Argentina

Conflicto mega-minero y democracia en Chubut

09/05/2021
La semana que pasó el inicio del seminario de doctorado «Ecología Política y Comunicación Ambiental» (FSoc – UBA)* coincidió con el rechazo a la Iniciativa Popular (IP) para regular la mega-minería por la Legislatura de Chubut. La situación fue propicia para exponer un «informe de coyuntura» sobre la situación del conflicto originado en torno a la mega-minería en esta provincia. Las diferentes ideas sobre problemática o «conflicto ambiental» se vinculan con miradas contrapuestas sobre la democracia.

Por Pablo Gavirati**

El movimiento contra la mega-minería nació en Esquel y se extendió a todo Chubut. Foto: Asamblea No a la Mina

 

Coyuntura e historia reciente

El día viernes, la periodista de Trelew Alejandra Sepúlveda informaba sobre las protestas posteriores al rechazo a la iniciativa popular, en particular el corte intermitente sobre la ruta nacional 3 (que fuera desalojado la madrugada de hoy domingo). Allí expresaba que “nadie apareció a solucionar este conflicto que generaron los diputados que rechazaron la IP con mentiras y sin haber consultado a sus autores”. Es decir, un tratamiento exprés del día jueves 6 para un proyecto que consiguió con mucho trabajo militante más de 30 mil firmas.

Una de las respuestas que recibió por twitter fue la de Marcelo Mena Muñoz, Secretario General del Sindicato Jerárquico Minero (nucleado en CTA de los Trabajadores). Allí preguntaba de forma retórica «Solucionar conflicto!! Si ustedes son un grupo sectario y Ecoterrorista». Luego mencionaba que «todo el pueblo» no apoya y que «los ciudadanos quieren trabajo y progreso». Para finalizar reiteraba el apelativo originado hace años para aplicarlo a las asambleas ambientales: «Basta de troskos Ecoloterroristas, respeten la democracia». De modo similar, el vice-gobernador Sastre expresó que «no estamos en un gobierno de asambleísmo».

Un primer análisis nos lleva a reflexionar sobre el modo en que se pone en discurso la conflictividad. El tópico del «eco-terrorismo» supone una deslegitimación primaria, ya que de por sí el terrorismo está por fuera de la democracia. Más aún, en este caso, las asambleas lideraron un proceso por el cual se utilizó el mecanismo de iniciativa popular para presentar una ley. Aún así, diputadxs oficialistas obtuvieron la mayoría para rechazar el proyecto sin siquiera dignarse a escuchar a sus impulsores. ¿De qué democracia estamos hablando entonces?

Algunos antecedentes y números son elocuentes.

En 2003, la consulta popular en Esquel obtuvo el 81 por ciento de los votos del histórico “No a la Mina”, dando lugar a la sanción de la Ley 5001 de prohibición de minería metalífera con uso de cianuro, con foco en la zona cordillerana. Esta legislación habilitaba todavía la zonificación minera en otros departamentos de la provincia, pero en un periodo de tiempo ya agotado en la actualidad.

Entre 2013 y 2014, se presentó la primera Ley de Iniciativa Popular que reunió 13.007 firmas para ampliar por ley la prohibición de la mega-minería, con otros químicos e incluyendo la minería de uranio, y explícitamente a toda la provincia de Chubut. Fue en esa instancia que se observó al entonces diputado provincial Gustavo Muñiz (Fpv) recibiendo instrucciones en plena sesión de un empresario minero.

Todo el 2020 se realizaron manifestaciones multitudinarias en todos los pueblos y ciudades de la provincia frente al proyecto de zonificación minera impulsado por el gobierno. Frente a esta situación se decidió organizar la segunda Iniciativa Popular, que alcanzó en 2020 el número de 30.916 firmas, una cifra que representa el 10 por ciento de quienes votaron en la última elección del 2019.

Entre los hechos del año pasado hubo muchos que sería pertinente mencionar, entre ellos el contundente rechazo de organismos científico-técnicos de Chubut al proyecto de zonificación del gobiernos, liderados por el CENPAT (Centro Nacional Patagónico) del CONICET. Asimismo, en el orden político, hubo denuncias por corrupción a legisladores provinciales, que cobraron un gran asidero cuando se difundió una cámara oculta realizada a Sebastián López (electo por el PRO), en la cual se ufanaba de su capacidad para hacer lobby y pedía más de «100 lucas» para alcanzar su propósito.

El diputado López no sólo no fue apartado de la Legislatura, formó un bloque uni-personal, y desde su banca fue decisivo para rechazar el proyecto de la Iniciativa Popular por un estrecho margen de 13 votos contra 12, con 2 abstenciones de diputados de la UCR que también hubieran resultado decisivos. Sin entrar en mayores detalles sobre las coaliciones político-partidarias, resulta interesante destacar que las fuerzas que constituyen el oficialismo nacional «Frente de Todos» se encuentran divididas en Chubut. En este punto, desde el PJ provincial se manifestaron en contra de la zonificación minera.

Conflicto, democracia
Reiteramos entonces una pregunta fundamental: ¿Qué entendemos por conflicto asociado a la mega-minería? Y más aún: ¿Cuáles son las concepciones de democracia? Algunos de los aspectos correspondientes a la primera clase del Seminario tuvo como objetivo indagar en el modo en que las ciencias sociales pueden abordar la problemática ambiental. Para ello, se retoma un trabajo de publicación reciente en el cual se propone distinguir entre tres modalidades diferentes, según se analiza el estatuto de cientificidad en relación con el dualismo Sociedad – Naturaleza.

Para la siguiente reflexión nos basaremos en dos de ellas, que tienen mayor presencia en el debate latinoamericano: la Ecología Política Latinoamericana (EPL) y la Sociología del Conflicto Ambiental (SCA). La EPL parte del diagnóstico de una crisis ecológica civilizatoria, por lo cual promueve para su análisis el diálogo interdisciplinario con la ecología científica del área de ciencias naturales, pero del mismo modo con movimientos ambientales. Para la SCA, el postulado principal es considerar al conflicto ambiental como un tipo de conflicto social; por este motivo resalta que debe existir un distanciamiento con el ambientalismo en tanto actor contencioso.

Esta diferenciación resulta clave a la hora de pensar los posicionamientos de quien investiga en el área de ciencias sociales. Entender la problemática o los conflictos vinculados con el ambiente como parte de una crisis civilizatoria, como lo hace EPL en referentes como Enrique Leff, implica al menos la necesidad de reflexionar sobre las propias prácticas de lxs cientistas sociales, que por largo tiempo han excluido de sus investigaciones todo aquello vinculado a «la naturaleza». Por el contrario, concebimos las propuestas de la SCA como un intento de «normalización» de la sociología, en tanto una objetivación y autonomización de «la sociedad» separada ontológicamente de «la naturaleza», tal cual lo define el paradigma moderno.

