Argentina

Gaiman: Tercer abrazo al Río Chubut en defensa del agua este domingo

Este domingo en la localidad valletana. La convocatoria fué a partir de las 15.30 en el paseo del arte, donde se compartió información sobre la megaminería. Más tarde se realizó el abrazo simbólico en el puente de la localidad.

Este tercer abrazo simbólico al Río Chubut se realizó este domingo 8 de diciembre en Gaiman. Al respecto, Karina, integrante de la Asamblea de Vecinos en Densas del Medio Ambiente invitó a través de Radio 3 a la comunidad a participar de la actividad.

Explicó que será el tercer abraso simbólico al río en defensa del agua y contra la megaminería. “El clima nos va a acompañar. Vamos a compartir una tarde al lado del rio, en la calle de las artes, un espacio conocido ya que ahí se realizan muchas actividades”, contó.

La convocatoria fué “a partir de las 15.30. Va haber varias actividades pensadas para grandes, niños, también una charla informativa porque en estos días el tema ha tomado más relevancia”.

Explicó que “siempre hay vecinos que tienen una parte de la información y queremos predisponer un espacio para hacer un intercambio, compartir la información que tenemos, queremos que los vecinos se saquen dudas y entre todos podamos informarnos un poco más”.

Remarco que si bien “hay gente muy activa, ya nos conocemos, nos hemos detenido a informarnos y estamos movilizados, hay mucha gente que no está informada”.

Señaló que muchos “comparten nuestros folletos pero a veces falta la información de fondo. Por eso queremos que este domingo sea un día de charla, de debata, pero con información”.

“Queremos sumar y escuchar, porque todos tenemos un poco de información”, subrayó.

Indicó que “los motoquereos vinieron en caravana desde Playa Unión, también habrá una exposición de arte para los niños y vamos a estar pintando esténciles para que la gente se lleva sus remeras o lo que tenga con sus texto”.

La actividad finalizó con una foto en el puente de Gaiman, que atraviesa el Río Chubut, ya que el mismo “es un símbolo muy importante para nosotros”.

Karen explicó que al lado del puente decorarán un árbol de navidad con deseos para estas fiestas: “Será una expresión de deseos para esta navidad, sin minería, y tiene que ver con este juego de palabras (en referencia al proyecto “Navidad”)  que parece amigable pero no lo es”.

Queremos que cada uno escriba su deseo y lo deje plasmado ahí”, remarcó.

“queremos dejar los deseos para los pobladores de la meseta, que queremos que realmente los vean y los escuchen, vean lo que saben hacer y le den valor a eso. No queremos que les impongan una actividad que no les va a traer nada bueno”.

La minería “no va a ser el desarrollo para ellos, la mano de obra que van a tomar va a ser mínima y después van a traer la gente que opere las maquinarias y que no va a ser de la meseta”.

“Sobre esto queremos hablar este domingo, porque parece que va a ser un boom, va a traer prosperidad pero no es así. Tenemos muchas pruebas. En el norte del país nos han enseñado todo”, remarcó.

“Nada nos muestra que acá va a ser diferente”, insistió.

Finalmente invitó a toda la comunidad a sumarse y participar de la actividad. Pidió llevar reposeras y mate para compartir la tarde”.

Vale señalar que el próximo fin de semana, el domingo, se realizará en Gan Gan la Feria Productiva de la Meseta. En ese contexto, el sábado se realizará una caravana hacia el “Proyecto Navidad” y por la tarde se realizará una asamblea y actividades.

 

Fuente:https://radio3cadenapatagonia.com.ar/tercer-abrazo-al-rio-chubut-en-defensa-del-agua-en-gaiman/?fbclid=IwAR1doE87wiGKvUwTL1_iVXXiSBkui6PxBhTYY9Whg8a-XC6fvUdKQNL55wk

Argentina

Chubut: Arcioni reprime a ambientalistas que denuncian la megaminería

Este jueves se realizó el primer paro provincial contra la Megaminería. En Puerto Madryn, Trelew, Lago Puelo, Esquel, El Escorial, Comodoro Rivadavia y muchas ciudades mas se realizaron grandes marchas. Por la medianoche los activistas que impulsan el movimiento ambientalista en Rawson fueron reprimidos frente a la Legislatura y seis de ellos detenidos.

Durante la madrugada fueron liberadas tres mujeres y a los tres varones los trasladaron a la Alcaidía de Trelew. Recién a media mañana los liberados y quedaron imputados por daños y resistencia a la autoridad, calificaciones habituales cuando la policía detiene a luchadores en manifestaciones.

Denuncian que todos fueron golpeados y maltratados, que a algunas mujeres las encapucharon para no vieran como les pegan al resto de los detenidos. El operativo de traslado a Trelew fue de un despliegue inusitado de fuerzas represivas.

Durante la mañana y esta tarde se extiende la denuncia a la represión y a la creación del ministerio al servicio de las mineras.

Este viernes a las 18 se realizará una movilizaciiones en Trelew y en Puerto Madryn

Reproducimos el comunicado del PTS de esa provincia:

Urgente: reprimen y detienen ambientalistas contra la megaminería

En horas de la medianoche, detuvieron en la Legislatura provincial a seis compañerxs activistas contra la megaminería en Chubut. Estas detenciones se dan en el marco de manifestaciones y un extendido estado de alerta y movilización ante las iniciativas legislativas. Como expresamos en diversas notas, hace semanas que vienen reuniendose diputados de los distintos bloques con la Pan American Silver, a fin de cocinar maniobras para imponer las actividades megamineras en la provincia. Hoy avanzaron con la ley de ministerios y el Ministerio de Minería.

Responsabilizamos en primer lugar al gobierno de Mariano Arcioni y a las fuerzas represivas, que aplica las mismas recetas para hacer pasar el ajuste, como lo hiciera con los docentes en la lucha de más de 100 días. A si mismo, a lxs diputados y sus respectivas fuerzas patronales, que pasan por encima la decisión de miles de chubutenses que hace décadas le dicen no a la megaminería, si a la defensa del agua y la vida.

Anoche, tras horas de detención fueron liberadas: Fabiana Cartolano, Noelia Silva y Roberta Gorda.

Aún siguen detenidos: Jairo Epulef,, Leonardo Silva, Juan Salvador. Exigimos la libertad inmediata de lxs compañerxs.

Exigimos a las centrales sindicales inmediata llamada a paro y movilización ante este grave atropello.

¡Quieren quebrar la voluntad de lucha del pueblo trabajador! ¡No pasarán!
¡No a la megaminería en Chubut!

Todos a la alcaldía por lxs compañerxs detenidos.

PTS en el Frente de Izquierda Chubut

 

Fuente:http://laizquierdadiario.com/Chubut-Arcioni-detiene-a-ambientalistas-que-denuncian-la-megamineria

Argentina

Chubut: todos a la calle para derrotar a la megaminería

Circula una versión de que sería presentado un proyecto para avalar la megamineria, pisoteando la ley XVII N°68 que refleja claramente la postura de la mayoría de la población chubutense.

Venimos siguiendo en forma continua el nuevo embate de las corporaciones megamineras en la provincia y los arreglos que hace con el gobierno de turno. Debemos denunciar que en el día de hoy se escucha muy fuerte la versión de que sería presentado un proyecto para avalar dicha actividad, pisoteando la ley XVII N°68 (ex ley 5001) y que refleja claramente la postura de la mayoría de la población chubutense, que por lo menos lleva desde el histórico plebiscito de Esquel en el 2003, pasando por el Proyecto de Ley por Iniciativa Popular en el 2014, que contó con más de 15.000 firmas, de oponerse al ingreso de las megamineras en nuestro territorio.

 

Este nuevo intento del gobierno se monta en la crisis económica que ahoga la provincia, misma deuda que ellos mismos generaron, En este sentido rechazamos el pago de esa deuda fraudulenta y que esos recursos se destinen para generar trabajo y mejorar las condiciones de vida a los pobladores de la meseta y la provincia toda.

El gobernador Arcioni y sus diputados quieren devolver los favores a Alberto Fernández, quien lo salvó en pleno conflicto docente disciplinando a los legisladores peronistas que impulsaban el juicio político y a los dirigentes de ATECH que salieron de las calles y se encaminaron a la paz social, aprobando la megamineria que reclama el presidente electo.

Un gobierno que sacó el 38% de los votos y diputados que terminan su mandato quieren entregar nuestro futuro a las mineras. No podemos permitirlo.

Este vil proyecto de Ley intentaría ser tratada sobre tablas, pero no cuentan con los dos tercios de la cámara para aprobarlo. Si lo llegan a presentar para tratar en comisión, podría ser muy peligrosa la sesión del dia jueves debido a que ya no necesitaría los ⅔ de los diputados para su aprobación.

Desde el PTS Chubut llamamos a participar activamente a mujeres, jóvenes y trabajadores en todas las actividades convocadas desde las asambleas que se realizaran en toda la provincia el día de mañana 4, día que se recuerda el plebiscito e Esquel, y a la marcha en la ciudad de Rawson el jueves 5 para estar en el momento de la sesión de diputados.

