Bolivia

MUJERES REGANTES DE TACAGUA UN PUNTAL EN LOS 25 AÑOS DE RESISTENCIA AL EXTRACTIVISMO MINERO EN CHALLAPATA

Integrantes de Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra, nos cuentan que Challapata se caracteriza por tener la Represa de Tacagua que aprovisiona de agua para riego a los 1200 usuarios y sus familias organizados por zonas. Challapata, gracias a la represa de Tacagua tiene vocación productiva agrícola, ganadera y lechera, reconocida por leyes nacionales y municipales, con un fundamental aporte a la seguridad y soberanía alimentaria del país.

Sin embargo empresas transnacionales mineras como la Canadiense Castillan Resourse continúan con intentos de explotar oro a cielo abierto del cerro Achachucani, que paradójicamente se encuentra frente a la represa de Tacagua, lo cual atentaría directamente sobre el agua, la producción, los derechos y la vida.

Pero la unidad de los 1200 usuarios de la represa de Tacagua y el rol de las mujeres, ha consolidado estos 25 años de resistencia al extractivismo minero, con movilizaciones expulsaron a tres empresas mineras a lo largo de estos años, mejoraron su sistema de riego, estan promoviendo el turismo y luchando por la aprobación de una ley de aguas que sea para la vida y no para la mina.

Cual es el aporte de las Mujeres Regantes en la Resistencia?

Las mujeres regantes de Challapata mantienen viva la resistencia minera en la organización. Ser parte de una Red de Mujeres hace que ellas puedan respaldarse en las experiencias de otras mujeres y sus comunidades que tienen minería, y que sufren por los impactos ambientales en el territorio y en sus cuerpos.

Se capacitan e intercambian experiencias en la escuela de Defendoras Warmi Yaku en alianza con el Colectivo CASA, organizan talleres con videos, imágenes y testimonios de otras hermanas que viven con minería y los impactos mostrando la contaminación del agua, del suelo, el nacimiento de animales con deformaciones, la preocupación y la violencia medioambiental que genera daños en la integridad de las mujeres, en la calidad de vida y en los derechos. También promueven la valoración del trabajo en el campo de las mujeres, el uso eficiente del agua, la capacitación con intercambios desde experiencias de otras comunidades sobre alternativas productivas, ferias, reuniones con autoridades con propuestas de principios para proteger el agua.

Muchas veces el rol de las mujeres es invisibilizado pero son ellas quienes garantizan la logística en las movilizaciones, desde muy temprano preparan los alimentos, pastorean a sus animales fabrican queso y derivados lacteos. Experimentan sobrecargas de trabajo para poder asistir a las reuniones, talleres, y no dejan de cuidar a sus hijos y familia.

Son quienes con visión futurista defienden el agua, la salud, la producción y su legado territorial, son quienes recuerdan la han expulsado tres veces a las mineras transnacionales que pretendían engañar ofreciendo trabajos temporales en Challapata.

También reconocen que muchas veces son los varones quienes lideran la organización pero desde hace algunos años las mujeres están tomando espacios como juezas de agua, presidentas zonales y permanentemente fortaleciendo su liderazgo con capacitación, porque reconocen que deben estar fuertes y activas en la lucha para defender su territorio, sus familias al agua y defender a la Madre Tierra.

Por todo ello queremos resaltar el valor de las mujeres regantes y defensoras de la Madre Tierra, que son un puntal en estos 25 años de resistencia al extractivismo minero y por muchos más años.

Colectivo CASA, noviembre de 2018

Fuente:http://oiedc.blogspot.com/2018/11/mujeres-regantes-de-tacagua-un-puntal.html

Bolivia

ACUERPANDONOS EN NUESTRAS RESISTENCIAS AL EXTRACTIVISMO NACIONAL E INTERNACIONALMENTE EN LA V CUMBRE DE MUJERES DEFENSORAS DE LA MADRE TIERRA

La RENAMAT conformada como una articulación de mujeres de diferentes comunidades que reciben distintos y múltiples impactos de la minería tanto sobre sus territorios como sus cuerpos, cumple este mes cinco años de vida. Desde el año 2013, esta articulación de mujeres viene gestando discusiones y debates importantes sobre los impactos diferenciados de la minería, este espacio se ha convertido en una plataforma de fortalecimiento de liderazgos femeninos que paralelamente están fortaleciendo cada una de las luchas y resistencias en las comunidades que enfrentan los efectos devastadores de la minería. Con la alianza entre esta Red y el Colectivo de Coordinación de Acciones Socio Ambientales (Colectivo CASA), se ha estado generando denuncias, procesos de formación y acciones de incidencia en clave de violencia medioambiental contra las mujeres como uno más de los efectos de la minería sobre los territorios colectivos e indígenas.

 

omo cada año, esta vez en los días 12 y 13 de octubre las mujeres que son parte de esta articulación se reunieron en la ciudad de Cochabamba en su Cumbre Anual, este evento especialmente importante inició con un acto ritual de agradecimiento y solicitud de permiso a la Pachamama siguiendo los usos y costumbres de las comunidades quechuas y aymaras. Las representantes de cada una de las comunidades que conforman esta Red hicieron una ofrenda simbólica en este encuentro resaltando la diversidad de los pueblos y de los territorios, con semillas y productos de las zonas en resistencia, con imágenes, fotos y materiales que simbolizan la acumulación de trabajo, de emociones, de sentires y de luchas durante estos años se dio inicio a estos dos días de debate y construcción colectiva.

