En áreas como la escalada, el montañismo y las travesías, Rada cuenta con más de 140 cumbres logradas, con más de doce primeros ascensos entre ellas, principalmente en los Andes de Chile central, Patagonia y Antártica, pero también en Ecuador, Perú, Argentina, Groenlandia y el Himalaya. Junto a Natalia Martínez fueron pre-nominados a los premios más reconocidos del alpinismo mundial: los Piolets d´Or. Un reconocimiento que muy pocos latinoamericanos han tenido el privilegio de obtener.
En el campo del estudio, una de las preocupaciones del científico es cómo los ríos, que se forman debajo de los glaciares, afectan su dinámica y, si esta agua puede acelerar a los glaciares o frenarlos. Su interés es saber dónde está el punto de inflexión y cómo funciona el sistema, pues esto resulta clave para poder modelar los glaciares a futuro y predecir cuánto va a subir el nivel del mar, cuánta agua van a producir los glaciares o cuándo se van a derretir.
Siendo un montañista de amplia experiencia e investigador de glaciares, no se queda al margen del polémico cierre de uno de los senderos del Santuario Natural Yerba Loca, que conduce al glaciar La Paloma, en la Región Metropolitana. Su opinión es fundada y clara. No cree que la minera Anglo American tenga responsabilidad directa en el derrumbe de unas de las laderas del cerro, que es la razón esgrimida por la municipalidad de Lo Barnechea para cerrar el sendero. Piensa, por el contrario, que perfectamente el origen del deslizamiento pudiera ser causas naturales y aclara que «más que un derrumbe fue un flujo lento, que tomó entre una y tres semanas en desplazarse un total de unos 100 m». Por lo mismo, razona que el cierre del valle es una medida extrema, descontextualiza, que no se justifica.
Uno de los puntos complejos que observa el científico es la escasa información al respecto. A su modo de ver, la falta de transparencia de los proyectos mineros que pasan cerca o debajo de los glaciares, redunda en desconfianzas. «Tener menor escrutinio público, para cualquier operación industrial, es cómodo para quien la ejecuta». A su juicio, que túnel de «exploración» de Anglo American -pero que por sus dimensiones debería ser de «prospección»- que pasa por debajo del glaciar La Paloma, no haya sido ingresado al SEIA «constituye una falta gravísima a la normativa ambiental».
En términos generales para Rada y sin considerar -como le gusta aclarar- a los glaciares como sagrados, puesto que naturalmente se van derretir y, luego de ello ya «vendrá otra era glaciar y los glaciares serán amos y señores del planeta nuevamente», su preservación es sumamente importante. «Lo es para las criaturas que necesitan tomar agua todos los días sin importar si llueve o no, para las criaturas cuyas casas son arrasadas por aluviones cuando llueve mucho y para aquellas que se quedan sin agua potable cuando el aumento de los caudales genera una turbiedad excesiva de las aguas».
El cierre de Yerba Loca
-¿Te parece inusual que el sendero lleve cerrado 4 meses, teniendo en consideración que se alude un “riesgo de derrumbe”?
-Me parece más que inusual. Los derrumbes y caídas de piedra son cosas habituales en la cordillera central. Según se puede ven en imágenes satelitales, el derrumbe o “remoción de masa” que justifica el cierre del valle comenzó en agosto del año pasado en una zona con fracturas y evidencias de flujo preexistentes. Y más que un derrumbe fue un flujo lento, que tomó entre una y tres semanas en desplazarse un total de unos 100 m. ¡No es muy difícil arrancar de eso! Tras seis meses de inactividad, es difícil sostener que representa un riesgo superior a cualquiera de las tantas laderas cordilleranas que producen derrumbes. Las autoridades indican que es necesario hacer más estudios pues una lluvia de altura o un temblor puede desestabilizarlo. Si bien eso es técnicamente correcto, aplicando el mismo criterio tendríamos que cerrar todos los valles cordilleranos hasta que se realicen estudios exhaustivos de cada ladera propensa a derrumbes.
-¿No es peligroso el derrumbe entonces?
