El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha reiterado su intención de legalizar a cualquier precio la minería en la Amazonia. El mandatario, además, ha puesto en duda el asesinato de un líder de la etnia waiapi en Amapá en el marco de invasiones territoriales toleradas por el Gobierno de ultraderecha.
El capitán retirado ha asegurado que no existe una «prueba sólida» relacionada con la muerte de Emrya Wajãpi, líder de los Waiãpi, en una zona alejada del norte del país. Wajãpi perdió la vida días atrás en medio de una verdadera invasión de mineros armados y ataviados con uniformes militares. Bolsonaro cree que las oenegés «usan al indio como una maniobra» porque están interesadas en las riquezas de la Amazonía. Las reservas indígenas, añadió, «están impidiendo» el desarrollo de los negocios.
El asesinato del líder indígena ha provoca estupor local e internacional. La propia fiscalía calificó de «homicidio» la muerte de Waiãpi y señaló que «no se descarta ninguna hipótesis». El director de programas de Amazon Watch, Christian Poirier, denunció las «políticas imprudentes» del Gobierno y su «negligencia» con «las comunidades amenazadas». El Consejo Indigenista Misionero (CIMI), alertó sobre «los discursos de odio y agresión del presidente Bolsonaro y demás representantes de su Gobierno».
Pronunciamiento de Bachelet
Para la alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se trata de un episodio «trágico» así como «un síntoma inquietante del creciente problema de la invasión de las tierras indígenas, especialmente los bosques, por parte de mineros, madereros y agricultores en Brasil».
Bachelet pidió a las autoridades «investigar este incidente y llevar a la justicia a todos los responsables en total conformidad con la ley». La integridad física y el territorio de los Waiãpi se encuentran en peligro. «Cuando los indígenas son expulsados de sus tierras, no es solo un problema económico«, añadió. La exmandataria chilena advirtió en ese sentido de que la apertura económica que propone la ultraderecha podría conducir a mayores «incidentes de violencia, intimidación y asesinatos» en esa región.
Bolsonaro pasó por alto las recomendaciones de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y de la propia justicia. «Mi intención es regularizar la minería, legalizarla, incluso para el indígena, que tiene que tener derecho de explotar minerales en su propiedad», argumenta el presidente ultraderechista. El presidente considera que las «oenegé de otros países» quieren «que el indígena continúe preso en un zoológico animal, como si fuera un ser humano prehistórico».
El capitán retirado confesó tener «un profundo disgusto por los no brasileños» que opinan sobre cuestiones de medio ambiente en Brasil. Según él, los «chiítas ambientales» impiden el crecimiento de las empresas en reservas ecológicas. «No sé por qué estas personas tienen tanto amor por las oenegé extranjeras», añadió.
Exigencias de Francia
De acuerdo con Marcelo Leite, columnista del diario paulista ‘Folha’, «Bolsonaro lidera la república de la ignorancia». Sus oponiones son fuente de constantes cortocircuitos al más alto nivel.
Pocas horas después de formular su posición sobre el futuro de la Amazonia, el presidente recibió al ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian. De su boca escuchó algunas exigencias que sintonizan con las inquietudes de las oenegés.
Le Drian le hizo saber a su colega brasileño Ernesto Araújo tres exigencias de Francia para ratificar el acuerdo suscrito entre la UE y el Mercosur tras más de dos décadas de negociaciones. La primera tiene que ver con la implementación del Acuerdo de París sobre cambio climático que la ultraderecha, en sintonía con la administración Trump, se niega a validar. Pero París también pidió el respeto a las normas ambientales contra las que el capitán retirado no deja de despotricar.
Fuente:https://www.elperiodico.com/es/internacional/20190730/bolsonaro-legalizar-mineria-tierras-indigenas-amazonia-7574802