 

Estuvieron presentes en este Encuentro representantes de: Challapata (Municipio en Resistencia a la minería), Tolapampa (Comunidad afectada por los relaves de la Empresa Estatal Huanuni), El Choro y Rancho Grande (afectada por la desaparición de fuentes de agua y contaminación minera múltiple), Realenga y Sora (afectadas igualmente por Huanuni), Coro Coro (con la lucha entablada por los abusos de Kores), Quesu Quesuni – Poopó (comunidad afectada por la empresa transnacional Glencore de Suiza), Totora, Yawisla – Vitichi, Marca Sacaca del Norte de Potosí, , y otras comunidades más que mantienen la resistencia. La primera parte del evento estuvo destinada a rememorar el proceso de fortalecimiento de cada una de estas luchas, en este punto se resaltó el rol protagónico de las mujeres en una mayor participación política tanto en los espacios de decisión, como en las acciones concretas y populares de defensa del territorio. La evaluación positiva de esta participación se plasmó en la reconstrucción gráfica de los territorios, sus luchas, de los espacios que ocupan las mujeres, sus emociones y sus esperanzas.

 

Este encuentro particularmente significativo y emotivo contó además con la presencia de Nélida Ayay, compañera de Cajamarca Perú que es parte del proceso de resistencia contra los efectos contaminantes de la minera Yanacocha. En diálogo con las compañeras participantes de la Red, se pudieron ver los horizontes compartidos que se están viviendo en diferentes territorios, que el efecto de la minería está menoscabando las posibilidades de reproducir la vida para las mujeres, que está destruyendo fuentes de agua, enfermando los cuerpos, destruyendo a las organizaciones y generando espacios de violencia contra las defensoras. Que así mismo se comparten fuerzas y energías de lucha, que tanto en Perú como en Bolivia las mujeres están construyendo cimiento a cimiento alternativas al modelo hegemónico de desarrollo.

 

Otra compañera igualmente valiosa y entrañable para el proceso de resistencia de las Mujeres en América Latina que estuvo presente en esta Cumbre fue Glora Chicaiza de Acción Ecológica (Ecuador) como representante de la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales presentó las formas en las que el extractivismo minero despoja a las mujeres de sus principales derechos, de cómo en algunos casos se ha llegado a la militarización de los territorios para someterlos a la depredación extractiva y acallar las voces disidentes, pero a la vez de cómo las mujeres han decidido no callarse y mantenerse en pie de lucha, convirtiendo los espacios locales en tejidos transnacionales que están caminando por la región con rostro de mujer.

 

El sentir la unidad de las mujeres y espejarse en otros procesos igualmente potentes, marcó un profundo sentido de fortaleza en este encuentro en el que se han podido hilar luchas locales con las regionales. Para finalizar el primer día de Encuentro, contamos con la visita de representantes de la Fundación Rosa Luxemburg, organización amiga que mediante su representante Karim Gabbert planteó la importancia de internacionalizar las luchas ambientales, contando casos de cómo incluso en Europa se están realizando acciones de defensa de la naturaleza. Ligado a esta intervención terminó la noche con la potente presentación de la radio novela sobre la vida de Domitila Barrios de Chungara, escuchando breves extractos de la misma, generándose un debate entre los artistas compositores de la música, las representantes de la Fundación Rosa Luxemburg (Karim Gabbert y Dunia Mokrani), invitadas internacionales, Colectivo CASA y representantes de la RENAMAT. La importancia de la memoria viva de las mujeres luchadoras ligada a los procesos actuales de resistencia reafirma la importancia de fortalecer a las mujeres y sus acciones.

 

La primera jornada culminó con bailes, alegría y el agradecimiento a la Madre Tierra con la ofrenda de la mesa blanca y pijchando coquita.

El segundo día inició con una recapitulación dinámica del día anterior, posteriormente un repaso de los Derechos de las mujeres y los Derechos ambientales amenazados por leyes extractivas como la ley minera.

Un segundo momento estuvo destinado a compartir experiencias de las luchas que realizan las mujeres por la defensa de los territorios, los riesgos pero también las estrategias creativas y la importancia de estar organizadas, es asi que en un dialogo fraterno Nelida de Cajamarca Perú, Gloria de Ecuador con las vivencias de la Red Latinoamericana de Mujeres, enrriquecieron los conocimientos de las Defensoras Bolivianas articuladas en la RENAMAT, cerrando el espacio con un acuerpamiento cariñoso, y reivindicativo de las luchas sociales y ambientales encaminadas por las mujeres.

 

Finalmente la cumbre terminó con un plan de acción fijando posibilidades de acciones conjuntas, reafirmando alianzas e intercambios mediante diferentes formas de respaldo en unidad, solidaridad y potencia femenina en contra del extractivismo minero y en respeto de los Derechos de las Mujeres.

Fuente:Oiedc.org

Bolivia

Denuncian contaminación en distritos rurales

Tras la protesta en contra de la actividad minera en los Distritos Rurales 6, 7 y 8 de Sucre, la diputada Lourdes Millares denunció que los ciudadanos de la Capital también sienten los efectos, ya que se abastecen de alimentos de la región del Chaco.

Millares remitió una solicitud de informe escrito al ministro de Minería, Cesar Navarro, para conocer si las concesiones mineras están legalmente establecidas.

El objetivo es conocer cuántas concesiones fueron adjudicadas en los Distritos 6, 7 y 8, desde 2015, y si existen los estudios socioeconómicos y ambientales que determinen la factibilidad de la actividad minera.

“La zona del Chaco es empleada para la recreación, es una zona productora de verduras que abastece al mercado, creemos que se están vulnerando derechos”, manifestó.