-Que no se malentienda, esa ladera podría eventualmente generar una catástrofe, pero ahora es menos peligrosa de lo que era antes del derrumbe, sólo que antes no lo sabíamos. Y tal como esta ladera hay muchas otras que pasan desapercibidas y que también albergan potenciales catástrofes. Sería fantástico hacer estudios de todas ellas, pero la ausencia de esos estudios no justifica el cierre de la cordillera. En el fondo, la decisión de cerrar el valle parece descontextualizada de la realidad de la cordillera central. Es como si quien tiene un terreno frente a la playa y que por ley tiene que dar acceso púbico, decidiera cerrar dicho acceso “por riesgo de tsunami”. Sería técnicamente correcto, pero sin sentido, ya que ese nivel de riesgo siempre ha sido aceptable para los veraneantes. Por otro lado, si lo que se quisiera aquí es establecer medidas de contingencia para una posible catástrofe, cerrar el sendero parece una nimiedad. En tal caso la gran mayoría de las potenciales víctimas están decenas de kilómetros aguas abajo. Es decir o se toma en serio o no, pero este punto intermedio es arbitrario.
-Según la información que manejas ¿crees que la actividad minera de Anglo American pudo haber tenido responsabilidad en el desprendimiento?
No lo creo. El derrumbe sucedió con toda probabilidad por causas naturales, y la mina o las tronaduras de Los Bronces no tuvieron nada que ver. La operación en superficie más cercana es Los Bronces Sur y está a más de diez kilómetros de distancia, y respecto del túnel, si consideramos la posición de la última estación usando las coordenadas entregadas por Anglo American a la autoridad ambiental, ésta se encuentra a casi 6 km del derrumbe y 576 metros de profundidad, por lo que parece poco probable pensar que actividades en su interior pudieran tener algo que ver con el derrumbe.
¿Qué alternativas crees que se podrían implementar para que la gente vuelva a acceder al parque sin correr riesgo?
-Lo que se ha hecho históricamente en la cordillera es tomar una de dos opciones: O bien seguir transitando y asumir el riesgo inherente de estar en la cordillera, tal como todos seguimos yendo a la playa o a Pucón a pesar del riesgo de tsunami y erupciones volcánicas. O en su lugar, hacer un nuevo sendero que evite la zona de riesgo. Esta segunda opción también es perfectamente posible en Yerba Loca, basta con poner un par de tablones sobre el estero y exigir que en el sector bajo la zona del derrumbe (que tiene aproximadamente un kilómetro) se transite a por la otra ladera del valle, donde ya existen huellas. Mejor aún, se podría hacer un nuevo sendero a una altura segura en la ladera opuesta al derrumbe y habilitar un par de puentes peatonales. Todo eso tendría un costo menor que los 130 millones que costarían los estudios que el Sernageomin propone , y dichos estudios, por muy informativos que puedan ser, no constituyen una solución. En el peor de los casos, si el derrumbe fue gatillado por lluvias en altura y se teme que vuelva a activarse bajo condiciones similares, se podría cerrar el sendero sólo cuando se pronostiquen dichas condiciones. Pero cerrarlo permanentemente me parece absurdo y desmedido.
-¿El derrumbe en Yerba Loca plantea más riesgos que otros sectores de la cordillera o hay un tratamiento distinto?
Plantea riesgos, pero no más que en otros sectores de la cordillera. Déjame ponerte un ejemplo: En 1997 ocurrió una remoción en masa de características similares sobre el mismo pueblo de San José de Maipo, a pocas decenas de metros de casas donde vive gente todo el año, del sanatorio, y a pocos cientos de metros del camino principal del Cajón. Un estudio de la Universidad de Chile reportó el año 2012 que había un riesgo alto. Sin embargo, nadie ha cerrado el acceso al cajón, no han evacuado las casas, no han implementado las medidas de mitigación necesarias, y aún hay familias que viven con esa remoción de masa sobre sus cabezas. Veintidós años después del evento inicial esa ladera aún no se desmorona, sin embargo eso podría ocurrir mañana o en 500 años más. Así que si me preguntas si se está haciendo un tratamiento distinto en Yerba Loca: si, yo diría que sí.
-¿Qué clase de yacimiento se descubrió abajo del Valle Yerba Loca?
