas de mitigación establecidas en el permiso ambiental, afectando las lagunas mejor conocidas como Puquios, los que en idioma Quechua, la lengua de los pueblos de los Andes, quiere decir “vertientes de aguas cristalinas”.

Foto portada: Consejo de Pueblos Atacameños.

 

Fuente:https://es.mongabay.com/2018/10/explotacion-de-litio-en-chile-estado-renueva-contrato-a-empresa-infractora-ambiental/?fbclid=IwAR3Kpq9hFj1FqojSyL7FeraGjglO2nFQDI_ewuFIwx-K4JQe3VcJ23nn-OE

Chile

Mirasol anuncia resultados iniciales de proyecto de exploración Los Amarillos, Chile

Mirasol Resources Ltd. ha ejecutado un acuerdo de Opción de Compra con la Empresa Nacional de Minería de Chile para consolidar y controlar las reclamaciones que albergan posibles extensiones a la mineralización mapeada en la superficie de su proyecto Los Amarillos. El proyecto se ubica al noroeste de la mina El Salvador y de la fundición Potrerillos en el posible cinturón mineral del Paleoceno en el norte de Chile.

El Presidente y CEO de Mirasol, Norm Pitcher, declaró: «Nos complace anunciar este Acuerdo e introducir un nuevo proyecto en nuestra cartera. Este Acuerdo está en línea con nuestra estrategia de consolidación en torno a nuestros paquetes de propiedades para desarrollar objetivos a gran escala.

El proyecto de Los Amarillos hasta la fecha ha arrojado ensayos de oro y plata de alto grado en muestras de fragmentos de roca y garantiza un programa detallado de exploración de la superficie para definir objetivos de perforación. Dada la ubicación del proyecto cerca de la infraestructura existente, su acceso durante todo el año y los resultados iniciales, representa un proyecto convincente para que Mirasol avance inicialmente de manera autofinanciada”.

Mirasol tiene el derecho de adquirir el 100% de las 288 ha de reclamaciones al completar US$ 300,000 en gastos de exploración durante 3 años (incluidos los US $ 50,000 comprometidos durante los primeros 12 meses) y al realizar pagos en efectivo totales en los EE. UU. US$100,000 durante el mismo período. El primer pago de US $ 10,000 se realizó al momento de la firma. Una vez que se complete el período de opción, ENAMI tendrá una regalía NSR del 1,5% sobre las Reclamaciones de ENAMI, que estará sujeta a un derecho de primer rechazo de Mirasol.

El proyecto consolidado Los Amarillos ocupa 1.660 ha y está a 15 km al norte del proyecto Mirií en Rubi y a 10 km al noroeste de la mina El Salvador de Coldelco. La propiedad se encuentra en elevaciones que van desde 1700m a 2100m ASL. El acceso a la carretera durante todo el año es excelente, y tanto las líneas de energía como las de agua atraviesan el extremo norte del bloque de reclamos.

El proyecto forma parte de la Caldera Paleoceno-Eoceno Inferior y se ubica dentro de la estructura trans-orógena Ojos Del Salado que también alberga El Salvador (Cu-Mo-Au), Potrerillos (Cu-Au) y La Coipa (Ag- Depósitos de oro. La mineralización en Los Amarillos se aloja dentro de una secuencia gruesa de piroclastos rodacíticos a traquíticos y fluye dentro de la caldera, con vetas de sulfuración intermedias de cuarzo-adularia-carbonato alojadas a lo largo de estructuras norte-sur, coincidentes con enjambres de diol de riolita a dacítica.

 

Fuente:https://tiempominero.com/contenido.php?id=1602

Chile, Litio

Comunidades indígenas bloquearon acceso a depósitos de litio en el Salar de Atacama

Manifestantes de comunidades indígenas alrededor del Salar de Atacama en Chile, una de las mayores reservas mundiales de litio, han cortado el acceso a depósitos del metal ligero en medio de intensas protestas en todo el país, dijo el viernes a Reuters un líder indígena de la región.

Recordemos que Chile posee las mayores reservas mundiales de litio, un elemento clave para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos. En específico, el Salar de Atacama alberga a los principales productores del mundo, SQM y Albemarle.

Sergio Cubillos, jefe del Consejo de Pueblos Atacameños que representa a 18 comunidades indígenas, dijo que el bloqueo había detenido desde el miércoles las operaciones de SQM: “No están trabajando”, dijo Cubillos vía telefónica desde la intersección de una carretera local con el acceso a SQM en medio del desierto más árido del mundo.

SQM no comentó sobre la situación. Una portavoz dijo a Reuters que recopilaba “información oficial” pero que no había podido obtenerla. En esa línea, Cubillos dijo que las operaciones de Albemarle también fueron afectadas. “El día miércoles se cerraron los caminos para los camiones de producción de Albemarle. Hoy día también están cerradas”, acotó.

Un portavoz de Albemarle dijo a Reuters que sus operaciones en Atacama no se habían visto afectadas, aunque los trabajadores por turnos se vieron obligados a ajustar sus horarios como resultado de los problemas de transporte en todo el país.

Finalmente, Cubillos dijo que las comunidades indígenas se unieron a las protestas por la desigualdad social, a lo que sumaron sus preocupaciones sobre los impactos ambientales de la extracción de litio en su territorio. El grupo se movió para bloquear cualquier nueva mina de litio en el salar.