Nuestro programa, que fue planteado por nuestro compañero Nicolás del Caño en la última campaña, aboga por la prohibición del fracking y la megamineria y la reconversión del conjunto de la producción a tecnologías no contaminantes bajo gestión de los y las trabajadoras, único modo de impedir que el lucro capitalista continué con el saqueo, la concentración en pocas manos y destrucción de nuestro planeta.

Claro ejemplo de ello es lo que está sucediendo en Chile, el modelo noeliberal que se mostraba como ejemplo a seguir. Los trabajadores chilenos están dando la batalla en las calles para poner fin a más de 30 años de explotación y exclusión social.

Tenemos que tomar su ejemplo y organizar comités de emergencia con la participación de las asambleas, sindicatos, estudiantes para discutir las medidas de lucha y el programa en cada ciudad.

Convocamos a ATECH, la Mesa de Unidad Sindical,al resto de los sindicatos, mujeres, jóvenes y organizaciones a rodear la legislatura, acompañando al llamado de las asambleas chubutenses, solo siendo en la calle miles y en unidad derrotaremos este nuevo intento de Pan American Silver, el gobernador Arcioni y al presidente electo Fernández.

Por esto decimos: Si al respeto de la decisión de las mujeres, los jóvenes y los trabajadores de Chubut. No a la Megamineria. NO al Fracking.
Organización en las calles para enfrentar la avanzada megaminería

 

Fuente:https://www.laizquierdadiario.com/Chubut-todos-a-la-calle-para-derrotar-a-la-megamineria?utm_content=buffer2e21d&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer&fbclid=IwAR2E3yqsq7KxCdtDZXrA8nC_x4YSHCT3jHUtpENKfXCue0c24NvE0eco2lk

Agua y Minería, Argentina

Batalla por el agua en Mendoza: movilización y cacerolazos contra el lobby político-minero

Las asambleas por el agua mendocinas redoblaron su actividad por las presiones empresarias para derogar la Ley 7722 que prohíbe el uso de cianuro, mercurio y otras sustancias tóxicas en la minería metalífera. Además supedita los proyectos metalíferos aprobados por el Ejecutivo provincial a la ratificación rechazo del legislativo. Hubo marchas y cacerolazos frente a la Legislatura para que no modifiquen una norma que se construyó con asambleas históricas. Desde la Universidad Nacional de Cuyo, la UTN y el Conicet, 511 docentes e investigadores presentaron un documento contra la apuesta «irresponsable» a un sector que no genera fuentes de trabajo. Mendoza vive la mayor crisis hídrica desde que se tienen datos oficiales. Minería y falta de agua forman parte de la misma ecuación. La grieta entre la clase política y la sociedad.

“Hoy por hoy tememos que cualquier martes de estos la Legislatura apruebe la modificación de la ley 7722”. Así sintetiza a lavaca Marcelo Giraud, geógrafo y representante de la Asamblea por el Agua Pura, la sospecha que hace meses ronda por las diversos espacios asamblearios de Mendoza: el intento de legisladores oficialistas y opositores, con el lobby de las corporaciones y cámaras mineras detrás, de modificar la ley que prohíbe el uso de cianuro, mercurio y ácido sulfúrico en la minería y que genera un marco normativo para la actividad en la provincia.

Miles de vecinas y vecinos han salido estas semanas a las calles con cacerolazos, ruidazos y vigilias en toda Mendoza, con la Legislatura como centro de las protestas. Mientras los empresarios mineros nucleados en la Unión Industrial de Mendoza (UIM) condicionan la generación de empleo a que se voltee la ley (falso argumento que se utiliza también en Chubut) 511 académicos y científicos del Conicet firmaron un documento que presentaron ante los legisladores en los que advierten sobre “la falta de debate público en torno a la supuesta conveniencia” de la derogación de la 7722.

Conicet: “Idea irresponsable”

“La idea de desarrollo provincial a partir de la expansión de la minería aparece a todas luces simplificada y anacrónica y, en tanto, irresponsable”, alertan los científicos, sobre uno de los principales argumentos promineros. “De las múltiples actividades con valor económico existentes en la provincia, la propuesta de insistir en viabilizar la minería como una de las principales alternativas, puede ser la peor forma de ‘ampliar’ la matriz productiva”.

Giraud, profesor de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), es uno de los firmantes. “La incertidumbre es grande”, dice a la Agencia lavaca. “La embestida que hemos notado en los medios, también. Al no tener despacho en comisiones, necesitarían dos tercios para habilitar el debate sobre tablas. Y al necesitar una mayoría importante, están presionando muchísimo. Inclusive los titulares de la televisión hablan de la política acorralada por los empresarios mineros. No hay metáfora”.

Historia de una ley

La resistencia de los pueblos contra los proyectos mineros en Mendoza comenzó en 2003. “Muy poco después de las históricas luchas de Esquel”, precisa Giraud, haciendo referencia al municipio chubutense donde la población votó a través de un plebiscito el rechazo a un proyecto de la Meridian Gold.

La movida cuyana: “El surgimiento de las primeras movilizaciones, en los departamentos de San Carlos y General Alvear, es heredero de todas las luchas encadenadas en nuestra América. Eso derivó en la concreción de un proyecto de ley de ampliación de la reserva provincial de Laguna del Diamante, uno de los íconos de la belleza y de lo que son las áreas de cordillera y de nieves y glaciares en Mendoza. Los mineros plantearon la inconstitucionalidad de esa ley, pero la Corte falló a favor del área protegida como bien común, y por la protección del medio ambiente. En San Rafael, la Comisión de Energía Atómica también pretendía reabrir una mina de uranio, de modo que hubo una oposición muy fuerte. La cosa fue creciendo hasta llegar a grandes marchas frente de la Legislatura, en 2006”.

A pura lucha y creatividad frente a la Legislatura se logró la ley 7627.

Giraud: “Suspendía toda la actividad minera y metalífera hasta que la provincia sancionara su plan ambiental. El entonces gobernador Julio Cobos la vetó en diciembre de 2006. Allí surge otra asamblea, del Gran Mendoza, la Asamblea Popular por el Agua, y se van reproduciendo cada vez más. Así, el 20 de junio de 2007 la Legislatura terminó aprobando la Ley 7722. Siendo candidato a vice en ese entonces, Cobos no se animó a vetarla. La presión de la gente en muchos lugares fue lo determinante, y se terminó redactando a cuatro manos entre gente que estaba en las marchas con los legisladores que acompañaban a los asambleístas. Así, en plena lucha, fue que se lograron los últimos retoques de la ley”.

-¿Qué establece la Ley 7722?

-No prohíbe por completo la minería metalífera, sino que es restrictiva: prohíbe el uso de sustancias tóxicas y obliga al Ejecutivo a que mande cualquier proyecto a la Legislatura para que lo ratifique o lo rechace. Esos artículos 1 y 3 son los que más molestan a las mineras. En 2011, por ejemplo, fue rechazado proyecto megaminero San Jorge que había sido aprobado por el Ejecutivo. Luego hubo otros proyectos que rebotaron, pero por grandes falencias técnicas y legales. Y los mineros quieren eliminar ese artículo bajo el argumento de que así ninguna empresa va a querer venir nunca. Hubo doce presentaciones para declararla inconstitucional, pero en diciembre de 2015 la Corte emitió un fallo ratificando su plena constitucionalidad.

Sin grieta

Giraud explica cómo se llegó a este momento: “El año pasado, dos senadores del PJ, Alejandro Abraham y Juan Agulles, presentaron proyectos de modificación de la ley, y este año un diputado del PI (Partido Intransigente), Eduardo Martínez Guerra, otro para derogarla. Son proyectos que fueron vistos con más simpatía por el oficialismo del radical-cambiemos Alfredo Cornejo (gobernador) que por el propio peronismo. En campaña, el ahora gobernador electo Alfredo Suárez ya dijo que el artículo 3 era un absurdo y que había que potenciar la minería”.

Del otro lado, la senadora Anabel Fernández Sagasti, que fue candidata a gobernadora por el Frente de Todos, también sostenía que había que potenciar la minería, pero dentro del marco normativo de la 7722. Giraud: “El discurso era que dentro de la ley, todo; por fuera, nada”.

¿Cómo debe leerse?: “Hubo una presión muy fuerte del sector empresario minero y, también, de las principales cámaras empresariales de Mendoza, que buscan su tajada. El Senado trató esos proyectos en 2018, durante algunos meses, pero la resistencia fue bastante importante, aunque nos llevamos un susto muy grande. Ahora se vinieron con más fuerza y presencia en los medios, desde los principales canales de televisión, y con mucho más énfasis en la cuestión de generar puestos de trabajo”.

Sin agua y sin trabajo

Como contó MU en su edición de octubre, una discusión similar está atravesando Chubut en este momento: en medio de un conflicto estatal que no cesa, las asambleas denuncian que detrás de la crisis que atraviesa la provincia está el interés de las corporaciones mineras por lograr la explotación de los territorios, hoy prohibidas en esa provincia por la ley 5001, luego del plebiscito de Esquel.