-Lo que allí existe es un yacimiento “de clase mundial” llamado Los Sulfatos, que le valió al equipo de prospección de Anglo American en el año 2011 uno de los premios más prestigiosos del mundo en el área: El “Thayer Lindsley Award For An International Mineral Discovery” de la Prospectors & Developers Association of Canada. Los Sulfatos se encuentra al Este del cerro Falso Altar, íntegramente al interior del Santuario de la Naturaleza de Yerba Loca, y ha sido calificado como “el nuevo resplandor de Los Bronces” .
-¿En el sector del yacimiento entiendo se construyó un túnel de exploración?
– Según las coordenadas entregadas por Anglo American al Servicio de Evaluación Ambiental, el túnel ingresa al Santuario de Yerba Loca por debajo del cerro La Paloma, pasando a unos 800 metros de profundidad bajo la superficie del glaciar La Paloma. Luego continúa por las faldas del cerro Altar, llegando a una profundidad mínima de unos 450 metros bajo la cabecera del valle del estero Yerba Loca. Desde ahí prosigue hasta el valle de Los Sulfatos. En total, 3.2 kilómetros de túnel están dentro del Santuario de Yerba Loca, entre 450 y 1200 metros bajo la superficie aproximadamente. Cabe mencionar que todo el sector norte del Santuario de la Naturaleza de Yerba Loca, incluyendo Los Sulfatos, está dentro de la concesión de explotación minera de Anglo American. Puede parecer paradójico pero así es.
– De acuerdo a la información que maneja, qué te genera duda en relación este túnel? Se ha dicho que incluso podría haber sido ilegal
-No me consta que la construcción del Túnel Sur (o “Los Sulfatos”) por parte de Anglo American haya sido ilegal, pero está en un área bastante gris. A pesar de que es un túnel de casi 8 km, con 4,5 m de diámetro, y con un costo de unos 77 millones de dólares, éste fue descrito como un túnel de “exploración”, lo que según Anglo American lo eximiría de ingresar al sistema de evaluación ambiental. Ahora bien acá hay un tema técnico en el que no soy experto, y que radica en las diferencias entre obras de “exploración” y “prospección”. Una lectura del reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, da a entender que los sondajes conducentes al descubrimiento de Los Sulfatos fueron “exploración”, pero un túnel de estas características y que permite valorizar las reservas del yacimiento constituye, bajo cualquier circunstancia, una obra de “prospección”. Es decir, que aunque se presentó este túnel como una obra de “exploración”, en el momento en que Anglo American hizo pública la valorización del yacimiento Los Sulfatos , estaría implícitamente dejando en claro que el túnel constituyó en realidad una obra de “prospección”. Esto es relevante porque las obras de prospección que superan cierta magnitud si deben ser ingresadas al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), y la magnitud de esta obra parece más que suficiente para su ingreso. Si no es así, creo que al menos justifica una explicación de Anglo American acerca de por qué esta obra constituye una exploración o una prospección demasiado pequeña para ingresar al SEIA.
-¿Existe más razones por las cuáles este túnel debió pasar por el SEIA?
-Sí. Otra de estas causas es el hecho de que la actividad se realice al interior de un Santuario de la Naturaleza, y en este respecto el reglamento del SEIA y los Instructivos para la Evaluación del Impacto Ambiental lo dejan clarísimo y sin lugar para zonas grises: todo proyecto o actividad susceptibles de causar impacto ambiental al interior de un Santuario de la Naturaleza debe ingresar al SEIA. Si Anglo American o la autoridad estimaron que un túnel de varios kilómetros y pocos cientos de metros bajo ríos y glaciares no es susceptible de causar impacto ambiental, es algo que está lejos de ser evidente, por lo que tendría que haber estado apoyado por más antecedentes, estudios de vibraciones, del espesor de los glaciares sobre el túnel, estudios hidráulicos y geomecánicos. Si me equivoco en esta apreciación o en la interpretación de la ley, agradecería que Anglo American señale el error u omisión.
-¿Y por pasar debajo de glaciares, como La Paloma, no amerita un estudio más en profundidad?
