Para nuestros lectores, los defensores del agua son los «mendocinos del año». Las Asambleas Mendocinas por el Agua Pura, que resistieron el proyecto minero San Jorge, obtuvieron el 33 % de los votos. Felices por el apoyo popular, sus integrantes advierten que no bajarán los brazos.
Si bien la inseguridad y la inflación fueron algunos de los temas más candentes durante este año en la agenda cotidiana del mendocino de a pie, 2011 quedará marcado también por la incansable resistencia de las asambleas socioambientales al avance de la megaminería en la provincia.
Los lectores de Los Andes reconocieron su trabajo como un gesto de solidaridad y compromiso social, y eligieron a las Asambleas Mendocinas por el Agua Pura (AMPA) como el «personaje» destacado del año.
La organización obtuvo el apoyo del 33 por ciento de los lectores del diario, 2.694 votos, lo que la consagró como destacada indiscutida, ya que en segundo lugar con 1.604 «clics» se ubicó Nidia Soto, fundadora de un comedor escolar en Las Heras reconocido a nivel nivel nacional como «abanderado de la solidaridad».
«Es realmente una alegría enorme porque somos nosotros solos, vecinos, docentes y gente común los que, sin armas ni poder económico, pudimos frenar a este monstruo», cuenta con entusiasmo Sergio Onofrio, uno de los integrantes de AMPA, al hablar sobre el reconocimiento por su resistencia al finalmente truncado proyecto minero «San Jorge» en Uspallata.
Si bien el «premio» llegó en 2011, el trabajo de las asambleas en defensa del agua nacieron hace siete años, de la mano de los «Vecinos autoconvocados de San Carlos». Año a año fueron surgiendo nuevas organizaciones que hoy actúan bajo el paraguas de AMPA.
Sus integrantes celebran el freno al proyecto en Uspallata, pero rechazan los laureles de lo inmediato. «Tenemos en claro que San jorge fue una pequeña victoria, muy importante porque demuestra que el poder popular existe, pero tenemos bien en claro que la política de los estados nacional provincial es prominera», aclara María Teresa Cañas.
El ojo está puesto ahora en la «contraofensiva» de las mineras, que van recuperando terreno en algunas provincias a través de la derogación de la ley 7.722 -a la que adhirió Mendoza- que prohíbe el uso de sustancias contaminantes en las canteras.
«Empezaron por La Rioja, luego Chubut y ahora van por más», explica con indignación el geógrafo Marcelo Giraud, también miembro activo de AMPA, minutos antes de que le informen por teléfono que Río Negro aprobaba el uso de cianuro en los proyectos.
El tema preocupa a los asambleístas locales, quienes desconfían del compromiso del gobernador Francisco Pérez, quien poco después de asumir consideró que «hoy las condiciones sociales no están dadas para la minería metalífera».
«Hay un guiño del Gobierno hacia las empresas mineras; de hecho ya plantearon que como política de Estado van a instruir a las escuelas para que se empiece a alejar el ‘fantasma’ de la megaminería», comenta Onofrio.
A esto se suma la polémica Ley Antiterrorista aprobada días atrás por el Congreso, la cual es resistida de raíz por AMPA.
Primero, porque «puede dar pie a la criminalización de protesta social y las manifestaciones en repudio a intereses económicos», dicen. Pero también hay una situación más cercana y palpable y que tiene que ver directamente con la minería.
Según Onofrio, las empresas mineras que plantearon la inconstitucionalidad de la ley 7722 argumentaron que la norma se reglamentó «bajo presión» y dan a entender que fue «una cuestión terrorista». «Si se revé eso y aparece la palabra ‘terrorista’ pueden ligarnos a eso también», dice indignado.
De todos modos confía en el apoyo popular en la «resistencia», el cual se ha hecho palpable en cada manifestación, corte de ruta y convocatorias a asambleas.
«Las marchas socioambientales fueron masivas porque es un sentimiento compartido por la gran mayoría de los mendocinos. Cuando se rechazó el proyecto San Jorge hubo caravanas en Uspallata, en General Alvear y otras partes de la provincia y festejos así, espontáneos, se dan solo cuando gana argentina al fútbol», celebra Onofrio.
Más allá del difícil escenario planteado por presiones políticas y económicas, 2012 encontrará a AMPA más firme que nunca, según dejan en claro sus miembros.
«Advertimos a este gobierno que nosotros seguimos en pie y que esta lucha la hemos asumido, la llevamos en el cuerpo, es incorrompible y no daremos un paso atrás», cierra Carina Alaniz