Retoma Giraud el tema del empleo: “Es cierto que en Mendoza la situación económica está más dura que hace unos años. Pero el discurso prominero olvida que todo el país está en crisis, no sólo Mendoza. Repudiamos que Sagasti haya dicho que ‘en Mendoza el único capaz de generar empleo genuino es el sector privado’. Y nos presentan al fracking y la minería como salvadores de una matriz económica agroindustrial supuestamente agotada, olvidando otras alternativas de diversificación y generación de empleo como el turismo, las industrias del conocimiento, la agroecología, la energía eólica y la solar. Las posibilidades de crear puestos de trabajo son muchas, y lo que menos empleo genera es el extractivismo”.

Crisis climática

Otro dato de contexto: el lobby minero se está produciendo en medio de la mayor crisis hídrica provincial desde que hay registros oficiales. “Una de las cuestiones clave es el impacto regional de cambio climático”, precisa Giraud. “Ocurre que llevamos 10 años consecutivos de crisis hídrica fuerte, tan grave como nunca la hubo en todo el siglo XX. No hay registro de algo así. De acuerdo a los ciclos, vamos a volver a tener años no tan secos, pero a largo plazo habrá cada vez menos agua para más población. Además, como la matriz productiva de Mendoza es la agroindustria bajo riego y las industrias derivadas. Si le das agua al fracking o a la megaminería, estás violando la ley de agua. Esa ley establece una jerarquía de prioridades entre diversos usos: primero para consumo humano, luego el uso agrícola, después el industrial y finalmente el recreativo. Mucha gente está con bronca porque le estuvieron dando agua al fracking mientras aguas abajo los regantes padecen turnos de riego cada vez más espaciados, teniendo que reducir la superficie regada y cosechando menos. Es parte de lo que reclamamos las asambleas”.

Giraud subraya así que no hay que leer la crisis del agua y al lobby minero como dos cuestiones separadas: “Así como están abocados con fuerza a derogar la 7722, también están buscando reformar la ley de aguas mendocina, pionera en su tiempo a nivel mundial. Tememos una mercantilización encubierta del agua, a favor del extractivismo y el gran capital”.

Por ese motivo, con políticos que no presentan grietas entre ellos sino con la comunidad, las asambleas se están reuniendo con una frecuencia semanal por el temor a que en cualquier momento queden conformados los dos tercios en la Legislatura. Giraud: “La incertidumbre es muy grande. Al parecer, apenas asuma Suárez presentaría otro proyecto contra la 7722, para que la Legislatura renovada le dé aprobación exprés en diciembre. Nosotros vamos a seguir resistiendo”.

 

Fuente:https://www.lavaca.org/notas/batalla-por-el-agua-en-mendoza-movilizacion-y-cacerolazos-contra-el-lobby-politico-minero/?fbclid=IwAR37xkUi2Rnr6UvLhydXGHqgps7ZBk8THRdIuS2dcR6HQ8G2cJ6jddul5OI

Argentina

Triunfo jachallero

El presidente Mauricio Macri «puertas afueras» es el más «ambientalista» del mundo, con discursos llenos de «sustentabilidad», «energías renovables», energías limpias» y todas esas palabras «lindas» que quedan bien ante el resto de los países. No hay mención de la contaminación proveniente de Vaca Muerta, del uso del fracking, la deseada modificación de la Ley de Glaciares, ni los negociados con los emprendimientos megamineros a cielo abierto. Hipocresía, le dicen…

Si bien, los negociados de la Barrick Gold en la provincia de San Juan no sucedieron en la «Era Macri», sino en el «Período K», la megaminera continuó metiendo presión para avanzar por los recursos naturales y la calidad de vida de los sanjuaninos.

El gran empujón que revitalizó a las megamineras fue, sin duda, la quita de retenciones a la actividad, que el presidente Mauricio Macri anunció en San Juan, poco después de haber asumido.

Modificar ordenanzas para arrasar

Justamente el viernes pasado, la población de la castigada y contaminada Jáchal, pudo resistir un nuevo aluvión megaminero que iba de punta contra la modificación de la ordenanza 1394 que prohíbe la exploración y explotación de uranio en todo el departamento sanjuanino.

Esta ordenanza del año 1996 dice en su artículo 2 que «prohíbe la prospección, extracción y procesamiento de materiales susceptibles de ser empleados en el ciclo nuclear, en toda la geografía del departamento de San José de Jáchal».

De esta manera, se está protegiendo la última fuente de agua pura que tiene Jáchal, el acuífero Pampa del Chañar, con yacimientos de uranio y torio. La millonaria obsesión de las megamineras apuntaban a esa dirección.

Finalmente y por voto unánime de los concejales del oficialismo y del bloque opositor, aprobaron la continuidad y plena vigencia de las ordenanzas que prohíben la exploración y explotación de uranio en Jáchal como el avance sobre la única fuente de agua de la zona, el Acuífero Pampa del Chañar.

En los últimos días, la Asamblea Jáchal No Se Toca y organizaciones ambientalistas como Salvemos Huachi y Talcanco, habían expresado su preocupación por la posible derogación de las dos ordenanzas que son claves para la protección del departamento. Incluso, el propio ministro de Minería Provincial, Alberto Hensel, recorrió días atrás la zona tratando de convencer a los jachalleros de «las grandes oportunidades y el generador de trabajo» que representaba derogar estas ordenanzas proteccionistas y darle vía libre a la peligrosa y millonaria explotación de uranio.

Para la actual temporada de exploración minera hay 5 proyectos nuevos que se han sumado en la búsqueda de metales preciosos, como oro, plata y cobre, de los cuales 4 están en Jáchal y el otro se ubica en Iglesia. En total las inversiones suman 56,9 millones de dólares, que al cambio actual ascienden a unos 981,9 millones de pesos, un 11,6% más que en el período anterior, cuando el dinero destinado a esta actividad fue de 882 millones de pesos. En el sector se analiza que las mayores cifras inyectadas a este sector se han hecho animadas por mejores perspectivas económicas para la minería.

“Estamos frente a una muy buena temporada”, dijo el ministro de Minería, Alberto Hensel, quien destacó el crecimiento sostenido en los sondajes para encontrar más metales en los últimos años. El mayor salto se dio desde la temporada 2015-2016, cuando pasó de 374,8 millones de pesos, a la temporada pasada, de 882 millones de pesos, cuando el alza fue del 135%.

Ahora, los 5 proyectos nuevos nuevos suman 19,83 millones de dólares, que al cambio actual son 342,2 millones de pesos. En Jáchal se trata de Chita, Nacimiento, Durazno y La Esperanza, mientras que el Iglesia la sociedad de Barrick con Shandong Gold está realizando tareas de sondaje en Lama, en las proximidades de Veladero. Hay que aclarar que en todos los casos se trata de yacimientos de oro. Este último es el proyecto en el que el Gobierno sanjuanino tiene marcadas expectativas de que se ponga en marcha en el corto plazo, luego de los inconvenientes que tuvo la mina binacional Lama-Pascua.

La mayor inversión en exploración minera es la de la sociedad de Barrick con la china Shandong Gold, para la mina Lama, en la que han destinado 16 millones de dólares (poco más de 276 millones de pesos). El director Ejecutivo de Barrick en Argentina y Chile, Marcelo Alvarez, celebra que el plan de inversiones en Veladero, que contemplan tres importantes obras, se encuentran dentro de los tiempos esperados, por lo que en 2020 estarán inauguradas. Además destacó que los planes de exploración en la zona, se desarrollan “sin ningún problema”.

Le sigue en orden de importancia el proyecto Los Azules (Mcewen), con 7,4 millones de dólares (128 millones de pesos) y luego siguen Filo del Sol (Filo Mining), Altar (Stilwater) y Del Carmen (Del Carmen), con 7 millones de dólares cada uno (121 millones de pesos). Con 4 millones de dólares (69 millones de pesos) sigue el proyecto Gualcamayo (Minas Argentinas), que actualmente está en explotación, y Río Cenicero (Peregrine Arg.) con 3,2 millones de dólares (55 millones de pesos) y Nacimiento (Pampa Exploraciones), con 2,4 millones de dólares (41 millones de pesos). En el proyecto Jaguelito (Corp. América) invertirá 1,5 millones de dólares (casi 26 millones de pesos) y con menos de 1 millón de dólares están Chita (Minsud), Durazno (Masa Group) y La Esperanza (Cardero Arg).

Billetera mata Ambiente

Todos hablan de recaudación de millones de dólares, pero pocos hablan de la calidad de vida de su gente, de la precariedad laboral, la contaminación del agua y de la caída de la producción agrícola.

Por esa razón, los asambleístas luchadores de Jáchal No Se Toca le enviaron
dos cartas documentos que los primeros días de noviembre recibieron tanto el Presidente Mauricio Macri y el Secretario de Ambiente Rabino Bergman, intimándolos a que hagan las correspondientes auditorías en la mina Veladero y en Pascua Lama para verificar el impacto sobre glaciares o ambiente periglacial en el marco correspondiente a la vigente Ley de Glaciares. Algo que el propio rabino Bergman prometió el 20 de marzo de 2016 en la misma plaza central de Jáchal y que nunca cumplió…

 

Fuente:https://noalamina.org/sin-categorizar/item/43262-triunfo-jachallero

Argentina

Minería, Inversión Extranjera Directa y desigualdad

Mucho se habla en estos momentos acerca de la creación del Ministerio de Minería por parte del gobierno de Fernández y sobre quiénes podrían ocuparlo ¿Corpacci? ¿Hensel? ¿Micone? Más allá de los nombres, lo que se escucha es que la minería se convertiría   en uno de los instrumentos que le permita al Estado Nacional recibir inversión extranjera directa. Como si ello resolviera la crisis.

