Con cerca de 37 campesinos del corregimiento de Palermo (Támesis) y 50 personas del municipio de Jericó (zona urbana y Palo Cabildo), se realizó en el Suroeste lejano de Antioquia el primer bloqueo del año, concentración que inició desde la 4 de la mañana en la carretera que conduce a la finca El Chaquiro en el corregimiento de Palcobildo.
Según lo han mencionado algunos de los participantes “Campesinos, comerciantes, mujeres, jóvenes, adultos mayores, todos se reunieron en torno al propósito de la defensa de las fuentes que surten los acueductos de los corregimientos de Palocabildo y Palermo, de las veredas abastecidas por Acuebuga”
En el transcurso de la mañana los campesinos desayunaron y programaron una caminata para realizar el recorrido en la zona de influencia de la plataforma en la que opera la Anglo Gold Ashanti, algunos iniciaron el recorrido a pie y otros se quedaron custodiando el lugar donde inició la concentración.
Según relata Esther, una de las campesinas que participaron en la concentración, “a eso de las 11:30 iniciamos la caminata, pero el Ejército bloqueó la entrada e impidió el ingreso a quienes se movilizaban en vehículos. Los que iban a pie continuamos hasta el lugar donde inicia la pinera, lo que algunos compañeros han denominado como cultivo Cartón de Colombia, en todo este recorrido fuimos seguidos por el ejército”.
Para complementar, Don Gerardo agrega que “al llegar a las partidas del camino viejo que va hacia Pirineos, los soldados se formaron en la entrada que va hacia la mina, no nos dejaban pasar porque eso era propiedad privada. Ingresamos hasta otra puerta donde los soldados se pararon frente a ella para que no la abriéramos, pero algunos de nuestros compañeros entraron por encima de la alambrada. Luego el superior del ejército llamó a la policía que para que nos detuvieran”.
Como han señalado muchos de los campesinos, una vez llegaron los medios de comunicación, el ejército se replegó, sin embargo, se continuó el ascenso pero sin la presencia de los periodistas “y llegó un funcionario de la empresa minera que dijo que sí, que nos iban a dejar pasar sólo hasta las afueras de la plataforma pero no hasta donde estaba la maquinaria, que porque para entrar a la plataforma se debía hacer un curso de seguridad industrial, llevar casco y vestuario adecuado” reitera Esther.
Y aunque finalmente no pudieron ver la plataforma, porque no se les permitió llegar, iniciaron su retorno, pero, “cuando regresábamos llegó el comandante de policía de Támesis, a los primeros que encontraron les exigieron dar el número de cédula y los anotaron en una agenda. Yo iba en un segundo grupo y no nos dijo nada y a los demás les tomaron fotos y grabaron” comenta Esther con gran preocupación.
En el momento en que retornaban al lugar de concentración, antes de eso, Don Gerardo expresa que “bajaban unas motos y como estaba bloqueada la vía, los conductores no podían pasar hasta nosotros no saber quiénes eran y, antes de saberlo, llegó el comandante de Támesis a decir que nosotros no teníamos el derecho de hacer este tipo de actividades porque estábamos reteniendo la gente y que eso era secuestro, que podíamos movilizarnos pero no taponar las vías, pero siempre fotografiando a las personas que tomaban las vocerías, creo que es una forma de fichar las personas que lideran este tipo de actividades”
Los campesinos que participaron de esta concentración han manifestado su gran preocupación por la forma como el Ejército y la Policía Nacional los trató e intimidó, no sólo con su presencia sino con el constante registro fotográfico a los participantes.
El balance general fue muy productivo sobre el ascenso a la plataforma de exploración minera, la integración entre campesinos de distintos municipios, pero que comparten un sentido de pertenencia por su territorio, los ha motivado a exhortar, con urgencia, a todos los campesinos, indígenas y habitantes de esta región del Suroeste a “persistir en la lucha y a unirnos para enfrentar una problemática que es de todos”.
“Este es el momento de seguir pensando en la movilidad social, es nuestra gran esperanza, necesitamos que todos nos comprometamos” (Esther)