Así, para Angela Alonso y Valeriano Costa, para la SCA se trata de estudiar «una modalidad específica de conflicto social: ambiental» y -en este marco interpretativo- «el movimiento social ambientalista es el primer protagonista del conflicto ambiental» (2003). Desde su visión, para la SCA, «el principal obstáculo es la ausencia de una agenda de investigación de problemas ambientales autónomas en relación con las preocupaciones del movimiento ambientalista». Otro autor clave de la SCA, Guillermo Fontaine, afirma que ésta “se interesa por las interacciones entre los actores sociales, estatales y económicos sin la presión normativa ni el sesgo ideológico que caracterizan a la ecología política. Estas interacciones pueden orientarse hacia la resolución del conflicto por distintos medios” (2010).

Sin llegar a considerar que estos autores puedan asumir el concepto del «eco-terrorismo» que se expresa en el debate político respecto al movimiento asambleario, sí podemos destacar que aquí existe la coincidencia en que la carga de la prueba sobre el origen del conflicto ambiental reposa en los actores ambientalistas. La administración o gestión del conflicto social sería entendida en un marco institucionalista, del cual por ejemplo Fontaine hace referencia a la idea de la «gobernanza ambiental» entre Estados y corporaciones económicas. El conflicto en tanto problema sería responsabilidad de actores ideologizados, y por fuera de los parámetros democráticos, como expresa el apelativo de «eco-terrorismo»; o de «eco-fascismo», en otra variante.

En contraposición, para la EPL en todo caso es posible distinguir entre diferentes movimientos ambientales, entre las cuales se destacan las miradas sobre el ecologismo popular, o los llamados movimientos socio-ambientales. En Argentina, las asambleas contra la mega-minería son un ejemplo paradigmático de este tipo de movimiento ambiental que encuentra raíces en el llamado «Argentinazo» del 2001-2002, y que constituye su continuidad más evidente como forma de expresar una democracia participativa. En este punto, lo sucedido esta semana es consecuencia del uso de un mecanismo de democracia semi-directa, que intentó construir un puente con la estructura institucional de la democracia representativa afectada por muestras explícitas de connivencia con la corporación minera.

Desde este punto de vista, referentes de la EPL o posicionamientos afines ubican el origen de la conflictividad ambiental en las corporaciones extractivistas (mega-minera, del agronegocio, del fracking) que son las principales protagonistas de la crisis ecológica. De este modo, se abre la necesidad de un frente común: Arturo Escobar ha llamado en numerosas ocasiones a construir puentes entre movimientos ambientales y la academia. En Argentina, un ejemplo claro fue el libro de 15 mitos de la minería (2011) del colectivo Voces de Alerta, (Horacio Machado, Maristella Svampa, Enrique Viale, entre otrxs). Allí se presentaban como investigadores que «acompañamos las luchas socio-ambientales» y al libro como «un instrumento de lucha política».

Estamos ingresando en la segunda década de un siglo que ya estaba marcado por la agenda de la crisis climática y que desde el año pasado ha sido sacudida por una pandemia causada por un virus. Ambos hechos, de diferente manera, nos invitan con urgencia a repensar nuestras prácticas como investigadores o analistas del área de las ciencias sociales. ¿Podemos seguir nuestros trabajos, como si lo que ocurriera en «la naturaleza» es asunto de conservacionistas, ambientalistas, ecologistas, asambleístas o eco-terroristas? Incluso una noción básica del ámbito de las ciencias sociales como la democracia no puede ser hoy entendida por fuera de la crisis ecológica; en tanto el Estado aparece como regulador de las relaciones de poder no sólo entre actores sociales sino también entre sociedades-naturalezas. Este debate no puede ser cancelado, sino que es urgente su discusión teórica y su praxis política.


* El Seminario «Ecología Política y Comunicación Ambiental» de los profesores Pablo Gavirati y Florencia Yanniello se realiza en el marco del Doctorado en Ciencias Sociales (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires).
** Pablo Gavirati. Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA), Especialista en Comunicación y Ambiente (UNLP) y Doctor en Ciencias Sociales (UBA). Docente de la Facultad de Ciencias Sociales. Co-Editor de ComAmbiental.
http://www.comambiental.com.ar/2021/05/conflicto-mega-minero-y-democracia-en.html

Argentina, Criminalización de la protesta

Reclaman «el cese de la criminalización de la protesta social en Andalgalá»

06/05/2021
La docentes, investigadores, no docentes, estudiante y egresados de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) que estuvieron realizando clases públicas por la situación en Andalgalá publicaron un documento en el que reclaman “el cese de la criminalización de la legítima protesta social y de las acciones de hostigamiento y persecución política desatada contra los defensores del Agua del Aconquija”.
El documento completo:

«PRONUNCIAMIENTO DE LA COMUNIDAD PEDAGÓGICA Y CIENTÍFICA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE CATAMARCA

Los acontecimientos desencadenados en Andalgalá desde los primeros días de abril de este año, constituyen un episodio más de un largo proceso de violencia estructural que arrecia sobre nuestros territorios/poblaciones bajo las modalidades del extractivismo minero neocolonial. El inicio de facto de las operaciones de exploración avanzada del Proyecto MARA (fusión Agua Rica y Alumbrera) arremete, no sólo contra la normatividad específica vigente (art. 41 de la Constitución Nacional; Ley Nacional 26.639, de Protección de Glaciares y Áreas Periglaciares -cuya existencia en las sierras de Aconquija fue constatada por el SEGEMAR, el IANIGLA y el Ministerio de Minería de Catamarca; Ley General del Ambiente 25.675; Ordenanza Municipal 029/16; Sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación del 02 de marzo de 2016), sino que avasalla las más elementales garantías constitucionales de la población.

Andalgalá lleva más de 25 años de resistencia. En el 2005 rechazó la “presentación” de Agua Rica. En 2009 se conformó la Asamblea El Algarrobo que, junto a otras organizaciones populares, asambleas y vecinxsautoconvocadxs han venido sosteniendo la defensa del territorio, quedando en la memoria la brutal represión del 15 de febrero de 2010.

A este reclamo histórico por la libre determinación, la respuesta del Estado es la criminalización. Hemos seguido con preocupación los allanamientos y detenciones arbitrariamente ordenadas contra asambleístas y manifestantes, así como la intimidación hacia otrxsvecinxs, pues entendemos que estamos frente a la vulneración de derechos humanos básicos que buscan desarticular el reclamo social, penalizando un conflicto social real y profundo de larga data.

Ante la gravedad de estos acontecimientos, como integrantes de la comunidad pedagógica y científica de la Universidad Nacional de Catamarca (en nuestro carácter de estudiantes, egresadxs, no-docentes y docentes e investigadorxs) manifestamos nuestro más enérgico repudio a este nuevo ciclo de violencias y despojos. Reclamamos el cese inmediato de las medidas de fondo que violentan radicalmente los derechos territoriales del pueblo de Andalgalá, de la criminalización de la legítima protesta social y de las acciones de hostigamiento y persecución política desatada contra lxsdefensorxs del Agua del Aconquija.