El verso sobre el trabajo y el desarrollo local de la mano de la minería ya lo hemos tratado en artículos anteriores (ver aquí y aquí). Veamos ahora si es posible que la minería, considerada una actividad de“Inversión Extranjera Directa” (IED), representa una locomotora de desarrollo para las economías receptoras tal  como se sostiene desde la doctrina neoliberal.

 

Las Inversiones Extranjeras Directas se han convertido en una de las principales fuentes de financiación de los países empobrecidos. Lo subrayamos: no son fuentes de producción e industrialización, son fuentes de financiación y sabemos que cuando financiamos, terminamos pagando más de lo recibido.

Las principales responsables de las IED son las empresas transnacionales a través de las fusiones y adquisiciones transfronterizas y no de la inversión en la construcción de nuevo tejido productivo.

Los motivos que llevan a estas corporaciones a realizar inversiones en otros países son, entre otros, la obtención de recursos naturales y mano de obra de bajo coste, así como el acceso a mercados mayores o en crecimiento. En definitiva, el motor de la IED es la búsqueda de un incremento en los beneficios de la empresa. Por tanto, existe una incoherencia entre las virtudes que el discurso neoliberal atribuye a la IED “el potencial de generar empleo, aumentar la productividad, transferir conocimientos especializados y tecnología”.

La entrada de IED impulsa y aprovecha los procesos de privatización (Leyes mineras en Argentina) y mercantilización de bienes y servicios fundamentales para la vida digna de la población: nuestra agua, los servicios de la comunidad como por ejemplo nuestra electricidadLa consecuencia directa de esto es la exclusión del acceso a esos bienes por parte de las mayorías sociales y la transformación de derechos universales en mercancías. Pensemos, por solo poner un ejemplo, si en Argentina la privatización de la empresa de servicios eléctricos privatizada en los 90 ha podido garantizar la provisión de energía a la población. O si después de 30 años de privatización todos los habitantes tienen gas natural.

La inversión en actividades extractivas, que tiene fuertes impactos culturales, económicos, ambientales y sociales en las comunidades que habitan los territorios en que se desarrollan las explotaciones, tampoco tiene efectos positivos en términos puramente macroeconómicos, porque constituye un trasvase neto de riqueza hacia las economías centrales, mediante la exportación de las materias primas y la repatriación de beneficios. Es decir, el producto de lo que se extrae no queda en el territorio sino que se va al exterior.

Las medidas y acuerdos orientados a atraer a inversores externos tienden a desproteger y subordinar los derechos humanos de las poblaciones locales, a los intereses y el poder de las corporaciones, y arrebatan a los pueblos su soberanía. Treinta años de intensificación de la entrada de IED han perpetuado a América Latina como la región más desigual del planeta.

 

Fuente:https://noalamina.org/argentina/item/43256-mineria-inversion-extranjera-directa-y-desigualdad

Argentina

La megaminería NO promueve el desarrollo local

A continuación transcribimos fragmentos del mito/capítulo 5 del libro “15 mitos y realidades de la minería transnacional en Argentina”. Nos parece de suma importancia para Chubut divulgar los hechos y análisis que allí se relatan en momentos en los que, como el actual, las empresas mineras hacen lobby en las instituciones democráticas. Desenmascarar sus mentiras es un deber ciudadano.

Lo que se afirma aquí es que la megaminería NO GENERA DESARROLLO LOCAL. Y para demostrarlo, tomamos el caso de Bajo La Alumbrera en Catamarca.

Los procesos de encadenamientos productivos dinámicos a partir de la minería se dan únicamente en los casos de los países centrales (Estados Unidos, Canadá, Australia), que son los países donde se hallan radicadas las grandes corporaciones transnacionales que controlan las cade- nas de valor a escala global. En el caso de países especializados en la provisión de materias primas, lo cierto es que ninguno de ellos ha superado la pobreza y el subdesarrollo gracias a la gran minería transnacional. En la Argentina, el caso de Catamarca ilustra esta situación.

Tras catorce años de explotación de Bajo de la Alumbrera, el primer emprendimiento megaminero radicado en el país, el paisaje socioeconómico de la provincia no ha cambiado favorablemente, sino todo lo contrario: se evidencia la intensificación de preocupantes indicadores “sociales” con niveles de pobreza e indigencia, de desempleo y subempleo, y con porcentajes de población “asistida” a través de los diversos “programas socia- les” de los más altos del país, e incluso, con algunos valores superiores a la media de la región del Noroeste argentino (NOA). La acentuación de los niveles de pobreza, indigencia y desempleo contrasta notablemente con la “evolución” de las variables macroeconómicas en un contexto de fuerte expansión de las exportaciones mineras.

El “crecimiento” de la minería se ha dado en el contexto de una retracción de los niveles de actividad de la industria, la construcción y el sector agropecuario provincial, a tal punto que, entre 1997 y 2002, mientras que la variación del valor agregado del sector minero se incrementó en un 11.353,3%, la industria sufrió una variación negativa del 22,1% y la construcción del 47,7%. Un estudio oficial señala que “el sector minero constituyó la fuente de crecimiento del Producto Bruto Geográfico (PBG) durante el período 1997-2002 […] compensando las caídas de las restantes actividades productivas” (DPPD, 2005: 70), lo que en realidad puede interpretarse como un sola- pamiento del deterioro de las capacidades productivas del territorio provincial.

Comparando los años anteriores y posteriores al inicio de las actividades de Minera Alumbrera, se puede observar una profunda transformación en la estructura productiva de la economía provincial. El crecimiento de más de 18 puntos porcentuales promedio de la participación del sector minero ha ocasionado una correlativa retracción de la casi totalidad de las restantes actividades; entre ellas, resalta la magnitud del retroceso de la industria manufacturera, con una caída de 10 puntos porcentuales, y del sector terciario en general, que desciende en 7 puntos en los períodos comparados.

Un estudio de una dependencia del propio Ministerio de la Producción del Gobierno de Catamarca, señala al respecto:

La actividad extractiva metalífera, con el cobre como principal producto, se constituyó en el principal factor para el crecimiento de los indicadores macroeconómicos provinciales. No obstante ello, su funcionamiento con características de enclave, le impidió convertirse en motor de la economía provincial (DPPD, 2005: 68).

Probablemente, por la veracidad de este “reconocimiento” tras más de doce años de funcionamiento de la explotación, la provincia de Catamarca siga registrando los peores indicadores “sociales”. El diario provincial de mayor tirada (y de orientación prominera) afirmaba:

Es habitual sostener que Catamarca es una provincia pobre. Deprimentes indicadores sociales parecen sostener el aserto.

  • Con el 25% de su población económicamente activa trabajando en el Estado -el mayor porcentaje del país-, el desempleo alcanza no obstante el 9,9% y la subocupación el 4,8%, lo que arroja a unos 30 mil catamarqueños con problemas laborales, sin tener en cuenta a los becados, figura legal con que se encubre el empleo precario de miles de jóvenes en la administración pública.
  • 9 mil personas cobran planes de empleo de 120 y 180 pesos por mes, aparte de la cobertura que brindan organismos nacionales como la Gerencia de Empleo, donde hay registra- dos 15 mil beneficiarios de programas de inserción laboral, seguro comunitario y seguro de capacitación y
  • El 56% de los menores de 18 años -unos 88 mil niños y adolescentes- reciben la Asignación Universal por Hijo. Se trata de la tasa más elevada de la
  • El 75% de las escuelas públicas alimenta a sus alumnos. 87 mil niños reciben ración diaria en comedores infantiles y
  • 30 mil familias reciben ayuda alimentaria a través de bolsones, tarjetas o Vales Pro 1.200 familias más obtienen alimentos por el programa Hornos y Cocinas solidarias. No hay registros oficiales unificados de otros subsidios otorgados por el Estado Nacional a través del Ministerio de Desarrollo Social, la Legislatura provincial y hasta los municipios.
  • Catamarca tiene una tasa de suicidios de 13,5 casos cada 100 mil habitantes, superando en un 58% la media nacional de 8,5%. El embarazo adolescente, otro problema de la pobre- za y la falta de educación, alcanza el 20%, el nivel más alto del De estas madres, el 3,5% tiene menos de 15 años (Diario El Ancasti, 2010).

Y admite que:

La resistencia a la minería, palpable en todo el territorio provincial, es más intensa en los departamentos del Oeste, donde están los yacimientos de mayor envergadura. Según una encuesta realizada recientemente por una prestigiosa consultora nacional, en Andalgalá, 7 de cada 10 ciudadanos está en contra de las explotaciones mineras. Mientras que en Santa María, la oposición ronda el 60%. […]

Y sigue:

“el discurso antiminero, por otra parte, no tendría ningún margen para extenderse si los catamarqueños pudieran percibir que la explotación de sus riquezas tiene impacto concreto en su calidad de vida. Lo cierto es que esto no ha ocurrido.”

