31 de Agosto de 2012
La minera Barrick Gold expresó su «inquietud» al gobierno de Canadá por el apoyo que da al derecho de los habitantes de las Islas Malvinas a su autodeterminación, al argumentar que enfrenta un panorama «complejo» para sus negocios
en la Argentina, ligado al reclamo de soberanía sobre el archipiélago. La empresa indicó que enfrenta un panorama «complejo» para sus negocios en la Argentina por el apoyo del país norteamericano a su autodeterminación. Fuente: diario La Prensa
Un vocero de la compañía señaló que la empresa «está registrada para hacer lobby en diversos asuntos que afectan sus negocios, y ellos incluyen minería, impuestos, comercio internacional, relaciones internacionales y finanzas».
La edición canadiense del diario Wall Street Journal (WSJ) reportó en las últimas horas que la minera «hizo lobby» ante Ottawa por ese tema, aunque el gobierno del país norteamericano ratificó su postura a favor de los kelpers.
El ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, John Baird, reveló que «la mayor productora de oro a nivel mundial hizo lobby ante el gobierno (canadiense) por su postura», en una presentación en la que «subrayó las crecientes complejidades para hacer negocios en la Argentina, país que reclama la soberanía de las islas ubicadas en el Atlántico Sur», aseguró el WSJ.
Baird dijo a la prensa que Barrick, que tiene dos minas de oro en la Argentina, expresó su «inquietud» sobre esa posición oficial de Canadá, entre otros asuntos.
«La postura canadiense no cambia, apoyamos la autodeterminación isleña», subrayó Baird.
Por su parte, un vocero de Barrick Gold señaló que la empresa «está registrada para hacer lobby en diversos asuntos que afectan sus negocios, y ellos incluyen minería, impuestos, comercio internacional, relaciones internacionales y finanzas».
Voceros de la oficina de prensa de la embajada de Canadá en Buenos Aires y de Barrick Gold Argentina no estuvieron disponibles para hacer comentarios.
La postura de Canadá, en rigor, no es nueva. En abril pasado, durante la VI Cumbre de las Américas, la postura de Ottawa impidió que los 31 mandatarios reunidos allí, entre ellos la presidenta Cristina Fernández, alcanzaran un consenso para incluir -frente al reclamo de la Casa Rosada- un punto en la declaración final instando al Reino Unido a sentarse a negociar por la soberanía isleña.
«Canadá esta vez vino con una posición mucho más fuerte de la que había tenido en años anteriores y que hizo que no se pudiera avanzar como Argentina había pedido y todos los países estaban dispuestos a avanzar», afirmó luego de la Cumbre la canciller de Colombia, María Ángela Holguín.
La actividad de Barrick en la Argentina generó controversia por los beneficios recibidos en materia impositiva, y el rechazo de organizaciones ambientales, que la acusan de causar daños a sectores glaciares y periglaciares de la Cordillera sanjuanina.
A ello se suma que, según una denuncia del diputado nacional Fernando Solanas (Proyecto Sur), en Barrick Gold confluyen intereses británicos también presentes en petroleras que operan en Malvinas, como Desire Petroleum y Rockhopper Exploration.
Esas dos firmas, junto con Argos Resources Limited; Borders & Southern Petroleum PLC y Falkland Oil and Gas Limited fueron acusadas en marzo pasado por la Cancillería de realizar «de manera ilegítima tareas de exploración de hidrocarburos en la plataforma continental argentina, exponiéndose a sanciones administrativas, civiles y penales».