Llamamos a toda la comunidad científica y académica a difundir y promover el debate sobre estos hechos considerando nuestra función social al servicio de la democracia y la justicia, abandonando la pasividad como forma de complicidad con los poderes fácticos.

Exigimos el rechazo de los fondos mineros para las Universidades Públicas que colonizan y mercantilizan la producción de conocimiento; el sobreseimiento y el cese definitivo de las causas injustas contra lxsdefensorxs del agua y la vida de Andalgalá y la liberación del Aconquija, con la paralización total de la exploración avanzada del proyecto MARA.

La única vía para erradicar la violencia de modo legítimo y eficaz exige resolver democráticamente la conflictividad estructural que la genera. Eso implica básicamente el reencauzamiento de un diálogo democrático-participativo sobre el modelo minero impuesto, empezando por la derogación de la ley provincial de adhesión a las reformas de los ‘90 (Ley Provincial 4759) y el inicio de un proceso de deliberación y construcción de genuinos consensos sociales, políticos y científicos sobre qué tipo de minería necesitamos y es posible realizar para un horizonte de autodeterminación histórico-social encaminado hacia el bienestar colectivo, la justicia social y ambiental y la convivencia democrática. Frente a esto, tenemos un gran desafío y un gran reto como Universidad Pública, empezando por desandar la senda recorrida de la defraudación social. Esta lucha no es solo de Andalgalá, es de todos nuestros territorios, es del único mundo existente. Sin justicia ambiental para la Madre Tierra no puede haber justicia social (ni justicia cognitiva)».

Firman el documento (226 firmantes):

Manuel Fontenla (UNCa – CITCA – CONICET); Laura Roda (Docente, UNCA); Mariela Pistarelli (DocenteF. Humanidades-UNCa/ Colectivo E.P. del Sur- CITCA); Marcia Vergara (Becaria doctoral CONICET/Escuela de Arqueología, UNCA); Horacio Machado Aráoz (Docente UNCA – Investigador CONICET). Hay más firmas…

Argentina

EL PUEBLO SE MOVILIZA EN DEFENSA DE LA INICIATIVA POPULAR

06/05/2021

Tras el vergonzoso rechazo de la Iniciativa Popular, la reacción del pueblo chubutense no se hizo esperar.

Se produjeron ocupaciones en las Municipalidades de Esquel y Trevelin.

Se realizan cortes de ruta en la Comarca Andina y en la Ruta 3.

Por su parte, los Intendentes de Esquel, Trevelin y Lago Puelo enviaron notas a la Legislatura manifestando su preocupación por la falta de respeto a la decisión popular y solicitando el retiro del proyecto de zonificación minera que aún tiene estado parlamentario.

Se llevaron a cabo también movilizaciones en las distintas ciudades.

Continúa el corte del la Ruta 3.

El pueblo se moviliza en defensa de la Iniciativa Popular

Argentina

VERGONZOSA SESIÓN LEGISLATIVA RECHAZA LA INICIATIVA POPULAR

06/05/2021
El día miércoles 5 de mayo, la Comisión de Desarrollo Económico, Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Legislatura del Chubut emitió dictamen negativo para el Proyecto 129/20. El proyecto busca prohibir la minería metalífera a gran escala con uso de sustancias tóxicas (megaminería) y fue presentado por Iniciativa Popular acompañado de 30.916 firmas chubutenses. Toda la información aquí https://leymineriachubut.com.

El mismo día, la Legislatura de la Provincia del Chubut elabora el orden del día para la sesión del jueves 6 e incluye en ella el tratamiento del Dictamen emitido por aquella Comisión. En una sesión vergonzosa, 13 diputados rechazaron el tratamiento de la Iniciativa mientras que 12 lo aprobaron y 2 se abstuvieron.

El resultado de la votación pone en evidencia la falta de compromiso de los legisladores con la voluntad popular y su posicionamiento servil con las corporaciones mineras y su cómplice, el Gobernador Mariano Arcioni.

La propuesta para la votación fue la de aprobar o rechazar el dictamen de Comisión. En la columna A la lista de traidores al pueblo. En la columna C, los votos de diputados de la oposición al gobierno actual que solo reafirmaron con su indecisión el voto de los traidores.

Una vez más, la democracia chubutense expone su decadencia.

Vergonzosa sesión legislativa rechaza la Iniciativa Popular

 

Argentina

PIDEN LA CLAUSURA DE AGUA RICA

05/05/2021
Comunicado de la Asamblea El Algarrobo y Resolución del Ministerio Público Fiscal en relación con el emprendimiento minero Agua Rica del 22 de abril de 2021. La Fiscalía resuelve que no se opondrá al pedido de medidas cautelares y clausura de Agua Rica hasta tanto se verifique la existencia de glaciares.

Desde Asamblea El Algarrobo, queremos hacer conocer a la comunidad que se solicitó la suspensión de las obras de perforación avanzada y la clausura preventiva del yacimiento Agua Rica en Comodoro Py, y que ésta cuenta con el apoyo del Dr. Guillermo Marijuan, fiscal de la Nación.

Como es sabido, la Asamblea El Algarrobo desde su nacimiento en el año 2010, viene exigiendo su derecho a vivir en un ambiente sano y que se cumpla el ordenamiento legal vigente.

El 25 de Octubre de 2019, vecinxs de Andalgalá nos presentamos ante la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal, que luego del sorteo correspondiente dio intervención al Juzgado Criminal y Correccional Federal Nro. 1 y a la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 9 de Comodoro Py de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a cargo del Fiscal Federal Dr. Guillermo F. Marijuán.

Allí denunciamos la violación de leyes ambientales en los acuerdos de integración entre Agua Rica, Minera Alumbrera e YMAD, y particularmente la violación de la ley de Régimen de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglacial, debido a la existencia de los mismos en los Nevados del Aconquija, agregando las pruebas correspondientes tanto del IANIGLA (INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGÍA, GLACIOLOGÍA Y CIENCIAS AMBIENTALES), del SEGEMAR (Servicio Geológico Minero) además de otras pruebas, por lo que se solicitó la suspensión del inicio de las obras de perforación avanzada del Yacimiento Agua Rica y la clausura preventiva del yacimiento Agua Rica.

Asimismo, se le hizo saber al fiscal sobre los nuevos hechos de violencia institucional sufridos por la población de Andalgalá, perpetrados para atemorizar a las vecinas y los vecinos que hace más de 11 años venimos expresándonos en contra de la actividad megaminera en el yacimiento Agua Rica, y lo hemos hecho por todos los caminos institucionales.