El índice de pobreza del Gran Catamarca siempre ha sido mayor al promedio nacional, pero en los últimos años la diferencia respecto de ese promedio se ha mantenido, y en algunos períodos aumentó. En 1997 empezó a producir la mina Bajo de la Alumbrera, Catamarca, la más importante del país hasta hoy. Trece años después, en el primer semestre de 2010, según la metodología del INDEC en la Argentina había un 12,0% de personas bajo la línea de pobreza. Ese valor se elevaba a 20,9% en el Gran Catamarca, y a 14,4% en el Gran San Juan (INDEC, 2010). Los promotores de la minería suelen anunciar que, debido a la competencia de los altos salarios pagados por esta actividad, las demás se verán obligadas a elevar los suyos. Sin embargo, la presencia de Minera Alumbrera no ha revertido el bajo costo salarial privado en la provincia de Catamarca, que durante 2010 registró un promedio 19,4% menor al promedio nacional, mientras que en San Juan ese valor fue 21,7% menor a la media nacional (INDEC, 2011). Según el PNUD, en 2006, el Índice de Desarrollo Humano Ampliado promedio en la Argentina fue de 0,682. Pero resultó ser bastante menor en Catamarca (0,596) y en San Juan (0,586), provincias que ocuparon el 19º y 20º lugar entre 23 jurisdicciones (PNUD, 2009).

Un episodio vergonzoso, pero emblemático, da cuenta del modelo de desarrollo propiciado por este tipo de minería. En 2009, el diputado nacional del Frente para la Victoria (FpV), Gerónimo Vargas Aignasse, de Tucumán, presentó un proyecto de Declaración para que el Congreso de la Nación exprese “que vería con agrado que el alimento sobrante diario de Minera Alumbrera Limited fuera entregado en forma de donación al Municipio de Andalgalá y Amaicha del Valle, escuelas y comedores escolares, como así también a toda sociedad de beneficencia de niños carenciados de la Provincia de Catamarca y Tucumán”. La entrega de sobras a escolares y carenciados: ¿sería este el famoso “efecto derrame” que los paladines de la megaminería invocan para defender la actividad? ¿O sería una expresión novedosa del clientelismo empresarial, que muchos pretenden disfrazar tras el pomposo concepto de “responsabilidad social empresarial”? ¿Acaso no era que la minería sería un motor de desarrollo provincial?” (Svampa y Viale, 2009).

Andalgalá fue declarada en emergencia económica a fines de 2009 por la gravísima situación financiera que enfrentaba el municipio.

 

 

Fuente:https://noalamina.org/argentina/item/43244-la-megamineria-no-promueve-el-desarrollo-local

Argentina

Chubut: ambientalistas denuncian que los diputados son visitados por Pan American Silver

En la provincia del Chubut y montado en la actual crisis económica, vuelve con fuerza el intento de las empresas megamineras de instalarse definitivamente en la meseta. Ambientalistas advierten que diputados fueron visitados por Pan American Silver mientras los intendentes de la meseta presionan para que se vote antes del 10 de diciembre.

Vecinos auto convocados del No a la Mina volvieron a expresar su rechazo a la zonificación minera en Chubut y alertaron sobre operaciones de las mineras ante el cambio de mandato.


Las principales críticas apuntan a los diputados que cierran sus mandatos este año. El Extremo Sur de la Patagonia afirmó que «Pan American Silver visitó a todos los diputados. Por su parte los intendentes de la meseta, actúan como agentes de la minera canadiense y presionan para que se modifique el artículo de la ley 5001 que impide la zonificación minera y que prohíbe la megaminería.»

La intención de PAS está relacionada con que la minería es un gran negocio rentable. Según informa la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), esa industria en 2018 exportó por U$S 3.900 millones y hay un aumento de las exportaciones en la primera parte del año. Por eso el interés en poner en funcionamiento el proyecto minero Navidad, considerado el reservorio de plata más grande del mundo, propiedad de la minera canadiense Pan American Silver Argentina.

Pan American Silver promete invertir 1000 millones de dólares y extraer 22 millones de onzas de plata al año. Números mágicos ante la necesidad de dólares de la Casa Rosada y la gobernación. En este sentido, Alberto Fernández dijo “La minería tiene un rol central en un país que necesita crecer y exportar”, y sostuvo que “todavía hay muchos recursos no explotados por la Argentina en materia minera. En San Juan, en Catamarca, en Santa Cruz, y en muchas otras provincias que son reacias a explotar la minería también”.

La megaminería solo deja pobreza y contaminación. Esta empresa solo busca explotar y saquear nuestros recursos naturales ilimitadamente con la complicidad del gobierno y la justicia que permiten que estas multinacionales se asienten en nuestro país para hacer ganancias millonarias.

 

Chubut es una referencia nacional en la lucha contra la megaminería

En 2003, plebiscito mediante, la comunidad de Esquel logró frenar a la multinacional Meridian Gold. El 81 por ciento de los votos dijo «no» a la actividad extractiva. Producto de la movilización en toda la provincia se logró la Ley 5001, que prohíbe la megaminería. Los distintos gobiernos provinciales intentaron derogarla junto a las mineras y los intendentes de la meseta de Paso de Indios, Telsen, Gan Gan, Las Plumas, Paso el Sapo, Lagunita Salada y Gastre, con la ayuda de todos los gobiernos que han pasado a nivel nacional desde hace 16 años.

 

La ayuda que han recibido de los gobiernos provinciales, además de darle todo el aparato político para logar su cometido, fue principalmente sacar, a las poblaciones de la meseta, todo apoyo económico que les permita desarrollarse en sus lugares. Desde no enviarles combustible para sus generadores eléctricos, como sucede en estos días en la localidad de Teka, hasta vaciar salas sanitarias o escuelas. Con esto abrieron el camino para que Pan American Silver cumpla el rol del estado, “done” combustible, servicios de internet, asista a salas de emergencia, etcétera.

Arcioni como fiel continuador de las políticas de Das Neves, aliado de Massa, Fernánez y ayer de Macri, es parte como ellos de los políticos patronales que promueven el saqueo y la contaminación de estas multinacionales. Solo la izquierda está planteando la necesidad de nacionalizar la legislación que prohíbe la minería metalífera a cielo abierto, o megaminería.

Aprovechando la crisis en la que está la provincia, Arcioni comenzó a cerrar filas con los empresarios megamineros y desataron una feroz ofensiva tanto económica, cómo de aprietes a los vecinos de la meseta. Muchos habitantes han contado como en los últimos meses están recibiendo la visita constante de representantes de Pan American Silver acompañados por la policía provincial para «convencerlos» de apoyar los emprendimientos y vender sus campos. Pese a todo este poderío económico y el poder de coerción con el que cuentan, avalado por el gobierno provincial, los vecinos de la meseta siguen resistiendo y organizándose.

Con el cambio de gobierno, en el que continúa Arcioni y se ha unido todo el peronismo de la provincia tiene mayoría propia en la legislatura, y bajo la égida de José Luis Gioja, uno de sus más férreos defensores y protector de la megamineria y de los intereses de Barrick Gold, es por esto que las asambleas chubutenses han entrado en estado de alerta. Sumándose el hecho de que la mayoría de los diputados provinciales no renuevan sus bancas y que la experiencia que se vivió en el 2014 está fresca en la memoria.

En ese año, cuando se intentó que se apruebe un proyecto de ley de iniciativa popular que vetaba en forma definitiva el ingreso de las empresas megamineras a la provincia, el cual contó con el aval de más de 13000 firmas reconocidas por el tribunal electoral. Pero todo este esfuerzo se troncó al tomar estado parlamentario; legisladores de ese momento deformaron para convertirlo en un proyecto pro-megaminero, llegando al extremo de que un diputado justicialista recibía mensajes de un empresario minero diciéndole que tenía que cambiar de la ley en plena sesión.

Por esto y por todo lo que hemos vivido durante años las asambleas están de guardia en la legislatura provincial todos los martes y jueves ya que los legisladores han decidido duplicar las sesiones en lo que les queda de mandato.

Alberto presidente

Además a nivel nacional, como también se vivió durante muchos años, se apuesta fuertemente al desarrollo megaminero. Alberto Fernández fue claro en todos los medios que su intención era exportar el modelo megaminero de San Juan a todo el país.

El 6 de noviembre se realizó un cónclave con figuras del PJ, empresarios y sindicalistas («Loma Avila») para crear un Observatorio y reflotar la organización Federal de Estados Mineros, desde la cual impulsar las políticas para” convencer” a las provincias que todavía resisten como por ejemplo Mendoza y Chubut. Y así lograr una minería para todes.

Pero la población chubutense y las asambleas que se oponen a los desarrollos megamineros entienden claramente que esta lucha se gana con organización y en las calles, en unidad de los trabajadores, las mujeres y la juventud.