-Claramente. En cualquier caso, ante la duda, el camino a seguir es presentar una Consulta de Pertinencia de Ingreso, para que la autoridad ambiental establezca si el proyecto tiene o no que ingresar al SEIA. Si así lo hicieron, deberían aclararlo y hacer pública la respuesta del SEA. La elusión al SEIA constituye una falta gravísima a la normativa ambiental. Por otro lado, el Sernageomin si fue notificado de la construcción del túnel y no exigió que este ingrese al SEIA . No soy experto en estas materias, y no tengo constancia de que se haya incurrido en algo ilegal, pero aquí hay una situación confusa que para quienes no somos expertos debería ser aclarada por parte de Anglo American, Sernageomin y el SEA. Y si ellos no son capaces de aclararlo satisfactoriamente, habría que solicitar a la Superintendencia del Medio Ambiente que inicie una investigación al respecto.
– ¿Crees que Anglo American podría tener algún interés en que el parque permanezca cerrado?
-Podría. Puesto que con menos escrutinio público cualquier operación industrial es más cómoda para quien la ejecuta. Ahora bien, eso es distinto a decir que Anglo American esté ejerciendo presiones para que cierren el valle, pero si lo cierran, les viene como anillo al dedo. Déjame contarte una experiencia personal. El año 2007, ingresé a Yerba Loca con un amigo a intentar la escalada del cerro Littoria. Ascendimos por el valle de Los Sulfatos y ahí nos encontramos uno de los campamentos donde se estaban realizando los sondajes que luego condujeron al descubrimiento de las enormes reservas mencionadas en el yacimiento Los Sulfatos. Un helicóptero iba y venía, el campamento y la maquinaria de perforación estaba instalado sobre un glaciar cubierto (un glaciar cuya superficie está cubierta de rocas). Cuando pasamos de subida había dos barriles metálicos tirados en una lagunita que se había formado sobre el glaciar. Cuando pasamos de bajada, el campamento ya no estaba y había un tercer barril tirado sobre el glaciar. Pueden ver acá las fotos de la basura dejada por el equipo de perforación. Luego, si operan con ese nivel de prolijidad, es comprensible que les interese minimizar el acceso de los visitantes a la parte alta de Yerba Loca. Hay que notar que aunque la principal actividad sea subterránea, ellos también realizan actividades en superficie, lo que explica las frecuentes incursiones de helicópteros que han visto los visitantes a Yerba Loca y el cerro El Plomo. Y explica también el campamento minero que ha sido visto recientemente en Los Sulfatos, dentro del Santuario de la Naturaleza, muy cerca del extremo sur del túnel. Anglo American dice que estos campamentos fueron aprobados por el Consejo de Monumentos Naturales, eso está bien, pero no los exime del entrar al SEIA, y ellos no han aclarado por que no los ingresaron. Pero comparado con el túnel esto serían “pelos de la cola”.
Glaciares en peligro
-¿Qué impacto en el derretimiento de los glaciares tienen las actividades mineras?
-Cualquier fuente de polvo u hollín cercana a los glaciares puede generar un impacto negativo en éstos. Anglo American actualmente tiene operaciones a cielo abierto en Los Bronces, e inmediatamente al lado está el rajo de la división Andina de Codelco. Ambos están básicamente contiguos a los glaciares de La Paloma y Olivares Alfa, en las cuencas del Mapocho y Maipo respectivamente. En los estudios que incluyó Codelco en la evaluación de impacto ambiental del proyecto Andina 244, se muestra que 10 gramos de polvo por metro cuadrado pueden aumentar el derretimiento de los glaciares desde un 74% hasta un 93%. Eso es muy significativo, pero no existen cifras claras de cuanto polvo de estas minas efectivamente se deposita en los glaciares. Además la zona de los glaciares más cercana a las minas es su zona alta, llamada “zona de acumulación”, pues es donde el glaciar crece producto de la acumulación de nieve que luego se transforma en hielo. El hielo que se forma ahí arriba luego fluye lentamente ladera abajo. En las partes bajas del glaciar, el derretimiento es más intenso que la acumulación de nieve, por lo tanto se le llama “zona de ablación”, donde “ablación” es en términos sencillos otra palabra para decir “derretimiento”. Por lo tanto, la mayor parte del polvo está siendo sepultado por la nieve en la zona de acumulación y no tiene por ahora un efecto significativo en el glaciar.