La empresa y el gobierno provincial, en connivencia con el Poder Judicial de la Provincia de Catamarca, pretenden hacernos quedar como violentos y delincuentes, para favorecer los intereses económicos de una empresa privada, poniendo a éstos últimos por encima de los bienes comunes y el resguardo de las poblaciones afectadas por la megaminería.

Es vergonzoso que vecinas y vecinos deban emplear su voluntad, su tiempo y sus recursos económicos para defender algo que es obligación del Estado defender. Sin embargo, aquí continuamos con la lucha institucional, así como también en las calles, en las redes y en todos los espacios en los que haya que continuarla, hasta que nuestros cerros estén libres de megaminería y nuestrxs vecinxs desprocesados.

Aquí no se rinde nadie. Basta de persecución a los pueblos que luchan por su agua.


Bajen inmediatamente las máquinas del Aconquija, liberen a nuestro cerro!
#AndalgaláResiste
#NoEsNo
#FueraYamanaGold
#Andalgalá
#AguaRicaIlega

Piden la clausura de Agua Rica

Argentina

ARCIONI INSISTE CON EL TRATAMIENTO DE LA LA ZONIFICACIÓN MINERA

0/05/2021
El gobernador Mariano Arcioni insistió con el proyecto de zonificación minera y afirmó “Tenemos que saber la provincia que queremos”. ¿Es que acaso no registra cuál es la provincia que el pueblo quiere?

Aquí, una nota de ADN Sur que también publica “El inversor minero” ¿Queda claro a quiénes se refiere Arcioni cuando enuncia el “nosotros”.

El gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, habló de la necesidad de que los diputados debatan el proyecto de zonificación minera en la provincia.

El gobernador del Chubut, Mariano Arcioni, lo manifestó al sostener la importancia de que se trate el proyecto de zonificación minera en la Legislatura. «El futuro que tiene Comodoro y que tienen otras zonas lo tiene que tener también la meseta”, aseguró.

«Claro que sí», respondió ante la consulta sobre si los diputados del Chubut deberían avanzar en el análisis del proyecto, al señalar que es «un proyecto de zonificación minera y un proyecto de desarrollo para mirar la provincia para adelante. Tenemos que saber la provincia que queremos», dijo.

«Yo quiero una provincia con una matriz productiva muy fuerte y bien diferenciada en cada una de las regiones. La zonificación en la meseta central se tiene que llevar a cabo con el desarrollo minero, como se lleva a cabo en la cuenca del golfo San Jorge la cuestión petrolera y la metal mecánica, así como en la el VIRCh tenemos pesca, aluminio, tenemos turismo», argumentó.

«La meseta central merece también tener las oportunidades que tienen las otras regiones. Los ciudadanos de la meseta necesitan tener un futuro. Nadie de nosotros le podemos cercenar ese sueño y esa esperanza de progresar porque de eso va el progreso de la provincia, como viene del petróleo y del aluminio».

El gobernador recordó que así como hay gente que llega a «Comodoro porque genera trabajo , también ocurre con los vecinos de la meseta deben emigrar hacia otras localidades porque no tienen futuro».

«El futuro que tiene Comodoro, y que tienen otras zonas, lo tiene que tener también la meseta”, puntualizó el gobernador.

«Voy a seguir dando la discusión. Y yo no me detengo en cuestiones políticas egoístas. Yo sé que hay que mirar la provincia para adelante. Tenemos una provincia de excepción y excepcional. Nosotros tenemos que tener la provincia que todos los ciudadanos y los vecinos de la provincia se merecen», concluyó sobre este tema.

INVERSIÓN EN MATERIA ENÉRGETICA

El gobernador anunció que » hicimos un paso importantísimo» con respecto al parque eólico en El Escorial. » Venimos trabajando hace mas de 8 meses. Yo no lo quería anunciar hasta que no tengamos el proyecto técnico y una fuente de financiación».

Sin embargo, adelantó que «lo cierto es que la semana anterior se firmó con la empresa mas importante de energía de China , que es la empresa que hoy esta haciendo las represas en Santa Cruz, y nos presentaron el proyecto ejecutivo- técnico del proyecto del escorial en la meseta».

Indicó que se trata de 200 megavatios y con una inversión de 330 millones de dólares. «Es una obra que va a llevar un tiempo pero siempre mirando para adelante. No puede ser que cuando teníamos una provincia de 130 un barril sigamos teniendo 27 localidades con grupos electrógenos de energía. No podemos hablar de desarrollo sino tenemos energía. Dimos un paso importantísimo para nuestra provincia con este parque eólico en el escorial. Y próximamente vamos a tener novedades para Comodoro Rivadavia», adelantó sin dar detalles al respecto.

Arcioni insiste con el tratamiento de la la zonificación minera

Argentina

Liberan a detenidos de protesta antiminería de Andalgalá

29/04/2021
Las personas fueron detenidas hace dos semanas en la comisaría de la ciudad catamarqueña. A pesar de su liberación, cargan con causas judiciales armadas.

Los presos políticos de la ciudad catamarqueña de Andalgalá, que estaban detenidos en la comisaría departamental desde el 12 y el 14 de abril, fueron liberados este lunes tras el pago de una fianza de 150 mil pesos por cada uno de ellos. No obstante, cargan con causas armadas por estar en contra de la megaminería y a favor de la defensa del agua en su territorio.

Se trata de Matías Paz, Walter “Ají” Mansilla, Jorge Ramos, Eduardo Villagra, Enzo Brizuela, Augusto Brizuela y Damián Abel, quienes hoy recuperaron su libertad, pero seguirán vinculados a las causas al igual que Aldo Flores, Sara Fernández y Ailén Diamante Saracho, que habían sido arrestados en sus domicilios. «Nuestra lucha continúa hasta que no haya ningún compañero más judicializado por defender el agua de nuestra cuenca», advirtieron.

El grupo de ambientalistas forma parte de la Asamblea El Algarrobo, que se opone desde hace años a la explotación ilegal de once pozos que permitió el gobierno de Catamarca en el emprendimiento minero Agua Rica de la empresa multinacional canadiense Yamana Gold.

La fiscal de la Segunda Circunscripción Judicial con asiento en la ciudad de Andalgalá, Marta Nieva, hizo lugar al pedido del abogado defensor Juan Figueroa y accedió a bajar la caución que impuso de 300 mil a 150 mil pesos. Así, los familiares de los activistas lograron llegar al monto y el grupo recuperó la libertad, pasado el mediodía.
Sin embargo, los asambleístas seguirán acusados por incidentes en las oficinas de Minera Agua Rica- Alumbrera (Mara) y de la sede del Partido Justicialista de esa localidad. «Cargan con cargos por causas judiciales muy cuestionadas y en las que abundan testigos allegados a las mineras», consigna la agencia de noticias Tierra Viva.