Desde el PTS en el FIT Unidad estamos comprometidos contra el saqueo, explotación y contaminación de nuestras tierras. Todos los gobiernos apoyaron el modelo “Barrick Gold” que afecta a poblaciones enteras. Por eso estamos en contra de la megaminería y del proyecto Navidad.

Ante este nuevo intento de aprobar la megamineria en la provincia decimos:

 

  •  Nacionalización bajo control de los trabajadores con participación de la comunidad y las organizaciones socioambientales de la explotación de los recursos naturales. Abajo el reaccionario código minero hecho al servicio de la ganancia capitalista a costa del saqueo de los recursos.
  •  Movilización popular contra la megamineria. Que los sindicatos impulsen asambleas y llamen al paro general, y que los centros de estudiantes llamen a la movilización estudiantil con asambleas por facultad. Necesitamos ser miles para imponer con la movilización que se vayan las multinacionales mineras y defender nuestros recursos naturales.Desde el PTS en el FIT Unidad convocamos a toda la población para fortalecer este reclamo.

Fuente:http://www.laizquierdadiario.com/Chubut-ambientalistas-denuncian-que-los-diputados-son-visitados-por-Pan-American-Silver?fbclid=IwAR3c2wFaao7OEAc9bnyBVL-hFlaJVpvRq_kps7S0BMt1rTQQ1mI01TcWxWY

 

Argentina, Bolivia, Chile, Litio

La fiebre del litio amenaza a las culturas indígenas de los desiertos de sal andinos

La extracción de este metal alcalino para las baterías de los coches eléctricos requiere enormes cantidades de agua. Argentina, Bolivia y Chile son los más afectados.

No hace falta ser experto en energía para darse cuenta de que es imperativo buscar alternativas a los combustibles fósiles, entre otras cosas, porque estamos llegando al principio del fin de la producción de petróleo, pero sobre todo porque los efectos destructivos que provocan –agotamiento permanente de fuentes de agua, deforestación, inundaciones, vertidos tóxicos, incendios, huracanes, subida de los niveles del mar,  etc.–  son cada vez más palpables para la mayoría de la población mundial.

Una de las soluciones tecnológicas para paliar los deletéreos efectos de la economía del petróleo es la producción de automóviles eléctricos.  El estado de California, por ejemplo, planea reducir la emisión de gases en un 40% hasta llegar a niveles inferiores a los de 1990. Para ello, proyecta crear una serie de incentivos financieros y de regulaciones que permitan que en el 2030 haya 4.2 millones de autos eléctricos en su parque automovilístico.  En Europa algunos estados como Holanda tienen objetivos incluso más ambiciosos y aspiran a tener un parque automovilístico 100% eléctrico para el 2030.

Con semejantes incentivos estatales, los principales productores de autos mundiales –Ford, Toyota, Nissan, General Motors, BMW, etc.– hace tiempo ya que llevan experimentando con vehículos híbridos y modelos eléctricos, pero ninguna de ellas iguala en ambición ni en grandilocuencia tecno-utópica a la californiana TESLA y a su capitán de industria Elon Musk. Como Steve Jobs en su día, Musk,  portada incluso de revistas de entretenimiento como Rolling Stone,  es idealizado o vilipendiado como el auténtico gurú de una secta que podría salvarnos del apocalipsis ecológico sin renunciar a la comodidad de nuestros vehículos utilitarios. De las paredes de la gigafactory de Tesla en Nevada cuelga un cartel enorme que reza: “Para acelerar la transición mundial a la energía sustentable”.

TESLA produce automóviles eléctricos de lujo con la promesa de alcanzar niveles de producción masivos y precios al alcance de las clases medias. Pero, como el iphone en su día, los automóviles TESLA son mucho más que un automóvil: son el futuro, “un sueño hecho realidad”, como le escuché decir a una de sus usuarias californianas. Los modelos TESLA poseen, entre otras cosas, reconocimiento facial , capacidad de estacionarse automáticamente y, eventualmente, autonomía para operar sin control humano. Además de sus vehículos eléctricos, Musk ha producido en Australia la batería de litio más grande del mundo con 100 megavatios de potencia para abastecimiento eléctrico doméstico, planea fabricar camiones eléctricos para el transporte de mercancías pesadas e incluso lanzar automóviles que alcancen la luna.

Con estos mimbres resulta casi imposible restarse al optimismo tecnológico que promueve Musk, o, si no se comparte su visión futurista, al menos no reconocer la necesidad de iniciar lo antes posible una transición hacia el uso de energías alternativas al petróleo, a ser posible renovables y más limpias. Sin embargo, antes de aceptar las nuevas soluciones tecnológicas que se nos ofrecen, deberíamos, por una cuestión de ética esencial, preguntarnos de dónde vienen los materiales que hacen posible el uso de estas nuevas energías en la producción de vehículos limpios.

En este caso la pregunta puede ser bastante simple y, a la vez, bastante esquiva. La funcionalidad de los vehículos eléctricos depende de la capacidad de fabricar baterías relativamente livianas. Hoy por hoy esto se consigue fabricando baterías de litio, las mismas que también hacen posible que la batería de nuestros celulares y computadores funcione sin estar conectada a una fuente de red.  La pregunta entonces es: ¿De dónde viene el litio y qué efectos tiene su minería en las comunidades donde opera?

El litio está bastante concentrado en ciertas áreas geográficas. Hay litio en roca en Australia, en Carolina del Norte (Estados Unidos) y en algunos lugares de China, pero la forma más barata de extraer litio es mediante evaporación en salares (lagos de sal formados tras un prolongado periodo de erupción volcánica). Hay salares en Tíbet y en Nevada (Estados Unidos), pero la mayoría de las reservas mundiales de litio –entre el 80% y el 85% dependiendo de los expertos—están en una zona transandina que se extiende a través de las fronteras de Argentina, Bolivia y Chile e incluye los salares de Atacama (Chile), Hombre Muerto, Olaroz y Salinas Grandes (Argentina) y Uyuni y Coipasa (Bolivia) entre otros muchos de menor tamaño. Se trata de cuencas endorréicas (cerradas al flujo de los ríos y otros cauces de agua) que oscilan entre los 2,400 y los 4,000 metros de altitud y que presentan índices de precipitación muy bajos y de radiación muy altos. O dicho más prosaicamente: hace mucho calor en el día, mucho frío en la noche y hay muy poco agua para la vida en general.

La revista Forbes, que rebautizó la zona con el nombre de «Arabia Saudí del Litio», describe en estos términos el Salar del Atacama:

«Nada crece en el corazón del Salar de Atacama, esta antigua cuenca lacustre, 700 millas al norte de Santiago, debe ser el lugar más seco del planeta, una tierra baldía, cubierta de una costra de rocas de sal que se parece a una plasta de vaca […]. Si no fuera por la preciosa salmuera que burbujea 130 pies por debajo de la superficie, los humanos se mantendrían alejados del Salar de Atacama».

Se trata de un gesto típicamente colonial: ver el territorio vacío para evitar hacerse cargo de los potenciales impactos ambientales y humanos que pueda causar la actividad emprendida por un agente foráneo como la minería del litio. Sin embargo, si el periodista de Forbes hubiera sido un poco menos bárbaro, se hubiera informado de que en los oasis que bordean el Salar de Atacama viven comunidades indígenas, según el registro arqueológico, al menos desde el 8,000 AD. De hecho, el pueblo atacameño o Lickan Antay –gente de la tierra en kunza, su lengua– fue capaz de levantar toda una civilización en mitad del desierto más árido del mundo, domesticar la llama y otros camélidos para utilizarlos en sus largas caravanas transandinas, emplear el fruto del chañar y del algarrobo (dos de los pocos árboles que crecen en estos parajes) para aportar proteína a su dieta y fabricar “aloha”, un licor utilizado en ceremonias y ritos. En los Oasis del Salar de Atacama se cosecha hoy alfalfa, maíz, papas y habas; en sus huertos sigue habiendo árboles frutales que reciben agua a través de un escrupuloso sistema de uso comunal del agua que convive con el turismo ecológico y otros emprendimientos comunitarios. Y por si todo eso fuera poco además han sobrevivido a las distintas olas de colonialismo desde la llegada de los españoles hasta el presente.

Por eso, las malas noticias para los inversionistas de Forbes y para el optimismo tecnológico del norte es que, lejos de ser una tierra baldía, el Salar de Atacama, como el resto de territorios del llamado triángulo suramericano del litio, sigue habitado por las comunidades ancestrales Aymara, Quechua, Kolla y Lickan Antay que son, según derecho consuetudinario, los legítimos dueños del territorio, los que lo siguen haciendo florecer respetando sus ciclos de regeneración mediante todo un sistema ritual de pagos a la tierra y respeto a la naturaleza.

A diferencia de los occidentales, estos pueblos indígenas, que se consideran los herederos directos de los Incas, no ven la naturaleza como un objeto exterior a ellos del que pueden disponer a capricho o destruir, sino como un ser vivo. Verónica Chávez, de la comunidad de Santuario de Tres Pozos en Salinas Grandes (Argentina), cuenta que el Salar es un ser vivo con sus venas de agua y sus ciclos de regeneración que atraviesan la estación de las lluvias hasta secarse y hacer brotar la sal que se cosecha después, en la estación seca, como una planta más. Por eso cuando llegaron las mineras del litio a explotar el Salar, el efecto en ella fue demoledor: “Por lo que yo vi, era que gente venía sin conocimiento, no les importaba nada el destrozo de nuestra Mamita Pacha, le tiraban ácido, le rompían la venita de agua, ¡hacían todo un desastre! Y para mí es un dolor eso, porque ella es una mamita para mí, a una madre no se le hace eso”.