La diputada considera que, si hubo consulta previa, la ciudadanía de Sucre también debe ser considerada, pues sería una de las directas afectadas, al ser el principal mercado de dichos distritos.

 

Fuente:http://correodelsur.com/local/20181006_denuncian-contaminacion-en-distritos-rurales.html

Bolivia

Explotación sexual y minería

Además de destruir la naturaleza, la minería informal está creando zonas en las que impera la explotación sexual.

Según alerta un estudio presentado días atrás por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la minería no solamente está destruyendo la biodiversidad de varios municipios del norte de La Paz, Potosí y de Oruro; sino que además ha creado zonas donde impera la prostitución, la explotación infantil, la trata de personas y el contrabando.

En efecto, esta investigación, elaborada con el apoyo de la Embajada de Suecia, la organización holandesa de Cooperación Sudamericana ICCO y el movimiento Vuela Libre, logró identificar lenocinios en los que se explotan sexualmente a adolescentes e incluso a niñas provenientes de diferentes regiones del país en lugares en los que miles de cooperativistas se han asentado en busca de metales preciosos. En concreto, este fenómeno se habría arraigado en los municipios paceños de Caranavi, Guanay, Tipuani, Teoponte y Mapiri; en Uncía y Llallagua (Potosí); en la localidad orureña de Huanuni y en las ciudades capitales de Potosí y Oruro.

Si bien se conocen casos de mujeres que fueron forzadas para trasladarse de un lugar a otro, este estudio alerta que el principal gancho para atraer a las víctimas de este nefasto negocio sería la falsa promesa de un empleo bien remunerado en centros mineros. Promesa ofertada incluso por agencias de trabajo que termina convirtiéndose en una pesadilla cuando las adolescentes engañadas llegan a su lugar de destino.Este fue el caso por ejemplo de una muchacha beniana de 16 años que fue contactada para trabajar en una pensión en Guanay, pero que terminó siendo explotada sexualmente. De igual manera, una mujer de Beni denunció a la Defensoría del Pueblo que su hija de 13 años fue llevada hasta Teoponte por un minero para trabajar como cocinera, pero terminó convirtiéndose en una víctima más de la violencia sexual.

Hablamos de una terrible realidad que no es desconocida por las autoridades locales ni tampoco por las fuerzas del orden. Por caso, el Alcalde de Mapiri confirmó a este diario que existen “indicios” sobre la presencia de menores que estarían siendo explotadas sexual y laboralmente en ese municipio. Pero como la municipalidad no habría recibido denuncias al respecto, no han tomado cartas en el asunto. A su vez, el Director de la FELCC de La Paz confirmó que tienen información sobre la existencia de “lenocinios en centros auríferos, en la frontera entre Perú y Bolivia”, donde las mujeres bolivianas estarían siendo explotadas sexualmente.

Estos testimonios ponen en relieve la imperiosa urgencia de adoptar políticas de Estado encaminadas a poner un alto a la minería informal, tanto más importantes por cuanto se trata de una actividad que no solo destruye el patrimonio natural de todos los bolivianos sin aportar ni un solo centavo al erario público, sino que además, y peor aún, está creando zonas donde la explotación infantil, la trata de personas y el contrabando son moneda corriente, como bien alerta el informe que suscita este comentario.

Fuente:http://www.remamx.org/2018/09/explotacion-sexual-y-mineria/

Bolivia

Importación de mercurio creció 20 veces

En cinco años, la importación boliviana de mercurio con fines mineros creció 20 veces, según el Centro de Documentación e Información de Bolivia (CEDIB). No obstante, el país se comprometió -con la firma de la Convenio de Minamata- a reducir el uso del metal pesado.

La Convención de Minamata es un tratado global adoptado en 2013 con el objetivo de proteger la salud humana y del medio ambiente de las emisiones y liberaciones del mercurio y sus compuestos. Fue firmado por más de 130 países y ratificado por 70, entre ellos Bolivia.

Una de las metas del tratado es que los países adscritos logren reducir al mínimo el uso del mercurio hasta 2020. En Bolivia, sin embargo, datos del CEDIB evidencian que en 2015 la importación total del químico llegó a 35.793 kilos, 20 veces más de los 1.710 kilos registrados en 2010.

El libro Mercurio en Bolivia: Línea de base de usos, emisiones y contaminación -presentado por los ministerios de Relaciones Exteriores y Medio Ambiente en 2016- sostiene que con 133 toneladas de mercurio liberadas al año, Bolivia es el tercer país emisor a nivel de América Latina. El 47% proviene de la explotación de oro, rubro que carece de información actualizada.

“Los mapas e información sobre las cooperativas auríferas que hay son antiguos. Se han vuelto privados”, dijo Georgina Jiménez, investigadora del CEDIB.

Explicó que entre 2005 y 2017 el número de cooperativas mineras se incrementó de 800 a 1.816. El 65% son auríferas y en total aglutinan a 122 mil trabajadores . “El 11% de todo el mineral que se extrae en el país corresponde a las cooperativas, el Estado apenas saca el 7%. Es un retroceso estatal a favor de las cooperativas”.

Según la investigadora del CEDIB, en 2014 en el río Madre de Dios entre 600 y 800 balsas de mineros explotaban oro. Cada una usaba entre 500 a 1.000 gramos de mercurio al día.

El libro Mercurio en Bolivia es uno de los pocos documentos públicos realizados en el marco de Minamata, pese a que uno de los mandatos de la Convención es la difusión de los riesgos del mercurio.

Página Siete pidió a la Cancillería información sobre los avances en el Convenio. Hasta el cierre de esta edición no tuvo respuesta.