Según el portal El Ancasti, la fiscal Nieva dispuso ahora que deberán presentarse cada diez días en las oficinas de la Fiscalía de la Segunda Circunscripción Judicial y no podrán ausentarse de sus domicilios sin la autorización judicial. Además, no se les permitirá mantener contacto con los denunciantes, entre otras medidas que deberán cumplir.

Tras el reencuentro de sus integrantes en la vereda de la comisaría, la Asamblea publicó un comunicado en sus redes, en el que denuncia la situación de persecución política-policial-judicial de la que son víctimas sus miembros por defender el medio ambiente de la codicia extractivista minera.

«Armaron un escenario patético, donde un personaje ligado a la empresa minera atropelló a dos compañeros, uno de ellos hoy recién liberado. Literalmente se lo llevó sobre el capot 30 metros, y luego quiso pegarle. Pero los violentos somos nosotros. Militarizaron la ciudad, trajeron al grupo de choque kuntur para amedrentar a todo el pueblo. Estacionaron camionetas de la policía sin patente en las puertas de nuestras casas hasta la madrugada, indagaron a nuestros vecinos. ¿Y aún así quieren instalar que nosotros somos los violentos?», se preguntaron.

«Tuvieron que apretar a 12 vecinos, mantenerlos en prisión, cometer apremios ilegales, violar sus derechos humanos, hostigar al resto de los asambleístas con métodos de la época de la dictadura, y aun así, no pueden obtener la licencia social», afirmaron.
Fuente: InfoNews
https://www.aimdigital.com.ar/nacionales/liberan-a-detenidos-de-protesta-antiminera-de-andalgal.htm

Argentina

Piden liberación de detenidos en protesta antiminera

28/04/2021
Vecinos y organizaciones antiminera reclaman por el avance del megaproyecto Mara (Minera Agua Rica Alumbrera). En enero la Corte de Justicia de Catamarca habilitó la explotación.

El pasado 10 de abril más de cuatro mil personas se movilizaron en Andangalá, al norte de la provincia de Catamarca, en contra de la megaminería en la región. La protesta avanzó y se registraron destrozos en la sede de un local político, el despacho de un legislador y la sede de la compañía Agua Rica, una de las empresas involucradas en el megaproyecto Mara (Minera Agua Rica Alumbrera). Tras el acto, detuvieron a varios manifestantes y hasta el día de hoy 12 activistas medioambientales continúan detenidos.

Frente a este escenario, allegados y grupos políticos se manifestaron en las últimas horas en la puerta del edificio del Ministerio de Ambiente de la Nación para exigir la libertad de los detenidos y reafirmar el rechazo al uno de los proyectos más grandes de explotación minera en la región. Además, distintos activistas denunciaron que son «hostigados» por la policía local que impulsó la vigilancia de sus domicilios con «drones» y «patrulleros».

Los vecinos de Andangalá y distintas organizaciones ambientalistas alertan que el avance de la actividad minera en la región les quita el acceso al agua potable y que cada vez es mayor el caudal de ríos afectados por la contaminación. «Yamana Gold -empresa canadiense- impulsa la minería de escala Mara sin licencia social. Mientras la comunidad de Andalgalá se defiende de la agresión, aún permanecen detenidos 12 vecinos defensores del agua y el Aconquija», publicó en sus redes la Unión de Asambleas de Comunidades (UAC).

En las últimas horas, el diputado nacional del Frente de Todos, Leonardo Groso, y sus pares del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño y Myriam Bregman, se sumaron al pedido de liberación y dejaron mensajes en sus redes sociales. «Exigimos su libertad inmediata», coincidieron todos. Días atrás el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) también se pronunció al respecto y pidió revisar las acusaciones contra los ambientalistas.

Punto de quiebre
Si bien es un conflicto que data de décadas, en enero la Corte de Justicia de Catamarca declaró inconstitucional la ordenanza 09/16 del municipio de Andalgalá que prohibía la explotación minera a cielo abierto. Sin embargo, a pesar de decir que el fallo se ajusta a derecho, el gobernador Raúl Jalil les aclaró a los titulares de la minera Agua Rica que la explotación no se llevará a cabo si no hay garantías de que no se afectará al medioambiente. La advertencia quedó en agenda y los grupos antimineros señalaron que comenzó la movilización de infraestructura para iniciar las operaciones, por lo que decidieron iniciar las protestas.

Luego de los reclamos que terminaron en disturbio, la Policía provincial desplegó una serie de allanamientos y aprehendió, a más de una docena de personas entre los que había activistas, militantes, exfuncionarios y trabajadores municipales. Al día de hoy, doce continúan presos. Además, se abrió una causa judicial y la encargada de conducir la recopilación de datos es la fiscal Soledad Rodríguez.
Fuente: El Intransigente
https://www.aimdigital.com.ar/nacionales/piden-liberacin-de-detenidos-en-protesta-antiminera.htm

Argentina

Raúl Jalil envía recursos a Andalgalá donde explotó el conflicto entre mineros y ambientalistas

La asistencia financiera llegó en una semana compleja. Fueron días de cortocircuitos entre el jefe comunal y el oficialismo
Por El Intransigente
24/04/2021
El gobernador de Catamarca Raúl Jalil, decidió poner un manto de piedad al conflicto en Andalgalá. El mandatario acordó un aporte de $2.500.000 para el intendente de Andalgalá, Eduardo Córdoba. El dinero serán destinados a la asistencia de familias afectadas por las inclemencias climáticas. Pero además parte de este dinero está destinado a subsidiar la actividad gastronómica y los gimnasios de la comuna.

La asistencia financiera llegó en una semana compleja. Fueron días de cortocircuitos entre el jefe comunal y el oficialismo. Por las protestas antimineras, el Partido Justicialista presentó una denuncia contra Córdoba. De acuerdo a los demandantes el Intendente liberó la zona para que se produzcan desmanes. Además al menos una decena de dirigentes oficialistas salieron a criticar al titular del Ejecutivo municipal.

Por eso no es extraño este gesto político de Raúl Jalil. El mandatario llegó con $1.000.000 no reintegrables. Este dinero será destinado a la actividad gastronómica y gimnasios. Ambos rubros se vieron gravemente afectados por las medidas dispuestas en la emergencia sanitaria. Andalgalá es una ciudad que suele recibir muchos visitantes durante el verano. No tener temporada turística afectó gravemente al sector gastronómico.

En tanto, el $1.500.000 restante se asignó a las familias que fueron afectadas por las inclemencias del tiempo en el departamento tiempo atrás. “Continuamos en forma constante con el auxilio financiero a todos los municipios y siempre con la mirada puesta en los que más precisan. Los aportes que se realizan son en razón a las necesidades más urgentes, para que se llegue a un desarrollo integral, equilibrado y sin desigualdades en toda la provincia”, aseguró el ministro de Gobierno, Jorge Moreno que participó del acto.
Subsidio agrícola

Otro de los sectores que más se enfrenta a la minería es el de los agricultores locales. Para ellos el Gobierno también trajo subsidios. A través del Ministerio de Agricultura y Ganadería, realizará aportes no reintegrables de $2, $1,5 y $1 por kilogramos a los pequeños productores que elaboren hasta un límite de 20.000 kilos.

