08/06/2020
La minera canadiense cuenta con unos US$7 mil millones para invertir y la administración local busca que cerca de la mitad de ese monto se quede en Chile. También quiere viabilizar Pascua-Lama.
Con Chile como foco principal se desarrolla la estrategia de la minera canadiense Barrick en el continente, firma que sufrió una importante transformación luego de fusionarse con la compañía aurífera Randgold a comienzos de 2019.
Según explica el director ejecutivo de Barrick Chile, Marcelo Álvarez, gracias a las gestiones de la nueva administración se han logrado bajar fuertemente los niveles de deuda de la firma, contando con una caja de unos US$ 7.000 millones de los cuales gran parte podría destinarse al país.
La firma se encuentra en conversaciones para entrar a la propiedad de iniciativas de primer nivel. “La idea es encontrar rápidamente un proyecto, ya sea de nuestra cartera o una adquisición. Queremos trabajar fuertemente para apoyar la economía post-pandemia, y ese es el compromiso que tiene asumido Barrick con Chile y el continente”, aseguró Álvarez.
El objetivo de la empresa es asentarse a largo plazo, por lo que, en paralelo, renovaron sus equipos en Chile, reclutando a varios expertos del sector y armando un nutrido grupo de geólogos, el más grande en cantidad desde que están en el país.
Para comenzar, se dispuso de un presupuesto de US$8 millones para la exploración de sus pertenencias, trabajo que se espera dé sus primeros resultados en octubre. “Chile tiene un amplio inventario minero, hay una larga trayectoria de seguridad jurídica y de promoción de la minería, con lo cual nosotros, a partir de nuestros activos, ponemos a Chile como un eje central y un foco del nuevo crecimiento de la empresa en el continente. Queremos dar una señal clara de permanencia de largo plazo y de ser un socio en la recuperación de la economía”, apuntó Álvarez.
Respecto a los montos que se podrían destinar a proyectos en Chile, aun no existe una meta concreta y dicha cifra dependerá de las iniciativas que se evalúen. Sin embargo, desde la filial local de Barrick admiten que la apuesta es que al menos la mitad del presupuesto de inversión se quede en territorio local.
Álvarez dijo que el equipo que él lidera tiene contacto directo con el Gobierno, a través del Ministerio de Minería con el que existe un acuerdo de trabajo conjunto. “Cada paso que demos lo haremos de la mano del Gobierno, en una lógica de diálogo constructivo para que, junto a las autoridades y comunidades, vayamos construyendo nuevas oportunidades que se van generando para el país, explicó.
En Barrick ven que la industria minera jugará un rol fundamental en la recuperación económica del país una vez superada la pandemia. Esto se suma a las estimaciones positivas que se mantienen para el precio del cobre, pero, sobre todo, del oro.
“En el largo plazo, la proyección del cobre es también importante por lo cual para Barrick – siendo una compañía que juega en las grandes ligas – apostarle a Chile, que juega en las grandes ligas del cobre y poder incorporarse a las grandes ligas del oro, creo que es la apuesta que todos tenemos que hacer”, destaca Álvarez.
Nuevo Pascua Lama
Si bien no es la prioridad, el cronograma de Barrick incluye el estudio de Pascua Lama. Apunta a poner en valor las pertenencias mineras que tiene la firma en la zona, aunque reconoce que el proyecto original es completamente inviable.
Actualmente impulsan una revisión completa de la geología del lugar, con la idea de reevaluar todo el activo en un nuevo esquema, que se asemeje a los parámetros económicos de inversión de la empresa, y a la espera del proceso sancionatorio que existe en contra de la iniciativa, que se suma al conflicto superado hace unas semanas.
“Hace días alcanzamos un acuerdo con el CDE, refrendado por el Tribunal Ambiental, porque esa es la nueva lógica, llegar a acuerdos en vez de litigar, acuerdos sostenibles que sirvan para reactivar la confianza y solucionar problemas”, explicó Marcelo Álvarez, quine apuntó a que “no es justo para el desarrollo de las comunidades que un proyecto como Pascua Lama esté parado hace 20 años cuando la región necesita el desarrollo y la diversificación económica. Es una responsabilidad de todos, que, en conjunto, subsanando los errores del pasado, retomando el diálogo y la confianza, podamos poner en valor este activo tan importante.
El ejecutivo dijo que lograr esos acercamientos es clave para establecer un compromiso con las comunidades y viabilizar el proyecto que, de todos modos, sólo se justificaría en su naturaleza binacional, al encontrarse en la frontera con Argentina.
“Hoy el compromiso de la compañía es absolutamente claro de que no hay otra posibilidad de construir un proyecto si no es en base a ese modelo de diálogo y de construcción compartida a partir de una visión compartida a partir de una visión compartida del territorio, remata.
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