-Remarcas «ahora». ¿Qué puede pasar en el futuro?
-En varias décadas en el futuro, cuando ese hielo llegue a las zonas bajas y se comience a derretir, todo el polvo que tendrá adentro acelerará su derretimiento. Hay que decir que el problema se vuelve un poco más complicado puesto que si el polvo se llegara a acumular hasta espesores de algunos centímetros sin que el viento se lo lleve, éste comenzaría a tener un efecto aislante y retardaría el derretimiento, pero al mismo tiempo ayudaría a derretir la nieve nueva que cae sobre el glaciar, impidiendo que ésta persista por más tiempo o que eventualmente se incorpore a la masa de hielo. Es un tema complejo que requiere estudios que no se han hecho. La comparaciones de imágenes satelitales, como la que hizo Greenpeace en sus observaciones a el proyecto Andina 244 , no prueban nada respecto a los efectos de la minería en la zona, pero levanta una voz de alarma para estudiarlos adecuadamente.
-¿En qué estado están los glaciares de la Región Metropolitana?
-Los glaciares de la Región Metropolitana y del mundo se están reduciendo y en algunos casos desapareciendo con o sin minería. Eso ya es bastante alarmante cuando pensamos en la seguridad de los recursos hídricos en el futuro. La actividad minera acelera esa reducción de los glaciares ya sea por efectos indirectos como el polvo, como por efectos directos como la remoción de hielo con maquinaria. Y esta aceleración no hace más que adelantar y agudizar los efectos ambientales que traerá la reducción de los glaciares. Seamos claros, aunque paremos toda la minería y el uso de combustibles fósiles mañana mismo, algunos de nuestros glaciares van a desaparecer igual durante las próximas décadas. Pero si aceleramos este proceso, estamos adelantando y agravando sus consecuencias. Y la mantención y ampliación de la actividad minera es una de las formas en que estamos promoviendo la desaparición de los glaciares.
-¿Cuál es el peligro de los túneles mineros que están debajo de los glaciares?
-La operación subterránea de la mina es un tema aparte. Si está bien hecha, no debería generar impactos significativos en los glaciares. Pero si no se hace bien, se abandona o no se le da un cierre adecuado. Los túneles podrían comenzar a colapsar y abrir socavones como los que se formaron en la valle de Lo Valdés en el Cajón del Maipo, y eso sin duda que podría generar un gran impacto.
-¿Por qué es importante proteger y preservar los glaciares?
No es importante per se, ya vendrá otra era glaciar y los glaciares serán amos y señores del planeta nuevamente. Su preservación solo es importante para las criaturas que necesitan tomar agua todos los días sin importar si llueve o no, para las criaturas cuyas casas son arrasadas por aluviones cuando llueve mucho y para aquellas que se quedan sin agua potable cuando el aumento de los caudales genera una turbiedad excesiva de las aguas. Si usted es una de esas criaturas, pues bien, mas le vale ayudar a preservar los glaciares. Cuando la nieve cae sobre un glaciar, tarda mucho más en derretirse que si cayera en las rocas peladas que están bajo el glaciar. De hecho, en las partes altas del glaciar la nieve que cae en pleno invierno puede durar hasta el final del verano o incluso hasta el siguiente invierno y terminar incorporándose a la masa de hielo del glaciar. De este modo los glaciares actúan como reservorios de agua en múltiples escalas. A escala estacional acumulan nieve en el invierno y la guardan hasta que se derrita en el verano. Esto reduce los caudales de los ríos durante los aguaceros invernales evitando crecidas y aluviones, y luego ayudan a engordar el escuálido caudal veraniego de los ríos. A escala de décadas, los glaciares crecen durante los años lluviosos y se derriten durante los años secos. En casos de sequías extremas, pueden ser los glaciares los que marquen la diferencia entre un río totalmente seco y otro que preserve un hilo de agua que dé sustento a comunidades, animales y plantas.
Fuente:https://www.elmostrador.cl/cultura/2019/04/07/camilo-rada-cientifico-y-montanista-la-actividad-minera-acelera-la-reduccion-de-los-glaciares/