Argentina, Internacional, Litio

El agua vale más que el litio

Lógica predatoria
Horacio Machado Aráoz 23/04/2021
Fuentes: CTXT [Imagen: Mina de litio. PICASA]

Definir y dirimir el valor del agua respecto del valor del alcalino es decidir qué vidas valen más que otras; cuáles valen, a secas, y cuáles son sacrificables

Días pasados, los habitantes de Catamarca (Argentina) nos enteramos por la prensa –sin previo aviso, como es costumbre–, de la firma de un convenio entre dos grandes empresas transnacionales para aliarse en la explotación de un mineral ‘disponible’ en el territorio provincial. Se trata de un contrato por 334 millones de dólares por la que la alemana BMW firma un acuerdo de provisión de litio con la minera norteamericana Livent (ex FMC Co.) que desde más de 20 años viene explotando las salmueras de litio del Salar del Hombre Muerto, en el departamento puneño de Antofagasta de la Sierra.

La escenografía de la noticia refleja a cabalidad y en alta definición la anatomía fisiológica del nuevo pacto colonial que, en nombre de la “sustentabilidad” y la “transición energética”, se viene sellando, ahora aceleradamente, en el contexto de la crisis pandémica global. En el centro de la escena, una empresa automotriz, fabricante emblemática de autos de lujo, firma un convenio con una de las primeras piezas del mercado oligopólico mundial de litio, para asegurarse el abastecimiento de un insumo estratégico para su nuevo producto estrella, el coche eléctrico. Al costado, cumpliendo los roles secundarios de servicios, funcionarios del gobierno estatal argentino. Fuera de escena y de todo lugar, sin arte ni parte en esta historia –como actualizando aquel viejo adagio colonial hegeliano–, las comunidades habitantes y productoras del territorio donde se extrae el llamado “oro blanco”.

Las crónicas periodísticas destacan que, por el acuerdo, “Argentina” (sic) se convertirá en el segundo proveedor de litio de BMW, detrás de Australia. Lo presentan como un logro de la nación, ya que el secretario de Minería, Alberto Hensel, había presentado meses atrás, en una videoconferencia a las autoridades de BMW, las bondades y potencialidades del “litio argentino”; aparentemente, con una oratoria muy convincente. La empresa Livent agradeció el apoyo técnico de la Secretaría de Minería de la Nación y el Ministerio de Minería de la provincia de Catamarca, que “resultó fundamental para el acuerdo celebrado”. BMW, por su parte, expresó que “al obtener litio de un segundo proveedor, estamos asegurando los requisitos para la producción de nuestra quinta generación actual de celdas de baterías. Al mismo tiempo, nos estamos volviendo tecnológicamente, geográficamente y geopolíticamente menos dependientes de proveedores individuales”. Así, el vocero de la empresa alemana, con una sinceridad inusual en el lenguaje corporativo, fue al grano y puso el dedo en la llaga. Porque ¿de qué se trata el colonialismo, sino de estructuras y relaciones de dependencia?

Uno de los más usados efectos mágicos del lenguaje colonial consiste en invisibilizar mundos y producir desapariciones/ausencias ontológicas

Eso sí. Las asimetrías histórico-estructurales se reproducen ahora con nuevas complicidades, nuevos formatos tecnológicos y ropajes ideológicos. En estos tiempos del “fin del mundo” (de los recursos infinitos), todo debe hacerse en nombre de la sacrosanta “sustentabilidad”. Todo se expresa en un discurso que, apelando al viejo culto colonial, desarrollista y tecnólatra, aparece ahora revestido de “conciencia ambiental”, presentando a las empresas liderando el cambio cultural y tecnológico hacia una economía post-carbono; un mundo feliz de aguas claras, aires puros y paisajes prístinos que se pueden disfrutar, ahora, desde las ventanillas de un auto eléctrico; o mejor aún, como lo ofrece BMW, desde el encanto de un “descapotable”.

En su página web, lo “sustentable” satura el mensaje de BMW. Es su primera palabra de presentación. Con el trasfondo de una imagen de generadores eólicos, habla de su “ADN sostenible”, como “enfoque integral desde la cadena de suministros”. Livent, por su parte, no se queda atrás en la grandilocuencia verde; nos cuenta que su propósito es “aprovechar la tecnología del litio para impulsar la vida de las personas para un mundo más limpio, saludable y sostenible”.

Y en el caso concreto de este convenio, como no podía ser de otro modo, la “sustentabilidad” se presenta como el criterio fundamental en función del cual se tomó la decisión corporativa. Las crónicas destacan que BMW eligió a Livent en función de “estudios ambientales y sociales encargados” a las universidades de Alaska Anchorage y de Massachusetts Amherst, “que indicaron que dicha empresa emite 25 % menos de gases de efecto invernadero (GEI) que los métodos tradicionales de producción (sic) de litio, tiene un uso y manejo eficiente del agua y no realiza agregados de químicos nocivos en su producción”.

Cada día de operación, la minera consume 7400 metros cúbicos (m3) de agua, a razón de 5.100 litros por segundo

Esa frase me dispara mil preguntas. Empezando por el agua. ¿A qué llamarán “uso y manejo eficiente del agua”? ¿Qué pensarán las y los antofagasteñxs de tal dictamen? ¿Tendrán noticias de esos dichos “estudios”? ¿Alguien se les habrá acercado a preguntarles su opinión y saber? ¿Alguien los habrá tenido en cuenta para algo; ni qué hablar de consulta y consentimiento? Uno de los más usados efectos mágicos del lenguaje colonial consiste en invisibilizar mundos y producir desapariciones/ausencias ontológicas. Otro, correlativo, es el de ocluir el pasado, petrificar la alteridad como anacronía, y aniquilarla con el golpe de una puerta que se abre a un futuro inexorable, a la vez pletórico de escenas encantadoras y también ineludibles. “La transición energética es un hecho”; “la electromovilidad es el futuro”, se nos dice, y nos espera para hacernos “disfrutar las bellezas naturales desde un descapotable eléctrico”.

Cuando hablamos de GEI y de calentamiento global, me pregunto: ¿qué responsabilidad les cabe a las comunidades puneñas al respecto? ¿Cuál es su huella ecológica acumulada y qué proporción representa su consumo energético histórico dentro del capitaloceno? ¿Cuál es su consumo energético actual respecto de la media mundial? ¿Qué piensan y sienten ellxs, que tradicionalmente hicieron sus caminos a lomo de burro, y que conocieron las ‘4×4’ cuando llegaron las mineras? ¿Qué probabilidades tienen de ser beneficiarios –no digamos de la electromovilidad– sino ya de una cuota más justa de energía? ¿Qué proporción de “energía limpia” les tocará con las explotaciones de litio en su territorio?