Conviene, no obstante, no idealizar ni romantizar a los pueblos indígenas de los salares. En la cuenca de Salinas Grandes, Argentina, han logrado parar, de momento, la explotación del litio, pero unos kilómetros más al este, en Olaroz y Laguna Guayatayoc, las comunidades Lickan Antay han firmado un acuerdo con la minera Orocobre (proveedor principal de litio para Toyota). Lo mismo sucede en el Salar de Atacama donde la norteamericana Rockwood Lithium, subsidiaria del gigante minero Abermale, tiene convenio con la mayoría de comunidades indígenas. A veces estos convenios se firman por intereses, porque las comunidades tienen necesidades de infraestructura o fuentes adicionales de ingresos y, otras veces, se hace a regañadientes, porque si van a sacar el mineral de la tierra es mejor que quede algo en las comunidades. Pero en todos los casos, los pueblos indígenas quieren lo mismo: que se aplique el convenio 169 de la OIT, que haya consulta previa, libre e informada; en el caso de la cuenca de Salinas grandes, sus 33 comunidades incluso tienen un protocolo llamado Kachi Yupi, huellas de sal en quechua, que estipula cómo llevar a cabo esta consulta.

La realidad, sin embargo, no parece dispuesta a respetar la voluntad de estos pueblos indígenas. La presión que ya existía sobre el litio se está incrementando exponencialmente porque si para una batería de teléfono móvil hacían falta 3 gramos de litio, para un auto eléctrico hacen falta casi 20 kilos, más de 50 si se trata de uno de los rutilantes modelos de TESLA.

Con el cambio de ciclo político en Argentina y Chile parece que se han abierto las puertas definitivamente para la explotación sin límites del llamado oro blanco de los salares. Mauricio Macri en Argentina está otorgando licencias de explotación sin consultas y sin muchas cortapisas, hay en la actualidad hasta 63 proyectos aprobados en las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja. Del mismo modo, en Chile, con la llegada de Sebastián Piñera al poder, la minera SQM –una de las más corruptas de la región, privatizada durante la dictadura de Pinochet y vendida a su yerno Julio Ponce Lerou, envuelto hoy en escándalos de financiación política ilegal– acaba de llegar a un acuerdo con el Estado chileno para retomar y aumentar la explotación de litio en el Salar de Atacama. Paralelamente, Elon Musk visita clandestinamente el país para explorar la posibilidad de abrir una megafábrica de baterías de litio en Chile con gran regocijo de las clases dirigentes.

Estos movimientos entre bambalinas, sin duda, hacen que las comunidades indígenas se sientan amenazadas. Saben que la minería del litio extrae grandes cantidades de salmuera y agua que luego se secan al sol en mega piscinas, son conscientes de que viven en cuencas cerradas cuyas fuentes de agua están interconectadas y pueden llegar a secarse definitivamente haciendo la vida en el salar inviable. Como explica Sandra Flores, de la comunidad de Coyo en Atacama, esta posibilidad se vive como un potencial genocidio cultural. En sus propias palabras:

La extracción de este metal alcalino para las baterías de los coches eléctricos requiere enormes cantidades de agua. Argentina, Bolivia y Chile son los más afectados.

No hace falta ser experto en energía para darse cuenta de que es imperativo buscar alternativas a los combustibles fósiles, entre otras cosas, porque estamos llegando al principio del fin de la producción de petróleo, pero sobre todo porque los efectos destructivos que provocan –agotamiento permanente de fuentes de agua, deforestación, inundaciones, vertidos tóxicos, incendios, huracanes, subida de los niveles del mar,  etc.–  son cada vez más palpables para la mayoría de la población mundial.

Una de las soluciones tecnológicas para paliar los deletéreos efectos de la economía del petróleo es la producción de automóviles eléctricos.  El estado de California, por ejemplo, planea reducir la emisión de gases en un 40% hasta llegar a niveles inferiores a los de 1990. Para ello, proyecta crear una serie de incentivos financieros y de regulaciones que permitan que en el 2030 haya 4.2 millones de autos eléctricos en su parque automovilístico.  En Europa algunos estados como Holanda tienen objetivos incluso más ambiciosos y aspiran a tener un parque automovilístico 100% eléctrico para el 2030.

Con semejantes incentivos estatales, los principales productores de autos mundiales –Ford, Toyota, Nissan, General Motors, BMW, etc.– hace tiempo ya que llevan experimentando con vehículos híbridos y modelos eléctricos, pero ninguna de ellas iguala en ambición ni en grandilocuencia tecno-utópica a la californiana TESLA y a su capitán de industria Elon Musk. Como Steve Jobs en su día, Musk,  portada incluso de revistas de entretenimiento como Rolling Stone,  es idealizado o vilipendiado como el auténtico gurú de una secta que podría salvarnos del apocalipsis ecológico sin renunciar a la comodidad de nuestros vehículos utilitarios. De las paredes de la gigafactory de Tesla en Nevada cuelga un cartel enorme que reza: “Para acelerar la transición mundial a la energía sustentable”.

TESLA produce automóviles eléctricos de lujo con la promesa de alcanzar niveles de producción masivos y precios al alcance de las clases medias. Pero, como el iphone en su día, los automóviles TESLA son mucho más que un automóvil: son el futuro, “un sueño hecho realidad”, como le escuché decir a una de sus usuarias californianas. Los modelos TESLA poseen, entre otras cosas, reconocimiento facial , capacidad de estacionarse automáticamente y, eventualmente, autonomía para operar sin control humano. Además de sus vehículos eléctricos, Musk ha producido en Australia la batería de litio más grande del mundo con 100 megavatios de potencia para abastecimiento eléctrico doméstico, planea fabricar camiones eléctricos para el transporte de mercancías pesadas e incluso lanzar automóviles que alcancen la luna.

Con estos mimbres resulta casi imposible restarse al optimismo tecnológico que promueve Musk, o, si no se comparte su visión futurista, al menos no reconocer la necesidad de iniciar lo antes posible una transición hacia el uso de energías alternativas al petróleo, a ser posible renovables y más limpias. Sin embargo, antes de aceptar las nuevas soluciones tecnológicas que se nos ofrecen, deberíamos, por una cuestión de ética esencial, preguntarnos de dónde vienen los materiales que hacen posible el uso de estas nuevas energías en la producción de vehículos limpios.

En este caso la pregunta puede ser bastante simple y, a la vez, bastante esquiva. La funcionalidad de los vehículos eléctricos depende de la capacidad de fabricar baterías relativamente livianas. Hoy por hoy esto se consigue fabricando baterías de litio, las mismas que también hacen posible que la batería de nuestros celulares y computadores funcione sin estar conectada a una fuente de red.  La pregunta entonces es: ¿De dónde viene el litio y qué efectos tiene su minería en las comunidades donde opera?

El litio está bastante concentrado en ciertas áreas geográficas. Hay litio en roca en Australia, en Carolina del Norte (Estados Unidos) y en algunos lugares de China, pero la forma más barata de extraer litio es mediante evaporación en salares (lagos de sal formados tras un prolongado periodo de erupción volcánica). Hay salares en Tíbet y en Nevada (Estados Unidos), pero la mayoría de las reservas mundiales de litio –entre el 80% y el 85% dependiendo de los expertos—están en una zona transandina que se extiende a través de las fronteras de Argentina, Bolivia y Chile e incluye los salares de Atacama (Chile), Hombre Muerto, Olaroz y Salinas Grandes (Argentina) y Uyuni y Coipasa (Bolivia) entre otros muchos de menor tamaño. Se trata de cuencas endorréicas (cerradas al flujo de los ríos y otros cauces de agua) que oscilan entre los 2,400 y los 4,000 metros de altitud y que presentan índices de precipitación muy bajos y de radiación muy altos. O dicho más prosaicamente: hace mucho calor en el día, mucho frío en la noche y hay muy poco agua para la vida en general.

La revista Forbes, que rebautizó la zona con el nombre de «Arabia Saudí del Litio», describe en estos términos el Salar del Atacama:

«Nada crece en el corazón del Salar de Atacama, esta antigua cuenca lacustre, 700 millas al norte de Santiago, debe ser el lugar más seco del planeta, una tierra baldía, cubierta de una costra de rocas de sal que se parece a una plasta de vaca […]. Si no fuera por la preciosa salmuera que burbujea 130 pies por debajo de la superficie, los humanos se mantendrían alejados del Salar de Atacama».