“Esperamos seguir haciendo actividades hasta que por lo menos el Estado nos escuche y atienda también nuestras legítimas demandas”, afirmó.

 

Fuente:https://www.elciudadano.com/chile/comunidades-indigenas-bloquearon-acceso-a-depositos-de-litio-en-el-salar-de-atacama/10/27/

Chile

Alerta ante llegada de transnacional minera al Biobío

El proyecto que ya posee una planta piloto en los cerros de Penco era impulsado por la empresa Minería Activa ligada al grupo Larraín Vial, sin embargo hace poco el 94% del depósito administrado por la empresa Biolantánidos, pasó a propiedad de la firma Hochschild Mining PLC, la cual se presenta como una empresa peruana, pero según las organizaciones socioambientales en realidad actuaria como una transnacional, ya que se encuentra cotizando en la bolsa de valores de Londres.

Según Lucio Cuenca del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), la minera que llegó a la región del Biobío en el centro sur de Chile «aparece como una empresa peruana pero para efectos formales es lo mismo que hace el Grupo Luksic que tienen casa matriz en Londres, entonces ellos invierten en Chile como si fueran una transnacional y se benefician de los tratados de libre comercio y de las medidas de protección que Chile le otorga a los inversionistas extranjeros, para temas tributarios y todo eso. Entonces puede aparecer como una empresa peruana, pero en realidad para lo formal este proyecto opera desde la casa matriz de Londres, capaz que allá en Londres tienen arrendado una simple oficina en donde tienen una secretaria y un teléfono, y están obligados a hacer una asamblea de accionistas una vez al año».

Por su parte, Sebastian Ordoñez de la organización inglesa War on Want, en conversación con Resumen explicó que la empresa se encuentra en «aquella milla cuadrada donde se encuentran la mayoría de las empresas extractivistas del mundo, la bolsa de valores de Londres». Ordoñez es parte de una  red que se dedica a fiscalizar a estas empresas desde una perspectiva de solidaridad internacional. También buscan prevenir a la población acerca de las consecuencias nocivas de estos proyectos, además de acudir a mecanismos de justicia cuando han habido impactos y abusos.

 

Según el entrevistado «el extractivismo minero y la crisis climática son dos caras de la misma moneda, y una reproduce a la otra. La ola de nueva energía que se genera en el norte global, así como el movimiento Rebelión contra la Extinción (Extinction Rebellion), o los estudiantes en defensa del clima encabezados por Greta Thunberg, nos ha permitido hacer una critica mucho mas profunda que vincula y pone en conocimiento los nexos entre el extractivismo minero y la crisis climática, precisamente porque la visión de justicia climática que se esta proponiendo en el norte es una visión fundada y que aterriza en las energías renovables y por ende el extractivismo minero que va a suplir los minerales y metales necesarios para esas tecnologías». En este sentido la transición hacia una «energía limpia» que están proponiendo en Europa, por ejemplo, implica la destrucción de amplias zonas en Latinoamerica y Chile a través de la explotación intensiva de los minerales para estas nuevas tecnologías «verdes», como es el caso de las Tierras Raras encontradas en el Gran Concepción y toda la región del Biobío.

Ordoñez además explicó que la minera Hochschild «lleva transando en Londres desde el 2006, es muy interesante que decida ahora un poco por fuera de su mercado, ya que es una compañía dedicada a la extracción de minerales mas convencionales, tome esta medida de invertir 56 millones de dólares en este proyecto de tierras raras». Por su parte, Benjamin, también de War on Want explicó que «esa visión de la transición reproduce o puede agudizar el modelo extractivista minero, por un lado por esta necesidad o supuesta necesidad material, pero mas que nada porque es una visión que realmente no cuestiona nada, porque no cuestiona los fundamentos de la economía, del modelo social, del modelo de transporte, del modelo energético. Y tampoco se tocan temas fundamentales como la inequidad, la desigualdad. Y va en paralelo un aumento del extractivismo». Además agregó que la iniciativa minera «puede llevar a un aumento de combustibles fósiles. Como el ejemplo de la bahía de Concepcion en donde se esta presionando con este proyecto minero y con dos terminales de gas GNL».

Ordoñez explicó que «el hecho de que en Chile existan las mayores reservas de cobre, que exista una gran proporción del litio del mundo, que exista ese imaginario o ese vinculo tan estrecho entre la minería y el país, significa que se presenta como el lugar donde se va a dar la transición, y a la misma vez se desvincula mucho la destrucción que genera la minería en los acuíferos, en las fuentes de agua, en los territorios en los ecosistemas, pasa sin conectarse con los impactos de la crisis climática en sí. Se genera esa separación y nos parece muy interesante, por ejemplo que se hable en Chile de sequía, pero no se hable de agroindustria y la megaminería. En el caso de la megamineria, un 26% del total de las emisiones de gases de efectos invernaderos ya lo genera la minería».

Desde hace años se viene intentando por parte del mundo empresarial ligado a la minería explotar minerales de Tierras Raras en el Gran Concepción y el Biobío. Estos minerales son imprescindibles para el desarrollo de la tecnología del siglo XXI. Cabe recordar que Chile no tiene experiencia en este tipo de minería y no cuenta con estudios que puedan demostrar fiablemente que no producirá daños irreversibles al ambiente y las comunidades.

 

Fuente:https://resumen.cl/articulos/alerta-ante-llegada-de-transnacional-minera-biobio