Poner en contexto. Dimensionar el saqueo

Antofagasta de la Sierra es un departamento típico de la Puna sudamericana. Una región extremadamente árida, donde el régimen pluviométrico (que oscila entre 20 y 200 mm anuales) no parece explicar la capacidad de sustentar la vida si al territorio no le agregamos la profunda complejidad de sus cuencas, con misteriosos meandros y conexiones entre cursos diminutos de agua superficial, deslumbrantes espejos lacustres, salares, vegas y acuíferos insondables de aguas fósiles, que hablan de recargas de millones de años atrás.

En esa región de volcanes y salares, comunidades agropastoriles han tejido un territorio hidrosocial, haciendo del agüita y las aguadas, el sustento suficiente de sus majadas, sus crianzas y sus cultivos; de sus lanas, sus tejidos y demás artesanías. Hasta que un día la minería llegó a comunicarles que eran “subdesarrollados”, que estaban “atrasados” y que ellos venían a abrirles las puertas al futuro.

Desde 1997, la entonces Minera del Altiplano SA (filial de FMC Lithium, hoy Livent) se instaló en el principal salar del departamento para extraer sales de litio, a un ritmo de 20.000 toneladas anuales que exporta a sus plantas industriales en Estados Unidas y China, vía puertos chilenos. El proceso extractivo consiste en bombear aguas subterráneas a grandes piletas evaporíticas donde se extrae el mineral concentrado. Cada día de operación, la minera consume 7400 metros cúbicos (m3) de agua, a razón de 5.100 litros por segundo. Como dato complementario, la operación de la planta en el salar requiere de cinco grupos electrógenos a base de diesel, que representan un consumo eléctrico de 0,5 MW/año; el transporte de 2310 ton/semana de insumos y un consumo de 1034 m3/ de diesel oil sólo para el abastecimiento de sus flotas de camiones.

En el año 2012, el gobierno de Catamarca hizo un reclamo a la empresa minera por las facturas impagas del canon de agua. Desde el inicio de sus operaciones, Minera del Altiplano jamás había pagado el canon correspondiente, por entonces, al valor de un centavo (0,01 dólar) por cada mil litros de agua. El litigio se dilató hasta 2015, cuando la empresa consintió arribar a un acuerdo con el Gobierno por el que invertiría parte de la deuda en un Fideicomiso para financiar obras de infraestructura para el departamento, además de abrir una oficina en la provincia y contratar personal local. En noviembre de 2019, la empresa y el gobierno inauguraban un parque solar fotovoltaico de 600 kilowatts financiado con aquella vieja deuda del canon de agua; lo que se dice, un negocio redondo: cambiar una deuda por una publicidad permanente.

Comuneros de Antofagasta y la comunidad indígena atacameña del Altiplano siguen resistiendo a una obra que violó abiertamente el Convenio 169 de la OIT

Eso, sin embargo, es anecdótico. A fines de 2017, la empresa comunicó su decisión de invertir 300 millones de dólares para duplicar su extracción anual de litio hasta llegar a 40.000 toneladas anuales. Para ello, el gobierno le concedió nuevos permisos de agua por 650 m3/hora, habilitó instalaciones de bombeo y el trazado de un acueducto de 32 km desde el Río Los Patos hasta la planta de Livent. Las medidas provocaron la inmediata protesta de los pobladores locales, que años atrás habían denunciado el desecamiento de vegas y aguadas del río Trapiche, justamente por el desvío de aguas para la minera. Con cortes de ruta mediante, lograron paralizar las obras. En el 2019, antes de las elecciones el intendente y el senador del departamento posaron para las fotos en apoyo a las protestas de los vecinos con chalecos que rezaban “El Río Los Patos no se toca”.

Tras las elecciones, los apoyos políticos mutaron en persecuciones y represalias. En un escenario de abismal asimetría, vecinos y comuneros de Antofagasta y la comunidad indígena atacameña del Altiplano siguen resistiendo a una obra, que no sólo presenta irregularidades en su Estudio de Impacto Ambiental, sino que además violó abiertamente el Convenio 169 de la OIT. Su concreción pende como una sentencia de muerte para la economía lugareña. Me pregunto cómo habrán registrado los estudios ‘científicos’ encargados por BMW este conflicto y esta contradicción estructural. Me pregunto si a eso le llaman “uso y manejo eficiente del agua”.

Agua vs litio: el insoslayable “dilema” de la electromovilidad

La fachada verde de la electromovilidad es demasiado precaria, burda. No resiste el menor análisis. En lugar de empezar por otras prioridades, por sectores económicos realmente esenciales y necesidades vitales, la transición energética comandada por las estructuras oligárquico-corporativas que diseñan el mundo empiezan por los automóviles, esto es, como lo definiera André Gorz hace casi cincuenta años atrás, por un “producto de lujo antisocial”. Siguiendo su análisis, luego, la masificación de algo que fuera gestado “para el placer exclusivo de la minoría de los más ricos” y no para la satisfacción democrática, igualitaria y universal de una necesidad humana, conllevó el escalamiento progresivo y hasta ahora indetenible del deterioro generalizado de nuestro hábitat. El automovilismo de masas consolidó la ideología burguesa al tiempo que fue horadando la calidad del aire, de las ciudades y de las relaciones sociales. “De objeto de lujo y fuente de privilegios, el coche pasó a convertirse en objeto de una necesidad vital: lo superfluo se ha vuelto necesario (…) porque el universo pasó a estar organizado en función del auto”.

Hoy, todo eso que se hizo posible a costa de un descomunal dispendio de las reservas energéticas fósiles del planeta, en un tiempo que estamos ya padeciendo sus consecuencias geológicas y climáticas, ya no es viable: las automotrices saben que no pueden seguir con su negocio tal como está por mucho tiempo más. Entonces, el automóvil (ahora eléctrico) ataca de nuevo y se convierte en la punta de lanza de la transformación capitalista de la matriz energética mundial.

La ficción de la electromovilidad como solución a la crisis climática y como transporte del futuro no resiste el menor análisis porque, por empezar, es incapaz de responder a una pregunta elemental: ¿para cuántos y para quiénes está pensado ese mundo? Se trata de un artefacto ideológico que ocluye no sólo los verdaderos costos ambientales que implicaría mudar el parque automotor hoy existente hacia vehículos eléctricos, sino también sus consecuencias humanitarias y sociales.