Parque Madidi, en la mira de auríferos

Cooperativas mineras de Apolo y la Federación Única de Trabajadores Campesinos Tupac Katari piden la abrogación del Decreto Supremo que declara al Madidi área protegida y territorio indígena. El pasado 11 de agosto, una asamblea de esos sectores resolvió exigir que se autorice la explotación de oro, siembra de coca y apertura de vías en la zona.

“No estamos de acuerdo con esa resolución”, dijo Lino Illimuri representante de la comunidad San José de Uchupiamona. “Estamos preocupados, porque el río Beni desde hace unos años todo el tiempo está turbio por el trabajo minero. Vamos a hacer resistencia en nuestro territorio, no vamos a permitir que avasallen nuestra área protegida”, advirtió.

El 13 de junio el viceministro de Desarrollo Productivo Minero Metalúrgico, Víctor Flores, anunció la prospección y exploración aurífera en el río Madre de Dios. Lanzó el proyecto sin el consentimiento de las comunidades indígenas que viven en el lugar.

Dijo que ese río de la cuenca del Amazonas cuenta con un potencial estimado de más de 5,4 millones de onzas troy de oro anuales. Aclaro que su anuncio no era una invitación a las cooperativas auríferas.

El lunes pasado, la Federación Nacional de Cooperativas Mineras se reunió con el presidente Evo Morales para analizar -entre otros temas- el acceso a más concesiones y áreas de trabajo para al sector. El Mandatario se comprometió a revisar estos temas.

“Hay varios temas como la modificación a la ley y un nuevo decreto supremo, pero como siempre la preocupación de los compañeros son las nuevas áreas de trabajo”, sostuvo el Presidente.

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Fuente:https://www.paginasiete.bo/sociedad/2018/9/23/importacion-de-mercurio-crecio-20-veces-194729.html#!

Bolivia

NUEVO DIRECTORIO DE REGANTES DEL DEPARTAMENTO DE ORURO SE DECLARA EN EMERGENCIA Y MOVILIZACIÓN POR ESCASEZ Y CONTAMINACIÓN DEL AGUA

 El  nuevo directorio de la Asociación de Regantes de Oruro a la cabeza de su Presidente Francisco de la Cruz Herrera, emitió un voto resolutivo en el que se declaran en estado de emergencia por los problemas de escasez y contaminación del agua que están viviendo en el departamento de Oruro, a la vez exigen que las empresas mineras  deben mitigar, remediar y reparar  los daños ocasionados por la contaminación, exigen a las autoridades se dé prioridad al cuidado y preservación de las fuentes de aguas y se promulgue de la Ley “Agua para la Vida” además una ley de protección de las áreas agro ganaderas que se encuentran bajo riego.

En ampliado departamental de la Asociación Departamental de Regantes y sistemas comunitarios de agua potable en Oruro, realizado el lunes 17 de septiembre en la ciudad de Oruro, presidentes de sistemas de riego de las cuencas Desaguadero, Poopó, Coipasa y Pilcomayo, directorios centrales de regantes, jueces de agua y comités de agua potable debatieron y explicaron la propuesta de Ley marco de “Agua para la Vida” que data de la gestión 2000 y que la gestión 2017 han pedido que se retome, se espera que el Ministerio de Medio Ambiente y Agua haga la entrega de la propuesta al legislativo.

“En el Congreso Nacional de regantes próximo a realizarse pediremos que se promulgue la Ley Marco Agua para la Vida por el bien de todos los bolivianos, estamos vendo el problema del cambio climático, la contaminación, la escasez de agua y por ello se necesita una ley y una autoridad que pueda normar, regular, todos los usos del agua para todas las actividades que se realizan.” Señalo Francisco de la Cruz Presidente de la asociación de Regantes de Oruro.

Entre otros puntos del voto resolutivo  esta la atención a las demandas  de los Regantes del Titicaca, Desaguadero, lago Poopó y salar de Coipasa TDPS , se frene el desvío de los ríos internacionales como el Mauri, tratamiento y control de las aguas residuales, control de las aguas salinas y se de cumplimiento a la ley 1395 que declara de prioridad nacional la ejecución y limpieza  de lodos de la represa de Tacagua.

El directorio de la elegido por la FEDEREOR es el siguiente: Presidente Francisco de la Cruz Herrera, Vicepresidente Ismael Apaza, Secretario de Actas Teodoro Calizaya, Secretario de Hacienda Cesar Alarcon, Secretario de Deportes y Cultura Saul Lopez Tarqui, Secretario de Prensa y Propaganda Ildefonso Cayoja, Secretario de Organización Castro Choque, Secretaria de Salud  Sonia Yapari Lima y Vocal Edith Cepeda Martínez.

De esta manera ratifican su compromiso para seguir trabajando por el cuidado y la preservación del Agua que es Vida.