Se trata de un gesto típicamente colonial: ver el territorio vacío para evitar hacerse cargo de los potenciales impactos ambientales y humanos que pueda causar la actividad emprendida por un agente foráneo como la minería del litio. Sin embargo, si el periodista de Forbes hubiera sido un poco menos bárbaro, se hubiera informado de que en los oasis que bordean el Salar de Atacama viven comunidades indígenas, según el registro arqueológico, al menos desde el 8,000 AD. De hecho, el pueblo atacameño o Lickan Antay –gente de la tierra en kunza, su lengua– fue capaz de levantar toda una civilización en mitad del desierto más árido del mundo, domesticar la llama y otros camélidos para utilizarlos en sus largas caravanas transandinas, emplear el fruto del chañar y del algarrobo (dos de los pocos árboles que crecen en estos parajes) para aportar proteína a su dieta y fabricar “aloha”, un licor utilizado en ceremonias y ritos. En los Oasis del Salar de Atacama se cosecha hoy alfalfa, maíz, papas y habas; en sus huertos sigue habiendo árboles frutales que reciben agua a través de un escrupuloso sistema de uso comunal del agua que convive con el turismo ecológico y otros emprendimientos comunitarios. Y por si todo eso fuera poco además han sobrevivido a las distintas olas de colonialismo desde la llegada de los españoles hasta el presente.

Por eso, las malas noticias para los inversionistas de Forbes y para el optimismo tecnológico del norte es que, lejos de ser una tierra baldía, el Salar de Atacama, como el resto de territorios del llamado triángulo suramericano del litio, sigue habitado por las comunidades ancestrales Aymara, Quechua, Kolla y Lickan Antay que son, según derecho consuetudinario, los legítimos dueños del territorio, los que lo siguen haciendo florecer respetando sus ciclos de regeneración mediante todo un sistema ritual de pagos a la tierra y respeto a la naturaleza.

A diferencia de los occidentales, estos pueblos indígenas, que se consideran los herederos directos de los Incas, no ven la naturaleza como un objeto exterior a ellos del que pueden disponer a capricho o destruir, sino como un ser vivo. Verónica Chávez, de la comunidad de Santuario de Tres Pozos en Salinas Grandes (Argentina), cuenta que el Salar es un ser vivo con sus venas de agua y sus ciclos de regeneración que atraviesan la estación de las lluvias hasta secarse y hacer brotar la sal que se cosecha después, en la estación seca, como una planta más. Por eso cuando llegaron las mineras del litio a explotar el Salar, el efecto en ella fue demoledor: “Por lo que yo vi, era que gente venía sin conocimiento, no les importaba nada el destrozo de nuestra Mamita Pacha, le tiraban ácido, le rompían la venita de agua, ¡hacían todo un desastre! Y para mí es un dolor eso, porque ella es una mamita para mí, a una madre no se le hace eso”.

Conviene, no obstante, no idealizar ni romantizar a los pueblos indígenas de los salares. En la cuenca de Salinas Grandes, Argentina, han logrado parar, de momento, la explotación del litio, pero unos kilómetros más al este, en Olaroz y Laguna Guayatayoc, las comunidades Lickan Antay han firmado un acuerdo con la minera Orocobre (proveedor principal de litio para Toyota). Lo mismo sucede en el Salar de Atacama donde la norteamericana Rockwood Lithium, subsidiaria del gigante minero Abermale, tiene convenio con la mayoría de comunidades indígenas. A veces estos convenios se firman por intereses, porque las comunidades tienen necesidades de infraestructura o fuentes adicionales de ingresos y, otras veces, se hace a regañadientes, porque si van a sacar el mineral de la tierra es mejor que quede algo en las comunidades. Pero en todos los casos, los pueblos indígenas quieren lo mismo: que se aplique el convenio 169 de la OIT, que haya consulta previa, libre e informada; en el caso de la cuenca de Salinas grandes, sus 33 comunidades incluso tienen un protocolo llamado Kachi Yupi, huellas de sal en quechua, que estipula cómo llevar a cabo esta consulta.

La realidad, sin embargo, no parece dispuesta a respetar la voluntad de estos pueblos indígenas. La presión que ya existía sobre el litio se está incrementando exponencialmente porque si para una batería de teléfono móvil hacían falta 3 gramos de litio, para un auto eléctrico hacen falta casi 20 kilos, más de 50 si se trata de uno de los rutilantes modelos de TESLA.

Con el cambio de ciclo político en Argentina y Chile parece que se han abierto las puertas definitivamente para la explotación sin límites del llamado oro blanco de los salares. Mauricio Macri en Argentina está otorgando licencias de explotación sin consultas y sin muchas cortapisas, hay en la actualidad hasta 63 proyectos aprobados en las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja. Del mismo modo, en Chile, con la llegada de Sebastián Piñera al poder, la minera SQM –una de las más corruptas de la región, privatizada durante la dictadura de Pinochet y vendida a su yerno Julio Ponce Lerou, envuelto hoy en escándalos de financiación política ilegal– acaba de llegar a un acuerdo con el Estado chileno para retomar y aumentar la explotación de litio en el Salar de Atacama. Paralelamente, Elon Musk visita clandestinamente el país para explorar la posibilidad de abrir una megafábrica de baterías de litio en Chile con gran regocijo de las clases dirigentes.

Estos movimientos entre bambalinas, sin duda, hacen que las comunidades indígenas se sientan amenazadas. Saben que la minería del litio extrae grandes cantidades de salmuera y agua que luego se secan al sol en mega piscinas, son conscientes de que viven en cuencas cerradas cuyas fuentes de agua están interconectadas y pueden llegar a secarse definitivamente haciendo la vida en el salar inviable. Como explica Sandra Flores, de la comunidad de Coyo en Atacama, esta posibilidad se vive como un potencial genocidio cultural. En sus propias palabras:

“[Explotar el litio] es terminar con una parte de la humanidad y lo que es la cultura. Eso creo que sería como…trágico, o sea… como decir tú puedes matar a la otra persona y lo matas y listo. Para mí eso es trágico, para mí sería eso, traer algo grande para que mate a los pequeños, eso sería como lo trágico, lo terrible. Es… extinguir una cultura, matarla. Qué ha costado harto vivir en este desierto, es difícil, no es fácil, y… lo hemos podido conservar muchos años… Pero no tenemos las armas para poderlo seguir cuidando, no tenemos. Si el gobierno prefiere el litio, no tenemos nada más que hacer, porque no podemos luchar con algo tan grande.  […] Pero si la luchamos, si la gente se preocupa de poder conservar el agua…”.

Es evidente que necesitamos alternativas al petróleo, pero también pensar en los desafíos que presentan esas nuevas tecnologías y hacernos preguntas incómodas: ¿podemos simplemente sustituir los autos que funcionan con hidrocarburos por autos eléctricos? ¿Qué papel debe cumplir el transporte colectivo y público en la lucha contra el calentamiento global? ¿Existen alternativas al litio como por ejemplo la batería de sodio? ¿Impiden la minería transnacional y los inversores financieros la búsqueda de alternativas al litio? ¿Estamos dispuestos a facilitar con nuestros patrones de consumo la destrucción de ecosistemas de gran complejidad y diversidad como los de los salares? ¿Queremos asumir éticamente la destrucción de culturas milenarias y modos de vida y gestión de lo social alternativos al modo de vida occidental?

 

Fuente:https://kaosenlared.net/la-fiebre-del-litio-amenaza-a-las-culturas-indigenas-de-los-desiertos-de-sal-andinos-video/?fbclid=IwAR17vWoorsisFm5QrLDuBTq_k8DYYZvT3hnDT4vvCmO9OVdcErkjrOm_hJ8

Argentina

Gobierno argentino impulsará proyecto de ley de cierre de mina en Congreso

En lo que resta de su período legislativo de primer mandato, Mauricio Macri quiere implementar una nueva regulación para garantizar una gestión financiera y ambiental ordenada de los cierres de minas.

Los aliados de la coalición del gobierno en el Congreso están buscando consenso para aprobar un proyecto de ley destinado a abordar los desafíos del cierre de minas, informó Perfil.

«Necesitamos contar con herramientas de gestión regulatoria para llevar a cabo las etapas de cierre, que todos los proyectos mineros experimentan, que involucran el cierre de operaciones y controles posteriores al cierre, sin pasar por alto los aspectos financieros», dijo la secretaria de Política Minera, Carolina Sánchez, a la agencia de noticias Télam.

El sector quiere garantías financieras incorporadas a la ley. Según los informes, estos están siendo revisados por legisladores.

Sánchez dijo que el objetivo es «agregar una regulación que ofrezca una serie de mecanismos financieros para abordar proyectos de todos los tamaños, que promueva las mejores prácticas de gestión de cierre progresivo y que no tenga impactos de financiamiento antes de lo esperado para que una operación, en su cierre, puede remediar cualquier daño imprevisto”.

«Las mejores prácticas implicaron la financiación progresiva de proyectos de gestión para evitar daños ambientales acumulados y para que un proyecto pueda incorporar en su planificación la inversión social y ambiental que requiere un cierre», agregó.

El proyecto de ley incluyó consultas con organizaciones internacionales como ICMM, APEC, el Banco Mundial, el Gobierno de Australia Occidental, el Gobierno de Queensland y el Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, con el apoyo técnico del Instituto Canadiense de Recursos Internacionales y Desarrollo (CIRDI ).

 

Fuente:https://tiempominero.com/contenido.php?id=1712