Pensando la cuestión en términos exclusivamente físicos, la electromovilidad se devela como el nuevo caballo de Troya de los dueños del mundo y de la “dueñidad” (como Rita Segato nombra a la estructura básica de la subjetividad y la institucionalidad hegemónica del orden colonial-patriarcal-moderno): un producto diseñado para extender y profundizar el principio estructurador de un mundo de pocos y para pocos. Una elemental economía de materiales revela este carácter oligárquico del “bien” en cuestión1.

El automóvil (ahora eléctrico) ataca de nuevo y se convierte en la punta de lanza de la transformación capitalista de la matriz energética mundial

Sin entrar a considerar los múltiples puntos ciegos que implica la ficción de la electromovilidad particular como base de una movilidad sustentable2, centrándonos en el caso del consumo hídrico del litio y tomando como base el caso de la explotación del Salar del Hombre Muerto por parte de Livent, podemos dimensionar el efecto exterminista del patrón de electromovilidad actualmente en gestación. Hoy, Livent consume 135 m3 de agua por cada tonelada de litio carbonatado que exporta; las 20.000 tn anuales de litio cuestan 2.701.000 m3 de agua. Y si consideramos que la empresa proyecta alcanzar las 60.000 tn anuales en los próximos años, eso significa triplicar el drenaje hídrico que efectúa la empresa en una región extremadamente árida, donde la población nativa vive por gracia de haber aprendido a administrar el agua escasamente disponible para la satisfacción prioritaria de sus necesidades vitales.

En un comunicado reciente, la Comunidad Indígena Atacameña del Altiplano plantea: “Nos vemos en la necesidad de advertir que se continúa negando la existencia de nuestra comunidad indígena y se avanza sobre nuestros territorios ancestrales sin nuestro consentimiento. (…) El Ministerio de Minería debería estar atendiendo y resolviendo el daño ambiental ya causado: tenemos una vega seca de más de 9 km producto de la extracción incesante de agua del Río Trapiche por parte de la empresa FMC-Livent”. El comunicado termina con una afirmación ontológico-política crucial: “El agua vale más que el litio”.

Ciertamente, esa afirmación de la comunidad atacameña –que es afirmación de su existencia como pueblo– coloca claridad a la naturaleza de la disputa en cuestión: no se trata apenas del debate sobre la inconmensurabilidad de los lenguajes de valoración, sino de la intrínseca politicidad del valor de la vida. Definir y dirimir el valor del agua respecto del valor del litio es decidir cuáles vidas valen más que otras; qué vidas valen, a secas, y qué vidas son sacrificables.

El contrato entre BMW y Livent se hace a la sombra de la naturalización del abismal valor diferencial que, para esta sociedad hegemónica, hay entre la vida de un alemán o europeo (en este caso, no “medio” sino bastante “superior” a la media) y la de un/a antofagasteña/o. Ese contrato sella ese diferencial del valor; asegura a BMW la provisión de litio para sus autos de lujo, a costa de la economía vital de un pueblo. Ese acuerdo deja expuesto el cinismo obsceno del “ecologismo” genocida que se viene fraguando al calor del capitalismo verde y la transición energética de mercado.

Cuando la “sustentabilidad” retroalimenta el exterminismo colonial

El tiempo del ecocapitalismo tecnocrático está signado por el discurso de la “sustentabilidad” como último umbral de la depredación. Lo “sustentable” nombra hoy las nuevas tecnologías de la expropiación vital. Sólo así BMW y Livent pueden mostrarse como empresas a la vanguardia de un “nuevo mundo más saludable y sostenible”.

El litio –así como el resto de los minerales– que abastecerá el promisorio mercado de autos eléctricos se extraerá a costa del sacrificio de pueblos enteros, pueblos que seguramente han quedado, sí, afuera de la historia: de la historia trágica del capitalismo fósil; pueblos cuya huella energética constituye una porción infinitesimal, nanonésima de la del capitaloceno. Sin embargo, en nombre de la “salvación del ambiente”, sus territorios, ancestralmente sostenibles, serán sacrificados. El litio seca las agüaditas de las majadas.

Así, la era del automóvil eléctrico nació vieja, obsoleta. No tiene nada de futuro promisorio. El auto eléctrico viene impregnado de un rancio olor al pasado colonial. Nació para andar por las calles de un mundo más oligárquico aún; más insostenible, aún; más inhumano y des-humanizante, aún. El acuerdo entre BMW y Livent viene a recrear en el siglo XXI la lógica implacable de la división colonial de mundo que se fraguó en el siglo XVI. Viene a recordar a ingenuos y crédulos tecnólatras que el problema radical de la sustentabilidad no es apenas el de la quema de combustibles fósiles, sino el de la dinámica depredadora del capital y sus conexiones necesarias, geosociometabólicas, con el colonialismo, el racismo, el patriarcado.

Aunque, ciertamente, el despegue y la mundialización asfixiante del capitalismo sobre el mundo es un hecho histórico (y físico) inseparable del consumo incesante de hidrocarburos, eso no significa que la obligada transición energética nos lleve a dejar atrás, ipso facto, las raíces de la depredación. La lógica predatoria del capital, de un mundo de pocos y para pocos, se sigue reproduciendo, ahora, en el “nuevo mundo” (a conquistar) de las “energías limpias” y la transición energética de las grandes corporaciones. Son ellas, los nuevos/viejos conquistadores. Desde las cúspides autocráticas de sus transnacionales, los pocos dueños del mundo están tomando las riendas del “post-fosilismo” y dirigiéndonos a la parte más obscura de un largo callejón sin salida.

Notas:

1. Los estudios actuales señalan de modo unánime que los autos eléctricos implican un mayor consumo de minerales respecto a los equivalentes a combustión. Un estudio realizado en 2018 concluyó que mudar a eléctrico el 100 % del parque automotor mundial implicaría un aumento de los volúmenes de extracción de 2511 % para el litio, 1928 % de cobalto, 264 % de grafito, 118% de níquel, 100 % de tierras raras, 135 % de manganeso, 35 % de cobre. Véase De la Torre, Álvarez Pelegri y Espí Rodríguez (2019) “Protagonismo de las materias primas minerales en el desarrollo del vehículo eléctrico”. Revista Economía Industrial N° 411, Madrid.

2. Esto supondría abordar el tema del aumento del consumo energético que implicaría el parque automotor; la capacidad de generar toda esa electricidad partir de fuentes renovables; el costo energético y de emisiones que implica cambiar la infraestructura de provisión energética; el consumo de materiales de esas nuevas infraestructuras de generación y distribución; el consumo energético del transporte a escala global de volúmenes gigantescos de minerales e insumos, sólo por mencionar algunos.

Horacio Machado Aráoz es miembro del equipo de Investigación de Ecología Política del Sur (CITCA-CONICET-UNCA, Argentina).

Fuente: https://ctxt.es/es/20210401/Firmas/35738/litio-agua-BMW-mineria-Argentina-Livent-energia-combustibles.htm

El agua vale más que el litio