Oruro, 17 de septiembre de 2018

Fuente: Colectivo Casa.org

Bolivia

Expertos advierten: explotación ilegal del oro es una economía criminal que arrastra otros ilícitos

Expertos boliviano y colombiano coincidieron en señalar que la explotación ilegal del oro es una economía criminal que arrastra otros ilícitos como el financiamiento a grupos armados al margen de la ley, al narcotráfico, la trata y tráfico de personas y la prostitución infantil, además del grave daño socioambiental de las regiones intervenidas.
Un análisis de la región y el caso boliviano, llevó a Julio Fierro y Marco Antonio Gandarillas, a advertir que la actividad ilegal aurífera está vinculada a varias actividades criminales, y que independientemente que se formalice, el daño socioambiental es muy grave por el uso incontrolado de mercurio, y por la línea delgada que le separada de lo ilegal.
El investigador colombiano, Julio Fierro, especializado en el área  geoambiental, advirtió que la explotación aurífera en su país se ha convertido en un problema incontrolable, ligado a varias actividades criminales y la complicidad de entidades del Estado.
“Cada vez está más fuera de control; son rentas relativamente fáciles, controladas por grupos armados fuera de la ley, pero también de grupos armados pertenecientes al Estado que están en el negocio, entonces tenemos que las armas y la explotación del oro están muy asociadas”, declaró a ANF.
Fierro consideró que el freno a esta problemática pasa por el control radical de la actividad minera, como el que se dio en Ecuador, que cuando hay flagrancia se destruye la maquinaria.
El especialista señaló que en el caso colombiano, el fenómeno aurífero se profundizó con la mecanización de la explotación y la presencia de grupos al margen de la ley asentados en los ríos, también con dragas y “dragones” brasileños, como se las denomina a las grandes embarcaciones que explotan de manera intensiva oro aluvial.
“Y eso ha sido incontrolable, hay dificultad porque en muchos lugares está alejado del control del Estado, pero en otras ocasiones se da en lugares cercanos a los sitios de poder, y cuando se tiene ese escenario, y están cerca de capitales departamentales, y hay dragas y dragones se puede hablar de cooptación y corrupción de las instituciones encargadas de hacer ese control”, afirmó.
Para el caso boliviano, según la información obtenida, dijo que se requiere adoptar medidas radicales. “En el caso ecuatoriano, la minería está muy controlada, y en flagancia, inmediata destrucción, si no se adoptan estas medidas esto será imparable”, señaló.
Por su parte, el investigador socioambiental, Marco Antonio Gandarillas del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) afirmó que más del 80% de las Tierras Comunitarias de Origen (TCO) que fueron analizadas en el país donde se da la explotación aurífera, también se han registrado problemas vinculados con el narcotráfico.
En análisis de Gandarillas, la actividad minera aurífera que se inició hace décadas en el país de manera informal, como una actividad de subsistencia y válvula de escape para personas sin empleo, transitó a convertirse en una actividad económica criminal, que de manera deliberada daña al Estado y a las personas en beneficio propio.
“Más lugares del país donde se explota oro hay organizaciones de enclaves económicos criminales que utilizan a la minería aurífera como uno de los eslabones de un negocio criminal (…). Se están haciendo redes de criminalidad, que están generando zonas de tremenda inseguridad para la población”, aseveró.
Lamentó que en el reciente gabinete binacional Bolivia-Perú realizado en Cobija, ni siquiera se haya abordado la denuncia que surge desde el país vecino, que 2.500 jóvenes bolivianas fueron obligadas a prostituirse al otro lado de la frontera, en los centros mineros Rinconada y Piura, donde fueron llevadas tras ser secuestradas por redes internacionales de trata y tráfico.
En el país dijo que claramente el caso Arcopongo muestra que grupos irregulares armados controlan un área fiscal inmovilizada, donde explotan de manera ilegal con grandes capitales donde no hay presencial del Estado, y que detrás del conflicto que enfrentó a los ilegales y a la Cooperativa Ullakaya Condoriri, hubo uso de armas de grueso calibre y dos bandos de poder político del mismo partido, Movimiento al Socialismo.
También cuestionó que de exportar entre cuatro a cinco toneladas anuales, el año 2014, Bolivia exportó 35 toneladas de oro, en las “narices de siete entidades del Estado” que le dieron el visto bueno, luego que se declarara nuevas categorías de exportación, como amalgamas y desperdicios de oro.
Entonces, un reportaje periodístico desde Perú, alertó que se trataba de oro peruano que se explotaba de manera ilegal en el Madre de Dios y que ingresaba vía contrabando al país, para ser exportado a Estados Unidos.
El descontrol de la actividad minera dijo que se refleja que el departamentos de Santa Cruz por ejemplo, que no era extractor minero hace 30 años, hoy en día es más minero que Oruro y Potosí. “Este es un factor estructural de lo que estamos viendo, hay descontrol, si se hace minería informalmente en cualquier parte del país, hay un problema serio de control”, subrayó.
El análisis de ambos investigadores aportó al debate del curso: “explotación del oro aluvial en la Amazonía Boliviana” realizado en la ciudad de Cochabamba del 13 al 14 de septiembre.
Fuente:https://www.noticiasfides.com/economia/expertos-advierten-que-explotacion-ilegal-del-oro-es-una-economia-criminal-que-arrastra-otros-ilicitos-391346
Bolivia

Comunidades exigen $us 4 millones de compensación a minera Paitití

Cinco comunidades de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Turubó Este de la chiquitanía exigen compensación económica quinquenal de 4 millones de dólares a la Empresa Minera Paitití S.A. por la afectación derivada de la explotación aurífera a cielo abierto.

La demanda no fue aceptada por la filial de la canadiense Orvana Minerals, por considerar que no corresponde tal compensación por encontrarse fuera de la TCO. Señaló que de manera voluntaria y en cumplimiento a convenios de «buena vecindad» erogó a favor de las comunidades 120 mil dólares anuales durante cinco años para diversos proyectos.

«Estamos en plena negociación con la Empresa Minera Paitití sobre el quinquenio por compensación de cinco comunidades afectadas de la T.C.O -Turubó Este y hasta ahora no podemos llegar a un acuerdo con la empresa con el argumento de que no están en posibilidades que compensar porque bajó el rendimiento del oro y bronce», dijo el dirigente Johnny Mendoza.

