Diario La Primera
A Ud. estimado lector le parecerá increíble que el más oficioso abogado de las
empresas de minería aurífera que amenazan los frágiles ecosistemas de la Cordillera
del Cóndor y ponen en riesgo la supervivencia de los indígenas Awajúm y Wampis que
viven en ese estratégico espacio es el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Para asombrarse, encolerizarse o matarse de la risa lea lo que dice un informe de
Relaciones Exteriores fechado el 18 de enero de 2006 oponiéndose a la creación del
Parque Nacional “Ichigkat Muja” de acuerdo a la propuesta del Instituto Nacional de
Recursos Naturales (Inrena) y en clara defensa de los intereses de la minera “Afrodita”
y otras empresas.
“De aprobarse la propuesta del Inrena se estaría impidiendo el futuro desarrollo minero
(y eventualmente el forestal) de nuestro territorio, mientras que ello es permitido y
apoyado por las autoridades ecuatorianas en dicha zona limítrofe. En este sentido, la
categorización del Parque Nacional conllevaría en el Perú las consecuentes
restricciones a la actividad económica que no corresponden a las características
observadas por el lado ecuatoriano, donde por la intensidad de la actividad minera y
las técnicas empleadas para la extracción de oro (socavones) eventualmente podrían
conducir a la explotación indebida de los recursos de nuestro lado de la frontera.
Esto pondría a nuestro país en situación de desventaja frente a la actividad minera que
viene fomentándose en territorio ecuatoriano adyacente al área del proyecto nacional”.
Gracias a este padrinazgo y otros que medran en las cumbres del poder, la Cordillera
del Cóndor, donde nacen los principales ríos de la cuenca del Marañón, está siendo
invadida y lotizada por decenas y centenares de cuadrículas mineras que se extienden
por los territorios indígenas titulados y a menos de 50 kilómetros de la frontera con
Ecuador.
Lo que en “Avatar”, la ahora célebre película de James Cameron es ciencia ficción, en
el Perú del año 2010 y en la Cordillera del Cóndor, es la mismísima realidad.
Como los “Na’vi” en “Avatar”, miles de indígenas Awajúm y Wampis se preparan a
resistir la arremetida de los invasores e impedir que sus aguas y sus bosques se
conviertan en el excremento del diablo.
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas/avatar-en-la-cordillera-del-
condor_56268.html