En contacto con ANF, el indígena de San José de Chiquitos señaló que la empresa hizo un desembolso de 640 mil dólares para cinco comunidades, pero terminó el quinquenio y es necesario contar con esos recursos para proyectos de fortalecimiento organizativo, desarrollo productivo, tierra y territorio, salud y medio ambiente.

«Nos dicen que dentro de la política de buena vecindad que tienen no pueden compensar y que sólo darán una ayuda (…). ¿Cómo va a ser ayuda si pasan por la TCO con sustancias químicas, una serie de cosas?», cuestionó.

Mendoza consideró que las comunidades se encuentran en indefensión porque la empresa tiene como socio estratégico al Gobierno. «Estamos por definir las acciones a tomar en contra de la empresa», señaló.

«No corresponde la compensación»

El jefe de Comunicación Corporativa de la Emipa, Nelson Kinn señaló a ANF que no corresponde ningún tipo de compensación en mérito a la ley minera 535 que sólo contempla esa compensación cuando las operaciones mineras se realizan al interior de la TCO, que no es el caso.

«Se tuvo una relación de buena vecindad porque el camino pasa por las comunidades (…). La mina no ha reducido la oferta, sino que mantiene el apoyo voluntario y solidario de los años anteriores, y si, sabemos que hay comunidades con mayores expectativas pero la empresa no está en condiciones», aseguró.

Sin embargo enfatizó que cuando se firmó los primeros acuerdos se tenía la seguridad de operar cinco años, ahora ya no «porque ya no se tiene la certeza, por lo que se está firmando convenios anuales».

«La empresa estará mientras tenga reservas y recursos, confirmados a nivel de la Corporación y de la Bolsa de Toronto y a conocimiento del Ministerio de Minería (…). Se puede garantizar que se quedará un año más, estamos en exploración y si estas tienen buenos resultados se verá», aseveró.

Destacó que la Empresa Minera Paitití es la principal aportante de regalías mineras del departamento de Santa Cruz, con cerca del 80% del total, que en términos monetarios llegaron a $us 4 millones el 2017.

Fuente:http://www.lostiempos.com/actualidad/economia/20180919/comunidades-exigen-us-4-millones-compensacion-minera-paititi

Bolivia

¿Puede un país morirse de extractivismo?

Don Nicolás se murió del “mal de la mina”. Apenas tenía 34 años, según cuenta Ander Izagirre en su notable libro Potosí. Su padecimiento fue la silicosis, una afectación crónica provocada por partículas de sílice que atacan los alvéolos de los pulmones hasta hacer imposible la respiración.

Los que trabajan en las entrañas de los socavones, respiran durante décadas ese aire cargado de sílice, y poco a poco, sin pausa, ese polvillo microscópico avanza silenciosamente hasta que el minero fallece asfixiado. No estamos ante un evento repentino como una puñalada, sino que el arma letal es microscópica y lenta, pero igualmente fatal.

La silicosis es apenas una entre las variadas consecuencias negativas del extractivismo minero, y se suma a otros problemas también graves que se observan en otros sectores extractivos, como minería o petróleo. Ante ese tipo de situaciones me pregunto si algo similar puede ocurrir con un país. ¿Puede morirse Bolivia por un “mal de la mina”? O dicho en otros términos, ¿puede fallecer un país por lo que podríamos llamar “la enfermedad crónica de los extractivismos”?

Cuando los extractivismosmatan

Los extractivismos son posiblemente el modo más intensivo de apropiación de la Naturaleza, y como además se despliegan en grandes escalas territoriales o remueven enormes volúmenes de recursos, generan muy severos impactos tanto sobre las personas como en el ambiente.

Todos ellos son actividades locales, y por ello sus efectos negativos atacan especialmente a las comunidades locales, aunque su destino siempre es alimentar las exportaciones hacia los mercados internacionales. Adentro nos quedamos con los impactos, y hacia afuera se envían los recursos valiosos.

El dinero que deja ese vínculo con la globalización es presentado como una de las principales justificaciones de los extractivismos. Aunque hay un mérito en el argumento de la importancia económica de esos sectores, se ha llegado a extremos bajo los cuales se agita el fantasma del colapso económico o la retórica de salvar a los pobres, para justificar a nivel local todo tipo de debacle ecológica y social local, mientras a nivel nacional persisten los desarreglos financieros, comerciales y productivos que ocasionan esas actividades.

Más allá de la publicidad, muchos extractivismos gozan de subsidios y protecciones estatales. De un modo u otro todo confluye en repetir la conocida estrategia de ser meros proveedores de materias primas a otros continentes.

Esos debates se vuelven interminables y lo que hacen es precisamente ocultar las enfermedades extractivistas. Un primer problema es que los extractivismos actuales implican sucesivas amputaciones al cuerpo ecológico del país. La minería, sea formal y a gran escala, cooperativa o informal, siempre significa la remoción de enormes volúmenes de rocas y piedras para quedarse con una pequeña proporción del mineral que será exportado.

Por ejemplo, sumando los ocho primeros rubros mineros, Bolivia ha enviado al exterior más de 1,29 millones de toneladas de materia en 2016. Lideraron el cinc y plomo, pero en estos y otros tipos de minerales, se deben remover centenas a millones de toneladas de roca y piedra de las cuales sólo una fracción será exportada. Esa relación es particularmente desventajosa en el oro, ya que en muchos sitios se requiere remover una tonelada de rocas, suelos y arenas para poder separar un gramo.

Se generan así las explotaciones a cielo abierto, y basta ver una fotografía de la mina de cobre Don Mario para comprender qué significan esas amputaciones.

Lo mismo ocurre en los usos de la tierra, y de hecho los grandes empresarios rurales del oriente y el Gobierno coinciden en ampliar la superficie bajo explotación y hacerlo lo más rápido posible.

Ninguno de esos sectores “produce” recursos como minerales o hidrocarburos. Se hace una trampa con el lenguaje, ya que lo que realmente ocurre es que todo se extrae. Las pérdidas del patrimonio natural de cada año se suman a las anteriores, y de ese modo el país queda repleto de cicatrices. La estrategia que se defiende es esencialmente persistir en la misma senda, y si un mineral se agota o su precio cae, entonces se buscará otro recurso que lo suplantará.

Preguntando por los muertos

Aunque se acumulan las denuncias sobre los duros impactos de esos extractivismos, no siempre los indicadores están ordenados o son de acceso público. Volviendo al libro Potosí, Izagirre nos cuenta que uno de sus entrevistados recorría los funerales y los entierros preguntando por los muertos.

Debía hacerlo, no tenía otra opción, porque no había indicadores certeros de cuántas personas fallecían por el mal de la mina. Y no era raro que cuando se intentaba conseguir esos informes, los responsables esquivaran las respuestas.

Entonces me pregunto: ¿Quiénes recorren la Naturaleza para identificar sus muertos? ¿Dónde están los cementerios ecológicos que atestiguan ambientes o especies perdidas? Izagirre nos dice algo que todos sabemos: “los fallecimientos de mineros por accidentes o enfermedad no constan en ningún registro, ninguna estadística”. Más o menos lo mismo se repite con las enfermedades de los extractivismos.

Esa barrera se debe a que los síntomas y signos en unos casos son activamente ocultados o negados, y en otras situaciones simplemente no se los busca. La enfermedad avanza precisamente por la incapacidad del país de saberse enfermo.

Considerando los indicadores clásicos, como la calidad del agua en los ríos, no existen mediciones regulares, rigurosas e independientes, y cuando esos datos aparecen son por algún estudio académico o en reacción a algún accidente. De modo similar, las informaciones sobre cuestiones como la deforestación casi siempre llegan tarde, y hay todo tipo de discrepancias entre números oficiales y lo que se observa en algunas regiones. Todo esto hace que la condición de un país pueda agravarse hasta entrar en un “coma ecológico”, sin que suenen las alarmas a tiempo y todo esto pase desapercibido para quienes viven en las ciudades.

Paralelamente hay una mayúscula distorsión económica alrededor de los extractivismos. Mientras se minimizan las advertencias ambientales al mismo tiempo sólo se calculan los beneficios económicos. El problema es que esa contabilidad está errada ya que no se incorporan los costos económicos del daño social o ambiental, como el dinero que se pierde por la contaminación del agua, la erosión de los suelos o las enfermedades.

Tampoco reconocen adecuadamente los subsidios y beneficios que la sociedad les transfiere a esos sectores (que en Bolivia van desde las exoneraciones tributarias a las cooperativas mineras hasta las facilidades en energía o impuestos a mineras y petroleras).

Como la economía convencional, esa misma que usan nuestros gobiernos, no hace una contabilidad adecuada, se refuerza la ceguera ante los impactos sociales y ambientales, cancelando la capacidad para reconocer y sopesar todos los síntomas de la enfermedad extractivista.

Estas dificultades se repiten en todos los distintos tipos de Gobierno, sean conservadores o progresistas, y un recorrido por los países vecinos deja eso en claro. En Perú, el Gobierno admitió el pasado julio que se han acumulado más de 8.000 sitios mineros abandonados, con todo tipo de problemas de contaminación, y unos 3.500 de sitios donde antes se extraían hidrocarburos.

Mientras que en Ecuador, la explotación petrolera en la Amazonia por parte de Texaco dejó centenas de pozos y unas 1.000 fosas con todo tipo de contaminantes, y se derramaron al menos 71 millones de litros de residuos que cubrieron unos dos millones de hectáreas en la selva.

La frontera de los derechos

Más allá de los indicadores que se usan y los que se podrían usar, de los que se aceptan y los que se rechazan, de algún modo las circunstancias ante los extractivismos remiten a cuestiones más profundas que pueden ser entendidas como enfrentamientos contra los derechos, sean de las personas como de la Naturaleza.

En efecto, los extractivismos contemporáneos siguen avanzando porque no se cumplen las salvaguardas de los derechos, desde aquellos que exigen información y consulta ciudadana a los que aseguran la integridad de los ecosistemas. La postura convencional es que la violación de derechos son accidentes ocasionales y puntuales en los emprendimientos extractivos, como puede ser un técnico que permitió un derrame contaminante o unos policías desobedientes que reprimieron a comunarios.

En cambio, un examen más atento de la situación muestra que la dinámica es en realidad inversa: una y otra vez se erosionan y debilitan los marcos de derechos humanos y ambientales, ya que eso es necesario para poder implantar los extractivismos actuales. Estos son de tal intensidad y tienen efectos tan graves, que si las salvaguardas de derechos se aplicaran realmente, la mayor parte de los emprendimientos no podrían ser aprobados. El debilitamiento de los derechos pasa a ser una condición necesaria para seguir adelante con los extractivismos.

Para dejar esto en evidencia es que se acuñó el término “extrahecciones”, que se deriva del latín extrahere y que significa arrancar con violencia. Las extrahecciones son esos extractivismos violentos, sea por las disputas entre grupos locales como por los que originan empresas o gobiernos, y que discurren en ese incumplimiento de los derechos. Posiblemente esto sea uno de los factores determinantes en la muerte de un país por los extractivismos. O para decirlo de otro modo, ¿está vivo un país que no puede asegurar los derechos a sus ciudadanos y su madre tierra?

Justamente para abordar esta problemática es que se ha lanzado el Observatorio de los Derechos de la Naturaleza. Su foco está en las violaciones de ese tipo de derechos, y con ello espera servir como un antídoto temprano frente a los males de los extractivismos. Este observatorio es una iniciativa que parte del sur, y que se apoya en esta primera etapa en organizaciones y personalidades latinoamericanas.

Luchar por la vida

¿Puede un país morirse del mal de los extractivismos? Posiblemente sí. No es que el país desaparezca como entidad política de la noche a la mañana o que estará al pie de una lápida en los camposantos de la historia. Pero sí es posible que se sumen viudas y viudos para llorar la pérdida de paisajes, de comunidades, de una ecología y modos de ser que se pierden irreversiblemente de forma callada y silenciosa, y que, como los mineros de los socavones, dejan a sus huérfanos. Desaparece una Bolivia, con todos lo bueno y malo que tenía, con sus contradicciones y su geografía, para dar paso a otra, muy distinta, con más objetos de consumo pero menos Naturaleza.

Se podrá retrucar que todo esto es una exageración, ya que un país es resistente a los extractivismos. Sin embargo, ese optimismo no tiene en cuenta que ya sabemos que se pierde año a año un enorme volumen de recursos naturales, hay selvas y nevados que se han ido para siempre, río y lagos que agonizan, y amputaciones que se acumulan en distintos rincones del país.

Nada de esto es nuevo, ya que los ciclos de alzas y caídas en las exportaciones de recursos naturales persisten desde tiempos coloniales. Cada uno de ellos sumó un nuevo tajo en el altiplano, un bosque perdido en el oriente. Y la enfermedad ahora está en plena eclosión, contagiándose entre grupos que pelean y tirotean unos contra otros por acceder a una veta mineral o una hectárea de cocal.

Si los países realmente mueren por el mal de los extractivismos, sospecho que lo hacen de uno de los modos más penosos. Es que ese drama resulta de la incapacidad para pelear por la vida, y no ocurre abruptamente, sino que es la consecuencia inevitable de esas mezclas entre la desidia para actuar frente a los impactos, la petulancia que sirve para aferrarse a viejas recetas del desarrollo y el renunciar a salvaguardar los derechos. La cura está en luchar por la vida.

*Artículo basado en la conferencia del autor en la presentación del Observatorio de los Derechos de la Naturaleza, que tuvo lugar en el Salón de Honor de la UMSA, en La Paz, en una mesa redonda donde también disertaron Carmen Capriles, Cecilia Requena, Toribia Lero y Waldo Albarracín, con la moderación de Óscar Campanini de CEDIB.

Fuente:https://www.paginasiete.bo/ideas/2018/9/2/puede-un-pais-morirse-de-extractivismo-192332.html

Bolivia

Choquecota protesta contra una empresa china que explota cobre y piden regalías mineras

Este lunes autoridades municipales y originarias del municipio de Choquecota, protestaron enérgicamente por la presencia de una empresa china que explota cobre en este municipio y que la misma no paga ni regalías y extrae minerales sin control alguno, dañando el medio ambiente.

Las autoridades originarias y organizaciones sociales de Choquecota, hoy plantearon a la Secretaria de Mineria, buscar una solución al pago de regalías conforme establece las Leyes.

Gran parte del territorio donde se explota cobre cuprita, esta ubicado en el municipio de Choquecota aproximadamente 70 por ciento y otro porcentaje del 30 por ciento en el municipio de Turco.

Choquecota no recibe un solo centavo por las regalías mineras, hecho que provoca un descontento en la explotación de minerales. Piden que se cumpla los compromisos anteriores, caso contrario no permitirán la ejecución de la segunda fase del proyecto minero.

«Estamos amenazados a sobrevivir, porque una empresa China está desarrollando explotación de cobre a cielo abierto. Eso daña nuestras aguas, pastizales y nuestro ganado, denunció un representante originario de Choquecota, provincia Jach’a Carangas del departamento de Oruro.

En el cerro denominado «Lllallagua Kollo»  está la mina Cuprita I y ahora con la empresa China Yan Fan S.A, bajo el denominativo de D’Cobre se desarrolla Cuprita II, bajo la modalidad de cielo abierto, donde se entiende que hacen desaparecer un cerro para hacer otro, pero con grandes impactos ambientales.

“La explotación que están haciendo los chinos es en la Cuprita I y ahora en la Cuprita II quieren extenderse al menos a 30 hectáreas, para ello han planificado afectar 26 cuadrículas. Ese es un grave daño ambiental para nuestras comunidades campesina ganaderas de llamas y alpacas», señaló.

Las ocho comunidades del Ayllu Sullcamiri se opusieron a dicha explotación y presencia de la empresa china. «Ahora, los habitantes del campo temen que les espera la criminalización de dicha postura de los campesinos al negar dicha actividad», señaló.

Tanto Choquecota y Turco comparten territorio en la mina,  una zona inminentemente ganadera,  que en buenas épocas de lluvia, incluso hay actividad agrícola, ahora solo criamos llamas y alpacas. «No nos queda otra que denunciar en distintos eventos nuestra triste realidad, afirman los originarios.

Fuente:http://boliviaprensa.com/index.php/noticias-bpa/item/7241-choquecota-protesta-contra-una-empresa-china-que-explota-cobre-y-piden-regal%C3%ADas-mineras